Jornada primera |
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Entran
PEDRO DE URDEMALAS, en hábito de mozo de
labrador, y
CLEMENTE, como zagal.
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CLEMENTE | De tu ingenio, Pedro amigo, | | y nuestra amistad se puede | | fiar más de lo que digo, | | porque él al mayor excede, | | |
-fol. 196r-
| y della el mundo es testigo; | 5 | así, que es de calidad | | tu ingenio y nuestra amistad, | | que, sin buscar otro medio, | | en ambos pongo el remedio | | de toda mi enfermedad. | 10 | Esa hija de tu amo, | | la que se llama Clemencia, | | a quien yo Justicia llamo, | | la que huye mi presencia, | | cual del cazador el gamo; | 15 | ésa, a quien naturaleza | | dio el estremo de belleza | | que has visto, me tiene tal, | | que llega al punto mi mal | | do llega el de su lindeza. | 20 | Cuando pensé que ya estaba | | algo crédula al cuidado | | que en mis ansias le mostraba, | | yo no sé quién la ha trocado | | de cordera en tigre brava, | 25 | ni sé yo por qué mentiras | | sus mansedumbres en iras | | ha vuelto, ni sé, ¡oh Amor!, | | por qué con tanto rigor | | contra mí tus flechas tiras. | 30 |
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PEDRO | Bobear; dime, en efeto, | | lo que quieres. |
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CLEMENTE | Pedro, hermano, | | que me libres deste aprieto | | con algún consejo sano | | o ayuda de hombre discreto. | 35 |
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PEDRO | ¿Han llegado tus deseos | | a más que dulces floreos, | | o has tocado en el lugar | | donde Amor suele fundar | | el centro de sus empleos? | 40 |
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CLEMENTE | Pues sabes que soy pastor, | | entona más bajo el punto, | | habla con menos primor. | |
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PEDRO | Que si eres, te pregunto, | | Amadís o Galaor. | 45 |
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CLEMENTE | No soy sino Antón Clemente, | | y andas, Pedro, impertinente | | en hablar por tal camino. | |
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PEDRO | [Aparte.] | Pan por pan, vino por vino, | | se ha de hablar con esta gente. | 50 | ¿Haste visto con Clemencia | | a solas o en parte escura, | | donde ella te dio licencia | | de alguna desenvoltura | | que encargase la conciencia? | 55 |
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CLEMENTE | Pedro, el cielo me confunda, | | y la tierra aquí me hunda, | | y el aire jamás me aliente, | | si no es un amor decente | | en quien el mío se funda. | 60 | Del padre el rico caudal | | el mío pobre desprecia | | por no ser al suyo igual, | | y entiendo que sólo precia | | el de Llorente y Pascual, | 65 | que son ricos, y es razón | | que se lleve el corazón | | tras sí de cualquier mujer, | | no el querer, sino el tener | | del oro la posesión. | 70 | Y, demás desto, Clemencia | | a mi amor no corresponde | | por no sé qué impertinencia | | que le han dicho, y así, esconde | | de mis ojos su presencia; | 75 | y si tú, Pedro, no haces | | de nuestras riñas las paces, | | ya por perdido me cuento. | |
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PEDRO | O no tendré entendimiento, | | o he de trazar tus solaces. | 80 | Si sale, como imagino, | | hoy mi amo por alcalde, | | te digo, como adivino, | | que hoy no te trujo de balde | | |
-fol. 196v-
| a hablar conmigo el destino. | 85 | Tú verás cómo te entrego | | en holganza y en sosiego | | el bien que interés te veda, | | y que al dártele preceda | | promesa, dádiva y ruego. | 90 | Y, en tanto que esto se traza, | | vuelve los ojos y mira | | los lazos con que te enlaza | | Amor, y por quien suspira | | Febo, que allí se disfraza; | 95 | mira a los rubios cabellos | | de Clemencia, y mira entre ellos | | al lascivo Amor jugando, | | y cómo se va admirando | | por ver que se mira en ellos. | 100 | Benita viene con ella, | | su prima, cual si viniese | | con el sol alguna estrella | | que no menos luz nos diese | | que el mismo sol: tal es ella. | 105 | Clemente, ten advertencia | | que, si llega aquí Clemencia, | | te le humilles: yo a Benita, | | como a una cosa bendita | | le pienso hacer reverencia. | 110 | Dile con lengua curiosa | | cosas de que no disguste, | | y ten por cierta una cosa: | | que no hay mujer que no guste | | de oírse llamar hermosa. | 115 | Liberal desta moneda | | te muestra; no tengas queda | | la lengua en sus alabanzas, | | verás volver las mudanzas | | de la varïable rueda. | 120 |
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(Entran
CLEMENCIA y
BENITA, zagalas, con sus cantarillas, como que van a la
fuente.)
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BENITA | ¿Por qué te vuelves, Clemencia? | |
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CLEMENCIA | ¿Por qué me vuelvo, Benita? | | Por no verme en la presencia | | de quien la salud me quita | | y me da mortal dolencia; | 125 | por no ver a un insolente | | que tiene bien diferente | | de la condición el nombre. | |
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BENITA | Apostaré que es el hombre | | por quien lo dices Clemente. | 130 |
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CLEMENTE | ¿Soy basilisco, pastora, | | o soy alguna fantasma | | que se aparece a deshora, | | con que el sentido se pasma | | y el ánimo se empeora? | 135 |
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CLEMENCIA | No eres sino un parlero, | | adulador, lisonjero | | y, sin porqué, jatancioso, | | en verdades mentiroso | | y en mentiras verdadero. | 140 | ¿Cuándo te he dado yo prenda | | que de mi amor te asegure | | tanto, que claro se entienda | | que, aunque el amor me procure, | | no hayas temor que te ofenda? | 145 | Esto dijiste a Jacinta, | | y le mostraste una cinta | | encarnada que te di, | | y en tu rostro se ve aquí | | aquesta verdad distinta. | 150 |
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CLEMENTE | Clemencia, si yo he dicho cosa alguna | | que no vaya a servirte encaminada, | | venga de la más próspera fortuna | | a la más abatida y desastrada; | | |
-fol. 197r-
| si siempre sobre el cerco de la luna | 155 | no has sido por mi lengua levantada, | | cuando quiera decirte mi querella, | | mudo silencio el cielo infunda en ella; | | si mostré tal, la fe en que yo pensaba, | | por la ley amorosa, de salvarme, | 160 | cuando a la vida el término se acaba, | | por ella entonces venga a condenarme; | | si dije tal, jamás halle en su aljaba | | flechas de plomo Amor con que tirarme, | | si no es a ti, y a mí con las doradas, | 165 | a helarte y abrasarme encaminadas. | |
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PEDRO | Clemencia, tu padre viene, | | y con la vara de alcalde. | |
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CLEMENCIA | No la ha alcanzado de balde; | | que su salmorejo tiene. | 170 | Hermano Clemente, adiós. | |
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CLEMENCIA | Bien. | | Benita, si quieres, ven. | |
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BENITA | Sí, pues venimos las dos. | |
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(Éntrase
BENITA y
CLEMENCIA.)
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PEDRO | Vete en buen hora, Clemente, | 175 | y quédese el cargo a mí | | de lo que he de hacer por ti. | |
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(Salen
MARTÍN CRESPO, alcalde, padre de
CLEMENCIA, y
SANCHO MACHO y
DIEGO TARUGO, regidores.)
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TARUGO | Plácenos, Martín Crespo, del
suceso. | | Desechéisla por otra de brocado, | 180 | sin que jamás un voto os salga avieso. | |
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ALCALDE | Diego Tarugo, lo que me ha costado | | aquesta vara, sólo Dios lo sabe, | | y mi vino, y capones, y ganado. | | El que no te conoce, ése te alabe, | 185 | deseo de mandar. |
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SANCHO | Yo aqueso digo, | | que sé que en él todo cuidado cabe. | | Véala yo en poder de mi enemigo, | | vara que es por presentes adquirida. | |
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ALCALDE | Pues ahora la tiene un vuestro amigo. | 190 |
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SANCHO | De vos, Crespo, será tan bien regida, | | que no la doble dádiva ni ruego. | |
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ALCALDE | No, ¡juro a mí!, mientras tuviere vida. | | |
-fol. 197v-
| Cuando mujer me informe, estaré ciego; | | al ruego del hidalgo, sordo y mudo; | 195 | que a la severidad todo me entrego. | |
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TARUGO | Ya veo en vuestro tiempo, y no lo dudo, | | sentencias de Salmón, el rey discreto, | | que el niño dividió con hierro agudo. | |
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ALCALDE | Al menos, de mi parte yo prometo | 200 | de arrimarme a la ley en cuanto pueda | | sin alterar un mínimo decreto. | |
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SANCHO | Como yo lo deseo, así suceda; | | y adiós. |
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ALCALDE | Fortuna os tenga, Sancho Macho, | | en la empinada cumbre de su rueda. | 205 |
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TARUGO | Sin que el temor o amor os ponga empacho, | | juzgad, Crespo, terrible y brevemente: | | que la tardanza en toda cosa tacho; | | y a Dios quedad. |
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ALCALDE | En fin, sois buen pariente. | |
(Éntranse
SANCHO MACHO y
DIEGO TARUGO.)
| Pedro, que escuchando estás, | 210 | ¿cómo de mi buen suceso | | el parabién no me das? | | Ya soy alcalde, y confieso | | que lo seré por demás, | | si tú no me das favor | 215 | y muestras algún primor | | con que juzgue rectamente; | | que te tengo por prudente, | | más que a un cura y a un doctor. | |
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PEDRO | Es aqueso tan verdad, | 220 | cual lo dirá la esperiencia, | | porque con facilidad | | luego os mostraré una ciencia | | que os dé nombre y calidad. | | Llegaráos Licurgo apenas, | 225 | y la celebrada Atenas | | callará sus doctas leyes; | | envidiaros han los reyes | | y las escuelas más buenas. | | Yo os meteré en la capilla | 230 | dos docenas de sentencias | | que al mundo den maravilla, | | todas con sus diferencias, | | civiles, o de rencilla; | | y la que primero a mano | 235 | os viniere, está bien llano | | que no ha de haber más que ver. | |
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ALCALDE | Desde hoy más, Pedro, has de ser | | no mi mozo, mas mi hermano. | | Ven, y mostrarásme el modo | 240 | cómo yo ponga en efeto | | lo que has dicho, en parte o en todo. | |
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PEDRO | Pues más cosas te prometo. | |
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(Éntranse el
ALCALDE y
PEDRO.)
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(Salen otra vez
SANCHO MACHO y
TARUGO.)
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SANCHO | Mirad, Tarugo: bien siento | 245 | que, aunque el parabién le distes | | |
-fol. 198r-
| a Crespo de su contento, | | otro paramal tuvistes | | guardado en el pensamiento; | | porque, en efeto, es mancilla | 250 | que se rija aquesta villa | | por la persona más necia | | que hay desde Flandes a Grecia | | y desde Egipto a Castilla. | |
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TARUGO | Hoy mostrará la experiencia, | 255 | buen regidor Sancho Macho, | | adónde llega la ciencia | | de Crespo, a quien yo no tacho | | hasta la primera audiencia; | | y, pues agora ha de ser, | 260 | soy, Macho, de parecer | | que le oigamos. |
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SANCHO | Sea así; | | aunque tengo para mí | | que un simple en él se ha de ver. | |
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(Entran
LAGARTIJA y
HORNACHUELOS, labradores.)
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HORNACHUELOS | ¿De quién, señores, sabremos | 265 | si el alcalde en casa está? | |
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TARUGO | Aquí los dos le atendemos. | |
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LAGARTIJA | Señal es que aquí saldrá. | |
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SANCHO | Tan cierta, que ya le vemos. | |
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(Salen el
ALCALDE y
REDONDO, escribano, y
PEDRO.)
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ALCALDE | ¡Oh valientes regidores! | 270 |
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REDONDO | Siéntense vuesas mercedes. | |
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TARUGO | En cortés, exceder puedes | | a los corteses mayores. | |
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ALCALDE | Siéntese aquí el escribano, | 275 | y a mi izquierda y diestra mano | | los regidores estén; | | y tú, Pedro, estarás bien | | a mis espaldas. |
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PEDRO | Es llano. | | Aquí, en tu capilla, están | 280 | las sentencias suficientes | | a cuantos pleitos vendrán, | | aunque nunca pares mientes | | a la relación que harán; | | y si alguna no estuviere, | 285 | a tu asesor te refiere, | | que yo lo seré de modo | | que te saque bien de todo, | | y sea lo que se fuere. | |
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REDONDO | Pues digan: que aquí está el señor
alcalde, | | que les hará justicia rectamente. | |
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ALCALDE | Perdónemelo Dios lo que ahora digo, | | y no me sea tomado por soberbia: | | tan tiestamenta pienso hacer justicia, | 295 | como si fuese un sonador romano. | |
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ALCALDE | Allá va todo. | | Digan su pleito apriesa y brevemente: | | que apenas me le habrán dicho, en mi ánima, | | cuando les dé sentencia rota y justa. | 300 |
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HORNACHUELOS | Prestóme Lagartija tres reales, | | |
-fol. 198v-
| volvíle dos, la deuda queda en uno, | | y él dice que le debo cuatro justos. | | Éste es el pleito: brevedad, y dije. | 305 | ¿Es aquesto verdad, buen Lagartija? | |
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LAGARTIJA | Verdad; pero yo hallo por mi cuenta, | | o que yo soy un asno, o que Hornachuelos | | me queda a deber cuatro. |
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LAGARTIJA | No hay más en nuestro pleito, y me rezumo | 310 | en lo que sentenciare el señor Crespo. | |
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REDONDO | Rezumo por
resumo, allá va todo. | |
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ALCALDE | ¿Qué decís vos a esto, Hornachuelos? | |
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HORNACHUELOS | No hay qué decir; yo en todo me arremeto | | al señor Martín Crespo. |
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REDONDO | Me
remito, | 315 | ¡pese a mi abuelo! |
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ALCALDE | Dejadle que arremeta; | | ¿qué se os da a vos, Redondo? |
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ALCALDE | Pedro, sácame, amigo, una sentencia | | desa capilla: la que está más cerca. | |
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REDONDO | ¿Antes de ver el pleito, hay ya sentencia? | 320 |
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ALCALDE | Ahí se podrá ver quién es Callejas. | |
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PEDRO | Léase esta sentencia, y punto en boca. | |
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REDONDO | «En el pleito que tratan .N. y .F.» | |
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PEDRO | Zutano con Fulano significan | | la .N. con la .F. entre dos puntos. | 325 |
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REDONDO | Así es verdad. Y digo que «en el pleito | | que trata este Fulano con Zutano, | | que debo condenar, fallo y condeno | | al dicho puerco de Zutano a muerte, | | porque fue matador de la criatura | 330 | del ya dicho Fulano...» Yo no atino | | qué disparate es éste deste puerco | | y de tantos Fulanos y Zutanos, | | ni sé cómo es posible que esto cuadre | | ni esquine con el pleito destos hombres. | 335 |
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ALCALDE | Redondo está en lo cierto, Pedro amigo, | | mete la mano y saca otra sentencia; | | podría ser que fuese de provecho. | |
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PEDRO | Yo, que soy asesor vuestro, me atrevo | | de dar sentencia luego cual convenga. | 340 |
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LAGARTIJA | Por mí, mas que la dé un jumento nuevo. | |
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SANCHO | Digo que el asesor es estremado. | |
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-fol. 199r-
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ALCALDE | Pedro, vaya, | | que en tu magín mi honra deposito. | |
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PEDRO | Deposite primero Hornachuelos, | 345 | para mí, el asesor, doce reales. | |
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HORNACHUELOS | Pues sola la mitad importa el pleito. | |
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PEDRO | Así es verdad: que Lagartija, el bueno, | | tres reales de a dos os dio prestados, | | y déstos le volvistes dos sencillos; | 350 | y por aquesta cuenta debéis cuatro, | | y no, cual decís vos, no más de uno. | |
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LAGARTIJA | Ello es ansí, sin que le falte cosa. | |
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HORNACHUELOS | No lo puedo negar; vencido quedo, | | y pagaré los doce con los cuatro. | 355 |
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REDONDO | Ensúciome en Catón y en Justiniano, | | ¡oh Pedro de Urde, montañés famoso!, | | que así lo muestra el nombre y el ingenio. | |
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HORNACHUELO | Yo voy por el dinero, y voy corrido. | |
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LAGARTIJA | Yo me contento con haber vencido. | 360 |
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(Éntranse
LAGARTIJA y
HORNACHUELOS.)
