Alfonso el Casto
ALFONSO, llamado después el Casto. | ||
JIMENA | ||
SANCHO | ||
ORDOÑO | ||
BERNARDA | ||
SILO | ||
LUPO | ||
TOIDA | ||
NEFTALÍ | ||
UN PLATERO | ||
UN ESPADERO | ||
UN ENTALLADOR | ||
SOLDADOS | ||
ESCLAVOS | ||
ESCLAVAS | ||
DUEÑAS | ||
PAJES |
La escena en el acto primero es en un valle de Galicia poco distante del monasterio de Samos (anteriormente Sámanos); el segundo acto y el último pasan en Oviedo.
La acción es en el año 792.
Acto primero
A la derecha del espectador, en las últimas cajas, un cobertizo o soportal, que da entrada a una casa de labor; a la izquierda, en el proscenio, una cruz grande de piedra sobre un pedestal rodeado de escalones; en el fondo un país fragoso. Debajo del cobertizo una mesa, y sobre una silla una rueca con un copo de lana blanca. | ||
(SANCHO está debajo del cobertizo, sentado a la mesa, escribiendo en un papiro o pergamino; BERNARDA tiene toca de viuda.) | ||
SANCHO | (A BERNARDA.) Yo daré cuenta en Oviedo | |
de vuestras declaraciones. | ||
BERNARDA | Y eso ¿qué me importa? | |
SILO | Mucho, | |
si le mintiereis al Conde. | ||
BERNARDA | ¡Conde, y tan mozo! Persona | |
será de mérito enorme. | ||
¿Dónde gobierna? | ||
SILO | En Saldaña | |
tierra de León. | ||
BERNARDA | ¡Demontres! | |
¡Tierra de pan! Si pudiera | ||
irme trayendo a terrones | ||
a Galicia tres yugadas | ||
de la buena, era en el orbe | ||
yo la más feliz. | ||
JIMENA, que sale con toca blanca, trayendo unas llaves en la mano; dos esclavos, dos esclavas; dichos. | ||
JIMENA | (A BERNARDA.) | |
Las llaves | ||
de las puertas y los cofres. | ||
BERNARDA | Téngalas. | |
SILO | (Cogiendo una.) | |
¡Llave de hierro! | ||
No es utensilio de pobre. | ||
BERNARDA | No las uso yo de palo, | |
gracias a los bienhechores. | ||
SANCHO | (A LUPO.) Vos registraréis la casa. | |
BERNARDA | (A JIMENA.) Vaya ella con esos hombres. | |
Deles cuanto quieran; pero | ||
ellos, sin pedir, no tomen. | ||
LUPO | Nada tomarán, villana. | |
BERNARDA | Bernarda, no se equivoque, | |
Bernarda me llamo. | ||
LUPO | Sepa | |
que no trata con ladrones. | ||
SANCHO | Id. | |
(LUPO toma las llaves, y entra en la casa precedido de JIMENA y seguido de algunos soldados y de los esclavos.) | ||
BERNARDA | Inútil será. | |
SILO | Basta | |
con verlo. | ||
BERNARDA | Aunque se desojen | |
no hallarán al fugitivo. | ||
SANCHO | Según todos los informes, | |
aquí pasó cuatro días | ||
o cinco. | ||
BERNARDA | Cinco, señores, | |
cinco. | ||
SILO | Y la tarde de ayer. | |
BERNARDA | ¿La tarde? Y también la noche. | |
Durmió, se levantó en paz, | ||
cumplió con sus devociones, | ||
le di el almuerzo, me dio | ||
un abrazo, y acogiose... | ||
SILO | ¿A dónde? | |
BERNARDA | A otro nido. | |
SILO | ¿Cuál? | |
BERNARDA | Así mi difunto Jorge | |
gloria tenga, como es cierto | ||
que puesta en los escalones | ||
de aquella cruz, le perdí | ||
de vista mirando al bosque. | ||
SANCHO | (A SILO.) Nada sabrá; y si lo sabe, | |
lo callará. | ||
BERNARDA | Se supone. | |
¿Había de permitir | ||
que llevaran en prisiones | ||
al que yo di de mamar? | ||
Aunque me hicieran jigote. | ||
Cuando él se vino a Subrego, | ||
ya tendría sus razones. | ||
SANCHO | ¿Con que en vuestra casa, en fin, | |
Don Alfonso no se esconde? | ||
BERNARDA | A fe de gallega honrada | |
lo juro; a fe de mi nombre | ||
y de nodriza de Rey. | ||
SILO | Ya no es Rey. | |
BERNARDA | No se alborote. | |
Si Alfonso no reina ya, | ||
reinó, y en dos ocasiones. | ||
Mas sáqueme, por la Virgen, | ||
el de Saldaña, y perdone, | ||
de una duda; pues con todo | ||
