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ArribaAbajoDe un dístico burlesco de Lope de Vega


ArribaAbajo   Audaz un escarabajo,
se entró en una Huerta un día,
olió rosas, y el olor
le tumbó patas arriba.




ArribaAbajoDécima epigramática contra Forner


ArribaAbajo   Un tuerto dio en la manía
de quererse retratar,
y no se pudo acertar
con su ruin fisonomía.
    El pobre pintor perdía  5
aceite, tiempo y conato,
hasta que encontrando un gato
en la calle, medio muerto,
sarnoso, pelado y tuerto,
acertó con el retrato.  10




ArribaAbajoD. Vicente García de la Huerta a la Apología disparatada de Forner contra Monsieur Masson


ArribaAbajo   Ya salió la Apología
del grande orador Forner;
salió lo que yo decía:
descaro, bachillería,
no hacer harina y moler.  5




ArribaAbajoTraducciones y paráfrasis


ArribaAbajoTraducción de un pasaje de Ovidio en el libro 13 de los Metamorphoses

Endecasílabos



Quis tuus usus erat? Nam si mea facta requiris
Hostibus insidior, fossas munimine cingo,
Consolor socios, ut longi taedia belli
Mente ferant placida; doceo, quo simus alendi
Armandique modo; mittor, quo postulat usus.
Quid facis interea, qui nil nisi praelia nosti?




ArribaAbajo    ¿De qué servía tu valor entonces,
cuando, si bien mis hechos examinas,
era mi diligencia y mi cuidado
el gobierno total de la milicia?
    Uso de estratagemas, porque en ellas  5
pereciesen las haces enemigas,
y, formando trincheras, se aseguran
los campos nuestros por industria mía.
    Con blando estilo, con palabras suaves
reduzco a muchos que, de la fatiga  10
de la guerra cansados, proyectaban
desamparar las destrozadas filas.
    Mi astucia y arte con igual acuerdo
víveres a las tropas facilita,
formando ingenios y armas con que puedan  15
aventajarse a las troyanas iras.
    ¿Qué hace, pregunto, tu valor entonces?
Tan sólo pelear; pues tu osadía,
sin arte y sin prudencia discurriendo,
va por donde el furor la precipita.  20




ArribaAbajoParáfrasis de la Oda XVI del libro II de Horacio que empieza Otium divos, &c.

A Grosfo


Todos desean la tranquilidad del ánimo; pero ésta no se logra ni con amontonar riquezas ni con conseguir honores, sino con refrenar y moderar los deseos



ArribaAbajo   Hecho montes de espuma el ancho Egeo
oprime al navegante mal seguro
en el pobre bajel, que insulta el Noto;
vestida Febe del confuso arreo
de negras nubes, que en el cielo oscuro  5
ocultan las estrellas al piloto,
con duplicado voto
invoca las deidades
y maldice entre tantas tempestades
la ambición, que del ocio le retira,  10
y más por él que por su mal suspira.

    Los traces escuadrones belicosos,
y los medos gallardos con su aljaba,
cansados ya de la prolija guerra,
suspenden de los troncos victoriosos  15
el arco y flechas, el escudo y clava,
y anhelan por el ocio de su tierra,
oh, Grosfo. Pues no encierra
la púrpura de Tiro,
el oro rubio y el azul zafiro  20
valor tan grande que su precio iguale
la justa estimación que el ocio vale;

    Que las riquezas, que la sed aumentan
al hidrópico avaro, y los lictores
a cuya voz la plebe retirada  25
despeja el paso al Cónsul, nunca ahuyentan
del pecho el alboroto y los temores,
que aligen la memoria lastimada;
ni espantan la pesada
bandada de cuidados,  30
que por los techos de marfil labrados
vuelan, y quitan con pesar del dueño
sosiego a la alma y a los ojos sueño.

    Aquel, sí, vivirá sin competencia
en cuya mesa rica de contento,  35
si pobre de manjares, aparece
sabroso plato de paterna herencia,
y hace del ocio su mayor sustento,
al paso que regalos no apetece.
Y al sueño se ofrece,  40
ni la ambición le incita,
ni del oro la sed le solicita;
antes en quieta apetecible calma
descansa el cuerpo, y se suspende el alma.

    ¿Qué nos cansamos, pues la vida es corta,  45
en codiciar con peligroso engaño
cosas tan varias, pues nos bastan menos?
¿Y para qué el mudamos nos importa
de nuestro reino propio al reino extraño;
que así atrevidos, de codicia llenos  50
rompiendo al mar los senos,
corte nuestra osadía,
de donde nace a donde muere el día?
¿Pues quién, aunque camine a otras regiones,
ha dejado en su patria sus pasiones?  55

    Lleva, cuando se embarca el pasajero,
el cuidado a la nave y le acompaña,
sin que de él se divida eternamente.
Sigue también el escuadrón ligero
de caballos, que corre la campaña,  60
no sé si más veloz y diligente,
que a la templada fuente
huye herida la cierva,
que apenas huella de temor la hierba,
o más que el Euro, que con furia breve  65
turbando el cielo tempestades mueve.

    Con los presentes bienes satisfecho
el ánimo desprecie la esperanza,
de los que han de venir y llegan tarde;
y temple en dulce risa alegre el pecho  70
el llanto amargo, sin hacer mudanza,
ni sujetarse al mal como cobarde.
Porque no es justo aguarde
siempre de la fortuna
feliz suceso sin desgracia alguna;  75
que no hay cosa mortal por ningún modo,
que se pueda llamar dichosa en todo

    Al claro Aquiles, aunque joven fuerte,
hijo de Tetis y de Troya espanto,
alevosía arrebató traidora;  80
y su prolija edad, si no la muerte,
a Titón consumió, estimado tanto
de la que por Memnón aljófar llora.
Y por ventura ahora
la voluntad divina  85
por vuestro mal a mi favor se inclina,
y con el tiempo, que volando llega,
venturas me dará, que a vos os niega.

    Ahora para vuestro lucimiento
braman las vacas de Sicilia gruesas,  90
y en cien manadas cubren los baldíos;
y de cabras y ovejas otras ciento
pacen el verde adorno a las dehesas,
y agotan los cristales a los ríos;
y con gallardos bríos  95
y relincho bizarro
tasca el caballo el freno a vuestro carro,
y para que os vistáis, le da a la lana
duplicado color la tiria grana.

