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El decreto supremo de 15 de abril de 1872 dio el carácter de oficina de inmigración a la sociedad nacional de agricultura. El de 16 de diciembre de 1882 había encargado a la misma correr con la instalación de los colonos, encargo de que fue relevada por decreto de 11 de diciembre de 1888.
Por decreto de 28 de diciembre de 1889 se dictó un reglamento para la oficina de tierras y colonización, cuyo personal quedó compuesto del inspector general, del jefe de la comisión topográfica, el presidente de la comisión de merced, los ingenieros y los ingenieros ayudantes y auxiliares. Jefes de esta oficina han sido después del señor Drouilly, los señores Anfión Muñoz, Horacio Echegóyen, Abelardo Pizarro y Agustín Baeza Espiñeira. El decreto de 12 de septiembre de 1894 declaró los territorios del sur del Cautín dentro de la jurisdicción de la oficina.
Presidentes de la comisión radicadora de indígenas, creada por la ley de 20 de enero de 1883, han sido los señores Emiliano Fuentes, Gustavo Adolfo Holley, José Miguel Varela y Leoncio Rivera.
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Memorias de la inspección de tierras y colonización de 1895 y 1898. - Glosario de Colonización, de don Ramón Briones L.; Memorias del ministerio del ramo.
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Las tres razas. El señor Errázuriz visitó las colonias en un período en que el desaliento no se había apoderado de las familias, y con el espíritu de prestigiar la inmigración europea y presentar, por lo tanto, las cosas por su mejor aspecto.
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Aparte de lo despoblado del territorio, han contribuido a la existencia de la criminalidad rural la circunstancia de que la población no cooperaba a su defensa propia y la complicidad de los habitantes del campo con los bandidos, obtenida por el miedo o la amenaza.
Esta inseguridad de los cantones coloniales de la frontera ha repercutido en la prensa europea, particularmente en la alemana, que ha señalado estas causas como contrarias a la inmigración: impunidad de los crímenes y mala organización de la policía, los remates de grandes propiedades entre pocos dueños, que son «los tiburones de tierra»; la incompetencia de los agentes que el gobierno ha tenido en Europa, la dictadura parlamentaria y el continuo cambio de los ministros del ramo.
En cuanto a organización policial, es digno de citarse el cuerpo de instrucciones que, con fecha 27 de febrero de 1903, dictó para el servicio de los gendarmes de las colonias el ministro del ramo, don Horacio Pinto Agüero.
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Leímos en Angol un memorándum de un colono francés de Traiguén, apellidado Landry, hombre viejo, reposado y tranquilo, que había sido peluquero en su país. Contaba su peregrinación a Chile y sus peripecias de colono, desde que recibió su hijuela hasta que la trabajo con «medieros» y al fin la enajenó.
En ese manuscrito, que titulaba Récit d'un voyage en Araucanie anotaba estas dificultades con que habían tropezado los colonos: falta de casas, terrenos sin deslindes y salteos frecuentes. Llamaba a Chile «país maldito», y en su pasaje decía: «j'ai dit qu'il y avait des employés et des juges recéleurs et mème voleurs; voici des preuves et des noms».
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Se suspendieron las disposiciones de este reglamento sobre pasajes por decreto de 10 de marzo de 1898 y se restablecieron por el de 8 de noviembre de 1900.
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El decreto de 1.º de septiembre de 1899 concede terrenos al sur del Biobío a los inmigrantes libres que lo solicitan. Muchos extranjeros se han acogido a esta disposición, que ha dado origen a las colonias de Toltén y Allipen. Existen igualmente en estos distritos poseedores extranjeros que no residen en sus hijuelas o que no son agricultores.
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Memoria del ministro don Eliodoro Yáñez, 1902.
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Decretos de 1.º de abril, 13 de mayo y 19 de junio de 1890.
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Datos recogidos por el autor.