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(Salen
CLEMENTE y
CLEMENCIA, como pastor y pastora, embozados.)
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CLEMENTE | Permítase que hablemos embozados | | ante tan justiciero ayuntamiento. | |
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ALCALDE | Mas que habléis en un costal atados; | | porque a oír, y no a ver, aquí me siento. | |
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CLEMENTE | Los siglos que renombre de dorados | 365 | les dio la antigüedad con justo intento, | | ya se ven en los nuestros, pues que vemos | | en ellos de justicia los estremos. | | Vemos un Crespo alcalde... |
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ALCALDE | Dios os guarde. | | Dejad aquesas lonjas a una parte... | 370 |
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ALCALDE | Y, porque es tarde, | | de vuestro intento en breve nos dad parte. | |
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CLEMENTE | Con verdadera lengua, cierto alarde | | hace de lo que quiero parte a parte. | |
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ALCALDE | Decid: que ni soy sordo, ni lo he sido. | 375 |
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CLEMENTE | Desde mis tiernos años, | | |
-fol. 199v-
| de mi fatal estrella conducido, | | sin las nubes de engaños, | | el sol que en este velo está escondido | | miré para adoralle, | 380 | porque esto hizo el que llegó a miralle. | | Sus rayos se imprimieron | | en lo mejor del alma, de tal modo, | | que en sí la convirtieron: | | todo soy fuego, yo soy fuego todo, | 385 | y, con todo, me yelo, | | si el sol me falta que me eclipsa un velo. | | Grata correspondencia | | tuvo mi justo y mi cabal deseo: | | que Amor me dio licencia | 390 | a hacer de mi alma rico empleo: | | en fin, esta pastora, | | así como la adoro, ella me adora. | | A hurto de su padre, | | que es de su libertad duro tirano, | 395 | que ella no tiene madre, | | de esposa me entregó la fe y la mano; | | y agora, temerosa | | del padre, no confiesa ser mi esposa. | | Teme que el padre, rico, | 400 | se afrente de mi humilde medianía, | | porque hace el pellico | | al monje en esta edad de tiranía. | | Él me sobra en riqueza; | | pero no en la que da naturaleza. | 405 | Como él, yo soy tan bueno; | | tan rico, no, y a su riqueza igualo | | con estar siempre ajeno | | de todo vicio perezoso y malo; | | y, entre buenos, es fuero | 410 | que valga la virtud más que el dinero. | | Pido que ante ti vuelva | | a confirmar el sí de ser mi esposa, | | y en serlo se resuelva, | | sin estar de su padre temerosa, | 415 | pues que no aparta el hombre | | |
-fol. 200r-
| a los que Dios juntó en su gracia y nombre. | |
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ALCALDE | ¿Qué respondéis a esto, | | sol que entre nubes se cubrió a deshora? | |
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CLEMENTE | Su proceder honesto | 420 | la tendrá muda, por mi mal, agora; | | pero señales puede | | hacer con que su intento claro quede. | |
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ALCALDE | ¿Sois su esposa, doncella? | |
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PEDRO | La cabeza bajó: señal bien clara | 425 | que no lo niega ella. | |
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SANCHO | Pues, ¿en qué, Martín Crespo, se repara? | |
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ALCALDE | En que de mi capilla | | se saque la sentencia, y en oílla. | | Pedro, sácala al punto. | 430 |
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PEDRO | Yo sé que ésta saldrá pintiparada, | | porque, a lo que barrunto, | | siempre fue la verdad acreditada, | | por atajo o rodeo; | | y esta sentencia lo dirá que leo. | 435 | (Saca un papel de la capilla, y léele
PEDRO.) | «Yo, Martín Crespo, alcalde, determino | | que sea la pollina del pollino». | |
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REDONDO | Vaso de suertes es vuestra capilla, | | y ésta que ha sido agora pronunciada, | | aunque es para entre bestias, maravilla, | 440 | y aun da muestras de ser cosa pensada. | |
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CLEMENTE | El alma en Dios, y en tierra la rodilla, | | la vuestra besaré, como a estremada | | coluna que sustenta el edificio | | donde moran las ciencias y el jüicio. | 445 |
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ALCALDE | Puesto que redundará esta sentencia, | | hijo, en haberos dado el alma mía, | | porque no es otra cosa mi Clemencia, | | me fuera de gran gusto y alegría. | | Y alégrenos agora la presencia | 450 | vuestra, que está en razón y en cortesía,
| | pues ya lo desleído y sentenciado | | será, sin duda alguna, ejecutado. | |
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-fol. 200v-
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CLEMENCIA | Pues, con ese seguro, padre mío, | | el velo quito y a tus pies me postro. | 455 | Mal haces en usar deste desvío, | | pues soy tu hija, y no espantable monstro. | | Tú has dado la sentencia a tu albedrío, | | y, si es injusta, es bien que te dé en rostro; | | pero, si justa es, haz que se apruebe, | 460 | con que a debida ejecución se lleve. | |
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ALCALDE | Lo que escribí, escribí; bien dices,
hija: | | y así, a Clemente admito por mi hijo, | | y el mundo deste proceder colija | | que más por ley que por pasión me rijo. | 465 |
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SANCHO | No hay alma aquí que no se regocija | | de vuestro no pensado regocijo. | |
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TARUGO | Ni lengua que a Martín Crespo no alabe | | por hombre ingeniosísimo y que sabe. | |
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PEDRO | Nuestro amo, habéis de saber | 470 | que es merced particular | | la que el cielo quiere hacer | | cuando se dispone a dar | | al hombre buena mujer; | | y corre el mismo partido | 475 | ella, si le da marido | | que sea en todo varón, | | afable de condición, | | más que arrojado, sufrido. | | De Clemencia y de Clemente | 480 | se hará una junta dichosa, | | que os alegre y os contente, | | y quien lleve vuestra honrosa | | estirpe de gente en gente, | | y esta noche de San Juan | 485 | las bodas celebrarán | | con el suyo y vuestro gusto. | |
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ALCALDE | Señales de hombre muy justo | | todas tus cosas me dan; | | pero la boda otro día | 490 | se hará: que es noche ocupada | | de general alegría | | aquésta. |
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CLEMENTE | No importa nada, | | siendo ya Clemencia mía: | | que el gusto del corazón | 495 | consiste en la posesión | | mucho más que en la esperanza. | |
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PEDRO | ¡Oh, cuántas cosas alcanza | | la industria y sagacidad! | |
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ALCALDE | Vamos, que hay mucho que hacer | 500 | esta noche. |
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CLEMENTE | Ni qué esperar ni temer | | me queda, pues por señora | | y esposa te vengo a ver. | |
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TARUGO | ¡Bien escogistes, Clemencia! | 505 |
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CLEMENCIA | Al que ordenó la sentencia | | las gracias se den, y al cielo. | |
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PEDRO | De que he encargado, recelo, | | algún tanto mi conciencia. | |
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(Éntranse todos, y, al entrarse, sale
PASCUAL y tira del sayo a
PEDRO, y quédanse los dos en el teatro, y tras
PASCUAL entra un
SACRISTÁN.)
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-fol. 201r-
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PEDRO | ¿Qué hay, Pascual? | 510 | No pienses que me descuido | | del remedio de tu mal; | | antes, en él tanto cuido, | | que casi no pienso en al. | | Esta noche de San Juan | 515 | ya tú sabes cómo están | | del lugar las mozas todas | | esperando de sus bodas | | las señales que les dan. | | Benita, el cabello al viento, | 520 | y el pie en una bacía | | llena de agua, y oído atento, | | ha de esperar hasta el día | | señal de su casamiento; | | sé tú primero en nombrarte | 525 | en su calle, de tal arte, | | que claro entienda tu nombre. | |
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PASCUAL | Por excelencia, el renombre | | de industrioso pueden darte. | | Yo lo haré así: queda en paz; | 530 | mas, después de aquesto hecho, | | tú lo que faltare haz, | | ansí no abrasa tu pecho | | el fuego de aquel rapaz. | |
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[PEDRO] | Así será; ve con Dios. | 535 |
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(Vase
PASCUAL.)
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SACRISTÁN | Por ligero que seáis vos, | | yo os saldré por el atajo, | | y buscaré sin trabajo | | la industria de ambos a dos. | |
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(Éntrase el
SACRISTÁN. Sale
MALDONADO, conde de gitanos; y adviértase que
todos los que hicieren figura de gitanos, han de hablar ceceoso.)
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MALDONADO | Pedro, ceñor, Dioz te guarde. | 540 | ¿Qué te haz hecho, que he venido | | a buzcarte aquezta tarde, | | por ver ci eztás ya atrevido, | | o todavía cobarde? | | Quiero decir, ci te agrada | 545 | el cer nueztra camarada, | | nueztro amigo y compañero, | | como me haz dicho. |
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MALDONADO | Mira, Pedro: nueztra vida | 550 | ez zuelta, libre, curioza, | | ancha, holgazana, estendida, | | a quien nunca falta coza | | que el deceo buzque y pida. | | Danoz el herbozo zuelo | 555 | lechoz; círvenoz el cielo | | de pabellón dondequiera; | | ni noz quema el zol, ni altera | | el fiero rigor del yelo. | | El máz cerrado vergel | 560 | laz primiciaz noz ofrece | | de cuanto bueno haya en él; | | y apenaz ce vee o parece | | la albilla o la mozcatel, | | que no eztá luego en la mano | 565 | del atrevido gitano, | | zahorí del fruto ajeno, | | de induztria y ánimo lleno, | | ágil, prezto, zuelto y zano. | | Gozamoz nuestroz amorez | 570 | librez del dezazociego | | que dan loz competidorez, | | calentándonoz zu fuego | | cin celoz y cin temorez. | | Y agora eztá una mochacha | 575 | que con nadie no ce empacha | | en nueztro rancho, tan bella, | | que no halla en qué ponella | | la envidia ni aun una tacha. | | |
-fol. 201v-
| Una gitana, hurtada, | 580 | la trujo; pero ella es tal, | | que, por hermoza y honrada, | | muestra que es de principal | | y rica gente engendrada. | | Ezta, Pedro, cerá tuya, | 585 | aunque máz el yugo huya, | | que rinde la libertad, | | cuando de nueztra amiztad | | lo acordado ce concluya. | |
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PEDRO | Porque veas, Maldonado, | 590 | lo que me mueve el intento | | a querer mudar de estado, | | quiero que me estés atento | | un rato. |
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PEDRO | Por lo que te he de contar, | 595 | vendrás en limpio a sacar | | si para gitano soy. | |
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MALDONADO | Atento eztaré y eztoy; | | bien puedez ya comenzar. | |
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PEDRO | Yo soy hijo de la piedra, | 600 | que padre no conocí: | | desdicha de las mayores | | que a un hombre pueden venir. | | No sé dónde me criaron; | | pero sé decir que fui | 605 | destos niños de dotrina | | sarnosos que hay por ahí. | | Allí, con dieta y azotes, | | que siempre sobran allí, | | aprendí las oraciones, | 610 | y a tener hambre aprendí; | | aunque también con aquesto | | supe leer y escribir, | | y supe hurtar la limosna, | | y desculparme y mentir. | 615 | No me contentó esta vida | | cuando algo grande me vi, | | y en un navío de flota | | con todo mi cuerpo di, | | donde serví de grumete, | 620 | y a las Indias fui y volví, | | vestido de pez y anjeo, | | y sin un maravedí. | | Temí con los huracanes, | | y con las calmas temí, | 625 | y espantóme la Bermuda | | cuando su costa corrí. | | Dejé el comer del bizcocho | | con dos dedos de hollín, | | y el beber vino del diablo | 630 | antes que de San Martín. | | Pisé otra vez las riberas | | del rico Guadalquivir, | | y entreguéme a sus crecientes, | | y a Sevilla me volví, | 635 | donde al rateruelo oficio | | me acomodé bajo y vil | | de mozo de la esportilla, | | que el tiempo lo pidió ansí; | | en el cual, sin ser yo cura, | 640 | muy muchos diezmos cogí, | | haciendo salva a mil cosas | | que me condenan aquí. | | En fin: por cierta desgracia, | | el oficio tuvo fin, | 645 | y comenzó el peligroso | | que suelen llamar mandil. | | En él supe de la hampa | | la vida larga y cerril, | | formar pendencias del viento, | 650 | y con el soplo herir. | | Mi amo, que era tan bravo | | como ligero pasquín, | | dio asalto a una faldriquera | | a lo callado y sotil; | 655 | con las manos en la masa | | le cogió un cierto alguacil, | | y él quiso ser en un potro | | confesor y no martir; | | |
-fol. 202r-
| mártir, digo, Maldonado. | 660 |
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MALDONADO | En eso, ¿qué me va a mí? | | Pronunciad como os dé gusto, | | pues que no habláis latín. | |
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PEDRO | Palme[ó]le las espaldas | | contra su gusto el bochín, | 665 | de lo cual quedó mohíno, | | según que dijo un malsín. | | A las casas movedizas | | le llevaron, y yo vi | | arañarse la Escalanta | 670 | y llorar la Becerril. | | Yo, viéndome sin el fieltro | | de mi andaluz paladín, | | de mandil a mochilero | | un salto forzoso di. | 675 | Deparóme la fortuna | | un soldado espadachín | | de los que van hasta el puerto, | | y se vuelven desde allí. | | Las boletas rescatadas, | 680 | las gallinas que cogí, | | si no las perdona el cielo, | | ¡desventurado de mí! | | Diome en rostro aquella vida, | | porque della conocí | 685 | que el soldado churrullero | | tiene en las gurapas fin, | | y a gentilhombre de playa | | en un punto me acogí, | | vida de mil sobresaltos | 690 | y de contentos cien mil. | | Mas, por temor de irme a Argel, | | presto a Córdoba me fui, | | adonde vendí aguardiente, | | y naranjada vendí. | 695 | Allí el salario de un mes | | en un día me bebí, | | porque, si hay agua que sepa, | | la ardiente es doctor sotil. | | Arrojárame mi amo | 700 | con un trabuco de sí, | | y en casa de un asturiano | | por mi desventura di. | | Hacía suplicaciones, | | suplicaciones vendí, | 705 | y en un día diez canastas | | todas las jugué y perdí. | | Fuime, y topé con un ciego, | | a quien diez meses serví, | | que, a ser años, yo supiera | 710 | lo que no supo Merlín. | | Aprendí la jerigonza, | | y a ser vistoso aprendí, | | y a componer oraciones | | en verso airoso y gentil. | 715 | Murióseme mi buen ciego, | | dejóme cual Juan Paulín, | | sin blanca, pero discreto, | | de ingenio claro y sotil. | | Luego fui mozo de mulas, | 720 | y aun de un fullero lo fui, | | que con la boca de lobo | | se tragara a San Quintín; | | gran jugador de las cuatro, | | y con la sola le vi | 725 | dar tan mortales heridas, | | que no se pueden decir. | | Berrugeta y ballestilla, | | el raspadillo y hollín | | jugaba por excelencia, | 730 | y el Mase Juan hi de ruin. | | Gran saje del espejuelo, | | y del retén tan sotil, | | que no se le viera un lince | | con los antojos del Cid. | 735 | Cayóse la casa un día, | | vínole su San Martín, | | pusiéro[n]le un sobreescrito | | encima de la nariz. | | |
-fol. 202v-
| Dejéle, y víneme al campo, | 740 | y sirvo, cual ves, aquí, | | a Martín Crespo, el alcalde, | | que me quiere más que a sí. | | Es Pedro de Urde mi nombre: | | mas un cierto Malgesí, | 745 | mirándome un día las rayas | | de la mano, dijo así: | | «Añadidle Pedro al
Urde | | un
malas; pero advertid, | | hijo, que habéis de ser rey, | 750 | fraile y papa, y matachín. | | Y avendráos por un gitano | | un caso que sé decir | | que le escucharán los reyes | | y gustarán de le oír. | 755 | Pasaréis por mil oficios | | trabajosos; pero al fin | | tendréis uno do seáis | | todo cuanto he dicho aquí». | | Y, aunque yo no le doy crédito, | 760 | todavía veo en mí | | un no sé qué que me inclina | | a ser todo lo que oí; | | pues, como deste pronóstico | | el indicio veo en ti, | 765 | digo que he de ser gitano, | | y que lo soy desde aquí. | |
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MALDONADO | ¡Oh Pedro de Urdemalaz generozo, | | coluna y cer del gitanezco templo! | | Ven, y daraz principio al alto intento | 770 | que te incita, te mueve, impele y lleva | | a ponerte en la lizta gitanezca; | | ven a adulcir el agrio y tierno pecho | | de la hurtada mochacha que te he dicho, | | por quien zeráz dichoso zobremodo. | 775 |
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PEDRO | Vamos, que yo no pongo duda en eso, | | y espero deste asumpto un gran suceso. | |
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(Éntranse.)