    A mí la suerte, que con todo puede,  100
con mano cortamente dadivosa
me dio un pequeño campo que poseo,
y un espíritu noble me concede,
para imitar la cítara famosa
de Píndaro, Simónides y Alceo,  105
y un inmortal deseo,
de despreciar no poco
el vulgo necio, maldiciente y loco,
que no están de su lengua, si murmura,
libre inocencia, ni bondad segura.  110




ArribaAbajoTraducción de la epístola ovidiana de Medea a Jasón




- 1 -

ArribaAbajo   Ausente de su patria, desvalida,
Medea finalmente repudiada
al nuevo esposo dice: «¿El reino acaso
no te deja un instante en que escucharla?


- 2 -

    Pues yo (me acuerdo bien) en algún tiempo,  5
siendo también de Coleos soberana,
tuve lugar para escuchar tus voces,
cuando pediste auxilios a mi magia.


- 3 -

    Entonces fuera bien que de la mía
cortasen el estambre las hermanas,  10
a cuyo arbitrio están de los mortales
las vidas y las suertes encargadas.


- 4 -

    Entonces sí que hubiera bien Medea
morir podido venturosa y casta;
pues cuanto desde entonces ha vivido  15
todo ha sido ignominias y desgracias.


- 5 -

    ¡Ay de mí! ¡Oh, si jamás a nuestros puertos
del rico vellocino en la demanda
impelidas de brazos juveniles
llegado hubiesen quillas de Tesalia!  20


- 6 -

   ¡Oh, si jamás hubiese visto Colcos
la grande Argo en Magnesia fabricada:
ni tampoco gustado hubiese al Fasis
la comitiva de la Grecia el agua!


- 7 -

    ¡Oh, si jamás tu rubia cabellera,  25
tu gentileza y afectada gracia
en el hablar, tan desmedidamente
hubiesen agradado a aquesta incauta!


- 8 -

    ¡Oh, si (ya que hasta allí el no visto buque,
era fuerza arribase a nuestras playas,  30
y que en ellas los hombres atrevidos
por mi daño también desembarcaran)


- 9 -

    Jasón, que ahora se olvida de Medea,
sin sus medicamentos se empeñara
contra aquellos volcanes que los toros  35
de retorcidos cuernos respiraban;


- 10 -

    y esparciese en los campos las semillas,
de que tantos contrarios resultaran;
para que así al agricultor causase
la perdición y muerte su labranza!  40


- 11 -

    ¡Oh, cuánta iniquidad, cuánta perfidia
contigo, oh alevoso, se acabaran!,
y ¡oh, cómo así me hubiera libertado
de un tropel de desdichas tan pesadas!


- 12 -

    Pero, pues suele ser tal vez deleite  45
servicios al ingrato echar en cara,
no le quiero perder; sólo este gusto
de ti no excusará ya mi venganza.


- 13 -

    Por orden de tu rey, que a Colcos quiso
que tu armada inexperta navegara,  50
el pie pusiste alegre y venturoso
en los felices campos de mi patria.


- 14 -

    Allí, entonces, Medea igual carácter
tenía que el que goza la que acabas
de tomar por esposa; allí mi padre,  55
cuanto aquí el suyo, en glorias abundaba.


- 15 -

    A Éfira colocada entre dos mares
domina éste; su imperio aquel dilata
sobre el confín de la nevada Escitia
por cuanto el Ponto por su izquierda baña.  60


- 16 -

   Con gran benignidad Eeta admite
en su palacio y corte la pelasga
juventud, y ocupáis, aun siendo griegos,
nuestras alcobas y pintadas camas.


- 17 -

    Entonces fue cuando te vi, y entonces  65
fue la primera vez que tu prosapia
y descendencia supe; mi ruina
desde entonces también fue principiada;


- 18 -

    pues verte y perecer fue todo a un tiempo,
y el arder en incendios que ignoraba,  70
como suelen tal vez las secas teas
de los potentes dioses en las aras.


- 19 -

    A la elegancia de tu cuerpo hermoso
la fuerza de mi estrella se agregaba,
para perderme; y el haber quedado  75
al contemplarte ciega y deslumbrada;


- 20 -

    y bien debiste, ingrato, de advertirlo;
pues ¿quién podrá ocultar de amor la llama,
siendo de índole tal que con señales
tan violentas se explica y se declara?  80


- 21 -

    La condición te intiman entre tanto
de que con el arado sujetaras,
desconocido, de los fieros toros
las cervices indómitas y bravas;


- 22 -

    de los toros, sagrado don de Marte,  85
terribles, mucho más que por sus astas,
por su respiración que el aire en torno
en voraces hogueras transformaba.


- 23 -

    Sólido bronce eran sus pies; de bronce
cóncavo su nariz horrenda armada,  90
denegrido y ahumado a los volcanes
que en su abrasado anhélito atizaban.


- 24 -

    Esparcir por los campos ya labrados
la ominosa semilla te se manda,
con infausto sudor; labor inicua  95
de que naciesen bélicas campañas;


- 25 -

    las cuales contra ti, contra tu vida
los congénitos dardos emplearan;
mies desagradecida ciertamente
al sudor y trabajo de sembrarla.  100


- 26 -

    Engañar con algun arbitrio luego
los importunos ojos de aquel guarda,
negado siempre al sueño y al descanso,
por último trabajo te faltaba.


- 27 -

   Tal fue el orden de Eeta. Sorprendidos,  105
oyéndole, quedáis; y conturbada
la griega comitiva, abandonasteis
banquete, mesa y bancos de escarlata.


- 28 -

    ¡Oh, cuán lejos entonces de tu idea
el dotal reino de Creusa estaba,  110
el nuevo suegro, de Creonte el grande
la hermosa y opulenta mayorazga!


- 29 -

    Triste te partes, y húmedos mis ojos
del llanto amargo que el dolor me causa
te siguen; y con lengua tartamuda  115
a Dios te dije en voz sumisa y baja.


- 30 -

    Al lecho me retiro malherida
de mi pasión ardiente, y anegada
en llanto pertinaz, amargo y grave,
pasé la noche más penosa y larga.  120


- 31 -

    Delante de los ojos me ponía
mi triste fantasía acalorada
los toros, las semillas ominosas
y del fiero dragón la vigilancia.


- 32 -

    Si amor me incita, el miedo me reprime,  125
bien que el mismo temor aumentos daba
a mi amor; cuando, siendo ya de día,
veo, en mi cuarto entrar mi amada hermana.


- 33 -

    Descompuesta el cabello y en desorden,
me encuentra mal cubierta y acostada,  130
y de recientes lágrimas bañado
el lecho todo en forma extraordinaria.


