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Por amparar la virtud olvidar su mismo amor o la hidalguía de una inglesa

Comedia en tres actos

Gaspar Zavala y Zamora



AL MUY ILUSTRE SEÑOR

DON JOSEPH ANTONIO DE ARMONA

Y MURGA,

Caballero pensionado de la real y distinguida orden española de Carlos III, Intendente de los reales ejércitos y de la provincia de Madrid, Corregidor de esta villa, Superintendente general de sisas reales y municipales de ella: Intendente de la Regalía de Casa de Aposento, Juez protector y privativo de los teatros de comedias, sus autores y representantes del reino, &c. &c. &c.

D. GASPAR ZAVALA Y ZAMORA

                                                                                          D. O. C.

     Señor:

     Siendo V. S. Quien con infatigable patriótico celo y poderoso influjo fomenta la poesía dramática, que de tanta serie de años a esta parte se miraba obscurecida y ultrajada: siendo V. S. quien con el sabio aprecio que hace de esta ocupación honrosa ha ido desterrando de los ingenios la justa cobardía que les hacía ocultar sus producciones, claro es que a V. S. sólo deben consagrarse, como tempranos si no sazonados frutos de su desvelo. Siendo yo, pues, uno de los que se miran por fortuna más obligados a sus continuas honras, y V. S. (si es lícito hablar con franqueza) quien manda y gobierna a su arbitrio mi corto numen dramático, con más razón serán suyas sus buenas o malas producciones. A V. S., pues, ofrece mi gratitud la de este drama cómico cuya acción nos representa La hidalguía de una Inglesa; modelo ciertamente de mujeres virtuosas y heroicas, que deseo imiten nuestras gallardas y hermosas Españolas. Espero que V. S. le franquee la buena acogida que hallaron siempre en su benignidad mis respetos, y que me dispensará las órdenes de su agrado.



B. L. M. de V. S.

su más atento y seguro servidor

Gaspar Zavala y Zamora.



ADVERTENCIA AL LECTOR

     Aunque tengo por ardua empresa que los dramas escritos más para representados que para leídos admitan aquella religiosa observancia de los preceptos del arte y naturaleza, por permitirlo el argumento de éste, he pedido, a mi entender, combinar rígidamente y sin violencia las decantadas unidades; he dado a sus actores aquella locución correspondiente a su carácter, y he procurado sostenerles con una exactitud, escrupulosa. La fábula es útil y verosímil: las costumbres propias de los caracteres: la sentencia hija de los accidentes del drama: la dicción si no la más pura y limada, al menos la más propia de los personajes que le componen: y en fin el episodio nada fastidioso, cuando carezca de hermosura, a no ser que algún Don Respondón (1) me haga ver mi amor propio, y con la inteligencia que tiene y acostumbra, me diga absolutamente que todo se halla en esta Comedia, menos lo que llevo dicho, y que así vuelva al saco el panegírico que iba haciendo de ella; pero yo sin hacer caso de su contradicción le acabaría diciendo: que la presente Comedia es la más perfecta de cuantas hay escritas: que al fin, aún cuando fuera la peor, tiempo tiene él y los de su talante para hacerla trizas, echando por esos trigos de Dios: que aunque ni él ni ellos sepan qué es Comedia, y ni cuales las partes que la constituyen perfecta, sabe usar admirablemente algunas vocecitas francesas, como: rafflinement: y otras latinas, como: serpit humi... et quae desperat tractata... que aunque no sepa quién las dijo, ni a qué propósito, él las contrae en sus papelitos a muerte o a vida, y se va adquiriendo entre sus amigos ínfulas de sabio y en fin a nadie se le quita decir por escrito lo que siente de una cosa que le cuesta su dinero (mal empleado, porque no la entiende) y más con la moderación que le es característica. Al menos divierte su perpetua ociosidad: da a los periódicos unos preciosos materiales, y a sus compatriotas una idea de que aunque no sabe hacer Comedias tampoco criticarlas. Finalmente, lector mío, él haga de su capa un sayo, como nosotros quedemos en que mi presente Comedia tiene todas las recomendaciones, para que des por bien gastados los sesenta y ocho maravedises que te habrá tenido de coste, a no ser que leas de prestado como hacen muchos: que es mejor que las que hasta ahora nos han dado de su cosecha Don Respondón y sus secuaces: y por último que si me hicieres ver que es mala la volveremos al yunque, y más que esta prueba de mi docilidad me la pagues con expetarme aquel dístico latino...

