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Segunda Exposición de Guillermo Hualde y del Conde de Toreno al Consejo de Regencia, instando la rápida convocatoria de Cortes

(17 de junio de 1810)


Guillermo Hualde


José María Queipo de Llano Ruiz de Saravia, Conde de Toreno





Señor:

La opinión pública es la vida de los Gobiernos, que sin ella viven siempre débiles, sin vigor y sin aquella robustez y fuerza que sólo les puede dar la confianza de los gobernados. Nada cree la Junta debe omitirse para remontar este resorte, gastado ya por el transcurso de los tiempos y casi hecho pedazos en Bayona, donde, detenido el Monarca, se intentó la disolución del Estado, que todos los esfuerzos de la Nación no han podido después reunir y solidar del todo. La Junta Central misma ha confesado solemnemente que no podía remediar los males, porque la opinión no la sostenía, y esta confesión tardía, que no la salvará jamás para con la Nación y la posteridad, ha puesto a los pueblos en estado de calcular más bien sobre lo que puede esperar o no de la autoridad por los grados de confianza que le dispensan.

Vuestra Majestad, Señor, conoce que las Naciones son naturalmente espantadizas, cuando grandes crisis determinan con tenacidad su atención, y buscan casi siempre las causas de su mal donde mismo esperaban su remedio; y en el solo caso en que ellas intervienen en la elección de los medios con una libertad absoluta, se puede esperar que la fuerza y el poder que da la unión obre expedito y con ventaja.

Vuestra Majestad tiene hoy en su mano el medio más precioso de acumular sobre sí esta energía de la opinión, que sólo sostiene y salva los Imperios, y de atraerse las bendiciones de la Nación Española. Las Cortes, Señor, las Cortes son la medida predilecta de los pueblos, que han hallado siempre en ellas el remedio de sus desgracias; por eso las desean en los momentos de tribulación; por eso las han pedido en su desdichada orfandad; se les ha lisonjeado en vano con esta esperanza, y por eso el tirano mismo abrió su farsa en Bayona con este Simulacro, y el intruso Rey entretiene hoy también a los pueblos con esta ilusión.

Una Nación que ha hecho sacrificios tan dolorosos, que al fin ha visto malogrados, merece, Señor, que Vuestra Majestad no desatienda sus votos más bien pronunciados; las necesidades del Estado exigen también imperiosamente esta determinación, ya es tiempo que la Nación sienta que lo es, y que descanse sobre la confianza de un gobierno su obra, donde se puedan estrellar las usurpaciones lentas e incesantes del despotismo que la degraden y envilezcan, y los abusos y parcialidades de las malas Leyes, que la enervan y libran después a discreción. Estas prevenciones sagradas con que miran los Pueblos siempre sus antiguas instituciones les dan a éstas un vigor extraordinario, que muchas veces no está en la naturaleza de la institución misma, y las Cortes, que se han estimado por los españoles por el antemural de su dignidad e independencia, obrarán sin duda una fermentación en las Armas, que se parecerá mucho a aquel divino entusiasmo que hizo los prodigios de los primeros días; creerá ya entonces el español que tiene una Patria y derechos que defender; en un porvenir lisonjero verá la feliz compensación de todos los sacrificios a que ahora se exponga, y esta palabra Patriotismo, tan repetida en nuestros días, corresponderá ya a una impresión grata y vigorosa, a que no se podrán resistir los corazones.

Qué feliz el momento en que Vuestra Majestad pueda decir a la Nación ese entusiasmo, ese valor prodigioso de que ya ni aun se podía sospechar; ese fuego sagrado que acaba de brotar en vosotros, y que, a manera de un incendio, lo ha corrido y ganado todo, es toda mi obra. El pueblo español, agradecido, colmará de bendiciones a un Gobierno que, cumpliendo religiosamente el pacto solemne que contrajo a su instalación, les restituye su dignidad perdida, su Patria abandonada al azar, sus derechos despreciados, un porvenir lisonjero, una seguridad constitucional que le llena de aquella confianza que es sola la felicidad de los pueblos, y, sobre todo, que le abra un campo inmenso de gloria y prosperidad en el fomento de las Artes, de la Agricultura y del Comercio, en una Legislación sabia, que toda emane naturalmente de aquella Constitución, que haga inmortal las Cortes del 1810, que fijarán entonces la época de la Monarquía, y la Historia la recordará después con más veneración que la de Don Pelayo.

Vuestra Majestad no dilate un momento este bien, y se pondrá así a cubierto de toda responsabilidad en circunstancias tan difíciles. La Junta lo espera así de su celo y sabiduría, como que se convoquen bajo las reglas ya dadas para las del marzo anterior, sin la adición al Reglamento de 1 de enero; adición que la Nación miró con sentimiento, porque, sin Estamentos, toda ella alzó el grito de su libertad y empuñó la espada, ofreciendo su sangre al enemigo que intentó quitársela. En el gozo con que la Nación recibió aquella determinación, están bien marcados los deseos y voto nacional en esta parte, y lo que podía debilitar el bien que debieran producir alterando esta disposición, aun cuando la Junta pudiera creer que un sistema contrario, que ha regido tantos siglos, hacía acaso prematura y osada esta disposición; el juicio de la Nación, altamente pronunciado sobre esta materia, acallaría sus propios sentimientos, y se libraría toda a los de la Nación donde todos se deben confundir, puesto que se quiere el bien.

La Junta, órgano de este Pueblo, y de acuerdo con la opinión pública, le hace presente estos sus sentimientos a Vuestra Majestad, y espera su soberana y favorable resolución, mientras ruega al Todopoderoso guarde su importante vida muchos años.

Cádiz, 17 de junio de 1810.

Señor: ANDRÉS LÓPEZ, Presidente.

DOMINGO ANTONIO MUÑOZ.- FRANCISCO DE BUSTAMANTE.- FRANCISCO ESCUDERO DE ISASSI.- SALVADOR GARZÓN DE SALAZAR.- M. DE ISTURIZ.- SANTIAGO J. DE TERAY.- MIGUEL DE ZUMALAVE.- MANUEL M. DE ARCE.- LUIS G. DE JARCASABAL.- ÁNGEL MARTÍN DE IRIVARREN.- JOSEF MOLLOL.- MARTÍN DE FRASOGUI.- JOSÉ RUIZ Y ROMÁN.- FERNANDO JIMÉNEZ DE ALBA.- JOSÉ IGNACIO DE LASCANO.

LUIS DE GARGOLLO, Secretario.








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