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Tragicomedia de Don Duardos

Vicente Gil





 

Entra primero la corte de Palmerín con estos personajes: EMPERADOR, EMPERATRIZ, FLÉRIDA, ARTADA, AMANDRIA, PRIMALEÓN, DON ROBUSTO. Y después de sentados éstos, entra DON DUARDOS a pedir campo al EMPERADOR con PRIMALEÓN su hijo, sobre el agravio de GRIDONIA, diciendo:

 
DON DUARDOS
    Famosíssimo señor,
vuessa sacra magestad
      sea enxalçada,
y biva su resplandor
tanto como su bondá 5
       es pregonada.
Y los dioses immortales
os den gloria 'n este mundo
       y en el cielo,
pues sobre los terrenales 10
sois el más alto y facundo
       de este suelo.
    Vengo, señor, a pedir
lo que no devéis negar,
       que vuesso estado 15
es por la verdad morir,
y la verdad conservar
       con cuidado,
porque sois suma justicia.
que es hija de la verdad; 20
       de tal son,
que por ira ni amicicia
no dexe vuessa magestad
       la razón.
    Porque, si con muestra de rey 25
vendiéredes después, señor,
       falso paño,
vos os quedaréis sin ley,
y será emperador
       el engaño. 30
Gridonia, señor, está
agraviada en estremo,
       y de manera
que de pesar morirá,
y, pues, señor, esto temo... 35
       ¡Dios no quiera!
EMPERADOR
    Esforçado venturero,
muestra el razonamiento
       que havéis hecho,
que sois más que cavallero. 40
DON DUARDOS
No soy más que quanto siento
       este despecho.
Primaleón le mató
a Periquín, que ella amava
       como a Dios; 45
ansí que a ella herió,
y, aunque con uno lidiava,
       mató dos.
PRIMALEÓN
    ¿Vos venís a demandallo?
DON DUARDOS
¿Por ventura sois, señor, 50
       Primaleón?
PRIMALEÓN
Yo soy.
DON DUARDOS
Pues vengo a vengallo
si el señor emperador
       no ha passión.
EMPERADOR
Cavallero, mal hazéis, 55
quienquiera que vos seáis.
DON DUARDOS
       ¿Por qué, señor?
EMPERADOR
Porque razón no tenéis,
y vuessa muerte buscáis,
       y no loor. 60
DON DUARDOS
    Mucho sonada es la fama
del vuesso Primaleón,
       mas no dexa
de ser hermosa la dama
Gridonia, que con razón 65
       de él se aquexa.
PRIMALEÓN
Ahora lo veréis presto,
si tiene razón, si no.
DON DUARDOS
       Ya se tarda:
¡que las armas juzgan esto! 70
PRIMALEÓN
Ora, pues, ¡ver quiero yo
       quién las aguarda!
 

(Ahora se combaten los dos, y temiendo el EMPERADOR la muerte de dos tales caballeros, según tan fuertemente se combatían, mandó a su hija FLÉRIDA que los fuese a separar, y dice ella:)

 
FLÉRIDA
   ¡A paz, a paz cavalleros!,
que no son para perder
       tales dos; 75
y vuessos braços guerreros
cessen, por me hazer plazer
      y por Dios.
Y a vos, hidalgo estrangero,
pido por amor de mí, 80
      sin engaño,
que vos seáis el primero
que no queráis ver la fin
      de este daño.
DON DUARDOS
    Señora, luego sin falla, 85
no por temor, ni por Dios,
       soy contento,
porque más fuerte batalla
contra mí traéis con vos:
       yo lo siento. 90
¡Oh admirable ventura!:
que en medio de una cuestión,
       en estremo
hallé otra más escura
guerra, de tan passión 95
       que la temo.
FLÉRIDA
    ¿Ansí, noble cavallero,
os vais, sin más descobrir?
DON DUARDOS
      Yo vendré.
Cobraré fama primero, 100
si amor me dexa bivir;
       mas ¡no sé!...
FLÉRIDA
Diviérale preguntar
su nombre, por lo saber,
       y hize mal. 105
ARTADA
Si no es el Donzel del Mar.
don Duardos deve ser,
       que es otro tal.
 

(Idos DON DUARDOS y PRIMALEÓN, y sentada FLÉRIDA con la EMPERATRIZ, entra CAMILOTE, caballero salvaje, con MAIMONDA su dama, cogida de la mano; y siendo ella la cumbre de toda fealdad, CAMILOTE la viene alabando de esta manera:)

 
CAMILOTE
    ¡Oh Maimonda, estrela mía!
¡Oh Maimonda, frol del mundo! 110
       ¡Oh rosa pura!
¡Vos sois claridad del día!
¡Vos sois Apolo segundo
       en hermosura!
Por vos cantó Salamón 115
el cantar de los cantares
       namorador:
sus canciones vuessas son,
y vos le distes mil pares
       de cuidados. 120
MAIMONDA
    Todo loor es hastío
en la prefeción segura
       y manifiesta:
bien basta que en ser vos mío
se prueva mi hermosura 125
       bien compuesta.
CAMILOTE
¡Bien dezís!
MAIMONDA
Mas, ansí es.
CAMILOTE
Esperad, señora mía.
MAIMONDA
      ¿Qué, señor?
CAMILOTE
Diana hermosa es, 130
pero quiere cadaldía
       su loor.
    Y las diesas soberanas
muestras sañas y terrores
       a deshora, 135
quando las lenguas humanas
no publican sus loores
       cada hora.
Pues bien manifiesta y clara
es la hermosura de ellas 140
       y el valer,
¡pues a vos no se compara
ni ellas, ni las estrellas,
       a mi ver!
MAIMONDA
    Ni el mundo, por mi vida. 145
CAMILOTE
Pues dexaos loar, señora.
MAIMONDA
      ¿Para qué?
CAMILOTE
Porque es cosa sabida
que quien ama y no adora
       no tien' fe 150
¡Si esto fuesse lisonjaros.
como muchos que han mentido
       a sus esposas!
Mas esso me da miraros
que ver un vergel florido 155
       con mil rosas.
MAIMONDA
    Ansí me dize el espejo,
de essa propria manera
       de essos prados.
CAMILOTE
Señora, es mi consejo 160
de tomar la delantera
       a esforçados.
A Costantinopla vamos,
señora, al emperador
       Palmerín. 165
Allá quiero ir: ¡veamos
lo que vuestro resplandor
       obra en mí!
    Yo porné esta grinalda
sobre vuessa hermosura, 170
       que es sobre ella;
veremos, ¡oh mi esmeralda!
quién dirá que ama figura
       tanto bella.
MAIMONDA
¡No es mucho que vençáis, 175
teniendo tanta razón!
CAMILOTE
       A esso os vo,
que cada vez que miráis
matáis de pura afición
       a aquel que os vio. 180
MAIMONDA
    Ya un ángel me dixo esso...
CAMILOTE
¿Estando solos?
MAIMONDA
Sí, señor.
CAMILOTE
       ¿Apartados?
MAIMONDA
Era ángel, ¿y pésaos de esso?
CAMILOTE
Siempre me da vuesso amor 185
       más cuidados.
Pídoos que no habléis
ni con ángeles, señora,
       de essa suerte.
Si no, ahorcarme haréis, 190
y vos seréis causadora
       de mi muerte.
MAIMONDA
    Vamos a donde queréis.
Celos no los escusáis,
       que el que ama 195
recela, como sabéis,
quanto más vos que amáis
       a tal dama.
Dezidme, señor, os pido,
¿es mayor dolor celar 200
       con razón,
o mayor no ser querido?
CAMILOTE
No ser querido y amar
       es gran passión.
 

