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Quien da luego, da dos veces

Tirso de Molina



HABLAN EN ELLA LAS PERSONAS SIGUIENTES:
 

 
DOÑA ELENA.
MARGARITA.
CALVETE.
DON LUIS.
DON DIEGO.
MARCO ANTONIO.
PEYNADO.
El MARQUÉS.
El PRÍNCIPE DE PARMA.
CLAUDIA.
JULIO.
CARLOS.





ArribaAbajoJornada I


Escena I

 

Salen DON LUIS, estudiante, y MARGARITA, dama.

 
LUIS
Por vida vuestra...
MARGARITA
Es en vano.
LUIS
Sólo un rato.
MARGARITA
Ni un instante.
LUIS
Trato tengo cortesano.
MARGARITA
Sois español y estudiante,
ireisos del pie a la mano;5
idos, o haré que os vais. ¡Hola!

 (Da voces.)  

La quinta ha quedado sola
LUIS
Noble soy, perded el miedo.
MARGARITA
Siendo mujer, ¿cómo puedo,
si la licencia española 10
conozco y su inclinación?
LUIS
Pues ¿qué tiene?
MARGARITA
Es tan extraña,
que, según nuestra opinión,
nunca echó de ver España
si era calva la ocasión. 15
LUIS
Cortedad es el perdella
cuando nunca usaron della
manchando vuestro valor.
MARGARITA
Luego echáis la culpa a amor
y decís que, os atropella;20
basta lo que habéis hablado
y que con miedo os he oído.
LUIS
¿Palabras miedo os han dado?
MARGARITA
Siempre las de España han sido
obras, según me han contado, 25
y no son recelos vanos,
porque acá los italianos
dicen, aunque no de miedo,
que tenéis los de Toledo
hasta en las palabras manos. 30
LUIS
Allá el decir es hacer;
pero aunque este nombre cobran,
nunca saben ofender.
MARGARITA
Con palabras que tanto obran
mal parece una mujer, 35
y por esto no os consiento
que me habléis.
LUIS
¿Qué detrimento
corréis si palabras son
viento vano?
MARGARITA
Hay opinión
que en España engendra el viento.40
LUIS
Es verdad. Andalucía,
de Marte y Minerva madre,
caballos veloces cría
que al viento tienen por padre.
MARGARITA
Luego la sospecha mía 45
no es mucho llegue a temer
que aquí me habléis, pues con ser
palabras viento en el mundo,
si el de España es tan fecundo
riesgo corre una mujer. 50
LUIS
Yeguas paren en España
del viento; mujeres, no.
MARGARITA
Esa opinión os engaña,
porque si el viento adquirió
virtud tan nueva y extraña 55
con los brutos sin razón,
y para su perfección
basta el aire que no calma,
¿qué harán palabras con alma,
y más si españolas son? 60
LUIS
No corre ese riesgo en vos,
que os hizo de bronce Dios.
MARGARITA
Idos o ireme...
LUIS
Un oído
sólo de limosna os pido.
MARGARITA
Si no tengo más de dos, 65
¿por qué me pedís el uno?
LUIS
Porque mis quejas entienda.
MARGARITA
No he visto yo pobre alguno
que la mitad de la hacienda
pida.
LUIS
Soy pobre importuno.
70
MARGARITA
De limosna os lo concedo;
abreviad, que atenta quedo.
LUIS
Un año ha, señora mía,
que dejé la patria mía,
ya vos sabéis que es Toledo 75
la mocedad, que violenta
consejos de un padre dados,
que con su nobleza intenta
dejarme diez mil ducados,
entre otra hacienda, de renta,80
me obligó a ver novedades
de Italia, cuyas ciudades,
letras, armas, bizarría,
autoridad, policía,
nobleza y antigüedades 85
hacen venir a ofrecerla
y rendirle la ventaja
a cuantos vienen a verla,
pues dicen que Europa es caja
y en ella Italia es la perla.90
Gustó de venir conmigo,
por ver tierras, un amigo,
mi igual en valor y edad;
que en la patria es calidad
el ser un hombre testigo 95
de vista en otras naciones
varias en leyes, y gente
con que en las conversaciones
convoca auditorio y miente
sin peligro de objeciones.100
Llegamos a Lombardía
después de ver la abundancia,
armas, valor, pulicía
y hermosura con que Francia
a Venus y a Marte cría. 105
Y embarcados en Marsella
hasta Génova la bella
advertimos lo que puede
la industria sabia que excede
la Naturaleza en ella. 110
vimos al mundo en Milán
abreviado su riqueza,
las armas que se la dan,
su apacible fortaleza,
tanto español capitán, 115
tanto Príncipe de fama,
tanto caballero y dama,
tanto mercader copioso,
tanto edificio suntuoso,
que, no obstante que se llama120
Milán por ser de la tierra
el epílogo, me fundo
en decir que en Paz y en guerra
es escritorio del mundo
donde sus joyas encierra. 125
Vimos a Bresa, Verona,
Mantua, Ferrara, Cremona,
Pavía, Parma, Plasencia,
Módena, Lodi, Vicencia,
y todo lo que corona 130
el Tesín y el Po lombardos,
sin que la inmensa beldad
de sus ángeles gallardos
pudiese a la libertad
enflaquecer los resguardos. 135
Hasta que, entrando en Bolonia
aquí, donde su colonia
