Sicilia. Viaje arqueológico en imágenes
Rosario Cebrián Fernández
La visita arqueológica a la ciudad de Catania se inicia en la Piazza Stesicoro donde se puede ver parte del graderío septentrional (foto 1) y algunos de los arcos del corredor exterior (foto 2) del anfiteatro romano. Su construcción se fecha en la segunda mitad del siglo II d. C. y tuvo una capacidad de cerca de 15.000 espectadores. El teatro de la antigua Catania tiene acceso desde la calle Vittorio Emanuele. A la entrada un pequeño museo expone algunos de los elementos arquitectónicos e inscripciones recuperados en su excavación. Conserva la cauea completa (foto 3), aunque sobre el graderío de la parte occidental se construyeron algunos edificios en el siglo XVII (foto 4), la orchestra y la scena. El acceso al graderío se realizó también a través de un corredor abovedado (foto 5) que permitía el paso a los distintos sectores de la cauea mediante escaleras. Una calle permitía acceder a su interior atravesando el muro posterior del teatro (foto 6). Se construyó en época augustea, aunque sufrió algunas modificaciones durante el reinado de Adriano. Junto al teatro, se situó un pequeño odeón, que conserva la cauea (foto 7) y la orchestra pavimentada con losas de mármol (foto 8). El graderío del odeón se apoyó sobre bóvedas realizadas con opus caementicium (foto 9). Algunas de las columnas que decoraron su fachada monumental pueden verse al exterior del odeón (foto 10).
El monumento más significativo y mejor conservado de Taormina es el teatro, construido en el siglo III a. C. pero el edificio actualmente visible es el resultado de las distintas modificaciones de época imperial (foto 11). Por dimensiones es el segundo teatro de Sicilia, tras el de Siracusa (fotos 12, 13 y 14). En su cauea pudieron tomar asiento más de 10.000 espectadores (fotos 15 y 16). La orchestra del teatro fue transformada en arena para la realización de luchas de gladiadores a partir de la época severiana. Su frons scaenea aún conserva parte de la decoración arquitectónica, con columnas de orden corintio (fotos 17 y 18). En la parte trasera de su fachada monumental, realizada con ladrillos, se sitúan reaprovechadas algunas de las columnas de mármol que decoraron este edificio para espectáculos (fotos 19 y 20). El paisaje que hoy podemos admirar desde el teatro está presidido por el volcán Etna.
Dentro del proceso de monumentalización del teatro realizado a mediados del siglo II d. C. se construyó en Taormina un odeón (foto 21).
Foto 21. Taormina. |
Esta ciudad, situada al oeste de Messina, se fundó en el año 396 a. C. y se situó en un promontorio rocoso. Sufrió un gran terremoto en el siglo IV d. C. El área urbana estuvo rodeada por una muralla ciclópea (fotos 22 y 23).
Foto 22. Tindari. Muralla. |
Foto 23. Tindari. Muralla. |
La villa del Casale está situada en Piazza Armerina y fue declarada Patrimonio de la Humanidad (fotos 24 y 25). La monumentalidad de la construcción y la importancia de la iconografía, reflejada en los mosaicos que pavimentaron todas las estancias de esta villa, apuntan a que el propietario de esta villa perteneció a la clase senatorial o incluso su dueño pudo ser un emperador. Los estudios más recientes consideran que pudo pertenecer a Rufo Albino, cónsul en el 335 d. C.
Foto 24. Piazza Armerina. |
Foto 25. Piazza Armerina. |
La entrada a la villa del Casale se realiza a través de una puerta monumental de la que quedan pocos restos y que permitía acceder a un patio porticado. Al Este de este gran patio se localizan unas termas, de las que destacamos el frigidarium de planta octogonal y con nichos semicirculares (fotos 26 y 27) y el sistema de calefacción con suspensurae y praefurnia (fotos 28, 29 y 30). Las habitaciones privadas de la vivienda de Piazza Armerina se organizan alrededor de un gran peristilo central, en la que destaca la decoración musiva de sus suelos, realizados por artesanos llegados del área africana (fotos 31, 32, 33, 34, 35 y 36). La parte administrativa, oficial y pública, de la uilla se extiende hacia el Este y el Sur, con una gran basílica, de planta rectangular y ábside en la cabecera, pavimentada con placas de mármol (fotos 37 y 38).
La villa de Piazza Armerina ha sido objeto de un acertado acondicionamiento para la conservación de los mosaicos y para el acceso de los visitantes (fotos 39, 40, 41, 42, 43, 44, 45 y 46).