                           Incudi, Fabiane, tuos vis reddere versus,
   Trade magis flammis, has meruere Magis (2)

[1]

                                                PERSONAJES

ACTORES

          
   
MILORD DARMÁN, Padre de Roswik. Manuel de la Torre.
ROSWIK, Amante de Estuarda. Manuel García.
ESTUARDA, Hija incógnita del Barón de Estoorn. La Sra. Juana García.
EL BARÓN DE ESTOORN, Amigo del Milord. Joaquín de Luna.
JACOBA, Condesa de Carlscrowen, prometida esposa de Roswik. La Sra. Andrea Luna.
MONSEUR RISEU, Oficial Francés. Félix de Cubas.
BRASWEN, Gobernador de Bristol. Rafael Ramos.
UN AYUDANTE. Joseph Galán.
JORGE. Tadeo Palomino.
TREYÉN, Criado del Milord. Mariano Querol.
Milton, Escribano. Joseph Vallés.
BRANK, Criado de Jacoba. Francisco García.
UN CRIADO DE BRASWEN. Juan Codina.
SOLDADOS y MINISTROS.

La escena se representa en Bristol.



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Acto primero

          
 
 

(Aposento corto de la casa del MILORD. ESTUARDA sentada en una silla consternada de dolor.)

                                                       
ESTUARDA ¡Oh infeliz Estuarda! ¡oh padre,
cuánto os atormentarían
mis desgracias si llegaran
acaso a vuestra noticia!
Un cruel remordimiento 5
sin cesar devoraría
vuestro corazón y el de esa
madrastra fiera y altiva
que tan ciego os tiene. Vos
abandonasteis una hija 10
que tierno amabais, por solo
dejarla a ella complacida;
pero esta sola memoria
siempre alejará la dicha [2]
y el placer de vuestras almas: 15
sí, las culpas infinitas
y detestables que cubren
de lágrimas mis mejillas,
en el Tribunal Supremo
serán vuestras más que mías. 20
Temed su rigor, sí; yo   (Enajenada.)
excitaré su justicia
contra los dos, y... ¿mas dónde
me lleva mi fantasía?
Yo soy la cómplice solo: 25
olvidaba de mí misma,
y aun de Dios, ser toda quise
de mi amor y sus delicias
criminales: ¡oh Roswik,
tú completaste en un día 30
mis desgracias: de mi alma
tomaste la apetecida
posesión, y ya, perjuro,
te cansas de mis caricias,
y mi vista huyes! ¡Oh 35
muerte, muerte, ven aprisa,
y tú que puedes acaba
con mi afrenta y mis desdichas!
 

(Por la derecha ROSWIK.)