tiene Apolo y donde, en suma,
Atznas rindió su pluma
y sus armas Babilonia,140
mirando los privilegios
que le dio Naturaleza,
sus conventos, sus colegios,
su gobierno y la grandeza
de sus edificios regios. 145
Mientras que los ojos vían
fábricas que entretenían
el gusto, entonces en calma,
asomáse a ellos el alma
cerráranse, pues podían 150
pero fuera su crueldad
y menos daño es, señora,
que pierda su libertad el alma
que os ve y adora
que el no gozar tal beldad. 155
Vi en vos el mal que contemplo
por bien, al salir de un templo
y entrar en una carroza,
cuarta esfera que el sol goza,
y alumbra el mundo a su ejemplo. 160
Y ciego al claro arrebol
que aquesta hermosura muestra,
sospeché a fe de español,
que era la eclíptica vuestra
como me vi junto al sol; 165
informeme del estado,
nombre y valor que os ha dado
la fama que os acredita;
que os llamáis Margarita;
que sin padre habéis quedado 170
debajo de la cautela
de Marco Antonio Gonzaga,
hermano vuestro, que os cela
como padre, y es bien lo haga,
que el cuerdo siempre recela. 175
Supe que vuestra riqueza
no iguala a vuestra nobleza
que es milagro cuando aúna
con los dotes de fortuna
los suyos Naturaleza. 180
Y supe, en fin, que en beldad,
en virtudes en valor
nobleza y honestidad,
sois el ejemplo mayor
con que se honra esta ciudad. 185
Viendo pues, daros la palma
de todo a todos, en calma
mi esperanza mal segura,
adoré vuestra hermosura,
y vuestra virtud el alma. 190
Quedeme aquí con color
de estudiar, con que gané
de mis padres el amor,
y hasta a mi amigo obligué
que escogiese por mejor195
la escolástica apariencia
a quien amor reverencia,
más que galas arrogantes
que amor es dios de estudiantes
y su facultad ya es ciencia. 200
Seis meses ha que os molesta
con los medios que ha podido
el alma que os manifiesta
su amor, y no ha merecido
aun para morir respuesta. 205
A esta causa vine aquí
a informaros yo de mí
que para pleitos de amor
hay mejor procurador
que el procurar para sí. 210
Diez mil ducados heredo
nobleza los acompaña
con que pretendreros puedo.
El nombre que me dio España
es don Luis de Toledo; 215
sólo para que me sobre
todo el bien, falta que cobre
mi dicha la mejor dita,
que es por dueño a Margarita
del alma; sin ella, pobre. 220
MARGARITA
Dejaisme tan obligada
señor Don Luis de Toledo,
cuanto imposibilitada
de pagaros, porque quedo
de otra obligación prendada.225
Porque nunca he confesado
deudas, que es trabajo inmenso;
pero vos estáis culpado,
pues echasteis ese censo
antes de estar informado 230
si hay hipotecas en mí
con que pagaros, y así
perderá vuestro caudal
réditos y principal.
LUIS
Pues la libertad perdí. 235
que era la joya mejor,
ninguna me satisface.
Pero ¿a quién tenéis amor?
MARGARITA
Notable ventaja os hace.
LUIS
En dicha, si no en valor. 240
MARGARITA
En todo, y porque cobréis
sosiego y os consoléis,
sabed, señor Don Luis,
que es Dios con quien competís.
LUIS
Luego ¿ser monja queréis? 245
MARGARITA
Aquéste ha de ser mi estado.
LUIS
¿Habéis hecho voto?
MARGARITA
Sí.
LUIS
Pues ¿cómo no lo ha estorbado
vuestro hermano?
MARGARITA
Antes así
aseguró su cuidado, 250
que como falta el caudal
para darme esposo igual,
y la nobleza no es prenda
que se estima sin la hacienda,
lleva Marco Antonio mal 255
el verme mal empleada,
y así a mi gusto se aplica.
LUIS
Pues ¿es justo, prenda amada,
que margarita tan rica
en hierro viva engastada? 260
¿No es mejor engaste el oro,
pues por mi dueño os adoro,
de diez mil ducados?
MARGARITA
Ya
es imposible.
LUIS
¿Será
de tanta estima el tesoro 265
con que Arabia se enriquece,
como el que vuestra hermosura
con vuestra virtud me ofrece?
¡Mal haya, amén, quien procura,
cuando casarse apetece, 270
dotes de hacienda y riqueza,
si la virtud y belleza
dan sus dotes al amor,
pues sólo tienen valor
dotes de Naturaleza! 275
MARGARITA
Mirad que dais que notar
aquí.
LUIS
¡Volveos a secar,
esperanzas mal logradas!
MARGARITA
Palabras al cielo dadas,
¿quién las osará quebrar?280
LUIS
¿Quién? Una dispensación.
MARGARITA
¿De religión? Será en vano.
LUIS
Pues, amor, ¿no es religión?
MARGARITA
Visto nos ha el hortelano:
tarde es; que os vais es razón, 285


Escena II

 

Sale CARLOS, de hortelano. Dichos.

 
LUIS
Daros gusto determino,
si de una mano el divino
cristal me dejáis besar.
 

(Tómale la mano y apártalos CARLOS.)

