390. Véase CHEN CHINGHO, �Zhu Shunshui�, pp. 211-213. Las alusiones a este asunto son extremadamente discretas en los informes de Zhu, pero no dejan lugar a la ambigüedad. (N. del A.)
391. Ibid., p. 216. (N. del A.)
392. Ibid., p. 219. (N. del A.)
393. El Estado de Yelang (situado en la actual provincia de Guizhou) era, en la época Han, el más poderoso de los reinos del sudeste de China. Hay un proverbio chino que se usa todavía hoy que alude a la arrogancia de Yelang: Yelang zida, o �ser presuntuoso como el rey de Yelang� (que pretendía que su reino podía igualarse con el vasto imperio de los Han). (N. del A.)
394. CHEN CHINGHO, �Zhu Shunshui�, p. 224. (N. del A.)
395. La parte de la vida de Zhu Shunshui que conocemos mejor es precisamente la que pasó en Japón, donde desarrolló la escuela confuciana de Mito; véase Chen Chingho, �Zhu Shunshui�, p. 208. Véase asimismo Heinz Friese, �Chu Shun-shui (1600-1682) und Japan�, Nachrichten der Gesellschaft für Natur und Völkerkunde Ostasiens 99 (1966), pp. 35-36. (N. del A.)
396. Véase QUAN XIESHAN, Jieqiting ji, edic. Sibu Congkan, III, pp. 636-637. (N. del A.)
397. Véase LIANYATANG (compil.), Taiwan tongshi liezhuan, citado de Peng Guodong, �Nan Ming Zhong Yue guanxi�, p. 258. (N. del A.)
398. HAENISCH, Berichi, p. 18. (N. del A.)
399. Es decir, las poblaciones que no habían recibido la cultura china. (N. del E.)