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(Pónese
BENITA a la ventana en cabello.)
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BENITA | Tus alas, ¡oh noche!, estiende | | sobre cuantos te requiebran, | | y a su gusto justo atiende, | 780 | pues dicen que te celebran | | hasta los moros de aliende. | | Yo, por conseguir mi intento, | | los cabellos doy al viento, | | y el pie izquierdo a una bacía | 785 | llena de agua clara y fría, | | y el oído al aire atento. | | Eres noche tan sagrada, | | que hasta la voz que en ti suena | | dicen que viene preñada | 790 | de alguna ventura buena | | a quien la escucha guardada. | | Haz que a mis oídos toque | | alguna que me provoque | | a esperar suerte dichosa. | 795 |
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(Entra el
SACRISTÁN.)
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-fol. 203r-
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SACRISTÁN | Prenderá a la dama hermosa, | | sin alguna duda, el Roque. | | Roque ha de ser el que prenda | | en este juego a la dama, | | puesto que ella se defienda; | 800 | que su ventura le llama | | a gozar tan rica prenda. | |
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BENITA | Roque dicen, Roque oí. | | Pues no hay otro Roque aquí | | que el necio del sacristán. | 805 | Veamos si nombrarán | | Roque otra vez. |
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SACRISTÁN | Será así, | | porque es el Roque tal pieza, | | que no hay dama que se esquive | | de entregalle su belleza; | 810 | y, aunque en estrecheza vive, | | es muy rico en su estrecheza. | |
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BENITA | ¡Ce!, gentilhombre, tomad | | este listón y mostrad | | quién sois mañana con él. | 815 |
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SACRISTÁN | Seréos en todo fiel, | | estremo de la beldad; | |
(Estándole dando un listón
BENITA al
SACRISTÁN, entra
PASCUAL, y ásele del cuello y quítale la
cinta.)
| que cualquiera que seáis | | de las dos que en esta casa | | vivís, sé os aventajáis | 820 | a Venus. |
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PASCUAL | ¿Que aquesto pasa? | | ¿Que esta cuenta de vos dais? | | Benita, ¿que a un sacristán, | | vuestros despojos se dan? | | Grave fuera aquesta culpa, | 825 | si no tuviera disculpa | | en ser noche de San Juan. | | Vos, bachiller graduado | | en letras de canto llano, | | ¿de quién fuistes avisado | 830 | para ganar por la mano | | el juego mal comenzado? | | ¿Así a maitines se toca | | con vuestra vergüenza poca? | | ¿Así os hacen olvidar | 835 | del cantar y repicar | | los picones de una loca? | |
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(Entra
PEDRO.)
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PEDRO | ¿Qué es esto, Pascual amigo? | |
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PASCUAL | El sacristán y Benita | | han querido sea testigo | 840 | de que ella es mujer bendita | | y él de embustes enemigo; | | mas, porque no se alborote | | y vea que al estricote | | le trae su honra su intento, | 845 | por testigos le presento | | esta cinta y este zote. | |
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|
SACRISTÁN | Por las santas vinajeras, | | a quien dejo cada día | | agostadas y ligeras, | 850 | que no fue la intención mía | | de burlarme con las veras. | | Hoy a los dos os oí | | lo que había de hacer allí | | Benita, en cabello puesta, | 855 | y, por gozar de la fiesta, | | vine, señores, aquí. | | Nombréme, y ella acudió | | al reclamo, como quien, | | del primer nombre que oyó, | 860 | de su gusto y de su bien | | indicio claro tomó; | | que la vana hechicería | | que la noche antes del día | | de San Juan usan doncellas, | 865 | hace que se muestren ellas | | |
-fol. 203v-
| de liviana fantasía. | |
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PASCUAL | ¿Para qué te dio esta cinta? | |
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SACRISTÁN | Para que me la pusiese, | | y conocer por su pinta | 870 | quién yo era, cuando fuese | | ya la luz clara y distinta. | |
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BENITA | ¿Para qué a tantas preguntas | | te alargas, Pascual? ¿Barruntas | | mal de mí? Mas no lo dudo, | 875 | porque, en mi daño, de agudo | | siempre he visto que despuntas. | |
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PASCUAL | Así con esa verdad | | se te arranque el alma, ingrata, | | sospechosa en la amistad, | 880 | que con más llaneza trata | | que vio la sinceridad. | | Los álamos de aquel río, | | que con el cuchillo mío | | tienen grabado tu nombre, | 885 | te dirán si yo soy hombre | | de buen proceder vacío. | |
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PEDRO | Yo soy testigo, Benita, | | que no hay haya en aquel prado | | donde no te vea escrita, | 890 | y tu nombre coronado | | que tu fama solicita. | |
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PASCUAL | ¿Y en qué junta de pastores | | me has visto que los loores | | de Benita no alce al cielo, | 895 | descubriendo mi buen celo | | y encubriendo mis amores? | | ¿Qué almendro, guindo o manzano | | has visto tú que se viese | | en dar su fruto temprano | 900 | que por la mía no fuese | | traído a tu bella mano | | antes que las mismas aves | | le tocasen? Y aun tú sabes | | que otras cosas por ti he hecho | 905 | de tu honra y tu provecho, | | dignas de que las alabes. | | Y en los árboles que ahora | | vendrán a enramar tu puerta, | | verás, crüel matadora, | 910 | cómo en ellos se vee cierta | | la gran fe que en mi alma mora. | | Aquí verás la verbena, | | de raras virtudes llena, | | y el rosal, que alegra al alma, | 915 | y la vitoriosa palma, | | en todos sucesos buena. | | Verás del álamo erguido | | pender la delgada oblea, | | y del valle aquí traído, | 920 | para que en tu puerta sea | | sombra al sol, gusto al sentido. | |
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BENITA | No hayas miedo me provoque | | tu arenga a que yo te toque | | la mano, encuentro amoroso, | 925 | porque no ha de ser mi esposo | | quien no se llamare Roque. | |
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PEDRO | Tú tienes mucha razón; | | pero el remedio está llano | | con toda satisfación, 930 | 930 | porque nos le da en la mano | | la santa Confirmación. | | Puede Pascual confirmarse, | | y puede el nombre mudarse | | de Pascual en Roque, y luego, | 935 | con su gusto y tu sosiego, | | puede contigo casarse. | |
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SACRISTÁN | ¡Gracias a Dios que me veo | | libre de tan grande aprieto! | 940 |
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PEDRO | Que has hecho un gallardo empleo, | | Benita, yo te prometo, | | porque aquel refrán que pasa | | por gente de buena masa, | | que es discreto determino: | 945 | «Al hijo de tu vecino, | | |
-fol. 204r-
| límpiale y métele en casa». | |
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BENITA | Ponte ese listón, Pascual, | | y en parte do yo le vea. | |
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PASCUAL | Pienso hacer dél el caudal | 950 | que hace de su librea | | Iris, arco celestial. | | Espérate, que ya suena | | la música que se ordena | | para el traer de los ramos. | 955 |
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PEDRO | Con gusto aquí la esperamos. | |
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BENITA | Ella venga en hora buena. | |
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(Suena dentro todo género de música
y su gaita zamorana. Salen todos los que pudieren con ramos, principalmente
CLEMENTE, y los
MÚSICOS entran cantando esto:)
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[MÚSICOS] |
Niña, la que esperas | |
en reja o balcón, | |
advierte que viene | 960 |
tu polido amor. | | Noche de San Juan, | | el gran Precursor, | | que tuvo la mano | | más que de reloj, | 965 | pues su dedo santo | | tan bien señaló, | | que nos mostró el día | | que no anocheció; | | muéstratenos clara, | 970 | sea en ti el albor | | tal, que perlas llueva | | sobre cada flor; | | y en tanto que esperas | | a que salga el sol, | 975 | di[r]ás a mi niña | | en suave son: | |
Niña, la que esperas, &c. | | Dirás a Benita | | que Pascual, pastor, | 980 | guarda los cuidados | | de tu corazón; | | y que de Clemencia | | el que es ya señor, | | es su humilde esclavo, | 985 | con justa razón; | | y a la que desmaya | | en su pretensión, | | tenla de tu mano, | | no la olvides, non, | 990 | y dile callando, | | o en erguida voz, | | de modo que oiga | | la imaginación: | |
Niña, la que esperas | 995 |
en reja o balcón, | |
advierte que viene | |
tu polido amor. | |
|
|
CLEMENTE | Ello está muy bien cantado. | | ¡Ea!, enrámese este umbral | 1000 | por el uno y otro lado. | | ¿Qué haces aquí, Pascual, | | de los dos acompañado? | | Ayúdanos, y a Benita | | con servicios solicita, | 1005 | enramándole la puerta: | | que a la voluntad ya muerta | | el servirla resucita. | | Ese laurel pon aquí, | | ese sauce a esotra parte, | 1010 | ese álamo blanco allí, | | y entre todos tenga parte | | el jazmín y el alhelí. | | Haga el suelo de esmeraldas | | la juncia, y la flor de gualdas | 1015 | le vuelva en ricos topacios, | | y llénense estos espacios | | de flores para guirnaldas. | |
|
|
-fol. 204v-
|
BENITA | Vaya otra vez la música, señores, | | que la escucha Clemencia; y tú, mi Roque, | 1020 | (Quítase de la ventana.) | haz que suene otra vez. |
|
|
PASCUAL | A mí me place, | | confirmadora dulce hermosa mía. | | Vuélvanse a repicar esas sonajas, | | háganse rajas las guitarras, vaya | | otra vez el floreo, y solenícese | 1025 | esta mañana en todo el mundo célebre, | | pues que lo quiere así la gloria mía. | |
|
|
CLEMENTE | Cántese, y vamos, que se viene el día. | |
A la puerta puestos | |
de mis amores, | 1030 |
espinas y zarzas | |
se vuelven flores. | | El fresno escabroso | | y robusta encina, | | puestos a la puerta | 1035 | do vive mi vida, | | verán que se vuelven, | | si acaso los mira, | | en matas sabeas | | de sacros olores, | 1040 |
y espinas y zarzas | |
se vuelven flores; | | do pone la vista | | o la tierna planta, | | la yerba marchita | 1045 | verde se levanta; | | los campos alegra, | | regocija al alma, | | enamora a siervos, | | rinde a señores, | 1050 |
y espinas y zarzas | |
se vuelven flores. | |
|
|
|
(Éntranse cantando.)
|
|
(Salen
INÉS y
BELICA, gitanas, que las podrán hacer las que han
hecho
BENITA y
CLEMENCIA.)
|
INÉS | Mucha fantasía es ésa; | | Belilla, no sé qué diga: | | o tú te sueñas condesa, | 1055 | o que eres del rey amiga. | |
|
|
BELICA | De que sea sueño me pesa. | | Inés, no me des pasión | | con tanta reprehensión; | | déjame seguir mi estrella. | 1060 |
|
|
INÉS | Confiada en que eres bella, | | |
-fol. 205r-
| tienes tanta presunción. | | Pues mira que la hermosura | | que no tiene calidad, | | raras veces aventura. | 1065 |
|
|
BELICA | Confírmase esa verdad | | muy bien con mi desventura. | | ¡Oh cruda suerte inhumana! | | ¿Por qué a una pobre gitana | | diste ricos pensamientos? | 1070 |
|
|
INÉS | Aquel fabrica en los vientos | | que a ver quién es no se allana. | | Huye desas fantasías; | | ven, y el baile aprenderás | | que comenzaste estos días. | 1075 |
|
|
BELICA | Inés, tú me acabarás | | con tus estrañas porfías; | | pero engáñaste en pensar | | que tengo yo de guardar | | tu gusto cual justa ley, | 1080 | y sólo ha de ser el rey | | el que me ha de hacer bailar. | |
|
|
INÉS | Desa manera, Belilla, | | que vengáis al hospital | | no será gran maravilla: | 1085 | que hacer de la principal | | no es para vuestra costilla. | | ¡Acomodaos, noramala, | | a la cocina y la sala, | | a bailar aquí y allí! | 1090 |
|
|
|
INÉS | ¿Pues qué? ¿El donaire y la gala, | | el rumbo, el cer del tuzón, | | derribando por el zuelo | | el gitanezco blazón, | 1095 | levantado hasta el cielo | | por nuestra honezta intención? | | Antes te vea yo comida | | de rabia, y antes rendida | | a un gitano que te dome, | 1100 | o a un verdugo que te tome | | de las espaldas medida. | | ¿Esto por ti se ha de ver? | | ¿Que no sea con gitano | | gitana, mala mujer? | 1105 | Chico hoyo hagas temprano, | | si es que tan mala has de ser. | |
|
|
BELICA | Mucho te alargas, Inés, | | y, como simple, no ves | | dónde mi intención camina. | 1110 |
|
|
INÉS | Pues esta simple adivina | | lo que tú verás después. | |
|
|
|
(Salen
PEDRO y
MALDONADO.)
|
MALDONADO | Esta que ves, Pedro hermano, | | es la gitana que digo, | | de parecer sobrehumano, | 1115 | cuya posesión me obligo | | de entregártela en la mano. | | Acaba, muda de traje, | | y aprende nuestro lenguaje; | | y, aun sin aprenderle, entiendo | 1120 | que has de ser gitano, siendo | | cabeza de tu linaje. | |
|
|
INÉS | ¡Danoz una limoznica, | | caballero atán garrido! | |
|
|
MALDONADO | ¡Deso el labrador se pica! | 1125 | ¡Qué mal que le has conocido, | | Inés! |
|
|
|
PEDRO | Si ella pide, no habrá cosa, | | por grande y dificultosa | | que sea, que yo no haga, | 1130 | sin esperar otra paga | | que el servir a una hermosa. | |
|
|
MALDONADO | ¿No le rezpondes, ceñora? | |
|
|
INÉS | Ceñor conde, vez do viene | | la viuda tan guardadora, | 1135 | que, puesto que mucho tiene, | | máz guarda y máz atezora. | |
|
|
-fol. 205v-
|
|
(Entra una
VIUDA labradora, que la lleva un escudero labrador de la
mano.)
|
INÉS | Limozna, ceñora mía, | | por la bendita María | | y por zu Hijo bendito. | 1140 |
|
|
VIUDA | De mí nunca lleva el grito | | limosna, ni la porfía. | | Mejor estará el servir | | a vosotras, que os está | | tan sin vergüenza el pedir. | 1145 |
|
|
ESCUDERO | Va el mundo de suerte ya, | | que no se puede sufrir. | | Es vagamunda esta era; | | no hay moza que servir quiera, | | ni mozo que por su yerro | 1150 | no se ande a la flor del berro: | | él sandio, y ella altanera. | | Y esta gente infrutuosa, | | siempre atenta a mil malicias, | | doblada, astuta y mañosa, | 1155 | ni a la Iglesia da primicias, | | ni al rey no le sube en cosa. | | A la sombra de herreros | | usan muchos desafueros, | | y, con perdón sea mentado, | 1160 | no hay seguro asno en el prado | | de los gitanos cuatreros. | |
|
|
VIUDA | Dejadlos, y caminad, | | Llorente, que es algo tarde. | |
|
|
|
(Éntranse
LLORENTE y la
VIUDA.)
