A Amor le dan diversos atributos; ¡A buen tiempo me cogen desengaños ¿A cuál hombre jamás le ha sucedido, ¿A dónde vas amenazando ausencia, ¿A dónde vas, lascivo pensamiento? A jugar me senté con la fortuna A las perlas del alba descogían A las reliquias que en distancia poca ¿A qué puede llegar mi desventura, ¿A qué puede llegar mi desventura, ¿A qué puede llegar un mal suceso A quien pudiera suceder la afrenta, A su Dios, a su patria, a sus parientes A Sumo bien, o gloria inestimable A verte vengo, si por dicha puedo A vos ¡oh, sacerdote soberano!, Aborrecí querido, y olvidado Acaben hoy mis locas esperanzas Adiós casadas, piélago de engaños; ¡Adiós, atolladeros y honduras Adiós, Elvira: adiós, esposa y dueña; ¡Adiós, famosos muros, ciudad bella, ¡Adiós, Solteras de embelecos llenas; Adónde huyes, si a vengarte vienes, Agora sí, mi dulce amada esposa ¡Ah, Babilonia! ¡Cuán confusamente Ahora hermosa Virgen, que desata Al autor de la luz tanto desvelo, Al que roba en el monte, y en poblado Al Rey de tres personas, y uno solo Al signo de León, de nueva estrella ¡Alado dios, vendado niño ciego, Álamos blancos, que de verdes nuezas Alarga riendas pensamiento loco, Alegres flores que con varias tintas Alfonso y Lauro, si olvidar pudiste, Alfonso y Lauro, si olvidar pudiste, Alfredo, si yo fuera blanca aurora, Alma cubierta de esta vil corteza, Alma, estoy encantado? estoy perdido? Altas montañas, donde el cielo llueve Alto subir de la potencia ha sido Altos montes nevados, que aun apenas Alza la frente, de cristal ceñida, Amando, recelar daño en lo amado, Amar por ver amar, envidia ha sido, Amé desde el principio de mi vida, Amó la hermosa reina del Egipto Amor con qué te curas? Con olvido. Amor desconcertado, qué es tu intento? Amor grosero, acuciador del home, Amor me puso en tanta desventura Amor que no es amor, forzado el gusto, Amor seis años ha que me has jurado Amor, amor, porqué te llaman gloria, Amor, amor, un hábito vestí ¡Amor, Amor, yo quedo de esta vez ¡Amor, Amor, yo quedo de esta vez Amor, de amar me reprehendo y riño; Amor, de Salamanca me has traído, Amor, desnudo al campo salió un día, Amor, enfermedad de los sentidos, Amor, no ha sido trato de hombre honrado, Amor, no se engañaba el que decía Amor, pues que de Dios te precias tanto, Amor, quien más de ti piensa que entiende, Amor, si entre las almas de los rudos Amor, tiempo, ocasión, fortuna, cielo, Amore, bosancé sa gran bellaca; Andaba enamorada la pobreza Andan mis males por volverme loca, Anillos tiene amor de blanca nieve Antes la tierra vestirá de estrellas Antes verá el bergante el almohaza Antes verás en la cocina lumbre, Aquel verde botón, que lazo airoso Aquesta ha sido permisión del cielo; Aquí arderéis, pues celos os desdoran Aquí dio fin mi loco pensamiento, Aquí me vuelven las desdichas mías Aquí yace el espanto y maravilla Aquí, donde jamás tu rostro hermoso Aquí, donde jamás tu rostro hermoso Árboles haced fiesta a mi esperanza, Arma nacida en el infierno horrible; Armas de amor, señora, son tus ojos, Arrepentido amor de haber querido Arrió a tus puertas llama: abre tus puertas, Asperísimas peñas, donde apenas Asperísimas sierras, que en altura Ásperos Montes, de tinieblas llenos, Áspides coge, fieras sierpes cría, Áspides que abrasáis mi pecho infame, Atada a un risco Andrómeda lloraba, Atreviose el inglés, de engaño armado, Aunque conozco la bajeza mía, Aunque de roble y de laurel no enrames, Aunque es verdad que tanto bien deseo, Aunque vengarme de tu sol pudiera, Ausencias lloro, amante omnipotente, Ausente esposo, si en la