-
¡A
cuánto susto el cielo te condena,
-
A la virtud, cuando
habitara el suelo,
-
A la voz de los
tiempos rigurosos
-
A Limano
jurábale Filena
-
A par del grito
universal que llena
-
A vos corriendo
voy, brazos sagrados
-
Acordarme no
quiero, Orminta amada,
-
Acostumbrado,
Filis, a tu halago
-
¿Adónde te hallaré, Ser
Infinito?
-
¿Adónde, adónde
está, dice el Infante
-
Al ambicioso aterran
los cuidados
-
Al clamor de la
pública alegría
-
Al fuerte patriarca
la primera
-
Al matutino canto
valeroso
-
Al nombre de
Candamo un monumento
-
Al tiempo que los
hombres y animales
-
Al ver la noche
Adán por vez primera
-
Al ver yo mil
poetas zalameros
-
Alcino, quien los
ásperos rigores
-
Alivia el peso,
soberana Astrea;
-
Álzase Marco
Tulio de su asiento
-
Amó Fileno
un tiempo a Fili bella,
-
Amor alma es del
mundo; amor es mente
-
Amor, como se vio
desnudo y ciego,
-
Amor, tú que
me diste los osados
-
Antes al cielo
faltarán estrellas,
-
Antes al cielo
faltarán estrellas,
-
Aquí suelto
la pluma ¡oh patria amada,
-
Arde mi
corazón y su violento
-
Arde mi
corazón, y su violento
-
Ardiendo, Zoylo, en
cólera inclemente,
-
Ardiente una
muchacha el otro día,
-
Arrebatado y
caudaloso río
-
Arrebató la
Parca... (¡Parca fiera,
-
Así como el
bridón noble y fogoso
-
Aún en mi
corazón, con fuego impreso,
-
Aunque es verdad
que he escrito algunos miles
-
Ausentome de ti,
¡paterno Sado!
-
¡Ay de ti, si
proféticos amores
-
¡Ay,
cuántas veces a tus pies postrado,
-
Bajo esta losa
yacen los despojos
-
Basta Cupido ya,
que a la divina
-
Bien puede el mundo
entero conjurarse
-
Bien sé que
en vano mi dolor violento
-
Bien sé que
en vano mi dolor violento
-
Borrasca,
disfrazada en la bonanza;
-
Botijo con bonete
clerical
-
Botijo con bonete
clerical,
-
Brame si quiere
encapotado el cielo:
-
Busca el albergue
en la tiniebla fría
-
Busco la paz, y en
triste lucha espiro;
-
Caco, cuco,
faquín, bibliopirata,
-
Cansada nunca de tu
vano intento,
-
Canta blanco
palomo, y de la aurora
-
Canta el forzado en
su fatal tormento,
-
Cargado de mortal
melancolía,
-
Casas moriscas,
patios con jazmines,
-
Casó Maruxa,
gruesa gallegota
-
Católico
monarca, que has vencido,
-
Ceden del tiempo a
la voraz corriente
-
Célebres
calles de la corte indiana,
-
Ceniza espiritada,
vil mixtura,
-
«Cerca del
Darro, en soledad amena»,
-
Cesa en la octava
noche el ronco estruendo
-
Cierto galán
a quien París aclama,
-
Cierto preciado
fanfarrón un día,
-
Como si amor por
sí, Filis, no fuera
-
Con licencia,
señora, de ese pelo
-
Con voz
aguardentosa parla y grita
-
Constante Celia, a
quien la suerte en vano
-
Contempla,
pasajero, la morada
-
Copia el hombre
celajes purpurinos,
-
Cotorreando en
mórbidos sillones,
-
Cristo piadoso, que
en la cruz clavado,
-
Cruje feroz el
carro furibundo
-
Cruzaba el hijo de
la cipria diosa
-
¡Cuál
como tú feliz, bella Tomasa,
-
¡Cuál
me lleva el Amor, cuál entre abrojos
-
Cual suele abeja
inquieta, revolando
