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Primera parte de Diana enamorada

Cinco libros que prosiguen los siete de la Diana de Jorge Montemayor


Gaspar Gil Polo


[Nota preliminar: presentamos una edición modernizada de Diana enamorada de Gaspar Gil Polo, Valencia, Joan Mey, 1565, basándonos en la edición de Rafael Ferreres (Gil Polo, Gaspar, Diana enamorada, Madrid, Espasa-Calpe, 1973), cuya consulta recomendamos. Con el objetivo de facilitar la lectura del texto al público no especializado se opta por ofrecer una edición modernizada y eliminar las marcas de editor, asumiendo, cuando lo creemos oportuno, las correcciones, reconstrucciones y enmiendas propuestas por Ferreres. Anotamos la lectura del original cuando la modernización ortográfica incide en cuestiones métricas o rítmicas.]


ArribaAbajoPreliminares


Licencia del Santo Oficio de la Inquisición de Valencia para imprimirse y venderse la presente obra

Este libro, llamado Diana enamorada, compuesto por Gaspar Gil Polo, fue visto y examinado por mí, fray Miguel Carranza, Provincial de la orden de nuestra señora del Carmen en los reinos de Valencia, Aragón y Navarra, Teólogo, y del secreto del Santo Oficio de la Inquisición de Valencia. Y como no sea de lección reprobada ni condenada por el Santo Oficio, ni contenga opiniones heréticas ni sospechosas contra nuestra santa fe, concedí licencia y permisión para que vendiese e imprimiese. En fe de lo cual hice la presente de mi mano y firmé de mi nombre. En nuestro convento del Carmen de Valencia, y de setiembre 24, del año mil quinientos sesenta y tres.

Frater Michael Carranza,

Provincialis Carmelitarum




Privilegio

Nos, don Felipe, por la gracia de Dios rey de Castilla, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Hungría, de Dalmacia, de Croacia, de León, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Sardeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarbes, de Algeciras, de Gibraltar, de las islas de Canarias, de las Indias y Tierra Firme del mar Océano, archiduque de Austria, duque de Borgoña, de Brabante y Milán, conde de Barcelona, de Flandes, de Tirol, señor de Vizcaya y de Molina, duque de Atenas y Neopatria, conde de Rosellón y Cerdaña, marqués de Oristán y Gotiano.

Por cuanto por parte de vos, Gaspar Gil Polo, nos ha sido hecha relación que habéis compuesto un libro en dos partes intitulado Diana enamorada, no sin trabajo de vuestra persona y espíritu, y nos habéis hecho suplicar fuésemos servido daros licencia y facultad de poderlo hacer imprimir para aprovechar de él el fruto que os ha movido a componerlo, y prohibir que ninguno en nuestros reinos y señoríos de la corona de Aragón lo pueda imprimir, sino quien vos ordenareis y vuestro poder para ello tuviere, por el tiempo a nos bien visto. Y nos, visto el dicho libro y reconocido por los de nuestro sacro y supremo Consejo, lo hemos tenido por bien de concedéroslo por tiempo de seis años. Por ende, con tenor de los presentes de nuestra cierta ciencia y real autoridad deliberadamente y consulta damos licencia, permiso y facultad a vos, el dicho Gaspar Gil Polo, que vos, o quien para ello vuestro poder tuviere, podáis imprimir en cualquier parte de los nuestros reinos y señoríos de la corona de Aragón el dicho libro, en dos partes o en una, intitulado Diana enamorada, por cualesquier impresores que vos quisiereis, o traerlo de otra parte impreso, y vender aquellos. Y mandamos por las mismas presentes a cualesquier impresores o libreros, so incurrimiento de nuestra ira e indignación y pena de mil florines de Aragón del que lo contrario hiciere, exigidores y a nuestros cofres reales aplicaderos, y de perder los moldes y libros del que los imprimiere, o en su poder se hallaren que hayan imprimido, que ellos ni otra persona alguna sin vuestro poder y voluntad expresa no pueda vender ni imprimir el dicho libro por tiempo de los dichos seis años. Por ejecución y cumplimiento de lo cual, por las mismas presentes de la dicha nuestra ciencia, decimos y mandamos a todos y cualesquier oficiales y súbditos nuestros mayores y menores a quien pertenezca en todos los dichos nuestros reinos y señoríos de la corona de Aragón constituidos y constituidores, so las penas susodichas, que a vos, dicho Gaspar Gil Polo, guarden y observen la presente licencia y permiso y facultad y todo lo en ella contenido, y contra ello no vengan en manera alguna, si la nuestra gracia tienen cara y en la pena susodicha desean no incurrir.