que he nacido en estos montes, | ||
tengo un sobrino alarife, | ||
maestro de gran renombre, | ||
y fui de casa del Rey | ||
Fruela, que de Dios goce; | ||
y allí, de oír platicar | ||
a guerreros y Doctores | ||
tantas veces, comprendí | ||
que ha de haber algún desorden | ||
en Asturias y Galicia | ||
siempre que haya sucesiones | ||
de reyes; pero elegido | ||
el sucesor, acabose. | ||
Y como hace un año ya | ||
que juntos los electores | ||
admitieron la renuncia | ||
de Don Bermudo, y acordes | ||
juraron a Alfonso, digo: | ||
para que así le destronen, | ||
¿qué habrá hecho? | ||
SANCHO | Malquistarse | |
con la Iglesia y con los nobles. | ||
SILO | Y basta. | |
BERNARDA | Pueden alzar | |
el Rey que les acomode, | ||
verdad es; pero a éste dicen | ||
que van a meterle monje | ||
si le pillan, y le quieren | ||
cegar como a los traidores: | ||
¿de qué delito le acusan | ||
los que tal pena le imponen? | ||
SANCHO | Quiso hacer guerra a los moros | |
contra el voto de la corte, | ||
y que tuvieran ancianas | ||
por amas los sacerdotes... | ||
SILO | Y que al francés Carlomagno | |
rindieran los españoles | ||
vasallaje. | ||
BERNARDA | Si es verdad | |
Lo que habéis dicho a la postre, | ||
merecería por eso | ||
que le colgaran de un roble. | ||
SILO | Pues todo es cierto. | |
BERNARDA | Pues yo | |
me figuro que los próceres | ||
no tendrían mucha gana | ||
de ir a sacudir mandobles; | ||
los clérigos no querrían | ||
ver a su lado visiones; | ||
la embajada vino bien | ||
para achacar mil horrores | ||
a Alfonso; y si da la gente | ||
en decir que rabia el gozque, | ||
sea verdad o no sea, | ||
todos a matarle corren. | ||
LUPO | No está. | |
BERNARDA | Ya lo dije. | |
SANCHO | Silo, | |
mirad los alrededores | ||
antes de emprender la marcha, | ||
si gustáis. | ||
SILO | Estoy conforme. | |
Pero escuchad. (Aparte a SANCHO.) Esa hija... | ||
SANCHO | No deis en cavilaciones. | |
SILO | Ordoño lo encargó tanto... | |
BERNARDA | (A su gente.) Cada cual a sus labores. | |
SILO | ¿Queréis que yo la examine? | |
SANCHO | Yo lo haré. | |
SILO | A ver qué responde. | |
SANCHO | ¿Con quién vino Don Alfonso? | |
BERNARDA | Con su bridón y su estoque. | |
SANCHO | ¿Llegó solo? | |
BERNARDA | Rey caído | |
suprime los batidores. | ||
SANCHO | ¿Y su hermana? | |
JIMENA | (Aparte.) ¡Oh Dios! (Cáesele el huso.) | |
BERNARDA | ¿Jimena? | |
SANCHO | Pues. | |
BERNARDA | ¿Corriendo él a galope, | |
le pudiera ella seguir? | ||
Ni ¿a qué? Si no la conocen. | ||
¿Hay alguien que la haya visto | ||
en trece años o catorce? | ||
Donde quiera está segura. | ||
Tenga cuidado la torpe. | ||
JIMENA | Perdone, señora madre. | |
BERNARDA | Vaya adentro. | |
JIMENA | No se enoje. | |
SANCHO | Temblando está. Si nosotros | |
damos a vuestros temores | ||
motivo, pronto marchamos. | ||
BERNARDA | A su cuarto, y no se asome. | |
SANCHO | No me privéis de la vista | |
de esa bellísima joven, | ||
que juro que su habla dulce, | ||
sus angélicas facciones, | ||
la agitación que amortigua | ||
el brillo de sus colores, | ||
la mirada de modestia | ||
y el señorío del porte, | ||
impresión hubieran hecho | ||
en un corazón de bronce. | ||
¡Qué poco, serrana bella, | ||
te ennegrecieron los soles! | ||
¡Qué poco se ha ejercitado | ||
en campesinas labores | ||
la mano con que avergüenzas | ||
el blanco vellón que coges! | ||
BERNARDA | Ya que el de Saldaña mira | |
con ojos tan reparones, | ||
y lo blanco de la cara | ||
le ha dado al momento golpe, | ||
¿cómo es que la blanca toca | ||
no parece que le choque? | ||
A doncella consagrada | ||