 
MARGARITA
Daré voces.
CARLOS
¡Ah, escolar!
¡Que pisáis el lechuguino! 290
Par Dios que nos dais la vida.
Quitaos, que echáis a perder
la hortaliza.
LUIS
Si perdida
mi esperanza vengo a ver
y seca antes que nacida,295
¿qué importa?
CARLOS
¡Buenas razones!
Tomad con tiempo la puerta,
porque en tales ocasiones
está temblando la huerta
de escolares y gorriones. 300
¿Mas que si la quinta cierro
y voy a soltar el perro
que ese quillotro se os quita?
MARGARITA
Adiós.
LUIS
¡Que tal margarita
guste de engastarse en hierro! 305

 (Vase.) 



Escena III

 

Dichos, menos DON LUIS.

 
CARLOS
¿Qué es esto, esposa querida?
MARGARITA
Locas diligencias son,
dueño amado de mi vida,
de una vana pretensión,
como tal aborrecida, 310
CARLOS.
¡Gallardo español!
MARGARITA
Y extraña
locura la que le engaña
si cree que como ciudades
ha de rendir voluntades
la dicha y valor de España, 315
y más llamándoos la mía
dueño suyo un año ha.
CARLOS
¿Qué amante no desvaría,
Y más si mirando está
la luz que ese sol le envía?320
MARGARITA
¿Cuándo, Duque de Ferrara,
querrá la fortuna avara,
sin que el peligro os asombre,
que en público es dé este nombre?
¿Cuándo saldrá la luz clara 325
de vuestra dicha, a pesar
de tantos negros nublados
que la intentan eclipsar?
¿Y hasta cuándo mis cuidados
han de temer y dudar 330
el poder gozar y veros
rotos los trajes groseros
con que anda otra vez sujeto
el desterrado de Admeto
entre toscos jardineros? 335
Por vuestro hermano menor
os veis, Duque, desterrado
de Ferrara, que señor
os llamaba, y vuestro Estado
da la obediencia a un traidor. 340
Cargos promete y hacienda
a quien os dé muerte o prenda,
y el vil interés, que ofusca
la razón, dicen que os busca
aunque la lealtad se ofenda. 345
Sola yo, que disfrazado
ante ese sayal os vi,
porque no andéis desterrado,
en vez de Ferrara os di
toda el alma en un estado. 350
Reináis sin pena o temor
de que os quite algún traidor
la posesión de mis bienes
Pues os ha dado en rehenes
mis pensamientos, amor. 355
CARLOS
Margarita, muchas cosas
traigo de que daros cuenta,
tan nuevas como espantosas
para vos; estadme atenta,
que os han de ser provechosas. 360
¿No, fue Filipo Gonzaga
vuestro padre, el que siguió
en bandos de Lombardía
que siendo competidor
Ludovico, de Baviera, 365
la voz del Emperador
contra Federico de Austria
sobre el Imperio bajó
a Italia, sin estorballo
el Papa Juan Veintidós,370
que ayudaba a Federico?
MARGARITA
Mi Padre le dio favor
contra el Papa y contra el Rey
Ludovico, de Valois,
siguiendo los gibelinos; 375
pero caro nos costó,
pues muerto en una batalla
que en las riberas del Po
le dio el Príncipe de Parma,
a quien entregó el bastón 380
de la iglesia el Papa Juan.
Quedamos por su ocasión
sin patrimonio y hacienda;
y mi hermano, que señor
fue antes de tres ciudades, 385
despojado recogió
a Bolonia las reliquias
de su nobleza y valor,
conservándole cual veis
de tal suerte, que hasta hoy 390
no ha podido hallar materia
contra él la murmuración.
CARLOS
Dejó, pues, a vuestro hermano
su noble progenitor
la enemistad que al de Parma 395
tuvo como en sucesión;
y consérvala de suerte,
que el más ilustre blasón
con que se honra es de enemigo
de cuantos le dan favor. 400
MARGARITA
No es mucho que la venganza
precipite la razón,
pues perdimos por su causa
hacienda y reputación,
y lo que es más, a mi padre, 405
pues dándosele a prisión
no quiso sino manchar
con su sangre su valor.
Pero bien nos ha vengado
el cielo, pues permitió410
que el Marqués de Monferrato,
primo del Emperador
Federico, le quitase
a Parma. y que de temor
de su poder, él y un hijo 415
huyesen donde hasta hoy
no se sabe, habiendo un año
que, disfrazados los dos,
prueban la distancia que hay
de ser pobre a ser señor.420
Mas, decidme, Duque mío,
¿a qué propósitos son
tantos trágicos sucesos,
que estoy puesta en confusión?
CARLOS
Todos éstos, Margarita,425
importan a nuestro amor,
medianero entre enemigos,
aunque de guerras autor.
Pero, decidme: si ahora
el Príncipe que mató 430
vuestro padre se diese
vuestro hermano a prisión,
olvidados sus agravios,
¿no le daría perdón,
a pesar de la venganza, 435
que es de tiranos blasón?
MARGARITA
Con ser mi hermano tan noble,
sospecho. Duque, que no,
que es ya en la naturaleza
la enemistad que heredó 440
contra el Príncipe de Parma;
antes de su inclinación
colijo que imitaría
con él mi hermano a Nerón;
por dalle la muerte muere. 445
CARLOS
Margarita hermosa: y vos,
¿siguiérades su crueldad?
MARGARITA
No lo sé; dudosa estoy.
La venganza en las mujeres
es natural condición.450
Perdí con mi padre mucho;
pero, viendo al matador
pedirme perdón humilde,
soy de tierno corazón
y sospecho que venciera 455
la piedad a la pasión;
mas ¿sabéis vos dónde está?
CARLOS
Sí.
MARGARITA
¿Dónde?
CARLOS
Donde yo estoy
legítimo sucesor.
MARGARITA
¿No sois Duque de Ferrara? 460
CARLOS
Príncipe de Parma soy
y vuestro esposo, en quien vive
vuestra injuria y mi afición.