La ciudad de Morgantina se sitúa en el interior de Sicilia, a escasos 6 km. de Aidone. El sistema de fortificación del enclave está constituido por una doble muralla. El primer recinto fortificó la acrópolis a finales del siglo VI a. C., mientras que el segundo delimitó el área urbana a finales del siglo III a. C. Destaca la plaza pública o ágora con una monumental escalera de 15 peldaños (fotos 47, 48 y 49), que permitió organizar el espacio en dos terrazas. El área sagrada se situó en la terraza inferior y contó con pequeños templetes y altares de planta circular (foto 50). Junto a ellos, un pequeño teatro alojó a cerca de 5.000 espectadores (foto 51). Hacia el Este se localiza un edificio de planta rectangular, el granero (foto 52). Junto a él, se sitúan dos hornos para la fabricación de cerámica (fotos 53 y 54). En el siglo II a. C., se construyó un macellum, de planta cuadrada y con un tholos en el centro (foto 55).
Hacia el Este y el Oeste del ágora se localizan una serie de viviendas, que conservan pavimentos de mosaico y decoración mural en las paredes de algunas de las estancias (fotos 56 y 57).
Foto 56. Morgantina. |
Foto 57. Morgantina. Vivienda. |
Situada en la costa jónica de la isla, conserva los restos de una de las más importantes ciudades griegas de Sicilia. El poblamiento más antigua de Siracusa se localiza en la isla de Ortigia, unida en la actualidad a tierra firme a través del puente Umbertino. Ocupa una superficie de 40 hectáreas y su posición geográfica permitió en la antigüedad (también hoy) contar con dos puertos separados por la isla: el Puerto Grande, situado al Oeste del Puerto Pequeño o Lakkios. En Ortigia se conservan los restos del Templo de Atenea, construido a finales del siglo VI a. C. y que quedaron englobados en la construcción del Duomo a mediados del siglo XVIII (foto 58). El templo, de orden dórico, tiene unas dimensiones de 55 x 22 m., con seis columnas en su lado corto y catorce en el largo. Próximo al puente que une la isla con Siracusa se sitúa el Templo de Apolo construido por el arquitecto griego Kleomenes, mencionado en una inscripción situada en una de las gradas del templo por su costado occidental. Se trata de un edificio de planta rectangular (58 x 24 m.) con perístasis de 6 x 17 columnas de orden dórico (fotos 59 y 60). El acceso al templo se realizó por su lado oriental, donde se situó una doble fila de columnas monolíticas (foto 61). Junto al mar se sitúa la Fuente Aretusa (fotos 62 y 63).
Los restos arqueológicos más monumentales de Siracusa se localizan en el barrio denominado del Achradine y en la Neapolis, construida entre los siglos V y IV a. C. El anfiteatro se edificó a finales del siglo I a. C. y pudo alojar a cerca de 14.000 espectadores, lo que lo convierte en el anfiteatro de mayores dimensiones de la isla (fotos 64, 65, 66 y 67). En la arena se conserva el foso donde se situó la maquinaria necesaria para los espectáculos con animales (fotos 68 y 69). Junto al anfiteatro, se sitúan los restos del podio del monumental Altar de Hierón II (fotos 70, 71 y 72). La actual estructura del teatro de Siracusa corresponde a una reforma llevada a cabo en época de Hierón II, entre el 238 y 214 a. C. La cauea tiene un diámetro de 168 m. y contó con 67 gradas, divididas en 9 sectores (fotos 73, 74, 75 y 76). En el lado Norte y Oeste de la cauea se situó una terraza con pórtico en forma de L, de la que sólo se conserva la cimentación en algún tramo (foto 77). Por encima del teatro, se localiza un ninfeo dedicado a las Musas (foto 78), excavado en la pared rocosa que recorre toda la parte superior. A partir del siglo V d. C., esta área se convirtió en una zona de necrópolis con pequeños hipogeos (fotos 79 y 80). Junto a ellos, en la denominada Vía de los Sepulcros se conservan los restos de pequeños nichos utilizados para la colocación de placas votivas de época helenística (fotos 81 y 82).
Las canteras para la construcción de la ciudad se localizan al Este del teatro (fotos 83 y 84). Para la obtención de los sillares se tallaron cavidades artificiales de grandes dimensiones, entre las que destacamos la denominada Orecchio di Dionisio (fotos 85 y 86). Aún se aprecian los frentes de cantera y las huellas de extracción de la piedra (fotos 87 y 88).
En la visita a Siracusa no hay que dejar de ver el Museo Arqueológico Paolo Orsi que custodia amplias colecciones desde la Prehistoria hasta la Romanización.
En el interior de la isla, entre los municipios de Sortino y Ferla, se encuentra la necrópolis de Pantalica, fechada a partir de la Edad del Bronce. Está compuesta por más de 5.000 tumbas excavadas en las paredes rocosas del valle del Anapo (fotos 89 y 90).
Foto 89. Pantalica. |
Foto 90. Pantalica. |