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BELICA | Tomame esa caridad. | 1165 | No hagáis sino hacer alarde | | de vuestra necesidad | | de[l]ante de aquesta gente, | | que no faltará un Llorente | | como otro Gil que os persiga, | 1170 | y, sin que os dé nada, diga | | palabras con que os afrente. | |
|
|
MALDONADO | ¿Veisla, Pedro? Pues es fama | | que tiene diez mil ducados | | junto a los pies de su cama, | 1175 | en dos cofres barreados | | a quien sus ángeles llama. | | Requiébrase así con ellos, | | que pone su gloria en ellos, | | y así, en vellos se desalma: | 1180 | que han de ser para su alma | | lo que a Absalón sus cabellos. | | Sólo a un ciego da un real | | cada mes, porque le reza | | las mañanas a su umbral | 1185 | oraciones que endereza | | al eterno tribunal, | | por si acaso sus parientes, | | su marido y ascendientes | | están en el purgatorio, | 1190 | haga el santo consistorio | | de su gloria merecientes; | | y con sola esta obra piensa | | irse al cielo de rondón, | | sin desmán y sin ofensa. | 1195 |
|
|
PEDRO | Que yo la saque de harón | | mi agudo ingenio dispensa. | | Informarte has, Maldonado, | | de todos los que han pasado | | deste mundo sus parientes, | 1200 | amigos y bien querientes, | | hasta el siervo o paniaguado, | | y tráemelo por escrito, | | y verás cuán fácilmente | | de su miseria la quito; | 1205 | y, a lo que soy suficiente, | | a este embuste lo remito. | |
|
|
MALDONADO | Desde su tercer abuelo | | hasta el postrer netezuelo | | que de su linaje ha muerto, | 1210 | |
-fol. 206r-
| te trairé el número cierto, | | sin que te discrepe un pelo. | |
|
|
PEDRO | Vamos, y verás después | | lo que haré en aqueste caso | | por el común interés. | 1215 |
|
|
MALDONADO | ¿Dó encaminarás el paso, | | Belica? |
|
|
|
PEDRO | Doquiera que le encamines, | | tendrá por honrosos fines | | tu estremado pensamiento. | 1220 |
|
|
BELICA | Aunque fabrique en el viento, | | Pedro, no te determines | | a burlar de mi deseo, | | que de lejos se me muestra | | una esperanza en quien veo | 1225 | cierta luz tal, que me adiestra | | y lleva al bien que deseo. | |
|
|
PEDRO | De tu rara hermosura | | se puede esperar ventura | | que la iguale. Ven, gitana, | 1230 | por quien nuestra edad se ufana | | y en sus glorias se asegura. | |
|
|
Jornada segunda |
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Salen un
ALGUACIL, y
MARTÍN CRESPO, el alcalde, y
SANCHO MACHO, el regidor.
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ALCALDE | Digo, señor alguacil, | | que un mozo que se me fue, | | de ingenio agudo y sotil, | | de tronchos de coles sé | | que hiciera invenciones mil; | 5 | y él me aconsejó que hiciese, | | si por dicha el rey pidiese | | danzas, una de tal modo, | | que se aventajase en todo | | a la que más linda fuese. | 10 | Dijo que el llevar doncellas | | era una cosa cansada, | | y que el rey no gusta dellas, | | por ser danza muy usada | | y estar ya tan hecho a vellas; | 15 | mas que por nuevos niveles | | llevase una de donceles | | como serranas vestidos; | | en pies y brazos ceñidos | | multitud de cascabeles; | 20 | y ya tengo, a lo que creo, | | veinte y cuatro así aprestados, | | que pueden, según yo veo, | | ser sin vergüenza llevados | | al romano coliseo. | 25 | Ya yo le enseñé los dos | | de los mejores. |
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ALGUACIL | Por Dios, | | que la invención es muy buena. | |
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SANCHO | Lo que nuestro alcalde ordena, | | es cosa rala entre nos, | 30 | y todo lo que él más sabe | | de un su mozo lo aprendió | | que fue de su ingenio llave; | | mas ya se fue y nos dejó, | | |
-fol. 206v-
| que mala landre le acabe: | 35 | que así quedamos vacíos, | | sin él, de ingenio y de bríos. | |
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SANCHO | Es tan astuto, | | que puede darle tributo | | Salmón, rey de los judíos. | 40 |
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ALCALDE | Haga cuenta, en viendo aquéstos, | | que los veinte y cuatro mira: | | que todos son tan dispuestos, | | derechos como una vira, | | sanos, gallardos y prestos. | 45 | Aquél que no es nada renco | | se llama Diego Mostrenco; | | el otro, Gil el Peraile; | | cada cual diestro en el baile | | como gozquejo flamenco. | 50 | Tocándoles Pingarrón, | | mostrarán bien su destreza | | a compás de cualquier son, | | y alabarán la agudeza | | de nuestra nueva invención. | 55 | Las danzas de las espadas | | hoy quedarán arrimadas, | | a despecho de hortelanos, | | envidiosos los gitanos, | | las doncellas afrentadas. | 60 | ¿No le pareció, señor, | | muy bien el talle y el brío | | de uno y otro danzador? | |
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ALGUACIL | Si juzgo al parecer mío, | | nunca vi cosa peor; | 65 | y temo que, si allá vais, | | de tal manera volváis, | | que no acertéis el camino. | |
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ALCALDE | Tocado, a lo que imagino, | | señor, de la envi[di]a estáis. | 70 | Pues en verdad que hemos de ir | | con veinte y cuatro donceles | | como aquéllos, sin mentir, | | porque invenciones noveles, | | o admiran o hacen reír. | 75 |
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ALGUACIL | Yo os lo aviso; queda en paz. | |
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(Vase el
ALGUACIL.)
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SANCHO | Alcalde, tu gusto haz, | | porque verás por la prueba | | que esta danza, por ser nueva, | | dará al rey mucho solaz. | 80 |
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ALCALDE | No lo dudo. Venid, Sancho, | | que ya el corazón ensancho, | | do quepan los parabienes | | de la danza. |
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SANCHO | Razón tienes: | | que has de volver hueco y ancho. | 85 |
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(Éntranse.)
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(Salen dos ciegos, y el uno
PEDRO DE URDEMALAS; arrímase el primero a una
puerta, y
PEDRO junto a él, y pónese la
VIUDA a la ventana.)
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CIEGO | Ánimas bien fortunadas | | que en el purgatorio estáis, | | de Dios seáis consoladas, | | y en breve tiempo salgáis | | desas penas derramadas, | 90 | y, como un trueno, | | baje a vos el ángel bueno | | y os lleve a ser coronadas. | |
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PEDRO | Ánimas que desta casa | | partistes al purgatorio, | 95 | ya en sillón, ya en silla rasa, | | del divino consistorio | | os venga al vuestro sin tasa, | | y en un vuelo | | el ángel os lleve al cielo, | 100 | para ver lo que allá pasa. | |
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CIEGO | Hermano, vaya a otra puerta, | | |
-fol. 207r-
| porque aquesta casa es mía, | | y en rezar aquí no acierta. | |
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PEDRO | Yo rezo por cortesía, | 105 | no por premio, cosa es cierta, | | y así, puedo | | rezar doquiera, sin miedo | | de pendencia ni reyerta. | |
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CIEGO | ¿Es vistoso, ciego honrado? | 110 |
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PEDRO | Estoy desde que nací | | en una tumba encerrado. | |
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CIEGO | Pues yo en algún tiempo vi; | | pero ya, por mi pecado, | | nada veo, | 115 | sino lo que no deseo, | | que es lo que vee un desdichado. | | ¿Sabrá oraciones abondo? | |
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PEDRO | Porque sé que sé infinitas, | | aquesto, amigo, os respondo, | 120 | que a todos las doy escritas, | | o a muy pocos las escondo. | | Sé la del
Ánima sola, | | y sé la de
San Pancracio, | | que nadie cual ésta viola; | 125 | la de
San Quirce y
Acacio, | | y la de
Olalla española, | | y otras mil, | | adonde el verso sotil | | y el bien decir se acrisola; | 130 | las de los
Auxiliadores | | sé también, aunque son treinta, | | y otras de tales primores, | | que causo envidia y afrenta | | a todos los rezadores, | 135 | porque soy, | | adondequiera que estoy, | | el mejor de los mejores. | | Sé la de los sabañones, | | la de curar la tericia | 140 | y resolver lamparones, | | la de templar la codicia | | en avaros corazones; | | sé, en efeto, | | una que sana el aprieto | 145 | de las internas pasiones, | | y otras de curiosidad. | | Tantas sé, que yo me admiro | | de su virtud y bondad. | |
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CIEGO | Ya por saberlas suspiro. | 150 |
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CIEGO | Según la voz, es el ama | | de la casa, en mi verdad. | | Ella es estrecha, aunque rica, | 155 | y sólo a mandar rezar | | es a lo que más se aplica. | |
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PEDRO | Pícome yo de callar | | con quien al dar no se pica: | | que esté mudo | 160 | a sus demandas no dudo | | si no lo paga y suplica. | |
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(Sale la
VIUDA.)
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VIUDA | Puesta en aquella ventana, | | he escuchado sus razones | | y su profesión cristiana, | 165 | y las muchas oraciones | | con que tantos males sana; | | y querría me hiciese | | placer que algunas me diese | | de las que le pediría, | 170 | dejando a mi cortesía | | el valor del interese. | |
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PEDRO | Si despide a esotro ciego, | | yo le diré maravillas. | |
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VIUDA | Pues yo le despido luego. | 175 |
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PEDRO | Señora, no he de decillas | | ni por dádivas ni ruego. | |
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VIUDA | Váyase, y venga después, | | amigo. |
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CIEGO | Vendré a las tres, | | |
-fol. 207v-
| a rezar lo cuotidiano. | 180 |
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CIEGO | Adiós, hermano, | | ciego, o vistoso, o lo que es; | | y si es que se comunica, | | sepa mi casa, y verá | | que, aunque pobre, ruin y chica, | 185 | sin duda en ella hallará | | una voluntad muy rica; | | y la alegre posesión | | de un segoviano doblón | | gozará liberalmente, | 190 | si nos da, de su torrente, | | ya milagro, o ya oración. | |
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PEDRO | Está bien; yo acudiré | | a saber la casa honrada | | tan llena de amor y fe, | 195 | y pagaré la posada | | con lo que le enseñaré. | | Cuarenta milagros tengo | | con que voy y con que vengo | | por dondequiera a mi paso, | 200 | y alegre la vida paso | | y como un rey me mantengo. | |
(Éntrase el
CIEGO.)
| Mas tú, señora Marina, | | Sánchez en el sobrenombre, | | a mi voz la oreja inclina, | 205 | y atenta escucha de un hombre | | una embajada divina. | | Las almas de purgatorio | | entraron en consistorio, | | y ordenaron las prudentes | 210 | que les fuese a sus parientes | | su insufrible mal notorio. | | Hicieron que una tomase, | | de gran prudencia y consejo, | | para que lo efetuase, | 215 | cuerpo de un honrado viejo, | | y así al mundo se mostrase, | | y diéranle una instrucción | | y una larga relación | | de lo que tiene de hacer | 220 | para que puedan tener, | | o ya alivio, o ya perdón; | | y está ya cerca de aquí | | esta alma, en un cuerpo honesto, | | y anciano, cual yo le vi, | 225 | y sobre un asno trae puesto | | el cerro de Potosí. | | Viene lleno de doblones | | que le ofrecen a montones | | los parientes de las almas | 230 | que en las tormentas sin calma[s] | | padecen graves pasiones. | | En oyendo que en su lista | | hay alma que en purgatorio | | con duras penas se atrista, | 235 | no hay talego, ni escritorio, | | ni cofre que se resista. | | Hasta los gatos guardados, | | de rubio metal preñados, | | por librarla de tormentos, | 240 | descubren allí contentos | | sus partos acelerados. | | Esta alma vendrá esta tarde, | | señora Marina mía, | | a hacer de su lista alarde | 245 | ante ti; pero querría | | que en secreto esto se guarde, | | y que a solas la recibas | | y que a darle te apercibas | | lo que piden tus parientes | 250 | que moran en las ardientes | | hornazas, de alivio esquivas. | | Esto hecho, te asegura | | que te enseñará oración | | con que aumentes tu ventura: | 255 | que esto ofrece en galardón | | de aquella voluntad pura | | |
-fol. 208r-
| que con él se muestra franca, | | y de su escondrijo arranca | | hasta el menudo cuatrín | 260 | y queda, cual San Paulín, | | como se dice, sin blanca. | |
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VIUDA | ¿Que esa embajada me envía | | esa alma, ciego bendito? | |
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PEDRO | Y toda de vos se fía, | 265 | y se remite a lo escrito | | de vuestra genealogía. | |
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VIUDA | ¿Cómo la conoceré | | cuando venga? |
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PEDRO | Yo haré | | que tome casi mi aspeto. | 270 |
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VIUDA | ¡Oh, qué albricias te prometo! | | ¡Qué de cosas te daré! | |
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PEDRO | En las cosas semejantes | | es bien gastar los dineros | | guardados de tiempos antes; | 275 | los ayunos verdaderos, | | y espaldas diciplinantes, | | todo se ha de aventurar | | sólo por poder sacar | | a un alma de su pasión, | 280 | y llevarla a la región | | donde no mora el pesar. | |
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VIUDA | Ve en paz, y dile a ese anciano | | que tan alegre le espero, | | que en verle pondré en su mano | 285 | mi alma, que es el dinero, | | con pecho humilde y cristiano: | | que, aunque soy un poco escasa, | | me afligiré en ver que pasa | | alma de pariente mío, | 290 | según dicen, fuego y frío, | | éste o aquél muy sin tasa. | |
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PEDRO | Tu fama a la de Leandro | | exceda, y jamás se tizne | | tu pecho de otro Alejandro; | 295 | antes, cante dél un cisne | | en las aguas de Meandro; | | a los hiperbóreos montes | | pase, al cielo te remontes, | | y allá te subas con ella, | 300 | y otra no encierren cual ella | | nuestros corvos horizontes. | |
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(Éntranse los dos.)
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(Salen
MALDONADO y
BELICA.)
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MALDONADO | Mira, Belica: éste es hombre | | que te sacará del lodo, | | de grande ingenio y gran nombre, | 305 | tan discreto y presto en todo, | | que es forzoso que te asombre. | | Quiérese volver gitano | | por tu amor, y dar de mano | | a otra cualquier pretensión: | 310 | considera si es razón | | que le muestres pecho llano. | | Él será el mejor cuatrero, | | según que me lo imagino, | | que habrá visto el mundo entero, | 315 | solo, raro y peregrino | | en las trazas de embustero; | | porque en una que ahora intenta | | ha sacado en limpia cuenta | | que ha de ser único en todas. | 320 |
|
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BELICA | Fácilmente te acomodas | | a tu gusto y a mi afrenta. | | ¿No se te ha ya traslucido | | que el que a grande no me lleve | | no es para mí buen partido? | 325 |
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MALDONADO | No hay cosa en que más se pruebe | | que careces de sentido, | | que en esa tu fantasía, | | fundada en la lozanía | | de tu juventud gallarda, | 330 | que en marchitarse no tarda | | lo que el sol corre en un día. | | |
-fol. 208v-
| Quiero decir que es locura | | manifiesta, clara y llana, | | pensar que la hermosura | 335 | dura más que la mañana, | | que con la noche se oscura; | | y a veces es necedad | | el pensar que la beldad | | ha de ofrecer gran marido, | 340 | siendo por mejor tenido | | el que ofrece la igualdad. | | Así que, gitana loca, | | pon freno al grande deseo | | que te ensalza y que te apoca, | 345 | y no busques por rodeo | | lo que en nada no te toca. | | Cásate, y toma tu igual, | | porque es el marido tal | | que te ofrezco, que has de ver | 350 | que en él te vengo a ofrecer | | valor, ser, honra y caudal. | |
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|
|
(Entra
PEDRO, ya como gitano.)
