Palabras pronunciadas por Don José Luis Yuste Grijalba

José Luis Yuste Grijalba

Cuando hace unos meses del profesor Antonio Tovar, presidente del Patronato del Premio Montaigne, solicitó la colaboración de esta Fundación Juan March para organizar el acto de la entrega del Premio Montaigne 1982 a don José María Soler, la respuesta de la Fundación no pudo ser más que una y positiva: la que ustedes están viendo. En primer lugar, por el respeto que nos merece la calidad intelectual y humana del profesor Tovar, quien nos ha honrado ya varias veces con su colaboración en nuestras actividades culturales. En segundo término, por tratarse de un premio de tanto prestigio concedido por una fundación privada, es decir, por unos colegas nuestros, que precisamente en estos días celebran   —8→   su cincuenta aniversario y a los que felicitamos por ello muy efusivamente. Y en tercer lugar, y es para nosotros tal vez lo más importante, porque ello nos permitía unirnos al homenaje que hoy se tributa a una figura realmente ejemplar de la vida cultural española: don José María Soler.

Don José Luis Yuste Grijalba, Director Gerente de la Fundación Juan March durante su alocución.
En el cuadro de honor (de izda. a dcha.): Prof. Dr. Gratiniano Nieto Gallo, Prof. Dr. Hans-Werner Ludwig,
Vice-Presidente de la Universidad de Tubinga, el premiado José María Soler García, el Alcade de Villena y
Prof. Dr. Antonio Tovar, Presidente del Patronato

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Es ésta la tercera vez que el Premio Montaigne, dedicado a valorar la cultura de los países europeos de lengua románica, recae en un español. En 1971, fue galardonado el poeta Salvador Espriu; en 1976, lo fue el profesor don Pedro Laín Entralgo. En el folleto que hemos preparado se recogen algunos datos sobre la personalidad del recién premiado en este año 1981 con la denominación de Premio 1982 don José María Soler. Y ahora, en muy breves minutos, oiremos el elogio del premiado de labios del profesor don Gratiniano Nieto. Pero quizá no hay mejor resumen que el que la propia Fundación F.V.S. de Hamburgo ha estampado en el diploma que entregará hoy al Sr. Soler. Éstas son las palabras del Premio:

«Este honor le es concedido al infatigable investigador de las antigüedades prehistóricas de su tierra natal: Villena; al dedicado estudioso y expositor de su historia; al musicólogo que ha descubierto y explicado la personalidad del compositor Ambrosio Cotes y ha presentado su obra a la posteridad. El Museo de Villena -sigue la mención del Premio- que lleva el nombre del laureado, atestigua, con su legendario Tesoro, cómo alguna vez la fortuna puede premiar el saber, la experiencia y el celo de un arqueólogo.»

Es pues la Fundación March, en cuyo nombre me honro en hablar a ustedes, quien debe agradecer a la Fundación F.V. S. de Hamburgo y al doctor «honoris causa» Alfred Toepfer, su mecenas; a la Universidad de Tubinga, donde el premio radica, hoy representada entre nosotros por su vicepresidente, profesor Hans Werner Ludwig, y al presidente del Patronato del Premio, profesor don Antonio Tovar, el que nos hayan permitido unirnos a ellos en unos momentos tan emotivos como agradables.

Tras el acto académico, que va a comenzar inmediatamente, hemos preparado para todos ustedes un concierto monográfico con obras de Ambrosio de Cotes, el polifonista villenense estudiado por don José María Soler. Considérense todos ustedes como en su casa, sean bienvenidos aquí y muchas gracias a todos por su presencia.