-
Cual suele con las
ramas enlazadas
-
Cual suele en la
floresta deliciosa
-
Cual viene en pos
de nebuloso invierno
-
Cual viene en pos
del borrascoso invierno
-
Cuando al
compás del bandolín sonoro
-
Cuando al morir el
poderoso estío
-
Cuando alzando los
ojos miro al cielo
-
Cuando de mi camino
atrás volviendo
-
Cuando del mar las
ondas cristalinas
-
Cuando el horror de
su traición impía
-
Cuando improvisa mi
prisión oscura
-
Cuando mi bien el
campo hermoseaba
-
Cuando no hallaba
ni aun en sueño vano
-
Cuando pienso,
Señor, la repetida
-
Cuando sólo
tenías un empleo,
-
Cuando tu blanca
frente yo ceñía
-
Cuatro tomas de
ausencia recetaron
-
Cupido, como
niño, se estremece
-
Dame, traidor
Aminta, y jamás sea
-
Dase Dios por
manjar a su escogido
-
De agudo mal el
golpe no esperado
-
De Cíparis
dejado el afligido
-
De cóncavos
metales disparada,
-
De dos tiernas
amantes tortolillas,
-
De esmeraldas que
crió la primavera,
-
De la diestra de
Jove altitonante
-
De la divina Astrea
al bibio estrecho
-
De las
Españas y las Indias rey
-
De púrpura
vestida ha madrugado
-
De tu dueño
tirano los recelos,
-
De tus doradas
hebras, mi señora,
-
Deja ya la
cabaña, mi pastora;
-
Del gran Carlos la
sabia providencia
-
¿Del gran
sistema la contraria suerte
-
Del grueso tronco
del mejor madero,
-
Del nacarado
Oriente a los umbrales
-
Del oro, como
muchos, no dependo,
-
Del padre Tajo el
agua cristalina
-
Densas nubes vomita
el Occidente,
-
Desciende de las
fúlgidas mansiones,
-
Desordenado en
desaliño airoso
-
Despierta,
Elpín; y guarda que el hambriento
-
¡Desventurada
patria! son llegados
-
Dicen que eres
mudable, don Pepito,
-
Dices que no
merezco, dueño mío,
-
Díjome Fabio
que en el monte Hibleo
-
Diz que en un buque
de marfil nevado,
-
¿Dónde cogió el Amor, o
de qué vena,
-
Dorando alegre en
la oriental ribera
-
Dos veces y no
más Márgara mía,
-
Dulce consuelo del
linaje humano,
-
Dulce es a la
codicia cuanto alcanza
-
Dulce esperanza,
del prestigio amado
-
El que de su
quietud tanto se olvida,
-
El tachonado y puro
firmamento
-
En catre de
esmeraldas nace altiva
-
En el salón
dorado resplandece
-
En el tropel de
males que padezco,
-
En esos hoy
encantadores valles,
-
En este valle, do
sin seso ahora
-
¡En media
hora un soneto! ¿A qué cristiano
-
En tanto que el
avaro codicioso
-
En tus juicios,
gran Dios, la equidad brilla:
-
En un sucio
rincón doliente ya
-
En vano, Elisa,
describir intento
-
En vano, Filis
bella, afectas ira,
-
Entrégate al
reposo ya en buen hora,
-
Envuelta en sombras,
alta la guadaña,
-
Era invierno, y las
horas del sosiego,
-
Es el hombre, entre
todos los vivientes,
-
¿Es la liar
de Píndaro valiente
-
Es tan grande mi
amor, oh Lisi mía,
-
Es tarde ya para
que amor me prenda
-
Esa cabeza erguida y
orgullosa,
-
Escucha Dios en su
encumbrado cielo
-
Ese que en honra de
la patria un día
-
Esporo, ese poder,
esa grandeza
-
Esta es la villa,
Coridón, famosa
-
