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21

De ahí la fascinación de Rodó por las figuras históricas, que supieron transformar su propia vida en una obra de arte o un monumento. Su admiración por Goethe, una de las figuras sobresalientes en los Motivos de Proteo, descansa justamente en este aspecto: «Así, en Goethe la obra de la propia vida parece una estatua» (Rodó, Motivos de Proteo, en (íd.), Obras completas, op. cit., p. 486). El más amplio elogio a Goethe se encuentra en el capítulo LXXXII.

 

22

Ya Hugo D. Barbagelata había comentado, con respecto al programa de Rodó, que el escritor «con el ejemplo de su propia vida procuraba hacerlo real»; véase Hugo D. Barbagelata, «A manera de Prólogo», en Redó y sus críticos, París: Imprenta de Mr. Vertongen, 1920, p. 24.

 

23

Rodó, Motivos de Proteo, op. cit., p. 432.

 

24

De manera precisa, aunque algo esquemática, Arturo Ardao distingue cuatro aspectos y etapas en el americanismo de Rodó: el americanismo literario (a partir de 1895, y se refiere al ensayo de Rodó que lleva el mismo título); el americanismo cultural (en el cual incluye el Ariel, esto es, a partir de 1900); el americanismo político (que se introduce con la edición de «Magna Patria») y finalmente el americanismo heroico (con el ensayo sobre Bolívar del año 1911). Cfr. Arturo Ardao, «Prólogo: el americanismo de Rodó», en José Enrique Rodó, La América Nuestra. Compilación y prólogo de Arturo Ardao, La Habana: Casa de las Américas, 1977, pp. 14 s.

 

25

Rodó, Obras completas, op. cit., p. 627.

 

26

Con toda razón, Carlos Real de Azúa («Prólogo a "Motivos de Proteo"», en José Enrique Rodó, Ariel. Motivos de Proteo. Edición y cronología de Ángel Rama, Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1976, p. XLIX), uno de los más afamados especialistas de Rodó, haría la siguiente observación: «Motivos [...] está empapado en todos los jugos de la circunstancia americana y mundial novecentista».

 

27

Rodó, Motivos de Proteo, op. cit., p. 309.

 

28

Ibíd.

 

29

Ídem, pp. 308 s.

 

30

Durante largo tiempo no se hablaba sólo de los «Nuevos», o los «Últimos», sino también de los «Novísimos Motivos»; cfr. Carlos Real de Azúa, «Rodó en sus papeles. A propósito de la exposición», en Escritura (Montevideo) (3 de marzo de 1948), p. 91.