Escena
I
|
|
POLIXENA,
TERPANDRA.
|
TERPANDRA |
Al fin, señora, la inhumana
suerte |
|
cesa de perseguiros; hoy
esclava, |
|
mañana seréis reina;
cetro y solio, |
|
rendido Pirro, pone a vuestras
plantas; |
|
mañana el sacro
Pérgamo renace. |
5 |
|
|
POLIXENA |
Aquí fue Troya, aquí
se levantaban |
|
las altas torres de Ilión,
que Pirro |
|
derribó altivo; allí
se ven las aras |
|
de las voraces llamas
consumidas, |
|
do su acero bañó la
sangre helada |
10 |
de mi padre ¡oh dolor!
¿Y de este monstruo |
|
me hallarán los suspiros
más humana? |
|
El hijo generoso de la diosa |
|
¡oh cuánto menos crudo
fue, Terpandra! |
|
De Priamo el llanto le
ablandó; piadoso |
15 |
alzó del suelo su vejez
postrada, |
|
y de Héctor el
cadáver dio a sus ruegos... |
|
Memoria de un esposo, que
idolatra |
|
mi pecho, de tu amor arde
más viva, |
|
sin extinguirse por jamás la
llama. |
20 |
De mi constante corazón tu
imagen |
|
jamás un nuevo amor
podrá borrarla; |
|
ora ruegue a mis plantas Pirro
humilde, |
|
ora amenace altivo, ni su
saña |
|
me asusta, ni me ablandan sus
suspiros. |
25 |
|
|
TERPANDRA |
¡Vos de Príamo hija,
vos troyana, |
|
del gran Héctor
lloráis el homicida, |
|
el crüel enemigo de la
patria! |
|
¿No se os acuerda el
júbilo de Troya, |
|
el día que por Paris fue
vengada |
30 |
tanta sangre vertida por
Aquiles, |
|
que del Janto tiñó
las puras aguas? |
|
|
|
POLIXENA |
¿Por qué me acuerdas
ese horrible día? |
|
¡Mísera! Coronada de
guirnaldas, |
|
embriagada de amor y de
placeres |
35 |
fidelidad juraba ante las
aras. |
|
El templo137
se estremece de repente, |
|
el polo truena, el piélago
levanta |
|
sus ondas a los astros, del
cuchillo |
|
moribunda la víctima se
escapa, |
40 |
y bramando amedrenta al
sacerdote; |
|
el estruendo espantoso de las
armas |
|
se oye por todas partes; a mi
esposo |
|
mil aceradas picas amenazan. |
|
Paris desnuda el reluciente
acero, |
45 |
mis lloros son en balde,
desmayada |
|
caigo en el suelo, a mi socorro
vuela |
|
mi esposo, y ¡oh dolor! de
mil espadas |
|
traspasado, abrazado de mi
cuello, |
|
sobre mi amante pecho el alma
exhala. |
50 |
Al abrirse otra vez mis tristes
ojos |
|
a la importuna luz, me hallo
bañada |
|
en la sangre de Aquiles; de
Himeneo |
|
con su sangre humeó la
nupcial ara. |
|
¡Oh cruda suerte, que predijo
en vano |
55 |
la no creída y siempre fiel
Casandra! |
|
En sacro ardor fatídico
encendida, |
|
«Huye de este himeneo, dijo,
hermana; |
|
Alecto enciende las nupciales
teas, |
|
Aquiles arde en ellas; ya las
llamas |
60 |
extienden su furor por todas
partes. |
|
¡Ay, que hoguera voraz a
Troya abrasa, |
|
y a ti entre sus cenizas te
sepulta!»138. |
|
|
|
TERPANDRA |
Los dioses no han querido fuesen
vanas |
|
de Casandra las tristes
predicciones. |
65 |
Mas vos vivís aún;
las esperanzas |
|
de la infelice Troya en vos se
fundan; |
|
Pirro por vuestro amante se
declara. |
|
Del pequeño Astianacte las
cadenas |
|
vais a romper, de vuestra madre
anciana |
70 |
vais en fin a enjugar el llanto
amargo... |
|
Pero él mismo se
acerca. |
|
|
POLIXENA |
¡Ay Dios! Terpandra,
|
|
ven, evitemos un coloquio
triste. |
|
|
|
|
|
PIRRO,
ELPENOR, POLIXENA, TERPANDRA.
|
PIRRO |
Señora, vuestra suerte
desdichada |
|
respeta Pirro, ni interrumpe
necio |
75 |
el legítimo llanto que
derraman |
|
vuestros ojos, a fin que
oigáis piadosa |
|
mis ardientes suspiros, y mis
ansias. |
|
Un interés más tierno
y más sagrado, |
|
Polixena, me trae a vuestras
plantas. |
80 |
Amotinado el vulgo sedicioso |
|
en amenazas contra vos se
exhala, |
|
y la muerte alevosa de mi
padre |
|
quiere que en vuestra sangre sea
vengada. |
|
Mas no os asusten sus clamores
vanos; |
85 |
Neoptolemo os protege; de esa
insana |
|
muchedumbre el furor tiembla a mi
vista. |
|
Porque la Grecia vea cuán
poco espantan |
|
a mi valor los gritos
sediciosos, |
|
hoy, señora, postrado a
vuestras plantas, |
90 |
si aceptáis mi homenaje,
amor eterno |
|
os juraré rendido ante las
aras. |
|
Los mismos que ora piden vuestra
muerte |
|
adorarán en vos su
soberana. |
|
Así el vulgar furor asusta a
Pirro. |
95 |
|
|
POLIXENA |
Señor, los riesgos de una
triste esclava |
|
poco deben moveros. Vuestro
acero |
|
ensangrentó de Príamo
las canas; |
|
a vos acusan las troyanas
madres, |
|
cuyos hijos al mar llevan las
raudas |
100 |
ondas del Simoente; mi familia |
|
a los filos murió de vuestra
espada. |
|
¡Oh! si de Aquiles la
irritada sombra |
|
con mi sangre en su túmulo
se aplaca, |
|
contenta ofrezco el cuello a la
cuchilla. |
105 |
|
|
PIRRO |
¡Bárbara Polixena!
