Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
IndiceSiguiente




ArribaAbajo

También lidia una mujer con otra mujer por celos

Función casera o cómica diversión para solas cuatro mujeres: Comedia nueva original

Bernardo Vicente Lobón y Carrillo

ArribaAbajo

[2]

ArribaAbajo

Advertencia

     Deseando el autor de esta cómica diversión que ésta se pueda ejecutar sin ocasionar los precisos gastos que otras, de teatros, tablado, extraños trajes de griegos, húngaros, persas, etc. la ha dispuesto de suerte que sólo sean necesarios para su ejecución los vestidos propios de nuestra nación, y una sala con dos puertas, copa, mesa y sillas; bien que en las casas donde sea fácil tener teatro (excusando también el excesivo y costoso) harán más lucida la función, poniendo dos mutaciones.

     Primera. Sala o gabinete bien adornado, con dos puertas, mesita, copa y sillas, que podrá servir para la introducción, primer acto, relación, entremés, tercer acto y sainete.

     Segunda. Otro gabinete con una puerta, y demás, para el segundo acto solamente.



ArribaAbajo

Prólogo

     Vayan, querido lector, porque no digas, cuatro palabritas de prólogo, introducción o advertencia, y porque no desmienta la obrita la necesidad de estas frioleras en el principio de todas.

     No puedes ignorar se componen algunas tertulias de solos hombres, que, por sus motivos particulares, gustan divertirse sin compañía del bello sexo, a cuyo fin se compusieron (hace algún tiempo) por sujetos hábiles, ingenios científicos, juguetes diversos, dramas buenos y chistosos.

     Pues sabes, hay igual satisfacción en las señoras mujeres, sábelo, sí, y en tales términos suspiran por diversión que las entretengan que si hallasen alguna sin manejo de los hombres, procurarían haberla, aun a mucha costa.

     Así me lo han protestado cuatro aficionadas a la cómica, y me han puesto en la precisión de disponer esta cómica diversión que se compone de una introducción a la comedia en tres actos: una relación, que por intermedia podrá representar la dama que quisiere; un entremés, que puede servir de tonadilla, a cuatro; y un sainete para fin de fiesta. No lo dejes de la mano, pues aunque todo ello nada valga, para divertirte un rato. VALE.



B. V. L. Y C. [3]



ArribaAbajo

Loa o Introducción

          
 

PERSONAS

 
                            PRIMERA DAMA.          
SEGUNDA DAMA.
TERCERA DAMA.
CUARTA DAMA.



            
 

Estará la PRIMERA DAMA sentada en una sillita baja, con una mesita al lado, y luz encima, leyendo a ella una comedia, y al otro lado una vihuela: leerá algo de la comedia que quiera; después, soltándola con enfado encima de la mesa, dirá, mirando al reloj.

 
                                                                                                                                                               
PRIMERA DAMA ¡Cuánto tardan mis amigas
en venir! ¡Digo, no es nada!
las seis y media son ya;
¿si se habrán ido a otra casa?
Pero entre tanto, que vienen, 5
pues parece están pesadas,
ensayaré un taconeo
de la Española. Ea, vaya:
 

(Baila el que sepa, y vuélvese a sentar.)

 
tal cual, tal cual me ha salido:
¡Jesús, Jesús cuánto tardan! 10
Maldito sea el demonio,
es cosa que me da rabia
el que me hagan esperar.
yo no soy así; más vaya
un poquito de vihuela, 15
y así al tiempo se le engaña.
 

(La coge, y después de tocar o cantar lo que guste, dirá.)

     
 
Algo pesados están
los dedos... pero ya llaman.
Abre la puerta, María.
Gracias a Dios. Vaya, vaya. 20

(Suelta la vihuela a un lado, se levanta, y salen las otras, y después de abrazarse se sientan.)