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PEDRO | ¿Qué hay, amigo Maldonado? | |
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MALDONADO | Una presunción, de suerte | | que a mí me tiene admirado: | 355 | veo en lo flaco lo fuerte, | | en un bajo un alto estado; | | veo que esta gitanilla, | | cuanto su estado la humilla, | | tanto más levanta el vuelo, | 360 | y aspira a tocar el cielo | | con locura y maravilla. | |
|
|
PEDRO | Déjala, que muy bien hace, | | y no la estimes en menos | | por eso; que a mí me aplace | 365 | que con soberbios barrenos | | sus máquinas suba y trace. | | Yo también, que soy un leño, | | príncipe y papa me sueño, | | emperador y monarca, | 370 | y aún mi fantasía abarca | | de todo el mundo a ser dueño. | |
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|
PEDRO | Está en un punto la cosa, | | mejor de lo que pensé. | 375 | Ella será generosa, | | o yo Pedro no seré. | | Pero, ¿qué gente es aquesta | | tan de caza y tan de fiesta? | |
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|
MALDONADO | El rey es, a lo que creo. | 380 |
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|
BELICA | Hoy subirá mi deseo | | de amor la fragosa cuesta: | |
(Entra el
REY con un criado,
SILERIO, y todos de caza.)
| hoy a todo mi contento | | he de apacentar mis ojos, | | y al alma dar su sustento, | 385 | gozando de los despojos | | que me ofrece el pensamiento | | y la vista. |
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|
MALDONADO | Yo imagino | | que tu grande desatino | | en gran mal ha de parar. | 390 |
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|
BELICA | Mal se puede contrastar | | a las fuerzas del destino. | |
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|
REY | ¿Vistes pasar por aquí | | un ciervo, decid, gitanos, | | que va herido? |
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|
BELICA | Señor, sí; | 395 | atravesar estos llanos, | | habrá poco que le vi; | | lleva en la espalda derecha | | hincada una gruesa flecha. | |
|
|
REY | Era un pedazo de lanza. | 400 |
|
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BELICA | El huir y hacer mudanza | | de lugares no aprovecha | | al que en las entrañas lleva | | el hierro de amor agudo, | | que hasta en el alma se ceba. | 405 |
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-fol. 209r-
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MALDONADO | Ésta dará, no lo dudo, | | de su locura aquí prueba. | |
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REY | ¿Qué decís, gitana hermosa? | |
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BELICA | Señor, yo digo una cosa: | | que el Amor y el cazador | 410 | siguen un mismo tenor | | y condición rigurosa. | | Hiere el cazador la fiera, | | y aunque va despavorida, | | huyendo en larga carrera, | 415 | consigo lleva la herida, | | puesto que huya dondequiera; | | hiere Amor el corazón | | con el dorado harpón, | | y el que siente el parasismo, | 420 | aunque salga de sí mismo, | | lleva tras sí su pasión. | |
|
|
REY | Gitana tan entendida | | muy pocas veces se ve. | |
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BELICA | Soy gitana bien nacida. | 425 |
|
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MALDONADO | Señor, es una perdida: | | dice dos mil desvaríos, | | tiene los cascos vacíos, | | y llena la necedad | 430 | de una cierta gravedad | | que la hace tomar bríos | | sobre su ser. |
|
|
BELICA | Sea en buen hora; | | loca soy por la locura | | que en vuestra ignorancia mora. | 435 |
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BELICA | La mala nunca se ignora | | de la humilde que levanta | | su deseo a alteza tanta, | | que sobrepuja a las nubes. | 440 |
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SILERIO | Pues ¿por qué tanto la subes? | |
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BELICA | No es mucho: a más se adelanta. | |
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BELICA | Y tanto, | | que, fiada en mi donaire, | | mis esperanzas levanto | 445 | sobre la región del aire. | |
|
|
|
REY | Y aun espanto. | | ¡Vamos! ¡Mal haya quien tiene | | quien sus gustos le detiene! | |
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|
SILERIO | Por la reina dice aquesto. | 450 |
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|
BELICA | No es bien el que viene presto, | | si para partirse viene. | |
|
|
|
(Éntrase el
REY y
SILERIO.)
|
PEDRO | Mira, Belica: yo atino | | que en poner en ti mi amor | | haré un grande desatino, | 455 | y así, me será mejor | | llevar por otro camino | | mis gustos. Voy, Maldonado, | | a efetuar lo trazado, | | para que la viuda estrecha | 460 | se vea una copia hecha | | del cuerno que está nombrado; | | voime a vestir de ermitaño, | | con cuyo vestido honesto | | daré fuerzas a mi engaño. | 465 |
|
|
MALDONADO | Ve donde sabes, que puesto | | te dejé el vestido estraño. | |
|
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(Éntrase
PEDRO. Sale el
ALGUACIL, comisario de las danzas.)
|
ALGUACIL | ¿Quién es aquí Maldonado? | |
|
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BELICA | Alguacil y bien criado, | 470 | ¡milagro! Nunca sois vos | | de la aldea. |
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|
MALDONADO | Has acertado, | | porque es de Corte, sin duda. | |
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|
ALGUACIL | Es menester que se acuda | | |
-fol. 209v-
| con una danza al palacio | 475 | del bosque. |
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ALGUACIL | Sí harán: que el rey se muda | | del monesterio do está, | | de aquí a dos días, a él. | |
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|
MALDONADO | Como lo mandas se hará. | 480 |
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|
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ALGUACIL | ¿Quién lo duda? Sí vendrá. | |
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|
BELICA | ¿Y es todavía celosa, | | como suele, y rigurosa? | |
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|
ALGUACIL | Dicen que sí: no sé nada. | 485 |
|
|
BELICA | ¿No la hacen confiada | | el ser reina y ser hermosa? | |
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|
ALGUACIL | Turba el demasiado amor | | a los sentidos más altos, | | de más prendas y valor. | 490 |
|
|
BELICA | A Amor son los sobresaltos | | muy anejos, y el temor. | |
|
|
ALGUACIL | Tan moza, ¿y eso sabéis? | | Apostaré que tenéis | | el alma en su red envuelta. | 495 | Voime, que he de dar la vuelta | | por aquí. No os descuidéis, | | Maldonado, en que sea buena | | la danza, porque no hay pueblo | | que hacer la suya no ordena. | 500 |
|
|
MALDONADO | Todo mi aprisco despueblo; | | ella irá de galas llena. | |
|
|
|
(Éntrase el
ALGUACIL.)
|
|
(Salen
SILERIO, el criado del
REY, y
INÉS, la gitana.)
|
SILERIO | ¿Que tan arisca es la moza? | |
|
|
INÉS | Eslo, señor, de manera | | que de nonada se altera, | 505 | y se enoja y alboroza; | | cierta fantasía reina | | en ella, que nos enseña, | | o que lo es, o que se sueña | | que ha de ser princesa o reina; | 510 | no puede ver a gitanos | | y usa con ellos de estremos. | |
|
|
SILERIO | Pues agora le daremos | | do pueda llenar las manos, | | pues la quiere ver el rey | 515 | con amorosa intención. | |
|
|
INÉS | En las leyes de afición | | no guarda ninguna ley. | | Aunque quizá, como es alta | | y subida en pensamientos, | 520 | hallará que a sus intentos | | un rey no podrá hacer falta. | | Yo, a lo menos, de mi parte | | haré lo que me has mandado, | | y le daré tu recado, | 525 | no más de por contentarte. | |
|
|
SILERIO | Pudiérase usar la fuerza | | antes aquí que no el ruego. | |
|
|
INÉS | Gusto con desasosiego, | | antes mengua que se esfuerza. | 530 | Mas llevaremos la danza, | | y hablarémonos después; | | que la escala de interés | | hasta las nubes alcanza. | |
|
|
SILERIO | Encomiéndote otra cosa, | 535 | que importa más a este efeto. | |
|
|
|
SILERIO | El secreto; | | porque es la reina celosa; | | y con la menor señal | | que vea de su disgusto, | 540 | turbará del rey el gusto, | | y a nosotros vendrá mal. | |
|
|
INÉS | Váyase, que viene allí | | nuestro conde. |
|
|
SILERIO | Sea en buen hora, | | y humíllese esa señora; | 545 | yo haré lo que fuere en mí. | |
|
|
|
(Vase
SILERIO.
-fol. 210r-
Entran
MALDONADO y
PEDRO, de ermitaño.)
|
PEDRO | Aunque yo pintara el caso, | | no me saliera mejor. | |
|
|
MALDONADO | Brunelo, el grande embaidor, | | ante ti retire el paso. | 550 | Con tan grande industria mides | | lo que tu ingenio trabaja, | | que te ha de dar la ventaja, | | fraudador de los ardides. | | Libre de deshonra y mengua | 555 | saldrás en toda ocasión, | | siendo en el pecho Sinón, | | Demóstenes en la lengua. | |
|
|
INÉS | Señor conde, el rey aguarda | | nuestra danza aquesta tarde. | 560 |
|
|
PEDRO | Haga, pues, Belica alarde | | de mi rica y buena andanza; | | púlase y échese el resto | | de la gala y hermosura. | |
|
|
INÉS | Quizá forjas su ventura, | 565 | famoso Pedro, en aquesto. | | A ensayar la danza vamos, | | y a vestirnos de tal modo, | | que se admire el pueblo todo. | |
|
|
PEDRO | Bien dices, y ya tardamos. | 570 |
|
|
|
(Éntranse todos.)
|
|
(Salen el
REY y
SILERIO.)
|
SILERIO | Digo, señor, que vendrá | | en la danza ahora, ahora. | |
|
|
REY | Mi deseo se empeora, | | pasa de lo honesto ya; | | más me pide que pensé, | 575 | y ya acuso la tardanza, | | pues la propincua esperanza | | fatiga, y crece la fe. | | A los ojos la hurtarás | | de la reina. |
|
|
|
REY | Dirás cómo desto gusto, | | y aun otras cosas dirás, | | con que acuses mi deseo | | allá en tu imaginación. | |
|
|
SILERIO | Si Amor guardara razón, | 585 | fuera aquéste devaneo; | | pero, como no la guarda, | | ni te culpo, ni desculpo. | |
|
|
REY | Conozco el mal, y me culpo, | | aunque con disculpa tarda | 590 | y floja. |
|
|
|
REY | Mira que estés prevenido, | | y tan sagaz y advertido | | como a mi gusto conviene; | | porque esta mujer celosa | 595 | tiene de lince los ojos. | |
|
|
SILERIO | Hoy gozarás los despojos | | de la gitana hermosa. | |
|
|
|
(Entra la
REINA.)
|
REINA | Señor, ¿sin mí?
¿Cómo es esto? | | No sé qué diga, en verdad. | 600 |
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|
REY | Alegra la soledad | | deste fresco hermoso puesto. | |
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|
REY | Eso no es bien que digáis, | | pues con ella levantáis | 605 | al cielo la suerte mía. | |
|
|
REINA | Cualquiera cosa me asombra | | y enciende, y crece el deseo | | si no os veo, o si no veo | | de vuestro cuerpo la sombra; | 610 | y, aunque esto es impertinencia, | | si conocéis que el amor | | me manda como señor, | | con gusto tendréis paciencia. | |
|
|
-fol. 210v-
|
SILERIO | Las danzas vienen, señores, | 615 | que dellas el son se ofrece. | |
|
|
|
(Suena el tamboril.)
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REY | Verémoslas, si os parece, | | entre estas rosas y flores: | | que el sitio es acomodado, | | espacioso y agradable. | 620 |
|
|
|
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(Entran
CRESPO, el alcalde, y
TARUGO, el regidor.)
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ALCALDE | ¿Que no le hable? | | Tenéislo muy mal pensado. | | Voto a tal, que he de quejarme | | al rey de aquesta solencia. | |
|
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TARUGO | Aquí está su reverencia, | 625 | Crespo. |
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|
ALCALDE | ¿Queréis engañarme? | | ¿Cuál es? |
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|
REY | Yo soy. ¿Qué os han hecho, | | buen hombre? |
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ALCALDE | No sé qué diga. | | Han burlado mi fatiga, | | y nuestra danza deshecho, | 630 | vuestros pajes, que los vea | | erguidos en Peralvillo. | | Sé sentillo, y no decillo; | | ¿qué más mal queréis que sea? | | Veinte y cuatro doncellotes, | 635 | todos de tomo y de lomo, | | venían. Yo no sé cómo | | no os da el rey dos mil azotes, | | pajes, que sois la canalla | | más mala que tiene el suelo. | 640 | Digo, pues, que, con mi celo, | | que es bueno el que en mí se halla, | | aquestos tantos donceles | | junté, como soy alcalde, | | para serviros de balde, | 645 | con barbas y cascabeles. | | No quise traer doncellas, | | por ser danza tan usada, | | sino una cascabelada | | de mozos parientes dellas; | 650 | y, apenas vieron sus trajes, | | al galán uso moderno, | | cuando todo el mismo infierno | | se revistió en vuestros pajes, | | y con trapajo y con lodo | 655 | tanta carga les han dado, | | que queda desbaratado | | el danzante escuadrón todo. | | Han sobajado al mejor | | penuscón de danzadores | 660 | que en estos alrededores | | vio príncipe ni señor. | |
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REINA | Pues volvedlos a juntar, | | que yo haré que el rey espere. | |
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TARUGO | Aunque vuelva el que quisiere, | 665 | no se podrá rodear, | | porque van todos molidos | | como cibera y alheña, | | de mojicón, ripio y leña | | largamente proveídos. | 670 |
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REINA | ¿No traeréis uno siquiera, | | porque gustaré de velle? | |
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ALCALDE | Advertid que el rey espera, | | Tarugo, y si no está Renco | 675 | tan malo como le vi, | | traed, si es posible, aquí | | a mi sobrino Mostrenco, | | que en él echará de verse | | cuáles los otros serían. | 680 | ¡Oh, cuántos pajes se crían | | en Corte para perderse! | | Pensé que por ser del rey, | | y tan bien nacidos todos, | | |
-fol. 211r-
| usarían de otros modos | 685 | de mejor crianza y ley; | | pero cuatro pupilajes | | de cuatro universidades, | | no encierran tantas ruindades | | como saben vuestros pajes. | 690 | Las burlas que nos han hecho | | descubren con sus ensayos | | que traen cruces en los sayos | | y diablos dentro del pecho. | |
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(Vuelve
TARUGO, y trae consigo a
MOSTRENCO, tocado a papos, con un tranzado que llegue
hasta las orejas, saya de bayeta verde guarnecida de amarillo, corta a la
rodilla, y sus polainas con cascabeles, corpezuelo o camisa de pechos; y,
aunque toque el tamboril, no se ha de mover de un lugar.)
|
TARUGO | A Mostrenco traigo; helo, | 695 | Crespo. |
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ALCALDE | Pingarrón, tocad; | | que la buena majestad | | en él verá nuestro celo | | (Toca.) | y nuestro ingenio lozano. | | Menéate, majadero, | 700 | o hazte de rogar primero, | | como músico o villano. | | ¡Hola! ¿A quién digo?
Sobrino, | | danza un poco, ¡pese a mí! | |
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TARUGO | El diablo nos trujo aquí, | 705 | según que ya lo adivino. | | ¡Yérguete, cuerpo del mundo! | | (Gínchale.) |
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REINA | Ni le roguéis ni deis más. | |
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ALCALDE | Hoy nos echas al profundo | 710 | con tu terquedad. |
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MOSTRENCO | No puedo | | menearme, ¡por San Dios! | |
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SILERIO | ¡Qué tierno doncel sois vos! | |
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MOSTRENCO | Quebrado un dedo | | del pie derecho. |
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REY | Dejadle, | 715 | y a vuestro pueblo os volved. | |
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ALCALDE | Si es que me ha de hacer merced, | | de Junquillos soy alcalde; | | y si castiga a sus pajes, | | otra danza le traeremos | 720 | que pase a todos estremos | | en la invención y los trajes. | |
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|
(Éntranse
TARUGO, alcalde, y
MOSTRENCO.)