¿Así no basta |
|
a tu crueza ver llorar a Pirro |
|
sus hazañas, sus triunfos, y
su fama, |
|
sin que de una victoria
aborrecida |
|
le acuerdes siempre la memoria
amarga?... |
110 |
Señora, vos podéis de
la alta Troya |
|
levantar las murallas
arruinadas. |
|
Mi mano, que rompió las
fuertes puertas |
|
de durísimo bronce, que
guardaban |
|
de Príamo el palacio,
sabrá un día |
115 |
alzar del Ilión el sacro
alcázar. |
|
¿Qué a mí de
Menelao los agravios, |
|
o el robo de su Elena? ¿Las
escuadras |
|
de Pérgamo talaron
enemigas |
|
de Epiro acaso las fecundas
playas? |
120 |
Cual ya otra vez mi padre
generoso |
|
del infelice Príamo
enjugaba |
|
el llanto, y de Héctor el
helado tronco |
|
dio compasivo a su vejez
postrada, |
|
yo elevaré a Astianacte al
patrio solio; |
125 |
del soberbio Ilión las
torres altas |
|
admirará otra vez el
Simoente, |
|
y la señora altiva de la
Asia, |
|
Troya, renacerá de sus
cenizas. |
|
|
|
POLIXENA |
No, señor, de tan locas
esperanzas |
130 |
vano es lisonjearse; la
opulenta |
|
Troya fue; sus almenas
encumbradas, |
|
los muros elevados por
Neptuno, |
|
el simulacro celestial de
Palas, |
|
todo la voraz llama ha
consumido. |
135 |
El brazo de Héctor mismo no
bastara |
|
a tornar a Ilión su antigua
gloria. |
|
Las deidades, propicias a las
armas |
|
de los griegos, a Troya
abandonaron; |
|
del venerable Príamo la
clara |
140 |
prosapia ha perecido a hierro y
fuego; |
|
Hécuba y Polixena son
esclavas; |
|
el hijo del grande Héctor en
la cuna |
|
ignora todavía sus
desgracias. |
|
|
|
PIRRO |
Cuanto mayores son vuestras
desdichas, |
145 |
más gloria será
mía repararlas. |
|
La Grecia sabe ya por
experiencia |
|
cuánto la ira de Aquiles
costó cara. |
|
Del rey de reyes la cerviz
altiva |
|
ante mi padre se inclinó
humillada, |
150 |
implorando su auxilio contra
Troya, |
|
mientras Héctor las naos
incendiaba, |
|
y las tiendas y el campo de los
griegos; |
|
sin mí, vos lo
sabéis, Troya burlara |
|
de Grecia los esfuerzos
impotentes; |
155 |
las astucias de Ulises fueran
vanas, |
|
las artes de Sinón, y la
osadía |
|
del hijo de Tideo, sin mi
espada. |
|
en defensa de vos y de
Astianacte, |
|
Polixena, emplearé de hoy
más las armas |
160 |
que tan funestas ¡ay! fueron
a Troya. |
|
¿Qué deidad contra
vos y Príamo airada |
|
os ocultó a mi vista antes
del día |
|
fatal de la infeliz ciudad
Dardania? |
|
Mejor que el Paladión
protegería |
165 |
vuestra hermosura la nación
troyana, |
|
y vuestro padre reinaría
dichoso |
|
sobre los ricos pueblos de la
Asia. |
|
|
|
POLIXENA |
Los cielos son testigos, que
perenne |
|
raudal de lloro mis mejillas
baña, |
170 |
desde el aciago día que en
mis brazos |
|
el magnánimo Aquiles
rindió el alma. |
|
Entonces ¡ay! me dijo la
experiencia |
|
cuán fatal es el fuego de
las aras |
|
nupciales de la triste
Polixena. |
175 |
Viuda sin ser esposa,
abandonada |
|
a mi amargo dolor, juré a
los dioses |
|
que jamás de Himeneo la
guirnalda |
|
mis sienes ceñiría.
Ora que yace |
|
en cenizas mi patria
sepultada, |
180 |
mis hermanos, mi padre, a hierro
muertos, |
|
¿queréis,
señor, que a los altares vaya |
|
a ofreceros mi fe? ¿Las teas
nupciales |
|
queréis que encienda en las
ardientes llamas |
|
que aún devoran a Troya?
¿Que en el templo, |
185 |
testigo del ultraje de
Casandra, |
|
a Pirro dé su mano
Polixena? |
|
Señor, si por la suerte de
las armas |
|
esclava vuestra soy, en mis
desdichas |
|
no olvido que de Júpiter la
clara |
190 |
sangre corre en mis venas. |
|
|
PIRRO |
¿Y de Pirro
|
|
los ardientes suspiros, que a tus
plantas |
|
rendido exhala, tu altivez
humillan? |
|
¡Tu belleza, fatal siempre a
mi casa, |
|
a Aquiles dio la muerte, y a su
hijo |
195 |
quiere arrancar el alma en mortal
ansia! |
|
¡Que! Yo te ofrezco levantar
de Troya |
|
las torres por mí mismo
derrocadas, |
|
de tu madre enjugar el triste
llanto, |
|
coronar a Astianacte, y de su
infancia |
200 |
proteger la flaqueza con mi
brazo |
|
contra toda la Grecia
conjurada. |
|
¡Tú, soberbia,
desprecias mis ofertas, |
|
y desdeñas mi tierno amor,
ingrata! |
|
Señora, no os ofenda mi
despecho; |
205 |
veis cuál las ondas a los
astros alza |
|
del Helesponto el Aquilón
airado, |
|
tal mi ciega pasión agita el
alma. |
|
No así desvanezcáis
en un instante, |
|
crüel, mis lisonjeras
esperanzas. |
210 |
|
|
POLIXENA |
Pirro, el día que el fuego
de la Grecia |
|
abrasó de Ilión el
sacro alcázar, |
|
odio inmortal juraron a los
griegos |
|
las reliquias de Frigia
malhadadas. |
|
Esclava vuestra soy, mas en
cadenas |
215 |
no olvido la rüina de mi
patria. |
|
Jamás de Polixena
será esposo |
|
el destructor de la ciudad
troyana. |
|
|
|
PIRRO |
¡Así del odio vuestro
la violencia, |
|
ingrata Polixena, nada aplaca! |
220 |
Vos burláis de mi amor; el
triste Pirro, |
|
juguete vil de sus amantes
ansias, |
|
llora en balde a los pies de su
cautiva, |
|
arrostra en su defensa la
indignada |
|
Grecia. ¡Ay! ¿por
qué de Paris la certera |
225 |
flecha en mi sangre no
tiñó las aguas |
|
del Simoente, cuando con su
muerte |
|
a mi padre mi acero dio
venganza? |
|
|
|
POLIXENA |
De romper un coloquio tan
penoso, |
|
Señor, dadme licencia: ven,
Terpandra. |
230 |
(Vanse.)140
|
|
|
Escena
III
|
|
PIRRO,
ELPENOR.
|
PIRRO |
¡La crüel me
abandona!... Así de Pirro |
|
se postra la altivez ante una
esclava. |
|
El vencedor de Eneas, quien al
valiente |
|
Deífobo dio la muerte en la
batalla, |
|
olvidando su gloria y su
decoro, |
235 |
gime a los pies de una mujer
troyana. |
|
¿Viste, Elpenor, cuál
con desdén altivo |
|
de mi pasión se burla?
¡Y yo a la saña |
|
de la indignada Grecia opongo el
pecho, |
|
yo arrostro sus furores!...
Irritada |
240 |
la sombra de mi padre en el
Cocito |
|
desconsolada sin venganza
vaga. |
|
¡De mi pasión furiosa
yo arrastrado, |
|
olvidado de Aquiles, a mi
patria |
|
infiel, mi ciego amor ¡ay!
resucita |
245 |
de Troya las difuntas
esperanzas! |
|
¿Qué puedo ¡ay
triste! hacer, si toda Venus |
|
en lo hondo de mi pecho
aposentada |
|
con mis tormentos implacable
venga |
|
la muerte de su Paris, y su
cara |
250 |
Troya?... Elpenor, amigo, luz
más pura |
|
luce a mis ojos, mi dolor se
aplaca. |
|
Huyamos al Epiro; los
inmensos, |
|
los sagrados deberes del
monarca |
|
calmarán los tormentos del
amante. |
255 |
|
|
ELPENOR |
¡Cuánto, señor,
a vuestro amigo es grata |
|
resolución tan noble!
