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Ocho comedias y ocho entremeses nvevos

Miguel de Cervantes Saavedra



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  —1→  

ArribaAbajoAdvertencia

El estudio crítico del teatro cervantino figurará en el último tomo de esta colección de Comedias y entremeses. La necesidad de fijar su texto, harto deficiente en las ediciones hasta ahora publicadas, antes de proceder a su examen histórico-literario, impone, según comprenderá el lector, tal variación del plan seguido por nosotros en la presente serie de Obras completas de Miguel de Cervantes Saavedra.

Berkeley, junio de 1915.



  —2→     -[Guarda]-     -[Guarda]-     -[Guarda]-     -[fol. Ir]-  

Portada

EN MADRID, Por la viuda de Alonso Martin.
A costa de Iuan de Villarroel, mercader de libros; vendense en
su casa1, a la plaçuela del Angel.



  -[fol. Iv]-  

  —3→     -[fol. IIr]-  

ArribaAbajo[Preliminares]2


Suma del priuilegio

Tiene priuilegio Miguel de Ceruantes Saauedra por diez años para imprimir estas ocho comedias y entremeses. Su fecha del dicho priuilegio en Valladolid, a venticinco dias del mes de Iulio de mil y seyscientos y quinze años. Passô ante Hernando de Vallejo, escriuano de Camara.




Suma de la tassa

Este libro de las Ocho comedias y entremeses de Miguel de Ceruantes Saauedra, està tassado por los señores del Consejo a quatro marauedis cada pliego, que el dicho libro tiene sesenta y seys pliegos, que, a razon de quatro marauedis, monta docientos y sesenta y quatro marauedis. Su data en Madrid, a ventidos dias del mes de Setiembre de mil y seyscientos y quinze años, ante Hernando de Vallejo, escriuano de Camara.




Fe de las erratas

Estas Comedias, compuestas por Miguel de Ceruantes Saauedra, corresponden con su original. Dada en Madrid, a 13 de Setiembre de 1615 años.

El Lic. Murcia de la Llana.



  —4→     -[fol. IIv]-  
Aprouacion

Por mandado y comission del señor doctor3 Cetina, vicario general en esta corte, he visto el libro de Comedias y entremeses de Miguel de Ceruantes no representadas, y no hallo en el cosa contra nuestra santa fe catolica y buenas costumbres; antes, muchas entretenidas y de gusto. Este es mi parecer, saluo, &c. En Madrid, 3 de Iulio 1615.

El Maestro Ioseph de Valdiuielso4.





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ArribaAbajoPrologo al lector

No puedo dexar, lector carissimo, de suplicarte me perdones, si vieres que en este prologo salgo algun tanto de mi acostumbrada modestia. Los dias passados me hallè en vna conuersacion de amigos, donde se tratò de comedias y de las cosas a ellas concernientes, y de tal manera las subtilizaron y atildaron, que, a mi parecer, vinieron a quedar en punto de toda perfeccion. Tratóse tambien de quien fue el primero que en España las sacò de mantillas, y las puso en toldo5, y vistio de gala y apariencia; yo, como el mas viejo que alli estaua, dixe que me acordaua de auer visto representar al gran Lope de Rueda6, varon insigne en la representacion y en el entendimiento. Fue natural de Seuilla, y de oficio batihoja, que quiere dezir de los que hazen panes de oro; fue admirable en la poesia pastoril, y en este modo, ni entonces ni despues aca ninguno le ha lleuado ventaja; y aunque, por ser muchacho yo entonces, no podia hazer juyzio firme de la bondad de sus versos, por algunos que me quedaron en la memoria, vistos agora en la edad madura que tengo, hallo ser verdad lo que he dicho; y si no fuera por no salir del proposito de prologo, pusiera aqui algunos   —6→   que acreditaran esta verdad. En el tiempo deste célebre español, todos los aparatos de vn autor de comedias se encerrauan en vn costal, y se cifrauan en quatro pellicos blancos guarnecidos de guadameci dorado, y en quatro barbas y cabelleras, y quatro cayados, poco mas o menos. Las comedias eran vnos coloquios como eglogas entre dos o tres pastores y alguna pastora; adereçauanlas y dilatauanlas con dos o tres entremeses, ya de negra, ya de rufian, ya de bobo y ya de vizcaino: que todas estas quatro figuras y otras muchas hazía el tal Lope con la mayor excelencia y propiedad que pudiera imaginarse. No auia en aquel tiempo tramoyas, ni desafios   -[fol. IIIr]-   de moros y christianos, a pie ni a cauallo; no auia figura que saliesse o pareciesse salir del centro de la tierra por lo hueco del teatro, al qual componian quatro bancos en quadro y quatro o seys tablas encima, con que se leuantaua del suelo quatro palmos; ni menos baxauan del cielo nubes con angeles o con almas. El adorno del teatro era vna manta vieja tirada con dos cordeles de vna parte a otra, que hazía lo que llaman vestuario, detras de la qual estauan los musicos, cantando sin guitarra algun romance antiguo. Murio Lope de Rueda, y por hombre excelente y famoso le enterraron en la iglesia mayor de Cordoua (donde murio), entre los dos coros, donde tambien està enterrado aquel famoso loco Luys Lopez.