 
ROSWIK Estuarda.
ESTUARDA                ¿Roswik, pues vos
en mi cuarto?
ROSWIK                       ¿Qué, te agitas? 40
ESTUARDA Templando estoy: si el Milord...   (Temerosa.)
ROSWIK Serénate.
ESTUARDA                La familia...
¡Oh Dios! Idos, no queráis
ver mi opinión más perdida,
que está.
ROSWIK               Sosiégate, nada 45
receles, que la orden mía,
tiene Treyén de avisar
en aquella hora misma
que mi padre se levante.
ESTUARDA ¿Pero, Señor, esta dicha 50
de veros a quién la debo?
ROSWIK A nuestra desgracia misma.
ESTUARDA ¡Nuestra desgracia!
ROSWIK                                 Sí, Estuarda,
sí, amable Estuarda: el día
más cruel, el más funesto 55
de todos es el que miras.
ESTUARDA Buen Dios, ¿qué será?
ROSWIK                                    Tú sabes
qué de sustos y fatigas
me cuesta la pasión ciega
con que mis ojos te miran; 60
tu virtud, tus prendas... ¡Ah!
¡con qué violencia avivan
esta pura llama! Yo
te amo más cada día,
Estuarda, lo confieso; 65
los desvíos que imaginas
hijos de mi desamor,
no lo son: no, yo quería
con ellos desvanecer
la sospecha que tenía 70
mi padre de nuestro amor;
mi corazón ratifica
sus promesas, sí, y jamás
pudiera negar la digna
y sagrada obligación 75
que te tiene: él la publica
con vanagloria, y muy lejos
de cansarme tus sencillas
finezas, cada momento
deseo más verte mía. 80
Mi vida, mi amor... ¡Ah! todo,
todo es tuyo, mi querida
Estuarda; pero tu humilde
situación...
ESTUARDA                   Ya prevenía
el fin de vuestros discursos. 85
Mi situación abatida
os avergüenza, y...
ROSWIK                               No más,
te es muy poco conocida
mi nobleza, y de eso nace
que me hagas hoy la injusticia 90
de pensar así. Yo aprecio
más que toda la hidalguía
de la tierra y sus riquezas
tu virtud. En este día,
¡qué digo! en este momento 95
completara yo mis dichas
con tu mano: pero, Estuarda,
los mismo Cielos conspiran
contra nosotros: no debo
ocultarte mis desdichas [3] 100
más tiempo: mi padre...
ESTUARDA                                       ¿Qué?
decid.
ROSWIK          ¡Oh Dios!
ESTUARDA                          ¿Qué maquina?
¿Suspiráis, Roswik?
ROSWIK                                ¡Oh joven
desgraciada!
 

(Por la derecha TREYÉN.)

 
TREYÉN                     Con gran prisa
os busca el Milord.
ROSWIK                                ¿A mí? 105
¿Qué querrá? todo me agita
volveré: Estuarda infeliz.   (Vase.)
ESTUARDA ¿Qué podrá ser?
TREYÉN                           Esta niña
me gusta, es honesta; pero
las continuadas visitas 110
de mi amo... ya no me gusta.   (Partiendo.)
ESTUARDA Treyén.
TREYÉN             ¿Qué?
ESTUARDA                       ¿Me negarías
una verdad?
TREYÉN                      No lo sé.
ESTUARDA ¿Qué novedad origina
el pesar de tu amo?
TREYÉN                               Él 115
os lo dirá.   (Vase.)
ESTUARDA                 ¡Qué excesivas
dudas me atormentan! Ah,
bien clara me vaticinan
mi desgracia los suspiros
de Roswik; sí, su continua 120
agitación, la amargura
con que en mí clavó su vista
al partir, harto me dijo
de males y de desdichas.
Pero por si quiere el Cielo 125
que me engañe en este día
mi temor, voy presurosa
a ver si entre la familia
hallo quien pueda sacarme
de las confusiones mías.   (Vase.) 130
 

(Aposento más largo, y bien adornado con algunos taburetes: MILORD DARMÁN por la izquierda, y luego TREYÉN por la derecha.)

 
MILORD DARMÁN Hey: si lo que he recelado
fuera cierto, probaría
mi enojo Roswik, Hey, ¿no oyes?
 

(Sale TREYÉN.)

 
que te llamo?
TREYÉN                      A toda prisa
he venido.
MILORD DARMÁN                  Y bien, me importa 135
salir de una duda. Ha días
que acompañas a Roswik
a todas horas: me afirman
que ama a Estuarda: ¿es cierto esto?
TREYÉN No sé nada.
MILORD DARMÁN                    ¿La visita? 140
TREYÉN No lo he visto.
MILORD DARMÁN                        Si me ocultas
la verdad, a esta hora misma
te mando dar treinta palos.
¿La habla? ¿la escribe? ¿la mira?
respóndeme.
TREYÉN                     No sé nada. 145
MILORD DARMÁN ¿Cuándo fuiste de orden mía
a llamarle, dónde estaba?
TREYÉN Fuera.
MILORD DARMÁN           Como a mi noticia
llegara que sus infamias
ayudabas y encubrías... 150
TREYÉN Soy honrado.
MILORD DARMÁN                       Vete, y cuenta.
 