a Dios, no se dicen flores. | ||
JIMENA | Denme licencia... | |
SANCHO | Esperad. | |
Hablé así, no porque ignore | ||
cuánto respeto merece | ||
quien ese velo se pone, | ||
sino porque me dejé | ||
llevar de las ilusiones | ||
que hace un año a mi memoria | ||
vienen y se van veloces. | ||
JIMENA | No me está bien escuchar | |
livianas conversaciones. | ||
SANCHO | Con ese desdén, zagala, | |
con que tus elogios oyes, | ||
me pagó también un día | ||
la ingrata de mis amores. - | ||
Era una tarde de otoño: | ||
trasponía el horizonte | ||
el sol, dorando la cima | ||
de los árboles mayores | ||
que daban sombra a una casa | ||
coronada de una torre; | ||
cantaban allá a lo lejos | ||
alegres trabajadores, | ||
que cerraban los portillos | ||
de unos rotos paredones; | ||
percibíase a otro lado | ||
el eco de una harpa, dócil | ||
a una mano, que en la tuya | ||
hizo el Señor que se copie. | ||
¡Qué bien a la tañedora | ||
me representas! Al borde | ||
de una fuente se sentaba, | ||
dando la espalda a unos bojes; | ||
y clavados en la arena | ||
los ojos deslumbradores, | ||
y asomando en su mejilla | ||
encendidos arreboles... | ||
JIMENA | (Aparte a SANCHO.) | |
Callad. | ||
SANCHO | «Callad, exclamaba, | |
si al jardín queréis que torne.» | ||
Pensé que amenazas eran | ||
para encubrirme favores: | ||
pronto abatió el desengaño | ||
lisonjeras presunciones. | ||
Por vez primera veía | ||
la luz de mi sol entonces: | ||
un año entero ha pasado | ||
sin gozar sus resplandores. | ||
El ornato de la esquiva | ||
revelaba sus blasones; | ||
su lenguaje recatado | ||
no era el de un ánimo doble; | ||
y atrás tendido el cabello | ||
sin velos usurpadores, | ||
por libre la señalaba | ||
para admitir corazones. | ||
Más ¡ay! con rigor más duro | ||
que a la virtud corresponde, | ||
la que sencilla supuse, | ||
palabras olvida y rompe; | ||
huye de mí; no parece | ||
ni en vergeles ni en balcones; | ||
yo sufro; quiero indignado | ||
que el alma su imagen borre, | ||
y a mi pesar en el pecho | ||
siempre permanece inmoble. | ||
JIMENA | ¡Ah! | |
SANCHO | (A BERNARDA.) | |
No eran a esta doncella | ||
mis corteses expresiones. | ||
BERNARDA | (Aparte.) Ahora sí que no lo creo; | |
mas nunca peor se logre. | ||
SILO | Conde, a lo largo del río | |
sube tropa; los pendones | ||
son los nuestros, y conozco | ||
el clarín de Ordoño. | ||
SANCHO | Toquen | |
el nuestro en aviso, y vamos. | ||
JIMENA | (Aparte.) ¡Ay! A partir se disponen, | |
y no puedo vindicarme | ||
de injustas acusaciones. | ||
SANCHO | Casual, como veis, ha sido | |
que mi visita os estorbe. | ||
Perdonad, y a Dios. | ||
JIMENA | A Dios. | |
BERNARDA | Él de gloria le corone. | |
SANCHO | (Aparte a JIMENA.) | |
No puedo hablaros: tomad | ||
y leed estos renglones. | ||
JIMENA | (A él.) ¡Ah!, sí. | |
SANCHO | Ya que vuestro estado | |
la obligación os impone | ||
de orar por todos, ¿tendré | ||
parte en vuestras oraciones? | ||
JIMENA | Sí. | |
SANCHO | No olvidéis la promesa. | |
JIMENA | No olvido yo nada, Conde. | |
BERNARDA | Ya salimos de afán. | |
JIMENA | ¡Gracias, Dios mío! | |
BERNARDA | (A JIMENA.) ¡Gracias, Madre de Dios de Covadonga! | |
Soltad la rueca de silvestre caña: | ||
es de marfil la que ceñir os toca. | ||
JIMENA | Si vuelven, si te ven... | |
BERNARDA | No; que la peña | |
que nos oculta de su vista, doblan, | ||
y al ver la novedad, avisaría | ||
el zagal que aposté sobre la loma. | ||
Ya el Rey puede salir. | ||
JIMENA | Llamaré gente. | |
BERNARDA | Sobro yo aquí para mover la losa. | |
JIMENA | (Aparte.) ¡Esta carta del Conde! Mal mi grado, | |