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REINA | Bien platicada y reñida, | 725 | y el premio bien esperado. | |
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SILERIO | Ésta es la de las gitanas | | que viene. |
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REINA | Pues suelen ser | | muchas de buen parecer | | y de su traje galanas. | 730 |
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REY | Que tiemble de una gitana | | un rey, ¡qué gran poquedad! | |
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SILERIO | Verá vuestra majestad, | | entre éstas, una galana | | y hermosa sobremanera, | 735 | y sobremanera honesta. | |
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REY | ¡Caro el mirarla me cuesta! | |
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REINA | ¿No llegan? ¿A qué se espera? | |
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(Entran los
MÚSICOS, vestidos a lo gitano;
INÉS y
BELICA y otros dos muchachos, de gitanos, y en vistir a
todas, principalmente a
BELICA, se ha de echar el resto; entra asimismo
PEDRO, de gitano, y
MALDONADO; han de traer ensayadas dos mudanzas y su
tamboril.)
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-fol. 211v-
|
PEDRO | Vuestros humildes gitanos, | | majestades que Dios guarde, | 740 | hacemos vistoso alarde | | de nuestros bríos lozanos. | | Quisiéramos que esta danza | | fuera toda de brocado; | | mas el poder limitado | 745 | es muy poco lo que alcanza. | | Mas, con todo, mi Belilla, | | con su donaire y sus ojos, | | os quitará mil enojos, | | dándoos gusto y maravilla. | 750 | ¡Ea, gitanas de Dios, | | comenzad, y sea en buen pie! | |
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REINA | Bueno es el gitano, a fe. | |
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PEDRO | ¡Ea, Belica, flor de abril; | 755 | Inés, bailadora ilustre, | | que podéis dar fama y lustre | | a esta danza y a otras mil! | |
(Bailan.)
| ¡Vaya el voladillo apriesa! | | ¡No os erréis; guardad compás! | 760 | ¡Qué desvaída que vas, | | Francisquilla! ¡Ea, Ginesa! | |
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MALDONADO | Largo y tendido el cruzado, | | y tomen los brazos vuelo. | | Si ésta no es danza del cielo, | 765 | yo soy asno enalbardado. | |
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PEDRO | ¡Ea, pizpitas ligeras | | y andarríos bulliciosos, | | llevad los brazos airosos | | y las personas enteras! | 770 |
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MALDONADO | El oído en las guitarras, | | y haced de azogue los pies. | |
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PEDRO | ¡Por San; buenas van las tres! | |
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MALDONADO | Y aun las cuatro no van malas. | | Pero Belica es estremo | 775 | de donaire, brío y gala. | |
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PEDRO | Como no bailan en sala, | | que tropiecen cuido y temo. | |
(Cae
BELICA junto al
REY.)
| ¿No lo digo yo? Belilla | | ha caído junto al rey. | 780 |
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REY | Que os alce yo es justa ley, | | nueva octava maravilla; | | y entended que con la mano | | os doy el alma también. | |
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|
REINA | Ello se ha hecho muy bien; | 785 | andado ha el rey cortesano. | | ¡Bien su majestad lo allana, | | y la postra por el suelo, | | pues levanta hasta su cielo | | una caída gitana! | 790 |
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|
BELICA | Mostró en esto su grandeza, | | pues casi fuera impiedad | | que junto a su majestad | | nadie estuviera en bajeza; | | y no se pudo ofender | 795 | su grandeza en esto en nada, | | pues majestad confirmada | | no puede desfallecer; | | y, en cierta manera, creo | | que cabe en la suerte mía | 800 | que me hagan cortesía | | los reyes. |
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|
REINA | Ya yo lo veo. | | ¿Que ese privilegio tiene | | la hermosura? |
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REY | ¡Ea, señora, | | no turbéis la justa ahora, | 805 | porque alegra y entretiene! | |
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REINA | Apriétanme el corazón | | esas palabras livianas. | | Llevad aquestas gitanas | | y ponedlas en prisión: | 810 | que es la belleza tirana, | | y a cualquier alma conquista, | | |
-fol. 212r-
| y está su fuerza en ser vista. | |
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REY | ¿Celos te da una gitana? | | Cierto que es terrible cosa | 815 | e insufrible de decir. | |
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REINA | Pudiérase eso decir, | | a no ser ésta hermosa, | | y a ser vuestra condición | | de rey; pero no es así. | 820 | Llevádmelas ya de ahí. | |
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INÉS | Señora, así el pensamiento | | celoso no te fatigue, | | ni hacer hazañas te obligue | 825 | que no lleven fundamento. | | Que a solas quieras oírme | | un poco que te diré, | | y en ello no intentaré | | de tu prisión eximirme. | 830 |
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REINA | A mi estancia las llevad; | | pero traedlas tras mí. | |
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(Éntranse la
REINA y las gitanas.)
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REY | Pocas veces celos vi | | sin tocar en crüeldad. | |
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SILERIO | Una sospecha me afana, | 835 | señor, por lo que aquí veo, | | y es que di de tu deseo | | noticia a aquella gitana | | que a la reina quiere hablar | | en secreto, y es razón | 840 | temer que de tu intención | | larga cuenta querrá dar. | |
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REY | En mi dolor tan acerbo, | | no me queda qué temer, | | pues no puede negro ser | 845 | más que sus alas el cuervo. | | Venid, y daremos orden | | cómo se tiemple en la reina | | la furia que en ella reina, | | la confusión y desorden. | 850 |
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(Éntranse el
REY y
SILERIO.)
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PEDRO | ¡Bien habemos negociado, | | gustando vos del oficio! | |
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MALDONADO | Digo que pierdo el juïcio, | | y estoy como embelesado. | | Belica presa, e Inés | 855 | con la reina quiere hablar. | | ¡Mucho me da que pensar! | |
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PEDRO | Yo, a lo menos, el suceso | | no pienso esperar del caso: | 860 | que a compás retiro el paso | | del gitanesco progreso. | | Un bonete reverendo | | y el eclesiástico brazo | | sacarán deste embarazo | 865 | mi persona, a lo que entiendo. | | ¡Adiós, Maldonado! |
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MALDONADO | Espera. | | ¿Qué quieres hacer? |
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PEDRO | No, nada; | | la suerte tengo ya echada, | | y tengo sangre ligera. | 870 | No me detendrán aquí | | con maromas y con sogas. | |
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MALDONADO | En muy poca agua te ahogas. | | Nunca pensé tal de ti; | | antes, pensé que tenías | 875 | ánimo para esperar | | un ejército. |
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|
PEDRO | Es hablar: | | otras son las fuerzas mías. | | Aún no me has bien conocido; | | pues entiende, Maldonado, | 880 | que ha de ser el hombre honrado | | recatado, y no atrevido; | | y es prudencia prevenir | | el peligro. Queda en paz. | |
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MALDONADO | Sin porqué temes; mas haz | 885 | tu gusto. |
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PEDRO | Yo sé decir | | que es razón que aquí se tema: | | |
-fol. 212v-
| que las iras de los reyes | | pasan términos y leyes, | | como es su fuerza suprema. | 890 |
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MALDONADO | Si así es, vámonos luego, | | que nos estará mejor. | |
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MÚSICOS | Todos tenemos temor, | | Maldonado. |
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(Éntranse todos.)
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Jornada tercera |
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Sale
PEDRO, como ermitaño, con tres o cuatro
taleguillos de anjeo llenos de arena en las mangas.
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PEDRO | Ya está la casa vecina | | de aquella viuda dichosa, | | digo de aquella Marina | | Sánchez, que, por generosa, | | al cielo el alma encamina; | 5 |
(MARINA, a la ventana.)
| ya su marido, Vicente | | del Berrocal, fácilmente | | saldrá de la llama horrenda, | | en cuanto Marina entienda | | que yace en ella doliente; | 10 | su hijo, Pedro Benito, | | amainará desde luego | | el alto espantoso grito | | con que se queja en el fuego | | que abrasa el negro distrito; | 15 | dejará de estar mohíno | | Martinico, su sobrino, | | el del lunar en la cara, | | viendo que se le prepara | | de la gloria el real camino. | 20 |
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|
VIUDA | Padre, espere, que ya abajo, | | y perdone si le doy | | en el esperar trabajo. | |
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(Quítase de la ventana y baja.)
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PEDRO | Gracias a los cielos doy, | | que me luce si trabajo; | 25 | gracias doy a quien me ha hecho | | entrar en aqueste estrecho, | | donde, sin temor de mengua, | | me ha de sacar esta lengua | | con honra, gusto y provecho. | 30 | Memoria, no desfallezcas, | | ni por algún acidente | | silencio a la lengua ofrezcas; | | antes, con modo prudente, | | ya me alegres, ya entristezcas, | 35 | en los semblantes me muda | | que con aquesta vïuda | | me acrediten, hasta tanto | | que la dejen, con espanto, | | contenta, pero desnuda. | 40 |
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-fol. 213r-
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|
(Entra la
VIUDA.)
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VIUDA | Padre, déme aquesos pies. | |
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PEDRO | Tente, honrada labradora; | | no me toques. ¿Tú no ves | | que adonde la humildad mora | | pierde el honor su interés? | 45 | Las almas que están en penas, | | de todo contento ajenas, | | aunque más las soliciten, | | las ceremonias no admiten | | de que están las cortes llenas. | 50 | Más les importa una misa | | que cuatro mil besamanos, | | y esto tu padre te avisa, | | y esos tratos cortesanos | | tenlos por cosa de risa. | 55 | Pero, en tanto que te doy | | cuenta, amiga, de quién soy, | | guárdame aqueste talego, | | y estotro del nudo ciego, | | con quien tan cargado voy. | 60 |
|
|
VIUDA | Ya, señor, tengo noticia | | de quién eres, y sé bien | | que tu voluntad codicia | | que en misericordia estén | | las almas y no en justicia. | 65 | Sé la honrada comisión | | que tienes, y, en conclusión, | | te suplico que me cuentes | | cómo las de mis parientes | | tendrán descanso y perdón. | 70 |
|
|
PEDRO | Vicente del Berrocal, | | tu marido, con setenta | | escudos de principal | | ha de rematar la cuenta | | en mil bienes de su mal. | 75 | Pedro Benito, tu hijo, | | saldrá de aquel escondrijo | | con cuarenta y seis no más, | | y con esto le darás | | un sin igual regocijo. | 80 | Tu hija, Sancha Redonda, | | pide que a su voluntad | | tu larga mano responda: | | que es soga la caridad | | para aquella cueva honda. | 85 | Cincuenta y dos amarillos | | pide, redondos, sencillos, | | o ya veinte y seis doblados, | | con que serán quebrantados | | de sus prisiones los grillos. | 90 | Martín y Quiteria están, | | tus sobrinos, en un pozo, | | padeciendo estrecho afán, | | y desde allí con sollozo | | amargas voces te dan. | 95 | Diez doblones de a dos caras | | piden que ofrezca en las aras | | de la devoción divina, | | pues que los tiene Marina | | entre sus cosas más caras. | 100 | Sancho Manjón, tu buen tío, | | padece en una laguna | | mucha sed y mucho frío, | | y con llantos te importuna | | que des a su mal desvío. | 105 | Solos catorce ducados | | pide, pero bien contados | | y en plata de cuño nuevo, | | y yo a llevarlos me atrevo | | sobre mis hombros cansados. | 110 |
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|
VIUDA | ¿Vistes allá, por ventura, | | señor, a mi hermana Sancha? | |
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PEDRO | Vila en una sepultura | | cubierta con una plancha | | de bronce, que es cosa dura, | 115 | y al pasarle por encima, | | dijo: «Si es que te lastima | | el dolor que aquí te llora, | | |
-fol. 213v-
| tú, que vas al mundo agora, | | a mi hermana y a mi prima | 120 | dirás que en su voluntad | | está el salir destas nieblas | | a la inmensa claridad: | | que es luz de aquestas tinieblas | | la encendida caridad. | 125 | Que apenas sabrá mi hermana | | mi pena, cuando esté llana | | a darme treinta florines, | | por poner ella sus fines | | en ser cuerda, y no de lana». | 130 | Infinitos otros vi, | | tus parientes y criados, | | que se encomiendan a ti, | | cuáles hay de a dos ducados, | | cuáles de a maravedí; | 135 | y séte decir, en suma, | | que, reducidos con pluma | | y con tinta a buena cuenta, | | a docientos y cincuenta | | escudos llega la suma. | 140 | No te azores, que ese saco | | que te di a guardar primero, | | si es que bien la cuenta saco, | | me le dio un bodegonero, | | grande imitador de Caco, | 145 | no más de porque a su hija, | | que entre rescoldo de hornija | | yace en las hondas cavernas, | | en sus delicadas piernas | | el fuego menos la aflija. | 150 | Un mozo de mulas fue | | quien me dio el saco segundo | | que en tus manos entregué, | | gran caminador del mundo, | | malo, mas de buena fe. | 155 | De arenas de oro de Tíbar | | van llenos, con que el acíbar | | y amarguísimo trabajo | | de las almas de allá abajo | | se ha de volver en almíbar. | 160 | ¡Ea, pues, mujer gigante, | | mujer fuerte, mujer buena; | | nada se os ponga delante | | para no aliviar la pena | | de toda ánima penante! | 165 | Desechad de la garganta | | ese nudo que os quebranta, | | y decid con voz serena: | | «Haré, señor, cuanto ordena | | tu voz sonorosa y santa». | 170 | Que, en entregando los numos | | en estas groseras manos, | | con gozos altos y sumos, | | sus fuegos más inhumanos | | verás convertir en humos. | 175 | ¿Qué será ver a deshora | | que por la región del aire | | va un alma zapateadora | | bailando con gran donaire, | | de esclava hecha señora? | 180 | ¡Qué de alabanzas oirás | | por delante y por detrás, | | ora vayas, ora estés, | | de toda ánima cortés | | a quien hoy libertad das! | 185 | (Vuélvele los sacos.) |
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VIUDA | Tenga, y un poco me espere, | | que yo voy, y vuelvo luego | | con todo aquello que quiere. | |
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|
|
(Éntrase la
VIUDA.)
|
PEDRO | En gusto, en paz y en sosiego | | tu vida el cielo prospere. | 190 | Si bien en ello se advierte, | | aquésta es la mujer fuerte | | |
-fol. 214r-
| que se busca en la
Escritura. | | Tengas, Marina, ventura | | en la vida y en la muerte. | 195 | Belilla, gitana bella, | | todo el fruto deste embuste | | gozarás sin falta o mella, | | aunque tu gusto no guste | | de mi amorosa querella. | 200 | Cuanto este dinero alcanza | | se ha de gastar en la danza | | y en tu adorno, porque quiero | | que por galas ni dinero | | no malogres tu esperanza. | 205 |
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|
|
(Vuelve la
VIUDA con un gato lleno, como que trae el
dinero.)
|
VIUDA | Toma, venerable anciano, | | que ahí va lo que pediste, | | y aun a darte más me allano. | |
|
|
PEDRO | Marina, el tuyo me diste | | con el proceder cristiano. | 210 | En tra[s]poniendo esta loma, | | en un salto daré en Roma | | y en otro en el centro hondo; | | y, porque a quien soy respondo, | | mi buena bendición toma, | 215 | que da salud a las muelas, | | preserva que no se engañe | | nadie con fraude y cautelas, | | ni que de mirar se estrañe | | las noturnas centinelas. | 220 | Puede en las escuras salas | | tender sin temor las alas | | el más flaco corazón, | | (Bendícela.) | llevando la bendición | | del gran Pedro de Urdemalas. | 225 |
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|
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(Éntrase
PEDRO.)
