Escena I
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JONADAB, JOAB, THAMAR,
coro de pueblo y doncellas israelitas con ramos de palma
y laurel.
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CORO |
Gloria al Dios de Israel poderoso: | | alabanza al heroico
David: | | venturosa Sión, celebremos | | su victoria,
su triunfo feliz. | |
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VOZ I | La esclavitud, la muerte | 5 |
Jerusalén temió; | | a su amenaza fuerte | | Jerusalén lloró. | |
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VOZ II | Pero el Señor
eterno | | al contrario feroz, | 10 | con su poder tremendo
| | por siempre aniquiló. | |
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CORO | (Repite.) | Gloria
a Dios de Israel &c. | |
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JOAB | Doncellas de Israel, pueblo
dichoso, | | del Dios de las batallas escogido | 15 | para
mostrar al orbe su grandeza, | | vuestro armonioso cántico
festivo
| | a vista de David celebrar debe | | su victoria
feliz; ya en este sitio, | | cuanto a su pompa el esplendor
aumente, | 20 | mi diligencia tiene prevenido. | | A este
fin, el ejército dejando | | en el Cedrón,
que ciñe, este distrito, | | me separé del
Rey: a recibirle | | ya se adelantan sus amados hijos, | 25 | id vosotros también, y de su vuelta | | aumentad
el aplauso y regocijo. | |
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THAMAR | En este día, amadas
compañeras, | | Abandonar debemos el retiro | | de
nuestra juventud; yo, más que todas, | 30 | de esta
feliz victoria participo, | | como hija de David. ¡Oh amado
padre! | | Mis manos ornarán tu encanecido | | cabello
con la palma vencedora. | | Sobre tu corazón el brazo
invicto, | 35 | que aniquiló los fieros Ammonitas,
| | estrechará a Thamar enternecido. | | Seguidme,
amigas; festejad mi gozo; | | y sembrando de flores el camino
| | que debe hollar su planta, nuestras voces | 40 | celebren
su valor y su heroísmo. | |
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(Se va con el coro.)
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Escena II
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JONADAB, JOAB.
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JOAB | Decidme, Jonadab, ¿cuál es la causa | | de
que Absalón no asista en este sitio | | al triunfo
de David con sus hermanos? | |
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JONADAB | Absalón hoy
celebra en el recinto | 45 | de su campestre albergue el esquileo
| | de sus ganados. Desde aquí diviso | | su granja,
que domina aquel collado; | | y estando de este campo tan
vecino, | | no tardará en venir, donde tribute | 50 | a David su obediencia como hijo. | |
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JOAB | Dudoso es su
respeto, cuando falta | | en día tan plausible a recibirlo.
| | Vamos nosotros, Jonadab. |
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JONADAB | No
puedo | | abandonar, Joab, a un triste amigo, | 55 | que la
dolencia oprime. De la sangre | | el tierno lazo, a la amistad
unido, | | me obliga a que a su lado permanezca | | para
aliviar su mal con mi cariño.
| |
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JOAB | ¿Y quién
es quien merece en este día | 60 | tanto con vos, que
al triunfo prevenido, | | faltáis por su amistad y
parentesco? | | ¿Qué? ¿De David no es Jonadab sobrino?
| | ¿Pues quién este deber de la Real sangre | |
os obliga a olvidar? |
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JOAB | ¡Qué oigo! ¡El Príncipe Amnón,
el heredero | | de Israel, la esperanza por su brío
| | del pueblo de Abraham! |
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JONADAB | ¡Vana
esperanza! | | Una horrible dolencia ha consumido | | al
fuerte de Judá; tiene ofuscada | 70 | su razón,
su valor quedó marchito. | |
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JONADAB | Lo
ignoro. Amnón se obstina | | en que el silencio encubra
los motivos | | de su largo penar: sólo ha fiado | | a mi amistad, que siente poseído | 75 | su corazón
de angustias y temores. | | Recuerda horrorizado los castigos
| | a David por Natham, profetizados
| | para espiar el
bárbaro delito | | de la muerte de Urías:
Amnón tiembla | 80 | al nombre del amor; afecto impío;
| | que al adulterio unió el asesinato: | | sabe que
de David serán los hijos | | instrumentos, que muestren
la justicia | | del supremo Hacedor; y estremecido, | 85 |
de la naturaleza los enlaces | | abomina, que forman su
suplicio. | | Él ama la virtud; Amnón socorre
| | con benéfica mano al desvalido; | | oculta su
tormento a los mortales, | 90 | y en el bien que a otros hace
halla su alivio. | | Pero en su estado triste y doloroso
| | mi amistad no ha logrado reducirlo | | a que entre sus
hermanos al encuentro | | saliese de David. Los regocijos
| 95 | aumentan de su alma los pesares: | | los cantos del placer
son sus martirios; | | y para mitigarlos mi desvelo | | permanecer
con él juzga preciso. | |
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JOAB | Jonadab, vuestro
celo en este lance | 100 | es digno de un pariente y de un amigo:
| | conociendo el origen, yo lo apruebo, | | y a buscar al
Monarca me dirijo, | | para que no se alarme su ternura,
| | advirtiendo la falta de su hijo.