 
SEGUNDA DAMA, TERCERA DAMA Y CUARTA DAMA Amiga, muy buenas noches.
PRIMERA DAMA Cierto que os portáis. Ya estaba
impaciente, y aún temía,
que no vinieseis.
SEGUNDA DAMA, TERCERA DAMA Y CUARTA DAMA En nada estuvo ya. 25
SEGUNDA DAMA Se embocó
a eso de las tres en casa
un no sé quién, bien portado,
que a mi marido buscaba,
diciéndonos que tenía 30
que hablar con él dos palabras;
y por qué tanto esta tarde,
al otro no le dio gana
de venir hasta las seis.
SEGUNDA DAMA, TERCERA DAMA Y CUARTA DAMA Ésa fue nuestra tardanza. 35
TERCERA DAMA Nosotras, porque el Señor
Don Caballero sin armas,
y sin escudos, después
no diera la campanada
de que le habíamos dejado 40 [4]
tan solo con la criada,
aunque por fuerza, aguantamos.
SEGUNDA DAMA Y él tenía buenas trazas.
TERCERA DAMA Algo bufón parecía,
CUARTA DAMA Y divertido, aunque en nada 45
nos divertía su chiste.
PRIMERA DAMA Sí, sí, fiaros muchachas,
en que éste u aquél parece
divertidillo; a su casa
podíais ir a preguntarlo, 50
que puede ser que os contaran
lo que Dios sabe. Los hombres,
cuando en casa ajena se hallan,
suelen parecer corderos,
pero en la propia...¡caramba! 55
que los hay como leones.
SEGUNDA DAMA Dejemos eso, que es paja,
y vamos al grano.
CUARTA DAMA Es cierto,
que si la noche se pasa...
PRIMERA DAMA, SEGUNDA DAMA Y TERCERA DAMA ¿Qué?
CUARTA DAMA Se llegará otro día. 60
PRIMERA DAMA Jesús, y qué descansada
tu cabeza habrá quedado.
CUARTA DAMA Pues digo bien.
SEGUNDA DAMA Ea calla.
CUARTA DAMA Ea callo.
SEGUNDA DAMA Dime, amiga, 65
aunque pregunta excusada,
¿te vino aquel recadito?
PRIMERA DAMA No, y ciertamente me extraña
que se olvide aquel sujeto
de cumplirnos la palabra 70
que nos dio.
SEGUNDA DAMA No creo yo,
a vista de su tardanza,
que esto sea olvido, sino...
PRIMERA DAMA, TERCERA DAMA Y CUARTA DAMA ¿Qué?
SEGUNDA DAMA Que no le dé la gana,
de enviarlo.
CUARTA DAMA Y PRIMERA DAMA Puede ser. 75
TERCERA DAMA ¿Qué? No había de ser tanta
su osadía, que olvidase
lo prometido.
PRIMERA DAMA En palabras
de hombres no fiéis jamás. 80
SEGUNDA DAMA Eso es conforme.
 

(Llaman.)

 
PRIMERA DAMA, SEGUNDA DAMA, TERCERA DAMA Y CUARTA DAMA Ya llaman.
PRIMERA DAMA Abre, María.
SEGUNDA DAMA, TERCERA DAMA Y CUARTA DAMA ¿Quién será?
PRIMERA DAMA Qué bueno fuera, muchachas,
que fuera lo que esperamos.
TERCERA DAMA Voy a verlo.   (Vase.)
PRIMERA DAMA Cosa extraña 85
no sería, que en mentando...
 

(Sale la TERCERA con la comedia.)

 
TERCERA DAMA Ya está la comedia en casa.
PRIMERA DAMA Bien dije yo.
SEGUNDA DAMA, TERCERA DAMA Y CUARTA DAMA A ver, a ver.
SEGUNDA DAMA Es hombre de su palabra.
PRIMERA DAMA El crédito le volvamos. 90
CUARTA DAMA ¡Qué cortita!
PRIMERA DAMA Si no es mala,
tanto mejor y más bueno.
TERCERA DAMA ¿Sabéis qué digo?
PRIMERA DAMA, SEGUNDA DAMA, TERCERA DAMA Despacha.
TERCERA DAMA Que pues tan sólo nosotras
entramos en esta danza, 95
ensayemos la función.
PRIMERA DAMA No sería mala algazara.
SEGUNDA DAMA ¿Y sin saber los papeles?
TERCERA DAMA En apuntándonos basta,
y si alguno nos oyere, 100
preciso es que el cargo se haga,
de que es ensayo.
CUARTA DAMA Así es.
PRIMERA DAMA Y SEGUNDA DAMA Yo por mí de buena gana.
CUARTA DAMA ¿Qué
título es el que tiene
la comedia?
PRIMERA DAMA A verla, daca:   (La coge y lee.) 105
También lidia una mujer
con otra mujer por celos.
SEGUNDA DAMA, TERCERA DAMA Y CUARTA DAMA ¡Qué bonito!
SEGUNDA DAMA Vamos, vamos.
PRIMERA DAMA Si ha de ser,
no haya tardanza.
PRIMERA DAMA, SEGUNDA DAMA, TERCERA DAMA Y CUARTA DAMA Si saliese mal, paciencia. 110
si sale bien, Santas Pascuas.
 

FIN DE LA INTRODUCCIÓN [5]

 
 
ArribaAbajo

También lidia una mujer con otra mujer por celos

          

Comedia nueva original

 

PERSONAS

 
                                 DOÑA ISABEL DE MENDOZA, Amiga de Doña Justa de Alfaro.
DOÑA JUSTA DE ALFARO.
MARISABELILLA, Criada de Doña Isabel.
MARICOLINES, Criada de Doña Justa.
 
 
ArribaAbajo

Acto I

           
 
 

La Escena es en Madrid. Sale MARISABELILLA con una rodilla, y empezará después de los primeros versos a limpiar sillas, etc.