Sucedio a Lope de Rueda Nabarro7, natural de Toledo, el qual fue famoso en hazer la   —7→   figura de vn rufian cobarde; este leuantò algun tanto mas el adorno de las comedias, y mudò el costal de vestidos en cofres y en baules; sacò la musica, que antes cantaua detras de la manta, al teatro público; quitò las barbas de los farsantes, que hasta entonces ninguno representaua sin barba postiza, y hizo que todos representassen a cureña rasa, si no era los que auian de representar los viejos o otras figuras que pidiessen mudança de rostro; inuentò tramoyas, nubes, truenos y relampagos, desafios y batallas; pero esto no llegò al sublime punto en que està agora.

Y esto es verdad que no se me puede contradezir, y aqui entra el salir yo de los límites de mi llaneza: que se vieron en los teatros de Madrid representar Los tratos de Argel, que yo compuse, La destruycion de Numancia y La batalla naual, donde me atreui a reduzir las comedias a tres jornadas, de cinco que tenian8; mostre, o, por mejor dezir, fui el primero que representasse las imaginaciones y los pensamientos escondidos del alma, sacando figuras morales al teatro, con general y gustoso aplauso de los oyentes; compuse en este tiempo hasta veynte comedias o treynta, que todas ellas se recitaron sin que se les ofreciesse ofrenda de pepinos ni de otra cosa arrojadiza: corrieron su carrera sin siluos, gritas ni baraundas. Tuue otras cosas en que ocuparme, dexè la pluma y las comedias, y entrò luego el monstruo de naturaleza, el gran Lope de Vega9, y alçóse con   —8→   la monarquia comica. Auassallò y puso debaxo de su juridicion a todos los farsantes; llenò el mundo de comedias proprias, felices y bien razonadas, y tantas, que passan de diez mil pliegos los que tiene escritos, y todas, que es vna de las mayores cosas que puede dezirse, las ha visto representar, o oydo dezir, por lo menos, que se han representado; y si algunos, que ay muchos, han querido entrar a la parte y gloria de sus trabajos, todos juntos no llegan en lo que han escrito a la mitad de lo que el solo.

Pero no por esto, pues no lo concede Dios todo a todos,   -[fol. IIIv]-   dexen de tenerse10 en precio los trabajos del doctor Ramon11, que fueron los mas despues de los del gran Lope; estimense las traças artificiosas en todo estremo del licenciado Miguel Sanchez12; la grauedad del doctor Mira de Mescua13, honra singular de nuestra nacion; la discrecion e inumerables conceptos del canonigo Tarraga14; la suauidad y dulçura de don Guillen de Castro15; la agudeza de Aguilar16; el rumbo, el tropel, el boato, la grandeza de las comedias de Luys Velez de Gueuara17, y las que agora estan en xerga18 del agudo ingenio de don Antonio de Galarça19, y las que prometen Las fullerias de amor, de Gaspar de Auila20: que todos estos y otros algunos han ayudado a lleuar esta gran máquina al gran Lope.

