Disciplina clericalis, ed. Schmidt. Introducción. (N. del A.)
GEIGUER, op. cit. (N. del A.)
Journ. asiat., 1861, II, 459. SACHS, La poesía religiosa de los judíos, 213, GEIGUER, El Diwan. (N. del A.)
En la historia de la casa de Niebla (Memorial histórico español, t. IX), hay una larga lista de estos casos. (N. del A.)
DOZY, Histoire, IV, 246. (N. del A.)
DOZY, Recherches, pág. 419. (N. del A.)
El autor alude probablemente a este verso:
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suponiendo tal vez que caguil hallaco son palabras arábigas con que comienza un cantar. (N. del T.)
El caballero de Rozmital, natural de Bohemia, que visitó España en 1467, dice que el rey Enrique IV estaba rodeado en su palacio de muchos mahometanos, y que había adoptado, así en su traje, como en la comida, bebida y manera de vivir, muchas costumbres mahometanas. Refiere también más adelante que halló en la residencia y corte del Conde de Haro muchas moras y judías, y que en los confines de Aragón y Castilla estuvo en una comarca, sólo habitada por paganos (esto es, por muslimes), donde fue muy amistosamente recibido. (Relación de viaje de Rozmital, Stuttgart, 1842, págs. 167 y 189). (N. del A.)
Ya hemos dicho que el Sr. Gayangos afirma que hay toda una literatura aljamiada, y hemos citado el Poema de San José, los de Rabadán, el del Día de Juicio, publicado en Inglaterra y las Alabanzas de Mahoma, publicadas por Müller. De los otros dos poemas, publicados por este orientalista, hay uno, que consta de muy cerca de 400 versos, tejido todo él de máximas morales, como por ejemplo:
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(N. del A.)
Paleografía española, pág. 20. (N. del A.)