[164]
Apio Herdonio
En vano, en vano pasan | |||
los siglos murmurando | |||
sobre el sepulcro humilde de los buenos; | |||
las horas van llegando | |||
a las doradas puertas de la vida; | 5 | ||
se acercan, aparecen, | |||
suspensas en el tiempo un punto quedan, | |||
y al fin pasan, y ruedan, | |||
y en el eterno mar desaparecen. | |||
Polvo son las coronas, | 10 | ||
polvo la roja espada | |||
que en sangre inunda las revueltas zonas; | |||
ceniza las legiones | |||
del déspota feroz, que al cielo insulta | |||
al clavar en sepulcros sus pendones; | 15 | ||
polvo los dioses son; humo tan sólo | |||
la estatua griega que arrancó a la gloria | |||
su rayo celestial; soplo la vida, | |||
viento la tradición, niebla la historia. [165] | |||
Aire es la nube que el espacio llena; | 20 | ||
nada la inmensidad; los astros de(77) oro, | |||
imperceptibles átomos de arena | |||
que arrastra Dios en cadencioso coro; | |||
pobre reflejo de la luz celeste | |||
es el hirviente sol; remedio impuro | 25 | ||
de la cólera santa, | |||
el ronco mar que arrebatado gira, | |||
y que siglos y siglos fluctuando, | |||
en su cárcel de roca está cantando | |||
de su pobre grandeza la mentira. | 30 | ||
Cuanto la mente admira, | |||
ceniza es nada más que el polvo hiere; | |||
pues la creación radiante y soberana | |||
bajo la muerte dormirá mañana, | |||
y no puede ser grande lo que muere. | 35 | ||
Pero el rayo divino | |||
que desciende de Dios; el rayo puro, | |||
que abrasa de los genios el camino; | |||
aquel que en otros días | |||
ardió en la lira del cantor hebreo, | 40 | ||
y abrasó con sus llamas | |||
las arpas de David y Jeremías; | |||
esa luz portentosa | |||
en cuya ara sagrada, | |||
dejan con fe gloriosa | 45 | ||
la imprenta Gutenberg, César la espada, | |||
Cicerón y Bossuet de la elocuencia | |||
la túnica sagrada, | |||
Franklin el rayo arrebatado al trueno, | |||
Virginio su puñal «¡honra!»(78) gritando | 50 | ||
al desgarrar el palpitante seno | |||
de la esclava infeliz, su genio Apeles, | |||
Calderón y Petrarca sus cantares, | |||
Murillo sus pinceles, [166] | |||
Colón el mundo que arrancó a los mares; | 55 | ||
esa luz que del bueno en la memoria | |||
se llama eternidad, se llama gloria, | |||
por siempre vivirá, que aunque mañana | |||
se desgarre la tierra | |||
bajo el soplo de Dios, y en negro caos | 60 | ||
se vuelque el mar, y despeñado el río | |||
de la indomable destrucción arrastre | |||
en trozos la creación por el vacío, | |||
aún su rayo fecundo | |||
se extenderá por la mansión callada, | 65 | ||
recordando a la noche de la nada | |||
que en su seno apagado rodó el mundo. | |||
Mas no el renombre del feroz guerrero | |||
que de negra ambición siguiendo el río | |||
en sangre tiñe el criminal acero, | 70 | ||
es el que el alma arrebatada anhela... | |||
¡César!... ¡Napoleón!... Ante sus nombres | |||
la humanidad suspira, el mar sombrío, | |||
removiendo en sepulcros su oleaje, | |||
horror cantando hacia los astros sube; | 75 | ||
la muerte afila su puñal impío, | |||
y la agitada nube | |||
desciende con terror sobre la frente | |||
del soberbio Montblanc(79), temiendo acaso | |||
que en el peñón altísimo y sereno | 80 | ||
se eleven soberanas, | |||
las águilas francesas o romanas | |||
cerrando el paso al huracán y al trueno. | |||
Mas esos nombres que la mente admira, | |||
falsas grandezas son; la espada rota | 85 | ||
dejaron sobre el mundo, y en sus tumbas | |||
la maldición del universo flota; | |||
en vano el arte gime | |||
dulcísimos cantares, [167] | |||
levantando en la estatua o en el lienzo | 90 | ||
a sus nombres magníficos altares; | |||
en vano al mundo con su genio asombran | |||
y en vano el mar de su grandeza agitan, | |||
que si los ciegos sus victorias cantan, | |||
las madres de sus tumbas se levantan | 95 | ||
y volviéndose a Dios, «¡venganza!...»(80) gritan. | |||
Pero esa gloria pura | |||
hija del bien, que nunca alzó su vuelo | |||
sobre tronos, ni tumbas, ni ruinas; | |||
esa esencia del cielo | 100 | ||
que, sin que al mundo asombre, | |||
por cima de los siglos | |||
levanta altivo y vencedor al hombre, | |||
del bueno en la memoria, | |||
esa es la eternidad, esa es la gloria. | 105 | ||
A la luz de ese rayo venturoso | |||
el libre te contempla, a ti, del mundo | |||
soberano blasón, Herdonio altivo; | |||
jamás el arte su cincel sagrado | |||
ocupó en tu memoria, ni el poeta | 110 | ||
levantó hasta tu solio refulgente | |||
el rico fruto de su altiva frente. | |||
Mas yo, que el arpa santa | |||
con delirio pulsé; yo que sereno | |||
canté a la mar que ruge y se agiganta, | 115 | ||
al huracán, al trueno, | |||
a cuanto libre y bueno | |||
sobre la tierra impura se levanta, | |||
a ti alzaré mis pálidos cantares, | |||
que desprecian del déspota inhumano | 120 | ||
los cínicos altares, | |||
pues tu virtud que tu recuerdo abona | |||
el noble esfuerzo del cantor corona. [168] | |||
Bajo una noche de baldón impuro | |||
la humanidad dormía | 125 | ||
de Roma en la soberbia sepultura; | |||
esclavo el pensamiento, | |||
apenas se agitaba; del tirano | |||
el bélico pendón cruzaba el viento; | |||
del Lacio las legiones | 130 | ||
asolaban al mundo; Grecia muda | |||
sus estatuas le daba y sus canciones; | |||
Babilonia su cetro; Tiro esclava | |||
su manto hecho jirones; | |||
de Cartago las rápidas galeras | 135 | ||
agitaban las hondas del Tirreno | |||
perdón pidiendo al pueblo soberano; | |||
desde el Ganges rugiente | |||
hasta el monte que mira en sus laderas | |||
levantadas las bélicas banderas | 140 | ||
del cántabro valiente, | |||