(Va a partir por la derecha TREYÉN, sale MONSEUR RISEU apresurado, tropieza con él, le mira con secatura.)

 
MONSEUR RISEU Oh Milord: bestia, ¿no miras
que voy yo a entrar?
TREYÉN                                 Buen Francés.   (Vase.)
MONSEUR RISEU Amigo, felices días.
Parece que está ese aspecto 155
iracundo: ¿qué os agita,
Milord?
MILORD DARMÁN             Nada.
MONSEUR RISEU                      ¿Nada? vamos,
que algo tenéis: oh, mi vista
es perspicaz, y conoce
en vos una repentina 160
mudanza: vaya, ¿qué cosa
os incomoda? decidla,
y yo me encargo de daros
el remedio bien aprisa;
¿estáis malo? [4]
MILORD DARMÁN                      No.
MONSEUR RISEU                            ¿Perdisteis 165
algún pleito?
MILORD DARMÁN                     Ni en mi vida
le tuve.
MONSEUR RISEU             ¿Estáis (la verdad)
enamorado? Podría
ser, que no sois aún tan viejo.
¿Pues qué tenéis? ¿qué os contrista? 170
¿qué Roswik se haya dejado
engañar de aquella niña?
MILORD DARMÁN ¿De quién?
MONSEUR RISEU                   Toma, de Estuarda:
¡con qué vos nada sabíais!
pues amigo, si con tiempo 175
no acudís voló la mina.
MILORD DARMÁN ¡Cómo! ¿Pues qué hay, Monseur?
(Con impaciencia.)
MONSEUR RISEU                                                       Nada,
palabra, mano, y aun firma
de Roswik de ser su esposo;
esto que yo sepa.
MILORD DARMÁN                             La ira 180
me consume. ¿Estuarda?
MONSEUR RISEU                                        Toma;
pues ya es fecha un poco antigua
la de su amor: y hay quien dice
que hace más de veinte días
que están casados.
MILORD DARMÁN                              ¿Casados? 185
Por mi mano arrancaría
sus infames corazones
si tal supiera.
MONSEUR RISEU                      Obraríais
con honor; pues vuestra casa
quedaría envilecida 190
para siempre con un lazo
tan desigual.
MILORD DARMÁN                     Ah, mal hijo,
no disfrutarás ni un día
de sus encantos. Hey. Llama
 

(Sale TREYÉN.)

 
a Roswik, que venga aprisa.   (Vase.) 195
MONSEUR RISEU Él será bien recibido.   (Aparte.)
MILORD DARMÁN Yo lavaré esta ignominia
con su sangre.
MONSEUR RISEU                       Más cachaza,
Milord. Haced porque os diga
la verdad, y sin no están 200
casados, con picardía
y secreto haced que Estuarda
vaya donde él en su vida
vuelva a verla, que es el modo
de evitarte esta ruina. 205
MILORD DARMÁN Decís bien; pero no sé
si podré encubrir mis iras.
 

(Sale TREYÉN.)

 
TREYÉN Ya viene.
MILORD DARMÁN                 Bien.
TREYÉN                           La Condesa
de Carlscrowen de su silla
se apea.
MILORD DARMÁN              Y a qué mal tiempo; 210
Monseur, salgo a recibirla;
perdonad, que presto vuelvo.   (Vase.)
MONSEUR RISEU Oh, bravo, la Condesita.
¡Qué buen rato! ¡Si el Milord
me descubrirá este día 215
con Roswik? Eh, desafío
tendremos, sí, sí; maldita
sea mi lengua ¿que nunca
pueda yo callar tres días
un secreto que me encargan? 220
¿Pero qué toda mi vida
le he de tener encerrado
en el cuerpo? no, se haría
cada uno una postema;
lo que no quieran que diga, 225
que no me lo cuenten. Pero
punto y aparte.
 

(Salen el MILORD, la CONDESA, ROSWIK y TREYÉN.)

 
MILORD DARMÁN                              Entrad; sillas.
 

(TREYÉN les pone taburetes, y se sientan los cuatro.)

