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Acto II


Escena I

 

DON SIMPLICIO y DOÑA PEPITA.

 
DON SIMPLICIO
Pepita.
DOÑA PEPITA
Padre.
DON SIMPLICIO
Más cerca,
que quiero a solas hablarte.
DOÑA PEPITA

 (A DON SIMPLICIO que registra un gabinete.) 

¿Qué mira usted?
DON SIMPLICIO
Es por ver
si está escuchándonos alguien;
para servir de escondite 5
ese retrete es paraje
a propósito. Bien va,
que no está fisgando nadie.
Pepita, yo sé que tienes
una índole muy suave, 10
y te he querido bien siempre
por tu condición amable.
DOÑA PEPITA
Agradezco muy de veras
tan tierno cariño, padre.
DON SIMPLICIO
Bien dicho; pero si quieres 15
conservarle y aumentarle,
me has de procurar dar gusto.
DOÑA PEPITA
Así lo hago en todo lance.
DON SIMPLICIO
Hablas bien: ¿y qué me dices
de don Fidel? 20
DOÑA PEPITA
¿Quién? ¿Yo, padre?
DON SIMPLICIO
Tú: mira cómo respondes.
DOÑA PEPITA
¡Ay señor! Lo que gustare
usted diré.


Escena II

 

DON SIMPLICIO, DOÑA PEPITA, JUANA, que entra en puntillas, y se pone detrás de DON SIMPLICIO, sin que éste la vea.

 
DON SIMPLICIO
Así va bueno.
Di que te parece amable, 25
que sus prendas te cautivan,
que tiene cumplidas partes
para marido, y que quieres
que yo te mande al instante
que le des mano de esposo, 30
sin que un punto lo dilates.
¡He!
DOÑA PEPITA
¡He!
DON SIMPLICIO
¿Qué es?
DOÑA PEPITA
¿Cómo?
DON SIMPLICIO
¿Qué dices?
Habla.
DOÑA PEPITA
Temo equivocarme.
DON SIMPLICIO
¿Y por qué?
DOÑA PEPITA
¿Quién quiere usted
que le diga que es amable 35
a mis ojos, que cautiva
mi pecho, y que usted me mande
que le dé mano de esposo?
DON SIMPLICIO
Don Fidel.
DOÑA PEPITA
¡Qué disparate!
¿Si eso no es cierto, a qué viene 40
decir mentira tan grande?
DON SIMPLICIO
Yo quiero que sea cierto,
y breve, y sin replicarme,
que lo tengo así dispuesto,
y mi orden debe bastarte. 45
DOÑA PEPITA
¿Quiere usted, padre?...
DON SIMPLICIO
Sí; quiero
sin tardanza emparentarme
con don Fidel, siendo tú
su esposa.

 (Viendo a JUANA.) 