el pueblo rey en dominante yugo | |||
el guerrero pendón soberbio alzaba, | |||
y el mundo se arrastraba | |||
a las plantas de Roma su verdugo. | 145 | ||
De repente altanero | |||
Herdonio ardiendo en fuego sacrosanto, | |||
desnuda el libre acero; | |||
y repitiendo el canto | |||
que de Esparta y Atenas | 150 | ||
arrancara las bárbaras cadenas, | |||
«¡libertad, libertad...!»(81) trémulo grita; | |||
del Capitolio los soberbios muros | |||
arrebatado escala; Roma entera | |||
cual torrente a luchar se precipita; | 155 | ||
la indómita bandera | |||
domina el muro con pujante vuelo, | |||
y en los aires tremola [169] | |||
pidiendo gloria y protección al cielo; | |||
escala tras escala, | 160 | ||
el tirano arrastrando sus legiones, | |||
a dormir del Capitolio prueba | |||
los altos torreones; | |||
Herdonio rueda sobre el alto muro, | |||
y la sagrada libertad se eleva | 165 | ||
envuelta en manto oscuro, | |||
para llevar a Dios de asombro lleno | |||
el sangriento puñal que el vil esclavo, | |||
parricida feroz hundió en su seno. | |||
¿Qué hace la plebe impía, | 170 | ||
que al bueno no socorre? ¡Esclavos viles! | |||
Ese valiente que en vosotros fía, | |||
es vuestro vengador; oyó el gemido | |||
que se escapaba sin cesar al cielo | |||
de vuestro pecho herido; | 175 | ||
vio el pensamiento humano | |||
a los pies del tirano; | |||
rompió del porvenir la nube oscura, | |||
y vio alzarse la sombra del imperio | |||
prensando a la razón; vio a las naciones | 180 | ||
arrastrando su rota vestidura | |||
a los pies de Tiberios y Nerones; | |||
escuchó el eco horrible | |||
con que en la lucha fuerte | |||
el paria vil en su deshonra bravo, | 185 | ||
al César saludaba ante la muerte | |||
para morir esclavo; | |||
oyó el terrible grito de agonía | |||
que en el Circo feroz la madre alzaba, | |||
cuando el hijo rodaba | 190 | ||
del pueblo entre la ronca gritería; | |||
en asqueroso lecho | |||
vio a la humilde doncella [170] | |||
profanada la frente, impuro el pecho, | |||
al déspota esperando, | 195 | ||
y a Dios y al universo avergonzando. | |||
Vio al hombre envilecido | |||
profanar su misión santa y sublime | |||
al carro de los Césares uncido; | |||
vio a la espantada tierra | 200 | ||
convertida(82) en despojo de la guerra; | |||
a la fuerza en razón; la ley en nada; | |||
la batalla en altar; en Dios la espada. | |||
Sobre el peñón maldito | |||
que ve Jerusalén triste y doliente | 205 | ||
cual sombra de un delito, | |||
adivinó la Cruz; vio al pueblo rudo | |||
girar al pie del celestial cordero | |||
cual tigre carnicero; | |||
oyó el terrible grito | 210 | ||
de la creación que ante el cadáver mudo | |||
en himno ronco de furor rodaba, | |||
y a la lucha corrió con noble anhelo | |||
juzgando necesario, | |||
alzarse en Roma precursor fecundo, | 215 | ||
para anunciar al mundo | |||
la libertad cercana del Calvario. | |||
¿Mas qué hacéis entretanto los que viles | |||
bajo el peso de negra tiranía, | |||
en polvo os arrastráis como reptiles? | 220 | ||
¡Volad... volad...! esclavos, | |||
como vuela el simoun; a sus pendones | |||
del entusiasmo santo unid la tea... | |||
¡que no muere una idea | |||
cuando tiene por muros corazones...! | 225 | ||
Corred a la batalla | |||
arrasándolo todo en el camino | |||
como volcán que estalla; [171] | |||
no deis paz al acero, | |||
hasta aplastar a los que al bueno oprimen, | 230 | ||
y evitaréis con vuestro esfuerzo santo | |||
¡lágrimas al Señor, al mundo un crimen, | |||
y a la creación espanto...! | |||
Pero todo es en vano; Herdonio rueda, | |||
y al despotismo infame | 235 | ||
tras negra lucha sanguinaria y breve, | |||
su vil pendón sobre los muros clava; | |||
nadie a morir se atreve... | |||
¡Señor... será la plebe | |||
digna de ser esclava...! | 240 | ||
Herdonio... duerme en paz; indiferente | |||
a tu recuerdo santo, el mundo gira | |||
del tiempo en el torrente; | |||
jamás de tu sepulcro en el camino | |||
dejó la religión sus oraciones, | 245 | ||
ni el arte sus canciones | |||
ni el fruto hermoso del cincel divino. | |||
Sobre cada grandeza | |||
que con tierra en la tierra se agiganta | |||
y que en la tumba a descender empieza, | 250 | ||
de admiración un grito se levanta; | |||
y en impuro concierto | |||
el arte y la oración que compra el oro, | |||
viles adulan en indigno coro | |||
hasta la tumba donde yace el muerto. | 255 | ||
Mas a ti nadie llega; tu memoria | |||
no tiene sobre el mundo otro terreno | |||
que el corazón del bueno; | |||
acaso el polvo santo | |||
donde latió tu espíritu sublime | 260 | ||
lo esparcieron las bárbaras legiones [172] | |||
para mengua del mundo; acaso impío | |||
algún tirano al destrozar tu tumba | |||
dejó insepulto tu cadáver frío, | |||
y acaso el huracán... aquél gran día | 265 | ||
en que Dios en el Gólgota moría, | |||
tus cenizas llevó con raudo vuelo | |||
del redentor a la apenada frente, | |||
para que al fin de su destierro humano | |||
te diese allá en el cielo, | 270 | ||
la tumba refulgente | |||
que aquí en la tierra te negó el tirano. | |||
Descansa en paz; ni llanto ni oraciones | |||
arranca tu memoria; | |||
te olvidan las naciones; | 275 | ||
te olvida el arte; te olvidó la historia; | |||
en su incesante giro | |||
la humanidad no deja ante tu losa | |||
ni un canto ni un suspiro; | |||
mas venganza tendrás; porque mañana | 280 | ||
cuando exhale la lira del poeta | |||
himnos de libertad; cuando el fecundo | |||
sol de esperanza que matiza el mundo | |||
se lance de la nube a borbotones, | |||
entonces tus hermanos | 285 | ||
al recordar tu poderoso aliento, | |||
alzarán a tu gloria un monumento | |||
