Representación a la santíssima Resurreción de Cristo

Juan del Encina

[Nota preliminar: edición digital a partir del Cancionero de las obras de Juan del Enzina, Salamanca, s.i., 1496. Edición facsímil de la Real Academia Española, Pról. de Emilio Cotarelo y Mori, Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, 1928 (reimpresión, 1989), fols. 107v-108v, y cotejada con la edición crítica de Miguel Ángel Pérez Priego, Madrid, Cátedra, 1991, pp. 131-137. Y edición de Ana M.ª Rambaldo, Madrid, Espasa Calpe, 1983, IV, pp. 32-38.]

Representación a la santíssima Resurreción de Cristo; adonde se introduzen JOSEPH y la MADALENA y los dos dicípulos que ivan al castillo de Emaús, los quales eran CLEOFÁS y SAN LUCAS. Y cada uno cuenta de qué manera le apareció nuestro Redentor. Y primero JOSEPH comiença contemplando el sepulcro en que a Cristo sepultó; y después entró la MADALENA y, estándose razonando con él, entraron los otros dos dicípulos. Y en fin vino un ÁNGEL a ellos por les acrecentar ell alegría y fe de la resurreción.

JOSEPH

¡O, sepulcro singular,
de nuestra vida memoria,
gran corona de vitoria
en ti se vino a labrar!
¡O, misterio muy sin par,	5
pues en tan pequeño suelo
tomó Cristo su solar
para en él edificar
el gran palacio del cielo!
Teníate yo guardado	10
para ser mi sepultura,
no sabía la ventura
de tu precioso ditado.
Siempre serás adorado,
pues eres hecho tan dino,	15
do Cristo fue sepultado
y agora ressucitado
con el su poder divino.

MADALENA

¡O, Joseph, mi buen amigo!

JOSEPH

¡O, María Madalena,	20
vengas mucho en ora buena!

MADALENA

Dios esté siempre contigo.

JOSEPH

No me harto yo comigo
de ver este monumento.

MADALENA

De gran mañana, te digo,	25
vine ver a nuestro abrigo
con esta caxa de ungüento.
Mas, según avrás ya vido,
bien sabrás qu'el Redentor
ressucitó vencedor,	30
y el demonio es ya vencido.

JOSEPH

Bien lo tengo ya sabido,
que yo vi muy libre y sano
a Cristo nuestro querido.

MADALENA

A mí hame aparecido	35
en figura de ortolano.
Yo, que estava en gran pesar
llorando, que no sabía
adónde le hallaría,
que le vine aquí a buscar,	40
vile detrás de mí estar,
y començó preguntarme
la causa de mi llorar;
mas yo, que le iva a tocar,
dixo: «No quieras tocarme.»	45

JOSEPH

Ortolano verdadero,
plantador de las virtudes,
que con gran socorro acudes
muy gran vencedor guerrero,
que estando yo presionero,	50
tú mesmo me visitaste.
A ti amo y a ti quiero,
en ti, Señor, sólo espero,
pues tú, Señor, me libraste.
Aquella mala nación,	55
porque te di sepultura,
de embidia y malicia pura
me tenían en presión.
De grado, muerte y passión
sufriera, Señor, por ti;	60
mas con tu resurreción
dísteme la redención
y acordástete de mí.

MADALENA

A Él se den los loores,
a Él se den los servicios,	65
que quitó de mí los vicios
para plantarme de flores.
Con Él tengamos amores,
onremos su santo templo;
confíen los pecadores	70
en su socorro y favores,
pues que yo les soy enxemplo.

LUCAS

Dios os salve y dé reposo.

CLEOFÁS [y]
JOSEPH

Y a vosotros dé plazer,
que venís tanbién a ver	75
su monumento precioso.
Mas su cuerpo glorioso
sabed que ressucitó.

LUCAS

¡O, poder muy poderoso
de Cristo maravilloso,	80
que allá nos apareció!
Quando ívamos camino
al castillo de Emaús,
nos apareció Jesús
en trage de peregrino,	85
y el sacro Verbo divino
vino a confirmar la fe
que iva perdiendo el tino,
y en tal ábito nos vino
qual necessario nos fue.	90

CLEOFÁS

Y con Él mesmo comimos,
aunque algunos dudarán,
y en verle partir el pan
entonces le conocimos.
Y otra vez después le vimos	95
que entró, las puertas cerradas,
a muchos que allí estovimos,
y pues tal bien recebimos,
a Dios gracias sean dadas.

LUCAS

Aqueste día bendito	100
es el que hizo el Señor
el más santo y el mayor
que se halla por escrito.
Tomemos gozo infinito,
demos fin a los sospiros,	105
con coraçón muy contrito
pongamos ojo en tal hito
donde assesten nuestros tiros.
Con Cristo ressucitemos
en estas cuatro maneras:	110
con voluntades enteras,
y presto, que no tardemos,
y que a morir no tornemos,
y muy verdaderamente
que nada no simulemos,	115
y con esto alcançaremos
aquel imperio ecelente.
Que Cristo, nuestro dechado,
ressucitó desta suerte
para que más de la muerte	120
no fuesse señoreado;
y en verdad, no simulado;
y en la mañana, no tarde;
y perfeto, no menguado;
y el muerto por el pecado	125
esto le cumple que guarde.

MADALENA

Busquemos resurreción
sin tornar más a morir,
qu'es del pecado salir,
y ha de ser por confissión.	130
Y de puro coraçón,
proponiendo el emendar
con contrición y atrición
y entera satisfación,
y en gracia perseverar.	135

JOSEPH

¡O, capitán vencedor
que al enemigo venciste,
y por tus siervos quesiste
morir y ser redentor!
Padeciendo gran dolor	140
por el mundo libertar,
diste tal precio, Señor,
que bastava su valor
para mil mundos mercar.

CLEOFÁS

¡O, qué vandera ganaste,	145
luzero de nuestra luz,
cinco plagas y la cruz
por memoria nos dexaste!
Tú venciste y triunfaste,
y el campo por ti quedó;	150
todo el mundo libertaste,
los infiernos despojaste,
que nadie te lo vedó.

LUCAS

¡O cruz, triunfo precioso
de vitoria verdadera,	155
tú serás nuestra vandera,
bordón de nuestro reposo!
Árbor más que glorioso
que llevaste tan buen fruto,
tan buen fruto y tan sabroso,	160
qu'él solo fue poderoso
para quitar nuestro luto.
Nuestro luto ya quitado,
de alegría nos vistamos,
pues que ya ressucitamos	165
en Cristo ressucitado.
En muchos fue figurado,
primero mucho que fuesse
por muchos profetizado;
a muchos fue demostrado	170
por que el mundo lo creyesse.

(Fin.)

EL ÁNGEL

¡Paz sea con vos del cielo!
Tomad muy gran alegría,
pues que Cristo en este día
ressucitó deste suelo.	175
Florezca vuestro consuelo
más que nunca floreció,
pues que con amor y zelo
de esforçar vuestro recelo
Cristo ya ressucitó.	180

(Villancico.)

Todos se deven gozar
en Cristo ressucitar.
Pues que su triste passión
fue para resurreción,
con muy gran consolación	185
nos devemos alegrar.
Cristo, por nos redemir,
gran passión quiso sufrir,
con su precioso morir
la vida nos quiso dar.	190
Si fue muy grande el dolor,
el plazer es muy mayor
viendo a nuestro Redentor
de muerte ressucitar.

(Fin.)

Por tan ecelente bien	195
las gracias a Dios se den;
digamos todos «Amén»
por santamente acabar.