triste nueva Ay de mis pensamientos mal logrados, Ay fuerte más cruel, Antonio mío, ¡Ay, Celia mía, más que el alba hermosa, ¡Ay, dulce libertad! ¡Cuán caro muestras, ¡Ay, fuerte obligación! ¡Ay, honra, asida Bañaba el sol la crespa y dura cresta Bastaba, fiero amor, haber rompido Beatriz, entre este dedo y el pequeño, Belisa, por tus pies andan perdidos Bellísimo animal parece el hombre. Bien al contrario pienso yo dar medio ¡Bien haya, Amor, el tiempo que he vivido Bien puede este jardín, Otavia ausente, Bien sé, cabellos, que los cercos de oro Bien, Roma, los que sirven los abonas, Blancos jazmines, encarnadas rosas, Blando sueño amoroso, dulce sueño Bosque del río de Madrid, no puedo Brama el mar, y la pobre navecilla Bruta atalaya, inaccesible peña, Cae sobre el dragón que le ha mordido Camarón más sonante, que no el Dux Cándida y no pintada mariposa Cansada barca, que a morir navega, Canta con dulce voz en verde rama Canta pájaro amante en la enramada Canta pájaro amante en la enramada Canta pájaro amante en la enramada Cárcel, prueba de amigos y venganza, Casarme quiere este tirano impío Casáronme mis ojos, mis oídos, Cayó la torre que en el viento hacían Cayó la Troya de mi alma en tierra, Cayose un escarpín de la derecha Celos hacen a veces buen efecto, Celos que amor en las sospechas cría Celos, que tantas veces me habéis dado Ciencia es saber, que con ingenio y arte Como al reclamo acude el pajarillo, Como esclavo que en el Argel vivía ¿Cómo puede guardarse el dilatado Comparaba un discreto el casamiento Comparaba un discreto el casamiento Con cuales ojos te miro, Teodora, Con imposible gloria amor me exhorta; Con justa causa agradecido al cielo ¡Con qué justa razón a la esperanza Con tal secreto me rendí ha seis años Confuso y atrevido pensamiento, Corona, ilustre luz, baña y colora Corren los días, y el que ya los pasa, Cruel amor, ¿tan fieras sinrazones Cruz soberana, donde el Verbo humano ¿Cuál es el miserable caminante Cual hombre, o Clara, no sintió tu afrenta Cual reo, en tanto, que la juez escribe Cual sube el sentenciado la escalera Cuando de mi atrevido pensamiento, Cuando el sujeto que se quiere y ama Cuando en el nido el pajarillo asiste Cuando en la mar el bello sol se esconde, Cuando los celos en sospecha andan, Cuando memorias sin azul me dieran, Cuando mi libertad, contemplo y miro Cuando pensé que estaba la fortuna Cuándo será mi tránsito? Cuando sin penas yo pudiera amaros Cuándo verán mis tristes pensamientos, Cuantas cosas formó naturaleza ¡Cuántas veces, Señor, me habéis llamado, ¡Cuánto debe Joseb, rey soberano, Cubierta de lucidas banderolas, Cuentan de un rey que a un árbol adoraba, Cuenten luego novelas y ocasiones Cuidados de mi amor, ¿quién os anima Cuidados míos: muy aprisa intenta Culpa he tenido, España belicosa, De la alta empresa reprehendo y riño De la prisión del Etna se desata ¿De qué sirve esconderse de tu flecha, De verdes mantos las cortezas cubre Dejando el campo de Agramante, vengo Dejaste, ingrata, divertida, en vano Dejó su dulce y regalada esposa, Denme de noche por detrás un tajo, Desde el agua del rígido Mosela, Desde estas playas bárbaras, y costas, Deseos de subir adonde pueda ¡Desiertos campos, soledad gustosa, ¡Desiertos campos, soledad gustosa, Di, Lucinda, el honor y el ser honrada Diamante del amante más perdido, Dichosa la nación, pues la ha tenido Dichoso aquel que en mudas soledades ¡Dichoso el bien nacido, el noble, el grande, ¡Dichoso el labrador, que del arado Dieron por competencia los Planetas Dígame quien lo sabe o quien lo entiende. Digo, Señor, que