Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice


 

51

E. Sanz y Escartín: Federico Nietzsche y el anarquismo intelectual, M., 1898, 52. -E. Ferrari: La poesía en la crisis literaria actual, M., 1905, 17-19.

 

52

P. Baroja: Paradox, rey, 1906, O. C., II, 213.

 

53

A. Ganivet: Los trabajos..., ed. cit., 363.

 

54

Hacia otra España, Bilbao-Madrid, 1899, 244.

 

55

Sonata de Estío, 1903; ed. conjunta de las Sonatas, Barc., 1941, 248-49.

 

56

Julián Sorel: Los hombres del 98. Unamuno, M., 1917, 155.

 

57

O. C., II, 578 y 580.

 

58

Juventud, egolatría, O. C., V, 184.

 

59

Idem, ibidem, 158.

 

60

Unamuno postula la fe en la fe misma, definiendo esta fe como la virtud de «crear lo que no vemos» (Ensayos, II, M., 1916, 221 y 224). Por otra parte, Unamuno se erige en defensor de la locura quijotesca contra el común sentido utilitario, que, en proyección retrospectiva de su atmósfera burguesa, ve simbolizado en bachilleres, barberos, curas, canónigos y duques del libro cervantino (Vida de Don Quijote y Sancho, 1905, cap. LXIV). «Extravaga, hijo mío, extravaga... Que no te clasifiquen... Sé tú, tú mismo, único e insustituible...», son los consejos del protagonista de Amor y pedagogía, 1902. -Ganivet atribuye la sensación pura del amor a un sexto sentido, puerta abierta por donde nos llega el azar (Los trabajos..., ed. cit., 72). -En La lámpara maravillosa, 1916, Valle-Inclán formula su estética intemporal y esotérica: «Sólo buscando la suprema inmovilidad de las cosas puede leerse en ellas el enigma bello de su eternidad» (ed. Opera Omnia, vol. I, M., 1922, 163).

Indice