Vuestro heroico |
|
ardimiento la Frigia vio
asombrada |
|
invencible en las lides de
Belona. |
|
Hoy, de vos mismo vencedor, la
Fama |
260 |
vuestros loores cantará, y
la Grecia |
|
repetirá de Pirro las
hazañas. |
|
|
|
PIRRO |
¡Oh dioses, cuán
acerba es mi desdicha! |
|
Enamorado Aquiles de Deidamia |
|
vio coronar sus ansias, de
Teseo |
265 |
la Amazona templó la
ardiente llama; |
|
a mí un amor funesto me
consume, |
|
y nada mi dolor agudo calma. |
|
|
|
ELPENOR |
El desdoro, señor, que de
esos grandes |
|
héroes la vida tan gloriosa
mancha, |
270 |
las deidades con vos más
favorables |
|
os evitan benignas. La grande
alma |
|
de Pirro huirá los
vergonzosos grillos, |
|
que a Hércules despojado de
su clava, |
|
y en femeniles trajes
disfrazado, |
275 |
de una mujer al carro
encadenaban. |
|
Olvidad un amor odioso a
Grecia. |
|
|
|
PIRRO |
¿Y cuál de la
princesa malhadada |
|
será la suerte? El vulgo
amotinado, |
|
furioso quiere a Aquiles
inmolarla. |
280 |
¿Quién podrá
contener su enojo ciego, |
|
si la abandono yo? |
|
|
ELPENOR |
Señor, la insana
|
|
cólera de la plebe, cual al
viento |
|
el humo se disipa, el tiempo
calma. |
|
El troyano Panteo de Polixena |
285 |
podrá enjugar las
lágrimas amargas, |
|
a ella unido en los lazos de
Himeneo. |
|
|
|
PIRRO |
¡Polixena otro esposo!... La
inhumana |
|
Megera vibre contra mí sus
sierpes |
|
antes que yo tal sufra... Oye,
¿esa esclava |
290 |
osa amar algún otro? Por los
manes |
|
de mi padre, Elpenor, te ruego
nada |
|
me ocultes. ¡Ah! si un
pérfido cautivo |
|
es mi rival, de Pirro la
venganza |
|
asombrará la Grecia. |
|
|
ELPENOR |
Vuestros celos
|
295 |
calmad, señor; en
lágrimas bañada |
|
la triste Polixena noche y
día |
|
lamenta de contino sus
desgracias, |
|
y del amor ignora los
deleites. |
|
|
|
PIRRO |
¡Ay! del fuego violento que
me abrasa |
300 |
ten piedad, Elpenor. Toca mi
pecho: |
|
¿ves cuál arde
encendido en voraz llama? |
|
¿Qué importa que otro
amante Polixena |
|
no escuche, si mis ruegos no la
ablandan? |
|
Tiempo es de terminar ya mis
tormentos. |
305 |
Corre, Elpenor amigo, a
Hécuba llama; |
|
yo aquí la
aguardaré. |
|
|
ELPENOR |
Ya os obedezco,
|
|
Señor, alivie el cielo
vuestras ansias. |
|
(Vase.)141
|
|
|
Escena
V
|
|
HÉCUBA,
PIRRO.
|
HÉCUBA |
¿Vos me llamáis,
señor? ¿Qué otros quebrantos |
335 |
aguardan a esta anciana
desdichada? |
|
¿Los griegos han resuelto de
Astianacte |
|
la muerte? ¿Las deidades no
se cansan |
|
de perseguir a una infeliz
cautiva? |
|
|
|
PIRRO |
Reina de los troyanos
malhadada, |
340 |
calmad vuestro dolor; un sol
más puro |
|
luce de hoy más a vuestra
triste patria. |
|
|
|
HÉCUBA |
¡Mi patria! ¿Existe
acaso? De los dioses |
|
la morada escogida, el sacro
alcázar, |
|
es un montón de polvo y de
cenizas. |
345 |
Del infelice Príamo las
heladas |
|
reliquias son el pasto de las
fieras. |
|
Al viento han esparcido las
profanas |
|
manos del vencedor los fríos
despojos |
|
de los reyes que Troya
veneraba. |
350 |
|
|
PIRRO |
Hécuba, los humanos son
juguete |
|
de la fatalidad; la suerte
varia |
|
eleva y precipita ciegamente |
|
al labrador humilde, y al
monarca; |
|
Príamo en su juventud
gimió cautivo; |
355 |
Hércules derribó ya
las murallas |
|
de Pérgamo otra vez, y
más altiva |
|
Troya se levantó. De
Héctor la clara |
|
sangre puede asustar aún a
Micenas. |
|
Yo142,
señora, me encargo de la infancia |
360 |
del pequeño Astianacte; en
su defensa |
|
yo arrostraré de
Agamenón las armas, |
|
hasta tornarle el cetro de la
Frigia. |
|
|
|
HÉCUBA |
¿Qué oigo? ¿El
hijo de Aquiles la prosapia |
|
de Héctor defenderá?
¿Quién tal prodigio |
365 |
obró? |
|
|
PIRRO |
Mi ciego amor; la beldad rara
|
|
de Polixena; Venus que mi
pecho |
|
en fuego inextinguible cruda
abrasa. |
|
De vos pende mi vida, vos de
Troya |
|
podéis alzar los muros; esta
espada, |
370 |
a Frigia tan fatal, contra la
Grecia |
|
señalará sus filos;
las ancianas |
|
madres, los niños tiernos,
las doncellas, |
|
ora en penoso cautiverio
esclavas, |
|
otra vez tornarán a Troya
libres. |
375 |
|
|
HÉCUBA |
Hécuba de tan vanas
esperanzas |
|
está desengañada.
Para siempre |
|
de Dárdano ¡ay!
cayó la ciudad alta. |
|
El día que trujo con funesto
auspicio |
|
de Menelao la esposa a nuestras
playas, |
380 |
entonces ¡ay! juraron la
rüina |
|
de Troya las deidades
enojadas. |
|
De Príamo la familia
floreciente, |
|
tantos hijos, de Frigia la
esperanza, |
|
todos han perecido en los
combates; |
385 |
ni a Héctor su
valentía, ni su edad flaca |
|
valió a Troilo, ni el templo
de Minerva |
|
pudo salvar a la infeliz
Casandra. |
|
|
|
PIRRO |
Señora, a reparar tan graves
daños |
|
estad segura que mi brazo
basta. |
390 |
Pirro esposo feliz de Polixena |
|
¿qué no podrá
intentar? Por las sagradas |
|
deidades, por los manes de mi
padre, |
|
juro143
de proteger contra las armas |
|
de Grecia a Polixena, y a
Astianacte. |
395 |
Del vulgo el furor ciego ante las
aras |
|
quiere inmolar en vano a vuestra
hija. |
|
Yo la defiendo. |
|
|
HÉCUBA |
¡Oh madre desdichada!
|
|
¿Qué oigo? ¿De
Polixena el sacrificio |
|
pide el pueblo? ¡Deidades
sacrosantas! |
400 |
Señor, postrada a vuestros
pies imploro |
|
vuestra piedad con lágrimas
amargas. |
|
Humillada a los pies del
homicida |
|
de su esposo, la reina
desgraciada |
|
de los troyanos con copioso
llanto |
405 |
desconsolada inunda vuestras
plantas. |
|
Defended la inocente Polixena; |
|
yo os la doy por esposa. |
|
|
PIRRO |
Venus alma,
|
|
oye mi juramento: Si abandona |
|
a Polixena Pirro, que las aras |
410 |
nupciales sean su tumba; que de
Aquiles |
|
la sombra en torno de él
yerre indignada; |
|
que a filos de una espada
parricida |
|
en edad juvenil exhale el
alma. |
|
|
|
HÉCUBA |
Señor, a juramentos tan
solemnes |
415 |
una madre se fia. Júpiter
haga |
|
que este día sereno luzca a
Troya, |
|
y faustos los nupciales fuegos
ardan. |
|
|
|
Escena
I
|
|
HÉCUBA,
ULISES.
|
ULISES |
Señora, perdonad, si
atropellando |
|
el respeto debido a la
desdicha, |
|
Ulises hoy penetra en vuestra
estancia; |
|
bien sé cuánto es
odiosa mi visita. |
|
El necio vulgo, que con nombres
falsos |
5 |
las virtudes de vicios
califica, |
|
imputa a mi prudencia
cautelosa, |
|
que nombra malas artes y
perfidia, |
|
de Troya la catástrofe
sangrienta. |
|
¡Ay! ¿por qué
la discordia sopló impía |
10 |
en ambos campos su furor
insano? |
|
En balde ofrecí yo de paz la
oliva |
|
a Troya, que de Paris la
arrogancia |
|
prefirió de su patria la
rüina, |
|
que compró Agamenón a
tanta costa. |
15 |
|
|
HÉCUBA |
¿Por qué,
señor, de esta infeliz cautiva |
|
renováis el dolor?