- 34 -

    A los Minios me pide que socorra
declarada por ellos; otro alcanza
lo que ella pide. Yo a Jasón, ya entonces,  135
lo que ella me pedía destinaba.


- 35 -

    De carrascas y pinos una selva
hay con tantas malezas intrincada
y oscura, que aun apenas con los rayos
del sol puede pie humano penetrarla.  140


- 36 -

    Hay en ella, y está de largo tiempo,
un suntuoso templo de Diana;
y en él la efigie de la diosa de oro
por extranjera mano fabricada.


- 37 -

    Bien creo que, después que me olvidaste,  145
de ti menos no habrán sido olvidadas
estas memorias; en el templo entramos,
y tales en él fueron tus palabras:


- 38 -

    «La fortuna, oh Medea, te ha entregado
el arbitrio y poder, para que hagas  150
de mí a tu voluntad; mi muerte y vida
en tus manos están depositadas.


- 39 -

    Harta satisfacción, ser poderoso,
para perder a alguno, es al que agrada
potestad semejante; el conservarme,  155
mayor sin duda hará tu gloria y fama.


- 40 -

    Por los graves peligros que me cercan,
de que puedes librarme si te apiadas;
por tu sangre y el numen de tu abuelo,
que lo ve todo con sus luces claras;  160


- 41 -

    por los semblantes tres, tres ministerios
de Diana, y también por sus arcanas
festividades, por aquellos dioses,
si adora alguno más esta comarca;


- 42 -

ten lástima de mí, doncella hermosa,  165
y de los míos; tus piedades hagan
con beneficio tan indisoluble
mi obligación, mi voluntad esclava.


- 43 -

   Y si no repugnares por ventura
esposo de Grecia... (¡Oh esperanzas  170
falaces! ¿Cómo puedo prometerme
tan mías las deidades soberanas?)


- 44 -

    este aliento y espíritu primero
verás desvanecerse en tenues auras,
que otra alguna en mi tálamo reciba,  175
ni de Jasón, si no eres tú, sea amada.


- 45 -

    Testigo sea de esta oferta mía
Juno, a los sacros desposorios fausta,
y esta diosa también, en cuyo templo
de mármol los conciertos nuestros pasan».  180


- 46 -

    Estas promesas y otras mil movieron
a una doncella poco acostumbrada
a infames artificios, y al engaño
con que mi diestra con la tuya enlazas.


- 47 -

    Lágrimas derramaste al mismo tiempo.  185
¡Posible es, que también ellas engañan!
Así yo, sin arbitrio y experiencia,
víctima vine a ser de tus falacias.


- 48 -

    Unces los toros de los pies de bronce,
sin que el fuego en tu cuerpo lesión haga,  190
y con la reja del arado corvo
el suelo endurecido hiendes y aras.


- 49 -

    Repartes en el campo por semilla
los dientes venenosos, que propagan
soldados improvisadamente armados  195
de cortadores hierros y de adargas.


- 50 -

    Yo misma, que dispuse los remedios,
sorprendida quedé, quedé pasmada,
cuando los repentinos escuadrones
armados vi de las nocivas armas.  200


- 51 -

    Hasta que vi también, (¡oh miserable
suceso!) que los hombres que brotaba
el suelo contra sí propios volvían
el odio duro y la fraterna espada.


- 52 -

    Ya del dragón siempre despierto forman  205
horrendo son el silbo y las escamas,
y, barriendo la tierra con el pecho,
larga señal en su camino estampa.


- 53 -

    ¿Dónde estaban entonces de esa dote
los tesoros? ¿De qué te aprovechaba  210
esa real esposa? ¿De qué el Istmo,
que las aguas de dos mares separa?


- 54 -

    Yo aquella, que he llegado a parecerte
bárbara ya, que ya me desamparas
por pobre, y que he venido finalmente  215
a ser, como cruel, de ti infamada,


- 55 -

    con sueño por mis magias infundido
burlé sus ojos de encendidas llamas,
y te entregué seguro el vellocino,
que como prueba del valor llevaras.  220


- 56 -

    Traidora fui por ti a mi padre; el reino
abandoné también por ti, y la patria;
pues todo lo juzgué de precio corto
cuando nuestra partida se aprestaba.


- 57 -

    Fue mi virginidad presa infelice  225
de un ladrón extranjero, y con mi cara
madre fue abandonado juntamente
por mí el amor de la mejor hermana.


- 58 -

    Pero no te dejé, oh hermano mío,
cuando a la infame fuga me entregaba;  230
éste es sólo el lugar, éste es el punto,
en que la pluma y el valor me faltan.


- 59 -

    Pues rehúsa escribir ahora la diestra
la atrocidad que para ejecutarla
tuvo osadía. Entonces debí, hermano,  235
ser contigo también despedazada.


- 60 -

    No tuve miedo de entregarme luego,
con ser mujer y ya con culpas tantas,
(¿mas, qué pudiera sobre tanto exceso
asustarme?) del mar a la inconstancia.  240


- 61 -

    Oh justicia, oh deidades inmortales,
bien fuera, que tuviésemos la paga
allí los dos, purgando atroces hechos,
su engaño él, yo mi necia confianza.


- 62 -

    Ojalá que arrojados a sus duros  245
escollos las Simplegades infaustas,
despedazado hubiesen nuestros cuerpos,
y que así nuestros huesos se mezclaran;


- 63 -

    o zozobrando en la rapaz corriente
de Escila, el remolino nos tragara  250
por pasto de sus perros, pues que Escila
a ingratos debe ser siempre contraria;


- 64 -

    o el monstruo, que vomita tantas veces
cuantas sobre las ondas agitadas
del golfo de Mecina, por sepulcro  255
nos diera el mar profundo de Trinacria.


- 65 -

    Libre y triunfante vuelves a los pueblos
hemonios; y por prueba de tu hazaña
en el augusto templo de tus dioses
la piel dorada cuelgas y consagras.  260


- 66 -

    No haré mención de Pelias y sus hijas,
a quienes hizo su piedad culpadas,
ni de que dividieron de su padre
los miembros con sus manos temerarias;


- 67 -

    pues, aunque otros este hecho me acriminen,  265
era fuerza que tú me le alabaras;
tú, por quien yo me he visto tantas veces
a hacer atrocidades obligada.


- 68 -

    Mas tuviste valor, esto no obstante...
(aquí al dolor la explicación no iguala);  270
sí, tuviste valor, para decirme:
«de la casa de Esón Medea salga».