 
MARISABELILLA ¡Qué emperezada que estoy!
¿pero cuándo no hay pereza
en nosotras? vamos, vamos
dando a esta sala una vuelta,
que no tardará mi ama 5
en venir, y si me llega
a ver parada, dirá
todo cuanto se la ofrezca.   (Limpia.)
¡Vaya que imposible es
que haya casa como ésta 10
en todo el mundo! cien veces
la limpio al día, y se llena
más de otras tantas de polvo:
reniego de esta tarea.
 

(Sale MARICOLINES.)

     
 
MARICOLINES Adiós, Marisabelilla. 15
MARISABELILLA ¿A qué vienes tan ligera,
Maricolines?
MARICOLINES Tan sólo
he venido a darte cuenta
de todo lo que ha pasado.
con mi ama.
MARISABELILLA Si supieras 20
lo que pasa con la mía...
MARICOLINES Deja el limpiado.
MARISABELILLA Pues ea,
 

(Deja de limpiar, y se sientan las dos.) [6]

empieza a decirme cosas,
que ya estoy con más orejas
que un ético.
MARICOLINES Para esto 25
todas las tenemos buenas;
pues, amiga, has de saber,
que a mi ama la galantea
Don Mauricio de Avendaño.
MARISABELILLA ¿Don Mauricio?
MARICOLINES Sí: y la lleva 30
muchos regalos y buenos,
y por la noche se encuentran
en el Prado; y mano a mano
en el canapé se sientan.
MARISABELILLA ¿Qué dices?
¿y que eso es cierto? 35
MARICOLINES ¿Que si esto es cierto? por señas
que el Don Mauricio me ha dado
esta sortija de perlas.
MARISABELILLA Yo no sé como tenéis
tanta fortuna.
MARICOLINES Pues deja 40
que lo mejor se me olvida,
y es, que cada día de fiesta
lleva a casa Don Mauricio
un ramillete; si vieras qué bonito.
MARISABELILLA Pues escucha, 45
sabrás más en la materia.
Ese Señor Don Mauricio
hace un año que corteja
a mi ama, con pretexto
de que al punto,
en la hora mesma 50
que se apruebe de abogado,
ha de casarse con ella.
Viene acá todos los días,
siempre llorando miseria,
y mi ama, como lo quiere, 55
le da con mucha reserva,
y ocultándose de mí...
MARICOLINES ¿El qué?
MARISABELILLA Dineros.
MARICOLINES ¡Qué necia!
MARISABELILLA Y le hacemos cuanta ropa
se le ofrece; de manera, 60
que, según dices, mi ama
le mantiene y da sin riendas
todo cuanto necesita
para que él a otras mantenga.
MARICOLINES ¡Oh cuántos así lo hacen! 65
MARISABELILLA No será mala la gresca
si llegan a oler el chasco
mi ama y la tuya.
MARICOLINES Ea, aquesta
conversación cese, y vamos
a hablar en otra materia. 70
Mira que me han dicho hoy,
que a verte en tu casa entra
Bonifacio el albañil.
MARISABELILLA Jesús María, su presencia
me enfada: como la cosa 75
que más quiero.
MARICOLINES Si supiera,
que intentaba cortejarte,
le había de hacer...
MARISABELILLA ¿Qué le hicieras?
MARICOLINES Echarle sobre su alma 80
justicia toda entera.
MARISABELILLA Ah tonta... pero mi ama   (Se levantan.)
viene con la tuya.
MARICOLINES Fuerza
es urdir aquí un engaño.
MARISABELILLA Sigamos con la limpieza. 85
 

(Limpia: Sale DOÑA JUSTA de visita con DOÑA ISABEL: quitase ésta mantilla y basquiña, que coge y dobla MARISABELILLA.)