| 105 | Sobre su triste
estado y su dolencia | | corresponde a mi afecto prevenirlo:
| | procurad vos en tanto que se anime | | el Príncipe
a mostrarse en este sitio | | a la vista de un padre que
lo adora, | 110 | con un semblante de su gloria digno; | | procurando
ocultar sus graves penas | | en un día tan plácido
y festivo. | |
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(Se va.)
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JONADAB | ¿Y
podrá el infeliz de su tormento | | disimular las
ansias? Él ha sido | 115 | en su penar cual palma combatida
| | por los furiosos vientos encendidos | | del hórrido
desierto, que en el polvo | | doblega, y hunde su esplendor
marchito. | | Pero él se acerca. |
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Escena III
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JONADAB, AMNÓN por la puerta
de la ciudad.
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AMNÓN |
¡Oh
cielos! ella descollaba | | en beldad entre el número
infinito | | de las doncellas, como el alto cedro | |
su pompa eleva sobre los olivos | 125 | humildes del Cedrón;
ella ofuscaba | | la hermosura, los tiernos atractivos | | de las hijas de Sión: Thamar más bella | | que la rosada aurora, con el brillo | | de sus ojos
el pueblo ha deslumbrado, | 130 | y para siempre ¡oh Dios!, cegó
los míos. | |
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AMNÓN | ¡Oh Thamar, dulce nombre a mis
oídos! | | ¡Cruel naturaleza! ¡Detestable | | lazo
contra el amor! Yo te abomino. | 135 |
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JONADAB | Será posible...
¡oh Dios!... Tiemblo al pensarlo; | | pero no puede ser.
De tu delirio | | conozco son efecto tus palabras: | | mas,
Amnón, ¿por qué causa de un amigo | | recatas
el origen de tus males? | 140 | Yo veo aniquilarse tus floridos
| | años en el abismo de las penas: | | un funesto
dolor ha consumido | | tu valor y tus fuerzas. ¡Ah!, descubre
| | el origen fatal de tu martirio | 145 | a quien la sangre
y la amistad... |
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AMNÓN | No
pienses | | que ni uno ni otro afecto hubieran sido | | bastantes
a triunfar de mi silencio, | | si hoy mi pasión, llegando
a lo infinito, | | no aumentara el incendio en que me
abraso; | 150 | el que por tanto tiempo ha consumido | | mi corazón
sensible y temeroso. | | Hoy, caro Jonadab, la causa he visto
| | de esta llama funesta; y recelando | | que su vista
acreciente mi peligro, | 155 | y arranque mi secreto, enteramente
| | descubrirte mis penas determino. | | A este fin te buscaba;
tus consejos | | me pueden separar del hondo abismo | | a que el amor me arrastra: yo idolatro | 160 | a mi hermana
Thamar. |
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JONADAB | ¡Gran
Dios, qué he oído! | | Cierta fue mi sospecha.
|
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AMNÓN | Yo
la adoro: | | nuestros primeros años confundidos
| | bajo de un mismo techo, en la inocencia, | | en los
juegos pueriles y sencillos | 165 | de la infancia volaron; recatada
| | después Thamar en el materno asilo, | | dejó
en mi corazón de su hermosura | | la imagen indeleble.
En su retiro | | creció en beldad, en gracias y
en virtudes; | 170 | y el ciego amor creció en el pecho
mío | | a par de sus encantos: temeroso | | de mi
fatal pasión, cobarde he huido, | | de su presencia.