Esta que aun lleva
la encarnada espina,
-
Esta turba
famélica y bellaca
-
Estaba una fregona
por enero
-
Este grandioso
Túmulo erigido,
-
Estos que
levantó de mármol duro
-
Estudia poco o
nada, y la carrera
-
Falleció el
ínclito Belgrano
-
¡Feliz plantel
del suelo americano,
-
Figurarme
solía un magistrado
-
¡Fresca
arboleda del jardín sombrío,
-
Gallardo alzaba la
pomposa frente,
-
Gasté mi ser
en lides de demencia:
-
Gime la prensa cuna
al pliego ajusta
-
Gloria y delicia de
los patrios lares,
-
Gran Rey, Vos que
con pasos vencedores
-
Guarda mundo tu
flaca fortaleza,
-
Guarda, Olimpia, esa
boca seductora,
-
Haces grande merced
en despreciarme,
-
Hallándome
del mundo retirado
-
Hallar piedad con
llantos lastimeros
-
Hermosa fuente que
al vecino río
-
Hermosas hebras de
ébano luciente,
-
Hermoso y adorado
dueño mío,
-
Hombres bobos, que
al ver una hermosura
-
Hoy que sus rayos
el mayor planeta
-
Hoy que sus rayos
el mayor planeta
-
Hoy se presenta a mi
memoria triste
-
Huye, Climene, deja
los encantos
-
Id, mis suspiros,
id sobre el ligero
-
¿Jesús circuncidado?
¿Dios herido?
-
Jugo Divino, honor
de Andalucía
-
La blanca rosa que
embalsama el viento,
-
La envidia con su
aliento venenoso,
-
La guerra por un
caso inevitable
-
La guerra por un
caso inevitable
-
La ilusión
dulce de mi edad primera,
-
La lira de marfil
que tierno un día
-
La luna mientras
duermes te acompaña,
-
La Luna, mientras
duermes, te acompaña;
-
La sombra de este
tronco, yerbas, flores,
-
La voz sonora de un
rocín gallego
-
Lamiendo reconoce
el beneficio
-
Las blandas quejas
de mi dulce lira,
-
Levántome a
las mil, como quien soy.
-
Los ojos tristes de
llorar cansados,
-
Luzbel creyó
que el orbe de la tierra
-
Mandáis,
Señora que un soneto os haga
-
Más bella
que la flor del tamarindo
-
Más quiero
estar rollizo como un sollo
-
Metiose Amor a
boticario un día,
-
Mi solo y dulce
amor, Corina hermosa,
-
Mientras
vivió la dulce prenda mía,
-
Mira,
español, tus ínclitos abuelo,
-
Mísero
leño, destrozado y roto,
-
Mortal, que pisas la
dichosa tierra,
-
Nace la aurora y el
hermoso día
-
Nací de
honesta madre: diome el Cielo
-
Narices y pescuezo me
cortara
-
Naturaleza absorta
en este día
-
Necio, atrevido y
loco me apellida,
-
Necio, atrevido y
loco me apellida,
-
Ni siquiera un
renglón ayer he escrito,
-
No basta que en su
cueva se encadene
-
No con vana lisonja
y blando acento
-
No en vano,
desdeñosa, su luz pura
-
No fue esta pobre
tumba destinada
-
No fue ilusoria, no,
nuestra esperanza
-
No fue tu gloria el
combatir valiente,
-
No hay otro Fray
Gerundio, ni le ha habido,
-
No hay quien en la
nobleza a mí me exceda
-
No le envidio la
pluma al gran Cervantes,
-
No nació la
mujer para querida,
-
No tanto de placer
queda colmada
-
No te quejes, oh
Nice, de tu estado
-
No temas,
simplecilla, del dichoso
-
No tienes ya del
tiempo malogrado
-
Ofréceme tal
vez la fantasía
-
Oh deseo insensato,
tu osadía
-
¡Oh noche!