(Llegan delante del EMPERADOR y dice CAMILOTE:)

 
    ¡Claríssimo emperador! 205
sepa vuestra magestad
       imperial,
que esta donzella es la frol
de la hermosura beldad
       natural. 210
EMPERADOR
¿Cúya hija es, si sabéis?
CAMILOTE
Hija del Sol es, por cierto.
EMPERADOR
       ¡Bien parece!
¿En qué intención la traéis?
CAMILOTE
Por mostrar por quien soy muerto 215
       qué merece.
EMPERADOR
    ¡Cobrastes alta ventura!
¿Qué años havrá ella?
CAMILOTE
       Daré prueva
que, a poder de hermosura, 220
el tiempo bive con ella
       y la renueva.
La primera vez que la vi,
crea vuessa magestad
       imperial, 225
que dixe: «¡Oh triste de mí;
atajada es mi edad
       por mi mal!»
Empero, señor, será
muchacha de quarenta años, 230
mas no menos.
EMPERADOR
¿Y que es vuessa quánto haverá?
CAMILOTE
Señor, míos son los daños,
       no agenos.
Pero ella no tien' cuya, 235
y aunque vengo con ella
       como suyo,
suyo soy, y ella suya,
y en ver cosa tan bella
       me destruyo. 240
    Y demás de su beldá,
los hados la hizieron dina
       de gran fiesta,
de suerte que no está
'n el mundo muger divina 245
       sino ésta.
Pedíla a los aires tristes
que la ayudaron a criar;
       respondieron
con las tormentas que vistes 250
quando las islas del mar
      se hundieron.
A la nieve la pedí,
que del sol y también de ella
       se formó; 255
díxome: «Vote d'ahí,
que quien pudo merecella
       no nació».
No le hazéis, damas, a ésta
la devida cerimonia 260
       a vuessa guisa.
AMANDRIA
Señoras, ¡qué cosa es ésta!
ARTADA
Ésta deve ser Gridonia
      o Melisa.
FLÉRIDA
Parece a la reina Dido, 265
y Camilote a Eneas!
ARTADA
       ¡Sí, a osadas!
FLÉRIDA
¡Espantado es mi sentido!
¿Quién hizo cosas tan feas,
      namoradas? 270
EMPERADOR
Son los milagros de amores
maravillas de Copido.
       ¡Oh gran Dios,
que a los rústicos pastores
das tu amor encendido, 275
       como a nos!
    Y a Camilote haze
adorar en essa muerte,
       por mostrar
que haze quanto le plaze 280
y que nadie no le es fuerte
       de acabar.
Tales fuerças no tuvieron
otros dioses poderosos,
       que haze ser 285
a los que nunca se vieron
enamorados desseosos,
       sin se ver.
Estos son amores finos
y de más alto metal, 290
       porque son
los pensamientos divinos,
y también es divinal
       la passión.
Los amores generales, 295
si dan tristeza y enojos,
       como sé,
aunque sean speciales,
primero vieron los ojos
       el porqué. 300
    Mas el nunca ver de vista
y ser presente la ausencia,
       y conversar.
es tan perfecta conquista
que traspassa la excelencia 305
       del amar.
CAMILOTE
Todo esso padeció
mi coraçón dolorido,
       que por fama
de esta dama se perdió, 310
y sin verla fuí ardido
       en biva llama.
MAIMONDA
Dezidme, por vuessa vida,
quando me vistes, ¿qué vistes?
CAMILOTE
       Vi a Dios, 315
y la campaña tañida
de la fama, que hezistes
       para vos.
AMANDRIA
¡No podía menos ser,
porque es una Policena! 320
ARTADA
       ¡Tal es ella!
CAMILOTE
Bien podéis escarnecer,
mas, ¡juro a Dios!, que ni Elena
       fue tan bella.
ARTADA
    ¡Algo será más hermosa 325
Flérida!
CAMILOTE
¿Quién? ¿Aquélla?
       ¡Assaz de mal!
¡Por Dios, vos estáis donosa!:
comparáis una estrella
       a un pardal. 330
DON ROBUSTO
¡Mucho os desmandáis vos!
CAMILOTE
¿Queréislo vos demandar?
DON ROBUSTO
       ¿Sois cavallero?
Si lo sois, juro a Dios
que os haga yo tomar 335
       majadero.
    ¿Y en Flérida habláis vos?
Nadie es dino de vella
       ni osamos,
porque nos defende Dios 340
que no pensemos en ella,
       que pecamos.
    Y manda, no sé por qué,
que, por do vaya o esté,
la tierra sea sagrada, 345
y sea luego adorada
la pisada de su pie.
    ¡Oh herege entre barones!
¿Puede ser mayor locura
que la excelsa hermosura 350
compararla con tisones,
contra Dios, contra natura?
CAMILOTE
Ante que hayamos enojos,
cavallero, abrí los ojos,
que devéis tener lagaña 355
y veis por tela d'araña:
¡cúmpleos poner antojos!
DON ROBUSTO
    ¿A qué tengo de mirar?
CAMILOTE
La belleza de Maimonda,
que en la tierra, a la redonda, 360
no se halló nunca su par
ni señora de su suerte.
DON ROBUSTO
Más cercana os es la muerte
que la verdad, cavallero.
CAMILOTE
Yo he sido tan certero 365
que os juro que os acierte.
DON ROBUSTO
   Decid antes que os conquiste,
con los hinojos hincados,
la oración de los ahorcados,
que es ell anima Christe,370
por vuessa ánima y pecados.
CAMILOTE
¡Oh Maimonda, mi señora,
vos que quitáis el recelo!
DON ROBUSTO
Yo os juro a Dios del cielo
que presto la dexéis ora. 375
CAMILOTE
    ¡Vos ya no sois don Duardos,
ni menos Primaleón
       no seréis!
DON ROBUSTO
Ni soy de los más bastardos
en esfuerço y coraçón, 380
       como veréis.
Y devéis por honra vuessa,
pites de morir tenéis cierto
       de esta trecha,
buscar luego antes de muerto, 385
el que os haga la huessa
       muy bien hecha.
CAMILOTE
    ¿Ansí?
DON ROBUSTO
¡Sí, don salvaje!
CAMILOTE
Muy alto, esclarecido
       emperador:390
yo nunca sofrí ultrage,
sino sólo ser vencido
       del amor.
Cogí en bravas montañas
esta grinalda de rosas, 395
       por hazaña,
entre diez mil alimañas
muy fieras, muy peligrosas,
       ¡cosa estraña!
Y pues a tan peligrosa 400
ventura, de buena gana
       me ofrecí,
la doy a la más hermosa
que nació en la vida humana
       hasta aquí. 405
Y qualquiera cavallero
de esta corte, que dexiere
       que su dama
la merece por entero,
salga, y muera el que moriere, 410
       por la fama.
Y aún qualquier que dixiere
que a Flérida conviene
       más que a ella,
yo le haré conocer 415
que miente con quanto tiene,
       delante ella.
DON ROBUSTO
Yo os lo quiero combatir.
CAMILOTE
¿Vos, señor emperador,
       dais licencia? 420
EMPERADOR
Sí doy, y allá quiero ir
ver el campo y el loor
       y la sentencia.
 

(Vanse todos entra la infanta OLIMBA con DON DUARDOS.)