¿Pensáis acaso |
|
que del curso fatal de mi
desdicha |
|
he olvidado la historia
lamentable, |
|
para que con crueldad tan
exquisita |
20 |
contempléis de esta anciana
malhadada |
|
las llagas mal cerradas
todavía? |
|
|
|
ULISES |
Los cielos son testigos que de
Ulises |
|
no fue jamás crueza tan
indigna. |
|
El interés sagrado de mi
patria, |
25 |
y los riesgos que corren las
reliquias |
|
de la sangre de Príamo
deplorable, |
|
a vos me traen, señora. |
|
|
HÉCUBA |
¡Oh Dios! ¿Mi
hija,
|
|
Astianacte, peligran?
¿Cuáles riesgos |
|
hoy amenazan su inocente vida? |
30 |
|
|
ULISES |
De las nupcias de Pirro y
Polixena |
|
el rumor esparcido al pueblo
excita |
|
contra vuestra familia; en todas
partes |
|
el vulgo exhala sus rabiosas
iras |
|
en sediciosos gritos, y,
cercado |
35 |
el pabellón real de los
Atridas, |
|
quiere forzar la estancia de
Astianacte, |
|
y dar su tierno cuello a la
cuchilla. |
|
|
|
HÉCUBA |
¿Y el rey de reyes
triunfador de Troya |
|
obedece al impulso de una
impía |
40 |
muchedumbre sin freno? |
|
|
ULISES |
No señora,
|
|
la furia sediciosa contenida |
|
fue por su autoridad, y por mis
ruegos; |
|
yo juré que jamás se
cumpliría |
|
tan fatal himeneo, y aplacado |
45 |
cedió el motín. De
vos pende la vida |
|
de Astianacte, de hoy más.
Si airado el pueblo |
|
vuestro nieto a su enojo
sacrifica, |
|
culpa será de las funestas
bodas |
|
que con Pirro celebra vuestra
hija. |
50 |
|
|
HÉCUBA |
¡Así contra la
infancia sin defensa |
|
se señala de Grecia la
enemiga; |
|
contra un cautivo mísero en
la cuna |
|
mueve sus armas la falange
argiva, |
|
y de bárbaras trata las
naciones |
55 |
extranjeras! Al Geta, al crudo
Scita, |
|
amansan la hermosura y la
inocencia; |
|
de este pueblo feroz la furia
impía, |
|
la beldad, la niñez, tornan
más brava. |
|
|
|
ULISES |
La Grecia tiembla que de sus
cenizas |
60 |
se levante Ilión, que el
Escamandro |
|
segunda vez sus ondas vea
teñidas |
|
en sangre de sus héroes, si
Himeneo |
|
une en vínculos firmes la
divina |
|
descendencia de Dárdano y de
Tetis; |
65 |
este miedo su ciega rabia
excita; |
|
fácil será
aplacarla. |
|
|
HÉCUBA |
Ínclita Troya,
|
|
morada de los dioses, de la
Frigia |
|
reina, terror de Grecia, eterna
gloria |
|
del Asia, ¿quién
podrá de entre rüinas |
70 |
resucitar tú nombre? Tus
valientes |
|
héroes la tierra cubre, o la
enemiga |
|
llama los consumió; sirven
en duro |
|
cautiverio tus vírgenes; tus
mismas |
|
divinidades ¡ay! te
abandonaron... |
75 |
Si del pueblo la saña
vengativa |
|
excitan estas bodas, que su
rabia |
|
se calme; en inmortal lloro
sumida |
|
la triste Polixena, bien
hallada |
|
con su amargo dolor, a las
caricias |
80 |
de Pirro se rehúsa, y de
Himeneo |
|
obstinada los vínculos
evita. |
|
A los suspiros de su amante
sorda, |
|
y hasta a los ruegos de su madre
misma, |
|
quiere vivir en soledad
eterna. |
85 |
|
|
ULISES |
Agamenón perdone; la
enemiga |
|
de Ulises feneció cuando la
llama |
|
en pavesas redujo las altivas |
|
murallas de Ilión... Grandes
peligros |
|
a Astianacte amenazan; los
Atridas |
90 |
han resuelto su muerte, si hoy la
mano |
|
no da a otro esposo Polixena, y
priva |
|
a Pirro de esperanza para
siempre. |
|
El interés que vuestra
suerte inspira |
|
me arranca este secreto. |
|
|
HÉCUBA |
¡Así el destino
|
95 |
implacable persigue las
reliquias |
|
deplorables de Troya!...
Hécuba triste, |
|
señor, a vuestras plantas se
arrodilla, |
|
e implora la piedad de su
enemigo. |
|
Ulises, esta mano, que
teñida |
100 |
tantas veces fue en sangre de los
míos, |
|
postrada beso. Mis caducos
días |
|
os muevan a piedad; de un tierno
infante |
|
salvad, Ulises, la inocente
vida. |
|
¡Ay! vos también sois
padre, vuestro pecho |
105 |
también al nombre
filïal palpita. |
|
Conservad a Astianacte; así
Minerva |
|
os torne a vuestra esposa fiel
propicia; |
|
así Laertes, vuestro anciano
padre, |
|
dilatada vejez contento viva. |
110 |
|
|
ULISES |
Hécuba, vos sabéis
que vuestro nieto |
|
cupo en suerte cautivo a los
Atridas; |
|
ellos solos son dueños
absolutos. |
|
|
|
HÉCUBA |
Señor, vuestra elocuencia
persuasiva |
|
arrastra al rey de reyes a su
impulso; |
115 |
tantas veces funesta a mi
familia, |
|
usadla en mi favor una vez
sola. |
|
|
|
ULISES |
¿A quién no
apiadarán vuestras desdichas? |
|
Señora, sosegad; de vuestro
nieto |
|
Ulises guarda la inocente
vida, |
120 |
si vos frustráis de Pirro la
esperanza, |
|
uniendo a otro himeneo vuestra
hija, |
|
y los temores disipáis de
Grecia. |
|
|
|
HÉCUBA |
Polixena infeliz yace sumida |
|
en llanto doloroso; hórrido
luto |
125 |
viste la malhadada, desde el
día |
|
que a dar la mano a Aquiles a las
aras |
|
fue con tristes auspicios
conducida; |
|
¿y queréis que los
trajes funerales |
|
tan de repente trueque en las
festivas |
130 |
pompas del himeneo? ¿Que en
servidumbre |
|
de los dioses la sangre
esclarecida |
|
nazca? |
|
|
ULISES |
Si no me engaña mi
prudencia,
|
|
una insana pasión el pecho
agita |
|
de vuestra malhadada Polixena. |
135 |
¿No veis cuál huye
las demás cautivas? |
|
¿Cuál en las selvas
vaga, y cuál al cielo |
|
en ayes profundísimos
suspira? |
|
Vos podéis penetrar este
misterio; |
|
a una madre tan tierna,
¿qué podría |
140 |
esconder Polixena? Así de
Pirro |
|
se entibiará el amor,
desvanecidas |
|
sus esperanzas, cuando en otros
fuegos |
|
vea la princesa arder. |
|
|
HÉCUBA |
De sus desdichas,
|
|
y no de amor, proceden sus
suspiros... |
145 |
Mas aquí la infelice se
encamina; |
|
yo voy a consolarla. De
Astianacte, |
|
señor, proteged vos la
tierna vida. |
|
|
|
ULISES |
(Yéndose.)
|
¡Madre desventurada!... Mas
de Grecia |
|
el interés sagrado tu
familia |
150 |
ha proscrito, y tan triste
ministerio |
|
de Agamenón el orden me
destina. |
|
|
|
Escena
II
|
|
POLIXENA,
TERPANDRA, HÉCUBA.
