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Sobre traductoras españolas del siglo XIX

Francisco Lafarga





Lectora, heroína y autora son las actividades de la mujer relacionadas con la literatura previstas por los organizadores de este coloquio o, por lo menos, son las que figuran en el título del mismo. Pero también podía haberse pensado en otros «papeles», por ejemplo, el de traductora y -¿por qué no?- el de traducida.

Para ser fiel al enunciado de mi intervención debería tratar de (las) traductoras españolas del siglo XIX, de su personalidad, actividad traductora, textos y autores traducidos, modos de traducir, etc., pero resulta obvio que es imposible abarcar tantos aspectos y tratarlos con la profundidad necesaria en pocos minutos. Por otra parte, debo confesar que personalmente me hallo en los inicios de una investigación que quiere ser sistemática y, en consecuencia, no estoy en condiciones de ofrecer unos resultados que no podrán alcanzarse hasta dentro de cierto tiempo.

Me limitaré, pues, a resaltar los grandes rasgos de la actividad traductora de cierto número de escritoras españolas, sin intentar alcanzar la exhaustividad.

La primera dificultad con la que uno se encuentra al intentar realizar un trabajo de este tipo estriba en establecer la propia lista nominal de traductoras. La inexistencia de un diccionario o catálogo de traductores españoles ha obligado a consultar las bibliografías de escritoras, tanto la ya clásica de Serrano Sanz, como la más moderna de Simón Palmer, completada con alguna relación más específica, como dirigida por Juan Antonio Hormigón, que en realidad añade poco, en cuanto al propio censo de escritoras, al catálogo de Simón Palmer1.

A la lista constituida a partir de la información proporcionada por dichos catálogos se han añadido algunos nombres de traductoras que publicaron en el primer tercio del siglo XIX y que no fueron recogidos por Serrano Sanz, con lo cual tampoco aparecen en el de Simón Palmer, que, como es sabido, considera sólo a escritoras con actividad iniciada a partir de 1833. Es el caso, por ejemplo, de Juana Bergnes de las Casas, que publicó dos traducciones de novelitas francesas en 1804 y 1814; recogidas, sin embargo, por Aguilar Piñal en su bibliografía del siglo XVIII2. Este es un claro ejemplo de la indeterminación cronológica que reina sobre esa franja temporal que va desde principios de siglo hasta los años 1830.

Una vez establecida la lista de las traductoras junto con la de sus producciones ambas, desde luego, provisionales, pueden hacerse distintas consideraciones, o sea, intentar responder a preguntas como «quién traduce», «dónde se traduce», «qué o a quién se traduce»; deliberadamente dejo aparcada una última pregunta, para cuya respuesta se necesita un análisis de los textos: «¿cómo se traduce?».

En relación a la primera pregunta, tal vez la respuesta menos significativa sea la relativa al número de traductoras -68 en total3-, por cuanto habría que cotejar dicho número con el del total de escritoras, por si puede ser significativo, e incluso, para apreciar mucho mejor el papel jugado por la mujer como traductora, comparar ambos números con el de varones escritores y traductores.

Puede observarse, por otra parte, que cerca de la mitad de las mujeres que ejercieron alguna actividad traductora fueron también, y fundamentalmente, escritoras originales. O sea que de 30 mujeres escritoras sólo se conoce -al menos según los catálogos consultados- su labor como traductoras. En algunos casos, y a falta de datos biográficos, la propia Simón Palmer da como indicación «traductora» (Julia Blanco, Elvira Cornelias, Antonia Corominas, Nortburga de Haro, Isabel Mendoza, Patrocinio Muguiro, Ventura Rubiano). Alguien podría incluso plantear, llegados a este punto, la pertinencia de haberlas incluido en un catálogo denominado de «escritoras»; es una decisión que yo no discutiré, por supuesto, pero que remite al debate sobre la oposición traducción versus creación.