luego al mismo punto Dijo Laura que celos son heridas Dios de mi alma, inmenso Señor mío, Dios de mis padres, no es soberbia mía Discreta fuera yo, sino quisiera Disgustos tiene mi querido esposo; Dispuso amor que en el amor hubiese Divina fuente perenal, de donde Divina fuente, celestial, perenne, ¡Divina tabla, celestial pintura Divino Jehová, principio y fin Divino Jehová, principio y fin Divino vencedor, de amor vencido, Dudoso estado a lamentar me obliga Dulce cosa es amor mientras promete; Dulce desdén, ¿a qué remota parte, Dulce fueras, amor, dulce y sabroso, Dulce Señor, enamorado mío, Dulce tormento do el amor se vía Dulcísima Isabel, no te encarezco Dura cosa es servir tirano dueño, Dura necesidad, madre afrentosa Ea, instrumentos rotos y civiles Echaban los romanos a las fieras, Echado en este suelo, o luces bellas, Echando al mayor mundo todo el velo, El agua que corrió de clara fuente El cielo está cansado de sufrirme, El cielo estuvo sobre Atlante fijo; El hombre es ese triste peregrino, El libre pajarillo se cautiva El principio del nombre de mi dama El sátiro, que vio primero el fuego Empresa grande fue romper con Argos En ánimo, Señor, de tiernas damas En ausencia de Antón, dulce vaquero En caja tersa, en seno nacarado, En competencia el Tibre, el Ebro, el Tajo, En confusión estoy, y justamente, En duda de mis celos honra grave, En el papel de mi confusa vida, En la plaza da voces libremente, En libertanzas de soltera vida En mar y tierra, en fuego, el pensamiento En vano os levantasteis, pensamiento, En vano sigo un loco pensamiento. En vano, locos pensamientos míos, Enamorado está mi pensamiento Enamorado está mi pensamiento Enferma Clori de tus ojos bellos, Entre las armas del sangriento Marte, Entré por laberintos tan extraños Entre zarzas, cambrones, llamas, fuego, Es alma todo aquello que en mí siento Es el amor reloj desconcertado, ¿Es Sol este hombre? sí, que resplandece; Esclavo de mis ojos, ya he sabido España bella, que de Hispán te llamas, Españoles gallardos, norabuena Esparcido el cabello por la espalda Espera, ingrato, y mira lo que debes Esperanza del bien que me entretiene, Esta del cielo imitación sagrada, ¿Estáis contentos de mi engaño, engaños? Este es el fin de un loco atrevimiento, Este es el punto a que llegar desea Esto es amar, esto es temer, que en esto Estos los sauces son, y ésta la fuente, Estrella de Jacob, vara de Aarón, Estrella, de tus negras, celestiales Excelsas torres y famosos muros, Extraños aunque nobles pensamientos, Fábricas de la tierra, polvo, nada; Fálaris, el tirano de Agrigento, Farol de amor, que siempre resplandece Fenisa Dido, que en el mar Sidonio Fenisa, más sabrosa que una nuez, Feroz león, la planta fiera en vano, Flaco, amarillo, lánguido y sediento Flechas de Amor, de plomo y de oro puro, Florentín engañoso, ingrato Albano, ¿Fortuna, que a Sevilla me trajiste ¡Fuese enojado! Amor, ¿qué culpa tengo Fuese, que es hombre, y despreciado olvida; ¡Furiosa guerra del entendimiento! Gentil ha sido el fin con que remata Gózase el labrador en buenos años ¡Gran cosa un rey: de sólo Dios depende! Gran tiempo me ha tenido amor humano, Guerra, quién te inventó? si soy injusta, Hablé atrevida, porque no hay pisada ¡Hago testigos a estas verdes plantas, Halla el herido ciervo de la hierba Halló la flauta Pan, Palas la oliva, Halló las artes el ingenio humano, ¿Hay alguna mujer que más confusa Hay cosa que se iguale en las pasiones, ¿Hay desventura igual? ¿Cuál hombre ha sido, Hay más en que me siga mi fortuna, ¿Hay más extraño amor? ¿Pero qué digo ¡Hayas