 (De rodillas.)  

Tomad venganza en el hijo
del padre que os ofendió; 465
pero advertid que antepone
el esposo al padre Dios
y que soy esposo vuestro.
MARGARITA
¡Cielos, hay tal confusión!
¿Quién vio mezcla tan distinta 470
como agravios con amor?
Alzaos, Príncipe, del suelo;
aunque sois el agresor
de mi injuria, corre ya
el peligro por los dos. 475
Un año ha que sois mi esposo,
cauteloso engañador.
como a Príncipe os la doy.
Que si el padre me quitaste,
para su satisfacción480
prenda tengo en las entrañas
que os llamará padre a vos.
Pero ¿cómo me engañaste?
CARLOS
Huíamos mi padre y yo
del Marqués de Monferrato485
y del popular furor
que aclamando el gran poder
del injusto poseedor
al legítimo buscaba
Para dalle muerte atroz, 490
Fuese, mi padre a Saboya,
su Duque le dio favor,
y yo, que en Venecia quise
pasar la persecución
de la fortuna mudable, 495
disfrazado de pastor
entré en Bolonia una noche,
a tan dichosa ocasión,
que al salir de una carroza
que a vuestras puertas paró,500
y a la luz de algunas hachas
vi la luz de aqueste sol.
Asomáronse a los ojos
el alma y el corazón,
para tener un buen día 505
entre tantos de rigor.
Pero apenas los vio en ellos
el travieso enredador,
alguacil de vagamundos,
cuando luego los prendió.510
Quiso resistirse el alma;
mas ¿de qué defensa son
las fuerzas de un hombre solo
contra las fuerzas de un dios?
Enamorado y confuso 515
mando juntar la razón
los potencias a consejo;
llevó al peligro el temor.
discurrió el entendimiento,
la memoria presentó520
papeles en pro y en contra,
la desconfianza halló
una sierra de imposibles,
que para mi pretensión
sirvieron de espuelas y alas; 525
y por más que demostró
mi pobreza y vuestro agravio,
el peligro y la ocasión
que daba a vuestra venganza
no huyendo, mi perdición,530
al fin que no me ausentase
la voluntad sentenció,
que no tiene que perder,
como anda desnudo, amor.
Conociome un jardinero 535
viejo, de quien fui señor
en Parma y cultiva ahora
esta quinta, en que cifró
la fortuna vuestra hacienda;
su lealtad me dio favor; 540
el deseo, atrevimiento;
mi diligencia, ocasión
para contaros mis penas,
que fue, bien lo sabéis vos,
al borde de aquesta fuente, 545
junto de este cenador.
Fingí ser el de Ferrara,
a quien su hermano menor,
como a mí el de Monferrato,
de su Estado despojó. 550
Pues si verdad os dijera
nunca llegara a sazón
mi esperanza, que no crece
sobre agravios el amor.
Hallé la correspondencia 555
en vos, que me prometió
vuestra apacible hermosura,
y como amor es unión
de las almas, de tal suerte
su yugo nos enlazó, 560
que una sola está en dos cuerpos,
si aun en esto hay división.
De esta suerte nos gozamos
hecho jardinero yo
del pensil de esa hermosura, 565
de cuya primera flor
la astuta Naturaleza,
como divino pintor,
quiso en una sola imagen
retratarnos a los dos. 570
Un hijo me prometéis,
y ya aguardándole estoy,
que son prendas que amor labra
para su conservación;
al secreto y la ventura 575
convidando estaba hoy
para el parto que se acerca,
Dios mitigue su dolor,
cuando el viejo jardinero
diciendo a voces llegó: 580
«Albricias, Carlos ilustre,
vuestra desdicha cesó.
El Príncipe, vuestro padre,
siendo el Duque intercesor
de Saboya, goza ya 585
de Parma la posesión.
Julio viene en vuestra busca
y es alegre embajador,
de estas venturosas nuevas;
él os lo dirá mejor.» 590
Fue Julio mi camarero,
y en lealtad y valor
otro Zópiro con Dario
y otro Pitias con Damón.
Loco, pues, de haberme visto,595
me dijo: «Deja, señor,
el tosco metamorfosis
que disfraza tu valor.
El Marqués de Monferrato
y tu ilustre padre son 600
amigos, y en parentesco
sus bandos traban los dos;
su hacienda toda y Estado
le ha vuelto, con condición
que con Claudia, su heredera,605
te cases.»
MARGARITA
¿Con quién? ¡Ay Dios!
CARLOS
Sosegad, mi Margarita,
que siendo mi esposa vos,
yo cristiano y caballero,
en balde es vuestro temor. 610
Vuestro hermano Marco Antonio
ha sentido nuestro amor,
y pienso que ha sospechado
a lo que vine y quién soy.
Ausentarme es de importancia,615
y tomar la posesión
de Parma condescendiendo
con la puesta condición.
Que una vez fortalecido
y en mi Estado, verá amor, 620
a pesar de toda Italia,
cuál cumplí mi obligación.
MARGARITA
¿Cómo, Príncipe? ¿Y es justo
que en la boca del león
dejáis a vuestra cordera 625
cuando os hago mi pastor?
Decís que mi hermano tiene
sospechas de que el ladrón
de su honra y de mi gusto
es su enemigo mayor, 630
¿y en sus manos me dejáis?
Mirad: cuando por mí no,
por el fruto de quien fuisteis
a mi costa labrador.
¿Quién duda que en mí y en él 635
ejecutará el rigor
de su cólera mi hermano,
teniendo la culpa vos?
Libranzas dais a la ausencia
que jamás deudas pagó 640
de amor sino con olvido,
moneda vil de vellón.
Puerta abrís al interés
de la libertad, señor;
a otra dama dais audiencia, 645
cabellos a la ocasión.
No Carlos, con vos he de ir,
o morir aquí con vos;
seré sepulcro yo misma
de quien madre infeliz soy. 650
Denos mi hermano la muerte,
vengue su injuria en los dos,
pues los dos habemos sido
los pródigos de su honor.
¡Hola, gente; hola, criados! 655
¡Ah Marco Antonio, ah señor!
Aquí está vuestro enemigo;
vengaos, que os hace traición.
CARLOS
Basta, esposa de mis ojos;
para la enojada voz;660
nunca mi padre me vea;
nunca vuelva a Parma yo;
no soy su Príncipe ya,
sólo vuestro esposo soy;
más quiero ser jardinero, 665
gozándoos, que Emperador.
Pero ¿cómo evitaremos
de vuestro hermano el furor
que nos está amenazando?
MARGARITA
Ausentándonos los dos. 670
CARLOS
¿Adónde?
MARGARITA
Carlos, a Parma.
CARLOS
Tengo del Marqués temor,
pues despreciando, a su hija
y conociendo quién sois
os hará alguna crueldad. 675
MARGARITA
Jardinero y labrador
dentro en mi casa habéis sido;
jardinero seré yo,
Carlos, en vuestro palacio,
que no es de menos valor, 680
mi amor que el vuestro.
CARLOS
Alto, pues,
a buscar a Julio voy
para que el rústico traje
os traiga; vendré por vos
a medianoche.
MARGARITA
¿Habrá falta?
685
CARLOS
Antes la hará al cielo el sol.
MARGARITA
¿No me olvidaréis?
CARLOS
Jamás.
MARGARITA
¿Sois mi esposo?
CARLOS
Vuestro soy.
MARGARITA
¿Ireisos sin mí?
CARLOS
No puedo.
MARGARITA
¿Llevaisme?
CARLOS
En el corazón.
690
MARGARITA
Dudando quedo.
CARLOS
¿De qué?
MARGARITA
Sois hombre.
CARLOS
Tengo, valor.
MARGARITA
¡Ay mi Carlos!
CARLOS
¡Ay mi bien!
MARGARITA
Adiós.
CARLOS
Adiós.
 