el ansia de leerla me devora. | ||
ALFONSO | ¡Hermana! (La abraza.) | |
JIMENA | ¡Alfonso mío! ¡De qué riesgo | |
nos liberta una mano generosa! | ||
ALFONSO | ¿Cómo pagar?... | |
BERNARDA | Negocio más urgente, | |
príncipe amado, resolver importa. | ||
Guía y disfraz sabéis que puedo daros; | ||
la distancia de Sámanos es corta: | ||
¿persistís en pasaros al convento? | ||
ALFONSO | ¿Qué camino al venir trajo esa escolta? | |
BERNARDA | El de Sámanos era, y por la orilla | |
del río abajo, la vereda toman. | ||
Libre os dejan el paso. | ||
ALFONSO | Le aprovecho. | |
BERNARDA | Será vuestra partida sin demora. (Vase.) | |
JIMENA | ¿Con que partes al fin? | |
ALFONSO | Sí, nos separan; | |
me separan de ti por breves horas; | ||
en tu busca vendré cuando la noche | ||
callada tienda favorable sombra; | ||
pero tiemble de mí, si triunfo un día, | ||
quien hoy consigue que te deje sola. | ||
Tú fuiste de mi júbilo testigo | ||
cuando ciñó mi sien esa corona | ||
que ambicioné, porque valor me siento | ||
para poderla sostener con gloria; | ||
viste las miras que abarcaba; viste | ||
que en lucha fiera con la raza mora | ||
quise a gallegos, cántabros y astures | ||
empeñar; que a los hijos de Vasconia | ||
importuné también y a Carlomagno, | ||
para que desde Braga a Barcelona | ||
se alzaran con un fin, con una idea, | ||
cuantos la cruz del Redentor adoran, | ||
y de manos del árabe arrancaran | ||
la herencia rica de la estirpe goda. | ||
Ya de aquel porvenir esplendoroso | ||
me han dejado no más que la memoria: | ||
de trono, de poder, de hacienda y fama | ||
bárbaros enemigos me despojan; | ||
y con todo, Jimena, te lo juro, | ||
más en este momento me acongoja | ||
la idea del peligro en que te veo, | ||
que la expulsión que mi vergüenza colma. | ||
JIMENA | ¡Hermano!, ¡dulce hermano! | |
ALFONSO | En tu presencia | |
enmudece mi orgullo, y con su antorcha | ||
disipa la razón la niebla obscura | ||
que en el pecho mis iras amontonan. | ||
A tu lado, el huir, el ocultarme, | ||
acción no me parece ignominiosa: | ||
perdido el trono, conservar la vida, | ||
creo que es un deber; que a toda costa | ||
debo esa vida conservar, pues ella | ||
debe ser de la tuya protectora. | ||
Si a tu lado no estoy... ¡Cuánto martirio, | ||
cuánto! El despecho y el furor me ahogan, | ||
y me afrenta el vivir. -Si tú quisieras | ||
bajo nuevo disfraz seguirme ahora... | ||
JIMENA | Recuerda que hoy, al despuntar el alba, | |
contigo iba a partir. | ||
ALFONSO | ¡Ah, sí! Perdona. | |
Yo fui quien te detuvo. No es posible: | ||
fuera la fuga hacer más peligrosa. | ||
Es verdad que el vecino monasterio | ||
de la piedad de nuestro padre es obra; | ||
que en él hallé refugio cuando, niño, | ||
me dejó en orfandad mano alevosa; | ||
que en él, mancebo ya, de Mauregato | ||
los rencores burlé; mas ya reposan | ||
en la etérea mansión los cenobitas | ||
que entonces me tuvieron en custodia. | ||
Si almas heladas por mi mal encuentro... | ||
Si también ellos contra mí se tornan... | ||
¡Oh!, no: espérame aquí. | ||
JIMENA | Corta es la ausencia. | |
Cabe en ella vivísima zozobra. | ||
Mas dime... En ese pedestal oculto, | ||
ni pude ver ni oír. ¿Quién esa tropa | ||
que me viene a prender, capitanea? | ||
JIMENA | Un joven... | |
ALFONSO | ¿Joven? | |
JIMENA | De presencia airosa, | |
grata conversación, humano pecho... | ||
ALFONSO | ¡A un enemigo tuyo tanto elogias! | |
JIMENA | No es mi enemigo, no; no es tu enemigo. | |
ALFONSO | ¿Pudiste averiguar cómo se nombra? | |
JIMENA | Es... | |
ALFONSO | ¿Quién? | |