Di, ¿qué es lo que haces
plantada ahí? Pues me gusta, 50
y cierto que es admirable
la curiosidad, oyendo
lo que decimos; el lance
está bueno.
JUANA
Yo no sé
si es un rumor en el aire, 55
o si tiene fundamento,
pero me hablaron denantes
de estas bodas, y yo dije
que era mentira al instante.
DON SIMPLICIO
¡Hola! ¿Conque no lo crees? 60
JUANA
Ni aunque me lo digan frailes
descalzos, ni se lo creo.
a usted propio. ¡Disparate!
DON SIMPLICIO
Pues yo te haré que lo creas.
JUANA
Usted quiere chancearse. 65
DON SIMPLICIO
Pronto veremos si es cierto.
JUANA
Cuento.
DON SIMPLICIO
Pues no es por burlarme
lo que digo; no, hija mía.
JUANA
No haga usted caso de padre,
señorita.
DON SIMPLICIO
¿Cómo qué?
70
JUANA
Si se cansa usted en balde;
que no queremos creerle.
DON SIMPLICIO
Si me enfado, voto a sanes...
JUANA
Norabuena; le creemos,
para que usted no se enfade; 75
¿pero no es una vergüenza
que un hombre maduro, grave,
con la coleta tan larga,
tenga tan pocos alcances
que tome empeño en casar 80
con un drope despreciable
a su hija? Y que...
DON SIMPLICIO
Escucha, Juana:
tú te tomas facultades
que no me gustan; ¿me entiendes?
JUANA
Señor, por Dios no se enfade 85
usted, y dígame en plata:
¿piensa que debe casarse
la niña con un beato?
¿No ve usted cuánto más vale
que piense en la gloria? ¿Y no es 90
cargo de conciencia darle
una muchacha tan rica
a un mendigo miserable
como don Fidel?
DON SIMPLICIO
Si es pobre,
su indigencia respetarse 95
debe más que la opulencia
de ciento que papel hacen
en el siglo; no cuidando
de los bienes temporales,
le privaron de la herencia 100
que le dejaron sus padres,
los malvados; pero yo
le daré la mano, y antes
de mucho recobrará
el lustre de su linaje, 105
y sus pingües mayorazgos,
que es rico y de hidalga sangre
don Fidel.
JUANA
Así lo dice
él; pero el hacer alarde
de hidalguía mal se aviene 110
con la humildad, ni ensalzarse
debe nunca un buen cristiano
por ser de noble linaje.
Hijos de Dios somos todos;
la soberbia perdió al ángel, 115
y... Pero usted se incomoda;
dejemos su cuna aparte,
y hablemos de su persona.
¿No fuera escándalo, y grande,
que a muchacha tan bonita 120
llevara hombre semejante?
¿Qué no dirían las gentes?
¿No serían de este lance
las que entender no se excusan
consecuencias muy probables? 125
Mucho arriesga la virtud
de una niña en dar al traste,
cuando sus inclinaciones
así las fuerzan sus padres;
la honradez de la mujer 130
pende, señor, en gran parte
de las prendas o defectos
del marido que le cabe.
Maridos conozco yo
que el buz la gente les hace, 135
y ellos se tienen la culpa
de que se anden sus mitades
como Dios quiere; que al fin
las mujeres son de carne,
y hay hombres de tal calaña, 140
tan raros y originales,
que serles fieles sería
tener la virtud de un ángel.
Quien da su hija a tal esposo
es ante Dios responsable 145
de los yerros que cometa,
hasta el día que enviudare.
DON SIMPLICIO
¿No sé yo mi obligación,
que vienes ahora a darme
lecciones?
JUANA
Y más valiera
150
que usted las tomara.
DON SIMPLICIO
Baste:
no malgastemos el tiempo
en oír sus necedades.
Yo sé lo que te conviene,
y lo miro como padre. 155
Es muy cierto que a don Carlos
di palabra de casarte
con él, mas luego he sabido
que es jugador, y si vale
decir verdad, mal cristiano. 160
Nunca he podido encontrarle
en sermones, en novenas,
en jubileos, ni en salves.
JUANA
Eso faltara, que fuera
a la propia hora a toparse 165
con usted, como hacen otros.
DON SIMPLICIO
Lo que te digo es que calles;
nadie te pregunta nada.
Por fin el otro es un ángel,
un amigo verdadero 170
de Dios, y de celestiales
gustos será su himeneo
un manantial abundante.
Viviréis como angelitos,
como tórtolas amantes, 175
entre cariños y arrullos,
sin contiendas ni debates,
y harás de él lo que quisieres.
JUANA
¿De él? Lo que hará es un cofrade
de san Marcos.
DON SIMPLICIO
¡Hay tal pico!
180
JUANA
Si es su estrella irremediable,
si no puede ser por menos,
señor, ni hay virtud que baste
a no meterle en el gremio.
DON SIMPLICIO
Ya te he dicho que te calles, 185
y no metas tu cuchara
donde no te llama nadie.
JUANA
Yo hablo por su bien de usted.
DON SIMPLICIO
Mi bien no te importa; no hables
más palabra.
JUANA
Si no fuera
190
por la ley que tengo...
DON SIMPLICIO
Dale;
no quiero que me la tengas.
JUANA
No, señor, que aunque usted rabie
le quiero tener ley.
DON SIMPLICIO
¡Oigan!
JUANA
Y no he consentir que ande 195
en lenguas su honor de usted
por tamaño disparate.
DON SIMPLICIO
¿Conque, ello, no has de callar?
JUANA
No señor, porque se me hace
a fe cargo de conciencia 200
sufrir boda semejante.
DON SIMPLICIO
Calla, diablo, que el Infierno
envió para tentarme.
JUANA
¿Usted es santo y se enfada?
DON SIMPLICIO
Y mucho, no has de chistarme, 205
o yo te haré que obedezcas
lo que te mando.
JUANA
Aunque calle
no dejaré de pensar
que es solemne disparate
este matrimonio.
DON SIMPLICIO
Piensa
210
lo que quieras, y no me hables...
Con madurez lo he mirado,

  (A su hija.) 

y te conviene este enlace.
JUANA

 (Aparte.) 