con las tumbas de todos los tiranos. [173] | |||
A mi esposa la señora Doña María del Patrocinio Padilla |
|||
Es altar la familia; piedra santa, | |||
el dulce amor que en la mujer reposa; | |||
sobre esta piedra colosal y hermosa | |||
sus cúpulas de luz la fe levanta. | |||
En el árbol familia, libre encanta | 5 | ||
ruiseñor la mujer siempre amorosa; | |||
y dulce o varonil, madre y esposa, | |||
su amor bendice, o sus dolores canta. | |||
Niño era yo, y entre angustioso grito | |||
la muerte hundió mi hogar; su labio fiero, | 10 | ||
lo dejó sin calor, triste y marchito; | |||
hoy eres tú mi corazón entero... | |||
¡columna de mi amor! que Dios bendito, | |||
te dé más vida que a mi hogar primero. [174] | |||
A España |
|||
Solar de pundonor; de valor río; | |||
columna y valladar de las naciones; | |||
el mundo al tremolar de tus pendones | |||
se espanta de tu noble poderío. | |||
Con Cartago y con Roma, el hado impío | 5 | ||
te hizo luchar, por armas tus(83) peñones; | |||
del árabe las bárbaras legiones, | |||
flotaron cual aristas a tu brío. | |||
Venciste sin cesar; y ¡ay! apenada | |||
riegas con llanto de dolor profundo | 10 | ||
tu corona gloriosa y venerada; | |||
¡Patria! levanta tu esplendor(84) fecundo; | |||
no te destroces con tu propia espada; | |||
véncete a ti, como venciste al mundo... [175] | |||
La Fe y la Razón |
|||
Cuando la cruz coronó | |||
a la cúpula valiente | |||
que Miguel Ángel potente | |||
sobre el templo levantó, | |||
Dios que escuchaba el cincel | 5 | ||
más cercano cada día; | |||
Dios que las piedras veía | |||
subir, subir hasta Él, | |||
al ver la mole arrogante | |||
suspensa en mitad del cielo; | 10 | ||
contemplando el raudo vuelo | |||
de aquella creación gigante; | |||
al ver como hasta su pie | |||
soberbio el templo se alzó, | |||
«¡Quién llega hasta mí...!» gritó, | 15 | ||
y el templo dijo: «¡La Fe...!» | |||
Entonces Dios, siempre bueno, | |||
bendijo belleza tanta; [176] | |||
por no herir la mole santa | |||
pasó arrebatado el trueno; | 20 | ||
la hirviente borrasca impía | |||
al estrellarse en sus muros | |||
llenó los cielos oscuros | |||
de religiosa armonía, | |||
y el sol dejando el tesoro | 25 | ||
de su magnífica frente | |||
sobre aquel templo esplendente(85) | |||
tan brillante, tan sonoro, | |||
dio viveza a sus calados; | |||
movimiento a sus pilares; | 30 | ||
besó en los blancos altares | |||
los mármoles delicados; | |||
y dando con efusión | |||
su luz clara y purpurina, | |||
fue la lámpara divina | 35 | ||
de la gran decoración. | |||
......................... | |||
Desde entonces, por liviano | |||
murió el arte viejo y rudo; | |||
sobre el peñón quedó mudo | |||
de asombro el cincel pagano; | 40 | ||
la artística Roma en coro | |||
saludó el arte infinito, | |||
con el gran arco de Tito, | |||
con el Circo y con el Foro; | |||
y las estatuas de Atenas | 45 | ||
honra de la Grecia esclava; | |||
aquellas diosas de lava | |||
que arrancan fuego a las venas, | |||
en sus pedestales rudos | |||
mudas de vergüenza vieron, | 50 | ||
como las yedras cubrieron | |||
sus pechos antes desnudos; [177] | |||
¡y era porque ante el fulgor | |||
de la cristiana pureza, | |||
hasta la naturaleza | 55 | ||
velaba por el pudor...! | |||
Todo cambió con la luz | |||
que en aquel templo(86) elevaron; | |||
él marca cómo brotaron | |||
nuevas artes de la cruz. | 60 | ||
La piedra que antes liviana | |||
hizo eternas las pasiones | |||
arrancando sensaciones | |||
a la impudicia pagana, | |||
bajo el cristiano cincel | 65 | ||
que en la gloria se ilumina, | |||
tomó la forma divina | |||
de la virgen de Israel: | |||
retrato del Redentor | |||
la faz amorosa y grave, | 70 | ||
trazó el contorno suave | |||
de la madre del dolor; | |||
copió el sollozo, el suspiro, | |||
la fe, la vida, la gloria; | |||
llenó de encantos la escoria | 75 | ||
de nuestro pobre retiro; | |||
y era porque Dios, hermano | |||
de los que le amaban fieles | |||
mandaba al mundo cinceles, | |||
para el artista cristiano. | 80 | ||
......................... | |||
Y no tan sólo el peñón | |||
su ser el arte cambiaba; | |||
también el lienzo entonaba [178] | |||
su más solemne canción. | |||
Mientras Cellini a la historia | 85 | ||
daba su nombre y su brillo, | |||
ya fermentaba Murillo | |||
con el fuego de su gloria: | |||
el gigante apareció; | |||
lo eterno brillaba en él; | 90 | ||
donde llegó su pincel | |||
sólo su pincel llegó; | |||
empapado en la grandeza | |||
del espíritu cristiano, | |||
con su aliento sobrehumano | 95 | ||
domó a la naturaleza; | |||
y de su potencia en pos | |||
volando en vuelo fecundo, | |||
después de abarcar al mundo, | |||
pintó a la gloria, y a Dios. | 100 | ||
Gigante que al orbe asombra | |||
bajó a la tumba dejando | |||
al arte nuevo pensando, | |||
y al arte viejo en la sombra; | |||
porque en su audaz corazón | 105 | ||
que en sus creaciones se ve, | |||
vivieron mundos de fe, | |||
con mundos de inspiración. | |||
¡Revolución esplendente!... | |||
Cuán inmenso es su poder... | 110 | ||
la luz se principia a ver | |||
en cada creación naciente. | |||
Cantando un himno profundo | |||
se alzan moles colosales; | |||
con manto de catedrales | 115 [179] | ||
principia a cubrir el mundo. | |||
Y no es ya en el Partenón | |||
donde el arte se ilumina; | |||
la basílica mezquina | |||
de la griega ostentación, | 120 | ||
es pequeña ante la idea | |||
que en el templo soberano, | |||
cual sol del arte cristiano | |||
bajo la cruz centellea. | |||
El genio volando en pos | 125 | ||
del más inspirado anhelo, | |||
coge en la cúpula el cielo | |||