 
DOÑA ISABEL ¿Todavía no has acabado
de limpiar aquesta pieza?
MARISABELILLA Ya la he limpiado dos veces.
DOÑA JUSTA ¿Qué haces tú aquí?
MARICOLINES Habrá hora y media   (Aparte a DOÑA JUSTA.) 90
que se llegó a casa un mozo,
y me dijo que os dijera
de parte de Don Mauricio,
que si salís, os espera
a la puerta de la fonda 95
de la Cruz de Malta. [7]
DOÑA ISABEL Afuera, vete, Marisabelilla.
MARISABELILLA Voy allá:
buena te espera.   (Vase.)
DOÑA JUSTA ¿Y a qué hora dijo?
MARICOLINES A las diez.
DOÑA JUSTA Pues ya son las nueve y media;   (Mirando al reloj.) 100
voy allá.
MARICOLINES De aquesta suerte   (Aparte.)
no va ahora a casa, que en ella
está Bonifacio. Ustedes
se queden con Dios.
DOÑA JUSTA Espera.
MARICOLINES Es que, Señora, la casa 105
está sola, y se me acuerda
que se pasarán las planchas
que a la lumbre están.
DOÑA JUSTA Pues ea, vete:
mejor iré sola.   (Aparte.)
MARICOLINES Mamola; otro enredo resta.   (Vase) 110
DOÑA JUSTA Amiga, Isabel, me ha dado
un recado mi doncella
de parte de un caballero
que estimo: dice me espera,
y no quiero darle chasco. 115
DOÑA ISABEL Haces bien, Justa, y no fuera
yo quien soy, si neciamente
este gusto te impidiera.
DOÑA JUSTA Pues adiós, Isabel mía.   (Vase)
DOÑA ISABEL Adiós, Justa: salga fuera 120
de mi triste corazón
el pesar que me alimenta,
la pena que me maltrata,
el dolor que me atormenta.
Despojo soy del amor, 125
en cuya prisión activa
me veo herida y cautiva,
siempre expuesta a su rigor.
En un continuo dolor
ciega mi alma se anega, 130
esperando a ver si llega
el día que más deseo,
mas cómo, ¡ay triste deseo!
lo ha de ver quien está ciega.
A Don Mauricio tributo 135
enamorados extremos;
dígole que nos casemos;
Por gozar de amor el fruto.
Con placer fiel, absoluto,
satisface a mi deseo, 140
prosigue en su galanteo,
y me dice familia,
que cómo se ha de casar
sin tener algún empleo.
Su razón es poderosa, 145
pues quien sin empleo casa,
si no tiene bienes, pasa
una vida lastimosa.
Yo deseo ser su esposa,
y sin que a ninguno asombre 150
me obliga a llanto su nombre,
cuando con fina pasión
recela mi corazón
de que se acuerde que es hombre.
Mas siendo su esposa yo, 155
¿no le puedo mantener
con la dote y el haber
que el justo cielo nos dio?
Sí, pues ya lo mereció.
Pero ¿qué dirán de mí? 160
¿qué dirán? es frenesí.
Que fui amante tan constante,
que por amar a mi amante,
cuanto valgo y soy le di.
No me consuma mi amor, 165
cese en mí la cobardía
no aquesta melancolía
aumente más mi dolor.
Sepa mi amante el ardor
que por adorarle paso, 170
y sepa, que, en todo caso,
tanto mi pecho le ama,
que si él no apaga esta llama,
yo me quemo, yo me abraso.
 

(Sale MARISABELILLA.)

 
MARISABELILLA Don Mauricio, para entrar, 175
pide, Señora, licencia.
DOÑA ISABEL Quédate tú aquí, que yo
voy a hablarle a la otra pieza. [8]
A cuantos llamen les puedes
abrir por esotra puerta, 180
y si preguntan por mí,
responde que salí fuera.
MARISABELILLA Bien está.
DOÑA ISABEL Le diré ahora...
pero no es bien me detenga,
que lo que le he de decir 185
me lo dictarán mis penas.   (Vase.)
MARISABELILLA Ahora bien, curiosidad,
y oídos míos, alerta.
Asomarme quiero por
el llavero de la puerta 190
a oír lo que dicen, y a ver   (Con silencio se asoma.)
lo que hacen; ¡con qué fresca,
y qué contentos, mi ama,
y el Don Mauricio se sientan!
¡mi ama cómo le mira! 195
pero, válgate pateta,
y que quedito que hablan.
Digo, digo, ¡cuál menea
las manos el Don Mauricio!
si hablará de si son buenas 200
las leyes de Toro, y...
 

(Llaman.)

 
¿Llamaron? Sí; si se hundiera
quien es, pues viene a impedirme...
 

(Vuelven a llamar.)

 
aprieta, con la cabeza;
válgate Dios por estorbo. 205
¿Quién es?
 

(Dentro DOÑA JUSTA.)

 
DOÑA JUSTA Abre.
MARISABELILLA A la otra puerta.
El diablo de la embajada
a mi fe que está bien buena.
 

(Va a abrir, y sale con DOÑA JUSTA.)

 
Pues ¿cómo se vuelve usted?
DOÑA JUSTA ¿Y tu Ama?
MARISABELILLA Salió fuera. 210
DOÑA JUSTA ¿Y volverá?
MARISABELILLA ¿Qué sé yo?
DOÑA JUSTA ¿Dónde fue?
MARISABELILLA ¡Pregunta buena!
Yo no sé.
DOÑA JUSTA Sabes si acaso...
vino acá...
MARISABELILLA Yo no sé.
DOÑA JUSTA Espera,
que aún no he preguntado nada. 215
MARISABELILLA Señora, lo mismo fuera
que hubiera usted preguntado.
DOÑA JUSTA ¿Por qué?
MARISABELILLA Yo no sé.
 

(Sale DOÑA ISABEL.)