Rabiando estoy por hablar.
DON SIMPLICIO
No es de las más agradables 215
su figura, mas tampoco
es de las más repugnantes...
JUANA

 (Aparte.) 

Sí; cara tiene de mico.
DON SIMPLICIO
Y cuando no te gustare
su facha...
JUANA

  (Aparte.) 

La lotería
220
con estas bodas le cae.
 

(DON SIMPLICIO se vuelve hacia JUANA, y la está escuchando con los brazos cruzados, y mirándola de hito en hito.)

 
Si estuviera en el pellejo
de la niña, de este enlace,
a fe de quien soy, no había
el muy drope de alabarse. 225
No bien fuera su mujer,
cuando supiera vengarme.
DON SIMPLICIO

  (A JUANA.) 

¿Conque, ello, no se hace caso
de lo que yo digo? ¡Es lance!
JUANA
¿Quién hablaba con usted? 230
DON SIMPLICIO
¿Pues con quién hablabas antes?
JUANA
Conmigo propia.
DON SIMPLICIO
Está bien.

  (Aparte.) 

Un bofetón he de darle
para castigar su mucha
desvergüenza... Que te cases 235
 

(Se dispone a dar una bofetada a JUANA, y a cada palabra que dice a su hija se vuelve a mirar si aquélla habla. JUANA se está quieta, y sin despegar los labios.)

 
con don Fidel he resuelto,
y que se haga lo más antes
esta boda. ¿En qué consiste,

  (A JUANA.) 

Juana, que contigo no hables?
JUANA
No tengo más que decirme. 240
DON SIMPLICIO
Una palabrita.
JUANA
Dale:
no me da gana.
DON SIMPLICIO
Atisbando
te estaba.
JUANA
Sí; a buena parte.
DON SIMPLICIO
En fin, hija, sé obediente,
cásate con él, y dame 245
gusto.
JUANA

  (Huyendo a todo correr.)  

Yo no me casara,
aunque viva me majasen.
DON SIMPLICIO

  (Después de haber querido dar un bofetón a JUANA, y darle en vago.)  

Tienes contigo un demonio
del Infierno; que me maten
si puedo un punto con ella 250
vivir sin desesperarme,
y sin ofender a Dios.
Me voy a tomar el aire,
porque estoy tan irritado
que me temo que ha de darme 255
un tabardillo pintado.


Escena III

 

DOÑA PEPITA y JUANA.