JIMENA | El Conde de Saldaña. | |
ALFONSO | ¿Sancho? | |
¡Bien la facilidad me galardona | ||
con que le di un gobierno! ¡Bien me paga | ||
los alazanes y la fina cota | ||
con que le honré después, al concederle | ||
mi licencia real para su boda! | ||
JIMENA | ¡Qué oigo! ¿Sancho, el traidor que te persigue, | |
tiene mando por ti?, ¿tiene la esposa? | ||
ALFONSO | Para dentro de un año difirieron | |
del vínculo la santa ceremonia. | ||
JIMENA | ¡Para dentro de un año, que ahora cumple! | |
¿Y no recordarás quién fue la novia? | ||
ALFONSO | Fue la hermana de Ordoño. | |
JIMENA | ¿Floresinda? | |
ALFONSO | La que hablaste una vez. | |
JIMENA | Sí, y es hermosa. | |
Bien me acuerdo. Hace un año. -¿Ves, Alfonso? | ||
¿Ves tú qué de perfidias nos acosan? | ||
Marchémonos de aquí. Vuelve a la noche: | ||
donde quiera que vayas, estoy pronta | ||
siempre contigo a dividir tu suerte. | ||
¡Qué de ilusiones la ignorancia forja! | ||
Ya en ese Conde contemplé un amigo, | ||
porque falaz me dirigió lisonjas... | ||
ALFONSO | ¡Sancho a ti!... | |
JIMENA | Nada temas: él no sabe | |
que era Jimena la villana tosca. | ||
ALFONSO | ¿Qué te dijo? | |
JIMENA | Mentiras: que mi rostro | |
le recordaba aquél que le enamora. | ||
Tal vez era verdad: a Floresinda | ||
galanteó tal vez en mi persona. | ||
¡Es el Conde muy fiel! | ||
ALFONSO | Es deber suyo: | |
marido es ya quien el contrato forma. | ||
JIMENA | Tal es la ley. | |
ALFONSO | Pero interés sobrado | |
parece que te inspira... | ||
JIMENA | Me sonrojas. | |
Como nunca el amor has conocido, | ||
tú siempre sus indicios equivocas. | ||
Yo tampoco amaré. | ||
ALFONSO | ¡Pluguiera al cielo! | |
JIMENA | Para mi hermano mi ternura toda. | |
ALFONSO | Y para ti no más Alfonso vive. | |
Sí, que jamás Alfonso me abandona. | ||
ALFONSO | Nunca: mi voluntad irrevocable | |
del amor para siempre me divorcia. | ||
Jamás a una mujer al pie del ara | ||
la banda me unirá cándida y roja. | ||
Mira, Jimena mía: este momento | ||
de exaltación sublime y religiosa, | ||
de despedida y riesgo, acaso ofrece | ||
la coyuntura favorable y propia | ||
para un designio... | ||
JIMENA | Dile. | |
ALFONSO | Nuestro padre | |
manchó con un delito sus victorias: | ||
a su hermano mató, fue asesinado | ||
él también a su vez... | ||
JIMENA | ¿Y bien? | |
ALFONSO | Costosa, | |
tremenda expiación, querida hermana, | ||
debemos a una víctima y a otra. | ||
JIMENA | ¿Y cuál? | |
ALFONSO | Por esto quise que tu vida | |
corriera en soledad: todos ignoran | ||
cuáles son las facciones de Jimena | ||
sólo Ordoño te ha visto, y veces pocas, | ||
porque, pariente fiel, de mis intentos | ||
hícele sabedor. | ||
JIMENA | Di, que afanosa | |
me tienes. | ||
ALFONSO | En el reino que fue mío, | |
no hay hombre que merezca de tu boca | ||
oír el dulce sí, que llevaría | ||
la obligación de hacerte venturosa. | ||
Yo codiciaba ese deber. Jimena, | ||
por alcanzar de Dios misericordia | ||
para el que ser nos dio, por imitarme, | ||
por orgullo además, la blanca toca | ||
puesta por mano de mi fiel nodriza, | ||
de otra mano recíbela devota, | ||
postrada ante el altar. | ||
JIMENA | Yo lo prometo. | |
ALFONSO | ¿Lo prometes? | |
JIMENA | Lo juro. | |
ALFONSO | Tú coronas | |
mi esperanza. | ||
JIMENA | Aniquílese en nosotros | |
una prosapia mísera y odiosa, | ||
que fatigada de mirarse siempre | ||
blanco de la traición, cede y se postra. | ||
ALFONSO | Ven, ven, y el respetable juramento | |
pronuncia allí, donde el Señor nos oiga, | ||
delante de la cruz. (Lléganse a ella.) | ||
