1
G. TORRENTE BALLESTER, Panorama de la literatura española contemporánea, Guadarrama, Madrid, 3.ª ed. 1965, pág. 69.
2
Y aun así, como se ha observado muchas veces, Valera no es un escritor aséptico, carente de afanes moralizadores, ni mucho menos. Caso curioso y significativo es el de Pepita Jiménez, en cuya génesis intervino en muy mucho el deseo de defender al krausismo contra ciertas acusaciones que le enrostraban el difundir un «panteísmo místico». Vid. el estudio de J. Entrambasaguas, Las mejores novelas contemporáneas, Planeta, Barna., 5.ª ed. 1959, t. I, pág. 502.
3
TORRENTE, op. cit., pág. 89.
4
Aunque antes ya había habido novelas en las que se exponían ideas sobre religión, aunque en diferente modo, como las novelas de Fernán Caballero y La fontana de oro de Galdós.
5
B. J. DENDLE, The Spanish Novel of Religious Thesis, 1876-1936, Princeton University, New Jersey-Castalia, Madrid, 1968, pág. 21.
6
L. ALAS, Solos de Clarín, Madrid, 1881, pág. 69.
7
B. J. DENDLE, op. cit., pág. 93.
8
Ibíd., pág. 93.
9
Ibíd., pág. 94.
10
Para la postura liberal, vid. B. J. DENDLE, op. cit., págs. 95 y sigs.