(Vanse.)

 


Escena IV

 

Sale MARCO ANTONIO con una daga desnuda y PEYNADO, jardinero viejo.

 
MARCO
¿Quieres que, esconda695
en aquese pecho infame
hasta la cruz esta daga?
PEYNADO
No, señor, por el lechón
que está junto a San Antón
y así buena pro le haga,700
tras el torrezno y la polla
la olla del mediodía,
pues dice la mujer mía
que después de Dios la olla,
que envaine y no me pescude 705
más de lo que ne confesado.
Al Príncipe disfrazado
encobrí aquí cuanto pude,
porque, en fin, comí su pan;
no imaginé yo que hacía 710
en esto bellaquería.
Si quillotrados están
los dos, ¿en qué yo he pecado?
MARCO
¿Tú sabes si fue liviana
con el Príncipe mi hermana? 715
PEYNADO
¿Liviana? ¿Hela yo tomado
a cuestas? Bien gorda está.
Yo comprara de su espeso
un lechón.
MARCO
Que no digo eso,
villano, ni excusará 720
tu muerte el disimular;
si lo niegas, ¡vive Dios!,
que has de pagar por los dos.
PEYNADO
¿Por qué lo he yo de pagar
si no lo sé? ¿So adivino? 725
MARCO
¡Oh infame! ¿Mentirme tratas?
PEYNADO
¡Válgame las cuatro patas
del caballo de Longino!
¿Diz que tengo de decir
lo que no he visto, ni sé, 730
sin por qué ni para qué?
MARCO
¡Vive Dios que has de morir,
disimulado traidor,
si no dices la verdad!

 (Cógele de los cabezones.)  

