Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice


Abajo

Stephen Spender y la vida literaria

Ricardo Gullón





En Partisan Review (marzo-abril, 1951), Stephen Spender estudia el problema de las relaciones entre el crítico y el autor, partiendo de su doble experiencia, como «reviewer» y poeta. Cuando escribía recensiones, se vio sorprendido por la contrariedad que algunas produjeron a sus criticados. En realidad, confiesa, desde que él mismo se incorporó a la categoría «autores», realizaba sus lecturas con el deseo de saber si había sido dejado atrás por los compañeros de profesión, como el entrenador de caballos -dice- atiende no sólo a la marcha de los que están a su cuidado sino a la de quienes entran con ellos en competición.

Como autor llegó a la conclusión de que la crítica apenas podía ayudarle a mejorar la calidad de su trabajo (si no es señalando faltas de estilo atribuíbles a incompetencia o descuido), y de que en realidad las reseñas no se escriben para el creador de la obra sino para los lectores de ella, siendo algo así como una conversación mantenida entre estos y el comentarista a espaldas del poeta.

Otra característica de la vida literaria señalada por Spender es el aspecto de juego o apuesta implícito en la creación, que puede determinar que una obra -un poema- rechazado varias veces, pase luego a las antologías. Viejo fenómeno, siempre repetido, y acorde con el principio que puntualiza líneas después: de ordinario al escritor se le pagan mejor sus peores obras. La tentación que hoy se le ofrece es la de dedicarse a opinar sobre temas que interesan a los demás -eutanasia, bomba atómica o problemas educativos-, aunque sepa muy poco de ellos, abandonando los planes en que el talento podría manifestarse conforme a necesidades estéticas personales, para ceder a sugerencias ajenas.

Hago tres clases de obras, dice «poesía, mi vocación; libros sobre cosas que me interesan, sobre asuntos algunas veces sugeridos por los editores, y periodismo, a menudo escrito apresuradamente». En las dos primeras categorías, el escritor puede realizarse y ser. En la última, casi seguramente no. Y el problema es idéntico para los escritores de todos los países y de todas las edades. La bohemia hace lustros que dejó de existir, y con ella perdieron los escritores su última posibilidad de vivir al margen.





Indice