 
DOÑA ISABEL ¿Quién era? Justa...
DOÑA JUSTA No dijiste...
DOÑA ISABEL Aguarda; te diría mi doncella 220
que estaba yo fuera.
DOÑA JUSTA Es cierto.
DOÑA ISABEL Con decirlo cumplió ella
el precepto de su ama.
DOÑA JUSTA Bien está, Isabel. Quisiera
que me dijeras si entró 225
Don Mauricio...
DOÑA ISABEL Por la opuesta
puerta a la que a ti te abrieron
salió ahora.
DOÑA JUSTA Isabel, ¿de veras?
DOÑA ISABEL Si, Justa, y por entender
que tú otra persona fueras 230
no salimos a la sala.
DOÑA JUSTA Paciencia,
celos, paciencia,   (Aparte.)
no apuremos el veneno,
que el caso pide reserva.
Hablemos claro, Isabel; 235
yo amo rendida las prendas
de Don Mauricio; me han dicho [9]
que había entrado por la puerta
de tu casa; subo a verlo;
la pregunto a tu doncella, 240
y antes de acabar de hablar,
responde a todo ligera
yo no sé; saliste tú,
y de todo me das cuenta;
y bien digo, que de todo,   (Aparte.) 245
pues celos en mí despierta.
DOÑA ISABEL Y DOÑA JUSTA ¡Ah falso!   (Aparte.)
DOÑA ISABEL Celos despacio,   (Aparte.)
no entréis con tanta violencia.
DOÑA JUSTA ¿Te dijo dónde se iba?
DOÑA ISABEL No, Justa:
miente mi lengua,   (Aparte.) 250
pues para nuestro himeneo
se fue a hacer las diligencias.
DOÑA JUSTA Sin duda
se fue a esperarme,   (Aparte.)
voy a decirle mis quejas:
y a saber con qué motivo 255
aquesta casa frecuenta.
MARISABELILLA ¡Cuál estarán las dos amas   (Aparte.)
de estas dos y cuántas vueltas
darán sus pensamientillos
al fondo de su conciencia! 260
DOÑA JUSTA Voyme al punto, Isabelita,
quédate adiós.
DOÑA ISABEL Justa, espera,
porque quiero que me digas...
DOÑA JUSTA Después sabrás cuanto quieras:
adiós, adiós.   (Vase.)
DOÑA ISABEL Mira, aguarda... 265
MARISABELILLA Si ya se va.
Si usted supiera...
DOÑA ISABEL ¿Qué he de saber? no me irrites.
MARISABELILLA Que me han dicho...
DOÑA ISABEL Vete fuera.
MARISABELILLA Adiós: picadilla está,
dejémosla con su tema.   (Vase.) 270
DOÑA ISABEL ¿Don Mauricio a mí engañarme?
¿qué es esto? matadme penas,
acabe mi triste vida.
Pero ¿qué furor me ciega?
¿no me estima Don Mauricio? 275
¿no hace fiel cuanto le expresa
mi voluntad? ¿no me rinde
amorosas halagüeñas
demostraciones? Es cierto.
¿Pues qué temo? ¡ah! no temiera, 280
si yo no le amara tanto,
ni tan fina le quisiera.
Corazón amante mío
sufre, sufre con paciencia
los sobresaltos que tienes, 285
los temores que te cercan,
los quebrantos que te afligen,
y los sustos que te asestan.
Y mientras se llega el día
que disipe tus tristezas, 290
el cielo nos dé propicio
su protección y asistencia.
 

FIN DEL PRIMER ACTO [10]

 



ArribaAbajo

Primer intermedio

          
ArribaAbajo

En un buen medio consiste la virtud

 
 

Estará la que la representa recostada en una silla, hablando como en sueños hasta su tiempo.

 
Querido amante mío,
objeto idolatrado
a quien con fino afecto
mi corazón, consagro;
¡con qué anhelo esperaba 5
este gustoso rato
de verme cariñosa
entre tus tiernos brazos!
¡Ay! si tú no te olvidas
de mi cariño casto, 10
¡qué alegres y gozosos
viviremos entrambos!
En ti mi placer todo
tengo depositado.
 

(Suspéndese un rato como dando lugar que otro hable.)

 
Vamos donde tú quieras, 15
porque yo solo trato
de obedecer tu gusto
con rendimiento ufano.
¡Válgame Dios qué pena!
un fiero sobresalto 20
al corazón aflige,
y le causa quebranto:
ya estamos los dos solos
en este ameno campo;
dime: ¿qué es lo que quieres? 25
¿por qué se ha demudado
tu color? ¿qué te aflige?
dímelo, dueño amado.
¿Callas? ¿no me respondes?
¿tienes algún enfado? 30
mi bien...
 

(Hace otra suspensión corta.)

     
 
¿Yo ingrata? ¡ay triste!
¿quién es quien te ha engañado?
¿quién ha querido a costa
de mi dolor amargo
darte a ti un sentimiento, 35
y a mí mayor quebranto?
¿Yo engañarte? ¿yo?..
 

(Otra suspensión más larga.)

     
 
Miente el infame villano
que sugerirte pudo
testimonio tan falso. 40
Miente... mas de mi afecto
¿qué pruebas no te he dado?
No he sido...
 

(Otra suspensión breve.)