para ofrecérsela a Dios. | |||
Alza la nave altanera | |||
por cima del monte grave; | 130 | ||
la cruz corona a la nave | |||
como la luna a la esfera, | |||
y al par que en la estatua brilla, | |||
y el lienzo se anima y llora, | |||
y el arpa consoladora | 135 | ||
trémula al genio se humilla; | |||
el cincel, y la canción, | |||
el lienzo, el mármol, el oro, | |||
y el órgano que en el coro | |||
canta nuestra redención, | 140 | ||
al alzar su canto allí, | |||
donde a Dios el alma ve, | |||
dicen: «Señor, soy la fe | |||
que se levanta hasta ti.» | |||
Hoy... dormido está el laúd; | 145 | ||
dormido el pincel divino; | |||
la estatua gira sin tino [180] | |||
del arte en el ataúd. | |||
Ya lo duros pedernales | |||
no toman formas humanas; | 150 | ||
mudas las artes cristianas | |||
no levantan catedrales. | |||
Sólo la música pura, | |||
sólo el arte de Stradela, | |||
como un ruiseñor que vela | 155 | ||
de la fronda en la espesura, | |||
cantando gloria o pasión | |||
desde un árbol de otro mundo, | |||
contempla el astro fecundo | |||
de la gran revolución. | 160 | ||
Es otro siglo... ¡Escuchad!... | |||
El hierro arrumba y golpea; | |||
en el taller de la idea | |||
se funde la humanidad. | |||
El genio que se lanzó | 165 | ||
ayer tras de la belleza, | |||
roba a la naturaleza | |||
lo que cien siglos guardó. | |||
A su luz el pensamiento | |||
domina montes y mares; | 170 | ||
los peñascos seculares | |||
se desprenden de su asiento, | |||
y en vez de alzarse a la altura | |||
en cúpulas o palacios; | |||
en vez de hendir los espacios | 175 | ||
al sol de la arquitectura, | |||
bajan formando torrentes | |||
de la tierra a las entrañas; | |||
unen abiertas montañas, [181] | |||
forman arcos, forman puentes; | 180 | ||
y cuando el hombre sereno | |||
los arranca al monte mismo, | |||
o descienden al abismo | |||
o se levantan al trueno. | |||
El cincel que nos asombra | 185 | ||
por las obras que animaba, | |||
hoy en las rocas se clava | |||
«¡Paso!»(87) gritando a la sombra: | |||
abre inmensas galerías | |||
en las montañas más graves; | 190 | ||
por sus magníficas naves | |||
gigantescas y sombrías. | |||
Raudas, hirvientes, sonoras | |||
corren cubiertas de galas, | |||
locomotoras con alas | 195 | ||
más rápidas que las horas. | |||
Allí penetra y se extiende | |||
el hilo en que va el acento; | |||
cuando pasa el pensamiento | |||
la negra sombra se enciende; | 200 | ||
porque al verse sorprendida | |||
la virgen naturaleza, | |||
canta a la humana grandeza | |||
confesándose vencida. | |||
¡Siglos de fe y de razón!... | 205 | ||
¿Cuál es más grande, Dios mío? | |||
¡Ayer, arte y desvarío... | |||
hoy... ciencia y revolución!... | |||
Ayer el peñón sereno | |||
la gloria de Dios cantaba; | 210 | ||
¡hoy la tormenta es esclava, [182] | |||
esclavo el rayo y el trueno! | |||
Ayer el lienzo brilló | |||
con el fuego de Dios mismo; | |||
hoy se ilumina el abismo | 215 | ||
que Dios con la mar cubrió. | |||
Ayer en la sombra muda | |||
brillaba la fe bendita; | |||
hoy... entre la luz se agita | |||
cual negra sombra la duda. | 220 | ||
Ayer con la fe por guía | |||
sin otra luz ni otro muro, | |||
en lecho de sombra oscuro | |||
la humanidad se dormía; | |||
hoy con fiera voluntad | 225 | ||
fijo y seguro timón, | |||
la barca de la razón | |||
conduce a la humanidad; | |||
y por la mar adelanta... | |||
y no detiene su vuelo; | 230 | ||
y desde el mundo hasta el cielo, | |||
todo vacila a su planta; | |||
ya está lejos... ¿Dónde irá? | |||
¿Será presa de su ardor? | |||
¡Busca un puerto!... tiene amor... | 235 | ||
La nave se salvará. | |||
¡Miradla!... No hay que temer; | |||
siglo que en tan honda liza | |||
tan grandes obras realiza, | |||
sabe adorar y creer. | 240 | ||
Mundo que de su ansia en pos | |||
vuela en tan rápido vuelo, | |||
no está solo; desde el cielo [183] | |||
le tiende su mano Dios. | |||
Si los templos seculares | 245 | ||
cantan de ayer las creencias, | |||
hoy nuestras propias conciencias | |||
son templos y son altares. | |||
Libre el pensamiento humano | |||
a Dios ofrece su culto; | 250 | ||
ese templo tan oculto | |||
es el templo más cristiano. | |||
Alzando en su utilidad | |||
el siglo cuanto proclama, | |||
no se ama a sí, sino que ama | 255 | ||
a Dios, en la humanidad. | |||
Por eso la reflexión | |||
nos dice al vernos sentir, | |||
que la fe no ha de morir | |||
ahogada por la razón; | 260 | ||
sino que en vuelo fecundo | |||
las dos uniendo sus lazos, | |||
van a confundir sus brazos | |||
para redimir al mundo. [184] | |||
Despedida |
|||
Con el alma dolorida | |||
voy siguiendo(88) mi camino, | |||
y hoy me arrebata el destino | |||
de la patria que es mi vida; | |||
como tierna despedida | 5 | ||
voy a dar forma y calor | |||
a mi duelo asolador, | |||
porque en la vital faena, | |||
el alma estalla de pena | |||
si no abre cauce al dolor. | 10 | ||
Mañana en otros lugares | |||
mirando gentes extrañas, | |||
veré soberbias montañas, | |||
que esconderán mis hogares; | |||
quizá los férvidos mares | 15 | ||
que oculten la patria mía; | |||
mas siempre mi fantasía | |||
recordará con anhelo, | |||
estas flores y este cielo | |||
de mi dulce Andalucía. | 20 | ||
Que aquí son más los rumores [185] | |||
de los lagos cristalinos | |||
y son más dulces los trinos | |||
de los pájaros cantores; | |||
aquí rebosan las flores | 25 | ||
en los prados virginales; | |||
y confunden sus canales | |||
aguas de fuentes y lomas, | |||
y van juntas las palomas | |||
con las águilas reales. | 30 | ||
Aquí por celeste don | |||
de que no da el mundo ejemplo, | |||