Esa labor traductora, enfrentada o confrontada con la labor creadora, nos ofrece un abanico bastante amplio de opciones o de realidades: desde el caso de la autora, de nombre poco o nada conocido, de la que solo se conoce una obra, y encima es traducción, hasta el de la escritora consagrada, de las que aparecen en los manuales de historia de la literatura y que, «además» o «por añadidura», se dedicó a traducir no sabemos, o por lo menos yo todavía no sé, por qué, para qué o a cambio de qué. En este último grupo, interesante por motivos obvios, se encuentran Fernán Caballero, G. Gómez de Avellaneda o la Pardo Bazán, que cuentan con algunas traducciones perdidas en el amplio mar de sus producciones originales. Con todo, el caso más común es el de quien simultanea ambas actividades y cuenta con una producción más o menos equilibrada entre obra original y obra en traducción.

Del elenco de traductoras emergen varias personalidades que, por un motivo u otro, me han parecido singulares y merecedoras de un tratamiento particular. Ahora y aquí me limitaré a nombrarlas y a mencionar su actividad traductora. En primer lugar, el aludido grupito de distinguidas señoras de la literatura: Cecilia Bôhl de Faber, que dio en distintas revistas textos breves traducidos del alemán (entre ellos uno de Goethe) y del francés (de Mme. de Staël, Lamennais, M. Desbordes-Valmore, A. de Latour); la Avellaneda, que publicó el drama Catilina, de A. Dumas padre y Auguste Maquet, el vodevil La fille du roi René de Gustave Lemoine, así como varios poemas de Hugo y Lamartine en revistas; y Emilia Pardo Bazán, a quien se deben las versiones de Les frères Zemganno de Edmond de Goncourt, Ramuntcho de P. Loti y París de Auguste Vitu.

Y junto a estas figuras conocidas otras que lo son menos, pero que llevaron a cabo una sorprendente labor traductora. Yo destacaría, por distintos motivos, aunque no estoy seguro de la bondad de mi criterio, a Joaquina García Balmaseda, Fanny Garrido, Teresa Mané, Faustina Sáez de Melgar y Joaquina Vera.

A Joaquina García Balmaseda por su dilatado trabajo como traductora para el folletín de La correspondencia de España, con 17 traducciones publicadas a lo largo de diez años (1872-1882) de textos de V. Cherbuliez, A. Daudet, A. Dumas, P. Féval o E. Feydeau, entre otros, y por sus versiones de obras de G. Sand, O. Feuillet y, sobre todo, de varias novelas policiacas de Émile Gaboriau.

A Fanny Garrido por haberse atrevido con un autor de la talla de Goethe, traduciendo parte de su teatro y su Viaje a Italia.

A Teresa Mané, esposa de Federico Urales y madre de Federica Montseny, por sus esfuerzos en difundir el pensamiento anarquista y libertario tanto en sus obras originales como en sus traducciones de Mirbeau, Sorel y otros autores.

A Faustina Sáez de Melgar, la cual, a su dilatada producción original, añadió numerosas traducciones del inglés y del francés publicadas en La violeta (1862-1866) y luego en El correo de la moda (1874-1889), amén de varias novelas en volumen, como Los dramas de la Bolsa del francés Pierre Zaccone, Los vecinos de la sueca Fredrika Bremer, y el conjunto de cuentos y leyendas rumanas de Carmen Silva, seudónimo de la reina Isabel de Rumania, con el título Flores y perlas4.

Y, finalmente, a Joaquina Vera, una de las escasas traductoras de obras dramáticas, autora de trece versiones del francés y del inglés, la mayoría todavía sin identificar.

La segunda pregunta que puede uno formularse -«dónde se traduce»-, en el caso que nos ocupa, la puedo responder más en función del vehículo de difusión o circulación de los textos traducidos, que del lugar de publicación o la casa editora, por la sencilla razón que en la situación actual de la información de que dispongo algunas referencias aparecen todavía incompletas.