 
MONSEUR RISEU Condesita, a vuestros pies.
JACOBA Bésoos la mano.
ROSWIK                            Desdichas,
dejadme disimular 230
un rato la pena mía.
MILORD DARMÁN Y bien, Madama, ¿a qué acaso
debemos esta visita
tan impensada?
JACOBA                         Milord,
aquesta carta lo diga 235
(Sacando un pliego.)
por mí, que el Barón de Estoorn,
mi tío, con toda prisa   (Dándosela.) [5]
me manda entregaros.
MILORD DARMÁN                                   Bien,
la prontitud, os estima
mi cariño, y por si importa, 240
perdonad mi grosería.   (La abre y lee.)
JACOBA Vos sois muy dueño. Señor
ROSWIK, o miente la vista,
o algo menos que creí
os complació mi venida, 245
y a saberlo...
ROSWIK                      Vos, Madama,
os engañasteis. La dicha
de veros podría acaso
sorprenderme, y...
MONSEUR RISEU                              Condesita,
no lo creáis, Roswik se halla 250
la verdad, hace unos días
muy triste.
JACOBA                  ¿Por qué?
MONSEUR RISEU                                 No amigo:
aunque por señas me digas
que calle, lo he de decir.
ROSWIK Este hombre me precipita. 255
MONSEUR RISEU Madama, está enamorado.
JACOBA ¿Qué es lo que he oído, desdichas?
ROSWIK Basta, Riseu, que esas chanzas...
MONSEUR RISEU Chanzas, bueno está, a fe mía;
Condesa, creedme a mí... 260
lo está... vaya, me lastima
su situación.
ROSWIK                     Si no callas...
MONSEUR RISEU Reñiremos, eh ¡qué risa!
¡pues si supierais de quién!
sin ofenderos, es linda 265
muchacha, pero... ¿Roswik,
lo digo?
MILORD DARMÁN             Pues no os avisa   (Dejando de leer.)
vuestro tío lo que a mí,
reservaros tal noticia
no quiero. Oid.   (Lee.)
Milord amigo: he recibido vuestra estimada carta, en la que me participáis la unión concertada de vuestro hijo con la Condesa de Carlscrowen, mi sobrina, de que me doy mil enhorabuenas, y queda disponiendo mi viaje para ir a disfrutar en vuestra compañía esta ventura.
ROSWIK                              Ay Estuarda 270
cuánto tu muerte y la mía
celebran todos.
JACOBA                         No sé
qué es lo que me pronostica
la tristeza de Roswik.
MONSEUR RISEU Y qué callada teníais 275
esta unión, Milord.
MILORD DARMÁN                               Riseu,
hoy los conciertos se firman,
con que ved si pude daros
parte de ello más aprisa.
JACOBA Yo procuraré informarme 280
de las dudas que me agitan:
Milord, con vuestro permiso.

(Levantándose.)

MILORD DARMÁN Roswik.
ROSWIK              Ya entiendo. Hey. ¡Qué día
tan cruel! La espada y sombrero.

(A TREYÉN, que vuelve a partir.)

JACOBA Señor Roswik, sentiría 285
que para cumplir con esa
dama tan encarecida
os hiciera falta el tiempo
que vuestra cortesanía
emplee en acompañarme. 290
ROSWIK No lo insistáis por mi vida,
pues que no lo siento yo.
JACOBA A Dios, Milord.
MILORD DARMÁN                           No, que os sirva
dejareis hasta la puerta.
JACOBA Nada mi humildad replica. 295
ROSWIK A Dios, Riseu, y otra vez   (Vanse.)
 

(Poniéndose la espada y sombrero que habrá sacado TREYÉN.)

 
ya que hables, recapacita
lo que hablas, porque si no
te expondrás, como este día,
a hallar quien porque no yerres 300
corte tu lengua atrevida.   (Vase.)
MONSEUR RISEU Eh, picose y es lo peor
que con la buena noticia
que yo he dado a la Condesa
tendrán los dos un buen día. 305
Pero allá se las avengan,
yo dije lo que sabía,
con que quedé descansado;
voy a ver si hallo por dicha [6]
a Estuarda, para contarla 310
lo de la boda: ¡qué risa
la dará el oírlo! apuesto
que queda agradecida.   (Vase.)
 