|
POLIXENA |
¡Oh cuánto
abruma144
al triste la existencia! |
|
¡Oh cuán pesados
grillos a la vida |
|
me encadenan! Terpandra, el real
arreo |
155 |
ajeno es de una mísera
cautiva. |
|
¿Por qué mis sienes
ciñe esta guirnalda, |
|
cual víctima a las aras
conducida? |
|
(Viendo a su madre.)
|
Amada madre, sólo en
vuestros brazos |
|
halla consuelo vuestra infeliz
hija. |
160 |
|
|
HÉCUBA |
Ven, descansa en mi seno,
único apoyo |
|
de mi cansada edad; sola
reliquia |
|
de tantos hijos míos, como
yacen |
|
sin vida en las campañas de
la Frigia. |
|
Por ti sola de madre el dulce
nombre |
165 |
escuchan mis oídos con
delicia. |
|
¿Mas qué mortal
tristeza te consume? |
|
¿Por qué tus
compañeras siempre evitas, |
|
y en las selvas te internas
silenciosa? |
|
|
|
POLIXENA |
De los humanos huyo así la
vista |
170 |
a mis ojos odiosa, sin
testigos |
|
mis lágrimas inundan mis
mejillas; |
|
Eco sola repite mis tormentos. |
|
|
|
HÉCUBA |
¿Mas por qué de tu
madre las caricias |
|
huyes? ¿Por qué
insensible a los halagos |
175 |
de Pirro?... |
|
|
POLIXENA |
Su pasión insana
irrita
|
|
mi enojo. ¿Qué?
¿Aspirar osa a mi mano |
|
de mi familia el bárbaro
homicida? |
|
Yo vi al triste Polites huir en
balde |
|
de su furor y antes las aras
mismas |
180 |
Pirro en su corazón clavar
tres veces |
|
el puñal; yo le vi con befa
impía |
|
insultar los Penates
impotentes, |
|
que tan mal protegieron mi
familia. |
|
El dardo que lanzó con mano
flaca |
185 |
mi débil padre, yo le vi con
risa |
|
mofar; yo vi las canas
venerables |
|
teñir en roja sangre su
cuchilla. |
|
¡Oh! mas antes la triste
Polixena |
|
pasto sea de las fieras de la
Libia, |
190 |
que a tan fatal coyunda dé
su cuello. |
|
|
|
HÉCUBA |
¡Oh de tantos monarcas hija
digna! |
|
Los hados no permiten que tan
noble |
|
indignación escuches; hoy
cautiva |
|
eres de Pirro; él solo tus
cadenas |
195 |
puede romper. |
|
|
POLIXENA |
Señora, mi desdicha
|
|
ningún alivio admite; amarga
pena |
|
lentamente consume de mis
días |
|
el deplorable curso, y mi
sepulcro |
|
labra en la primavera de mi
vida. |
200 |
|
|
HÉCUBA |
Hija, ¿por qué tu
madre tus quebrantos |
|
ignora? ¡Tú de
mí te desconfías! |
|
¡Tú me escondes tus
penas! ¡Mi terneza |
|
¡Oh, cuán mal es por
ti correspondida! |
|
|
|
|
HÉCUBA |
Polixena,
|
205 |
en vano me lo ocultas; llama
activa |
|
de ardiente amor te abraza. |
|
|
POLIXENA |
¡Santos dioses!
|
|
Señora, a vuestros pies una
hija impía |
|
vuestra piedad implora; el amor
crudo |
|
reina en mi corazón; ni las
cenizas |
210 |
de mi infelice patria, ni mis
lloros, |
|
ni de mi cautiverio la
ignominia, |
|
nada extingue el incendio que me
abrasa. |
|
|
|
HÉCUBA |
¿Qué, tú,
Venus, que siempre tan propicia |
|
a los troyanos fuiste, ora
contraria |
215 |
de tu Paris persigues la
familia? |
|
Hija desventurada,
¿quién tus fuegos |
|
enciende? |
|
|
POLIXENA |
Dulce madre, de una indigna
|
|
pasión no penetréis
¡ay! el misterio. |
|
El rubor que colora mis
mejillas |
220 |
la confusión os dice de la
hermana |
|
de Héctor. |
|
|
HÉCUBA |
Ven a mis brazos, hija
mía,
|
|
¿quién mejor que tu
madre, de tu llanto |
|
puede agotar la vena? Tú,
divina |
|
protectora de Troya, Venus
alma, |
225 |
de esta infeliz calma el dolor
benigna. |
|
|
|
POLIXENA |
Madre, adiós, permitidme que
en mi estancia |
|
un momento dé curso a mis
desdichas. |
|
|
|
Escena
V
|
|
PIRRO,
ELPENOR, HÉCUBA.
|
PIRRO |
¿Qué me
ordenáis, señora? ¿De mi dicha |
|
ne dais el fausto anuncio?
¿Vuestros ruegos |
|
ablandaron al fin de vuestra
esquiva |
260 |
Polixena el rigor? Hablad,
señora; |
|
¿mas el rostro
volvéis? ¿Vuestras mejillas |
|
copioso llanto inunda?
¿Qué presagios |
|
funestos ¡ay! vuestro dolor
indica? |
|
¿Quién se opone a mi
amor? |
|
|
HÉCUBA |
La Grecia entera
|
265 |
contra vos indignada; los
Atridas; |
|
los dioses; de Astianacte los
peligros. |
|
|
|
PIRRO |
Pirro no tiembla de arrostrar las
iras |
|
impotentes de Grecia; ¿soy
yo acaso |
|
siervo de Agamenón?
¿Yo, de la altiva |
270 |
Epiro rey, del fuerte Aquiles
hijo, |
|
adoraré sus leyes con
rendida |
|
sumisión? ¿Cuando,
padre sin entrañas, |
|
a Ifigenia inmoló su mano
impía, |
|
Pirro impidió su
bárbara crueza? |
275 |
|
|
HÉCUBA |
Astianacte perder debe la
vida, |
|
si se cumple himeneo tan
funesto. |
|
Este designio bárbaro me
intima |
|
en este instante el hijo de
Laertes; |
|
vos sabéis que, en poder de
los Atridas, |
280 |
nada puede oponerse a sus
furores. |
|
|
|
PIRRO |
Júpiter, vengador de la
perfidia, |
|
oye mis juramentos; hoy de
Atreo |
|
perecerá la descendencia
impía; |
|
hoy arderá cual Troya el
campo griego. |
285 |
¡A mi padre arrancó ya
su injusticia |
|
la cautiva Briseida, a mi
himeneo |
|
ora se opone! |
|
|
HÉCUBA |
Pirro, vuestras iras
|
|
calmad, ¡oh Dios! Vuestro
furor insano |
|
de Astianacte la muerte
precipita. |
290 |
Pensad que en su poder vive
cautivo, |
|
que al rumor más ligero la
cuchilla, |
|
pendiente ora de un hilo, su
cabeza |
|
dividirá. ¿Qué
puede a los Atridas |
|
contener? ¿No atropellan los
derechos |
295 |
que veneran los pueblos de la
Libia? |
|
|
|
PIRRO |
¿Pensáis que resistir
puede a mi acero |
|
ni Agamenón, ni la falange
argiva? |
|
Cual con brazo pujante en otro
tiempo, |
|
las torres derribé, que
defendían |
300 |
el alcázar de
Pérgamo, con muerte |
|
de mil héroes valientes de
la Frigia, |
|
tal hoy los escuadrones de
Micenas |
|
huirán despavoridos a mi
vista. |
|
|
|
HÉCUBA |
¡Mísero infante!