     
 
¿Cómo falsa? [11]
¿qué dices? ¿desde cuándo
usas tú tal lenguaje 45
con quien te ha idolatrado?
yo...
 

(Otra más breve, y sigue hablando con desasosiego y aflicción.)

     
 
Bien mío, ¿qué haces?
detén, detén el brazo...
¿por qué me das la muerte?
déjame ya, inhumano... 50
¡Ah cielos! ahora, aleve,
te ausentas irritado,
¿y muriendo me dejas
sola en aqueste campo?
Vuelve, vuelve y siquiera... 55
pero... oh Dios... soberano...
ya la voz desfallece...
¡ay!.. ya me va fallando...
el aliento... ven... mira...
¡Dios mío, dadme amparo! 60
¡Qué angustia!.. ¡ay infelice!..
no hay... quien... cruel...
tira... no... ya... si... por mí...
 

(Despierta asustada, y se levanta mirándose despavorida.)

     
 
¿Qué es esto?
¡qué sueño tan pesado!
¡válgame Dios qué susto 65
me he llevado soñando!
¡Oh sueño! ¡Oh triste sueño!
¡con razón te llamaron
imagen de la muerte!
¿si habré ya despertado? 70
Pero sí: reflexione
mi prudencia aquí un rato
el sobresalto triste
que el sueño me ha causado,
y sírvame de norma, 75
que aunque afecto soñado,
algunos malos sueños
presagian nuestro daño.
Con pasión muy vehemente
y ternísimo alago 80
amo a quien corresponde
a mis amores casto.
Es tan grande el cariño
que le tengo, y es tanto
lo que él me adora humilde, 85
que es día desgraciado
el día que sin vernos
infelices pasamos.
De este cariño, y de este
amor desordenado, 90
¿no podrá en algún tiempo
desconfiar ingrato
mi enamorado amante?
Sí. ¿No podrá irritado,
en su aprehensión creyendo, 95
sin hacer de amor caso,
intentar de mi vida
hacer mísero estrago,
como en aqueste sueño
hoy se me ha figurado? 100
Sí: pues, prudencia mía,
no tan ciegas vivamos.
Desde hoy tal afecto sea
atento y moderado,
pues si lo poco aflige 105
a un amante postrado,
en algunas personas,
lo mucho causa enfado.
Corazón mío, amemos
a quien de ti ha triunfado, 110
mas sea con cordura,
y siempre recelando
los celos de un amante
que tan ciego has amado.
Tengamos en memoria, 115
y presente tengamos,
que la Virtud consiste
en un buen medio. Y dando
en este sueño a todos
un ejemplo cristiano 120
de amar prudentemente
con fin honesto y santo,
sin hacer del afecto
amor desordenado;
perdonen mis defectos 125
cuantos me han escuchado.
 

FIN DEL PRIMER INTERMEDIO [12]

 
 
ArribaAbajo

Acto II

 
 

Sale MARICOLINES mirando adentro, como despidiendo a alguno muy alegre: habrá en medio una mesa, sobre la que (sacando antes una plancha) se pondrá a planchar; y antes dice:

 
 
MARICOLINES Adiós, Bonifacio, adiós,
y cuidado con guardarla,
que es muy bonita. Le he dado
una sortija de plata
que vale cuatro pesetas. 5
No hay muchacho en toda España
más afable, ni más bueno.
Tiene una buena crianza.
Él me ha dado este pañuelo   (Lo enseña.)
de media china, y me encarga 10
que no se lo enseñe a nadie,
y lo haré de buena gana.   (Entra y sale con la plancha.)
Vamos planchando, que ya
discurro que vendrá el ama   (Planchando.)
hecha una fiera, mas yo 15
le daré disculpas tantas,
que se quede... ya va entrando:
¡Jesús, y qué mala cara!
 

(Sale DOÑA JUSTA, se quita la basquiña y mantilla, que coge y entra dentro MARICOLINES, volviendo a salir al instante.)