del monte, en qué piedad tan justa Hermosa cara, no os vendáis barat, Hermosa variedad, centro de España, Hermosa virgen, cuyo cuerpo santo Hermosa Virgen, si alabaros quiero Hermosas aguas, puras, cristalinas, Hermosas plantas, árboles y flores, ¡Hermoso sangrador, dulce barbero, Hermoso sois, sin duda, pensamiento; Hermosos ojos, rayos habéis sido Hiedras que, de estos álamos esposas, Hijos de amor, aunque de amor bastardos, Honra bien sabe lo que sois, bien sabe Horas feas leona mi leona Hoy el airado mar blancas arenas Huesos que a tantos les habéis quitado Hurta los rayos al dorado hermano, Huyendo voy de todo el bien que tengo, Iguálase a mi mal algún tormento? Imaginanzas del bien mío perdido Incrédulo es amor, y amor es cosa, Inés, cuando te vi, te amé; no pude Inés, cuando te vi, te amé; no pude Inés, sin verte. el alma te adoraba, Inés, sin verte. el alma te adoraba, Inés, tus bellos, ya me matan, ojos, Influya el cielo, influyan los planetas Ingrato dueño mío, aunque pretendas Inquietud en el alma, que el sosiego Invención de algún Ángel, y no bueno, Iras de amor, estrellas enemigas, Jacinta, alto sujeto de hermosura, Jamás me diste, amor, algún contento Junta las piedras amoroso el trato, Justa y Rufina, hermanas valerosas, Justas quejas que derramaba al viento, La calidad elemental resiste La clara y blanca luna se oscurece, La dulce lengua de engañoso estilo La firma de ser hombre cualquier hombre La honra del casado es fortaleza La mano, cuyo sois, si con vos diera, La más altiva y próspera victoria, La opinión general pinta desnudo La opinión general pinta desnudo La Reina de Sicilia con Rugero La siempre excelsa, grave y gran coluna, La siempre excelsa, grave y gran coluna, La tierra al alto cielo agradecida Las altas luces, despeñado en ellas, Las injurias que tocan al ser hombre, Las máquinas que tienen más grandeza Las parias, Ataúlfo, alfaquí santo Laura gentil, que coronar pudieras Laura, ¿quién son aquellos embozados, Leña del sacrificio riguroso Leonardo ilustre, valeroso armífero, Lisardo mío, si en mi pensamiento Llamaron los filósofos la luna Lloran la ausencia del verano hermoso Loco, atrevido pensamiento mío, Lope Meléndez, si el amor es fuego, Los celos, que debieran ser temidos Los ojos de la envidia que excedieron Los que a tus plantas su hermosura aplican, Los trabajos extraños y excesivos, ¡Maldiga el cielo firmas y papeles, Marchitas plantas, ramos, fruto y rosas, Más quiero oír un vos, más un desprecio Mata, desdeña, abrasa, hiela, enciende Mató a Isabela un pronto paroxismo, Mató, para vengar a Filomena, Memorias de Madrid: pues no pudiste Menos hizo Lisímaco saliendo Merezca yo de tus graciosos ojos, Mi Dios, cuando por burlas fui cristiano Mi padre, que contigo, Leonor mía, Mientras Héctor divino despojaba Mil veces he advertido en la belleza, Montes de la sagrada Palestina, Montes de la sagrada Palestina, Montes de Miraflor, altas montañas, Montes, do yace la famosa cueva Mucho parece este español sirena, Muere la vida, y muero yo sin vida, Mujeres fueron los primeros males; Mujeres que a casar tan fácilmente Muros de Roma, plazas, teatros, cuevas, Muy flaca es la mujer, o tú muy fuerte, Nace del dulce pensamiento mío Nace en Egipto el fiero cocodrilo, Nace en el hombre, cuando al mundo nace Nací en España, el Reino de Toledo, Nací rey; pobre soy, secreto vivo. Nació el valor para sufrir desdichas, Nació una fuente clara y deleitosa, Navega en ondas por camino incierto, Negra, desaseada, descompuesta, Ni sé de amor, ni tengo pensamiento Ningún hombre se llame desdichado, Ninguno