- 69 -

    Salgo pues de tu casa como ordenas,
de mis hijuelos dos acompañada,
y de aquella pasión y amor ardientes,  275
que constantes me siguen y acompañan.


- 70 -

   Apenas salgo, a mis ojos llegan
los himnos que a Himeneo se cantaban,
y en los ojos me da, que el llanto inunda,
el resplandor de las nupciales hachas.  280


- 71 -

    Los versos del feliz epitalamio
modula el son de la ingeniosa flauta,
más ominosa para mí y más triste
que la trompa más ronca y destemplada.


- 72 -

    No hice más que temer en los principios,  285
no creyendo que tal maldad pasara;
pero, ocupando el pecho todo un pasmo,
hiela el aliento si la voz embarga.


- 73 -

    Numeroso concurso corre, y todos
repiten Himeneo, Himeneo claman;  290
creciendo mi dolor y mi tormento
al paso que se acerca la algazara.


- 74 -

    No faltó sin embargo en la familia
quien llorase, si bien disimulaba
el llanto; que hasta el más infame siervo  295
sentía darme nueva tan infausta.


- 75 -

    Además de que yo también entonces
prefería la duda y la ignorancia;
bien que, como si cierto del mal fuese,
triste y confuso el corazón estaba.  300


- 76 -

    Cuando el menor acaso de tus hijos,
o por ver del estrépito la causa,
delante del umbral de aquella puerta
de dobles hojas se coloca y para.


- 77 -

    «Huye, oh madre, de aquí: Jasón mi padre,  305
dijo, en pompa nupcial a ver se alcanza,
y cubierto de ropas de oro, guía
los caballos que el alto carro arrastran».


- 78 -

    Con mis manos entonces en mi pecho
mil golpes repetí, desmenuzadas  310
las ropas; ni los dedos en mi rostro
lugar indultan de mi furia y rabia.


- 79 -

    La pena y el dolor a entrar corriendo
por medio de las gentes me incitaba,
y arrebatar de los compuestos rizos  315
de esa tu nueva esposa las guirnaldas.


- 80 -

    Yo no sé cómo puede contenerme
de que, así como estaba desgreñada,
clamase: «mío es éste», y con mis manos
de en medio de los tuyos te sacara.  320


- 81 -

    Oh padre, que ofendí tan atrozmente,
oh patria, sin razón abandonada,
alegraos; y, oh manes de mi hermano,
tantas desdichas a aplacaros bastan.


- 82 -

    Olvidados por él palacio, reino  325
y la patria también, de sí me aparta
aquel esposo ingrato, que algun día
aun pérdidas mayores compensaba.


- 83 -

    Pude vencer con mi arte los dragones
y de los toros la feroz pujanza;  330
y de tan sólo un hombre ya no puedo
vencer la ingratitud, domar la saña.


- 84 -

    Yo, que pude con doctas invenciones
de aquellos toros extinguir las fraguas,
ya no tengo poder para librarme  335
de este voraz incendio que me abrasa.


- 85 -

    Ya los mismos encantos, ya las hierbas,
mis artes mismas ya me desamparan;
ni, por más que mis ruegos la importunan,
mis súplicas atiende Hécate grata.  340


- 86 -

    Aborrezco la luz del claro día,
las tristes noches paso desvelada;
ni puede el miserable cuerpo un punto
del sueño disfrutar la quietud blanda.


- 87 -

    Yo, que pude infundir al dragón fiero  345
sueño profundo, al sueño estoy negada,
de suerte que a cualquiera provechosas
mucho más que a su dueño son mis magias.


- 88 -

    Ese cuerpo, esos miembros, que mis artes
salvaron de los riesgos, ahora abraza  350
una ramera vil, cogiendo el fruto
debido a mi trabajo, estudio y maña.


- 89 -

    Y ¿quién sabe, tal vez, si, para hacerte
más agradable a tu recién casada,
que necia debe ser, a sus oídos  355
inicuos buscas voces adecuadas?


- 90 -

    Contra mi parecer y mis costumbres
sin duda inventas crímenes y faltas,
para que ella se ría, y mis defectos
referidos por ti más la complazcan.  360


- 91 -

    Ríase en hora buena, ocupe el lecho
levantado que cuelga tiria grana:
que acaso vendrá tiempo en que ella
llore mayor incendio que éste que me inflama.


- 92 -

    Pues mientras haya fuego, haya puñales,  365
y mientras jugos de venenos haya,
enemigo ninguno de Medea
se podrá segurar de su venganza.


- 93 -

    Pero, si por ventura mover pueden
tus entrañas de acero mis plegarias,  370
escucha ya mis voces, bien distintas
del espíritu que antes me animaba.


- 94 -

    Cuanto estuviste tú a mis pies rendido,
a los tuyos ahora estoy postrada;
sin que el temor ni la vergüenza estorben  375
tan repentina mutación y extraña.


- 95 -

    Si yo por mí te soy ya despreciable,
mira nuestros dos hijos, y repara
que en ellos contra mí continuamente
vengara sus enojos la madrastra.  380


- 96 -

    ¡Cuán parecidos son a ti! Tu imagen
¡oh cuánto me conmueve! ¡Oh cuántas saca
lágrimas de mis ojos repetido
el tierno acto de ver tu semejanza!


- 97 -

    Ruégote por los dioses, por las luces  385
que a tan inmensos términos derrama
el sol mi abuelo, por lo que algun tiempo
fui, y de tus hijos por las prendas caras,


- 98 -

    que otra vez me recibas; tú, que viste
lo que por ti dejé, las abundancias,  390
los bienes que pospuse, dame auxilio,
y cúmpleme a lo menos tu palabra.


- 99 -

    No imploro tu favor contra los toros,
ni de hombres contra bélicas escuadras,
ni tampoco pretendo con tu ayuda  395
adormecer serpientes desveladas.


- 100 -

    Sólo a ti te pretendo, pues quisiste
hacerme de ti mismo entrega franca,
y de cuyo consorcio la hora tengo
de ser dos veces madre apellidada.  400


- 101 -

    Si preguntas acaso por mi dote,
conmigo ven, iremos a contarla
al campo que, antes de sacar de Frixo
el vellón, era fuerza que labraras.


- 102 -

    Ese mismo vellón, esa famosa  405
piel de oro en todo el orbe celebrada
es mi dote también; que si dijera,
que, a dármele volvieses, le negaras.