(Por la derecha MILORD.)

 
MILORD DARMÁN Por más que la humanidad
interiormente resista 315
esta acción, ya estoy resuelto.
Su tierna edad me lastima,
lo confieso, pero es antes
evitar esta ignominia
a mi sangre: ¿viene ya? 320
 

(A TREYÉN, que sale por la derecha con ESTUARDA.)

 
TREYÉN Aquí está.
ESTUARDA                  Todo contrista
mi corazón.
MILORD DARMÁN                   Parte, y haz
lo que mandé.   (A TREYÉN que parte.)
ESTUARDA                         Oh, negro día.
MILORD DARMÁN Di, joven loca...
ESTUARDA                            Yo tiemblo.
MILORD DARMÁN ¿Con qué idea, con qué mira 325
has admitido hasta ahora
las perniciosas caricias
de ROSWIK? ¿con qué intención
las fomentaste tú misma
con el encanto nocivo 330
de tu hermosura? ¿Creías
acaso llenar de oprobio
el lustre de su hidalguía
con tu bajeza? ¿pensaste
unirte a él? ¿Qué suspiras? 335
¿qué tiemblas? responde, di,
¿te ama Roswik? no me finjas.
ESTUARDA ¡Ah Señor!
MILORD DARMÁN                  En vano piensas
templar la cólera mía
con tu llanto cauteloso: 340
¿te ama Roswik? habla aprisa.
ESTUARDA Me amó un día, y su virtud,
sus extremos, sus caricias
me hicieron creerle, y aún
aspirar a mayor dicha. 345
Me ofreció su mano, ah.
MILORD DARMÁN ¿Su mano?
ESTUARDA                    Y aun con su firma
lo aseguró: mi inocencia
entonces no prevenía
la desigualdad, y sólo 350
esperaba aquella dicha
por momentos.
 

(Sale TREYÉN conduciendo alguna ropa en un pañuelo, la deja sobre un taburete, y parte.)

 
TREYÉN                            Sentiré
que se vaya.   (Vase.)
MILORD DARMÁN                     Ya te miras
desengañada. Roswik
ha de unirse bien aprisa 355
con mujer correspondiente
a su clase distinguida;
si el delirio de su amor
pudo sugerirle un día
la afrenta de unirse a ti, 360
hoy ya que a sus ojos quita
la venda de aquel amor,
que el ver su yerro impedía,
le detesta, y esta unión
abraza con alegría. 365
Con que en esta inteligencia
que ha sido un sueño imagina
tu esperanza, y de escarmiento
en adelante te sirva
para no pensar tan alto 370
viéndote tan abatida;
esa es tu ropa, ya Treyén
se encuentra con orden mía
para pagarte el salario,
cóbrale en la hora misma, 375
y agradece a mi bondad
estas guineas. Mis iras
 

(La da unas monedas.)

 
contuve hoy, pero vete,
vete pronto de mi vista,
y de esta casa, no sea 380
que al acordar la ignominia
de que pensaste llenarla
mi antiguo furor reviva,
y olvidado de mí mismo,
y de la piedad que habita 385
en mi corazón, yo propio
te aleje así de mi vista.
 

(Asela del brazo, y arrojándola colérico hacia los bastidores de la derecha, parte por los de la izquierda.)

