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ArribaAbajoPoema 78


ArribaAbajo Mi tristeza es imperceptible entre la multitud,
guijarros sin brújula y rodantes,
como las vibraciones de una hoja entre las ramas.
Mis brazos conmemoran cotidianamente
aquellos círculos que trazamos -sin papel-  5
con nuestros abrazos mutuos y simultáneos,
en la noche dura de nuestro encuentro prohibido.
Tengo una deuda que agota mi vocabulario
Perdón: es la palabra que le debo al sol,
por negarlo en varias noches ante la luna  10
pero supe alguna vez el llorar y el reír,
con todos sus paisajes intransferibles: en plenitud:
he llorado con el alma ametrallada en las manos,
he reído con el corazón en vuelo auténtico
y a punto de escaparse de las rejas de mi garganta  15
a menudo, para desafilar el puñal de mi angustia
debo despuntar las aristas de mis sueños irresignables
o debo inventar drenajes con la yema de mi índice llagado
para que cambie de aguas mi ser de pozo hervido
o simplemente asisto a la congregación de mis huesos  20
conjurados, en el receptáculo de mi pecho generoso
todos los caminos me conducen a la vida
incluso la muerte, y me obliga a pensar
que ella es una herida incurable
e incicatrizable como un espejo roto  25
y que la poesía tiene algo, un defecto: La Palabra.




ArribaAbajoPoema 79


a mis padres




ArribaAbajo Padre y madre
yo soy la esquina de sus calles,
la intersección de sus líneas,
la desembocadura de sus ríos,
el foco eléctrico de sus signos opuestos  5
que espera encenderse una noche.

Padre
yo soy la voz de tu silencio decretado,
la angustia de tu orfandad como hijo,
la carne de tu alegría como padre  10
y la sangre de tu herida como hombre
que tirita pensando en la coagulación.

Madre
yo soy tu alma encarnada sin huesos,
la tristeza de tus meses de embarazo,  15
la alegría de tus caricias sin retaceos
y los recuerdos de mi residencia en tu vientre
que han hecho de mí una guitarra doliente.

Padre y madre
yo soy los callos de sus hombros vencidos,  20
la sombra de sus figuras sobrehumanas,
el reverso de sus alegrías escasas,
y todas las revoluciones de vuestras sienes
que nadie ha podido apaciguarlas.




ArribaAbajoPoema 80


a mis hermanos




ArribaAbajoNacimos con los pies desnudos
en un pueblo descalzo,
sentimos la tierra roja ardiendo
bajo nuestras plantas verdes,
vivimos entre duendes burlados  5
en libros escolares
y crecimos como hierbas clandestinas
a la sombra de un maizal
del labriego omnipotente
desenredando las telarañas  10
de nuestros sueños arrinconados,
alimentando nuestras alas
con trenes haraposos
y andenes de esperas inútiles,
inventando hogueras voraces  15
con leñas de nuestras ilusiones marchitas
trabajando con nuestras manos tibias
haciendo zapatos de cueros salvajes
para nunca venderlos
o trocarlos como era en el Principio,  20
clavando con la suela curtida
el cuero de nuestras propias almas
o remendando jirones del tiempo
con pieles de nuestras angustias
o embistiendo a la miseria  25
con leznas y trinchetas en las manos
y tachuelas oxidadas en el alma.
Fuimos y somos zapateros de corazón
pero nunca pudimos hacer ninguno
que se parezca al zapato de Van Gogh.  30




ArribaAbajoPoema 81


a mis amigos




ArribaAbajo De sus noches sin cobija
de sus días sin cielo
de sus gritos olvidados
de sus soledades de hijos
de sus cansancios de obreros  5
de sus razones no pronunciadas
de sus labios sellados, amigos
surgen enfurecidos mis versos.

De sus pechos invadidos
de sus miradas sin sol  10
de sus hombros humillados
de sus creencias violadas
de sus nombres omitidos
de sus frentes ensuciadas
de sus planes rezagados, amigos  15
surgen irreverentes mis versos.

De sus penas innominadas
de sus manos no calificadas
de sus silencios heridos
de sus deseos no cristalizados  20
de sus llantos anónimos
de sus decepciones diarias
de sus vidas tristes, amigos
brotan orgullosos mis versos.




ArribaAbajoPoema 82


a mis «enemigos»




ArribaAbajo Mi poesía padece de sencillez,
sufre de ortodoxia
y gateará siempre como un niño.
Pero se jacta de llevar la frente limpia,
de no embadurnarse las manos  5
en colores de sangre inocente,
de no vender ideas corroídas,
de dioses muertos,
de odios disfrazados,
de cadenas importadas  10
y reniegos acobardados.

Mi poesía tiene gangrena
en sus huesos carcomidos
e ignorancia en el alma.
Pero se jacta de llevar el pecho libre,  15
de no mancharse los labios
con palabras colorantes,
con adulonerías vomitivas,
con zafadurías absurdas,
con rebeldías capciosas,  20
con apologías domésticas
y favoritismos criollos.

Mi poesía no reconoce enemigos
pero se declara amiga
del hombre que siente.  25
Y nada más.




ArribaAbajoPoema 83


a todo(s)




ArribaAbajo Escribo para los que caminan
a espalda de este sol insoslayable,
para los que quedaron atrás
por no dejar el corazón empeñado,
para los que no supieron gritar  5
ante la cara embarrada del silencio,
para los que ríen en lo hondo
y lloran en sus rostros rajados,
para los que cantan por fuera
y crujen los dientes en lo profundo.  10

Escribo para los que miran
sin ver la gama de colores (la vida),
para los que se desesperan
ante el fuego del amanecer,
para los que se ensimisman  15
en un andén que sueña con trenes,
para los que transitan
con un desengaño bajo el brazo,
para los que se desangran el alma
con el aguijón de la indiferencia.  20

Escribo para los que mueren
viviendo entre horizontes de cemento,
para los que nunca pudieron
desplegar las alas de la libertad,
para los que siempre han sufrido  25
la fiebre inapagable de la marginación,
para los que nunca obsequiaron
y recibieron perdón
y a todos aquellos que creen.




ArribaPoema 84


a nadie




Arriba Mis versos existen a espalda de todo(s)
no necesitan del aire para respirar
ni precisan de lectores para subsistir,
no necesitan del sol para alumbrarse
ni de la luna para mirarlos,  5
no necesitan de libros para publicarse
ni precisan de críticos para justificarlos,
no necesitan de nadie para existir
ni precisan de mí para caminar.
Mis versos existen a espalda de todo(s)  10
no necesitan de antologías prodigiosas
ni precisan de ediciones brillantes,
no necesitan de altavoces feriales
ni precisan de ensayos eruditos
para poblar el vacío del espacio,  15
para latir negando al reloj,
para callar sin molestar al silencio,
para susurrar ignorando al viento.

Mis versos existen a espalda de todo(s)
no necesitaron poeta para nacer  20
ni precisaron diccionario para escribir,
no necesitaron de sueños para brotar
ni arrepentimientos para inspirar
sino un pecho de bronquios torturados,
un alma de espinas enraizadas,  25
unas manos crispadas de soledad
y un hombre que llora en palabras.





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