Aun cuando predomina el formato libro, no son raros los casos de traducciones aparecidas en revistas; algunas de ellas de carácter general, como La correspondencia de España, y otras destinadas específicamente a la mujer, como El correo de la moda, o al entorno familiar, como El recreo familiar o La madre de familia. Son varios los casos de traductoras que publican exclusivamente en revistas, aunque normalmente se trata de uno o dos textos por autora; el caso más particular es el de Emilia Quintero, la cual llegó a publicar dieciséis traducciones del francés y del italiano en otros tantos números de El correo de la moda, entre 1876 y 1884.

El tercer criterio que puede considerarse es el de la tipología de las obras traducidas, el «qué se traduce». La respuesta es, como puede imaginarse, variada. No son raras las obras de devoción y moral, o las destinadas a la formación, normalmente con una impronta religiosa muy clara. Pueden citarse títulos tan significativos como Libro de la infancia cristiana o ilustraciones religiosas de una madre a sus hijas de la condesa de Flavigni, el Alfabeto religioso o Catón cristiano, El cuerpo y el alma del niño de Maurice Fleurie, el Año amoroso o delicias del amor de Dios de Arrillon, El Corazón de Jesús consolado en la Sagrada Escritura, Historia de Nuestra Señora de Lourdes de Lasserre, El libro de oro de los niños de Léon Gautier, el Manual de señoritas o arte de aprender cuantas habilidades constituyen el verdadero mérito de las mujeres, La misión de la mujer de Mme. F. Trembicka, El matrimonio cristiano de monseñor Dupanloup, etc. En otro registro, merece citarse algún título revolucionario, como La emancipación de la mujer, de J. Novicow. Puede apreciarse en esta muestra la existencia de títulos -podrían mencionarse más- directamente relacionados con la mujer, ya sea en su etapa de formación, como adolescente, o en su etapa adulta, como esposa y madre.

Están, por otro lado, un conjunto de obras, también de temática femenina, aunque de ficción: Lidia de Gersin y Flora o la niña abandonada de autor incierto, Cesarina Dietrich de G. Sand, La hija del rey René de G. Lemoine, La princesa Jorge de Dumas hijo, La novela de todas las mujeres de Henri Murger, Las diosas de la vida de O. Mirbeau, La beduina de Poujoulat, y otras.

¿Convendría establecer una relación directa entre el hecho de que el traductor fuera mujer y la temática de la obra traducida? Tal vez sea arriesgado en lo relativo a textos de ficción, aunque no parece fuera de lugar en obras de divulgación o de reflexión. Con todo, son numerosas las obras traducidas que no tienen fundamentalmente temática femenina y que, en consecuencia, nada tienen que ver con un planteamiento de este tipo.

Predominan entre las traducciones las obras estrictamente contemporáneas o, de modo general, del siglo XIX. Son rarísimas las presencias de autores de la Antigüedad o de los siglos XVII y XVIII; descuellan en este sentido la versión del Arte poética de Horacio por Dolores Gortázar, o las del Viaje a Italia y el Teatro de Goethe por Fanny Garrido, o algunas apariciones fugaces en revistas, como la de E. Young (aunque traducido del francés) en El correo de la moda.

Los autores del siglo XIX son los más representados en las traducciones. Predominan los franceses, con nombres como los de A. Dumas padre e hijo, O. Feuillet, E. de Goncourt, P. Loti, J. Michelet, O. Mirbeau, G. Ohnet o G. Sand en cuanto a obras traducidas en forma de libro. Porque algunos otros, tanto o más célebres, como C. Delavigne, Gautier, Hugo o Lamartine entre los poetas, o Mme. de Staël, Lamennais, Daudet, Féval o Souvestre entre los prosistas, tuvieron acogida en obras colectivas o en la prensa periódica.