Algunos años ha que bolui yo a mi antigua ociosidad, y, pensando que aun durauan los siglos donde corrian mis alabanças, bolui a componer   —9→   algunas comedias; pero no hallè paxaros en los nidos de antaño; quiero dezir que no hallè autor que me las pidiesse, puesto que sabian que las tenia, y assi, las arrinconè en vn cofre, y las consagrè y condenè al perpetuo silencio. En esta sazon me dixo vn librero que el me las comprara, si vn autor de título21 no le huuiera dicho que de mi prosa se podia esperar mucho, pero que del verso, nada; y, si va a dezir la verdad, cierto que me dio pesadumbre el oyrlo, y dixe entre mi: «O yo me he mudado en otro, o los tiempos se han mejorado mucho, sucediendo siempre al reues, pues siempre se alaban los passados tiempos.» Tornè a passar los ojos por mis comedias, y por algunos entremeses mios que con ellas estauan arrinconados, y vi no ser tan malas ni tan malos que no mereciessen salir de las tinieblas del ingenio de aquel autor a la luz de otros autores menos escrupulosos y mas entendidos. Aburrime, y vendiselas al tal librero, que las ha puesto en la estampa como aqui te las ofrece; el me las pagò razonablemente; yo cogi mi dinero con suauidad, sin tener cuenta con dimes ni diretes de recitantes. Querria que fuessen las mejores del mundo, o a lo menos razonables; tu lo verás, lector mio; y si hallares que tienen alguna cosa buena, en topando a aquel mi maldiciente autor, dile que se emiende, pues yo no ofendo a nadie, y que aduierta que no tienen necedades patentes y descubiertas, y que el verso es el mismo que piden las comedias, que ha de   —10→   ser, de los tres estilos, el infimo, y que el lenguage de los entremeses es proprio de las figuras que en ellos se introduzen; y que para enmienda de todo esto le ofrezco vna comedia que estoy componiendo, y la intitulo El engaño a los ojos, que, si no me engaño, le ha de dar contento. Y con esto, Dios te de salud, y a mi paciencia.



  —11→     -[fol. IVr]-  

ArribaAbajoDedicatoria al Conde de Lemos.

Aora se agoste o no el jardin de mi corto ingenio, que los frutos que el ofreciere, en qualquiera sazon que sea, han de ser de V. E., a quien ofrezco el destas comedias y entremeses, no tan dessabridos, a mi parecer, que no puedan dar algun gusto; y si alguna cosa lleuan razonable, es que no van manoseados ni han salido al teatro, merced a los farsantes, que, de puro discretos, no se ocupan sino en obras grandes y de graues autores, puesto que tal vez se engañan. Don Quijote de la Mancha queda calçadas las espuelas en su segunda parte para yr a besar los pies a V. E. Creo que llegará quexoso, porque en Tarragona le han assendereado y malparado22; aunque, por si o por no, lleua informacion hecha de que no es el el contenido en aquella historia, sino otro supuesto, que quiso ser el, y no acerto a serlo. Luego yra el gran Persiles, y luego Las semanas del jardin, y luego la segunda parte de La Galatea, si tanta carga pueden lleuar mis ancianos ombros; y luego y siempre yran las muestras del desseo que tengo de seruir a V. E. como a mi verdadero señor, y firme y verdadero amparo, cuya persona, &c.

Criado de V. Exc.,

Miguel de Ceruantes Saauedra.



  —12→     -[fol. IVv]-  

ArribaAbajoLos nombres destas comedias son los siguientes

El gallardo español. La gran sultana.
La casa de los zelos. El laberinto de amor.
Los baños de Argel. La entre[te]nida.
El rufian dichoso. Pedro de Vrdemalas.




ArribaAbajoEntremeses

El juez de los diuorcios. El vizcayno fingido.
El rufian viudo. El retablo de las marauillas.
Eleccion de los alcaldes de Daganço. La cueua de Salamanca.
La guarda cuydadosa. El viejo zeloso.




ArribaAbajo[Comedias que contiene]23

Comedia famosa del gallardo español

Comedia famosa de la casa de los zelos

Comedia famosa de los baños de Argel

Comedia famosa intitulada El rufian dichoso

Comedia famosa intitulada La gran sultana doña Catalina de Oviedo

Comedia famosa del laberinto de amor

Comedia famosa de La entretenida

Comedia famosa de Pedro de Urdemalas




Arriba[Entremeses que contiene]24

Entremes del juez de los diuorcios

Entremes del rufian viudo, llamado Trampagos

Entremes de La eleccion de los alcaldes de Daganço

Entremes de La guarda cuydadosa

Entremes del vizcayno fingido

Entremes del retablo de las marauillas

Entremes de La cueua de Salamanca

Entremes del viejo zeloso



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