 
DOÑA JUSTA Reniego de tu planchado,
amén. ¿Toda una mañana 20
te has llevado solamente
en planchar unas enaguas,
dos camisolas, un par
de mantillas ordinarias,
y cuatro o cinco pañuelos? 25
MARICOLINES Y las chorreras de gala
de mi primo Bonifacio.
DOÑA JUSTA ¿Dónde están?
MARICOLINES Ahora acaba
de llevárselas.
DOÑA JUSTA Por vida...
bribona, ¿por qué me engañas 30
de esta suerte?
MARICOLINES ¿En qué señora?
DOÑA JUSTA Vete luego de mi casa.
MARICOLINES ¿Pero por qué?
DOÑA JUSTA Ven acá:
¿no dijiste que esperaba
en la fonda Don Mauricio? 35
MARICOLINES Sí señora.
DOÑA JUSTA Calla, calla;
es mentira, que yo he estado
con él en su misma casa,
y dice que él no ha enviado
tal recado.
MARICOLINES Señora ama 40
así el mozo me lo dijo.
¿A qué santo esta mañana
había yo de haber urdido?
DOÑA JUSTA Yo no sé; pero me basta
saber que en muchas mentiras 45
te he cogido.
MARICOLINES Vaya, vaya,
señora, si usted no está
contenta, a mí...
DOÑA JUSTA No te faltan
cuando no son menester
de estas y otras bocanadas: 50
vete de aquí.
MARICOLINES ¿Qué?.. no hay cosa
mejor para una criada,
que levantar bien el gallo
cuando el ama la regaña.   (Vase.)
DOÑA JUSTA ¡Que a mí me suceda esto! 55
¡oh, nunca me enamorara
de Don Mauricio, pues vivo,
al paso que amante, esclava!
No parece sino que
se han unido las desgracias 60 [13]
contra mí, o que la fortuna
me persigue temeraria.
Yo he tenido pretendientes,
que casarse deseaban
conmigo; personas todas 65
de ilustres y nobles casas.
A ninguno apeteció
mi afición extraordinaria,
y ciega me enamoré,
de quien con celos me mata. 70
Pues aunque con sus disculpas
me convence, como el alma
le ama tanto, cada vez
recelo más su mudanza.
Me ha dicho que solamente 75
tal cual vez entra en la casa
de Isabel, porque ésta fue
compañera de una hermana
que él tuvo, y murió, y yo creo
que es muy suficiente causa 80
para que de cuando en cuando
la visite. Mas culpada
puedo yo ser en creerlo.
¿No es una moza gallarda,
bien parecida, y soltera, 85
Isabel? Sí. ¿Pues qué extraña
cosa será que la obsequie?
¡Ah! ¡si pudiera mi maña
indagar si la festeja
Don Mauricio! Temeraria 90
he de emprenderlo, y al cielo
pido me dé tolerancia,
o para lograr mi gusto,
o para vivir sin ansias.
 

(Vase, y sale MARISABELILLA de mantilla con MARICOLINES.)

 
MARISABELILLA Pues sí,
amiga, un Lucifer 95
se ha quedado hecha mi ama
por lo que dijo la tuya
de que a Don Mauricio amaba.
Yo quise decirla el todo,
pero me echó de la sala, 100
y se quedó tan furiosa,
que consigo se enojaba.
Fue a buscarme, y me encargó,
que viniese a ver si estaba
tu ama en casa, y que volviera 105
con la razón, a avisarla.
Voyme, porque ya estará
rabiando toda su alma:
aún no me vio la sortija,
pero usemos de esta traza. 110
¿Es esta pulga? mas no,   (Enseñando el dedo.)
que es una motita.
MARICOLINES Aguarda:
¿quién te ha dado en sortija?
MARISABELILLA Uno que a mí me regala,
y por mí se está muriendo. 115
MARICOLINES Sí:
la mía es... ¡Qué rabia!
¿Y quién es?
MARISABELILLA Es un real mozo,
que si yo a saber llegara
que él pretendía mirarte,
o que tú a él le mirabas, 120
le había de echar encima
de su cuerpo y de su alma...
MARICOLINES ¿El qué?
MARISABELILLA La justicia toda
de Madrid y sus comarcas.
Cuidadito con lo dicho, 125
no se ande con enjuagadas,
porque, si me aprietan, salto,
como cuerda de guitarra.
Adiós, y no digo más,
cuenta con la cuenta, y basta.   (Vase.) 130
MARICOLINES Oyes, oyes; mira, mira...
Ya se fue. ¿Y que con mi rabia
no la haya agarrado yo,
y sacado toda el alma?
¡Por vida de!.. ¿A una mujer 135
de todas mis circunstancias
atreverse una monilla
y burlarme a las espaldas
y un pícaro, un albañil?
Mas yo tomaré venganza 140
de los dos, y haré que el mundo [14]
cuente, cuando le dé gana
que hubo en la Corte Imperial
de Madrid una criada
que alborotó todo un barrio, 145
furiosa y desesperada,
por vengar en desafuero,
y no pudo lograr nada.
 

(Sale DOÑA JUSTA.)

     
 
DOÑA JUSTA Necia
¿qué estabas hablando?
MARICOLINES Señora, lo que yo hablaba 150
solo para mí se queda,
que a Vmd. no le importa nada.
DOÑA JUSTA ¿Cómo de aquesta manera
respondes, desvergonzada?
MARICOLINES Como no respondo de otra. 155
DOÑA JUSTA ¿A mí esas baladronadas,
bachillera? No me pares
ni un solo instante en mi casa.
MARICOLINES ¿A usted la parecerá
que yo tengo de rogarla 160
para quedarme? sí...
DOÑA JUSTA Vete, luego al punto.
MARICOLINES Hoy desalmada
he de hacer un desatino,
si no bebo un vaso de agua.   (Vase.) 165
DOÑA JUSTA ¡Hay bribona, y qué atrevida
se iba haciendo!
 