PEYNADO
Yo hablaré con claridad; 735
suelta el pescuezo, señor.
MARCO
¿Gozó el Príncipe a mi hermana?
PEYNADO
¿Pues puédolo yo saber?
¿No se habían de esconderle
los dos de mí? Cosa es llana. 740
Si habrán o son amigos
ni lo he visto ni lo pienso
que no es testamento o censo
Para hello ante testigos.
Mijor de aquesas congojas 745
te sacará el cobertor
de este verde cenador,
pues hechos ojos sus hojas
quizá ves el cuándo y como
saben en que remedaban 750
la tórtola y se arrullaban,
hecho Carlos el palomo
y ella la paloma boba.
Que a pesar del verdugado
que es en estas ocasiones 755
de amor, el monte ha colmado,
¿qué busca si lo ves?
MARCO
Basta,
que mi enemigo mayor
ha triunfado de mi honor
y que no es mi hermana casta. 760
Basta, que estando privado
por él de padre y de hacienda
una sola joya y prenda
que el cielo me había dejado,
que es la honra de Margarita 765
ésa me vino a robar.
Pues ¿qué remedio quitar
la vida a quien honras quita?
Su Padre ha cobrado a Parma;
si mano a mi hermana ha dado 770
de esposo, y con tal cuñado
amor a Marte desarma,
no es justo, mi enojo y furia;
mas, sí, que la sangre clama
de mi muerto padre y llama 775
a la venganza la injuria.
No le trajo aquí el amor
a Carlos, ni es su trofeo
el disfraz, sino el deseo
de dejarme sin honor. 780
Ya le han picado sus pies;
pues ¿quién me persuadirá
que a mi hermana antepondrá
a la hija del Marqués
que a Parma le restituye, 785
si casándose con ella
goza estado y mujer bella
y a mí me afrenta y destruye?
Pues a la venganza cuadre
muerte, que es medio sabio; 790
satisfágase mi agravio,
vénguense mi honra y padre,
muera mi hermana con él
antes que saque contenta
a luz su hijo y mi afrenta, 795
que no han de mezclarse, en él
mi sangre y del homicida,
pues mal las sangres podrán,
que tan contrarias están
dar juntas a un cuerpo vida. 800
De noche es; Carlos está
ignorante de que sé
quien es; vengarme podré,
pues como suele, vendrá
a verle mi loca hermana, 805
y de un golpe hará el castigo
venganza en un enemigo
y en una mujer liviana.
Éste es bien que vivo esté
para el secreto y recato 810
por hoy, porque si le mato,
la quinta alborotaré
y Carlos huirá seguro;
pero ha de estar encerrado,
no diga que me ha dado 815
cuenta de todo.
PEYNADO
Yo juro
ser desde hoy hombre de bien
si de esta trampa me escurro.
MARCO
Ven conmigo.
PEYNADO
Tengo al burro
andando la noria.
MARCO
Ven.
820
PEYNADO
Quiero ir a regar los nabos.
MARCO
Sígueme, no tengas miedo.
PEYNADO
Ya empiezo a decir el Credo;
mal huelo por todos cabos.
¡San Panuncio, San Benito!825
MARCO
¡Ea!
PEYNADO
Él me despachurra.
Así le ayude la burra
en que la Virgen fue a Egito,
que me deje her testamento
y luego me matará. 830
MARCO
¡Villano, acabemos ya!
PEYNADO
Señor, por el monumento,
por la tumba y el guisopo,
por la lámpara y su luz,
por la manga de la cruz835
y por todo cuanto topo
cuando ando a escuras, que tenga
mancilla deste cuitado,
que no hallará otro Peynado
si una vez enviuda Menga. 840
MARCO
Yo te aseguro la vida
porque fuiste a tu señor
leal. Ven, no hayas temor.
PEYNADO
El alma tengo escorrida
de miedo; aquesto es verdad. 845
MARCO
¿No vienes?
PEYNADO
¿Hay mayor susto?
MARCO
¡Ea!
PEYNADO
Ya vamos, que es justo
que hagamos su voluntad.
 

(Vanse.)

 


Escena V

 

Salen DON DIEGO, de estudiante, y DOÑA ELENA también de estudiante.

 
DIEGO
¡Jesús, Jesús!
ELENA
En Dios creo,
aunque traigo el alma en pena. 850
¿Qué os santiguáis?
DIEGO
Doña Elena:
¿vos con sotana y manteo?
¿Vos desde Toledo aquí,
en Bolonia y en escuelas?
ELENA
Calzome amor las espuelas,855
¿qué mucho que vuele ansí?
DIEGO
¿Una mujer como vos,
de tal valor y linaje,
en Italia y en tal traje?
ELENA
Hazañas son de amor dios; 860
¿qué os espanta?
DIEGO
Lo que escucho
y lo que veo.
ELENA
O sois loco,
o no sabéis que ama poco
quien amando no hace mucho.
Don Diego: un mes hace curso 865
las escuelas de los celos,
dando penas y desvelos
liciones a mi discurso.
Y en un mes que he estado aquí,
haciendo en vez de liciones 870
locas averiguaciones
que han salido contra mí,
no os he hablado ni he querido
darme a conocer; ya sé,
si amor en Don Luis sembré, 875
que vengo a coger olvido.
Quísole el alma ofrecer
la libertad que negó,
que, como avaro, dejó
de tomar por no volver. 880
Vínose huyendo de mí
a Italia; mas como amor
crece en brazos de un rigor,
disfrazada le seguí,
atropellando mi fama 885
hasta aquí, donde he sabido
que pretende, aborrecido,
aborreciendo a quien le ama.
y como juntos vivís
y sois un alma los dos, 890
esperando que por vos
ha de pagar Don Luis
mi amor constante, he querido
darme, en fin, a conocer
sólo a vos; yo vengo a ser 895
vuestro paje, y lo que os pido,
por la nobleza española
con que vuestro nombre honráis,
es que a nadie descubráis
quién soy; que esta traza sola,900
si me ayuda la fortuna,
hará, con vuestro favor,
que Don Luis tenga amor
a Doña Elena de Luna.
DIEGO
¡Alto! No hay aconsejaros, 905
que sois amante y mujer,
que habéis sabido querer
y sabéis determinaros.
Vuestro amor es tan constante
que cualquier favor merece.910
A Don Luis merece
una mujer de diamante;
y aunque bella y principal,
pobre; y cuando se ablandase,
no es bien que Don Luis se case 915
fuera de su natural.
Un año ha que estoy por él
envuelto en aqueste luto,
oyendo textos sin fruto.