 
JUANA
¿Está usted muda? ¿O qué diantre
le sucede, que me deja
que yo responda a su padre,
como si debiera yo 260
con don Fidel desposarme?
Estoy tonta: ¡a tal locura
ni siquiera replicarle!
DOÑA PEPITA
¿Qué querías tú que hiciera
en tan apretado trance? 265
JUANA
Todo lo que es necesario
para precaver tan grande
disparate.
DOÑA PEPITA
¿Qué?
JUANA
Decirle
que nunca las voluntades
se llevan unas por otras, 270
que quien se casa no es padre,
sino usted, y que por tanto
un novio que no le agrade
a usted, no ha de ser su esposo,
que pues tanto elogio le hace 275
de su don Fidel, bien puede,
si quiere, con él casarse
mi amo, sin que impedimento
le ponga usted por su parte;
que quiere usted novio a gusto. 280
DOÑA PEPITA
Si tiene en las voluntades
tal dominio un padre siempre,
que no acerté a replicarle.
JUANA
Poco a poco: don Carlitos
quiere bien; y usted lo sabe. 285
Claro: ¿usted le quiere o no?
DOÑA PEPITA
¡Qué extraña pregunta me haces!
¿No te lo he dicho cien veces?
¿No te he descubierto ya antes
mi pecho otras ciento? ¿No 290
conoces mi amor constante?
JUANA
¿Y qué sé yo si la lengua
mintió, o si usted a olvidarse
ha llegado de él?
DOÑA PEPITA
¡Yo, Juana!
¿Cómo tanto agravio me haces? 295
¿No te he dicho que le adoro?
¿No lo has visto? ¿No lo sabes?
JUANA
¿Conque usted le quiere?
DOÑA PEPITA
Más
que cuanto puedo explicarte.
JUANA
¿Y él le quiere a usted también? 300
DOÑA PEPITA
Eso no puede dudarse.
JUANA
¿Y ustedes ambos anhelan
porque cuanto antes los casen?
DOÑA PEPITA
Cierto.
JUANA
¿Y qué resuelve usted
hacer con ese danzante 305
de don Fidel? Con entrambos
no es posible desposarse.
DOÑA PEPITA
Antes quitarme la vida.
JUANA
El remedio es admirable;
así se sale de todo, 310
y por camino suave;
no hubiera yo dado en ello...
Vaya, me llevan mil diantres
cuando oigo tales respuestas.
DOÑA PEPITA
¡Qué condición de vinagre 315
tienes! ¡Me ves apurada,
y en tan apretado trance
ni te dueles de mi suerte!
JUANA
¡Dolerme de quien no sabe
chistar, cuando llega el caso, 320
y habla después de matarse,
y dice mil tonterías!
DOÑA PEPITA
Si tengo miedo a mi padre.
JUANA
El amor quiere entereza.
DOÑA PEPITA
¿Pues qué, no soy yo constante? 325
¿No toca a Carlos hacer
que padre con él me case?
JUANA
¿Y si su padre de usted
es un terco sin alcances,
que se mete en la cabeza 330
que usted ha de desposarse
con don Fidel, y no cumple
lo que prometió a su amante,
qué culpa tiene don Carlos?
DOÑA PEPITA
¿Cómo quieres que declare 335
que don Fidel me repugna,
sin respetar a mi padre,
y olvide el pudor del sexo,
para que las gentes hablen,
y de niña antojadiza 340
y desenvuelta me traten?
JUANA
No quiero tal; no por cierto;
si usted pretende casarse
con don Fidel, ¿quién lo estorba?
Fuera mucho disparate. 345
Es un sujeto de prendas
don Fidel, y muy amable.
¡Todo un don Fidel! No es nada.
¡Un personaje tan grave!
Reciba usted, señorita, 350
mi parabién del enlace.
¡Cuánto lo celebraremos
todos! Y hemos de llevarle
en palmas; si es mucho cuento.
Buen mozo, de ilustre sangre, 355
la cutis muy reluciente,
orejas como un tomate.
¡Qué dicha la de vivir
con marido tan amable!
DOÑA PEPITA
¡Dios mío!
JUANA
¡Con qué alegría
360
oirá usted que la llamen
la Fidela! ¿No es verdad?
DOÑA PEPITA
Por Dios, Juana, no me mates
con tus razones, y dime
de qué modo he de zafarme 365
de este odioso casamiento,
que haré cuanto tú me mandes.
JUANA
No, señorita, que es justo
que las hijas a sus padres
obedezcan, aunque quieran 370
que con un jimio se casen.
¿Y de qué se queja usted?
En breve irá usted muy grave
con su esposo a Ciempozuelos,
que es su pueblo, y el alcalde 375
vendrá a recibir a ustedes;
en pos de él los principales
personajes del lugar:
el escribano, el sochantre;
el dómine y el barbero 380
darán a ustedes un baile,
donde estarán las señoras
con vuelos angelicales.
Habrá hipocrás, limonada,
y barquillos, sin que falte 385
tamboril, gaita gallega,
y barberillo que cante
las seguidillas boleras.
¡Con qué salero y donaire!
DOÑA PEPITA
Tú quieres que yo me muera; 390
por Dios te pido me saques
de este ahogo.
JUANA
Y en poca agua.
DOÑA PEPITA
Juana, por Dios.
JUANA
¡Qué me place!
Con eso aprenderá usted
a dejar de ser cobarde. 395
DOÑA PEPITA
¡Juana de mi corazón!
JUANA
Que no.
DOÑA PEPITA
Si mis ruegos valen
algo contigo...
JUANA
Está echado
el fallo, y ha de casarse
usted con don Fidel.
DOÑA PEPITA
Juana,
400
mira cómo lloro; dame
consejo.
JUANA
¿Pues la Fidela
no es nombre muy apreciable?
DOÑA PEPITA
En fin, pues mi triste suerte
no ha conseguido ablandarte, 405
yo sé un remedio infalible
para salir de mis males,
y mi desesperación
muy breve sabrá tomarle.