 
OLIMBA
    ¿Quánto tiempo ha, señor
don Duardos, que partistes 425
DON DUARDOS
No lo sé, porque el amor
en la cuenta de los tristes
       siempre yerra.
Después que a Flérida vi,
quando con Primaleón 430
       combatía,
perdí la cuenta de mí,
y cobré esta passión
       que era mía.
Alcançó par a su hermano;435
trúxome guerra consigo
       sólo en vella,
tal, que no es en mi mano
haver nunca paz comigo
       ni con ella. 440
Dezidme, señora ifanta:
Flérida, ¿Cómo la haveré?
OLIMBA
       Con fatiga,
porque es su gravedad tanta,
mi señor, que yo no sé 445
       qué os diga.
    Mas es esso de hacer
que vencerdes a Melcar
       en Normandía,
ni quando fuistes prender 450
a Lerfira en la mar
       de Turquía;
ni matarles al soldán
de Babilonia, que matastes
       y tan presto, 455
por librardes de afán
Belagriz, como librastes:
       ¡más es esto!
DON DUARDOS
    Essa guerra es ya vencida.
¡En ésta quería esperança460
       de vencer!
OLIMBA
No la tengáis por perdida.
que lo mucho no se alcança
       a bel plazer.
Muchos son enamorados 465
y muy pocos escogidos,
       que amor,
a los más altos estados,
aunque los haga abatidos,
       es loor. 470
    Dígolo porque si a Flérida
amáis, como havéis contado
       y referido,
cúmpleos mudar la vida
y el nombre y el estado 475
       y el vestido.
DON DUARDOS
Y aún el ánima mía
mudaré de mis entrañas
       al infierno!
OLIMBA
Si amáis por essa vía,480
haréis las duras montañas
       plado tierno.
    Iros hes a su hortelano,
vestido de paños viles,
       con paciencia, 485
de príncipe hecho villano,
porque las mañas sotiles
       son prudencia,
y assentaros hes con él,
después que le prometiéredes 490
       provecho,
y avisaron hes de él,
que no sinta en lo que hizierdes
       vuesso hecho.
    Llevad estas pieças de oro 495
y esta copa de las hadas
       preciosas;
ternéis las noches de moro
y ternéis las madrugadas
       muy llorosas. 500
Hazed que beva por ella
Flérida, porque el amor
       que le tenéis
a ella, os terná ella,
y perdida de dolor 505
       la cobraréis.
DON DUARDOS
    A los fioses inmortales
suplico, señora mía,
suplico, señora mía,
       os den gloria, 510
y aministren a mis males
camino, por esta vía,
       de vitoria.
OLIMBA
¡Amén!, y ansí será,
porque en Venus confío, 515
       mi señora,
que lo que suele hará,
y le embiaré el clamor mío
       cada hora.
 

(Vanse DON DUARDOS y OLIMBA (La escena es ahora en la huerta de FLÉRIDA) y vienen los hortelanos de la huerta: JULIÁN, COSTANZA ROIZ, su mujer, y FRANCISCO y JUAN, sus hijos. Y dice JULIÁN:)

 
JULIÁN
    ¡Costanza Roiz amada! 520
COSTANZA
Mi Julián, ¿qué mandáis?
JULIÁN
Que miréis cómo regáis,
que estragáis la mesturada,
       que esta huerta
me tiene la vida muerta. 525
COSTANZA
¡Amargo estáis!
JULIÁN
¡Topad presto!
 

(Se llama a la puerta.)

 
COSTANZA
Mi amor, ¿qué fue ahora esto?
FRANCISCO
No sé quién llama a la puerta.
JULIÁN
    Mi fe, sea quien quisiere,
¡monda, acaba norabuena, 530
ve, abaxa la melena!
FRANCISCO
¡Para'l ruin que tal hiziere!
       Vaya Juan.
JUAN
Primero vendrá del pan
y tocino una pieça, 535
que yo baxe la cabeza.
JULIÁN
¡Ve, apaña el açafrán!
JUAN
¡Cuerpo de Dios con la vida!
Pues tengo el nabo regado
y el rosal apañado, 540
¿no mereço la comida?
JULIÁN
    Es plazer.
Mirad, señora muger.
COSTANZA
¿Qué miráis, mi corderito?
JULIÁN
¡Quán ufano y quán bonito 545
está el pomar donde ayer!
COSTANZA
¡Oh, qué cosa es el verano!
JULIÁN
Mirad, mi alma, el rosal
cómo está tan cordeal
y el peral tan loçano. 550
COSTANZA
    ¡Quán alegre y quán florido
está, señor mi marido,
el jazmín y los granados,
los membrillos quán rosados,
y todo tan florecido! 555
Los naranjos y mançanos...
¡alabado sea Dios!
JULIÁN
Pues más florida estáis vos.
 

(Se llama otra vez a la puerta.)

 
FRANCISCO
    Padre, ¿no oís batir
a la puerta ha ya un mes? 560
JULIÁN
Algo vienen a pedir.

 (Va JULIÁN a la puerta.) 

    ¿Quién está ahí?
DON DUARDOS
¡De par es!
    Julián, por Dios os ruego
que abráis.
JULIÁN
Si abrería,
mas Flérida vendrá luego. 565
DON DUARDOS
Pues, Julián, yo os dería
cosas de vuesso sossiego
y descanso y alegría.
JULIÁN
    Esperad, y llamaré
la señora mi muger, 570
que, si es cosa de plazer,
solo no lo quiero ver,
porque no lo gustaré.
    Costanza Roiz, vení acá,
que sin vos soy todo nada. 575
Catad, señor, que esta entrada
nunca se dio ni dará,
que esta huerta es muy guardada.

 (Ábrele la puerta, y, viéndole en traje de trabajador, le dice:)  

    Pero ¿dónde sois, hermano?
DON DUARDOS
D'Inglaterra.
JULIÁN
¿Y qué mandáis?
580
DON DUARDOS
Querría ser hortelano
si vos me lo enseñáis;
y quiero dezirlo llano:
    en esta huerta, señor,
está terrible tesoro 585
que infinitas peças d'oro,
y sólo yo soy sabidor:
    esto es cierto.
Hagamos un tal concierto
que me tengáis simulado, 590
y de vos perdé el cuidado
si tenéis esto encubierto.
JULIÁN
    A la infanta ¿qué diremos
se os viere aquí andar?
COSTANZA
Por hijo puede passar, 595
Julián le llamaremos.
    Vendrá ora,
y yo le diré: «Señora...»
Y lo demás quiero callar.
Bien podéis aquí andar, 600
y vengáis mucho en buen hora.
 

 (Al entrar DON DUARDOS en la huerta dice:) 

DON DUARDOS
    ¡Huerta bienaventurada,
jardín de mi sepultura
       dolorida,
yo adoro la entrada, 605
aunque fuesse sin ventura
       la salida!
 

(Vase DON DUARDOS.) (Viene FLÉRIDA con sus damas, AMANDRIA y ARTADA, y vienen platicando por la huerta sobre el desafío de DON DUARDOS con PRIMALEÓN.)

 
FLÉRIDA
    ¡Oh quánto honran la tierra
los cavalleros andantes
       esforçados! 610
AMANDRIA
Mucho enamora su guerra,
y aborrecen los galanes
       regalados.
FLÉRIDA
¡Oh, qué grande cavallero!
ARTADA
¿Quál, señora?
FLÉRIDA
El que hirió
615
       a Primaleón
ARTADA
No vino tal venturero
a la corte, ni se vio
       tal coraçón.
AMANDRIA
   ¿Supo, señora, quién era? 620
FLÉRIDA
Nunca se me quiso dar
       a conocer,
mas, a según su manera,
gran señor, a mi pensar,
       devía ser. 625
ARTADA
¡Quán fuertemente lidiava!
AMANDRIA
¡Oh, cómo se combatía
       apresurado!
FLÉRIDA
¡Qué ricas armas armava
y quán mañoso lo hazía 630
       y quán osado!
 

(Viene COSTANZA ROIZ con unas rosas para FLÉRIDA.)

 
COSTANZA
    Dios bendiga a vuessa alteza
y os de mucha salud,
y logréis la juventud
sin fatiga ni tristeza. 635
    Estas rosas
son de las más olorosas.
FLÉRIDA
Serán de casta d'Hungría.
Mas, dezidme, ¿no es día
hoy de hazer afán? 640
¿Dónde es ido Julián
y toda su compañía?
COSTANZA
    No es día de holgar,
sino donde hay plazer:
un hijo nos vino ayer, 645
que nos quitó gran pesar.
FLÉRIDA
    ¡Bendígaos Dios!
¿Otro hijo tenéis vos?
COSTANZA
Veinte años haze este mes.
FLÉRIDA
Pues que vuesso hijo es, 650
dezilde que venga a nos.
COSTANZA
    Viene roto; hasta mañana
no osará parecer.
FLÉRIDA
El hombre queremos ver,
que los paños son de lana. 655
COSTANZA
   ¡Julián, mi hijo, mi diamán!,
llámaos la Princesa
Flérida.
 

(Sale DON DUARDOS.)