Escena VI

 

Sale DON LUIS. Dichos.

 
LUIS
Prevenme casco y broquel. 920
DIEGO
Éste es.
ELENA
Di que de Toledo
soy y que a servirte vine.
DIEGO
¿No será mucho que atine
quién eres?
ELENA
No tengas miedo,
que me ha visto pocas veces, 925
y siempre lo aborrecido
engendra en el alma olvido.
DIEGO
Divinamente pareces
de estudiante.
ELENA
No es mal trueco
el que he hecho.
DIEGO
¡Bello traje!
930
¿Quién diré que eres?
ELENA
Tu paje.
DIEGO
¿Y llamarete?
ELENA
Pacheco.
LUIS
¡Oh Don Diego de Mendoza!
DIEGO
Salir querrás ya a rondar.
LUIS
A lo menos adorar 935
la casa que a mi sol goza.
¡Ay Don Diego, sentenciado
vengo a muerte!
DIEGO
¿Qué delito
has hecho?
LUIS
Amar infinito
a Margarita.
DIEGO
¿Hasla hablado?
940
¿Mostrósete desdeñosa?
¿Reprendió tu libertad?
¿No salió su honestidad
la empresa dificultosa?
¿Mas que te dijo, con talle 945
severo hecha otro Narciso:
«Mira, Zaide, que te aviso,
que no pases por mi calle?»
Por lindo modo te encanta
para cogerte después, 950
donde no te irás por pies.
LUIS
¿Qué dices, que es una santa?
DIEGO
¿Santa? Bueno, hazla un altar.
LUIS
¡Pluguiera a Dios que quisiera
ser mi esposa!
ELENA
¡Ay, rabia fiera!
955
¿Esto venir a escuchar?
LUIS
Mas tan desdichado he sido
que quiere encerrar mis quejas
entre paredes y rejas.
DIEGO
¿De qué modo?
LUIS
Ha prometido
960
ser monja.
ELENA
¡Albricias, amor,
que esta nueva os resucita!
DIEGO
Restituyo a Margarita
la opinión de su valor;
estado ha escogido al doble 965
honroso que un monasterio
es ilustre cautiverio
y cárcel de gente noble.
Mudad gusto.
LUIS
¿Cómo puedo?
DIEGO
No, es bien competir con Dios. 970
LUIS
¿Quién es el que está con vos?
DIEGO
Un muchacho de Toledo
que el deseo de estudiar
y verme le traen aquí.
LUIS
¿Es de vuestra casa?
DIEGO
Sí.
975
LUIS
¿Cúyo hijo?
DIEGO
De Aguilar,
de mi padre gentilhombre.
LUIS
¿Buen talle?
DIEGO
¡Maravilloso!
LUIS
¿Y el ingenio?
DIEGO
Milagroso.
Pacheco tiene por nombre. 980
ELENA
¿Qué manda vuesa merced?
DIEGO
Pacheco, que conozcáis
a Don Luis y le sirváis
como a mí.
ELENA
Mucha merced
recibiré que en su gusto 985
me emplee.
LUIS
¿Habéis estudiado?
ELENA
Gramática he comenzado,
aunque con algún disgusto.
LUIS
¿En qué andáis?
ELENA
«Amo, amas.»
LUIS
¡Buen verbo! ¿Y ha mucho?
ELENA
Sí,
990
no puedo salir de aquí.
LUIS
Son laberintos sus llamas.
¿Pues sabéis ya declinar?
ELENA
¡Pluguiera a Dios lo ignorara,
porque si no declinara, 995
ya supiera conjugar!
LUIS.
Decid, pues, esta oración:
«Yo amo a Dios.»
ELENA
Es mentirosa,
porque amándole a su esposa,
no le amáis y hacéis traición. 1000
LUIS
Bachiller me parecéis.
ELENA
Y aun licenciado.
LUIS
Decid:
«yo, amo».
ELENA
Aqueso sí; oíd,
y que la acierto veréis
sin temor de solecismo. 1005
LUIS
Donaire tiene por Dios.
ELENA
Va: ego amo.
LUIS
¿A quién?
ELENA
A vos.
LUIS
¿A mí amáis?
ELENA
A vos mismo,
que sois mi dueño y señor.
DIEGO
Su lealtad os ha obligado, 1010
que como es vuestro criado,
es razón que os tenga amor.
LUIS
¿Mi criado?
DIEGO
Si lo es mío,
vuestro lo ha de ser también.
LUIS
Desde aquí lo quiero bien. 1015
ELENA
En esa palabra fío.


Escena VII

 

Sale CALVETE, gorrón, con espada y broquel.

 
CALVETE
Accipe et timebunt gentes.
Con el broquel sufridor
no traigo el casco, señor;
los tuyos son suficientes. 1020
LUIS
Pues ¿por qué?
CALVETE
La ley lo veda,
que estando el tuyo vacío
ponerte otro, señor mío,
será seda sobre seda,
LUIS
Ven conmigo, impertinente. 1025
CALVETE
¿Salimos ya a bobear?
DIEGO
¿Aguardámoste a cenar?
LUIS
Sí.
DIEGO
¿A las cuántas?
CALVETE
A las veinte.
LUIS
Luego vendré.
CALVETE
Cuando el día,
al alba enrubia el copete. 1030
DIEGO
¿No iré en lugar de Calvete
mejor yo en tu compañía?
LUIS
Ya sabes mi condición.
DIEGO
No te quiero replicar.
CALVETE
Estrellado he de cenar. 1035
LUIS
¿Qué hora es?
CALVETE
Las once son.
 