¡Anciana malhadada! |
305 |
¿Dó os arrastra,
señor, la vengativa |
|
saña? ¿No veis que
ese imprudente arrojo |
|
de los Atridas el furor irrita |
|
contra el tierno Astianacte?... Por
los manes |
|
de vuestro padre Aquiles, por la
vida |
310 |
de Deidamia, olvidad de
Polixena |
|
el amor; ¿una mísera
cautiva |
|
puede ser vuestra esposa sin
desdoro? |
|
|
|
PIRRO |
Antes de Apolo el resplandor se
extinga, |
|
y el Simoente torne atrás
sus ondas, |
315 |
que yo deje de amar a la
divina |
|
Polixena. Mi gloria, mi
ventura, |
|
de ella sola dependen; Pirro
olvida |
|
por ella la palestra pavorosa, |
|
el sudor de la lucha le
fatiga, |
320 |
y el marcial ejercicio le es
gravoso; |
|
sus amigos más fieles le
fastidian. |
|
Sólo mi amor me ocupa;
¡de Cibeles |
|
el sacro bosque Ideo mis
encendidas |
|
lágrimas cuántas
veces ¡ay! regaron! |
325 |
|
|
HÉCUBA |
Toda la Grecia, Polixena
misma, |
|
repugna a un himeneo tan
funesto. |
|
|
|
|
HÉCUBA |
Señor, herida
|
|
de otra flecha... |
|
|
PIRRO |
¡Un rival me es
preferido!
|
|
¿Quién osa disputar
de su cautiva |
330 |
el corazón a Pirro?
Más valiera |
|
que consumido en las cenizas
frías |
|
de Ilión, o en el Janto
sumergido |
|
vagara de Aqueronte a las
orillas, |
|
sin sepultura, sin consuelo,
errante, |
335 |
que ofrecerse a mis iras
vengativas. |
|
¿Quién es ese rival?
Decidlo, esclava. |
|
|
|
HÉCUBA |
¡Madre desconsolada!
¡Infeliz hija! |
|
¡Qué imprudencia es la
mía! Del falso Ulises |
|
la astucia reconozco y la
perfidia... |
340 |
Señor, a vuestros
pies... |
|
|
PIRRO |
Sombra del grande
|
|
Aquiles, que irritaba en las
estigias |
|
mansiones mi amor ciego, hoy
aplacada |
|
en la tumba serás con sangre
frigia. |
|
Hecatombe de víctimas
troyanas |
345 |
tu hijo te inmolará; tu
esposa impía, |
|
que te arrastró a las aras
de Himeneo |
|
para darte la muerte, con su
indigna |
|
sangre hoy saciará ¡oh
padre! tu venganza. |
|
Este día, fatal a las
reliquias |
350 |
de Laomedonte pérfido, de
Troya |
|
borrará la memoria
aborrecida. |
|
Idos de mi presencia. |
|
|
HÉCUBA |
¡Dioses santos,
|
|
qué tigre de la Hircania en
mi rüina |
|
he irritado, y en daño de
los míos! |
355 |
|
|
Escena
VI
|
|
PIRRO,
ELPENOR.
|
PIRRO |
La Grecia asombrará la
vengativa |
|
saña de Pirro... Amigo,
¿ves de Aquiles |
|
la sombra desangrada? En torno
gira |
|
de mí; ¿no ves
cuál triste, macilenta, |
|
de su pecho me muestra las
heridas? |
360 |
|
|
ELPENOR |
No os engañe, señor,
la ilusión vana |
|
de vuestra pasión ciega
falaz hija. |
|
Las sombras de los muertos no
abandonan |
|
jamás del Flegetonte las
orillas |
|
por turbar el descanso de los
vivos. |
365 |
|
|
PIRRO |
¡Este es el galardón
que a mis rendidas |
|
ansias ¡ay! reservaba
Polixena! |
|
¡Qué! ¿A los
pies de una mísera cautiva |
|
lloró el hijo de Aquiles
humillado, |
|
y de un rival dichoso
preferida |
370 |
verá la llama a sus suspiros
tiernos? |
|
|
|
ELPENOR |
El crudo amor que vuestro pecho
agita |
|
con falsos miedos os deslumbra
acaso. |
|
¿Quién sabe si de
Ulises seducida |
|
Hécuba habrá fingido
que otros fuegos |
375 |
inflaman en amor su infeliz
hija, |
|
por evitar las bodas que la
asustan, |
|
y de Astianacte conservar la
vida? |
|
¿No escuchasteis,
señor, cuál acusaba |
|
del hijo de Laertes la
perfidia, |
380 |
cuando vuestro furor amenazaba |
|
de las reliquias frigias la
rüina? |
|
|
|
PIRRO |
Dulce amigo, tú solo a un
malhadado |
|
tornas a renacer a nueva vida. |
|
Ve, corre a la infeliz
Hécuba, aplaca |
385 |
su dolor, la violencia de mis
iras |
|
en mi nombre la excusa;
Neoptolemo |
|
toda su suerte a tu amistad la
fía; |
|
¿sabes si el corazón
de Polixena |
|
en otros fuegos arde, o si
fingida, |
390 |
por consejo de Ulises, es su
llama? |
|
|
|
ELPENOR |
Señor, más bien de
Polixena misma |
|
sabréis lo cierto; vedla,
que de cuanto |
|
Hécuba os dijo luego sea
instruida; |
|
haced que ante las aras de
Himeneo |
395 |
os dé la fe de esposa en
este día, |
|
o descubra su pecho, si
inflamado |
|
por otro amante más feliz
suspira. |
|
|
|
PIRRO |
A tus sabios consejos
obedezco. |
|
Madre del crudo amor, Venus
impía, |
400 |
basten a tu venganza los
tormentos |
|
que Pirro sufrió ya, de tu
enemiga |
|
cese al fin el furor; así mi
incienso |
|
arderá en tus altares noche
y día. |
|
|
|
Escena
II
|
|
ULISES y
CALCAS en el fondo del
teatro. POLIXENA,
TERPANDRA.
|
TERPANDRA |
¿Dó dirigís,
señora, vuestros pasos? |
|
La noche en la mitad de su
carrera |
|
guía silenciosa su
estrellado carro; |
|
su blando soplo espira a los
mortales |
|
el apacible sueño; todo el
campo |
40 |
olvida las fatigas de Belona, |
|
en plácido reposo
descansando: |
|
¡Y vos veláis
inquieta, sin sosiego! |
|
|
|
POLIXENA |
De las negras regiones del
espanto |
|
los habitantes pálidos las
frías |
45 |
moradas abandonan, y de helado |
|
pavor cercan mi pecho. |
|
|
TERPANDRA |
No, señora,
|
|
a las sombras que abulta un
sueño vano |
|
deis crédito; calmad
vuestros temores. |
|
|
|
POLIXENA |
¡Ah! no fue sueño, mas
fatal presagio |
50 |
de mi suerte la imagen que me
asusta. |
|
Apenas Neoptolemo despechado |
|
me abandonó, de sus rabiosos
celos |
|
agitado, terrible, amenazando |
|
mi muerte, por mi sangre un hielo
frío |
55 |
discurrió; mis sentidos un
desmayo |
|
embargó. Yo vi entonces de
Himeneo |
|
(¿Fue sueño, o
realidad?) el fuego sacro |
|
arder en los altares; yo vi a
Pirro |
|
arrastrarme por fuerza, y de su
mano |
60 |
triste presente hacerme en mi
despecho; |
|
mas cuando yo pensé verme en
sus brazos, |
|
me encuentro en los de Aquiles; en
suspiros |
|
encendidos mi tierno amor
exhalo; |
|
mi esposo ¡ay! no responde a
mis caricias; |
65 |
mas silencioso, asiéndome la
mano, |
|
por ásperos senderos
tortuosos |
|
me conduce a un escuro bosque
vasto, |
|
y desparece luego de mi vista. |
|
En vano yo, anegada en triste
llanto, |
70 |
Aquiles a los vientos
repetía; |
|
nada, Terpandra, de este inmenso
campo |
|
interrumpe el silencio
pavoroso; |
|
los vientos son sin voz: malignos
rayos |
|
de Diana entre nubes le
iluminan: |
75 |
«Aquí (dijo una voz
llena de espanto) |
|
será, infeliz, por siempre
tu morada»145. |
|
|
|
TERPANDRA |
Perded, señora, de temor tan
vano |
|
la funesta memoria. |
|
|
POLIXENA |
De mi esposo
|
|
quiero aplacar la sombra con mi
llanto. |
80 |
Aquiles, si las ondas del
Leteo |
|
no borran en los míseros
humanos |
|
el sentimiento, si en la noche
eterna |
|
de los vivos el ruego es
escuchado, |
|
oye mi voz, esposo, no de
Paris |
85 |
me imputes la perfidia; el cielo
santo |
|
conoce mi inocencia. |
|
|
TERPANDRA |
Polixena,
|
|
ved que agitada de terrores
vanos |
|
olvidáis que de Pirro los
furores |
|
vuestra vida amenazan.