 
DON DUARDOS
       ¡Mas diesa
que todos alabarán! 660
¿Quál corazón osa ahora,
es tan disforme visage
       y vil figura,
ir delante una señora
tan altísima en linage 665
       y hermosura?
    Y vos, mis ojos indignos,
¿quáles hados os mandaron,
       siendo humanos,
ir a ver los más divinos 670
que los dioses matizaron
       con sus manos?
FLÉRIDA
¿Ha mucho que eres venido?
¿En qué tierras andoviste,
       Julián?675
¿No hablas?
ARTADA
¡Está corrido!
FLÉRIDA
¿Quánto havía que fuiste?
AMANDRIA
       ¿Quieres pan?
ARTADA
    ¡Bendiga Dios el niñito.
cómo es bonito y despierto! 680
       ¿no lo veis?
AMANDRIA
Busquémosle un paxarito.
Éste ni vivo ni muerto,
       ¿para qué es?
ARTADA
¡El sí aprovechará 685
para bestia d'atahona!
AMANDRIA
       ¡Con retrancas!
ARTADA
¡Quán despacio molerá!
AMANDRIA
¡O espulgará la mona
       por las ancas! 690
ARTADA
Mas, ¡echémosle a nadar
en el tanque!
AMANDRIA
¡Bien será!
ARTADA
       ¡Suso, vamos!
FLÉRIDA
¿Por qué no quieres hablar?
ARTADA
Señora, ¡él hablará 695
       si lo echamos!
DON DUARDOS
Señoras, quando el corazón
del esfuerço tiene mengua,
       ya se piensa
que, de fuerça y con razón, 700
será turbada la lengua
       y suspensa.
    Porque yo vide a Melisa
esposa de Recendós,
       ue Dios pintó; 705
vi Viceda y Valerisa,
por quien el rey Arnedós
       se perdió.
Vi la hermosa Griola,
emperatriz d'Alemaña,710
       y sus donzellas;
vi Gridonia, una sola
imagen de gran hazaña
       entre las bellas.
    Y si Silveda y Finca, 715
graciosíssima señora
       mucho linda:
vi las hijas de Tedea
y vi la ifanta Campora
       y Esmerinda. 720
Mas, con vuessa hermosura,
parecen moças d'aldea,
       con ganado;
parecen viejas pinturas,
tinas damas de Guinea,725
       con brocado.
    Son unas sombras de vos
y figuras de unos paños
       de Granada,
y tales os hizo Dios, 730
que, aunque esté mundo mil años,
       no es nada.
FLÉRIDA
¿Viste a Primaleón
en los reinos estrangeros,
       y sus famas? 735
DON DUARDOS
No es de mi condición
de mirar a cavalleros,
       sino a damas.
ARTADA
    ¿En ti se entiende mirar?
DON DUARDOS
Conosco, señora mía, 740
       que soy ciego,
ni también puedo negar
que, ciego, sin alegría
       ardo en fuego.
FLÉRIDA
Deves hablar como vistes, 745
o vestir como respondes.
DON DUARDOS
       Buen vestido
no haze ledos los tristes.
FLÉRIDA
¡Oxalá tuviessen condes
       tu sentido! 750
    Anda, vete agasajar
con tus padres y hermanos,
       por los quales
holgaré de te amparar.
DON DUARDOS
Beso vuessas altas manos 755
       divinales.
FLÉRIDA
Vete, con la bendición,
a comer cebolla cruda,
       tu manjar.
DON DUARDOS
¡Quien tiene tanta passión, 760
todo comer se le muda
       en sospirar!
 

(Vase DON DUARDOS.)

 
ARTADA
    El bovo muy bien assenta
sus razones, y dirán
       sin letijo, 765
si lo mira quien lo sienta,
que no hizo Julián
       aquel hijo.
AMANDRIA
Venida es la noche escura:
váyase vuessa alteza. 770
FLÉRIDA
       Aquel tal
que lamenta su ventura
y exclama su tristeza...
       ¿de qué mal?
AMANDRIA
    Es un modo de hablar 775
general, que oís dezir
       a amadores,
que a todos veréis quexar,
y ninguno veréis morir
       por amores. 780
Julián, sin saber qué es,
quiere ordenar también
       de quexarse,
y muchos tales verés:
mas querría ver alguien 785
       que amase.
    Si alguno al dios Apolo
hiziesse adoración
       por su dama,
y esto estando solo 790
y llorando su passión,
       éste ama.
Mas delante son Mancías:
en ausencia son olvido:
       y el querer 795
es amar noches y días,
y quanto menos querido,
       más plazer.
 

(Estas cosas las va diciendo AMANDRIA al marcharse de la huerta FLÉRIDA y sus damas; e idas (las tres, viene DON DUARDOS con JULIÁN y COSTANZA, y) dice DON DUARDOS a JULIÁN:)

 
DON DUARDOS
    Toda esta noche, señor,
me conviene trabajar, 800
       que el tesoro
de noche quiere el lavor;
yo me voy luego a cavar
       como moro.
COSTANZA
Ora, andad con Dios, hermano. 805
Yo quiero cerrar mi puerta
      bien cerrada.
Las noches son de verano;
aunque durmáis en la huerta
       no es nada. 810
    ¡Oh, señores tres reys magos
que venistes de Oriante,
por vuessos santos milagros,
que ayudéis aquel bergante
a buscar muchos ducados! 815
JULIÁN
Veníos acostar, señora.

 (Canta JULIÁN.)  

«Soledad tengo de ti,
¡oh, tierras donde nascí!»
COSTANZA
¡Ay, mi amor, cantalda ahora!
 

 (Canta JULIÁN.)  

JULIÁN
«Soledad tengo de ti, 820
¡oh, tierras donde nascí!»

 (Hablado.)  

¡Bien solía yo mosicar
'n el tiempo que Dios querría!
COSTANZA
Como os oyo cantar
llórame ell ánima mía.825
JULIÁN
Vámonos ora acostar.
 

(Vanse JULIÁN y COSTANZA.)

 
 

(Primer) Soliloquio de DON DUARDOS.

 
DON DUARDOS
    ¡Oh, palacio consagrado!
pues que tienes en tu mano
       tal tesoro,
devieras de ser labrado 830
de otro metal más ufano
       que no oro.
Huvieron de ser robines,
esmeraldas muy polidas
       tus ventanas, 835
pues que pueblan serafines
tus entradas y salidas
       soberanas.
    Yo adoro, diosa mía,
más que a los dioses sagrados, 840
       tu alteza,
que eres dios de mi alegría,
criador de mis cuidados
       y tristeza.
A ti adoro, causadora 845
de este vil oficio triste
       que escogí;
a ti adoro, señora,
que mi ánima quesiste
       para ti. 850
    No uses de poderosa
porque diziendo te alabes:
       «yo vencí»;
ni sepas quánto hermosa
eres, que si lo sabes, 855
       ¡ay de mí!
¡Oh, primor de las mugeres,
muestra de su excelencia,
      la mayor!
¡Oh, señora, por quien eres, 860
no niegues la tu clemencia
       a mi dolor!
    ¡Por los ojos piadosos
que te vi 'n este lugar,
      tan sentidos, 865
claríficos y lumbrosos,
dos soles para cegar
       los nacidos,
que alumbres mi coraçón,
oh, Flérida, diesa mía, 870
       de tal suerte,
que mires la devoción
con que vengo en romería
       por la muerte!
    Tú duermes, yo me desvelo,875
y también está dormida
       mi esperança.
Yo solo, señora, velo,
sin Dios, sin alma, sin vida
       y sin mudança. 880
Si el consuelo viene a mí,
como a mortal enemigo
       le requiero:
«Consuelo, vete d'ahí,
no pierdas tiempo conmigo, 885
       ni te quiero».
    Esto es ya claro día.
Darles he de este tesoro,
       porque el mío
es Flérida, señora mía,890
de cuyo dios yo adoro
       su poderío.
 

(Entran JULIÁN y COSTANZA.)