En testimonio de lo cual mandamos despachar las presentes con nuestro sello real común en el dorso selladas. Dado en la villa de Monzón a 19 del mes de enero de mil quinientos sesenta y cuatro.

Yo el Rey.

V. don. Bern. vic. V. Clemes pro co gen. V. Gig. R.
V. Comes geñ. the. V. Luna R.
V. Loris. R. V. Sentis. R.
In diversorum Valentiae, v. fo. x.



A la muy ilustre señora doña Jerónima de Castro y Bolea, &c., Gaspar Gil Polo

Tanto le importa a este libro tener de su parte el nombre y favor de Vuestra Señoría, que de otra manera no me atreviera a publicarlo, ni aun a escribirlo. Porque según es poco mi caudal y mucha la malicia de los detractores, sin el amparo de Vuestra Señoría no me tuviera por seguro. Suplico a Vuestra Señoría reciba y tenga por suya esta obra, que, aunque es servicio de poca importancia, habido respecto al buen ánimo con que se le ofrece, y a la voluntad con que libros semejantes por reyes y grandes señores fueron recibidos, no se ha de tener por grande mi atrevimiento en hacer presente de esta miseria, mayormente dándome esfuerzo para ello la esperanza que tengo en la nobleza, benignidad y perfecciones de Vuestra Señoría, que para ser contadas requieren mayor espíritu y más oportuno lugar. El cual, si por algún tiempo me fuese concedido, en cosa ninguna tan justamente habría de emplearse como en la alabanza y servicio de Vuestra Señoría, cuya muy ilustre persona y casa nuestro Señor guarde y prospere con mucho aumento.

De Valencia, a nueve de febrero, 1564.




Epístola a los lectores

En ratos que pude hurtar a mis continuos negocios y ordinarias ocupaciones, compuse este libro por mi recreación; y como les pareciese a muchos señores y amigos míos que se debía publicar, me importunaron que lo mandase imprimir. Y aunque sabía a cuánto se aventuran los que ofrecen sus libros a los pareceres de necios y maliciosos, quise sacarlo a luz dando crédito a la opinión de los que tengo por sabios, y esforzándome con ver que ni a Virgilio ni a Petrarca les faltan detractores. Bien conozco que habrá aquí algo que justamente se podrá reprehender, pero sé que habrá hartas cosas que no siendo malas serán reprehendidas, y algunas que siendo buenas no serán alabadas. Yo hice lo que supe y quisiera acertar en todo: los que hallaren algo que no les contente, procuren en sus obras apartarse de lo que en las mías les pareciere mal porque más perfectas salgan a luz. Mas temo que habrá algunos que tendrán por más seguro juzgar a su placer libros ajenos que publicar los suyos, por no perder la reputación de sabios. Procuré en este libro variedad de versos y de materias, acomodando mi gusto a los ajenos, y como estos sean tan diversos, tendrame por excusado quien topare con algo que no le cuadre, porque es imposible en todo satisfacer a todos. Puse aquí algunas rimas y versos de estilo nuevo y hasta ahora, que yo sepa, no usado en esta lengua. Las rimas hice a imitación de las que he leído en libros antiguos de poetas provenzales, y por eso les di este nombre. Los versos compuse a semejanza de los que en lengua francesa llaman heroicos, y así los nombré franceses. Diles la rima que por ahora me pareció mejor. Quien de ellos se contentare podrán probar la mano a hacer de ellos tercetos y otras rimas, que no dejarán de parecer muy bien. A este libro nombré Diana enamorada, porque prosiguiendo la Diana de Montemayor me pareció convenirle este nombre, pues él dejó a la pastora en este trance. El que tuviere por deshonesto el nombre de enamorada no me condene hasta ver la honestidad que aquí se trata, el decoro que se guarda en la persona de Diana, así en su plática como en el secreto con que encubre su pasión, y el fin a que se encamina esta obra, que no es otro sino dar a entender lo que puede y sabe hacer el amor en los corazones, aunque sean tan libres y tan honestos como el de Diana; las penas que pasan sus aficionados y lo que importa guardar el alma de tan dañosa enfermedad. Hallaréis aquí proseguidas y rematadas las historias que Jorge de Montemayor dejó por acabar, y muchas añadidas. Y aunque son ficciones imaginadas, leyéndolas como tales, se puede sacar de ellas el fruto que tengo dicho, pues no se escribieron para que se les diese fe, sino para satisfacer a los gustos delicados y aprovechar a los que con ejemplo de vidas ajenas quisieren asegurar la suya.






