Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice
Abajo

Taíta, explíqueme usted

José Triana






Comúnmente mis sueños se deslizan
en todo lo que pienso, hablo y escribo.
No sé cómo catalogarlos,
no sé cómo explicarlos.
De hecho, a veces me inquietan, me perturban
si aparecen en forma de parábolas.
Cualquiera se encogería de hombros,
diría: «vaya problema»,
y no les prestaría la menor atención.
Pero yo te aseguro que los utilizo
como materia de investigación.
A través de ellos atisbo,
entre signos, lo que soy,
las metamorfosis que padezco,
y nada de eso me satisface.
Los comparo entonces a una especie de asistencia
recurrente o a una manía transitoria.
Anteayer, por ejemplo, soñé
que conversaba con un desconocido,
muy hiperbólico, en mi casa, junto
a los ruinosos canteros del traspatio.
Acto seguido una multitud se me encimaba
y no atino a saber por qué.
Todavía estoy oyendo los chasquidos
de mis huesos contra el pavimento.
Un poco más tarde, ese desconocido,
alegremente, diseminaba mis despojos
por los cuatro puntos cardinales del planeta.
Guardaba mi corazón
en una urna funeraria en las márgenes del Amazonas,
exponía mis manos en una vidriera
de Amsterdam, mis ojos alimentaban los canguros
en la región desértica de Australia,
mi sexo se conservaba intacto
en el British Museum, y mis pies
venerados por una tribu fantástica
más que improbable, eran luego arrojados
al fuego mientras se parodiaba
una ceremonia religiosa.
Taíta, levanta tu bastón de nardo
y empújame al vacío, hacia la oscuridad.

De Golpe de sombra (1969)





Indice