 
JULIÁN
Mala noche havéis llevado,
harto escura, sin lunar.
DON DUARDOS
       Y sin plazer. 895
COSTANZA
Vuesso almoço está guisado.
DON DUARDOS
Trabajar y sospirar
       es mi comer.
    Veis aquí lo que saqué
aquesta noche primera. 900
JULIÁN
       ¡Oh, qué cosa!
¡Pardiez, aína diré
que no es Flérida en su manera
       tan hermosa!
DON DUARDOS
¡Ay, ay!
JULIÁN
¿Venís cansado?
905
DON DUARDOS
Mi coraçón lo diría
       si osasse.
COSTANZA
¿Comeréis un huevo assado,
mi hijo, mi alegría?
¿O qué queréis que os asse? 910
DON DUARDOS
    No hablemos en comer:
dexadme gastar la vida
       en mi tesoro.
Esta copa ha d'haver
Flérida, que es descendida 915
       de un rey moro,
ésta le viene de herencia
de sus agüelos pasados.
       Cumple a nos
dársela por conciencia; 920
y los trezientos ducados,
       para vos.
COSTANZA
    ¡Oh, mi hijo y mi hermano,
mi sancto descanso mío
       y de mi vida: 925
Dios os truxo a nuestra mano,
y fue por él, yo os fío,
       la venida!
Su alteza vendrá ora,
que ya acabó de yantar 930
       ha buen rato.
JULIÁN
¡Oh, Dios! ¡Quién tuviera ahora
para os agasajar
       un buen pato!
COSTANZA
    Andad acá, hijos míos, 935
y pornemos en recaudo
       lo que hallamos.
¡Dios sabe ora quán vazíos
y sin blanca ni cornado
       nos hallamos! 940
Vamos, hijo, a la posada.
y descansaréis, siquiera,
       de la noche
mala que havéis llevada:
no faltará una estera 945
       en que os eche.
 

(Vanse todos y vienen FLÉRIDA, ARTADA y AMANDRIA a la huerta, y dice FLÉRIDA:)

 
FLÉRIDA
    ¡Jesús!, ¿qué cosa es ésta?
¡No hazen hoy labor
       ni ayer!
ARTADA
Terná ochavas la fiesta 950
de su hijo y su amor,
       con plazer.
FLÉRIDA
Amandria, por vida vuestra,
que lo busquéis, y llamaldo.
AMANDRIA
       Sí, señora. 955
FLÉRIDA
Y si os hiziere muestra
de poca gana, dexaldo
       por ahora.
 

(Vase AMANDRIA y vuelve con DON DUARDOS.)

 
AMANDRIA
    Dize la señora infanta
que holgara de te ver 960
       trabajar.
DON DUARDOS
No será su gana tanta
quanto será mi placer
       de la agradar.
AMANDRIA
¿Sabes sembrar toda suerte? 965
DON DUARDOS
Señora, soy singular
      hortelano;
mas esta tierra es tan fuerte,
que pienso que el trabajar
       será vano. 970
    Cavaré de coraçón
y regaré con mis ojos
       lo sembrado:
no cansará mi passión,
porque mis tristes enojos 975
       son de grado.
 

(Llegan adonde está FLÉRIDA.)

 
AMANDRIA
Señora, por mi salud,
que yo no puedo entender
       hombre tal.
DON DUARDOS
¡Oh, triste mi juventud, 980
tú veniste a mi poder
       por mi mal!
FLÉRIDA
    ¿De qué te quexas?
DON DUARDOS
De Dios,
porque no nos hizo iguales
       los nacidos, 985
y, sin manzilla de nos,
nos dio ojos corporales
       y sentidos.
Los ojos para mirar,
sentir para conocer 990
       lo mejor,
alma para dessear,
coraçón para querer
       su dolor.
FLÉRIDA
    ¿Sabes ler y escrevir?995
DON DUARDOS
Señora, no soy acordado
       si lo sé.
FLÉRIDA
¿Haste de tornar a ir?
DON DUARDOS
Si me prendió mi cuidado,
       ¿a dó me iré? 1000
 

(Entra COSTANZA con fruta para FLÉRIDA.)

 
COSTANZA
Señora, haze gran siesta.
Coma vuessa Alteza de esta
       fruta mía,
pues le plaze con mi fiesta.
FLÉRIDA
Amandria, hazedme presta 1005
       agua fría.
 

(COSTANZA ROIZ se ofrece a traérsela y vuelve en seguida trayendo agua para FLÉRIDA en la copa encantada. Y al verla, dice AMANDRIA primero:)

 
AMANDRIA
    ¡Qué copa tan singular!
¿Vuessa es ésta?
COSTANZA
Sí, señora,
       rosa mía.
AMANDRIA
¡Dios os la dexe lograr! 1010
COSTANZA
Mi hijo la truxo ahora
       de Turquía.
FLÉRIDA
¡Oh, qué copa tan hermosa!
Tal joya, ¿cuya será?
DON DUARDOS
       Vuessa, señora. 1015
Y no tan preciosa
como es la voluntad
       que la dora.
FLÉRIDA
    ¿Dónde la huviste, Julián?
DON DUARDOS
En unas luchas reales1020
       la gané.
FLÉRIDA
Quiérola, y pagártela han.
DON DUARDOS
¡Si fuessen pagas iguales
       a mi fe!
 

 (Después de beber FLÉRIDA, dice ella:) 

FLÉRIDA
¡Oh, qué agua tan sabrosa! 1025
toda se m'aposentó
       'n el coraçón.
Y la copa, ¡muy graciosa!
¡Oh, Dios libre a quien la dio
       de passión! 1030
DON DUARDOS
    Voy, señora, a trabajar.
Dios sabe quán trabajado.
FLÉRIDA
Mucho mejor empleado
te devieras emplear.
       Tu figura, 1035
en tal hábito y tonsura,
causa pesar en te viendo.
DON DUARDOS
Pues aún quedo deviendo
loores a la ventura.
FLÉRIDA
    ¿No fuera mejor que fueras 1040
a lo menos escudero?
DON DUARDOS
Oh, señora, ansí me quiero:
hombre de baxas maneras;
       que el estado.
no es bienaventurado, 1045
que el precio está en la persona.
ARTADA
Señora, es hora de nona
y de os ir a vuesso estrado.
FLÉRIDA
    Quédate adiós, Julián.
DON DUARDOS
Yo, señora, no me quedo: 1050
       también vo.
Los cuidados quedarán;
pero yo quedar no puedo:
       tal estó.
FLÉRIDA
¿Adónde te quieres ir?1055
No te vayas, por tu vida;
       tien sossiego.
Y si te havías de partir,
¿para qué era tu venida,
       y irte luego? 1060

 (Aparte a ARTADA.)  

    Si Julián se partiesse,
por causa de nuestra vieja
       pesam'hía
como si mucho perdiesse.
ARTADA
Si comigo se aconseja,1065
       no se iría.
 

(Vanse FLÉRIDA, ARTADA, AMANDRIA y COSTANZA.) (Después de idas, dice JULIÁN a DON DUARDOS.)

 
JULIÁN
    ¿Queréis ora que os diga?
Hermano, muy bien haréis
que esta noche no cavéis
ni os deis tanta fatiga. 1070
       Cenaremos,
y, antes que nos echemos,
tomaremos colación.
DON DUARDOS
Ni yo ni mi coraçón
no cumple que reposemos. 1075
Hora es que os acojáis;
voy a cavar mi riqueza,
no que descubra tristeza
los secretos de mis ais.
 

(Vase JULIÁN.)

 
 

Soliloquio segundo de DON DUARDOS:

 
    ¡Oh, floresta de dolores, 1080
árbores dulces, floridos,
       inmortales:
secárades vuessas flores
si tuviérades sentidos
       humanales!1085
Que partiéndose d'aquí
quien haze tan soberana
       mi tristura,
vos, de manzilla de mí,
estuviérades mañana 1090
       sin verdura.
    Pues acuérdesete, Amor,
que recuerdes mi señora
       que se acuerde
que no duerme mi dolor, 1095
ni soledad sola una hora
       se me pierde.
    Amor, Amor, más te pido:
que cuando ya bien despierta
       la verás, 1100
que le digas al oído:
«Señora, la vuessa huerta...»,
       y no más...
    Porque, Amor, yo quiero ver,
pues que dios eres llamado 1105
       divinal,
si tu divinal poder
hará subir en borcado
       este sayal:
que, para seres loado, 1110
a milagros te esperamos,
       que lo igual
ya sin ti se está acabado.
Por lo impossible andamos:
       no por ál. 1115
Alborada, a ti adoro.
¡Oh, mañana, a ti loamos
       de alegría!
Quiero llevar más tesoro,
y contentar a mis amos, 1120
       que es de día.
 