cada frente tiene un templo | |||
de arrogante inspiración; | |||
aquí viva exposición | 35 | ||
presenta el suelo fecundo; | |||
que Dios con amor profundo | |||
dándonos galas y genio, | |||
hizo a mi patria el proscenio | |||
de la belleza del mundo... | 40 | ||
Aquí hay soberbias vestales | |||
que hunden el alma en cadenas, | |||
por ser estatuas de Atenas | |||
fuera de sus pedestales; | |||
hay vírgenes ideales | 45 | ||
que con su hermosura fiel | |||
dejando atrás el pincel | |||
son por su dulzura y brillo, | |||
realidades de Murillo, | |||
modelos de Rafael. | 50 | ||
Aquí también la nación | |||
tiene página brillante; | |||
aquí está Bailén, gigante | |||
dogal de Napoleón; | |||
España por su cañón | 55 | ||
gritó a los vencidos bravos: [186] | |||
«Corred por montes y cabos | |||
a domar pueblos inmundos; | |||
que en el taller de mis mundos | |||
no se fabrican esclavos.» | 60 | ||
Arte, belleza, poesía, | |||
valor, virtudes, historia; | |||
¡he aquí los timbres de gloria | |||
que tiene la patria mía! | |||
Al dejarla, pena impía | 65 | ||
quita aliento a mi razón; | |||
mas se templa la aflicción | |||
cuando el alma considera, | |||
que con fe la patria entera | |||
se guarda en el corazón. | 70 [187] | ||
Amor mundano |
|||
Yo la juraba amor; por fiel trofeo | |||
mi vida la ofrecí con mis destinos; | |||
sus ojos grandes, cándidos, divinos, | |||
contemplaban mi loco devaneo. | |||
Como tiemblan las almas al deseo | 5 | ||
temblaban los remansos cristalinos; | |||
el ruiseñor cantaba entre los pinos | |||
los cantos de Julieta y de Romeo. | |||
Recordando un amor que es maravilla, | |||
«Tú serás mi Isabel», grité con pena | 10 | ||
doblando en su presencia la rodilla; | |||
y ella me dijo con su voz serena: | |||
«Ya me duele el estómago, Marsilla; | |||
convídame a cenar, que no estoy buena.» [188] | |||
Al ejército español, en el acto de hacer pública la declaración de guerra de España a Marruecos |
|||
¡Ellos son! ¡ellos son! Ved sus pendones | |||
sobre las olas de la mar rugiente, | |||
que besa las arenas | |||
del África infeliz; ellos, los hijos | |||
de la invicta nación en cuya frente | 5 | ||
brillaron cien coronas, | |||
cuando al compás del victorioso canto, | |||
sintió latir los Mundos | |||
entre las orlas de su regio manto. | |||
Vedlos allí; bajo sus pasos fieros, | 10 | ||
la tierra se estremece; absorto el mundo | |||
pregunta quiénes son; gimen los mares | |||
llevando con orgullo sus bajeles, | |||
y al despedirse de los patrios lares, | |||
se espantan los infieles. | 15 | ||
Los héroes de sus tumbas se levantan | |||
para verlos marchar; ¡Guzmán! ¡Padilla! | |||
¡venid! ¡venid! y admiraréis erguidos | |||
los bélicos leones de Castilla. | |||
Venid; ya la pelea | 20 [189] | ||
se agita por do quier; la media luna | |||
huirá otra vez ante el hispano aliento, | |||
como nube de arena | |||
que del desierto al mar empuja el viento... | |||
¡Ellos son! ¡ellos son! Los altos hijos | 25 | ||
de Sagunto y Numancia; los que un día | |||
vieron postrarse ante su inmensa gloria | |||
todos los tronos de la baja tierra; | |||
los que al compás de su guerrero canto | |||
dieron su ley a la nación romana, | 30 | ||
y hundieron la soberbia mahometana | |||
en las revueltas olas de Lepanto. | |||
Los que siglo tras siglo en honda lucha | |||
bajo la Cruz sagrada | |||
respiraron las auras de la guerra | 35 | ||
sin rendirse jamás; los valerosos | |||
que al ronco grito de su patria amada | |||
con santo amor lucharon, | |||
y estrecho el mundo a su valor hallaron. | |||
Los que al audaz coloso | 40 | ||
que halló pobre escabel de su grandeza | |||
las cumbres del Moncayo poderoso, | |||
en brazos de su intrépida bravura | |||
le arrancaron el cetro y la victoria, | |||
y con frente serena, | 45 | ||
polvo hicieron su gloria | |||
sobre el vasto peñón de Santa Elena. | |||
¡Ellos son! ¡ellos son...! Los que hoy sin calma | |||
cruzan la mar bravía | |||
buscando el lauro y la brillante palma | 50 | ||
para honra y gloria de la patria mía. | |||
Ya van a la victoria; ya severa, | |||
la santa Cruz en sus pendones flota; | |||
ya la noble bandera [190] | |||
dobla la mar remota | 55 | ||
buscando con afán otra ribera. | |||
¡Madres, padres, hermanos...! | |||
Por ellos no lloréis; las bendiciones | |||
del morador del alto firmamento | |||
sustentan sus pendones, | 60 | ||
y el abrasado viento | |||
que en la costa africana | |||
bate la arena ardiente, | |||
llevando entre sus alas la victoria | |||
les hará respirar auras de gloria. | 65 | ||
Ellos heroicos son: en sus cabezas | |||
se reflejan brillantes | |||
los lauros de magníficas grandezas, | |||
héroes sus padres fueron; | |||
héroes tienen que ser sus sucesores; | 70 | ||
no temas por tus hijos, pueblo fuerte, | |||
porque es tal su bravura | |||
¡que al herirlos cruel tiembla la muerte...! | |||
Y tú, madre; no llores... que mañana | |||
a tu regazo volverá ese hijo | 75 | ||
¡ay! a que borres con amantes besos | |||
de su frente la sangre musulmana, | |||
y te hundirá bajo los mil laureles | |||
que arrebató a los bárbaros infieles; | |||
y si alguno arrastrado en la pelea | 80 | ||
bajo el alfanje(89) infiel pierde la vida, | |||
cantos eternos le dará la historia; | |||
gloria los mundos y los cielos gloria. | |||
Y tú Señor, que agitas con tu aliento | |||
las ardientes arenas del Sahara; | 85 | ||
que haces rugir al mar, volar al viento, | |||
y estremeces con hondo poderío [191] | |||
cuantos mundos ocupan el vacío. | |||
Tú, que al orbe das leyes; | |||
padre del universo, Rey de reyes; | 90 | ||
