La primera estrofa
o proposición de la octava se refiere al acto de pisar la
uva en el lagar con «Bailada ya la
vid»
, cuando quien la pisa parece bailar sobre los
racimos. Luego nos habla del barril propiamente dicho pues se
anilla o «círculos con
aros»
o flejes de metal para sostener las duelas de
madera entre la tapa y el fondo. El barril como un vientre hace la
digestión del zumo virginal una vez ha sido
ordeñado o pisado con los hollejos. Luego «por un sexo sencillo que se afloja»
(la espita o grifo) saldrá el vino, tras su
fermentación que se llama: maloláctica. El final de
la fermentación se produce de forma espontánea cuando
el contenido de azúcar en el mosto (azúcar residual)
no sobrepasa los 4 o 5 gramos por litro. Se puede provocar la
fermentación por medios químicos (adición de
anhídrido sulfuroso) o físicos (enfriamiento o
sobrecalentamiento) en el momento que el contenido de azúcar
residual es el adecuado para el vino que se quiere obtener.
En la actualidad hay tendencias que optan por una cierta maceración del mosto con los orujos, frenando la fermentación mediante tratamientos de frío, da cuerpo y enriquece las sensaciones en boca, aumenta su potencia aromática, permite una mejor evolución en botella y le da una vida más larga.
Finalizada la fermentación se somete el vino a dos o tres trasiegos para eliminar los restos sólidos. Esta operación se efectúa entre noviembre y enero con el fin de que las bajas temperaturas eviten contaminaciones por microorganismos.
Alicante tiene muy buenos vinos, el más afamado es el semidulce de Fondillón del valle del Vinalopó. Los moscateles de la Marina Alta. Hoy en día, se puede hallar en territorio alicantino una gran variedad de vinos; desde un afrutado blanco Riesling, de inspiración alsaciana, a un Cabernet criado en roble, pasando por uno de los mejores moscateles de España o, al mismo tiempo, un original tinto de uvas de Monastrell pasificadas que se llama Fondillón.
Según la tesis doctoral de Laura Martínez, la situación de la Denominación de Origen Alicante no pasa por su mejor momento:
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El descenso continuado del consumo de vino en los últimos años se ha visto contrarrestado en parte por una reorientación del consumo hacia los vinos de calidad. |
La segunda parte
de la octava la dedica el poeta a definir al borracho de una forma
más que nada visual por la inseguridad en sus
pasos, «equivocando pies, consulta
esquinas»
, porque los borrachos se dan golpes con las
esquinas y además suelen orinarse en ellas. Van por las
calles serpenteando de lado a lado.
El vino tinto o
rosado «por dentro roja, /
traducción apagada de los faros»
, aquí los
faros apagados podrían ser una connotación de que el
borracho, antes encendido por el alcohol, ahora está apagado
y paga las consecuencias del exceso vinícola.
La ilustración representa el acto tradicional de pisar de la uva en una media tina, bajo un día soleado. Mi abuelo decía que de la uva también se sacaba vino.
