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«¡Uh, uh, uh, / que no es blanca como tú, / ni Español, que no es bueno; / que Ella dice: Soy Morena / porque el Sol mirado me ha!».
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corazón mío
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vámonos
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¡Nosotros en pos de ti, contigo hermosa
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¡Nosotros en pos de ti, oh Amada mía!
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Canny y Pagden han destacado cómo existía en la Nueva España este deseo de equipararse a una provincia metropolitana para adquirir los mismos derechos que los peninsulares que vivían en América (64). La contraparte de americano es «europeo» y no necesariamente «español», quien no era visto completamente como extranjero en algunos de estos textos coloniales (79). En este sentido se puede decir que el sujeto criollo buscaba equipararse al peninsular más bien en cuanto a la legitimidad de su ciudadanía en América y no como sujeto patriótico totalmente independiente o diferenciado del espacio metropolitano.
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Para más información sobre la situación de los negros esclavos en la sociedad novohispana ver el libro de Solange Alberró, especialmente la sección titulada «Negros y mulatos: La integración dolorosa»; y el artículo de Rosa Valdés Cruz, que menciona la conspiración de negros en México en 1537 y la fundación de palenques cimarrones en 1609 como referentes importantes para entender el modo en que Sor Juana representa la voz del negro en su poesía.
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sábelo
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mi
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Serge Gruzinsky ha señalado cómo cuando la mano de obra indígena se puso al servicio del conquistador, ocurrió una profunda transformación que convirtió el trabajo de una actividad regulada que producía bienestar físico y social en explotación de la capacidad laboral de la comunidad indígena (86). Con esta adivinanza el indígena redefine el trabajo para insertar su comunidad en el nuevo cuerpo de creencias cristianas por medio del mismo oficio artesanal que está al servicio del orden colonial.