astro de salvación que desde el cielo | |||
bajaste a la colina | |||
para nutrir el suelo | |||
con tu sangre divina... | |||
¡protégelos, Señor!... ellos te quieren... | 95 | ||
por ti van a luchar; en sus conciencias, | |||
vive tu imagen sacrosanta y pura, | |||
y tu nombre y el nombre de su patria | |||
repiten con ternura. | |||
¡Protégelos, Señor! Que llegue un día | 100 | ||
en que espantados tigres y leones, | |||
el rojo sol del África bravía | |||
ilumine de Cristo los pendones; | |||
la hora bendita en que la tierra impura | |||
salude a Dios bajo su nombre solo, | 105 | ||
desde el desierto que produce llamas, | |||
hasta el helado polo. | |||
¡Protégelos, Señor! Ya el mar murmura; | |||
del africano el espantoso grito | |||
se escucha por doquier; roja fulgura | 110 | ||
su gumía destructora, | |||
y respira con bárbaro contento | |||
auras de sangre en el hispano viento. | |||
¡Protégelos, Señor! Y allá en la tarde | |||
del suspirado día, | 115 | ||
atentos todos a la costa ardiente | |||
del África abrasada; | |||
cuando la nave audaz, se alce valiente | |||
sobre el mar español con la victoria | |||
con santo amor y como tú deseas | 120 | ||
diremos todos al cantar tu gloria... | |||
¡Poderoso Señor, bendito seas! [192] | |||
Atila |
|||
Nací poderoso; mis ojos giraron | |||
buscando en el mundo sangriento laurel; | |||
miré a las alturas... los soles temblaron | |||
venganza en mi frente creyendo leer. | |||
Ceñí la corona y al grito de guerra | 5 | ||
crucé las montañas rugiendo feroz; | |||
el tigre iracundo que muerde la tierra, | |||
lamiendo mis plantas cobarde tembló. | |||
Crujieron(90) los robles del bosque en la hondura; | |||
los pinos rodaron con sordo rumor; | 10 | ||
ardieron los pueblos, alzando a la altura | |||
brillantes hogueras, afrenta del sol. | |||
Naciones y tronos, ciudades y leyes | |||
de alfombra sirvieron al bárbaro audaz; | |||
si alzaba mi brazo, temblaban los Reyes | 15 | ||
sentencias de muerte temiendo escuchar. | |||
Besó la victoria mi carro de guerra; | |||
la muerte espantada mi genio aplaudió, | |||
y al verme tan fiero, nombrome la tierra [193] | |||
verdugo del hombre y azote de Dios. | 20 | ||
Miraba una tarde con ojo iracundo | |||
al cielo esplendente soñando matar; | |||
sudarios de muerte tapaban al mundo; | |||
flotaba en el éter sangriento cendal. | |||
De un pueblo lejano los gritos oía | 25 | ||
y brindis y acentos de alegre festín; | |||
y hermosas doncellas mi mente veía | |||
tejiendo(91) coronas en danza feliz. | |||
«¡A mí los guerreros...!»(92) clamé en mi delirio; | |||
«Un pueblo provoca mi bárbaro afán; | 30 | ||
que llore con sangre terrible martirio... | |||
¡mi brazo de hierro su frente hundirá...!»(93) | |||
Y raudo corriendo con ansia de fiera, | |||
blandiendo en las manos el hacha feroz, | |||
llegué a sus murallas, pisé su bandera... | 35 | ||
mi ardiente caballo sus muros saltó. | |||
¡Qué gozo! Sus arcos alfombran mi planta, | |||
sus templos profanos hundidos se ven; | |||
la sombra del crimen al verme se espanta; | |||
el mundo cadáver se arrastra a mis pies...! | 40 | ||
Hermosas mujeres en rápidos giros | |||
me miran queriendo mi rabia calmar; | |||
sus labios de rosa brotando suspiros, | |||
enjugan la sangre que arroja mi faz. | |||
Y en copas brillantes me ofrecen licores | 45 | ||
los altos monarcas del reino infeliz; | |||
y mármoles, arcos, columnas y flores | |||
con lenguas de fuego me cantan a mí. | |||
Y yo poderoso sintiendo en mi pecho | |||
la hoguera rugiente de impura pasión, | 50 | ||
arrastro a la virgen al tálamo, hecho | |||
con restos de tumbas del pueblo señor. | |||
Y bebo la sangre del torpe vencido, [194] | |||
y en montes de muertos enclavo mis pies; | |||
y miro la toga del cónsul caído | 55 | ||
cubriendo los lomos del regio corcel. | |||
En hora maldita soñé la ventura | |||
de amar con el fuego de todo el amor, | |||
y ansiando delicias, del mundo en la anchura | |||
celeste doncella mi vista encontró. | 60 | ||
La trajo a mi lecho mentido cariño; | |||
la alcé hasta mi trono; la di mi poder; | |||
el tigre iracundo con ansia de niño, | |||
cual manso cordero besaba sus pies. | |||
Porque era la diosa, como una mañana | 65 | ||
del mágico cielo que cubre la mar; | |||
más grata que el eco de trompa lejana | |||
que canta victoria con ronco compás. | |||
Y el héroe gozaba... cantaba la hermosa | |||
la gloria del bravo y el genio del dios; | 70 | ||
y el arpa vibrando con voz cadenciosa | |||
llevaba a los cielos su dulce canción. | |||
En noche callada sin calma dormía | |||
soñando combates y glorias sin fin; | |||
mi brazo de hierro la espada blandía | 75 | ||
y un mundo de esclavos volaba tras mí. | |||
Buscaba coronas... buscaba placeres | |||
y tronos, y rayos para una mujer, | |||
y carros de fuego con otras mujeres | |||
besando la tierra que alzase su pie. | 80 | ||
De pronto resuena terrible alarido; | |||
levanto los brazos con ansia feroz... | |||
despierto... mi lecho de sangre teñido, | |||
me eleva expirante... mi tumba se abrió... | |||
La muerte se acerca terrible y sombría; | 85 | ||
dilato la vista con bárbaro afán; [195] | |||
¡la esclava que amante mi cuerpo ceñía, | |||
clavado en el pecho me muestra un puñal! | |||
«¡Venganza!»(94) murmuro con voz angustiada | |||
asido a la muerte... queriendo vivir... | 90 | ||
y en torno repite feroz carcajada | |||
la sombra del crimen que viene por mí. | |||
Y escucho a lo lejos la voz de la danza | |||
y risas y cantos de dulce compás; | |||
y caigo en la tumba gritando «¡venganza!»(95) | 95 | ||
¡bebiendo mi sangre...! ¡mordiendo el puñal...! [196] | |||
