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11

F. Perus, op. cit., p. 108.

 

12

De estas divergentes actitudes se encuentran buenos ejemplos, que excusamos reproducir, en Crónica política, tomo XI de la edición Obras Completas de Rubén Darío, preparada por Alberto Ghiraldo, Biblioteca Rubén Darío (Rubén Darío Sánchez), Imprenta de Hernández y Galo Sáenz, Madrid, 1923-1929.

 

13

E. Banberger, op. cit., p. 85. Se refiere a J. E. Arellano y J. Valle Castillo, «Criterio de esta edición», en Rubén Darío, Prosas políticas, Managua, Ministerio de Cultura, 1982.

 

14

E. Cardenal, «Rubén Darío revolucionario», en Hacia una política cultural de la Revolución Popular Sandinista, Ministerio de Cultura, Managua, 1982.

 

15

Á. Rama, op. cit., p. 21.

 

16

R. Darío, «El rey burgués», en Cuentos completos, ed. de E. Mejía Sánchez y Julio Valle Castillo, estudio preliminar de Raimundo Lida, Nueva Nicaragua, Managua, 1990, p. 129.

 

17

I. Zavala, Rubén Darío y el modernismo, Madrid, Alianza Ed., p. 159.

 

18

M. de Montaigne, Ensayos, Madrid, EDAF, 1971, p. 28.

 

19

No está de más tampoco recordar que la permanencia en Europa de Darío entre el 1 de enero de 1899 y el 25 de octubre de 1914 en que abandonó el continente sufrió varias interrupciones que, lógicamente, le eximieron de hacerse portavoz de ciertos asuntos europeos (1906: viaje a Brasil, y Argentina; 1907, a Nicaragua, vía Nueva York como en el caso anterior -prolongado desde octubre de ese año hasta abril de 1908-; 1910: a Cuba y México; 1912, a Brasil, Uruguay y Argentina).

 

20

Azorín, «La Generación del 98», en Clásicos modernos, Obras completas, Aguilar, Madrid, 1947, p. 911.