La literatura italiana está representada por algunos novelistas como el prolífico Salvatore Farina o Roberto Braceo. Por su parte, en la lista establecida aparecen varias traducciones del inglés, aunque sólo se nombra a algunos autores, como E. Bulwer Lytton, Charlotte Mary Yonge; Young, como queda dicho, fue traducido a través del francés. Ya se ha mencionado, entre los autores alemanes a Goethe; podría añadirse a Ellen Key, o al anónimo autor de un Viaje por España en el siglo XV, obra traducida por Emilia Gayangos. Como autores (en este caso autoras) pertenecientes a ámbitos culturales de escasa presencia en la España de la época puede citarse a la ya mencionada escritora sueca Fredrika Bremer, de la que se tradujeron varios relatos (por R. de Puget y Faustina Sáez de Melgar), en el primer caso declarando que se hacía a partir del sueco; y a la citada Carmen Silva, de quien doña Faustina vertió al castellano el volumen Flores y perlas.

Quedaría, como he indicado, una cuarta pregunta por responder: el cómo se ha traducido. Es obvio que no puede darse una respuesta global, ni siquiera en el supuesto de que se hubieran examinado todas y cada una de las traducciones censadas. Por lo tanto, se impone una tarea selectiva, que iría encaminada al análisis de las versiones -en este caso todas, si fuera posible- de determinadas traductoras, en función de criterios de presunta calidad o del interés de los autores y temas traducidos. Pero, como he indicado más arriba, es algo que no estoy capacitado para hacer por ahora.

El camino por recorrer es largo si realmente se quisiera estudiar con fundamento un aspecto no por parcial menos complejo de la actividad traductora en el siglo XIX. Habría que empezar por identificar las traducciones que todavía no lo están en los catálogos consultados; eventualmente, ampliar el número de versiones o el de traductoras; completar la labor de localización de los textos; proceder al oportuno cotejo entre los originales y las correspondientes traducciones en los casos en que se decidiera; relacionar, en los casos en que fuera oportuno, la obra traducida con la obra original de una misma autora; analizar los paratextos u otros documentos con el propósito de dilucidar los motivos y objetivos de las traductoras; y, seguramente, algunas cosas más.






Apéndice

Se da en este apéndice una relación provisional de traductoras españolas, con mención de los títulos traducidos. Esta lista, confeccionada con la información contenida en los catálogos mencionados en el texto, está pendiente de la oportuna comprobación de títulos, autores originales y demás extremos, así como de una eventual ampliación a partir de otras fuentes.

Aguirre y Rosales, Cayetana

M.-A. Marin, Virginia o la doncella cristiana. Madrid, Repullés, 1806.

Antúnez, Balbina de

P. Féval, El castillo de terciopelo en La Ilustración católica (1878-1879).

Antillón, ?

Condesa de Flavigni, Libro de la infancia cristiana. Ilustraciones religiosas de una madre a sus hijas. Traducido al castellano por las señoritas Herrasti y Antillón. Madrid, Imprenta del Colegio de Sordomudos, 1866.

Armiño, Robustiana

C. Delavigne, El bautismo (poema) en Flores del paraíso o Ilustración de la infancia, Gijón, 1852.

Asensi, Julia de

Traducciones de Gautier, Schiller y Stechelli en El álbum iberoamericano (1892-1894).

Belloumini, María

La invención del órgano o Abassa y Bermicides. Novela histórica traducida de un manuscrito francés. Madrid, Librería de Tejada, 1831.

Bergnes de las Casas, Juana

Lidia de Gersin, Barcelona, 1804; Flora o la niña abandonada, Madrid, 1814.

Biedma, Patrocinio de

Traducción de J. de Wostym en La moda elegante (1875).

Blanco y Rodrigo, Julia

Paul Morgan, Conflictos del orgullo. Traducida del inglés. La Coruña, 1883.

Cabrerizo, Ana de

Alfabeto religioso o Catón cristiano. Valencia, Cabrerizo, 1854.

Camps, Isabel

Albert Merlin, El gran libro de los oráculos. Madrid, A. San Martín, 1879.

Cárdenas, Eloísa

Stiller, drama trad. del alemán, en Revista contemporánea.

Cerrada, Elena

Traducciones de E. Souvestre (Un día de ocios) y de G. Sand (El arco) en El recreo de las familias (1871-1872); traducción de P. Meran Heyse (Diario de una joven enferma) en El correo de la moda (1877).

Codorniu, Julia = Baronesa de Argeniere (seud.)