Esperanza |
|||
¡Bendecid al Señor! Alzad las manos, | |||
siervos de ayer, sin sangre ni cadenas; | |||
ya ruedan las fortísimas almenas, | |||
murallas de soberbios y tiranos. | |||
Ya no hay persas(96), ni godos(97), ni germanos(98), | 5 | ||
ni verdugos cual Roma, o cual Atenas; | |||
que en las cimas del Gólgota serenas | |||
murió Jesús por enlazar hermanos. | |||
¡Hermosa libertad! ¡presta tus dones...! | |||
Desde el Indo hasta el Rhin, del Volga al Tibre | 10 | ||
repite tus magníficas canciones... | |||
Que tu poder en las conciencias vibre, | |||
para que digan pronto las naciones: | |||
bendigamos a Dios... ¡el mundo es libre...! [197] | |||
La inspiración |
|||
¡Ah! ¡que la mente inquieta | |||
siente latir la inspiración, y siente | |||
revelación espléndida el poeta...! | |||
¡Paso a la inspiración... paso al torrente | |||
que despeñado salta | 5 | ||
de roca en roca; a los abismos rueda, | |||
y del fondo otra vez surge potente...! | |||
¿Adónde va? ¿qué borde la domina? | |||
Mar sin orilla, viento sin barrera, | |||
desde el mundo hasta Dios vuela sin calma; | 10 | ||
su indómita bandera | |||
que nutre el genio para luz del alma, | |||
sobre el mundo magnífica tremola; | |||
vedla flotar en valles y colinas, | |||
en bosques rudos, en quebradas fieras, | 15 | ||
en tumbas, en ruinas, | |||
en escombros de pueblos sepultados, | |||
en templos seculares, | |||
en columnas, en pórticos y altares. | |||
Dios la formó; desde su noble asiento | 20 [198] | ||
«Ve», la dijo: «a adornar la gloria mía»; | |||
y ella voló en el viento, | |||
llegó a la fantasía, | |||
y produjo del arte la armonía | |||
al levantar a Dios el pensamiento. | 25 | ||
¡Inspiración! ¡Inspiración! ¡Qué hermosa | |||
por el espacio vas...! Tu noble manto | |||
al sacudirse el hálito del genio | |||
borda al mundo de espléndidas creaciones; | |||
el orbe es el proscenio | 30 | ||
donde aplauden tus obras las naciones. | |||
A tu empuje severo, | |||
se alza el hombre triunfal; por tu grandeza | |||
brota el túmulo austero | |||
revelación de eternidad y vida; | 35 | ||
muda naturaleza | |||
depone sus magníficos altares | |||
de rocas hacinadas | |||
a los pies de tus cúpulas bravías, | |||
que libres e inspiradas | 40 | ||
repiten soberanas armonías. | |||
Las peñas saltan de la cumbre al valle | |||
si tu genio las cúspides orea; | |||
como el agua de Oreb brota en la roca, | |||
si tu genio la toca, | 45 | ||
de la roca también surge la idea. | |||
¡Paso a la inspiración! Los altos pinos | |||
con el viento modulan sus canciones; | |||
la mar hirviente en sus espumas canta; | |||
el pájaro en sus trinos; | 50 | ||
el agua en la garganta | |||
de cimas colosales | |||
por donde bulle lúgubre el torrente; | |||
el volcán en sus antros funerales; | |||
el suelto alud en la fatal pendiente. | 55 [199] | ||
Templado al son del universo entero | |||
tu plectro colosal aturde y ciega, | |||
y de Dios en el nombre, | |||
supera al mundo; a lo infinito llega; | |||
refleja al cielo, y transfigura al hombre. | 60 | ||
Del vaso de la mar saca armonías; | |||
acordes de la roca | |||
que azota el huracán; nuevos rumores | |||
del torrente que choca | |||
con espectros de torres y de muros, | 65 | ||
y de los ecos duros | |||
del trueno que retumba en el nublado | |||
arrebata la ira, | |||
y con grito inmortal pavor inspira. | |||
Sentado en la pendiente de la historia | 70 | ||
yo la miro cruzar de mundo a mundo | |||
en el alma inmortal siempre encendida. | |||
La vi surgir al prepotente sea... | |||
del artista sin fin, y vi la nada | |||
adornarse en el arte; vi del genio | 75 | ||
la túnica inflamada | |||
bordar la esfera de esplendor y gloria, | |||
y en Tabor de belleza | |||
ceñir de luz al ser; el universo | |||
dio tipo a la creación, y el alma pura | 80 | ||
desde su pobre pedestal mezquino, | |||
se levantó a la altura | |||
en ansia eterna del laurel divino. | |||
Aquí cantó a la libertad; más lejos | |||
arcadas en ruinas, | 85 | ||
son últimos reflejos | |||
de un poder que pasó; lóbregas grutas | |||
desde el lecho del Indo, forman vía | |||
hasta la negra entraña | |||
donde el ara sangrienta no se orea, | 90 [200] | ||
con espanto y horror de la montaña, | |||
y del volcán que junto al ara humea; | |||
columnas y pilares | |||
hablan allá de un Dios, cuya armonía | |||
es la deformidad; mudos altares | 95 | ||
en que la yerba crece | |||
atestiguan la fe de un pueblo entero; | |||
y en alfabeto humano | |||
canta el arte fecundo, | |||
la aspiración de un mundo | 100 | ||
de la inerte materia soberano. | |||
¿Quién como tú? Donde tu genio excitas | |||
brota la luz; la eternidad te inflama; | |||
si a los bronces agitas, | |||
se eternizan los bronces en tu llama. | 105 | ||
¿Qué de las peñas fuera | |||
que en columna o en arco a Dios bendicen? | |||
¿qué de aquellos festones, | |||
de rosas, de caulículos, de rizos, | |||
de fuertes dentellones | 110 | ||
ornamento del templo?... En la montaña | |||
como muerta belleza | |||
peñascos sólo sin valor serían; | |||
mas la llamó tu voz; a ti cedieron, | |||
y al resplandor sublime de tu gloria | 115 | ||
en tu llama de gloria se encendieron. | |||
Yo vi a la edad primera | |||
nombrar a Dios, y lo nombró en tu lira; | |||
y al decir «¡yo te adoro!» | |||
se levantó en el viento | 120 | ||
el amor, desde el címbalo(99) sonoro, | |||
o en columna de jaspe el sentimiento. | |||
La libertad sobre el tirano erguida | |||
soberbio monumento [201] | |||
te ofreció en Salamina y en Platea; | 125 | ||
la virtud, la amistad, la fe, la vida, | |||
cuanto elevado orea | |||