Despechado, |
90 |
cual leona que pierde sus
cachorros, |
|
de vuestra vista así
salió bramando. |
|
¿Por qué le
confesasteis, imprudente, |
|
vuestro amor? ¿De este joven
temerario |
|
no tembláis de excitar la
ira celosa? |
95 |
|
|
POLIXENA |
¿Qué pude hacer
¡ay triste! si, embriagado |
|
en amor, me arrastraba a los
altares |
|
en mi despecho? ¿Si el
incienso sacro |
|
ya humeaba en las aras de
Himeneo? |
|
¿Debí, perjura, a
Pirro dar la mano, |
100 |
olvidando de Aquiles la
memoria? |
|
|
|
TERPANDRA |
Mas ¿por qué no
calmasteis su irritado |
|
furor celoso, haciendo que en su
padre |
|
su rival viese? |
|
|
POLIXENA |
De un amor insano
|
|
víctima desgraciada, mi
ignominia, |
105 |
mis vergonzosos fuegos
sepultados |
|
en mi pecho serán
eternamente. |
|
El crüel homicida de mi
hermano |
|
adoro sin pudor, el que en la
sangre |
|
troyana tantas veces
tiñó el Janto; |
110 |
¿y quieres que el amor que
me consume |
|
publique en altas voces,
olvidando |
|
cuanto debo a mi gloria, y a mi
patria? |
|
¿Que de mi madre los caducos
años |
|
indignados desciendan a la
tumba? |
115 |
¿Pero no es Pirro
aquél? ¡Ay Dios! huyamos, |
|
Terpandra, sus furores. |
|
|
TERPANDRA |
Los funestos
|
|
presagios, santos dioses, haced
vanos. |
|
|
|
Escena
III
|
|
PIRRO,
POLIXENA, TERPANDRA, ELPENOR.
|
PIRRO |
¡Oh sombra de mi padre
generosa! |
|
Hoy serás aplacada; los
esclavos |
120 |
de Frigia teñirán en
su vil sangre |
|
tu sepulcro... ¿Qué
miro? ¡Cielos santos, |
|
esta impiedad sufrís!
¡Qué, de mi padre |
|
una esclava profana así el
sagrado |
|
túmulo, y turba sus cenizas
frías! |
125 |
¿Quién aquí ha
conducido vuestros pasos? |
|
|
|
POLIXENA |
Señor, de la infelice
Polixena |
|
mueva vuestra piedad el triste
llanto. |
|
Los dioses son testigos que de
Aquiles |
|
los manes son por mí tan
venerados, |
130 |
cual por vos mismo, Pirro, pueden
serlo. |
|
|
|
PIRRO |
¡A Aquiles veneráis!
¿De vuestros falsos |
|
cariños engañado, no
fue muerto, |
|
cuando os daba de esposo fiel la
mano, |
|
por la flecha de Paris
alevoso? |
135 |
De otro amante prendada, con
engaños |
|
vos tendisteis las redes, do
cautivo |
|
pereció el triste en lazos
apretados. |
|
|
|
POLIXENA |
¡Yo culpada de Aquiles en la
muerte, |
|
señor! |
|
|
PIRRO |
Vuestro rubor, vuestro
embarazo,
|
140 |
dicen vuestro delito; ¿a
este sepulcro, |
|
en medio de la noche, quién
os trajo? |
|
Responded. |
|
|
POLIXENA |
¡Ay de mí! Madre,
Terpandra,
|
|
libradme de su enojo. Dioses
patrios, |
|
mi vida defended, y mi
inocencia. |
145 |
|
|
|
POLIXENA |
¡Ay! los presagios
|
|
de mi sueño se cumplen; de
mi muerte |
|
en vuestra frente irrevocable el
fallo |
|
escrito está. Terpandra, tal
su imagen |
|
esta noche ha turbado mi
descanso. |
150 |
¿Ves cuál lanzan sus
ojos vivo fuego? |
|
¿Dónde me
ocultaré? ¿Quién de su airado |
|
enojo me liberta? Héctor
valiente, |
|
perdona a Polixena tus
agravios, |
|
y defiende su vida. |
|
|
TERPANDRA |
A la infelice
|
155 |
Hécuba corro a hablar; ella
el insano |
|
furor podrá aplacar de
Neoptolemo; |
|
venid, señora, de este sitio
huyamos. |
|
|
|
PIRRO |
¿Adónde
evitarás el justo enojo |
|
de Pirro, que en tu daño has
indignado? |
160 |
|
|
Escena
IV
|
|
ULISES,
CALCAS, PIRRO, ELPENOR.
|
CALCAS |
La sombra no aplacada de tu
padre, |
|
Pirro, de las regiones del
espanto |
|
abandonando la morada
horrible, |
|
me envía a ti. Sus manes no
vengados |
|
la sangre de las víctimas
desechan, |
165 |
ni del incienso el humo les es
grato. |
|
Polixena a los dioses
infernales |
|
debe ser inmolada; así en
los campos |
|
Estigios cesará el furor de
Aquiles. |
|
|
|
PIRRO |
Adivino impostor,
¿quién te ha enseñado |
170 |
del Tártaro y de Olimpo los
secretos? |
|
¿Se cura el reino del olvido
acaso |
|
del mundo de los vivos? ¿A
la muerte |
|
sobrevive en los míseros
humanos |
|
la sed siempre implacable de
venganza? |
175 |
|
|
CALCAS |
¿Adónde de tu amor
arrebatado |
|
te arrastra el desenfreno?
¡De tu padre |
|
las cenizas insultas! |
|
|
PIRRO |
De mi insano
|
|
furor ten compasión, Calcas;
Aquiles |
|
ardió en los mismos fuegos
inflamado. |
180 |
Jamás en este sacrificio
impío |
|
Pirro consentirá; vibre en
su daño |
|
ora Alecto sus sierpes
venenosas, |
|
ora de Jove el encendido rayo |
|
truene con ronco estrépito
tremendo. |
185 |
|
|
ULISES |
Calcas, ya de los míseros
troyanos |
|
corrió bastante sangre; ya
de Paris |
|
con la muerte, vengó el
valiente brazo |
|
de Pirro el himeneo de su
padre; |
|
que Polixena viva; que, a su
amado |
190 |
unida en lazo estrecho, las
desdichas |
|
olvide de su patria, y sus
quebrantos. |
|
|
|
PIRRO |
¡Unida con su amado
Polixena! |
|
¿Quién es, Ulises, el
infame esclavo |
|
que osó aspirar así
de mi cautiva |
195 |
a obtener, en despecho mío,
la mano? |
|
|
|
ULISES |
Pirro, de Polixena los amores |
|
a nadie son ocultos; todo el
campo |
|
sabe tu pasión ciega, y sus
desdenes; |
|
de tu rival la dicha, y tus
insanos |
200 |
furores. |
|
|
PIRRO |
¡Así Pirro de una
esclava
|
|
juguete vil, verá su amor
burlado |
|
de toda Grecia, y con
vergüenza suya |
|
triunfará de sus ansias un
troyano! |
|
Venga, Pirro infeliz, venga a tu
padre. |
205 |
¡Una sierva te ultraja,
malhadado; |
|
de Aquiles turba las cenizas
yertas, |
|
y tú te exhalas en suspiros
vanos; |
|
ni a Aquiles vengas, si tu afrenta
curas! |
|
Ve, Calcas, de mi padre los
sagrados |
210 |
preceptos cumple, Polixena
muera; |
|
yo mismo inmolaré de mil
esclavos |
|
frigios grata hecatombe a sus
cenizas; |
|
perezca de los pérfidos
troyanos |
|
entre los hombres la memoria
impía. |
215 |
|
|
CALCAS |
Ven, Ulises, a Pirro
obedezcamos. |
|
|
|
Escena
VI
|
|
HÉCUBA,
TERPANDRA, PIRRO, ELPENOR.