G. Ohnet, Las fraguas de Pont-Avesnes. Madrid, Imprenta de La Guirnalda, 1881.

Cornellas, Elvira

Traducciones del francés en La guirnalda (1868-1871).

Corominas, Antonia

Meditaciones para señoritas, Barcelona, librería religiosa, s. a.

Díaz de Lamarque, Antonia = Enriqueta Madoz (seud.)

Trad. de poemas de Lamartine, Soares de Pasos y Rubió i Ors en el tomo I de sus Poesías líricas (2.ª ed.), Sevilla, Rasco, 1893.

Fernán Caballero

Varias traducciones en El pensamiento de Valencia (1857), La cruzada (1867) y El folletín (1875-1876).

Frigola, Matilde

Charlotte Mary Yonge, Las hierbas marinas. Trad. del inglés.

García Balmaseda, Joaquina

E. Conscience, El corredor de playa. Madrid, Correspondencia de España, 1863; G. Sand, Cesarina Dietrich . Madrid, Rivadeneyra, 1888; G. Sand, El marqués de Vülamar. Madrid, Pérez Dubrull, 1888; O. Feuillet, El señor de Carnors. Madrid, Hilarión de Zuolaga, 1867; É. Gaboriau, Los secretos de la casa. Madrid, Tipografía de El Correo, 1888; É. Gaboriau, La canalla dorada. Madrid, Álvarez Hermanos, 1889; É. Gaboriau, El crimen de Orcival. Madrid, Francisco Moral, s. a.; varias trad. de Cherbuliez, Daudet, Dumas, Gaboriau, Féval, Feydeau en La Correspondencia de España (1872-1882).

García del Real, Matilde

Maurice Fleurie, El cuerpo y el alma del niño. Madrid, D. Jorro, 1907.

Garrido, Fanny

Goethe, Viaje a Italia. Madrid, Vda. de Hernando y C.ª, 1891; Goethe, Teatro selecto. Madrid, Vda. de Hernando y C.ª, 1893.

Gas, Esperanza

J. Novicow, La emancipación de la mujer. Barcelona, Granada, s. a.

Gayangos, Emilia

Viaje por España (1446-1448). Trad. del alemán. Madrid, V. Faure, 1883; Relación de un viaje por Europa. Trad. del francés. Madrid, Fortanet, 1898.

Gómez Carabaño, Luisa

Del cultivo de las flores que provienen de cebollas. Trad. del italiano. Madrid, Tomás Albany CM 882.

Gómez de Avellaneda, Gertrudis

Dumas & Maquet, Catilina. Sevilla, A. Izquierdo, 1867; G. Lemoine, La hija del rey René. Madrid, Imprenta de José Rodríguez, 1855; varias trad. de Hugo y Lamartine en revistas.

González de Anieva, María Antonia

Trad. de Young (del fr.) y de Louise Lasserre en El correo de la moda (1878-1881).

Gortázar, Dolores

Horacio, Arte poética. Madrid, Imprenta Moderna, 1901.

Guindos, Enriqueta

Stradella, 1893.

Gutiérrez, Concepción

Dos trad. del francés en La ilustración de la infancia (1878).

Haro, Notburga de

A. Goudrecour, Un amigo diabólico. Madrid, Rojas, 1874; Trad. de la condesa Dash, Louise Colet, A. Goudrecour en La Iberia (1873-1874).

Herrasti, ?

Condesa de Flavigni, Libro de la infancia cristiana. Ilustraciones religiosas de una madre a sus hijas. Traducido al castellano por las señoritas Herrasti y Antillón. Madrid, Colegio de Sordomudos, 1866.

Lallana, Elisa de

A las Hijas de María. Trad. del francés. Madrid, Moreno y Rojas, 1866.

López de Haro, Margarita

E. Bulwer Litton, La conquista de Granada. Madrid, Minuesa, 1860.

Lujan, Elisa

Hanslick, De la belleza en la música. Madrid, Medina, 1879; A. Dumas hijo, La princesa Jorge.