En vano. Mis tormentos | | la ausencia acrecentaba; eres
testigo | 175 | de mi eterno penar y mi constancia; | | en fin
hoy, que del triunfo prevenido | | a mi padre, Thamar alborozada
| | salió a aumentar el majestuoso brillo, | |
desde mi habitación he vuelto a verla | 180 | como la
fresca rosa, que al rocío | | de la aurora desplega
su hermosura, | | absorto al contemplar de sus divinos | | ojos la luz que abrasa, cuando alumbra, | | la turbación
cruel de mis sentidos | 185 | recelo que descubra mi secreto:
| | conozco, Jonadab, que es hoy preciso | | asistir a su
lado a nuestro padre;
| | cuida tú por piedad, querido
amigo, | | de Amnón en su presencia; mis extremos
| 190 | de mi afecto pudieran instruirlo, | | y aun privarme
quizá de que mis ojos | | a Thamar puedan admirar
tranquilos. | |
|
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JONADAB | Absorto estoy: acaso a tu dolencia
| | fuera el mejor remedio tu peligro. | 195 |
|
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JONADAB | A
mi razón atiende. | | La privación fue siempre
el incentivo | | mayor de las pasiones: si a tus penas | | la sensible Thamar prestase alivio; | | si su celo a
tu lado prodigase | 200 | del fraternal afecto los cariños;
| | quizá el fuego de amor que arde en tu seno, | | perdiendo su violencia, en el sencillo | | sentimiento
quedara solamente | | de la naturaleza. Dime, amigo,
| 205 | viendo a Thamar ¿qué sientes? |
|
|
AMNÓN | Que
se calman | | de mi angustiado pecho los martirios. | | Arrebatado
sólo en su hermosura | | mis ardientes deseos confundidos
| | quedan en el silencio; y consolado
| 210 | a verla y
adorarla sólo aspiro. | |
|
|
JONADAB | Pues no dilates más
proporcionarte | | un medio que destruya el apetito, | |
dándote libertad de verla siempre | | con el nombre
de hermana más tranquilo; | 215 | nombre que postrará
tu amor funesto | | por su inocente labio repetido. | | Si
David te pregunta en este día | | de tu extraña
dolencia los motivos, | | ocúltale el origen, di,
que sientes | 220 | una melancolía que ha rendido | |
tu corazón, sin que la causa alcances; | | dile, que
tu tristeza tendrá alivio, | | si Thamar, como hermana
cariñosa, | | prestase a tu dolencia los oficios
| 225 | del amor fraternal. David es padre; | | tu ruego escuchará
compadecido; | | otorgará tu súplica, y entonces...
| |
|
|
AMNÓN | ¿Piensas tú que yo pueda persuadirlo | | a que por mí derogue la costumbre, | 230 | que
a una virgen prescribe su retiro? | |
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JONADAB | Como Rey puede,
Amnón. Pero examina | | si de tu incertidumbre es
el principio | | algún deseo criminal, alguna | | centella delincuente, que al abrigo
| 235 | de la seguridad
nace en tu pecho. | |
|
|
AMNÓN | Jonadab, nunca. ¡Oh Dios!
¡Qué has proferido! | | ¿No conoces a Amnón?
¿Te has olvidado | | de que ama la virtud? Dime ¿no has visto
| | mi corazón furioso en sus pasiones | 240 | detestar
aun la sombra del delito? | | Sabe que si un momento imaginara,
| | que de Thamar pudiera el atractivo | | arrastrarme hasta
el crimen, fuera entonces | | mayor mi odio que mi amor
ha sido. | 245 | No, jamás; nunca habrá en el universo
| | una beldad, cuyo poder impío | | mi virtud postre,
y me haga delincuente: | | antes una y mil veces consumido
| | de su fatal pasión Amnón perezca; | 250 | primero mi existencia hunda el abismo. | | ¡Yo un incesto!...
¡Oh furor!... ¿Lo ordena el cielo... | |
|
|
JONADAB | No más,
Amnón; modera tu delirio: | | tú serás
virtuoso. |
|
|
AMNÓN | Virtuoso...
| | Sí; lo seré a pesar de mi martirio.
| 255 |
|
|
JONADAB | Calma tu agitación. (Música dentro.)