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VIUDA | Comisario fidedino | | de las almas que en trabajo | | están penando contino, | | pues dicen que es cuesta abajo | | del purgatorio el camino, | 230 | échate a rodar, y llega | | ligero a la escura vega | | o valle de llanto amargo, | | y aplícalas al descargo | | que mi largueza te entrega. | 235 | En cada escudo que di | | llevas mi alma encerrada, | | y en cada maravedí, | | y como cosa encantada | | parece que quedo aquí. | 240 | Ya yo soy otra alma en pena, | | después que me veo ajena | | del talego que entregué; | | pero en hombros de mi fe | | saldré a la región serena. | 245 |
|
|
|
(Éntrase.)
|
|
(Sale la
REINA, y trae en un pañizuelo unas joyas, y sale
con ella
MARCELO, caballero anciano.)
|
REINA | Marcelo, sin que os impida | | la guarda de algún secreto, | | porque no os pondrá en aprieto | | de perder fama ni vida, | | os ruego me respondáis | 250 | a ciertas preguntas luego. | |
|
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MARCELA | Bien escusado es el ruego, | | señora, donde mandáis. | | Preguntad a vuestro gusto, | | porque mi honra y mi vida | 255 | está a vuestros pies rendida, | | y es de lo que yo más gusto. | |
|
|
REINA | Estas joyas de valor, | | |
-fol. 214v-
| ¿cúyas son o cúyas fueron? | |
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MARCELA | Un tiempo dueño tuvieron | 260 | que siempre fue mi señor. | |
|
|
REINA | Pues, ¿cómo se enajenaron? | | Porque me importa saber | | cómo aquesto vino a ser: | | si se dieron, o se hurtaron. | 265 |
|
|
MARCELA | Pues que ya la tierra cubre | | el delito y la deshonra, | | si es deshonra y si es delito | | el que amor honesto forja, | | quiero romper un silencio | 270 | que no importa que le rompa | | ni a los muertos ni a los vivos; | | antes, a todos importa. | | «La duquesa Félix Alba, | | que Dios acoja en su gloria, | 275 | una noche, en luz escasa | | y en tinieblas abundosa, | | estando yo en el terrero, | | con esperanza dudosa | | de ver a la que me diste, | 280 | gran señora, por esposa, | | con un turbado ceceo | | me llamó, y con voz ansiosa | | me dijo: "Así la ventura | | a tus deseos responda, | 285 | señor, quienquiera que seas; | | que, en esta ocasión forzosa, | | mostrando pecho cristiano, | | a quien te llama socorras. | | Pon a recado esa prenda, | 290 | más noble que venturosa; | | dale el agua del bautismo | | y el nombre que tú le escojas". | | Y en esto ya descolgaba | | de unas trenzas, que de soga | 295 | sirvieron, una cestilla | | de blanca mimbre olorosa. | | No dijo más, y encerróse. | | Yo quedé en aquella hora | | cargado, suspenso y lleno | 300 | de admiración y congoja, | | porque oí que una criatura | | dentro de la cesta llora, | | así cual recién nacida. | | ¡Ved qué carga, y a qué hora! | 305 | En fin, porque presto veas | | el de aquesta estraña historia, | | digo que al punto salí, | | con diligencia no poca, | | de la ciudad al aldea | 310 | que está sobre aquella loma, | | por ser cerca. Pero el cielo, | | que infortunios acomoda, | | me deparó en el camino, | | al despuntar del aurora, | 315 | un rancho de unos gitanos, | | de pocas y humildes chozas. | | Por dádivas y por ruegos, | | una gitana no moza | | me tomó la criatura | 320 | y al punto desenvolvióla, | | y entre las fajas, envueltas | | en un lienzo, halló esas joyas, | | que yo conocí al momento, | | pues son de tu hermano todas. | 325 | Dejéselas con la niña, | | que era una niña hermosa | | la que en la cesta venía, | | nacida de pocas horas; | | encarguéle su crianza | 330 | y el bautismo, y que, con ropas | | humildes, empero limpias, | | la criase. ¡Estraña cosa!: | | que, cuando deste suceso | | mi lengua a tu hermano informa, | 335 | dijo: "Marcelo, la niña | | es mía, como las joyas. | | La duquesa Félix Alba | | |
-fol. 215r-
| es su madre, y ella es sola | | el blanco de mis deseos | 340 | y de mis penas la gloria. | | Inmaturo ha sido el parto, | | mal prevenida la toma; | | pero no hay falta que llegue | | de su ingenio a la gran sobra". | 345 | Estando en estas razones, | | en son tristísimo doblan | | las campanas, sin que quede | | monesterio ni perroquia. | | El son general y triste | 350 | daba indicios ser persona | | principal la que a la tierra | | el común tributo torna. | | Hizo manifiesto el caso | | un paje que entró a deshora | 355 | diciendo: "Muerta es, señor, | | Félix Alba, mi señora. | | De improviso murió anoche, | | y por ella, señor, forman | | este son tantas campanas, | 360 | y tantas gentes que lloran" | | Con estas nuevas tu hermano | | quedó con el alma absorta, | | sin movimiento los ojos, | | inamovible la persona. | 365 | Volvió en sí desde allí a un rato, | | y, sin decirme otra cosa | | sino: "Haz criar la niña, | | y no le quites las joyas; | | como gitana se críe, | 370 | sin hacerla sabidora, | | aunque crezca, de quién es, | | porque esto a mi gusto importa". | | Dos horas tardó en partirse | | a las fronteras, do apoca | 375 | con su lanza la morisma, | | sus gustos con sus memorias. | | Siempre me escribe que vea | | a Belica, que llamóla | | así la gitana sabia | 380 | que con mucho amor crióla. | | Yo no alcanzo su desinio, | | ni a qué aspira, ni en qué topa | | el no querer que se sepa | | tan rara y tan triste historia. | 385 | Hanle dicho a la muchacha | | que un ladrón gitano hurtóla, | | y ella se imagina hija | | de alguna real persona. | | Yo la he visto muchas veces, | 390 | y hacer y decir mil cosas, | | que parece que ya tiene | | en las sienes la corona. | | Murió la que la dio leche, | | y, con las joyas, dejóla | 395 | en poder de otra su hija, | | si no tan bella, tan moza. | | Ésta, que es la que tenía | | esas joyas, no otra cosa | | sabe más de lo que supo | 400 | su madre, y el hecho ignora | | de los padres de Isabel, | | tu sobrina, la hermosa, | | la señora, la garrida, | | la discreta y la briosa.» | 405 | Respondo esto a la pregunta | | si se dieron esas joyas, | | o se hurtaron: que me admira | | verlas donde están agora. | |
|
|
[REINA] | La mitad he yo sabido | 410 | desta peregrina historia, | | y una y otra relación, | | sin que discrepen, conforman. | | Mas dime: ¿conocerías, | | si acaso vieses, la hermosa | 415 | gitana que dices? |
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MARCELA | Sí; | | como a mí mismo, señora. | |
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|
REINA | Pues espérate aquí un poco. | |
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-fol. 215v-
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(Éntrase la
REINA.)
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MARCELA | ¿Quién trujo aquí aquestas joyas? | | ¡Cómo a los cielos y al tiempo | 420 | por jamás se encubre cosa! | | ¿Si he hecho mal en descubrirme? | | Sí: que lengua presurosa | | no da lugar al discurso | | y más condena que abona. | 425 |
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(Vuelven la
REINA,
BELICA y
INÉS.)
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REINA | ¿Es aquél el que venía | | a ver a tu hermana? |
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INÉS | Sí; | | que con mi madre le vi | | comunicar más de un día. | |
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REINA | Con eso, y con el semblante, | 430 | que al de mi hermano parece, | | ya veo que se me ofrece | | una sobrina delante. | |
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MARCELA | Así lo puedes creer: | | que ésa que traes de la mano | 435 | es la prenda que tu hermano | | quiere y debe más querer. | | Si ilustre por el padre | | la ha hecho Dios en el suelo, | | no menos la hace el cielo | 440 | estremada por la madre, | | y ella, por su hermosura, | | merece ser estimada. | |
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(Entran el
REY y el
CABALLERO.)
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REY | Ello es cosa averiguada | | que no hay celos sin locura. | 445 |
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REINA | Y sin amor, señor mío, | | dijérades muy mejor. | |
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REY | Celos son rabia, y amor | | siempre della está vacío; | | y de la causa que es buena | 450 | mal efecto no procede. | |
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REINA | En mí al contrario sucede: | | siempre celos me dan pena, | | y siempre los ha engendrado | | el grande amor que yo os tengo. | 455 |
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REY | Si hay venganza, yo me vengo | | con que os hayáis engañado, | | pues no podrán redundar | | de vuestras preguntas hechas | | tan vehementes sospechas | 460 | que me puedan condenar, | | ni yo, si miráis en ello, | | soy de sangre tan liviana | | que a tan humilde gitana | | incline el altivo cuello. | 465 |
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REINA | Mirad, señor, que es hermosa, | | y que la rara belleza | | se lleva tras sí la alteza | | y fuerza más poderosa. | | Por mis ojos, que lleguéis | 470 | a mirar sus bellos ojos. | |
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REY | Si gustáis de darme enojos, | | no es buen medio el que ponéis. | |
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REINA | ¿Cómo? ¿Y que así os
amohína | | el mirar a una doncella | 475 | que, después de ser tan bella, | | aspira a ser mi sobrina? | |
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BELICA | ¿Qué ha de ser aquesto,
Inés? | | Que me voy imaginando | | que se están de mí burlando. | 480 |
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INÉS | Calla y sabráslo después. | |
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REINA | Miradla así, descuidado, | | y decidme a quién parece. | |
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REY | A los ojos se me ofrece | | de Rosamiro un traslado. | 485 |
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REINA | No es mucho, porque es su hija | | y como a tal la estimad. | |
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REINA | No es bien que eso se colija | | |
-fol. 216r-
| de verdad tan manifiesta. | 490 |
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REY | Si no burláis, es razón | | que me cause admiración | | tal novedad como es ésta. | |
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REINA | Llegad al rey, Isabel, | | y decid que os dé la mano | 495 | como a hija de mi hermano. | |
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REY | Levantad, bella criatura, | | que de vuestro parecer | | muy bien se puede creer | 500 | y esperar mayor ventura. | | Pero decidme, señora: | | ¿cómo sabéis esta historia? | |
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REINA | Aunque es breve y es notoria, | | no es para decilla agora. | 505 | Vámonos a l[a] ciudad, | | que en el camino sabréis | | lo que luego creeréis | | como infalible verdad. | |
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MARCELA | No hay dudar, señor, | 510 | en historia que es tan clara, | | pues su rostro la declara, | | y yo, que soy el actor. | |
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(Vanse entrando todos, y a la postre quedan
INÉS y
BELICA.)
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INÉS | Belica, pues vas sobrina | | de la reina, por lo menos, | 515 | esos tus ojos serenos | | a nuestra humildad inclina. | | Acuérdate de que hurtamos | | más de una vegada juntas, | | y que sin soberbia y puntas | 520 | más de otras cinco bailamos; | | y que, aunque habemos andado | | muchas veces a las greñas, | | siempre en efeto y por señas | | te he temido y respetado. | 525 | Haz algún bien, pues podrás, | | a nuestros gitanos pobres; | | así en venturosa sobres | | a cuantas lo fueron más. | | Responde a lo que se ve | 530 | de tu ser tan principal. | |
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BELICA | Dame, Inés, un memorial, | | que yo le despacharé. | |
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(Éntranse.)
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(Sale
PEDRO DE URDEMALAS, con manteo y bonete, como
estudiante.)
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PEDRO | Dicen que la variación | | hace a la naturaleza | 535 | colma de gusto y belleza, | | y está muy puesto en razón. | | Un manjar a la contina | | enfada, y un solo objeto | | a los ojos del discreto | 540 | da disgusto y amohína. | | Un solo vestido cansa. | | En fin, con la variedad | | se muda la voluntad | | y el espíritu descansa. | 545 | Bien logrado iré del mundo | | cuando Dios me lleve dél, | | pues podré decir que en él | | un Proteo fui segundo. | | ¡Válgame Dios, qué de trajes | 550 | he mudado, y qué de oficios, | | qué de varios ejercicios, | | qué de exquisitos lenguajes! | | Y agora, como estudiante, | | de la reina voy huyendo, | 555 | cien mil azares temiendo | | desta mi suerte inconstante. | | |
-fol. 216v-
| Pero yo, ¿por qué me cuento | | que llevo en mudable palma? | | Si ha de estar siempre nuestra alma | 560 | en contino movimiento, | | Dios me arroje ya a las partes | | donde más fuere servido. | |
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(Entra un
LABRADOR con dos gallinas.)
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LABRADOR | Pues yo no las he vendido; | | bien parece que es hoy martes. | 565 |
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PEDRO | Mostrad, hermano; llegad, | | llegad, mostrad. ¿Qué os turbáis? | | Ellas son de calidad, | | que en cada una mostráis | | vuestra grande caridad. | 570 | Andad con Dios y dejaldas, | | y desde lejos miraldas, | | como a reliquias honraldas, | | para el culto dedica[l]das | | bucólico y adoraldas. | 575 |
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LABRADOR | Como me las pague, haga | | altar o reliquias dellas, | | o lo que más satisfaga | | a su gusto. |
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PEDRO | Sólo es dellas | | santa y justísima paga | 580 | hacer dellas un empleo | | que satisfaga al deseo | | del más mirado cristiano. | |
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LABRADOR | Saldrá su disignio vano, | | señor zote, a lo que creo. | 585 |
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(Entran dos representantes, que se señalan
con números
1 y
2.)
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PEDRO | Sois hipócrita y malino, | | pues no tenéis miramiento | | que os habla un hombre cetrino, | | hombre que vale por ciento | | para hacer un desatino; | 590 | hombre que se determina, | | con una y otra gallina, | | sacar de Argel dos cautivos | | que están sanos y están vivos | | por la voluntad divina. | 595 |
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REPRESENTANTE 1 | Este cuento es de primor, | | y el sacristán, o lo que es, | | juega de hermano mayor. | |
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PEDRO | ¡Oh fuerzas del interés, | | llenas de envidia y rigor! | 600 | ¿Que es posible que te esquives, | | por tan pocos arrequives, | | de sacar sendos cristianos | | de mano de los tiranos? | | ¡Cómante malos caribes! | 605 |
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LABRADOR | Diga, señor papasal: | | ¿son, por ventura, mostrencas | | mis gallinas, ¡pesiatal!, | | para no hacerme de pencas | | de dar mi pobre caudal? | 610 | Rescaten a esos cristianos | | los ricos, los cortesanos, | | los frailes, los limosneros: | | que yo no tengo dineros | | si no lo ganan mis manos. | 615 |
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REPRESENTANTE 1 | [Aparte.] | Esforcemos este embuste. | | Sois un hombre mal mirado, | | de mala yacija y fuste, | | hombre que es tan desalmado, | | que no hay cosa de que guste. | 620 |
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PEDRO | La maldición de mi zorra, | | de mi bonete y mi gorra, | | caiga en ti y en tu ralea, | | y cautivo yo te vea | | en Fez en una mazmorra, | 625 | para ver si te holgarás | | de que sea quien entonces, | | por dos gallinas no más... | | ¡Oh corazones de bronces, | | archivos de Satanás! | 630 | |
-fol. 217r-
| ¡Oh miseria desta vida, | | a términos reducida, | | que vienen los cortesanos | | a rogar a los villanos, | | gente non santa y perdida! | 635 |
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LABRADOR | ¡Pesia a mí! Denme mis aves, | | que yo no estoy para dar | | limosna. |
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REPRESENTANTE 1 | ¡Qué poco sabes | | de achaque de rescatar | | dos hombres gordos y graves! | 640 | Yo los tengo señalados, | | corpulentos y barbados, | | de raro talle y presencia, | | que valen en mi conciencia | | más de trecientos ducados, | 645 | y por estas dos gallinas, | | solamente, los rescato. | | ¡Ved qué entrañas tan molestas | | tiene este pobre pazguato, | | criado entre las encinas! | 650 | ¡Ya la ruindad y malicia, | | la miseria y la codicia | | reina sólo entre esta gente! | |
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LABRADOR | Aun bien que hay aquí teniente, | | corregidor y justicia. | 655 |
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[Éntrase.]