Cuando a Adán fue revelado
-
¡Oh noche!,
cuando a Adán fue revelado
-
¡Oh
Señor de la vida y de la muerte!
-
¡Oh sobre que
principio tan incierto
-
¡Oh!
¡Ingenio, ameno, célebre y profundo!
-
¿Oh,
dónde habitas, militar guerrero?
-
¡Oh, si el
dolor que siento se acabara,
-
Ojos divinos, luz
del alma mía,
-
Ora pienso yo ver a
mi señora
-
Padres los dos
felices algún día
-
Parte a dorar con
luces celestiales
-
Pasa fugaz la
alegre primavera,
-
Pende en el foro,
triunfo de un malvado,
-
Pensando en Juana
tomo siempre el sueño,
-
Perdí mi
corazón ¿le habéis hallado
-
Perdí mi
corazón, ¿le habéis hallado
-
Perdona, bella
Cintia, al pecho mío,
-
Perdona, Lisa
mía, la extrañeza,
-
Pierde tras el
laurel su noble aliento
-
Pisa Ricardo la
ciudad tomada
-
Pluguiera a Dios,
que en ti, Sabiduría
-
Ponderarte el ardor
que violento,
-
Ponderarte el
ardor, que violento
-
Por algún
accidente no pensado
-
¿Por
qué aspira sin fruto, Arnardi bella,
-
Por su carrera el sol
iba corriendo
-
Porfiado
está tu amor, y es muy violento,
-
¡Pradina
hermosa! cuando Dios quería,
-
Precioso
niño, si al templar mi pena
-
¡Providencia
adorable! ¿por qué dejas
-
¡Provincias de
la Unión! no el torpe olvido,
-
Puro y Luciente
sol, ¡oh, qué consuelo
-
¡Qué
dulce es una cama regalada!
-
¿Qué
eres, mundo falaz? ¿Por qué apetece
-
¿Qué
es esto, amante corazón rendido?
-
¡Qué
estupendo banquete, qué función
-
¿Qué
importa que del cielo disparado
-
¿Qué
imposible no alcanza la hermosura?
-
¿Qué
inusitada aclamación festiva
-
¡Qué
lazos de oro desordena el viento,
-
¡Qué
noche! Cuando Adán fue revelado
-
¿Qué
quieres, crudo Amor? Deja al cansado
-
¿Qué
resta al infeliz que acongojado
-
¿Qué
tesoros, Fernando, te ha mostrado
-
Quédate,
adiós, pendiente de este pino
-
Quédese de
tu templo ya colgados
-
¿Quién tu rostro divino, Fili
hermosa,
-
Quiero que mi
pasión, ¡oh Enarda!, sea,
-
Rebaño
humilde, llora inconsolable
-
Renuncia, Fabio,
empeño tan violento,
-
Rinde, bruto, a mis
fuerzas invencibles
-
Río,
¿do está de Laso la divina
-
Rodeado mi amor de
inconvenientes,
-
Rómpase ya
la mísera flautilla,
-
Rompe el león
soberbio la cadena
-
Sabes, rubia,
¿qué gracia solicito
-
Sabia Polimnia en
razonar sonoro
-
Sacude abril su
fértil cabellera
-
Sagrado Redentor, y
dulce Esposo,
-
Salgo del Betis a
la ondosa orilla
-
Salida del Averno
pestilente
-
Señor D.
Juan, quedito, que me enfado:
-
Señor don
Juan, quedito, que me enfado.