De don Alonso Girón y de Rebolledo


Soneto

 
LECTOR.
DIANA.

LECTOR

Abajo   Buen libro, Diana.

DIANA

En todo extremo es bueno.

LECTOR

¿Qué sientes de él?

DIANA

Placer de andar penada.

LECTOR

¿Y qué es la pena?

DIANA

Amar cosa olvidada.

LECTOR

¿Y el gozo?

DIANA

Ver por cuya industria peno.

LECTOR

   ¿Es Jorge o Pérez?

DIANA

No, que es muy terreno
 5
amarme a mí.

LECTOR

¿Qué cosa hay más alzada?

DIANA

Hacerme Gaspar Gil enamorada,
que lo estoy yo más de él que de Sireno.

LECTOR

   ¿En qué tuvo primor?

DIANA

En verso y prosa.

LECTOR

¿Quién juzga eso?

DIANA

Ingenios delicados.
 10

LECTOR

¿Tanta luz da?

DIANA

Alumbra todo el suelo.

LECTOR

   ¿Cuál quedará su patria?

DIANA

Muy dichosa.

LECTOR

¿Y los poetas todos?

DIANA

Afrentados.

LECTOR

¿Y él cómo se dirá?

DIANA

Polo del cielo.






De Jerónimo Samper


ArribaAbajo   De fieras armas la inmortal historia
cesa por celebrar simples pastores;
canta Gaspar Gil Polo sus amores,
y en ello no consigue menos gloria.

   A Marte da querellas la Victoria,  5
por ver que calla Polo sus loores;
Fama y Honor a Palas dan clamores,
viendo que da a Diana tal memoria.

   Dejad, númenes sacros, tal querella,
que Apolo ha prometido a su Diana  10
poeta el más famoso e importante;

   y diole al gran Gil Polo que por ella,
con grave estilo y gracia soberana,
dulce canción en las veredas cante.






De Miguel Juan Tárrega


Soneto


ArribaAbajo   Con la tuba meonia y mantuana
su canto Gaspar Gil había acordado
con tal furor, que el son ya era llegado
desde el índico Gange hasta la Tana.

   Mandole en esto Apolo que a Diana,  5
dejando el canto de Mavorte airado,
cantase al son que Píndaro ha cantado:
tanto le es dulce el nombre de su hermana.

   Y así le dio la lira en que él tañía
siendo pastor de Admeto, y alegrando  10
los prados y aguas del dichoso Anfriso.

   Y el sacro nombre Apolo a Polo dando,
con no usado favor dar honra quiso
al que mayor renombre merecía.






Hernando Bonavida, ciudadano valenciano


Al lector


ArribaAbajo   Ovidio a su Corina celebraba
con los sabrosos versos que escribía,
dos mil hermosos cantos componía
Propercio que a su Cintia sublimaba;

   con las dulces canciones que cantaba  5
a su Laura Petrarca engrandecía,
y de estos cada cual con lo que hacía
al famoso laurel al fin llegaba.

   A lauro el lusitano ha ya llegado
a Diana pintando muy ufana,  10
mas Polo de otra suerte os la ha pintado:

   aquí veréis una obra sobrehumana
y cuán bien el laurel Polo ha ganado,
pues Proserpina es la otra, esta, Diana.





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