Lluch, Elisa & Cristina Mantagne

J. E. Arrillon, Año amoroso o delicias del amor de Dios. Palma, Esteban Frías, 1845.

Mané, Antonia

H. Murger, La novela de todas las mujeres. Barcelona, Biblioteca del Siglo, s. a.

Mané, Teresa = Soledad Gustavo (seud.)

J. de La Hire, El infierno del soldado. Barcelona, A. López, s. a.; L. Michel, El mundo nuevo. Barcelona, Vértice, s. a.; O. Mirbeau, El abate Julio. Valencia, Sempere, s. a.; G. Sorel, El porvenir de los sindicatos obreros; G. Sorel, La ruina del mundo antiguo. Valencia, Sempere, 1907; A. Labriola, Reforma y revolución social. Valencia, Sempere, 1906; P. Praycourt, La moral del cura. Valencia, Sempere, 1907; O. Mirbeau, Las diosas de la vida. Barcelona, Centro Editorial Presa, 1909

María del Patrocinio de San José

Vida de S. Pablo de la Cruz. Barcelona, Imprenta de la Inmaculada Concepción, 1889.

Medinaveitia, María Josefa

El cruzado de Egipto. Trad. del italiano. Barcelona, J. Cherta, 1829; La geografía en láminas y mapas. Trad. del francés. Barcelona, Herederos de Agustín Roca, 1834.

Mendoza, Isabel

Trad. de relatos de C. Bernard, C. Gozlan, A. Karr en La España (1867-1868).

Miralles, Rosa

La gata moixa. Comedia Trad. del castellano La mosquita muerta. Barcelona, Manuel Saurí, s. a. (1865).

Misler, Narcisa

M. Henrion, Pedro el marino. Barcelona, Vicente Magriñá, 1857; El Corazón de Jesús consolado en la Sagrada Eucaristía. Barcelona, Vda. e Hijos de Gaspar, 1866.

Muguiro, Patrocinio, baronesa del Castillo

Dupanloup, El matrimonio cristiano. Madrid, Berengüillo, 1876.

Obispo y Merino, María del Carmen

M. S., María de Courtenay o el amor y la virtud. Madrid, Librería de Rodríguez, 1829.

Orbera, María

P. Blanchart, Los peligros de la infancia. Valencia, Manuel Alufre, 1900 (3.ª ed.).

Ossorio, María de Atocha

Condesa Martel de Jarville, El casamiento de Chiffon. Barcelona, Heinrich y Cía., s. a. (1909).

Pardo Bazán, Emilia

E. de Goncourt, Los hermanos Zemganno. Madrid, Sáenz de Jubera, 1891; P. Loti, Ramuncho; Auguste Vitu, París. Madrid, La España editorial, 1890.

Paulín de la Peña, Ana María

S. Farina, Amor vendado. Madrid, Perojo, 1878; S. Farina, ¡Hijo mío! Barcelona, Daniel Cortezo y C., 1886.

Perelló, Josefina

E. Lasserre, Historia de Nuestra Señora de Lourdes. Barcelona, Biblioteca Espasa, 1876; Léon Gautier, El libro de oro de los niños. Barcelona, Monrás y Beltrán, 1880.

Poveda, Ana María

Manual de señoritas o arte de aprender cuantas habilidades constituyen el verdadero mérito de las mujeres. Madrid, Fuentenebro, 1872.

Pozo, María Dolores

Jazmines y violetas. Trad. del inglés.

Prota, María Isabel

J. Janvier, Vida del señor Dupont. Tours, Marne, s. a. (1893).

Puget, R. de

Trad. de dos relatos de Federica Bremer (Las hijas del presidente, La familia H., del sueco) en La Esperanza (1856).

Pujol, Josefa

Trad. de relatos en El correo de la moda (1878-1879) y en La madre de familia (1878).

Pujol, Rosa

Enrique de Kock, Besos malditos. Barcelona, Mañero, 1874.