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PEDRO | Y yo tengo lengua y pies. | | Esperen, y lo verán. | |
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REPRESENTANTE 1 | Sois un traidor magancés, | | hombre de aquellos que dan | | mohatras de tres en tres. | 660 |
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REPRESENTANTE 2 | Déjele vuesa merced, | | que, pues ya dejó en la red | | las cobas, vaya en buen hora. | |
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[REPRESENTANTE 1] | Pues bien: ¿qué haremos agora? | |
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[PEDRO] | Lo que es vuestro gusto haced. | 665 | Despójese de su pluma | | el rescate, y véase luego, | | en resolución y en suma, | | si hay algún rancho o bodego | | donde todo se consuma: | 670 | que yo, a fe de compañero, | | desde agora me prefiero | | a dar todo el adherente. | |
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REPRESENTANTE 2 | Hay un grande inconveniente: | | que hemos de ensayar primero. | 675 |
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PEDRO | Pues díganme: ¿son farsantes? | |
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REPRESENTANTE 1 | Por nuestros pecados, sí. | |
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PEDRO | Haz de mis dichas Adlantes, | | cerros de mi Potosí, | | de mi pequeñez gigantes; | 680 | en vosotros se me ofrece | | todo aquello que apetece | | mi deseo en sumo grado. | |
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REPRESENTANTE 2 | ¿Qué vendaval os ha dado, | | que así el seso os desvanece? | 685 |
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PEDRO | Sin duda, he de ser farsante, | | y haré que estupendamente | | la fama mis hechos cante, | | y que los lleve y los cuente | | en Poniente y en Levante. | 690 | Volarán los hechos míos | | hasta los reinos vacíos | | de Policea, y aún más, | | en nombre de Nicolás, | | y el sobrenombre de Ríos: | 695 | que éste fue el nombre de aquel | | mago que a entender me dio | | quién era el mundo crüel, | | ciego que sin vista vio | | cuantos fraudes hay en él. | 700 | En las chozas y en las salas, | | entre las jergas y galas | | será mi nombre estendido, | | aunque se ponga en olvido | | el de Pedro de Urdemalas. | 705 |
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REPRESENTANTE 2 | Enigma y algarabía | | es cuanto habláis, señor, | | para nosotros. |
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PEDRO | Sería | | |
-fol. 217v-
| falta de ingenio y valor | | contaros la historia mía, | 710 | a lo menos por agora. | | Vamos: que, si se mejora | | mi suerte con ser farsista, | | seréis testigos de vista | | del ingenio que en mí mora, | 715 | principalmente en jugar | | las tretas de un entremés | | hasta do pueden llegar. | |
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(Entra otro farsante.)
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REPRESENTANTE 3 | ¿No advertirán que ya es | | hora y tiempo de ensayar? | 720 | Porque pide el rey comedia, | | y el autor ha ya hora y media | | que espera. ¡Grande descuido! | |
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REPRESENTANTE 1 | Pues con ir presto, yo cuido | | que ese daño se remedia. | 725 | Venga, galán, que yo haré | | que hoy quede por recitante. | |
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PEDRO | Si lo quedo, mostraré | | que soy para autor bastante | | con lo menos que yo sé. | 730 | Llegado ha ya la ocasión | | donde la adivinación | | que un hablante Malgesí | | echó un tiempo sobre mí, | | tenga efecto y conclusión. | 735 | Ya podré ser patriarca, | | pontífice y estudiante, | | emperador y monarca: | | que el oficio de farsante | | todos estados abarca; | 740 | y, aunque es vida trabajosa, | | es, en efecto, curiosa, | | pues cosas curiosas trata, | | y nunca quien la maltrata | | le dará nombre de ociosa. | 745 |
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(Éntranse todos.)
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(Sale un
AUTOR con unos papeles como comedia, y dos farsantes,
que todos se señalan por número.)
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AUTOR | Son muy anchos de conciencia | | vuesas mercedes, y creo, | | por las señales que veo, | | que me ha de faltar paciencia. | | ¡Cuerpo de mí! ¿En veinte
días | 750 | no se pudiera haber puesto | | esta comedia? ¿Qué es esto? | | Ellas son venturas mías. | | Póneme esto en confusión, | | y en un rancor importuno, | 755 | que nunca falte ninguno | | al pedir de la ración, | | y al ensayo es menester | | que con perros y hurones | | los busquen, y aun a pregones, | 760 | y no querrán parecer. | |
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PEDRO | ¿Quién un agudo embustero, | | ni un agudo hablador, | | sabrá hacerle mejor | | que yo, si es que hacerle quiero? | 765 |
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AUTOR | Si no pica de arrogante | | el dómine, mucho sabe. | |
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PEDRO | Sé todo aquello que cabe | | en un general farsante; | | sé todos los requisitos | 770 | que un farsante ha de tener | | para serlo, que han de ser | | tan raros como infinitos. | | De gran memoria, primero; | | segundo, de suelta lengua; | 775 | y que no padezca mengua | | de galas es lo tercero. | | |
-fol. 218r-
| Buen talle no le perdono, | | si es que ha de hacer los galanes; | | no afectado en ademanes, | 780 | ni ha de recitar con tono. | | Con descuido cuidadoso, | | grave anciano, joven presto, | | enamorado compuesto, | | con rabia si está celoso. | 785 | Ha de recitar de modo, | | con tanta industria y cordura, | | que se vuelva en la figura | | que hace de todo en todo. | | A los versos ha de dar | 790 | valor con su lengua experta, | | y a la fábula que es muerta | | ha de hacer resucitar. | | Ha de sacar con espanto | | las lágrimas de la risa, | 795 | y hacer que vuelvan con [p]risa | | otra vez al triste llanto. | | Ha de hacer que aquel semblante | | que él mostrare, todo oyente | | le muestre, y será excelente | 800 | si hace aquesto el recitante. | |
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(Entra el
ALGUACIL de las comedias.)
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ALGUACIL | ¿Ahora están tan despacio? | | Esperarles he a que acaben. | | Bien parece que no saben | | las nuevas que hay en palacio. | 805 | Vengan, que ya me amohína | | la posma que en ellos reina, | | aguardando el rey o reina | | y la nueva su sobrina. | |
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ALGUACIL | Una gitana, | 810 | dicen, que es bella en estremo. | |
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PEDRO | Que sea Belica temo. | | ¿Y eso es verdad? |
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ALGUACIL | Y tan llana, | | que yo no sé cuál se sea | | mayor verdad por agora. | 815 | Y la reina, mi señora, | | hacerle fiestas desea. | | Venid, que allá lo sabréis | | todo como pasa al punto. | |
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PEDRO | Mucho bien me vendrá junto | 820 | si por vuestro me queréis. | |
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|
AUTOR | Admitido estáis ya al gremio | | de nuestro alegre ejercicio, | | pues vuestro raro juïcio, | | mayor lauro pide en premio. | 825 | Largo hablaremos después. | | Vamos, y haremos la prueba | | de vuestra gracia tan nueva, | | ensayando un entremés. | |
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|
PEDRO | No me hará ventaja alguno | 830 | en eso, cual se verá. | |
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|
ALGUACIL | Señores, que es tarde ya. | |
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(Vanse todos.)
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(Salen el
REY y
SILERIO.)
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REY | En cualquier traje se muestra | | su belleza al descubierto: | 835 | gitana, me tuvo muerto; | | dama, a matarme se adiestra. | | El parentesco no afloja | | mi deseo; antes, por él | | con ahínco más crüel | 840 | toda el alma se congoja. | |
(Suenan guitarras.)
| Pero, ¿qué música es
ésta? | |
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SILERIO | Los comediantes serán, | | que adonde se visten van. | |
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REY | Ya me entristece la fiesta; | 845 | |
-fol. 218v-
| ya sólo con mi deseo | | quisiera avenirme a solas, | | y dar costado a las olas | | del mar de amor do me veo. | | Pero escucha, que mi historia | 850 | parece que oigo cantar, | | y es señal que ha de durar | | luengos siglos su memoria. | |
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(Entran los
MÚSICOS cantando este romance:)
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MÚSICOS |
Bailan las gitanas; | |
míralas el rey; | 855 |
la reina, con celos, | |
mándalas prender. | | Por Pascua de Reyes | | hicieron al rey | | un baile gitano | 860 | Belica e Inés; | | turbada Belica, | | cayó junto al rey, | | y el rey la levanta | | de puro cortés; | 865 | mas como es Belilla | | de tan linda tez, | | la reina, celosa, | |
mándalas prender. | |
|
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SILERIO | Vienen tan embebecidos, | 870 | que no nos echan de ver. | |
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|
REY | Cantan lo que debe ser | | suspensión de los sentidos. | |
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MÚSICO 1 | El rey está aquí.
¡Chitón! | | Quizá no le agradará | 875 | nuestra canción. |
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MÚSICO 2 | Sí hará, | | por ser nueva la canción, | | y no contiene otra cosa, | | fuera de que es dulce y grave, | | que decir lo que se sabe: | 880 | que es la reina recelosa, | | y hechura de la mujer | | tener celos del marido. | |
|
|
REY | ¡Qué bien que lo has entendido! | | Dételo el diablo a entender. | 885 | Silerio, mi muerte y vida | | vienen juntas. ¿Qué haré? | |
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|
SILERIO | Mostrar a un tiempo la fe, | | aquí cierta, allí fingida. | |
|
|
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(Entran la
REINA y
BELICA, ya vestida de dama;
INÉS, de gitana;
MALDONADO, el autor,
MARTÍN CRESPO, el alcalde, y
PEDRO DE URDEMALAS.)
|
PEDRO | Famosa Isabel, que ya | 890 | fuiste Belica primero; | | Pedro, el famoso embustero, | | postrado a tus pies está, | | tan hecho a hacer desvaríos, | | que, para cobrar renombre, | 895 | el Pedro de Urde, su nombre, | | ya es Nicolás de los Ríos. | | Digo que tienes delante | | a tu Pedro conocido, | | de gitano convertido | 900 | en un famoso farsante, | | para servirte en más obras | | que puedes imaginar, | | si no le quieres faltar | | con lo mucho en que a otros sobras. | 905 | Tu presunción y la mía | | han llegado a conclusión: | | la mía sólo en ficción; | | la tuya, como debía. | | Hay suertes de mil maneras, | 910 | |
-fol. 29r [219r]-
| que, entre donaires y burlas, | | hacen señores de burlas, | | como señores de veras. | | Yo, farsante, seré rey | | cuando le haya en la comedia, | 915 | y tú, oyente, ya eres media | | reina por valor y ley. | | En burlas podré servirte, | | tú hacerme merced de veras, | | si tras las mañas ligeras | 920 | del vulgo no quieres irte; | | en el cual, si alguno hubo | | o hay humilde en rica alteza, | | siempre queda la bajeza | | de aquel principio que tuvo. | 925 | Pero tu ser y virtud | | me tienen bien satisfecho, | | que no llegará a tu pecho | | la sombra de ingratitud. | | Por aquesta buena fe, | 930 | de la reina, ¡oh gran sobrina!, | | y por ver que a ti se inclina | | quien gitano por ti fue, | | que al rey pidas te suplico, | | andando el tiempo, una cosa | 935 | más buena que provechosa, | | porque a mi gusto la aplico. | |
|
|
REY | Desde luego la concedo; | | pide lo que es de tu gusto. | |
|
|
PEDRO | Por ser lo que quiero justo, | 940 | lo declararé sin miedo. | | Y es que, pues claro se entiende | | que el recitar es oficio | | que a enseñar, en su ejercicio, | | y a deleitar sólo atiende, | 945 | y para esto es menester | | grandísima habilidad, | | trabajo y curiosidad, | | saber gastar y tener, | | que ninguno no le haga | 950 | que las partes no tuviere | | que este ejercicio requiere, | | con que enseñe y satisfaga. | | Preceda examen primero, | | o muestra de compañía, | 955 | y no por su fantasía | | se haga autor un pandero. | | Con esto pondrán la mira | | a esmerarse en su ejercicio: | | que tanto es bueno el oficio, | 960 | cuanto es el fin a que aspira. | |
|
|
BELICA | Yo haré que el rey, mi señor, | | vuestra petición conceda. | |
|
|
REY | Y aun otras, si hay en qué pueda | | valerle vuestro favor. | 965 |
|
|
REINA | Con mejores ojos miro | | agora que la miréis; | | y en cuanto por ella hacéis, | | más me alegro que me admiro. | | Ya mi voluntad se inclina | 970 | a acreditar a los dos: | | que entre mis celos y vos | | se ha puesto el ser mi sobrina. | | Vamos a oír la comedia | | con gusto, pues que los cielos | 975 | no ordenaron que mis celos | | la volviesen en tragedia. | | Y avisaráse a mi hermano | | luego deste hallazgo bueno. | |
|
|
|
(Éntrase.)
|
REY | Ya yo le tengo en el seno | 980 | y le toco con la mano. | | ¡Oh imaginación, que alcanzas | | las cosas menos posibles, | | si alcanzan las imposibles | | de reyes las esperanzas! | 985 |
|
|
[SILERIO] | No te aflijas, que no es tanto | | el parentesco que impida | | |
-fol. 29v [219v]-
| hallar a tu mal salida. | |
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REY | Sí; mas moriré entretanto. | |
|
|
|
(Éntrase el
REY y
SILERIO.)
|
MALDONADO | Señora Belica, espere; | 990 | mire que soy Maldonado, | | su conde. |
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|
BELICA | Tengo otro estado | | que estar aquí no requiere. | | Maldonado, perdonadme, | | que yo os hablaré otro día. | 995 |
|
|
|
BELICA | La reina espera; dejadme. | |
|
|
|
(Éntrase
BELICA.)
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INÉS | ¡Entróse! ¡Quién me
dijera | | aquesto casi antiyer! | | No lo pudiera creer, | 1000 | si con los ojos lo viera. | | ¡Válame Dios, y qué ingrata | | mochacha, y qué sacudida! | |
|
|
PEDRO | La mudanza de la vida | | mil firmezas desbarata, | 1005 | mil agravios comprehende, | | mil vivezas atesora, | | y olvida sólo en un hora | | lo que en mil siglos aprende. | |
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|
ALCALDE | Pedro, ¿cómo estás
aquí | 1010 | tan galán? ¿Qué te has hecho? | |
|
|
PEDRO | Pudiérame haber deshecho, | | si no mirara por mí. | | Mudado he de oficio y nombre, | | y no es así comoquiera: | 1015 | hecho estoy una quimera. | |
|
|
ALCALDE | Siempre tú fuiste gran hombre. | | Yo por el premio venía | | de la danza que enseñaste, | | que en ella claro mostraste | 1020 | tu ingenio y tu bizarría; | | y si en el mundo no hubiera | | pajes, yo sé que durara | | su fama hasta que llegara | | la edad que ha de ser postrera. | 1025 | Clemente y Clemencia están | | muy buenos, sin ningún mal, | | y Benita con Pascual | | garrida vida se dan. | |
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|
(Entra
UNO.)
|
UNO | Sus majestades aguardan; | 1030 | bien pueden ya comenzar. | |
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|
UNO | Miren que dicen que tardan. | |
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|
PEDRO | Ya ven vuesas mercedes que los reyes | | aguardan allá dentro, y no es posible | 1035 | entrar todos a ver la gran comedia | | que mi autor representa, que alabardas | | y lancineques y frinfrón impiden | | la entrada a toda gente mosquetera. | | Mañana, en el teatro, se hará una, | 1040 | donde por poco precio verán todos | | desde principio al fin toda la traza, | | y verán que no acaba en casamiento, | | |
-fol. 220r-
| cosa común y vista cien mil veces, | | ni que parió la dama esta jornada, | 1045 | y en otra tiene el niño ya sus barbas, | | y es valiente y feroz, y mata y hiende, | | y venga de sus padres cierta injuria, | | y al fin viene a ser rey de un cierto reino | | que no hay cosmografía que le muestre. | 1050 | Destas impertinencias y otras tales | | ofreció la comedia libre y suelta, | | pues llena de artificio, industria y galas, | | se cela del gran Pedro de Urdemalas. | |
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|