91
Santa Cruz, Crónica, pgs. 347-348.
92
El mejor elogio,
el de Gracián: «Pero lo que
más le ayudó a Fernando para ser príncipe
consumado de felicidad y de valor, fueron las esclarecidas y
heroycas prendas de la nunca bastantemente alabada Reyna
doña Isabel la Católica, consorte, aquella gran
princesa, que siendo muger excedió los límites de
varón»
, El Político, edic. cit.,
pgs.
186-187).
Frente a esto, el panegírico de Sobrarias (en el f. X de su Carmen) no pasa de ser una sarta de lugares comunes. Lo transcribo (corrigiendo la deficiente puntuación de González de la Calle), y poniéndolo, en cuanto puedo, en curso rítmico:
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|
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92.1 |
Referencia a Néstor, rey de Pilos, ejemplo de vejez legendaria, pues vivió durante tres generaciones seguidas. |
|
||
92.1 |
Se trata de los santos y de las santas. |
93
Más o menos lo que ocurrió con todos los panegíricos clásicos (PELLETIER, p. XXIX).
94
Ídem, p. 345.
95
Referencias en las pgs. 101, 103, 106, 282, 308, 310, etc. 96.
96
Página 301.
97
Manuel ALVAR, El dialecto aragonés, Madrid, 1953, pgs. 117 y 164.
98
Vid. Noticia lingüística del «Libro Verde de Aragón» [1947], recogida en los Estudios sobre el dialecto aragonés, t. II, Zaragoza, 1978, pgs. 105-138.
99
Página 79.
100
«Sólo por representar, / altos Reyes
soberanos, / hize'l tratado ystoriar, / so prohesa no catar, / nin
mis gordos metros llanos»
(p. 89, vv. 1-5), «y no
catés mis gordezas, / nin mis dichos ni razones»
(p. 94,
vv. 76-77),
«Desde mi pobre tratado, / echo con
mucha affección, / si bien qu'está mal
trobado»
(p. 15, vv. 6-8).