A la bella Marcelina, A la novia placentera A Mackinley le han salido A un santo le tocó la lotería A una manola un marqués Al confesarse contrito Al escuchar cómo aullaba Al lucero de la tarde Antonio, al enamorar Aquí descansa mi Blasa. Aquí descansa un sereno Aquí un domador reposa, Aquí yace Magdalena Aquí yace un pretendiente Aunque parezca broma, Baldado estaba Narciso Blas, que a su hija reprendía, Brindó Brabo, no el padre, sino el hijo Calzábase Justina su zapato, Cante Ayguals la judía, Cierta noche que Pilar Cierto Prelado metropolitano Cierto sujeto me dijo: Cogí de un brazo con arte Como de prosa estoy harto, Conozco yo un ratón de biblioteca, Cuando de niño empecé De hacer un caballero De sesenta un solterón Desprecio del Japón o de la China Dije ayer al padre Arenas: Dijo a su criado Antón, Dijo un tuerto a un jorobado Diole a un mendigo Bartolo Don Toribio Cornucopia El favor, no tu pericia, El grande Enrique, de pudores harto, El sátrapa don Antonio El señor don Sisebuto Emilio: Yo no concilio En agua de Colonia En casa de un general En el calor de su amoroso trato En Jueves Santo, un chicuelo «En mi pueblo», dijo Antero, «Enseña lengua española Entré a comprar turrón, cuando un zapato Era Gilito propenso Es mi patrón el Cristo del Zapato, Es tan estrecho el ajuar «Esas aguas tan delgadas Escrito fino y discreto, Esta turba famélica y bellaca Esto, amado Teótimo, te enseña Fue a los toros Don José, Hablando del himeneo He leído... no sé dónde, Joven auxiliar Taboada: La palabra caracol Las hijas de las madres que amé tanto Las niñas más juiciosas y más puras MANTA. Un abrigo que llama MAS, por santo ToMÁS, no digas MÁS, «Me acuso, padre Jacinto, Me gusta ver el cielo Murió Joaquín el tramposo Nada más santo y justo no aprendió ni un vocablo solamente No las lides pretendo No sé por qué amor platónico Pero un ladrón que halló la puerta franca, «Pero ¿qué es lo que te ocurre Petra, comienza tu oración del día: Pisó un trozo de melón Por entrar de centinela Por una primavera, Porque tenía razón, Preguntáronle a un pintor Preguntole a un sordo Aurora ¿Quieres ser liberal? Ten entendido Redactando un estudiante... Rita por cierta pendencia Sé que ya tienes la edad Señor Don Manuel Revilla: «Si a los mansos», dijo Rosa, Si, como el héroe de la Mancha, antaño Tanto quisieron tirar Tómese una palabra; ejemplo, vasco; Trae mil inconvenientes Tras tres tragos y otros tres Tus paralelos leí, Un confesor que Pilar Un escultor no afamado, Un mozo ¡suerte maldita! Un tonto muy hablador Una mañana fresca, paseando Varias personas cenaban Voy a rezar, sentada, porque creo Yace aquí Blas... y se alegra Yace aquí una tal Guillerma; Yo conocí un labrador Yo soy un guapo sujeto «¡Ay! ¡Ay!», repitió Garay «¡Ya está la deuda cumplida!» «¿No valgo yo más que un burro?», «¿Qué es eternidad?», decía «¿Quién eres, ángel, que ante mí apareces,
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