 (DOÑA PEPITA se quiere ir y JUANA la detiene.) 

JUANA
Venga aquí usted, señorita. 410
Fuerza será me apiade,
y que me duela su pena.
DOÑA PEPITA
Mira, Juana, si adelante
pasa mi padre en su empeño,
el pesar ha de acabarme. 415
JUANA
Con maña se encuentra al cabo
remedio a todos los males;
ya le buscaremos... Pero
ahí tiene usted a su amante.


Escena IV

 

DON CARLOS, DOÑA PEPITA y JUANA.

 
DON CARLOS
Señorita, una noticia 420
me dan ahora en la calle,
que es ciertamente plausible.
DOÑA PEPITA
¿Y cuál?
DON CARLOS
Que va a desposarse
don Fidel con usted.
DOÑA PEPITA
Eso
lo ha dispuesto así mi padre. 425
DON CARLOS
¡Su padre de usted!
DOÑA PEPITA
No quiere
ya que con usted me case,
y me propone esta boda.
DON CARLOS
¿De veras?
DOÑA PEPITA
Y tanto que hace
para que yo venga en ello 430
esfuerzos muy eficaces.
DON CARLOS
¿Y qué piensa usted hacer?
DOÑA PEPITA
¿Qué sé yo?
DON CARLOS
Pues muy buen lance
hemos echado a fe mía.
¿Conque usted aun no lo sabe? 435
DOÑA PEPITA
No.
DON CARLOS
¿No?
DOÑA PEPITA
Deme usted consejo.
DON CARLOS
Mi consejo es que se case
usted con ese hombre al punto.
DOÑA PEPITA
¿Quiere usted?
DON CARLOS
¿Qué duda cabe?
DOÑA PEPITA
¿De veras?
DON CARLOS
¿Quién lo pregunta?
440
¿Pues dónde pudiera hallarse
esposo con tantas prendas?
DOÑA PEPITA
Si usted aprueba este enlace,
yo también.
DON CARLOS
Ya me parece
que le aprobaba usted antes. 445
DOÑA PEPITA
Celebro infinito, Carlos,
que sea usted de ese dictamen.
DON CARLOS
Sí, señora, porque veo
que le es a usted agradable.
DOÑA PEPITA
Pues yo por dar a usted gusto 450
pienso seguirle al instante.
JUANA

  (Retirándose al fondo del teatro.) 

Veamos en lo que para.
DON CARLOS
¡Que así una falsa me engañe!
¡Que así me fingiera amor!
DOÑA PEPITA
Hablar más de eso es en balde; 455
usted me ha dicho que debo
con don Fidel desposarme,
y yo sigo sus consejos,
y le declaro que a darle
la mano al otro estoy pronta. 460
DON CARLOS
Señorita, no se canse
usted en dar por disculpa
que yo lo aconsejo; acabe
de confesar que estas bodas
le petan.
DOÑA PEPITA
Si así le place
465
a usted, lo confesaré.
DON CARLOS
Y que su pecho inconstante
jamás me quiso de veras.
DOÑA PEPITA
Aquello que más le agrade
puede usted pensar.
DON CARLOS
Sí; sí;
470
mas de un agravio tan grande
yo me vengaré, y acaso
por no sufrir tal desaire,
a otra le daré mi mano;
que sé que no ha de faltarme 475
quien me quiera dar consuelo.
DOÑA PEPITA
¿En eso qué duda cabe?
El mérito que le adorna
a usted es tan relevante...
DON CARLOS
Bien sé que valgo muy poco; 480
mas dejemos eso aparte.
Bien claro lo prueba usted,
pero sin hacer alarde
de mis prendas, puede ser
que halle mujer más constante 485
que a mi obsequio corresponda.
DOÑA PEPITA
Y de mí, como mudable,
se olvidará usted muy breve.
DON CARLOS
O procuraré olvidarme
a lo menos; quien desecha 490
amor tan fino y constante
merece que su desdén
con mayor desdén se pague.
Si no es posible borrar
en el corazón su imagen, 495
fuera a lo menos vileza
seguir mostrándose amante
de quien así corresponde.
DOÑA PEPITA
Me parece muy loable
resolución tan heroica. 500
DON CARLOS
Y todos han de alabarme.
¿O quisiera usted acaso
que con ánimo cobarde
la viera pasar a brazos
ajenos, y yo constante, 505
adorando sus desprecios,
no pensara en consolarme
con dama menos ingrata?
DOÑA PEPITA
¿Yo he dicho tal disparate?
Lo único que a mí me pesa 510
es que no esté hecho.
DON CARLOS
Al instante
lo haré si usted me lo manda.
DOÑA PEPITA
Vaya usted; por mí ya es tarde.
DON CARLOS
Voyme, ingrata, que ya es mucha
paciencia a tanto desaire. 515