(Vanse los dos.)

 


Escena VIII

 

DOÑA ELENA y DON DIEGO.

 
ELENA
A idolatrar las paredes
de su Margarita va.
DIEGO
Si determinada está
de entrarse monja, bien puedes 1040
asegurar tus recelos.
ELENA
Ven, sabremos cómo llora
desdenes de la que adora
y ayudaránle mis celos.
DIEGO
Si es tu gusto, enhorabuena. 1045
ELENA
Amor loco: yo por vos
y vos por otro.
DIEGO
Y ¡por Dios!
que lo estás tú, Doña Elena.
 

(Vanse.)

 


Escena IX

 

Salen DON LUIS y CALVETE.

 
CALVETE
¿Qué diablos has de sacar
de andar cargado de hierro, 1050
dando en que entender a un perro
que nos comienza a ladrar;
hecho cedulón de esquina,
pisando bastardo barro,
puesta la vista en el carro, 1055
las Cabras y la Bocina,
mientras se acuesta despacio
quien esa pena te da,
y más sabiendo que está
tomada para Palacio?1060
Si ha de ser monja, ¿de qué
te ha de servir el rondalla,
suspirar y enamoralla?
LUIS
¿Comienzas ya? Déjame.
CALVETE
Si a un tomo y reja ha hecho voto,1065
¿qué provecho sacas de esto?
Pero vendrás ya dispuesto
a ser su negro devoto.
Y escogiendo el bobo estado,
que caro te ha de costar, 1070
querrás desde hoy comenzar
el año del noviciado.
Un amigo tuve yo
que estuvo malo en España
de esta contagión extraña. 1075
LUIS
¿Cómo?
CALVETE
A una monja sirvió
hecho mula de retorno,
pechero de una andadera,
paciente de una portera
y majadero de un torno; 1080
que al cabo de deseallo,
más que verse libre un preso,
sin ser la monja de queso,
se la daban por un rallo.
LUIS
Déjate de disparates, 1085
y ¿qué hará mi ingrata, di?
CALVETE
Una albarda para ti
con estribos y acicates.
LUIS
¡Ah necio!
CALVETE
A lo moscatel
amas; quizá es su ejercicio, 1090
como andas en su servicio,
el estar ahora en él
despachando provisiones
para quien sus puertas pasa.


Escena X

 

Sale a la puerta FABIA, criada, con una criatura envuelta. Dichos.

 
LUIS
¡Vive Dios!
CALVETE
La de su casa
1095
abrieron; si te dispones
a saber quién entra o sale,
llega; mas mira por ti.
LUIS
¿La puerta han abierto?
CALVETE
Sí.
LUIS
¡Válgame Dios!
CALVETE
Ya te vale.
1100
LUIS
A tal hora es novedad
en tan recogida casa
abrir puertas.
FABIA
Ce, ¿quién pasa?
¿Sois el Príncipe? Llegad. 1105
LUIS
Calvete, Príncipe dijo.
CALVETE
Es verdad, Príncipe oí.
LUIS
¡Ay cielos!
CALVETE
Dile que sí.
LUIS
El Príncipe soy.
FABIA
Un hijo
os ha dado Margarita 1110
que a Narciso se adelanta.
LUIS
¡Hijo! ¿Cómo?
DIEGO
¡Oh, es una santa!...
LUIS
¡Jesús!
CALVETE
Ésta es la bendita,
la monja, la recogida?
Pero bien se recogió.1115
FABIA
No ha un instante que parió
con peligro de la vida.
pero el cielo soberano
tan propicio nos ha sido,
que en el jardín ha parido 1120
sin saber nada su hermano.
Ha fingido un accidente,
y ahora en la cama está.
Lo propuesto estorbará
por hoy este inconveniente; 1125
mas presto os veréis los dos
en vuestro estado y sin pena.
CALVETE
¡Linda monja!
FABIA
Gente suena;
tomad, Príncipe, y adiós.

 (Vase.)  



Escena XI

 

Dichos, menos FABIA.

 
CALVETE
¿Qué te ha dado?
LUIS
La criatura.
1130
CALVETE
Bueno; a quien hizo el cohombro
di que se le eche en el hombro.
LUIS
¡Jesús! ¿Duerme por ventura?
CALVETE
No se durmió la señora.
LUIS
Loco estoy de pena y celos; 1135
¡Jesús, Margarita, cielos!
CALVETE
¿Qué habremos de hacer ahora?
LUIS
Dar finiquito a mi amor.
CALVETE
¿No la has de amar?
LUIS
¿Cómo puedo
si desengañado quedo? 1140
Miremos por el honor
de Margarita, Calvete,
que al fin la he querido bien.
A buscar un ama ven.
CALVETE
De amante te hizo alcahuete.1145
LUIS
Mañana quién es sabré
este Príncipe encantado
que en costas me ha condenado,
y el hurto le volveré.
CALVETE
El ama le criará,1150
que nos sirve.
LUIS.
¿Está parida?
CALVETE
¿Eso ignoras, por tu vida?
Parida y preñada está.
LUIS
Pues bien viene.
DIEGO
¡Qué bonito
parece el chico!
LUIS
Cesó
1155
mi amor.
CALVETE
¡Ajó, niño, ajó!
Llamarase Margarito.

 (Vase.)  




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