JIMENA | (De rodillas.) Padre piadoso, | |
que nos ofreces del dolor la copa, | ||
sálvanos del peligro que nos cerca, | ||
y yo renuncio la mundana pompa, | ||
y en la morada fraternal viviendo, | ||
sierva tuya seré y humilde esposa. | ||
BERNARDA | Vuestro mandato en mi aposento espera | |
quien os ha de guiar: vestid la ropa | ||
que ha de encubriros, y partid. | ||
ALFONSO | Al punto. | |
BERNARDA | Por el huerto saldréis. | |
ALFONSO | Blanca paloma, | |
de carnívoras aves acechada, | ||
vele por ti quien la naciente rosa | ||
firme en el frágil vástago mantiene | ||
cuando furioso el aquilón le azota. | ||
Fía en aquél a quien tu fe dedicas, | ||
y en el único bien que no me roban: | ||
mi aliento, mi tesón. Prestado cetro | ||
el que me dieron fue; si le recobran, | ||
pueden hacerlo. Para destronarme, | ||
precisa era primero mi deshonra: | ||
por eso la calumnia les perdono; | ||
el filo de una espada vencedora | ||
borrará con el tiempo las señales | ||
que manchan de mi honor la rica joya. | ||
No crean los cobardes enemigos | ||
que destruyen la fábrica grandiosa | ||
comenzada por mí, que soy quien pierde: | ||
son ellos, es la patria. Ruda choza | ||
tenga, pues, el creyente por asilo, | ||
mientras huella el sectario de Mahoma | ||
pavimento de mármoles, y tiende | ||
en él nuestras banderas por alfombra. | ||
Desheredado en el país nativo, | ||
con mis hazañas en región remota | ||
quizá más rico patrimonio gane | ||
que ese que mi altivez hoy abandona. | ||
(BERNARDA se presenta a la puerta con unos vestidos de hombre en el brazo, y se dirige al Rey.) | ||
BERNARDA | (A JIMENA.) Venid. Quedad aquí vos en acecho. | |
ALFONSO | Adiós, Jimena. | |
JIMENA | Adiós: aguardo ansiosa. | |
JIMENA | Él sólo en mi amparo vela, | |
sólo él. -Y tiene razón: | ||
hijos de desgracia son | ||
los hijos del Rey Fruela. | ||
Piadoso el cielo por mí | ||
debéis hallar, padre mío: | ||
con harto dolor expío | ||
culpa que no cometí. | ||
Por vos de su pecho lanza | ||
Jimena el amor. -¡Ay!, no: | ||
consigo se le llevó | ||
fugitiva la esperanza. | ||
¡Y el traidor me llama linda, | ||
y se atreve a darme quejas! | ||
¡Y desertor de mis rejas, | ||
me olvidó por Floresinda! | ||
Dice que huyo con rigor | ||
las veces que a verme acude. | ||
¿Cómo libertarme pude | ||
de tanto avizorador? | ||
Deber suyo hubiera sido | ||
los obstáculos vencer: | ||
de más hice yo en querer | ||
que los hubiese vencido. | ||
En fin, ya todo le aparta | ||
de mí, ya somos extraños: | ||
aunque encierre mil engaños, | ||
bien puedo abrir esta carta. | ||
Yo no sé si la destroce | ||
sin verla. Sí debería. | ||
No, que ignoro todavía | ||
si el pérfido me conoce. (Abre y lee.) |
«Aparentando tomar un informe, trazo estas palabras al pie de un escrito de mano ajena: la ocasión me obliga a no decir sino lo necesario. La única vez que os vi en Oviedo, cuando un presentimiento venturoso me llevó a registrar el jardín del alcázar, os dije mi nombre, y me callasteis el vuestro: indicios recientes me han descubierto quién sois.»
¡Sabe quién soy!
«Yo he solicitado el encargo de perseguir al Rey, para salvarle; pero no he podido traer sino soldados de quienes no me debo fiar. Ordoño es el autor y el jefe de la conjuración, como veréis por ese plan escrito y firmado por él propio, el cual ignora que yo posea este documento, y aun está persuadido de que no existe. Ordoño, que os conoce como sabéis, quiere a toda costa descubrir vuestro asilo, y quizá no se halla lejos. Avisad a vuestro hermano, y huid, Jimena: huid, o, por lo menos, ocultaos de Ordoño.»