 (Da un paso hacia la puerta.) 

DOÑA PEPITA
Bien está.
DON CARLOS

 (Volviéndose atrás.) 

Acuérdese usted
de los agravios y ultrajes
con que me forzó a dejarla.
DOÑA PEPITA
Ya.
DON CARLOS

 (Volviéndose otra vez atrás.) 

Ejemplo de ser mudable
me dio usted.
DOÑA PEPITA
Sí; yo le he dado.
520
DON CARLOS

 (A la puerta.)  

Será usted servida; baste.
DOÑA PEPITA
Eso quiero yo.
DON CARLOS

  (Volviéndose atrás otra vez.)  

En mi vida
no he de volver a acordarme
de usted, ni a verla.
DOÑA PEPITA
Bien hecho.
DON CARLOS

  (Volviendo la cara cuando va a salir.)  

¿He?
DOÑA PEPITA
¿Qué?
DON CARLOS
Puede que me engañe.
525
¿Llamaba usted?
DOÑA PEPITA
¡Yo! Usted sueña.
DON CARLOS
Salgo al fin de estos umbrales
para siempre; adiós.

 (Se va muy despacio.) 

DOÑA PEPITA
Abur.
JUANA

 (A DOÑA PEPITA.) 

Parece escena de orates.
¿Pierden ustedes el seso? 530
Nunca vi dos locos tales.
Yo los dejaba por ver
en que pararía el lance.
Oiga usted, caballerito.

 (Coge a DON CARLOS por un brazo.) 

DON CARLOS

  (Haciendo que se resiste.) 

Haz el favor de soltarme. 535
JUANA
Venga usted aquí.
DON CARLOS
No, no;
bien has visto sus desaires.
Estoy resuelto a dejarla.
JUANA
Poco a poco.
DON CARLOS
No te canses,
que no he de verla jamás. 540
JUANA
¡Por vida!...
DOÑA PEPITA
No quiere hablarme:
yo me iré.
JUANA

 (Dejando a DON CARLOS, y corriendo tras de DOÑA PEPITA.)  

¿Dónde va usted?
Esta es otra.
DOÑA PEPITA
Suelta.
JUANA
Dale.
DOÑA PEPITA
No pienses en detenerme.
DON CARLOS

 (Aparte.) 

Ya veo yo que es en balde 545
estarme aquí, que mi vista
la incomoda, y evitarle
quiero con irme su pena.
JUANA

 (Dejando a DOÑA PEPITA, y corriendo tras de DON CARLOS.) 

Ya escampa: es cosa del diantre.
¡Otra vez! ¿Quieren ustedes 550
venir aquí? ¡Voto a sanes!

 (Coge a DON CARLOS y a DOÑA PEPITA, y los trae por la mano.)  

DON CARLOS

  (A JUANA.) 

¿Qué intentas?
DOÑA PEPITA

 (A JUANA.)  

¿Qué es lo que quieres?
JUANA
Lo primero hacer las paces,
y después encontrar medio
para salir de este trance. 555

  (A DON CARLOS.) 

¿Está usted en su juïcio?
DON CARLOS
¿Pues no has visto sus desaires?
JUANA

 (A DOÑA PEPITA.) 

¿Si usted no ha perdido el seso,
a qué ha venido enfadarse?
DOÑA PEPITA
¿No has visto con qué insolencia 560
me ha tratado?
JUANA
Necedades
de entrambos...