por más sabio que haya sido Niño inocente, que el rigor tirano Niño pequeño, que alcanzaba apenas No es esta del invicto Marco Albano No es firmeza de amor entristecerse, No es firmeza de amor entristecerse, No es muerto aquel que muere, si en la vida No estuvo Gerineldos en Sansueña No fueron vistos todos los queridos No hay cosa de temor que no se nombre No hay cosa más sujeta a destemplanza No hay que esperar, Olimpo, de mi vida No importa bien nacidos pensamientos, No por guardar a la mujer se puede No puede haber amor que iguale al mío; No queda más lustroso y cristalino No sale de las puntas del cogollo No sé que siento del desdén que veo, No sé que tengo, dulce pensamiento, No sé que tiene Albano, que estos días No sé quien ama donde no es querido, No sé quien ama donde no es querido, No siento ¡oh muerte! que a mi espalda vienes, No suele el temeroso navegante, No te engrandezcas ya, ¡oh mar de España! No tiene tanta miel Atica hermosa, No ¡por Dios!, dijo la celosa dama, Noche la más oscura que se ha visto, Noche la más oscura que se ha visto, Noche siempre serena, cuyo velo Noche, que das descanso a cuanto vive, Non queda más helado y pavoroso, Notable engaño y opinión te ciega; Nunca, tirano amor, de tus embustes O mal, que cielo dio para castigo, O siempre en la piedad más generosas, ¡Oh cintas verdes, por mi bien halladas, ¡Oh confusión de mi amoroso engaño! ¡Oh ingenio y hermosura para sabios! ¡Oh lágrimas de amor, dulce violencia! ¡Oh noche desigual, del sol ausencia ¡Oh prolijo esperar de un bien en duda! ¡Oh verdugo del alma, la esperanza! ¡Oh, amado sin igual tormento! ¡Oh dura, ¡Oh, cuánto debe a la bondad divina ¡Oh, cuánto debe a la bondad divina ¡Oh, noche oscura! Alivio a los mortales ¡Oh, noche, que por sendas mal formadas ¡Oh, pues, qué linda cosa el casamiento ¡Oh, pues, qué linda cosa el casamiento ¡Oh, santas soledades, cómo vemos Olas del mar furiosas me parecen Oscura noche, capa de traidores, Oscura y siempre triste y enlutada, Oscuro laberinto, caos confuso, Oscuro laberinto, cárcel fuerte, ¡Otra vez, fuentes y árboles sombríos, Padre del Cielo, a cuya diestra y gloria Padre Eterno increado que pusiste Padre que engendras ab eterno el Verbo, Paloma blanca y cándida que al suelo Para cortar a Clori los cabellos, ¿Para qué se lamentan por historias Para vencer de amor el desafío, Parece que estos pasos temerosos Paredes altas, españoles muros, Parte, dulce sirena, en mis oídos, Pártese el sol por el umbral dorado Pártese el sol por el umbral dorado Pasa la mar el mercader que aspira Pasa la nave igual al pensamiento; Pasan el mar mis tristes pensamientos ¡Peñascos Altos, de la mar batidos, Pensaba la moral Filosofía Pensamiento de amor mal empleado, Pensamiento de amor mal empleado, Permíteme, hermosura, que te nombre Pero, Señor, si en vuestra cruz os miro Pide el amante celos al marido, Pidió Faetón al Sol el carro de oro, Plega a los cielos, adorada Elisa, ¡Pluguiera a Dios que sin hablar me oyeras ¡Pluguiera A Dios que sin hablar pudiera Poco más que mediana de estatura, Poderosa potencia, entendimiento, ¿Por Betsabé, David no mató a Urías? Por no creer, importunada, nada ¿Por qué lo que por mí pasar pudiera? Por ser veloz el Sol alegra el mundo, Porcia puede buscar ardiente fuego, Prendas del alma que os adora y ama, Primero que mi amor, Celia divina, Primero, mi Lisardo, habrá firmeza Próspera me sucede la Fortuna, ¿Puedo creer que aquesto es verdad? Puedo, Puertas, como se abrió la cárcel fuerte Pues Marqués, yo me parto en busca suya, Pues si todas las lágrimas