11
Abelardo Oquendo, entrevista personal, Lima, Perú, 15 de junio de 1989.
12
Olver Gilberto de León, entrevista personal, París, Francia, 27 de diciembre de 1989.
13
Citado por Daniel Moyano en una entrevista personal, Madrid, 11 de noviembre de 1989.
14
Robert Estivals
subraya la problemática de la independencia cultural en
países colonizados en su capítulo sobre las
políticas editoriales y la industria librera en
México. Durante la primera etapa de independencia, la
mayoría de la producción de editoriales
multinacionales en México representaba autores extranjeros.
Según Estivals, «[i]ls continuent ainsi à véhiculer
au plan littéraire, scientifique et technique la culture
ancienne et à maintenir une forme de colonisation
culturelle»
(351).
15
Scorza no es el único que ha examinado este mecanismo transnacional de la cultura. Cristina Peri-Rossi (en su relato «La influencia de Edgar Allan Poe en la poesía de Raimundo Arias» y en su novela La nave de los locos), José Donoso (en El jardín de al lado) y Alfredo Bryce Echenique (en La vida exagerada de Martín Romaña) incorporan personajes que luchan por escribir, publicar y ganar aceptación en el mundo cultural europeo.
16
Franklin Gutiérrez, en su breve reseña de La danza inmóvil, menciona la multidireccionalidad del lenguaje de Scorza. Gutiérrez encuentra un contraste central entre las secciones militares, con su tono brusco e imperativo, y el tono sensual y poético de la historia de amor. Véase su «Problemática latinoamericana en La danza inmóvil de Manuel Scorza».
17
García Canclini nota desde la perspectiva del consumidor y de las comunicaciones el cambio de imagen y de funcionamiento de la ciudad:
(Consumidores y ciudadanos, 69) |
18
Neira afirma que
la obra de Scorza «se sitúa entre
dos escenarios culturales, el europeo y el latinoamericano, uno que
difunde y el otro que inspira, para concluir ocupando en espacio de
frontera entre ambos, una interface cultural, una forma lujosa de la
marginalidad»
(106).
19
Ángel Rama
describe al «escritor
profesional»
que consigue vivir de sus cuentos o novelas
y que para ello «deja atrás la
bohemia y la musa y se hace productor»
(El
«Boom», 295).