Ni siquiera | |
una palabra hay aquí | |
de lo que esperaba. Fui, | |
fui demasiado altanera. | |
Sancho de salvarnos trata; | |
como bueno corresponde: | |
¿Qué más quiero? Gracias, Conde; | |
no me tengáis por ingrata. | |
Fuera ya un empeño loco | |
volver los ojos atrás: | |
ni él debe decirme más, | |
ni yo esperarlo tampoco. | |
Hecha la promesa santa, | |
¿quién devaneos medita? | |
No ambicione la proscrita | |
lo que no logró la infanta, | |
pues en tal persecución | |
es harta felicidad | |
que algún resto de piedad | |
nos quede en un corazón. | |
En la cumbre del collado | |
el pastor la honda restalla. | |
Algo que avisarnos halla. | |
¿Vendrá gente? (Llégase al fondo a observar.) | |
¡Qué he mirado! | |
¡Es Ordoño! ¡Otra agonía! | |
¡Ordoño y Sancho! ¿Si habrá | |
partido mi hermano ya? | |
¡Valednos, Virgen María! | |
(Los soldados no hacen más que cruzar por el fondo; ORDOÑO sale reconociendo el sitio.) | |
ORDOÑO | ¡Oh!, la ventaja es inmensa. |
SANCHO | Distinto es mi parecer. |
ORDOÑO | Aquí se pudiera hacer |
a pedradas la defensa. | |
SANCHO | (Aparte.) (¿Habrá servido el aviso |
que di a Jimena?) Pensemos, | |
Ordoño, qué resolvemos. | |
ORDOÑO | Sí, vamos a lo preciso. |
SANCHO | Tiempo quedará después |
para ver esa doncella. | |
ORDOÑO | Silo dice que es muy bella; |
pero no tengo interés... | |
SANCHO | ¿Con que afirmáis que Teudón |
está en Sámanos armado? | |
ORDOÑO | Banderas ha levantado |
por Alfonso. | |
SANCHO | Es campeón |
de gran valor y pericia. | |
ORDOÑO | Hombre debe ser de cuenta, |
cuando así que se presenta, | |
la rebelión se desquicia. | |
SANCHO | ¿Ya la llamáis rebelión? |
ORDOÑO | No me parece un insulto |
dar este nombre a un tumulto | |
que perece en embrión. | |
SANCHO | No torno yo por injurias |
vuestras palabras. | |
ORDOÑO | Son copia |
fiel, o más bien son la propia | |
voz de Galicia y Asturias. | |
SANCHO | Aunque yo mi voto aprecio, |
cuando son de otro sentir | |
los más... | |
ORDOÑO | Ir a desmentir |
a todos... | |
SANCHO | Es duro. |
ORDOÑO | Es necio. |
SANCHO | Pues ¿qué partido tomar? |
ORDOÑO | Señor, al hundirse un bando... |
SANCHO | Se puede morir lidiando... |
ORDOÑO | Más vale capitular. |
SANCHO | Yo no tengo inconveniente, |
si no le hubiere por vos. | |
ORDOÑO | Yo os creía de los dos |
el menos condescendiente. | |
SANCHO | Más natural es que tema |
el autor de la asonada. | |
ORDOÑO | ¿Y no debe temer nada |
quien se llevó la diadema? | |
No estéis, buen Conde, tan ancho. | |
SANCHO | De asombro me quedo mudo. |
¿No fue aclamado Bermudo | |
segunda vez? | |
ORDOÑO | Lo fue Sancho. |
SANCHO | ¡Yo he sido nombrado Rey! |
ORDOÑO | Y por toda una semana |
grandeza y plebe asturiana | |
obedeció vuestra ley. | |
SANCHO | ¿Qué es esto? ¡Sin mi noticia |
de mi nombre se abusó, | |
mientras he corrido yo | |
las montañas de Galicia! | |
ORDOÑO | Por ser tan ejecutivo |
la noche del alzamiento, | |
que partisteis al momento | |
tras el real fugitivo, | |
se hizo sin vos la elección; | |
y después aquí engolfado, | |
dar no pudo el enviado | |
con vos por ningún rincón. | |
Yo he llevado en vuestra ausencia | |
de los negocios el peso: | |
con que no tengáis por eso | |
escrúpulo de conciencia. | |
SANCHO | Debió seros imposible |
conseguir que os aclamaran, | |
y haríais porque nombraran | |
al rival menos temible. | |
ORDOÑO | Ansiaba cada elector |
el trono... | |
SANCHO | Y más han querido |
cederle a un desconocido, | |
que darle a un competidor. | |
ORDOÑO | Hallándome desairado |
de votos en la asamblea, | |
dije: a lo menos, que sea | |
Rey mi futuro cuñado. | |
SANCHO | (Aparte.) ¿Habrán huido? |
ORDOÑO | ¿Qué afán |
os tiene, Conde, perplejo? | |
SANCHO | Nada. |
ORDOÑO | Entremos en consejo |
para evitar un desmán. | |
A Saldaña gobernó | |
vuestro padre tiempo largo; | |
y habiendo muerto, el encargo | |
que tuvo, se os confió. | |
Allí donde mil testigos | |
de vuestros hechos contáis, | |
natural es que tengáis | |
un gran número de amigos. | |
El poder del cetro godo | |
es en Castilla una sombra: | |
el Rey los Condes le nombra, | |
y libre la deja en todo. | |
Vos en Galicia estáis mal: | |
es claro hasta la evidencia | |
que os tomarán residencia | |