lloradas Pues si yo te olvidare eternamente, Pues ya murió el pastor Melquisedech, Pues ya se pasó el día que alegraba Pues, primero, mi bien, los elementos Pululando de culto, Claudio amigo, Pululando de culto, Claudio amigo, ¿Qué aguardas, ignorante pensamiento, Que al fin te vas, ingrata, vuelve y mira ¿Qué amaba a Enrique la cruel Violante? Que amor de ociosidad principio tiene, ¡Qué bien un sabio, celos, os pintaba ¿Qué buscas, incansable pensamiento, ¿Qué culpa tuve yo, fortuna esquiva, ¿Qué dicha de las otras se adelanta, ¿Qué es aquesto? Lisardo se ha atrevido ¿Qué es esto, Amor? Si ya doña Ana sabe ¿Qué es esto, locos, pensamientos míos, ¿Qué es esto, que tan presto en la templanza ¿Qué es la causa que un hombre valeroso Que estimará mi amor, dice Clavela, Que eternamente las cuarenta y nueve Qué extrañas, confesiones, qué desvelos, Qué fin puede esperar un loco engaño, ¿Qué haces pensamiento? -Estoy pensando ¿Qué importa que la mar su arena envuelva ¿Qué intentan imposibles mis sentidos, ¿Qué me queréis, amor, que me persigues? Qué mi humildad la presunción dilate, ¿Qué monstruo, tiene Libia, por su ardiente ¿Qué nuevo encantamiento amor pretende? Qué paz gozara el mundo, sino hubiera ¡Qué poco dura el bien a un desdichado! ¡Qué presto que se ciega el más prudente ¿Qué pretende mi loco pensamiento ¡Qué propio es en amor, cómo lo cantan, Que pudo imaginar mi pensamiento, Que puede amor durar sin esperanza ¿Qué puedo ya esperar, desesperado Que siendo la virtud digna de amarse, ¿Qué sirve huir de lo que voy siguiendo? ¡Qué tarde, mal y nunca amor perfecto ¿Qué tempestad es esta que me embiste Quedan los campos cuando el sol se zampa Quedó toda mujer, por ley divina, Quejosas, Dorotea, están las flores Quejosas, Dorotea, están las flores Querido manso mío, que viniste Quien dice que al amor engendra el trato, Quien dice que pobreza no es vileza, Quién es amor? infierno de la vida, Quien fía de mujer algún secreto Quien no ha visto la guerra, también diga Quien no sabe del bien del casamiento Quien no supo del mal, dice un poeta ¿Quién pensara que amor se me atreviera, Quien rinde tantos hombres con la espada, Quien se puede alabar después de veros, ¿Quién te debe, Señor, lo que te debo? Quien una araña vil sustenta y cría Quien vive larga vida, no se espante, Quien, puesto en la ocasión, victoria espera, Quiso naturaleza, en un perfecto Rábano os juzgo, ¡oh, Laura!, muy lavado, Reinaldo fuerte en roja sangre baña Rompe el tridente azul rota barquilla, Rompen las aves la región del viento, Rosela, si yo fuera el rico suelo Saca en el Marzo agricultor moderno Saca la exhalación el sol dorado, Sacó Dios del pesado cautiverio Sale el sol por el cielo luminoso, Sale la nave próspera y bizarra Sale la nave, y sale la esperanza, Salen los rayos del señor de Delo Salieron a campaña en desafío Santísima amistad, cuando contemplo Santo primo de Dios, gloria del Cielo, Seguiré las estampas, áspid fiero, Selvas de Arcadia, montes, y riberas, Sembrando en tu Arenal mis esperanzas, Semíramis no diera muerte a Nino, Señor divino, tierno soy; ya veo ¡Señor, que de esa cándida cortina Señor, que en esa cruz, por darme paz, Señor, si yo contase los favores Señor, si yo era bárbaro, no tengo Señora mía, lágrimas derramo Servir diciendo un hombre lo que siente, Si alguno justamente quejas forma Si Amor sus flechas y el infierno el fuego, Si como fuiste extremo de hermosura Si como son cepillo y sierra viles Si el mundo todo en mi poder tuviera, Si el soberano Alá ciño mi frente Si en el poyo más limpio y más pestífero Si en la