el céfiro inmortal, vive en tus brazos; | |||
porque en tu seno fuerte, | |||
el despotismo vil se hace pedazos | 130 | ||
y vacila la muerte. | |||
Eterna en Dios, la destrucción constante | |||
se detiene a tu brillo esplendoroso; | |||
yo vi bajo la yedra | |||
del arco derruido | 135 | ||
himnos de gloria repetir la piedra; | |||
sentí al friso gritar bajo el arado | |||
del tosco labrador; vi en el desierto | |||
aislado capitel decir tu nombre | |||
al peregrino incierto; | 140 | ||
palacios y ciudades | |||
miré en la sombra muda; | |||
brazos de estatuas, zócalos y flores, | |||
escombro de magníficas edades; | |||
y allí en aquel proscenio | 145 | ||
de negra destrucción y de dolores, | |||
un cántico se oía; | |||
y era la voz del genio | |||
que cantaba en su tumba todavía... | |||
Vedlos... sus hijos son; ¡paso a la gloria...! | 150 | ||
Empujados por cien generaciones | |||
los sustenta en sus cúspides la historia. | |||
Homero, Rafael, Petrarca, Dante, | |||
Virgilio, Calderón, Tasso, Quintana, | |||
y Murillo, y Rembrandt(100), del sol brillante | 155 | ||
reciben los soberbios resplandores; | |||
y otros genios también con faz radiante | |||
oyen de gloria el poderoso grito, [202] | |||
y a lo inmortal se aferran | |||
y escalan por el arte lo infinito. | 160 | ||
Los tiempos agitados | |||
tampoco muerden las sagradas tumbas | |||
donde viven los muertos inspirados; | |||
corren los siglos; tras de pasos ciertos, | |||
los horas a las horas se encaminan; | 165 | ||
pirámides de muertos | |||
van llegando al osario, | |||
que se nutre de escombros de naciones; | |||
y entre tal destrucción, en tal pelea, | |||
dominando a los mundos y a la historia, | 170 | ||
los genios siempre grandes, | |||
fijan su noble planta | |||
del mundano poder sobre los Andes, | |||
su alto poder entonan, | |||
y en su propia grandeza se coronan. | 175 | ||
¡Paso al genio...! Mirad... son sus creaciones, | |||
latentes en el alma que suspira; | |||
¡Margarita... Beatriz...! sombras amadas... | |||
¡Laura doliente... pálida Julieta...! | |||
Arpas enamoradas | 180 | ||
que cantáis los amores del poeta... | |||
¡Sed fe de amor...! Fecundizar el fuego | |||
que fue puro en los Alpes, y en las glosas | |||
del dulce ruiseñor, y en la ribera | |||
que borda el Rhin de pámpanos y rosas... | 185 | ||
¡Imágenes benditas | |||
de fe y de caridad...! Lienzo sublime | |||
donde la forma audaz se transfigura | |||
y por lo eterno gime... | |||
Vírgenes sin contorno | 190 | ||
que del genio potente de Murillo | |||
en santa procesión vagáis en torno... | |||
nobles lienzos de fe que el genio orea [203] | |||
haciéndoles latir en los amores | |||
de la infinita idea... | 195 | ||
cuadros de vida y luz, sombra y rumores... | |||
no apaguéis los colores | |||
en que el orbe pasmado se recrea. | |||
Y vosotras, naciones esplendentes, | |||
Italia... Grecia... España... | 200 | ||
levantad vuestra voz; dulce Apenino, | |||
soberbio Pirineo; | |||
Patmos de oro y laurel, golfo divino | |||
que bulles en canales, | |||
espejo de fragmentos inmortales; | 205 | ||
cántabro mar; magníficos escombros | |||
de siglos por los siglos hacinados | |||
que esparce el tiempo al sacudir sus hombros...; | |||
unid los cantos de la historia entera | |||
del genio en alabanza, | 210 | ||
y a través de los montes y los mares, | |||
el rudo Dante, Calderón y Homero, | |||
unirán sus cantares | |||
dando esplendor al universo entero. | |||
¡Poder del genio! ¡inspiración gloriosa! | 215 | ||
La túnica ostentosa | |||
que del pasado fuera pompa y gala, | |||
en vano la razón si desvaría | |||
pretenderá romper; suelta a los vientos | |||
en pórticos y foros los festones | 220 | ||
de tu manto de gloria; canta, llora... | |||
alza los monumentos | |||
que adoran las naciones, | |||
y elévate de triunfos soberana; | |||
la razón es tu ser, no tu verdugo; | 225 | ||
fundamento del alma, en ti se ayuda, | |||
se acerca a ti, te reconoce hermana, [204] | |||
y al mundo deja, y en tu fe se escuda. | |||
Aquel vil desvarío | |||
que afrentó a la razón, y arrasó altares, | 230 | ||
ojivas(101) nobles, criptas y sepulcros; | |||
el que adoró la forma corrompida, | |||
y derribando a Dios con mano artera | |||
levantó sobre el ara | |||
con espanto del templo a la ramera, | 235 | ||
enemigo sin fuerza y sin aliento | |||
a tu fúlgido rayo, | |||
rueda como Luzbel; te ve, se asombra, | |||
se despeña del nublo, abre la cumbre, | |||
y mordiendo la sombra, | 240 | ||
se aterra de tu santa pesadumbre. | |||
Pasad... pasad... en vano, | |||
fantasmas de la duda, | |||
pretenderéis oscurecer mi mente; | |||
fuerte es la inspiración... Dios le da brío; | 245 | ||
abrid paso al torrente | |||
que corre desde Adán raudo y profundo, | |||
y ha de llegar intrépido y bravío | |||
a la tarde del mundo. | |||
Dios lo quiere, y será; cuando vacile | 250 | ||
el orbe ante el Poder; cuando en pedazos | |||
los astros colosales | |||
desciendan por el viento, | |||
y rotas las barreras | |||
del turbio mar, rebase las montañas, | 255 | ||
y el volcán sacudido | |||
de su postrer latido | |||
desgarrando del globo las entrañas; | |||
la inspiración en la última criatura | |||
levantará su acento | 260 | ||
fuerte en la destrucción; verá en ruinas | |||
cien montañas pasar; oirá el lamento [205] | |||
del vaso de la mar despedazado | |||
por la borrasca loca, | |||
que arrancará las aguas espumantes | 265 | ||
de su cárcel de roca; | |||
se inspirará en horror, y rica y fuerte | |||
acompañando la potente ira, | |||
dominará la muerte | |||
levantándose a Dios desde su lira. | 270 |