- 103 -

    El haberte salvado, y juntamente
salvado haber la juventud pelasga,  410
también es dote mía. Ahora, con esto
las riquezas de Sísifo compara.


- 104 -

    Tu misma vida, el que esa esposa tengas
y un suegro de riquezas tan colmadas,
y el poder lo que puedes, es, ingrato,  415
mi dote, ya que afectas ignorarla.


- 105 -

    Todo lo cual al punto... ¿Mas, qué sirve
las penas pregonar, antes de darlas,
y más cuando la cólera encendida
en mi pecho rencores e iras fragua?  420


- 106 -

    Donde el furor arrebatarme quiera
iré, por más que de la acción insana
me pese alguna vez, como me pesa,
de haber favorecido a una alma ingrata.


- 107 -

    El dios que agita el corazón furioso  425
los estragos verá que ya prepara
mi indignación; bien que no sé qué excesos
mayores contra ti medita el alma.




ArribaAbajoVarias traducciones de fragmentos de algunos poetas franceses


ArribaAbajoFragmento 1


    Des systemes sçavantes épargnez vous les frais,
Et ces brillants discours, qui n'éclairent jamais.
Avouez-nous plutôt votre ignorance extrème.
Hélas! tout est mystere en vous meme a vous meme:
Et nous voulons encor qu'a d'indignes sujets  5
Le Souverain du monde explique ses projets?






ArribaAbajoTraducción 1


ArribaAbajo   En sistemas sutiles no malogres
el tiempo, ni en brillantes discursos,
que jamás te darán luz ni provecho.
Confiesa tu ignorancia
sin rubor ni recelo;  5
supuesto es a ti mismo
arcano todo en ti, todo misterio.
¿Y queremos osados
que a tan viles sujetos
el árbitro del mundo  10
descubra sus designios y proyectos?




ArribaAbajoFragmento II


    Non, des mysteres saints l'auguste obscurité
Ne me fait point rougir de ma docilité.
Je ne dispute point contre un Maitre suprême:
Qui m'instuirà de Dieu, si ce n'est Dieu lui meme?
Il a dit, et je crois; aux pieds de son auteur  5
Ma raison peut sans honte abbaiser sa hauteur.






ArribaAbajoTraducción II


ArribaAbajo   De los misterios santos
la oscuridad augusta
dócil y humilde adoro,
sin que esto me avergüence ni confunda.
Contra el Señor supremo  5
jamás armo disputas;
pues, para conocerle
¿quién me podrá alumbrar, si él no me alumbra?
Él dice, y yo lo creo,
que sin vergüenza alguna  10
de su autor a las plantas
se rinde la razón que más presuma.




ArribaAbajoFragmento III


    Vois tu ce libertin en public intrepide
Qui preche contre un Dieu, que dans son ame il croit:
Il iroit embraser la verité qu'il voit,
Mais de ses faux amis il craint la raillerie,
Et ne brave ainsi Dieu que par poltronerie.  5






ArribaAbajoTraducción III


ArribaAbajo   ¿Ves aquel libertino
que en público declama
contra aquel Dios que él mismo
cree y reconoce allá dentro del alma?
Esta verdad que él siente  5
al punto pregonara,
si el miedo de la mofa
de sus falsos amigos le dejara.
Y así, cuando a los cielos
a Dios mismo amenaza,  10
de infame cobardía
son movidas sus obras y palabras.




ArribaAbajoFragmento IV


    Gran Dieu! tes jugements son remplis d'equité:
Toujours tu prends plaisir à nous être propice;
Mais j'ai tan fait de mal, que jamais ta bonté
Ne me pardonnerà sans blesser ta justice.
Oui Seigneur, la grandeur de mon iniquité  5
Ne laise en ton pouvoir que le choix du suplice.
Ton interêt s'oppose à ma felicité,
Et ta clemence meme attend que je perisse.
Tonne, frappe, il est temps; rends moi guerre pour, guerre.
J'adore, en expirant, la raison qui t'aigrit,  10
¿Mais dessus quel endroit tomberá ton tonnere,
Qui ne soit tout couvert du sang de Jesus-Christ?






ArribaAbajoTraducción IV


ArribaAbajo   Gran Dios, son tus decretos
llenos de equidad santa,
y tu mayor delicia
haces de ser propicio a nuestra causa.
Mas tantas son mis culpas,  5
que si me perdonara
tu bondad mis delitos,
tu divina justicia quebrantaras.
Mi iniquidad enorme
la compasión aparta,  10
y elección no te deja,
si no es para el castigo que me aguarda.
A tu interés se opone
mi dicha y mi esperanza,
y tu misma clemencia  15
parece, exige mi total desgracia.
Truena, hiere, ya es tiempo;
guerra a guerra rechaza,
que yo, aun muriendo, adoro
la razón que te inspira la venganza.  20
¿Mas sobre cuál paraje
caerá el rayo que lanzas,
que no se halle teñido
de Cristo con la sangre sacrosanta?




ArribaAbajoFragmento V


   Oui, pecheur, mes arrets sont remplis d'equité,
Et mon plus grand plaisir est de t'être propice.
Si tot qu'on se repent, l'on ressent ma bonté,
Quelque mal qu'on ait fait, sans blesser ma justice.
Ainsi la pesanteur de ton iniquité  5
Ne doit plus t'effrayer par l'horreur du suplice.
Mon plus grand interêt est ta felicité;
Jamais je n'ai permis qu'un converti perisse.
Mon desir est content, et je suis glorieux
De te voir si contrit, et les larmes aux yeux:  10
Je t'acorde la paix; il n'y a plus de guerre.
Contre les endurcis je lance mon tonnere,
et je venge sur eux le sang de Jesus-Christ.






ArribaAbajoTraducción V


ArribaAbajo    Son, pecador, mis juicios
llenos de equidad santa,
y mi mayor delicia
hago de ser propicio a vuestra causa.
Sin herir mi justicia,  5
mi bondad se declara,
por más culpas que tenga,
por aquel, que ha empezado a detestarlas.
Así, de tus delitos
la más pesada carga  10
asombrarte no debe,
ni el temor del castigo que te aguarda.
Mi interés verdadero
de tu dicha se labra;
pues nunca he permitido  15
perezca aquel que arrepentido clama.
Contento mis deseos,
y mi gloria se ensalza
al verte tan contrito
con el copioso llanto que derramas.  20
Concédote gustoso
la paz; más guerra no haya,
y adora, como debes,
de mi severidad la justa causa.
Pues, que sobre el rebelde  25
solamente descargan
mis iras, y en él vengo
del Dios hombre la sangre sacrosanta.