Esa armonía
| | anuncia que David llega a este sitio.
| | Recuerda tu virtud y mi consejo; | | y piensa si tu amor
debe seguirlo. | |
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Escena IV
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DICHOS, DAVID, THAMAR, ADONIAS, SALOMÓN, JOAB, Coro
de pueblo, guerreros y doncellas
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CORO | Gloria al
Dios de Israel poderoso: | 260 | alabanza al heroico David:
| | venturosa Sión, celebremos | | su victoria, su
triunfo feliz. | |
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DAVID | Bendigamos el brazo poderoso | | del Dios de los ejércitos; vencidos | 265 | los fieros
Ammonitas, asolada | | Rabath su capital, con el auxilio
| | de un Dios omnipotente se asegura | | la suerte de Sión
y de mis hijos. | | Yo te ofrezco, Señor, esta
victoria, | 270 | que tu piadoso y sabio poderío | | a
David concedió: nada es el hombre; | | nada son los
esfuerzos de su brío, | | si tu eterno poder no los
ampara. | | Dispóngase al momento un sacrificio
| 275 | digno del tabernáculo sagrado: | | las pacíficas
hostias al cuchillo | | doblen el dócil cuello, y
por el crimen, | | que mi ciega pasión ha cometido | | inmólense las víctimas debidas | 280 | al
supremo anatema. Pueblo mío | | hasta cumplir estos
deberes santos, | | no gozaré del triunfo que previno
| | Jerusalén para aplaudir mi gloria; | | en este
pabellón me determino | 285 | a descansar a vista de sus
muros, | | en tanto que dispongo el sacro rito. | | Joab,
cumple mis órdenes. |
(Se va JOAB.)
| Vosotras,
| | doncellas de Israel, vuestro retiro, | | después
de celebrar la ceremonia, | 290 | volveréis a ocupar con
regocijo. | |
|
|
THAMAR | En tan glorioso día, amado padre,
| | permitid lleve al maternal asilo | | de vuestra vuelta
la feliz noticia. | |
|
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THAMAR | (A las doncellas.) | Venid
conmigo. | 295 |
|
|
|
(Se va con las doncellas por la puerta
del muro.)
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Escena V
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DAVID,
ADONIAS, SALOMÓN, AMNÓN, JONADAB, Guerreros.
|
AMNÓN | (Aparte queriendo seguir a THAMAR.)
| Su hermosura me arrastra. |
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DAVID | ¿Adónde,
adónde | | te encaminas, Amnón? |
|
|
AMNÓN | (Deteniéndose turbado.) | ¡Oh
padre mío! | |
|
|
DAVID | ¿Por qué evitas mi vista?
Tus hermanos | | amantes mi regreso han prevenido, | |
volando hasta encontrarme presurosos, | 300 | mostrando su placer
y su cariño. | |
|
|
|
|
AMNÓN | ¡Ah!, no me deis un nombre
tan impío. | | ¡Si supieseis mi mal! |
|
|
ADONIAS | ¿Puede
Adonias | | con su amor fraternal disminuirlo?
| 305 |
|
|
SALOMÓN |
¿Pudiera Salomón con su ternura | | a tu fiera dolencia
dar alivio? | |
|
|
AMNÓN | No, hermanos, no: mis penas son
eternas. | |
|
|
DAVID | Dejadnos solos luego en este sitio. | |
|
|
|
(ADONIAS, SALOMÓN y JONADAB se entran en
la tienda de DAVID. Los guerreros se retiran al foro.
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Escena VI
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AMNÓN, DAVID.
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DAVID |
Estoy
de tu dolencia | 310 | por Joab informado, amado hijo; | | y
espero que de un padre los desvelos | | podrán desvanecerla,
si el motivo | | que la origina a mi piedad descubres. | | ¿Cuál puede ser la pena que ha rendido | 315 | al heredero
de David; al fuerte, | | a quien el justo Criador previno
| | para subir al trono de Judea; | | a cuya descendencia
ha prometido | | dar la eterna salud, que de la culpa
| 320 | liberte a los mortales afligidos? | | Amnón,
¿has olvidado que esta dicha, | | por ser mi primogénito,
es preciso | | que proceda de ti? ¿No son bastantes | | para elevar tu espíritu abatido | 325 | las sacras profecías,
que anunciaron | | al universo un Salvador divino | | en
tu posteridad? Esta esperanza | | vuelva a tu juventud su
antiguo brío; | | vuelva a Israel con tu salud
su gozo; | 330 | y a un tierno padre vuélvale su hijo.
| |
|
|
AMNÓN | Siempre en mí lo hallaréis.