-
Señora de la
selva, augusta rosa,
-
Señora
mía, si porque yo os quiero
-
Sentir de una
pasión viva y ardiente
-
Ser liberal,
según las ocasiones,
-
¿Será
que siempre esté, cara Pradina
-
Si de Laredo buen
salmón, buen sollo
-
Si después de
la muerte, todavía
-
Si Dios omnipotente
me mandara
-
Si Dios omnipotente
me mandara
-
Si en la hebrea
hermosura que desdora
-
Si entre las damas
que la corte adora
-
Si es muerte, si es
infierno, Lisi mía,
-
Si fuera dable que
mi extravagancia
-
Si más me
pides celos, Filis mía,
-
Si nadie puede
verte sin amarte,
-
Si no brindo con
vino a tu salud,
-
Si plugo a Carlos
con la regia mano,
-
Si por la noble
senda del dios Marte
-
Si por robarte a mi
pasión ardiente
-
¿Si
será de amistad, Filis hermosa,
-
Si tu
mérito, Lisi, conocieras,
-
Si Venus apacible,
hermosa, afable,
-
Si vi tus ojos,
Delia, y no abrasaron
-
Sí, Pepa,
bien lo sé: Flora es tan linda
-
Siempre, bella
Pilar, siempre risueño
-
Siete duros al mes
de peluquero,
-
Silvio, el voraz
incendio que violento
-
Sin reparar
adónde me llevaba
-
Sobre la negra tumba
recostado
-
Soñaba yo; y
en lecho damasquino
-
Soñé
que la fortuna en lo eminente,
-
Soñé
que la fortuna, en lo eminente
-
Su manto
recogió la noche oscura
-
Suele el pastor que
duerme prevenido
-
Suele tal vez,
venciendo los rigores
-
Suelta mi palomita
pequeñuela
-
Suena confuso y
mísero lamento
-
Suena el
bárbaro edicto, desparece
-
Sufre las nieves,
sin temor al frío,
-
Sumar la cuenta del
total tesoro,
-
Templan los vates
para ti su lira;
-
Tiempo, adorada,
fue cuando abrasado
-
Tímido
corzo, de cruel acero
-
Todo lo muda el
tiempo, Filis mía;
-
Traga-infolios,
engulle-librerías,
-
¡Tres
años de proezas singulares,
-
Triste cosa es gemir
entre cadenas,
-
Triste la
España, «¿adónde vas,
Fernando?»
-
Tú a quien
afable concedió el destino,
-
¿Tú
lleno de pavor pasas el día
-
Tú que audaz
recorriste sin cansarte
-
Un alto y generoso
pensamiento,
-
Un cachidiablo
toro, el vil Patillas,
-
Un sombrero con
visos de nublado,
-
¿Un soneto a
tus ojos, Laura mía?
-
Un tío
enfermo y en edad anciana
-
Una vez, y no
más, Ofelia mía,
-
Ve, pobre anillo,
hasta la linda mano
-
Ven, ceñida
de rayos y de flores
-
Ven, noche amiga;
ven, y con tu manto
-
Venid, ticianos, a
ilustrar pinceles:
-
Venus Divina, madre
de placeres
-
Verás amigo
un burro alivolante,
-
¡Ves, Lauso,
desalado un vulgo impío
-
Vida, que sin cesar
huyes de suerte
-
Viendo el tirano
que el valor ferviente
-
Vierte sus
abundancias Amaltea
-
Vio Venus en la
alfombra de esmeralda
-
Viose un guarrero
en lides y ruinas,
-
Volviome loco una
mujer hermosa
-
Vuelven a tu poder,
Filis divina,
-
¿Y eres
tú Dios? ¿A quién podré
quejarme?
-
¿Y posible
será que destinado
-
Ya del eterno Sol,
divina Aurora,
-
Ya no reina en las
tablas Marco Antonio,
-
Ya que fue
inevitable mi infortunio,
-
Ya que no puedo,
por desdicha mía,
-
Ya silba el viento
en la nevada cumbre,
-
Ya veis cual viene,
amantes, mi pastora
-
Yo soy de poca
edad, rica y bonita;
-
Yo vi una altiva
populosa encina
-
Yo vi,
¡triste memoria de mi pena!,