ArribaAbajoTextos para obras dramáticas


ArribaAbajoLoa que precedió a la representación de la tragedia intitulada Agamenón vengado, sacada de la original de Sófocles

Endecasílabos



ArribaAbajo   Pagana atrocidad, griegas costumbres,
si calzadas coturno sofocleo,
vertidas en lenguaje menos raro,
aunque no menos noble, os ofrecemos.
    Elección meditada y preferencia  5
ha sido, no penuria del ingenio;
retribución debida a un genio ilustre
y a la sagrada antigüedad obsequio.
No los sufragios del indocto vulgo,
que prodiga sin más conocimiento  10
que un capricho inconstante los aplausos,
igualmente a lo absurdo que a lo bello;
ni de aquel que en censor se erige grave,
dándole su amor propio el alto empleo,
la aprobación buscamos; ni tampoco  15
aspiramos a un vano lucimiento.
Contentos con haber hallado al ocio
un destino pacífico y honesto,
(sí ocio pueden llamarse aquellas treguas
que exige la fatiga y pide el tiempo),  20
divertimos, tranquila y francamente,
es nuestro fin; sin que nos den recelos
ni críticas sangrientas de Aristarcos,
ni nos muevan aplausos lisonjeros.
    Porque no faltará, según es uso,  25
quien la elección moteje, no advirtiendo
que, siendo diversión nuestra es preciso
que haya de ser también a gusto nuestro.
Ni faltará en retorno quien elogie
nuestros más conocidos desaciertos,  30
y que a pesar de la moral cristiana
a Orestes tenga de héroes por modelo.
Y así tú, oh Melpómene, que diste
tanto entusiasmo al prodigioso griego,
haz resonar tu trompa, porque pueda  35
seguir yo un tono digno de sus versos.




ArribaAbajoLoa para la tragedia de Raquel


ArribaAbajo   Ilustre Mauritania cesariense,
de heroicos hechos bélico teatro,
donde ha representado la fortuna
al mundo los sucesos más extraños,
    y más ilustre ya desde que goza  5
por numen tutelar al grande Carlos,
aquel cuyos cruzados estandartes
asombro son del bárbaro africano.
(Cuántas aclamaciones este día
por ser vuestro natal, oh Rey amado,  10
os previniera, si de vuestro elogio
pudiese contemplar digno mi labio.
Mas tiempo llegará que convertido
en sonante epopeya el triste canto
el mundo os reverencie por mis versos  15
y por vuestra virtud de héroes dechado).
Hermosas damas, auditorio noble,
y vos, generosísimo Alvarado,
si digno nieto, imitador heroico
de tanto campeón americano;  20
pues si aquellos con ánimo invencible
en aquel nuevo mundo sujetaron
reyes e imperios, vos aquí igualmente
domáis montes, rendís altos peñascos.
    Padrón que erige eterno a vuestro nombre  25
el celo vuestro contra quien en vano
combatirán los tiros de la envidia
y el poderoso impulso de los años.
Pues nada bastará para que deje
el remoto Orinoco de admiraros  30
estadista sutil, guerrero Italia,
África y Portugal segundo Mario;
escuchad de Melpómene española
los trágicos acentos, y entretanto
suspenderéis del público gobierno  35
el afán laborioso y el cuidado.
El suceso de amor más infelice
Raquel os representa, su quebranto
atentos escuchad, que si esto logra,
basta vuestra atención para su aplauso.  40




ArribaAbajoLoa que precedió la representación de la comedia de don Pedro Calderón de la Barca intitulada La vida es sueño, en la cual entraron varios caballeros y oficiales de la Guarnición de Orán, en cuyo coliseo se representó

PERSONAS
Son las principales de la expresada Comedia
 

 
ROSAURA.
CLOTALDO.
ASTOLFO.
BASILIO.
SEGISMUNDO.
CLARÍN.
 

Sale ROSAURA haciendo esfuerzos para irse; ASTOLFO deteniéndola.

 
ROSAURA
    Ello ha de ser; y es en balde
que usted se rompa el cerebro,
en quererme disuadir.
A casa me voy corriendo
a desnudar.
ASTOLFO
¿Estás loco,
5
hombre?
ROSAURA
No, sino muy cuerdo.
No quiero hacer mi papel.
Adiós.
ASTOLFO
¿Estás en tu seso?
¿Cuando ves que lleno el patio
por un concurso tan serio 10
y brillante, y que poblados
de damas los aposentos
nos favorecen, y sólo
esperan a que empecemos,
quieres dejarlos burlados, 15
y a todos los compañeros
expuestos a ser el blanco
de baldones y dicterios?
Eso no; usted se reporte,
y advierta que ya no es tiempo20
de volverse atrás.
ROSAURA
Se engaña
usted muchísimo en eso.
Yo soy dama, y para ahora
reclamo los privilegios
de tal. Yo he de hacer mi gusto,25
pues por dama puedo hacerlo
sin mirar otras razones.
ASTOLFO
¡Bella moral! Mas, yo no entro
ahora en disputas; que estrecha
el tiempo ya.
ROSAURA
Pues con esto,
30
y con licencia de usted,
yo me voy.
ASTOLFO

 (Agarrándola.) 

¡Ay, que me han muerto!
 

(Salen SEGISMUNDO a medio vestir, y CLOTALDO con paños de peinar y empolvada la cara.)

 
SEGISMUNDO
Señores, ¿qué ha sucedido?
CLOTALDO
¿Qué es aquesto, caballeros?
SEGISMUNDO
¿A quién han muerto?
CLOTALDO
¿Hacia dónde
35
está el difunto?
ASTOLFO
Teneos,
que yo el muerto y el difunto
soy.
CLOTALDO
Hombre, di; acaba presto,
pues yo allá dentro me estaba
peinando, cuando tus ecos 40
oí, y dejándolo todo,
vengo, cual ves, que parezco
el Convidado de piedra,
o alma de algún molinero.
SEGISMUNDO
Yo me estaba acomodando 45
este sortú de pellejos,
cabriolé de anacoreta
o frac de galán del yermo,
cuando, oyendo te mataban,
al punto vine corriendo, 50
y es lo peor, que por correr
un tobillo me he deshecho
de un tropezón.
ROSAURA
Excusada
era tanta priesa.
CLOTALDO
¿Luego,
no hay nada?
ASTOLFO
¿Pues no ha de haber,
55
si este diablo del infierno
dice que se va a su casa,
y no quiere ni por pienso
hacer la comedia?
CLOTALDO
Bravo,
y a fe que quedamos buenos. 60
SEGISMUNDO
¿Y esto es seguro?
ROSAURA
Seguro,
como hay viñas.
CLOTALDO
Por San Pedro,
que estoy dos dedos de hundirle
de un puñetazo los sesos.
Pues, muñeco de los diablos, 65
si habías de salir con eso,
¿por qué, di, no te excusaste
cuando pudiera haberse hecho
elección de otro?
SEGISMUNDO
Yo estoy
hecho un tonto de ver esto. 70
Dice bien Luna. Si usted
no entra gustoso, tiempo
ha tenido de decirlo,
sin metemos en un cuento
tan ruidoso y tan pesado. 75
ASTOLFO
Lo que yo alabo es lo fresco
que está su merced.
 