A que se cumplan | | los sagrados decretos sólo aspiro:
| | mas conozco que en tanto que domine | | a mi débil
razón este delirio, | 335 | no elegirá el Eterno
mi existencia | | para mostrar su gloria. | |
|
|
DAVID | ¡Oh
Dios! ¡Qué lo oído! | | Amnón, ¿dudarás
tú de su palabra? | |
|
|
AMNÓN | Nunca. ¡Oh padre!
Yo dudo de mí mismo. | 340 |
|
|
|
|
|
AMNÓN |
¡Ah
padre! Yo os suplico | | que no aumente mi mal vuestra ternura.
| | De una melancolía poseído | | mi corazón,
ignoro que la causa... | 345 |
|
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DAVID | Amnón, yo tus pesares
adivino; | | tú amas. |
|
|
AMNÓN | (Sobresaltado.) | ¿A
quién? |
|
|
DAVID | No
sé; pero el objeto | | de tu amor, sea el que fuere,
mi cariño | | te otorgará: soy padre. |
|
|
AMNÓN | (Con viveza.) | ¿Sea
el que fuere? | |
|
|
DAVID | Pues ¿qué doncella existe
en mis dominios, | 350 | a quien no haga dichosa tu himeneo?
| | Si tu pasión incauta no ha elegido | | una idólatra;
alguna a quien las leyes | | impidan el honor del sacro rito.
| |
|
|
AMNÓN | Esas terribles leyes... ¡ah!, yo muero.
| 355 | ¡Oh padre! En mi dolor para conmigo | | son inútiles...
vanas... yo no amo.
| | De la naturaleza el fiel cariño
| | es sólo el que conozco, el que venero: | |
quizá su afecto puro diera alivio | 360 | a mi fatal tristeza.
|
|
|
|
AMNÓN | En mi largo penar he conocido,
| | que la imagen feliz, consoladora | | de la infancia,
calmaba el desvarío | | de mi tétrico espíritu.
La vista | 365 | de los objetos dulces y sencillos | | de tan
dichoso tiempo, quizá puede | | desvanecer mis penas:
yo he vivido | | con Thamar en los días de inocencia;
| | su memoria me es grata, y os suplico | 370 | que a mi
hermana, señor, se le permita | | dejar algunas horas
su retiro, | | para que sus desvelos fraternales | | hagan
más tolerable mi martirio. | |
|
|
DAVID | Si su cuidado
consolarte puede, | 375 | luego que asista al santo sacrificio,
| | irá a tu habitación; tú acompañarme
| | debes al tabernáculo, hijo mío. | | Tus
hermanos esperan; vamos luego. | | En tanto, la alabanza
al infinito | 380 | (A los guerreros.) | poder de Dios resuene
en estos campos. | |
|
|
AMNÓN | Yo (Aparte.) la volveré
a ver. Señor (A DAVID.) , ya os sigo. | |
|
|
|
(Se
entran los dos al pabellón.)
|
|
(Coro de guerreros,
que sirve de intermedio del acto primero al segundo.)
|
CORO | (Cántico de DAVID; fragmentos del salmo 29.) | Exaltaré tu gloria, | | o soberano Dios; | | pues contra el enemigo | 385 | me diste tu favor. | | Salvásteme,
atendiendo | | benigno mi clamor; | | libraste el alma mía
| | del infernal furor. | 390 |
|
|
UNA VOZ | Humildes alabanzas
| | cantemos al Señor, | | y a su memoria santa | | celebre nuestra voz. | |
|
|
OTRA VOZ | El mal y la desgracia
| 395 | está en su indignación; | | y en su decreto
eterno
| | vida y salud se halló. | |
|
|
TODO EL CORO |
Mi llanto por tu gracia | | en gozo se trocó;
| 400 | mi triste vestidura | | tu gran piedad rasgó.
| | Y por eso a tu gloria | | tributo adoración; | | cantando eternamente | 405 | a mi Señor y Dios. | |
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