  (A DON CARLOS.) 

Ella no quiere,
ni nunca querrá otro amante.
Yo lo juro en mi conciencia...

  (A DOÑA PEPITA.) 

Don Carlos no obsequia a nadie 565
sino a su Pepita; a nada
tanto anhela, como a darle
la mano; yo así lo fío.
DOÑA PEPITA

  (A JUANA.) 

¿A qué viene aconsejarme
que me despose con otro? 570
DON CARLOS

 (A JUANA.) 

¿Y en un caso semejante,
por qué ella me lo pregunta?
JUANA
Locura por ambas partes.
Vaya; dense ambos las manos.

 (A DON CARLOS.) 

Traiga usted, sin replicarme. 575
DON CARLOS

  (Alargando la mano a JUANA.)  

¿Para qué quieres mi mano?
JUANA

  (A DOÑA PEPITA.) 

La de usted.
DOÑA PEPITA

  (Alargando también la suya.) 

Si eso no vale
nada.
JUANA
Vamos, aquí entrambos:
si todavía no saben
ustedes cuánto se quieren. 580
 

(DOÑA PEPITA y DON CARLOS están un poco de tiempo agarrados de las manos sin mirarse uno a otro.)

 
DON CARLOS

 (Volviéndose a DOÑA PEPITA.)  

¿Qué, no quiere usted mirarme?
¿Aun no se acabó el enfado?
 

(DOÑA PEPITA se vuelve a mirar a DON CARLOS, sonriéndose.)

 
JUANA
¡Qué locos son los amantes!
DON CARLOS

 (A DOÑA PEPITA.) 

¿Pero no tengo motivos,
diga usted, para quejarme 585
amargamente? ¡Que sea
usted tan mala! ¡Un desaire
tan cruel!
DOÑA PEPITA
Eso es; yo soy
la culpada en este lance.
¡Ingrato!
JUANA
Para otro tiempo
590
dejemos esos debates,
y tratemos de evitar
este aborrecido enlace.
DOÑA PEPITA
Dinos lo que hemos de hacer.
JUANA
No hay para qué atosigarse; 595
remedio habrá para todo.

  (A DOÑA PEPITA.) 

Mi amo no sabe lo que hace.

  (A DON CARLOS.) 

No puede ser lo que intenta.

 (A DOÑA PEPITA.) 

Usted haga por llevarle
la corriente, aparentando 600
que está pronta a desposarse
con su don Fidel, porque
de ese modo no se escame,
y acelere el matrimonio;
que como éste se dilate, 605
ya encontraremos salida.
Ya dice usted a su padre,
que se le anda la cabeza,
que la jaqueca le parte
las sienes; luego otro día 610
hace porque se derrame
la sal en la mesa, y grita:
¡Qué agüero tan deplorable!
Ora sueña que en un pozo
de colodrillo se cae. 615
Por fin, lo mejor del cuento
es que para desposarse
ha de decir usted ,
y como puede en el lance
decir no, sin más trabajo, 620
no hay a fe por qué asustarse.
Lo que importa es que no vean
juntos a los dos amantes
por ahora...

 (A DON CARLOS.) 

Salga usted,
señor galán, al instante, 625
y vea a todos sus amigos,
que de sus promesas hablen
a mi amo, y que le convenzan
con razones eficaces.

  (A DOÑA PEPITA.) 

Usted, señorita, al punto, 630
procure al tío empeñarle,
y también a su madrastra,
que la quiere como madre.
DON CARLOS

 (A DOÑA PEPITA.) 

Más del amor de usted fío,
mi Pepita, que de nadie. 635
DOÑA PEPITA

 (A DON CARLOS.) 

Yo no sé cuál ha de ser
la voluntad de mi padre;
mas a escoger otro dueño
sé que no podrá forzarme.
DON CARLOS
¡Qué dulce es esa promesa 640
a mi corazón amante!
JUANA
No se hartarán de charlar,
aunque estén eternidades.
Fuera, digo.
DON CARLOS

 (Volviéndose atrás.) 

En fin.
JUANA
¿Habrá
palique toda la tarde? 645

 (JUANA los empuja por las espaldas, a cada uno por distinta parte, y los fuerza a que se separen.) 

Vaya usted por esa puerta,
y usted por estotra parte.



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