 
ESTUARDA Cielo cruel, ¿a qué extremo [7]
han de llegar mis desdichas?
ROSWIK ¿Qué miro? Estuarda, ¿qué es esto? 390
ESTUARDA Es, señor, una caída
la más cruel: vuestro padre
hasta la tierra me humilla
por su mano con ultraje,
me arroja con ignominia 395
de su casa y... más que mucho
si vos de vuestra alma misma
me arrojasteis.
ROSWIK                        ¡Yo! primero,
Estuarda, será mi vida...
ESTUARDA No más, Roswik no es ya tiempo 400
de quejas ni de caricias:
idos a ser venturoso
con la que el Cielo os destina
para esposa, y dejadme
a mi llorar mis desdichas 405
lejos de vos y esta casa,
que ya mis desgracias miran
con tanto horror: yo no quiero
que os confunda más la vista
de una mujer infeliz, 410
despreciada y perseguida
por vuestra causa. Vos, sí,
mi amor, vuestras repetidas
promesas perderme hicieron
la prenda de más estima; 415
mi honor: oh delito, tú
pesas más que mis desdichas
todas, pues quieren los Cielos
que a todas partes me sigan.
Pero tengo la esperanza 420
de que la deshonra mía,
morirá conmigo; sí.
No quedará envilecida
mi memoria con tan tierno
testigo de mi excesiva 425
flaqueza. No: mis entrañas
serán su cuna y su pira,
ya que los Cielos no quieren
que llegue a ser la delicia
mía y vuestra. Solo os pido 430
que si os acordáis un día
de mi amor no me culpéis,
ni vuestros labios repitan,
con horror mi nombre; a Dios,
a Dios, Roswik, no os aflija 435
mi suerte, voy a morir,
pero mi alma os afirma
que muy lejos de pedir
a los Cielos ofendida
contra vos, siempre será 440
Roswik la memoria mía.
ROSWIK Espera, querida Estuarda,
pues antes que de mi vista
te aparte un cruel precepto
será despojo mi vida 445
de mi desesperación.
ESTUARDA ¿Roswik, queréis todavía
hacerme más infeliz?
No, dejadme, y pues no tienen
ya remedio mis desdichas, 450
no me estorbéis el que vaya
a llorarlas y sentirlas.
ROSWIK Detente.
ESTUARDA              No del Milord
queráis excitar las iras
más contra mí: su poder... 455
ROSWIK Su poder sabrá este día
mi obligación, mi ternura...
 

(Al paño el MILORD.)

 
MILORD DARMÁN ¿Qué oigo?
ROSWIK Y en fin, que mi vida es tuya.
 

(Sale MILORD.)

 
MILORD DARMÁN                     Vil, mi furor
hará que venga a ser mía 460
antes que infamarla puedas.
ROSWIK Padre.
ESTUARDA           Señor.
MILORD DARMÁN                     Vete aprisa
de mi presencia: y tú, joven
seductora, si no aspiras
a ser miserable objeto 465
del furor que me domina
estos instantes...
ESTUARDA                            ¡Ay triste!
MILORD DARMÁN Aléjate de mi vista
y esta casa, pero advierte
que si llega a mi noticia 470
que ni aun a mirar te atreves
a Roswik, en la hora misma
serás víctima infeliz
del rigor de la justicia.
 

(Al paño RISEU.)

 
MONSEUR RISEU ¡Qué voces!, pero el Milord 475
allí iracundo se mira,
no dejaré que descargue
la nube.
ROSWIK              ¡Oh funesto día! [8]
MILORD DARMÁN ¿Qué aguardas?   (A ROSWIK.)
ROSWIK                          ¡Qué dolor!
MILORD DARMÁN                                             Parte,
parte.
ROSWIK         Ni aún tengo osadía 480
de mirarla.
MILORD DARMÁN                  Y tú no quieras
experimentar mis iras.
ROSWIK Ay Estuarda, mi semblante
todo mi dolor te diga.   (Vase, y el MILORD.)
ESTUARDA ¡Buen Dios, qué amargura!
 

(Sale MONSEUR.)

 
MONSEUR RISEU                                               Estuarda, 485
buen ánimo, y no te aflijas,
vente a mi casa conmigo,
y echarás de ver qué vida
pasamos, no te congojes:
si Roswik no te ama, mira, 490
yo sí, con que no lo pienses,
recoge tu ropa aprisa,
y vámonos.
ESTUARDA                   No aumentéis
con vuestras necias porfías
mi dolor, o haréis que vaya. 495
huyendo de vuestra vista.   (Vase.)
MONSEUR RISEU A Dios, a Dios, tú te pierdes
conmigo una buena finca.
Si ella supiera que debe
a mi consejo este día 500
la fraterna me tratara
mejor. Mas voy, voy aprisa
a ver si ya se ha templado
el Milord, o necesita
por esta sofocación 505
que le hagan una sangría.   (Vase.)

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