Pulido y Espinosa, Francisca

Compendio de Historia Sagrada y nociones de historia profana. Madrid, Corrales y C.ª, 1846; Michelet, Manual cronológico de historia universal. Madrid, Corrales y C.ª, 1847; Robert, El tribunal secreto. Madrid, J. M. Alonso, 1848.

Quintero, Emilia

Varias trad. (16) del francés y del italiano en El correo de la moda (1876-1884).

Rubiano, Ventura

Jean-Joseph-François Poujoulat, La beduino. Madrid, M. Arias, 1840; Albert Clerc, Fisiología del músico. Barcelona, Bergnes, 1843; Trembicka, La misión de la mujer. Trad. del inglés. Valencia, B. Monfort, 1845.

Sáez de Melgar, Faustina

Pedro Amo, Cantos escolares; Pierre Zaccone, Los dramas de la Bolsa. Madrid, A. Pérez Dubrull, 1884; Federica Bremer, Los vecinos. París, Corbeil-Crete, 1883; Carmen de Silva, Flores y perlas. Madrid, El Correo, 1889; Carmen de Silva, Copo de nieve, folletín en El resumen (1888); Mme. de Waddeville, La sociedad y sus costumbres. París, A. Hennuyer, 1883; varias trad. del inglés y del francés en La violeta (1862-1866) y en El correo de la moda (1874-1889), algunas ya publicadas en La violeta y otras reunidas más tarde en volumen (Carmen de Silva).

Santiago, Magdalena

Roberto Braceo, Muecas humanas. Valencia, F. Sempere, 1906; Ellen Key, Amor y matrimonio. Barcelona, Henrich y C.ª, 1907; F. Queyrat, La imaginación y sus variedades en el niño. Madrid, Sucesores de Hernando, 1910.

Serrano, Emilia = baronesa de Wilson

Dumas, El hijo natural. París, Ambuisson & Kugelmann, 1858; Rocheflamme, María Magdalena, cortesana y amiga de Jesús. Barcelona, Maucci, 1904.

Sierra, Casimira

Gracia Aguilar, Influencia de la educación doméstica. Trad. del inglés. Madrid, Impr. de Francisco Abienzo, 1860.

Sinués, Pilar

Dos madres para una hija. Trad. del francés. Madrid, J. Roldan, 1890 [cont. también Fany Kendal, trad. del inglés]; Un libro para los jóvenes. Estudio social. Trad. del francés. Madrid, Tipografía de Montoya, 1879; Veladas de familia. Locuras humanas. Madrid, Juan Roldan, 1890.

Torres Cabrera, Condesa de

Consejos de una madre cristiana sobre los deberes de la mujer. Trad. del francés. Córdoba, Impr. del Diario de Córdoba, 1892.

Tovar y Salcedo, Antonia

Reynaldo y Elina o la sacerdotisa peruana. Trad. del francés. Valencia, Estevan, 1820.

Vera, Joaquina

Leonio & Bernard, Toma y daca o que se queje aquel que pierda. Madrid, Yenes, 1840; Dupeuty, Actriz, militar y beata. Madrid, 1844; Laurencin, Cuando se acaba el amor. Madrid, Repullés, 1844; El disfraz. Madrid, Repullés, 1844; Dos amos para un criado. Madrid, Repullés, 1844; Elisa o el precipicio de Bessac. Madrid, Repullés, 1844; E. Bulwer Lytton?, Leila o el sitio de Granada. Trad. del inglés por el autor de Eugenio Aram, Rienzi, etc. Madrid, Rivadeneyra, 1845; Paciencia y barajar. Madrid, Repullés, 1845; Megani. Madrid, V. Lalama, 1851; De España a Francia o una noche en Vitoria. Madrid, Cipriano López, 1858; Donde las dan las toman. Madrid, V. Lalama, 1849; En todas partes hay de todo. Madrid, Cipriano López, 1858; ¿Quién es su madre? Madrid, Imprenta de Zaragozano y Jaime, 1873; un relato va La Alhambra (1840).

Xambo, Eulalia

Laumier, La idiota. Novela publicada en Las Noticias de Murcia (1879).



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