61
Modernismo, pág. 28.
62
“Lo desnudo siempre es nuevo. Lo vestido, más viejo cada día” (Estética y ética, pág. 341).
63
“Yo soy aquel...”, al inicio de los Cantos de vida y esperanza.
64
Modernismo, pág. 28. En este sentido abunda Luis Rosales, en su Rubén, clásico actual, apud Lírica española. Madrid, 1972, págs. 228-229.
65
“El poeta es un condenado a nombrar y su gloria única, que es gloria interior, está en perder su nombre en el de las cosas, el mundo, hasta quedarse anónimo por su incorporación, incorporarse por lo creado al mundo” (Trabajo gustoso, pág. 145).
66
Ceferino Santos-Escudero escribió un libro, Símbolos y Dios en el último Juan Ramón (Madrid, 1975) que nada tiene que ver con lo que aquí nos ocupa, pues trata de Dios deseado y deseante.
67
Modernismo, pág. 197.
68
Vid. el Catálogo de la Exposición antológica de pinturas y dibujos de Juan Ramón Jiménez. Monasterio de Santa Clara de Moguer. Del 23 al 30 de junio de 1981, número 29. Juan Ramón se ha retratado con un alto sombrero de copa y en las primeras líneas del retrato que hay en Españoles de tres mundos, imagina a Gustavo Adolfo: “Tembloroso, cianótico, tosedor, copiándose al mismo tiempo contra la ola alta su inquieto sombrero de copa” (pág. 21).
69
“La sombra de los seres y las cosas tiene muchas veces más realidad, realidad superior que las cosas y los seres mismos” (Estética, página 338).
70
Crítica paralela, pág. 213.