región líbica o maura Si en un carcaj dorado están metidas Si en una argolla atados los más fieros Si es niño amor, no quiero que me nombre Si estás, Lucía, a sombra de algún chopo Si Etnas tus ojos son y Citia el pecho, Si Federico aquesta noche intenta Si Feliciano por amor suspira Si fue descuido, mi cuidado siente Si fue mayor la gloria y noble el pago Si fuera cierto aquel error pasado, Si fuera en rostro un ángel de los Cielos, Si fuera en rostro, un Ángel de los cielos, Si fuera yo la juventud florida, Si fui más luz que el sol, si mi nación, Si la grana del labio Celia mueve, Si la mujer es de importancia al hombre, Si lo perfecto agrada, quien escribe Si lo puedo decir, a mi malicia Si no bastan aquestos desengaños, Si palabras son viento, si declara Si pudiera mirar como en espejo Si quise bien seis años, como entiendo, Si se sustenta amor con esperanza, Si se usaran amigos de esta suerte, Si todas las espadas que en diez años Si vanas son las esperanzas mías Si yo las flechas del amor tuviera, Si yo tuviere gusto, airados cielos, Siete veces ha dado el cielo vuelta Sin mí he quedado, ¡oh bella labradora! Soberano Pastor y Juez inmenso, Soberbio un guante que se vio cordero, Soberbios edificios, torres bellas, Solicitad del bien de lo que se ama, Solicitad del bien de lo que se ama, Solicitud del bien de lo que se ama, Soñaba, Conde, que esta gran Sirena, Soy gentil, aunque no soy gentilhombre; ¿Soy yo, por dicha, pensamiento mío, Sube tal vez alguna débil parra, Subí, llegué, toqué, cometa he sido, Subid sin miedo ¡ay, dulces pensamientos! Suele el astuto y práctico hortelano Suele en oscuro y tímido aposento Suele sonarse, que hace un rey la guerra Sueño, que fuiste como dulce empeño, Tarda Lope, y camina mi deseo, Templará los discordes elementos Tiene el Líbano un árbol, planta rica Tiernos, enamorados ruiseñores, Tierra, que para ser de mí cavada, Todo es trazas, amor, todo es engaños. Topáronse el amor desnudo y ciego Topé mil sombras y ánimas en pena Traidor fue Paris por la bella Elena; Trepa amorosa vid la Primavera Tres meses ha que en estos montes vivo, Tres meses ha que en estos montes vivo, Triste Reina de Nápoles, ¿qué estrella Tristezas, si el hacerme compañía Tuvo la mano Mucio largo espacio Un áspid traje dentro de mi pecho, Un despeñado arroyo, que campea Un pajarillo el niño Amor tenía Un sabio llamó ley a la hermosura, Un sabio rey de Persia, desde veinte Un soneto me manda hacer Violante Un término leal, un noble trato, Una moza de cántaro y del río, Una moza de cántaro y del río, Veinte veces el sol, lámpara hermosa Venció Alejandro mi constante pecho; Vengo por vos y así será imposible Veranse haciendo verde Primaveras Veranse haciendo verde Primaveras Verdes álamos altos, cuyas copas Vete despacio, pensamiento mío; Vete seguro, que te rasgue el sayo, Vi por mi mal, tus ojos, Isabela; Víboras trae y áspides consigo Virgen gloriosa, cándida, aromática, Virgen hermosa, oliva cuyas flores Virgen, del mar Estrella, Sol del mundo, Virgen, en vuestro vientre santo estuvo Voy a la muerte huyendo de la vida, Ya me espantaba yo que la fortuna, Ya no es amor el atrevido arquero Ya no quiero más bien que sólo amaros, Ya que la hablar me quitas, a lo menos Ya sólo de mi engaño me sustento; Yace en la parte que es mejor de España Yo Carlos, por mi parte descendiente Yo muero y vivo, yo me hielo y ardo, Yo que en fiera a las fieras excedía; Yo vi crecer las esperanzas mías; Yo vi la más hermosa labradora, Yo vi, yo me admiré; mas de admirarme,
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