(Vase DON DUARDOS; y viene FLÉRIDA descubriendo a ARTADA el amor que tiene a DON DUARDOS, sin saber quién era, y dice:)

 
FLÉRIDA
    ¡Oh, Artada, mi amiga,
llave de mi coraçón!
       tal me hallo,
que no sé cómo os diga 1125
ni calle tanta passión
       como callo.
    Deziros quiero mi vida.
No que de tal desvarío
       digo nada; 1130
mas es una alma perdida
que habla en el cuerpo mío,
       ya finada.
Bien os podéis santiguar
de mí, que soy atentada 1135
       del amor,
y amor en tal lugar
que no oso dezir nada,
       de dolor.
    Esconjuradme, y sabréis1140
de esta ánima que os digo
       ya defunta,
quién era y de cúya es:
dirá que del enemigo
       toda yunta. 1145
ARTADA
No entiendo a vuessa alteza.
FLÉRIDA
Ni yo quisiera entender
       a Julián.
ARTADA
¡Jesús!, y vuessa grandeza,
vuesso imperio y merecer, 1150
       ¿qué le dirán?
FLÉRIDA
Mas ¿qué haré?
ARTADA
¿Qué haréis?
Tenéis príncipe en Hungría
       y en Francia,
que vos muy bien merecéis, 1155
y príncipe en Normandía,
       que es ganancia.
Tenéis príncipe en romanos,
don Duardos en Inglaterra,
       gran señor, 1160
y todos en vuestras manos.
FLÉRIDA
Julián me da la guerra
       por amor.
    Esta noche lo asseché
y dixo que es cavallero, 1165
       y no hortelano,
sabed de él, por vuestra fe,
qué hombre es, que crer no quiero
       que es villano.
 

(Viene AMANDRIA con las doncellas músicas, y dice:)

 
AMANDRIA
    La emperatriz, señora, 1170
vuessa madre, va a caçar.
Embíaos a preguntar
si iréis caçar ahora
o si holgáis más 'n el pomar.
FLÉRIDA
       No es razón, 1175
que está en muda mi halcón
y el açor desvelado,
y, más, ido el mi amado
hermano Primaleón.
 

(Viene COSTANZA ROIZ, y dice, llorando, a FLÉRIDA:)

 
COSTANZA
    ¿Ha hí açúcar rosado,1180
señora, en vuessa casa?
FLÉRIDA
       ¿Para qué?
COSTANZA
Mi hijo está maltratado,
que el coraçón se le abrasa.
FLÉRIDA
       No lo sé. 1185
COSTANZA
Dos vezes se ha amortecido.
ARTADA
¡Si lo apalpa la tierra!...
AMANDRIA
Quien guardó ganado en sierra,
en el poblado es perdido.
COSTANZA
    Es mi hijo muy sesudo. 1190
Nuesso Señor me lo guarde.
Sospira de tarde en tarde,
pero quéxase a menudo,
que el ánima se le arde.
FLÉRIDA
       ¿Qué será? 1195
COSTANZA
Señora, no sé qué ha;
sus lágrimas son iguales
a perlas orientales:
tan gruessas salen d'allá.
DON DUARDOS
    Madre, ¿dónde iré cavar?, 1200
que no puedo estar parado
       ni sossiego.
No se entienda descansar
en mí, porque, descansando,
       muero luego. 1205
COSTANZA
Mas dexad, hijo, la açada,
y mirad estas donzellas
       que aquí veis.
Requebraos con Artada
y hablad con todas ellas, 1210
       y holgaréis.
FLÉRIDA
    Vamos passar los calores
debaxo del naranjal.
DON DUARDOS
Señora, ahí es natural:
caerá flor en las flores.1215
FLÉRIDA
       ¿De manera
que siempre tienes ligera
la respuesta enamorada?

 (Aparte a ARTADA:)  

¿No os digo yo, Artada,
que va honda esta ribera? 1220
ARTADA
Señora, yo estó espantada.
FLÉRIDA
    Tened vuessos instrumentos,
que pensativa me siento,
y de un solo pensamiento
nacen muchos pensamientos, 1225
sin ningún contentamiento.
       Yo sospecho
en el centro de mi pecho,
y mi coraçón sospecha
que esta cosa va derecha 1230
para yo perder derecho.
 

(Tocan las damas sus instrumentos, y dice ARTADA:)

 
ARTADA
    Señora, ¿qué cantaremos?
FLÉRIDA
Julián lo dirá presto.
DON DUARDOS
Señoras, cantad aquesto:
«¡Oh, mi passión dolorosa, 1235
aunque penes, no te quexes.
ni te acabes, ni me dexes.
    Dos mil sospiros embío
y doblados pensamientos,
que me trayan más tromentos 1240
al triste coraçón mío.
Pues amor, que es señorío,
te manda que no me dexes,
no te acabes ni te quexes!»
FLÉRIDA
    Mas, cantad esta canción:1245
«Quién pone su afición
do ningún remedio espera,
no se aquexe porque muera».
DON DUARDOS
Mas, podéis muy bien cantar:
«Aunque no espero gozar1250
galardón de mi servir,
no me entiendo arrepentir».
 

(Cantar esta cantiga, y acabada, dice DON DUARDOS:)

 
    No más, por amor de Dios,
que yo me siento espirar,
quién fuesse esclavo de vos! 1255
 

 (Dice ARTADA a FLÉRIDA:)  

ARTADA
Señora, para más holgar
       no son horas.
AMANDRIA
La música deve ser
su madre de la tristura.
FLÉRIDA
       ¡Oh, cuitada, 1260
quién me tornasse a nacer,
pues me tiene la ventura
       condenada!
    Holgara de oír cantar:
«Si eres para librar 1265
mi coraç de fatigas,
¡ay, por Dios, tú me lo digas!»
DON DUARDOS
Por deshecha cantarán:
«El gallo y el gavilán
no se matan por la prea, 1270
sino porque es su ralea».
FLÉRIDA
¡Adiós, adiós, Julián!
Esta huerta te encomiendo
       por tu fe.
DON DUARDOS
Mis ojos la mirarán, 1275
mas sospirando y gemiendo
       la veré.
 

(Yéndose FLÉRIDA, llorando, con sus damas, dice ARTADA:)

 
ARTADA
    ¿Cómo vais ansí, señora?
FLÉRIDA
No sé, llóranme los ojos
       de contino; 1280
y también mi alma llora,
y son tantos mis enojos
       que me fino.
 

(Vanse FLÉRIDA y sus damas y COSTANZA.) Viendo DON DUARDOS la pena de FLÉRIDA, dice:

 
DON DUARDOS
    ¡Oh, mi ansia peligrosa,
dolor que no tiene medio, 1285
       pues busqué
medicina provechosa,
y con el mismo remedio
       me maté!
Que si Flérida es herida 1290
de tal dolor como yo,
       tan estraño,
oh, cuitada de mi vida!
mi coraçón, ¿qué ganó
       en tal daño? 1295
    ¡Oh, Olimba! ¿qué heziste?:
que para remediarme,
       de mil suertes
heziste a Flérida triste;
y verla triste es matarme 1300
       de mil muertes.
La copa me echó en medio
de un plazer que me desplaze
       y descontenta;
pues, ahora, ¿qué remedio?, 1305
que lo que me satisface
       me atromenta.
    Oh, preciosa diesa mía.
yo confiesso que pequé,
       señora, a ti, 1310
y por esso ell alegría
del remedio que busqué
       es contra mí:
conozco que fue traición.
¡Perdona, rosa del mundo, 1315
       al que pecó,
porque fue mi coraçón,
que con gran querer profundo
       te erró!
 

