Segundo Encuentro «Hacia el fin del milenio»¹

(Desplegado)

Homero Aridjis

En septiembre de 1991, escritores, científicos, ambientalistas y representantes de los pueblos indígenas nos reunimos en el primer encuentro en Morelia. Juntos por segunda vez en enero de 1994, nos alarmó el poco progreso que se había hecho desde entonces en los problemas ecológicos globales. La situación se ha empeorado a causa de las políticas económicas insostenibles y se ha exacerbado por las presiones de la pobreza, los conflictos militares, la desigualdad entre los sexos, el mal manejo de los recursos naturales y el crecimiento de la población.

Estamos llevando hasta sus límites la capacidad de la naturaleza para sostener la vida humana. En algunas partes, la tierra ha perdido ya su productividad. La degradación del suelo, la escasez creciente del agua potable, la contaminación marina, el calentamiento global y el empobrecimiento de la diversidad biológica son ejemplos de lo que sucede cuando las sociedades viven más allá de sus recursos. Nuestras tasas de crecimiento de la población y los niveles acelerados de consumo amenazan la capacidad del medio ambiente para sostener a las generaciones futuras.

En unos días, en El Cairo se llevará a cabo una conferencia sobre población y desarrollo patrocinada por las Naciones Unidas. Con la perspectiva de que la población mundial alcance los 11.000 millones dentro de un siglo, ¿podremos apartar de nosotros nuestra profunda negación de la realidad y enfrentar la necesidad de cambios fundamentales? ¿O la conferencia de El Cairo será un ejercicio más para dar a aquellos que se solazan en la inacción el confort de la retórica?

Nos confrontan estos hechos:

1. Tres personas nacen cada segundo, 180 cada minuto, 250.000 cada día. Éste es el aumento más acelerado en población humana de la historia. Cada año hay 90 millones de bocas nuevas que necesitan ser alimentadas, millones tienen hambre y 1.2 billones no tienen acceso a agua potable.
2. El crecimiento en la producción global de alimentos se está haciendo más lento, y no podemos contar más con la producción de los agricultores del mundo para alimentar a la población proyectada en el futuro. Alcanzar un equilibrio humano entre alimentos y personas ahora depende más de los planificadores familiares que de los agricultores.
3. El crecimiento de la población es un factor importante en el aumento de la contaminación, y en la destrucción de los bosques, los humedales y los ecosistemas marinos.
4. El cambio climático amenaza a las comunidades, a la agricultura y a la diversidad biológica en todas partes. Sin embargo, las emisiones de bióxido de carbono y otros gases de invernadero continúan aumentando.
5. La destrucción de los hábitats a menudo se discute solamente desde el punto de vista de la sobrevivencia física del ser humano, como si éste fuera nuestro derecho exclusivo.
6. Las extinciones están ocurriendo a un ritmo sin precedentes en la historia geológica reciente. Hasta una quinta parta de todas las especies sobre la Tierra probablemente habrá desaparecido durante los siguientes 30 o 40 años. Innumerables especies se habrán perdido antes de haber sido reconocidas y nombradas.
7. Millones de mujeres en todo el mundo no tienen libertad de decisión sobre su reproducción y carecen de servicios de salud, alimentación adecuada, educación, empleo, propiedad de la tierra, créditos o posiciones de liderazgo.
8. Todos necesitamos aire y agua limpios, habitación, nutrición adecuada y contacto con la naturaleza. Sin embargo, 20% de la población mundial es responsable del consumo de 80% de los recursos y produce la mayor parte de la contaminación. Un número semejante vive en la pobreza absoluta, demasiado miserable para escapar del hambre y de las enfermedades.
9. El costo global del gasto militar es ahora de 600 billones de dólares anuales, 100 veces más de lo que se gasta en la protección ambiental o en los servicios de planificación familiar voluntaria en todo el mundo.
10. Durante miles de años, la mayoría de las sociedades tradicionales y tribales ha vivido en más cercano equilibrio con la naturaleza que nosotros. Continuamos ignorando y destruyendo sus culturas.

Nosotros y nuestros gobernantes debemos preguntarnos:

1. ¿Por qué consideramos la protección ambiental como un lujo?
2. ¿Qué sucederá si continuamos insistiendo en el dominio en vez del equilibrio, a expensas de todas las otras especies?
3. ¿Verá un niño del siglo próximo una mariposa monarca, un tigre o una ballena azul, o podrá caminar en un bosque del Borneo malayo, del África occidental o en la selva Lacandona?
4. ¿Por qué tratamos la producción de una ametralladora como económicamente deseable, mientras que limpiar un río, del cual la gente tiene que beber, es considerado una costosa extravagancia?
5. ¿Qué tan realistas son las políticas ambientales oficiales que ignoran el sobreconsumo y la crisis poblacional?
6. ¿Por qué tenemos miedo de dar información adecuada y servicios de salud reproductiva a nuestros jóvenes?
7. ¿De qué valdrá nuestro dinero cuando hayamos convertido a la Tierra en una tierra baldía?
8. ¿Piensa que estas preguntas tienen algo que ver con usted? Si es así, ¿qué va a hacer al respecto?

Nos aproximamos al fin del milenio enfrentando la posibilidad de una extinción masiva de especies y desastres ecológicos. La Tierra, nuestro hogar planetario, es en verdad finita. Para que podamos sobrevivir tenemos que proceder en adelante con inteligencia y compasión.

HOY: A finales de 2011, la ONU anunció que ya somos 7.000 millones de seres humanos en la Tierra.