(Sale DOÑA ISABEL, con mantilla.)

 
DOÑA ISABEL Tu criada
se dejó la puerta abierta,
y me he entrado en confianza
hasta aquí.
DOÑA JUSTA Muy bien has hecho, 170
Isabel, pero cansada
creo que vienes; sientate,
y si tienes que hablar, habla.
 

(La arrima silla, y ella en otra, y se sientan.)

     
 
DOÑA ISABEL Válgame una estratagema   (Aparte.)
para poder engañarla. 175
Si mal no me acuerdo, Justa,
me dijiste que tú amas
a Don Mauricio.
DOÑA JUSTA Es verdad.
DOÑA ISABEL También estás enterada
de nuestra estrecha amistad. 180
DOÑA JUSTA La muerte podrá acabarla solamente.
DOÑA ISABEL Pruebas tienes
de que mi fina alianza
siempre desea tu bien.
DOÑA JUSTA Y lo agradece mi alma. 185
¿En qué vendrán a parar   (Aparte.)
estas prevenciones? ¡Cuánta
infinidad de pesares
a mi corazón asaltan!
DOÑA ISABEL Pues, Justa, yo conmovida, 190
y con razón lastimada
de ver que un hombre te engañe
con resolución villana,
quiero informarte de todo.
DOÑA JUSTA ¿Qué es lo que dices?
¿qué ansia? 195
DOÑA ISABEL Que el infame Don Mauricio
te tiene muy engañada.
DOÑA JUSTA Cierto ha sido mi recelo.   (Aparte.)
¿pues qué intenta? Él idolatra   (Aparte.)
a Isabel.
DOÑA ISABEL Escúchame. 200
DOÑA JUSTA Dadme, cielos, tolerancia.
DOÑA ISABEL Cuando esta mañana fuiste
a preguntar si se hallaba
en mi casa Don Mauricio,
te dije como acababa 205
de salir, y sin oírme
te ausentaste acelerada,
aunque te dije tenía
que decirte de importancia;
pero ya que entonces no, 210
óyelo ahora en tu casa.
Sabe cómo Don Mauricio,
sobre ser de estirpe baja,
y sin empleo, corteja
a una dama cortesana, 215
que le da mesa, vestido,
y en fin todo cuanto gasta
No se aprueba de abogado,
porque son gente ordinaria [15]
todos los de su linaje, 220
y se vería frustrada
su intención, aunque él entiende
de Leyes muy poco o nada.
Él vive, amiga, prendado
sumamente de su dama, 225
en cuya casa entra sólo
de noche, y siempre se guarda
de que ninguno le vea,
y ni aun sientan sus pisadas.
Ve que tú le quieres mucho, 230
y no se atreve su infamia
a declararte a ti misma
las verdades que te calla.
Esto a mí me ha declarado,
y me pidió con instancia 235
que yo a ti te lo dijese,
y que jamás tú pensaras
en que puede dejar él
de querer a la que ama;
que antes que te viese a ti, 240
la tenía ya empeñada
su palabra, y que no intenta
faltar a ella, aunque el alma
y el corazón a pedazos
de su centro le arrancaran. 245
DOÑA JUSTA Ahógueme el sentimiento,   (Aparte)
deme la muerte mi rabia.
DOÑA ISABEL ¡Oh si así lograr pudiera
que a Don Mauricio olvidara!   (Aparte)
DOÑA JUSTA ¿Con que
eso te ha dicho? 250
DOÑA ISABEL Sí.
DOÑA JUSTA ¿Y así me engaña?
DOÑA ISABEL Te engaña.
DOÑA JUSTA ¿Y burlarme
intenta?
DOÑA ISABEL Es falso.
DOÑA JUSTA ¿Y hoy me ofende?
DOÑA ISABEL Y hoy te agravia.
DOÑA JUSTA Pues
juro a los altos cielos 255
que ha de probar mi venganza,
y el rigor irresistible
de una mujer irritada.
Ven, Isabel.
DOÑA ISABEL Vamos
Justa
DOÑA JUSTA Llena de furor va el alma. 260
DOÑA ISABEL Iras abriga mi pecho.
DOÑA JUSTA Nuevos furores me asaltan.
DOÑA ISABEL Dejadme,
viles temores.
DOÑA JUSTA Dejadme,
desconfianzas.
DOÑA ISABEL No me hagáis tan fiera guerra. 265
DOÑA JUSTA No me atormentéis tan vanas.
DOÑA ISABEL Y mientras logro mi idea...
DOÑA JUSTA Y mientras tomo venganza...
DOÑA ISABEL Deme el cielo
su asistencia.
DOÑA JUSTA Deme el cielo
tolerancia. 270
DOÑA JUSTA Y DOÑA ISABEL Y permita que se acaben
mis temores y mis ansias.   (Vanse.)
 

FIN DEL SEGUNDO ACTO

Arriba

IndiceSiguiente