(Viene JULIÁN a visitar a DON DUARDOS y viene cantando:)

 
JULIÁN
    «Éste es el calbi ora bi 1320
el calbi sol fa mellorado».
DON DUARDOS
¡Quién tuviesse el tu cuidado,
y no del triste de mí!
JULIÁN
¿Cómo os va, bon amí?
DON DUARDOS
       Cansado. 1325
JULIÁN
Parece que havéis llorado.
DON DUARDOS
Nunca tan triste me vi.
No me hallo en esta tierra,
y este tesoro me tiene;
éste sólo me da guerra, 1330
que, cuando andaba en la sierra,
hazía vida solene.
JULIÁN
    Pues deveisos d'avezar
a bivir entre la gente,
y será bien de os casar 1335
en este nuestro lugar
con una moça valliente.
       Quiéroos dar
moça que tiene un telar
y arquibanco de pino, 1340
afuera que ha de heredar
una burra y un pumar
y un mulato y un molino.
    No os burléis, hermano, vos:
que la pide un calcetero 1345
y un curtidor o dos,
y por aquí plazerá a Dios
que saldréis de ser vaquero.
Es moça baxa, doblada,
es morena pretellona, 1350
graciosa, tan salada
que no la mira persona
que no quede enamorada.
    Es muchacha que havrá
treinta años que tiene muelas. 1355
y, según holgada está.
a la voluntad me da
que escusadas son espuelas.
Júroos, hermano mío.
que os viene Dios a ver, 1360
que, aunque el padre fue judío,
y su padre y su nacío,
tiene muy bien de comer.
    Sí, por Dios, que no os miento.
DON DUARDOS
Ios, Julián amigo: 1365
no habléis cosa de viento,
que el cansado pensamiento
harto mal tiene consigo.
 

 (Llama JULIÁN a COSTANÇA.)  

JULIÁN
¡Costanza Roiz, amor mío!
¡Ah, señora, vida mía! 1370
 

(Sale COSTANZA.)

 
COSTANZA
¿Qué me queréis, señor mío!
JULIÁN
Que sin vuessa compañía
no tengo plazer ni brío.
    Estoyle diziendo yo
que case con Grimanesa; 1375
pues que tanto bien halló
y para nos lo cavó,
que le demos buena empresa.
COSTANZA
Si la moça no rehúsa,
buen casamiento sería; 1380
mas es una garatusa
que de mil otros se escusa
que la piden cadaldía.
 

 (Habla DON DUARDOS.)  

DON DUARDOS
    Fortuna, duélete de mí
y haze cuenta comigo: 1385
no cobres fama por mí
de cruel, porque está aquí
el mi cruel enemigo,
quando yo la muerte pido?
¡Oh, mi dios, señor Cupido, 1390
loado seas por esto,
JULIÁN
que a tal punto me has traído!
DON DUARDOS
¿Qué dezís?
JULIÁN
Yo me entiendo.
¡Anda hombre por honraros
y ampararos y obligaros, 1395
y aún vos estáis gruñiendo!
Por vida de esta mi amada,
que es la moça (¡y qué tal
moça!) machuela y doblada,
pescoço cuerto, amassada. 1400
salada como la sal.
    ¡Y vos aún rehusáis
de casar con Grimanesa!
¡Oh, qué moça allí dexáis!
DON DUARDOS
Ruégoos mucho que os vais: 1405
iré proseguir mi empresa.
 

(Vanse los hortelanos y queda solo DON DUARDOS. Y porque la princesa FLÉRIDA, queriéndose apartar de esta conversación, y temiendo el mal que se le podía seguir, determinó no volver a la huerta, dice DON DUARDOS lo que sigue en este tercer soliloquio:)

 
 

(Soliloquio tercero de DON DUARDOS.)

 
    Tres días ha que no viene:
guisándome está la muerte
       mi señora.
Señora, ¿quién te detiene?1410
No sé cómo estoy sin verte
       sola una hora.
Pues de darme eres servida
despiadosa batalla
       y triste guerra, 1415
y mi paz está perdida,
¡muerte, llévame a buscalla
       so la tierra!
    Que, quando Amor me prendió,
dixo: «Presto has de morir 1420
       por justicia».
Luego me sentenció,
y aluéngame el bivir
       con malicia.
Dios de amor, ¿no te contentas 1425
que te quiero dar la vida
       'n este día,
la misma que tú atromentas?
¡Sácame la dolorida
       alma mía! 1430
    ¿Qué más quieres? ¡Oh, huerta,
desseo verte arrancada
       donde estó!
¡Quema tu cierca y tu puerta,
pues estás tan olvidada 1435
       como yo!
Tu diosa, ¿por qué no viene
ver que este suyo se va
       al infierno,
onde por su amor pene, 1440
y la gloria será,
       que es eterno?
 

(Apretando el amor a la princesa FLÉRIDA, y no pudiendo ella cumplir el decreto que a sí misma se impuso, manda primero a ARTADA; y, viéndola venir DON DUARDOS, dice entre sí:)

 
    Aquí do viene Artada:
del mal lo menos es bueno.
       Ya siquiera 1445
mi ánima atribulada
dirá el mal de que peno
       y la manera.
Que no puede ser tan cruda
la donzella bien criada 1450
       per nivel,
que no sea más sesuda,
más secreta y más callada
       que cruel.
ARTADA
    Costanza Roiz, ¿qué es de ella? 1455
DON DUARDOS
Señora, ¿qué la queréis?
ARTADA
       Quiero rosas.
DON DUARDOS
Yo las cogeré sin ella.
¿De mí no las tomaréis?
ARTADA
       ¡Quántas cosas! 1460
¿Queréisme hazer entender
quién sois y lo que buscáis
       por aquí?
DON DUARDOS
Y la que os manda esso saber,
¿por qué no le preguntáis 1465
       qué es de mí?
¿Y por qué se ausentó
de dar vista al triste ciego
       estrangero
que su alteza cegó? 1470
Y ciego caí en el fuego
       en que muero.
¿No hay más piedad ni ley
que matarme en tierras estrañas.
       sin ventura? 1475
¡Oh, Flérida, memento mei,
que se gastan mis entrañas
       con tristura!
ARTADA
¿Cómo? ¿Señora tan alta
cabe en vuesso coraçón? 1480
DON DUARDOS
       'N ell alma está
toda sin ninguna falta;
y en ell alma, la passión
      que me da.
Porque el triste coraçón 1485
está ocupado con fuego
       y con fe,
con sospiros, con razón,
con amores, con ser ciego:
       y esto sé. 1490
    Pues ¿dó cabrá mi alegría?
¡Oh, mis dolores profundos!,
       ¡ay de mí!
¿Qué haré, soledad mía?
¡Oh, señora de mil mundos!, 1495
       ¿qué es de ti?
en hablardes con Artada,
       su querida.
ARTADA
Algo devéis descansar
DON DUARDOS
¿Por qué no viene a holgar 1500
ha tres días?
ARTADA
De anojada
       y arrepentida.
    Llorando le oí dezir
que ha de mandar quemar
       luego la huerta; 1505
y no ha aquí de venir,
a ver si puede olvidar
       esta puerta.
DON DUARDOS
¿No verná, por vuessa fe?
ARTADA
No, hasta ser sabidora 1510
       quién sois vos.
DON DUARDOS
Señora, esso, ¿para qué?
Soy suyo; ella es mi señora
      y mi dios.
ARTADA
    Ya Flérida es sabedor 1515
que sois grande cavallero,
       y, más, barrunta
que seréis grande señor.
DON DUARDOS
Quien tiene amor verdadero
       no pergunta 1520
ni por alto ni por baxo
ni igual ni mediano.
       Sepa, pues,
que el amor que aquí me traxo,
aunque yo fuesse villano, 1525
       él no lo es.
ARTADA
    ¿Esso queréis vos que baste
para tan alta princesa
       y de tal ley?
Antes que más ruegos gaste, 1530
descobrid a aquella diesa
       si soys rey.
DON DUARDOS
¿Qué merced me haría ella
si yo fuesse su igual
       sin más glosa? 1535
Flanqueza se espera de ella,
como diesa imperial,
       milagrosa.
    ¿Para hazer merced se vela,
para piedad se atalaya 1540
       tal señora?
¿Para qué busca cautela
con el triste que desmaya
       cada hora?
¿Y por qué, señora, me deshaze1545
si piensa ser yo el señor
       que dezís vos?
Si no, ¿por qué no me haze
de nadia, por su loor,
       pues es Dios? 1550
    Que si me pone en olvido
por nascer baxo vassallo,
       y no señor,
será «correr al corrido»
y «al moro muerto matallo», 1555
       que es peor.
ARTADA
El diablo os truxo acá,
que essas palabras no son
       de villano.
No sé por qué os queda allá1560
quién sois 'n esse coraçón
       inhumano!
    Voyme, y no sé qué diga.
DON DUARDOS
Dezid que no sé quién so
       ni qué digo, 1565
ni qué haga, ni qué siga;
ni sé si soy hombre yo,
       ni estoy comigo.
Dezilde que no tengo nombre,
que el suyo me lo ha quitado 1570
       y consumido;
y dezid que no soy hombre,
y si hombre, desventurado
       y destroído.
    Soy quien anda y no se muda, 1575
soy quien calla y siempre grita
       sin sossiego;
soy quien bive en muerte cruda,
soy quien arde y no se quita
       de su fuego. 1580
Soy quien corre y está en cadena,
soy quien buela y no s'alexa
      del amor;
soy quien plazer ha por pena,
soy quien pena y no se aquexa 1585
       del dolor.
    Y dezilde que, si soy rey,
sospiros son mis reinados
       triunfales,
y si soy de baxa ley, 1590
basta seren mis cuidados
       muy reales.
 