(Sale CLARÍN, a medio vestir.)

 
CLARÍN
Por vida
de cien dueñas, que es lo mesmo
que por vida de cien diablos,
que es buena pachorra. Dentro 80
está el gran Basilio, echando
más porvidas y reniegos
que cochero en día de lluvia,
y ustedes se están muy quietos,
sin mirar, que es hora ya, 85
de empezar la fiesta.
CLOTALDO
Bueno.
Vea usted, lo que a eso dice
esa dama.
ROSAURA
Lo que tengo
repetido treinta veces.
Que no quiero, que no quiero, 90
y que no me da la gana.
A la orden. Caballeros,

 (A los de las lunetas.) 

permítanme ustedes, salga
por aquí; porque no puedo
salir por el vestuario. 95
CLARÍN
¿Cómo es eso? Granaderos,

 (Agarrándola.)  

detened a este hombrecillo
marimacho.
 

(Sale BASILIO.)

 
BASILIO
¿Pues qué es esto,
Clarín, cómo así atropellas
el decoro y el respeto100
de una dama, que es tu ama
en esta comedia?
CLARÍN
Niego.
Pues no es mi ama, ni es dama,
quien con ningún miramiento
hace lo que el señor hace. 105
BASILIO
¿Pues qué hace?
CLARÍN
Mil sacrilegios;
no hacer la comedia.
BASILIO
Es chanza.
Yo no creo por lo menos,
sino que se ha vuelto loco,
que quiera el señor ponernos 110
en el caso...
ROSAURA
No hay más caso,
que el que uno de ustedes puesto
de enaguas y bisoñé,
cotilla, tontillo y vuelos
supla mi papel.
CLARÍN
Y a fe
115
que sería el caso bueno.
Yo a la menos estaría
hecho un ángel.
ASTOLFO
Del infierno.
BASILIO
Dejemos burlas; que el caso
es ya demasiado serio 120
para que se trate así.
SEGISMUNDO
Dice usted bien.
BASILIO
¿A lo menos
no sabremos el motivo
de esta novedad? Yo creo
que, sin ser muy grave, nunca 125
partido que es tan violento
tomaría usted. Y así,
para que todos quedemos
satisfechos, usted debe
declararnos al momento130
la razón en que se funda.
CLOTALDO
Está hecha con tanto acierto
la proposición que nadie
se negará a ella, no siendo
un botarate.
ROSAURA
Pues ése
135
soy yo; y por eso me niego,
CLOTALDO
Usted me está provocando,
y si acaba usted de hacerlo,
¿qué apuesta que por pelota
le arrojo a un palco tercero? 140
ASTOLFO
Hombre, bien conoces que es
justo lo que pretendemos.
SEGISMUNDO
Pues yo a usted, por la amistad
que profesamos, le ruego
que la causa nos declare 145
de este retiro.
CLARÍN
Y yo, puesto
de rodillas a tus pies,
y, si es menester, plañendo
más que mil lloronas juntas,
te lo pido.
ROSAURA
Aunque había hecho
150
ánimo de no decir
el secreto a nadie, veo
que estoy ya en obligación
de exponerle.
CLARÍN
Pues al cuento.
ROSAURA
Yo he entrado en cuentas conmigo, 155
y he encontrado que no tengo
amaños para hacer damas,
y que me faltan aquellos
requisitos que componen
papeles tan circunspectos. 160
Esto, que antes me dictaba
mi propio conocimiento
(porque no soy tan mujer,
que no me conozca a tiempos),
me lo confirma haber visto 165
la gran propiedad y esmero
con que se ha desempeñado
en este teatro mesmo
este papel. El primor,
la gallardía, el despejo,170
la finura, la expresión,
las acciones, los afectos,
finalmente, todo cuanto
hay de gracioso y perfecto
en el arte, como suelen 175
decir ahora, fue objeto
y espectáculo agradable
al más saturnino ceño.
A que se han seguido tantos
elogios, que yo confieso 180
que me tienen tamañito,
confuso y lleno de miedo.
Esto, junto a lo que acaba
de sucederme allá dentro
con Huerta, con ese diablo, 185
que con su maldito genio,
agrio y descontentadizo,
aburrirá al mundo entero,
me ha despechado del todo.
CLOTALDO
No habrá sido malo el cuento, 190
que Huerta es templado y suave.
BASILIO
Como un zarzal en invierno.
ROSAURA
Digo, pues, que yo me estaba
peinando, cuando muy sesgo
entró, con la misma cara 195
de quien no tiene dinero,
diciendo: «Y bien; yo supongo
que usted lo hará como lo ha hecho
siempre; no sabrá palabra
de su papel, y habrá el pelo 200
tan gordo como maroma,
y esto de entender los versos
y seguirlos con la acción
será con el mismo acierto
que ha sido siempre, aunque a bien 205
que para su desempeño
cantará usted, como suele,
la voz y los instrumentos
tan acordes como están
los lobos con los corderos. 210
Pues vaya, que no habrá quien
le conozca los defectos.
En el lugar a Molière
habrá quien note mil yerros.
Barón un niño de teta 215
sería si a nuestros tiempos
volviera. La Du-meni,
la Clairon y todo el resto
de actrices sobresalientes
que de la fama los ecos 220
preconizan por el orbe,
ya no suponen un bledo
para lo que hay en España.»
Y, en fin, después de un inmenso
catálogo de apellidos 225
revesados y extranjeros,
que ni yo sé pronunciarlos,
ni es posible retenerlos
en la memoria, acabó
con poner por esos cielos 230
a los señores que han dado
la última función, haciendo
mofa de todos nosotros
diciendo que no sabemos
hacer nada, y somos unos 235
zarramplines chuchumecos.
Este es el motivo, amigos,
que del todo me ha resuelto,
a no hacer ya mi papel;
ved ahora si razón tengo, 240
y sentenciad sin pasión
la causa. Adiós, caballeros.
CLARÍN
Detente, hombre; escucha un rato.
ASTOLFO
De risa me estoy muriendo.
BASILIO
Vaya que el motivo es grave.245
SEGISMUNDO
Yo nunca me pensé menos.
CLOTALDO