del reinado semanal. | |
Si vais a Saldaña al punto | |
y dais al moro un avance, | |
como salga bien el lance | |
se sepulta el otro asunto. | |
Crecida escolta os daré | |
que os libre de un accidente, | |
y lo demás de la gente | |
al Rey se la entregaré, | |
bajo expresa condición | |
de que yo quede bien puesto, | |
y os otorgue, por supuesto, | |
completísimo perdón. | |
SANCHO | Hablaré al Rey: a mi cuenta |
eso quede. | |
ORDOÑO | Es que... |
SANCHO | Acabad. |
ORDOÑO | Hay una dificultad |
para que yo lo consienta. | |
SANCHO | ¿Dificultad? Y ¿cuál es? |
ORDOÑO | Conde, que no me conviene. |
Amigo, cada uno tiene | |
que consultar su interés. | |
Haced lo que os he indicado, | |
pues aquí soy el que manda, | |
y tenéis fibra algo blanda | |
para negocios de Estado. | |
Entended que yo el favor | |
de Alfonso puedo alcanzar, | |
y vos habéis de pasar | |
sin recurso por traidor. | |
SANCHO | Hay medio de sincerarme, |
y fácil, os lo prevengo. | |
ORDOÑO | Por si es el mismo que tengo |
para mí, debo explicarme. | |
Aquí vio, según me dijo, | |
Silo una joven... | |
SANCHO | Serrana |
del país. | |
ORDOÑO | ¿Y si es la hermana |
del Rey? | |
Es ella de fijo. | |
Cercada la casa está; | |
la hallaré; se la presento | |
al Rey, y este miramiento | |
su consecuencia tendrá. | |
¿Qué decís? | |
SANCHO | ¿Por qué he salido |
nunca del hogar paterno? | |
ORDOÑO | Por alcanzar un gobierno. |
Sois Conde... y seréis marido. | |
Disgusto ya deja ver | |
mi hermana; mas no os aflija, | |
que aceptada la sortija... | |
SANCHO | Nunca será mi mujer. |
Descubro con claridad | |
que habéis jugado conmigo. | |
ORDOÑO | Conde, perdonad si os digo... |
SANCHO | ¿Qué me diréis? |
ORDOÑO | Que es verdad. |
SANCHO | ¡Ordoño! |
ORDOÑO | Tenéis valor, |
erais útil a mi empresa, | |
mi hermana es linda y traviesa: | |
os gané con el amor. | |
SANCHO | Bien que su artificio ruin |
me ha podido deslumbrar, | |
sepa... | |
ORDOÑO | Si os hizo olvidar |
a la dama del jardín. | |
SANCHO | ¿Quién reveló?... |
ORDOÑO | Cierta buena |
mujer que escondida os vio, | |
y ella fue la que estorbó | |
la cita que dio Jimena. | |
SANCHO | ¡Jimena! ¡Trama infernal! |
Ya todo me desengaña... | |
ORDOÑO | ¿De qué, Conde de Saldaña? |
¿De que soy vuestro rival? | |
SANCHO | Ordoño... Los de la tierra |
que llaman de los castillos, | |
aunque pecan de sencillos, | |
rayos son para la guerra. | |
Fronterizos del infiel, | |
vivimos desde la cuna, | |
con buena o mala fortuna, | |
lidiando siempre con él. | |
Siembra y coge sin contienda | |
aquí el labrador el grano; | |
allí ha de saber su mano | |
labrar y salvar su hacienda. | |
Lanza es la ahijada, chuzo es | |
el cayado del pastor, | |
y la hoz del segador | |
alfanje por el revés. | |
Fe, sin embargo, y decoro | |
guarda entre sí el fiel linaje, | |
porque allí todo el coraje | |
se reserva para el moro. | |
Como tener deberéis | |
de noble alguna vislumbre, | |
os oí, por la costumbre, | |
con la paciencia que veis. | |
Mas ya que en justo furor | |
contra vos el pecho se arde, | |
mirad si no sois cobarde, | |
que yo sé que tengo honor. | |
ORDOÑO | Le tenéis, por de contado; |
pero no hay que blasonar, | |
que es algo particular | |
el honor de un conjurado. | |
SANCHO | No: si conspirar fingí, |
de salvar al Rey traté. | |
ORDOÑO | Veo que no me engañé |
cuando yo me lo temí. | |
Y a fe que si me descuido, | |
me sacrifica mañana | |
esa honradez castellana | |
que me habéis encarecido. | |
Es forzoso que partáis. | |
Ya tendrá Silo informados | |
de mi plan a los soldados. | |
Resolved. ¿En qué os paráis? | |
SANCHO | Con un enemigo vil, |
¿qué hace un noble? | |
ORDOÑO | Acaso nada. |
SANCHO | ¿No miráis que tengo espada? |
ORDOÑO | Vos tenéis una, y yo mil. |
SANCHO | Cuando lleguen en tu ayuda, |
ya te habré yo confundido. | |
Defiéndete, fementido. | |
ORDOÑO | ¡Soldados! |
SILO | (A los que salen con él.) |
Mirad: no hay duda. | |
Rehúsa el medio en que estriba | |
nuestra salvación. | |
SANCHO | ¡Villanos! |
ORDOÑO | ¡Matadle! |
SILO | ¡A él, asturianos! |
ORDOÑO | ¡Viva Don Alfonso! |
SOLDADOS | ¡Viva! |
(Retírase el Conde por la derecha, haciendo frente a ORDOÑO y a los soldados que le persiguen.) | |