|
HÉCUBA |
Pirro, ¿vos de las furias
agitado |
|
la muerte amenazáis de
Polixena? |
|
Ved adónde os arrastra
vuestro insano |
240 |
furor; de vuestro padre la
memoria |
|
es el rival de la princesa
amado. |
|
|
|
|
HÉCUBA |
De la fiel Terpandra
|
|
os podéis informar; ella los
llantos |
|
de mi hija triste cariñosa
enjuga; |
245 |
sus pechos su niñez
alimentaron, |
|
y en la próspera suerte y en
la adversa |
|
su maternal afecto de su lado |
|
no se aparta jamás; de
Polixena |
|
la confianza paga amor tan
raro; |
250 |
ella os dirá, señor,
la misteriosa |
|
causa de sus desdenes
obstinados. |
|
|
|
PIRRO |
¡Oh Venus implacable! Un
sudor frío |
|
discurre por mis venas;
¿Pirro insano, |
|
Pirro qué hiciste? ¡Ay
Dios! la fiel esposa |
255 |
de Aquiles a su sombra has
inmolado. |
|
|
|
HÉCUBA |
¡Madre desventurada!
¡Día funesto! |
|
¿A qué nuevos
tormentos, dioses santos, |
|
reserváis esta madre
desdichada? |
|
¿Adónde mi hija
está? |
|
|
PIRRO |
Corre; el infausto
|
260 |
sacrificio, Elpenor, a impedir
vuela. |
|
|
|
Escena
VII
|
|
HÉCUBA,
TERPANDRA, PIRRO.
|
HÉCUBA |
¿Qué sacrificio es
éste? ¿Qué presagios |
|
vuestra inquietud me anuncia?
¿Polixena |
|
qué se hizo? Vuestro rostro
demudado, |
|
vuestra siniestra amarillez
indican |
265 |
a esta infeliz anciana graves
daños. |
|
|
|
PIRRO |
¡Pérfidas artes del
astuto Ulises! |
|
¡Impostura de Calcas!
¿Para cuándo |
|
sus iras guarda Jove, si no
vibra |
|
contra vosotros su encendido
rayo? |
270 |
¿O la casualidad ciega
fulmina |
|
esos fuegos que temen los
humanos? |
|
|
|
HÉCUBA |
¿Quién vuestro enojo
excita? ¿Dónde, Pirro, |
|
está ¡ay Dios!
Polixena? A vuestro lado |
|
Terpandra la dejó, cuando a
decirme |
275 |
vino vuestro furor. |
|
|
PIRRO |
¡Oh, dioses,
cuánto
|
|
tarda Elpenor! ¿Si la
cuchilla impía |
|
se habrá en su tierno cuello
ensangrentado? |
|
|
|
HÉCUBA |
¿Qué escucho?
¡Polixena ha perecido |
|
víctima de tus celos! Dioses
sacros, |
280 |
que el perjurio vengáis y la
crueza, |
|
oíd de una madre los acerbos
llantos. |
|
Hija, de mi vejez único
apoyo, |
|
¿quién te
arrancó de mis amantes brazos? |
|
¡Ay! tórname mi
hija. |
|
|
PIRRO |
¡Oh día
funesto!
|
285 |
¡Oh infeliz madre! ¡Oh
Pirro malhadado! |
|
|
|
Escena
VIII
|
|
PIRRO,
ELPENOR, HÉCUBA, TERPANDRA.
|
PIRRO |
¿Qué es de la
desgraciada Polixena? |
|
|
|
ELPENOR |
Mis suspiros, señor, mi
lloro amargo, |
|
ya os han dicho cuál fue su
triste suerte. |
|
Los griegos en el templo
convocados, |
290 |
compasivos la vieron a las
aras, |
|
coronada de flores, ir
temblando. |
|
Su beldad peregrina, sus
desdichas, |
|
la pasada fortuna, de sus
años |
|
la juventud florida, cual la
rosa |
295 |
que en capullo deshoja el soplo
airado |
|
del vendaval, el corazón
más duro |
|
ablandan; Calcas ya prepara el
sacro |
|
cuchillo, ya la venda fatal
ciñe |
|
su frente, y descubierto ya el
nevado |
300 |
virginal seno al mortal golpe
ofrece. |
|
«Griegos, exclama entonces,
vuestro llanto |
|
enjugad; feliz yo, si con mi
muerte |
|
de Aquiles la irritada sombra
aplaco. |
|
Aquiles fue mi esposo y mi amor
solo; |
305 |
con él unida, en los
Elíseos campos |
|
eternamente viviré
contenta. |
|
Perdóneme mi madre, si,
olvidando |
|
cuanto debo a mi patria, muero
amante |
|
del héroe tan fatal a los
troyanos. |
310 |
Sin mi muerte, por siempre este
secreto |
|
en mi pecho estaría
sepultado; |
|
el instante fatal ¡ay! me le
arranca». |
|
Dijo; Calcas tembló cuando
su mano |
|
escondió en sus
entrañas el sangriento |
315 |
puñal; del alto templo
resonaron |
|
las bóvedas con llanto
doloroso. |
|
Confundido de griegos y
troyanos |
|
se escucha entonces, por la vez
primera, |
|
alzarse al cielo el grito
lastimado. |
320 |
Entonces yo llegué; mas ya
su sangre |
|
bañaba los altares, y mi
tardo |
|
auxilio valió sólo a
ver del pueblo |
|
sin provecho crecer el dolor
vano.146 |
|
|
|
HÉCUBA |
Monstruo, más despiadado que
los tigres |
325 |
de Hircania, duro más que
los peñascos |
|
del Cáucaso, ve,
gózate en la muerte |
|
de una tierna doncella; ve,
inhumano, |
|
sacia tu sed en su caliente
sangre. |
|
Y vos, que castigáis de los
malvados |
330 |
los delitos, crujid el duro
azote, |
|
vengativas Euménides,
vibrando |
|
vuestras sierpes sangrientas; de su
padre |
|
en torno giren de él los
irritados |
|
manes; sus roncos gritos
funerales |
335 |
interrumpan por siempre su
descanso. |
|
|
|
|
(TERPANDRA se
lleva a HÉCUBA.)
|
PIRRO |
Perdona, oh padre; ¡ay Dios!
¿por qué tu rostro |
|
me amenaza? ¿Qué
espectro malhadado |
|
me persigue?...
¡Ceñida de culebras |
|
una mujer!... Del reino del
espanto |
340 |
las furias, en mi daño
conjuradas, |
|
la mansión tenebrosa
abandonaron. |
|
|
|
ELPENOR |
Venid, señor, las naves os
aguardan; |
|
de esta tierra fatal al punto
huyamos. |
|
|
|