Que siempre estos marimachos
han de ser embelequeros.
ASTOLFO
Hombre del diablo, ¿pues ahora
te sales con hacer duelo250
de lo que Huerta te ha dicho?
¿No sabes que es de los nuestros,
y que es el que se interesa
más en nuestros lucimientos?
Porque cuanto gruñe y rabia 255
con todos es por ponemos
en codicia... ¿Quién lo duda?
¿Pues el escrúpulo es bueno,
de que no sabes hacer
tu papel? ¿Te has vuelto lelo? 260
¿Que no te han visto estas tablas
(pregunta a los mosqueteros)
hacer mil primeras damas
con pasmo del universo?
Díganlo Raquel, Mariene, 265
Cristerna, Campaspe y...
ROSAURA
Eso
fue en otros tiempos en que
reinaba aquel gusto añejo,
que él por sí se ha reformado.
Ya en el teatro todo es nuevo, 270
todo se ha remodernado,
y, en fin, ya todo se ha puesto
sobre el gran tono. Lo antiguo,
si he de decir lo que siento,
con el tufo, que echa a rancio, 275
encalabrina los sesos.
Yo soy del gusto de entonces,
y tengo duros los huesos
para entrar en esas modas.
BASILIO
Señora Rosaura, quedo, 280
que usted toca un punto en que
no es fácil nos concordemos;
que usted y cualquiera puede
hacer lo que otros han hecho,
con aplicación y gusto, 285
siempre que quiera emprenderlo.
Pero dejando por ahora
este punto, yo comprendo
también que, para el papel
de barba, defectos tengo 290
substanciales; pues conozco
que para hacerle perfecto,
supuesta la bien fingida
ancianidad del aspecto,
es menester, en primer 295
lugar, que los movimientos
sean torpes, pero siempre
con nobleza; que el extremo
de ridícula no toque
la voz con el fingimiento 300
de trémula; que el reposo
en la expresión, el sosiego
en las respuestas e instancias,
la gravedad en el gesto,
la seriedad en el traje,305
la sencillez del aseo
de la persona y, en fin,
que todo indique el sujeto,
la calidad y carácter
que finjo o que represento. 310
Nada de esto tengo, y paso.
SEGISMUNDO
Pues, yo igualmente carezco
de todas las circunstancias
que un galán forman. No tengo
ni persona teatral, 315
ni aquel exterior aspecto
heroico, noble y grave,
que indispensable contemplo
para un principal papel.
La soltura de los miembros,320
el aire de las acciones,
la libertad, el despejo,
y otras dos mil circunstancias,
que debiera tener, veo
que estoy lejos de alcanzarlas.325
Veo que mis movimientos
no tienen la majestad,
que requieren los sujetos
que suelo representar.
La uniformidad del eco 330
de mi voz no corresponde
tampoco al teatro; advierto
que en mis sentimientos soy
tal vez frío, cuando debo
mostrar ímpetu y violencia. 335
Comprendo bien que el esmero
y puntualidad del traje,
aun cuando más me desvelo
en vestir propiedad,
está muy lejos de serlo340
por faltarme otras ideas.
Comprendo que a mis afectos
no acompaña la expresión
de las manos y del gesto;
y comprendo, finalmente, 345
que para un papel primero
soy tan propio como para
emperador de Marruecos;
y, con todo, paso y callo.
CLARÍN
Pues si ustedes dicen eso, 350
¿qué diré yo?
ROSAURA
Lo que quieras;
que yo digo que no quiero
hacer mi papel, por más
que ustedes se estén moliendo.
CLOTALDO
¿Cuánto va que yo a patadas 355
muelo a este trasto los huesos,
y a todos los echo al diablo
por tanto embelecamiento?
Yo no pienso que podré
competir con nadie; pero,360
como el fin es ofrecer
nuestro culto y rendimiento
a quien sólo es digno de él,
como el más ilustre miembro
del público que autoriza, 365
y que le da el ser de cuerpo
político, sin el cual
todo lo demás es menos,
haré mi papel gustoso,
y más que a puro criterio 370
me sajen, pues para mí
todo lo demás es menos.
ASTOLFO
El tiempo pasa, y lo peor
es que se dirá por esto
en buen día buenas obras. 375
Cierto que el de San Eugenio
sera por ti memorable.

 (A ROSAURA.)  

ROSAURA
Hombre, acabarás con ello.
Pues, siendo tal día, ¿cómo
puedo negarme al obsequio 380
de quien los celebra hoy,
sabiendo cuánto le debo?
No digo yo con hacer
mi papel; con el aliento,
con el alma y con la vida385
mostraré agradecimientos
perdurables al favor
que me dispensa. Mis ecos
empleados en su elogio
sean siempre. Pues, por recto, 390
por político, por sabio,
por humano y por atento
al bien público merece
ser él el único objeto
de la común alabanza,395
y general rendimiento.
Y así, a vos, noble Alvarado,
gustosamente ofrecemos
este culto, y por vos sólo
al público; porque siendo400
vos su cabeza, y cabeza
tan digna, nunca podremos
prescindir cosas que siempre
unió razón y derecho.
A vos, y al sujeto ilustre 405
que en dulce consorcio vemos
dar esmalte a vuestras glorias
con propios merecimientos,
solamente se dedica
este festejo, supuesto410
que en cualquier parte y lugar
todo lo demás es menos.
CLARÍN
¿Con que todo ha sido chanza?
ROSAURA
Sí, amigos, para poneros
en cuidado, y para hacer 415
la introducción de este enredo.
CLOTALDO
Pues si es así, ya te estimo
el chasco. Vamos adentro.
SEGISMUNDO
Vamos, a empezar la fiesta.
BASILIO
Vamos, pero sea diciendo: 420
TODOS
«Que a quien debemos rendimos
solamente nuestro obsequio;
que en cualquier tiempo y lugar
todo lo demás es menos.»