(Vase DON DUARDOS.)

 
ARTADA
¡El diablo que lo lleve!
¡Al diablo que lo doy,
       tan dulce hombre! 1595
El que a tanto s'atreve,
alto es, si en mí estoy,
       el su nombre.
    Tengo de contar arreo
a Flérida su passión de él 1600
       que encobría,
y lo que dize le creo:
ella no lo ha de crer
       todavía.

 (Llega adonde está FLÉRIDA, y dice:) 

    Señora, con este termo 1605
       de la huerta,
Julián, de amor enfermo,
determinó declararse,
       y vengo muerta.
Quanto habló se redunda 1610
que por vos es hortelano
       y no reposa.
FLÉRIDA
Yo no sé en qué se funda.
ARTADA
Señora, no es villano,
       mas gran cosa. 1615
FLÉRIDA
¡Oh triste! Dixéraos ora
quién es, porque, esto sabido,
       terná medio.
ARTADA
No dize más, mi señora,
sino que es hombre perdido 1620
       sin remedio.
    Mas, señora, vaya allá
sola vuessa señoría
       y espere
si se le declarará 1625
o con qué nueva osadía
       la requiere.
FLÉRIDA
Si yo hallo que de hecho
me habla claros amores,
       yo me fundo 1630
que es ansí como sospecho
ser príncipe de los mayores
       que hay en el mundo.
 

(Entrando FLÉRIDA, sola, por el pomar de la huerta, va diciendo:)

 
    ¡Quán alegres y contentos
estos árboles están! 1635
      En esto veo
que no son graves tromentos
los que sufre Julián
       con desseo:
que en la cámara a do estó 1640
veo llorar las figuras
       de los paños
del dolor que siento yo,
y aquí crecen las verduras
       con los daños. 1645
    Y mis jardines, texidos
con seda de oro tirado,
       se amustiaron,
porque mis tristes gemidos,
teñidos de mi cuidado, 1650
       los tocaron:
y yo veo aquí las flores
y las agitas perenales
       y lo ál,
tan agenas de dolores 1655
como yo llena de males
       por mi mal.
DON DUARDOS
    No sé qué viene hablando
la mayor diesa del cielo
       entre sí: 1660
si mal me viene rogando,
ya los males son consuelo
       para mí.
Si ruega a Dios que me dé muerte,
nadie tiene en mí poder, 1665
       sino ella;
y dichosa fue mi suerte,
pues muerte no puedo haver,
       sino de ella.
FLÉRIDA
    Julián, ve tú ahora 1670
y cógeme una mançana.
DON DUARDOS
       Lo que yo digo:
discordia queréis, señora.
¡Oh, mi guerrera troyana!
       ¡paz comigo! 1675
La mançana que queréis,
aunque vos la merecistes,
       vida mía,
es discordia que traéis,
con que ya me despedistes 1680
       d'alegría.
FLÉRIDA
    ¿Qué hablas? ¿Estás dormiendo?
¿Sueñas en la Troya ahora?
DON DUARDOS
       Mas despierto
el sueño de vuesso olvido, 1685
con que estos días, señora,
       me havéis muerto.
FLÉRIDA
Se supiesse bien de cierto
que esso me dizes velando,
       matarm'hía.1690
DON DUARDOS
Yo no hago desconcierto
en andaros contemplando
       noche y día.
    Diesa mía, no pequé
en adoraros, señora, 1695
       la hermosura.
¿Cómo contra ley ni fe
va aquel que os adora,
       por ventura?
¿Adónde estuvo escondida 1700
vuessa alteza, pues que sabe
       mi passión?:
que piedad merecida
en tales señoras cabe,
       de razón. 1705
FLÉRIDA
    Piedad tengo de ti,
que tu mal para sanar
       no hay cura.
DON DUARDOS
¿Por qué, señora?
FLÉRIDA
Porque oí
que no se puede curar 1710
       la locura.
DON DUARDOS
Pues ¿qué haré, perdido el seso,
sin tener en tierra agena
       cura en mí?
Pues pesad en justo peso 1715
que por vos, reina serena,
      lo perdí.
    Y perdí el ánima mía,
si de perder yo ventura
       sois servida; 1720
perdí de ser quien solía
por la mayor hermosura
       de esta vida.
FLÉRIDA
¿Quién solías tú de ser?
DON DUARDOS
De moço guardé ganado 1725
       y arava:
esto sé yo bien hacer.
Después dexé el arado
      y trasquilava.
    Después estuve a soldada 1730
y acarreava harina
       de un molino.
 

(Sale ARTADA y FLÉRIDA le dice:)

 
FLÉRIDA
Paréceme a mí, Artada,
que este caso no camina
       buen camino. 1735
DON DUARDOS
Ya lo veo, alma mía;
que es camino de dolor
       y de pesar.
FLÉRIDA
¿Adónde hallaste osadía?
DON DUARDOS
En el templo del Amor, 1740
       sobre el altar.
FLÉRIDA
    Luego bien sospecho yo
que no llega ahí villano.
DON DUARDOS
       ¡Oh, mi Dios,
no queráis saber quién so!: 1745
sed vos Roma, yo Troyano
       para vos.
Sed para mí Costantino;
aquel noble emperador
       me sed, señora: 1750
y yo, la moça del molino,
la que él hizo por amor
       emperadora.
    ¡Oh, milagrosa señora,
oh, milagrosa princesa 1755
       divinal,
no matéis quien os adora,
que ninguna sancta diesa
       haze mal!
FLÉRIDA
Vámonos d'aquí, Artada,1760
de esta huerta sin consuelo
       para nos,
¡de fuego seas quemada,
y sea rayo del cielo,
       plega a Dios! 1765
    ¡Oh, hombre! ¿No me dirás,
pues que me quieres servir,
       quién tú eres?
Dímelo a mí no más;
ya sola te lo quiero oír, 1770
       si quieres.
DON DUARDOS
Plázeme, con tal cautela,
por hazer hechos discretos,
       que estemos
sin sol, luna ni candela 1775
que descubran los secretos
       que hazemos.
    Será a horas y en lugar
que estén solas las estrellas
       de presente, 1780
los árboles sin lunar
y Artada allí con ellas
       sin más gente.
Allí os descobriré
quién soy, y seréis servida 1785
       pues queréis
no crer quién soy yo soy, por fe,
que por vos tomé esta vida
       que me veis.
    Y si tenéis desconsuelo,1790
pensando que pera enojaros
       esto quiero,
juro a los dioses del cielo
que solamente en miraros
       temblo y muero. 1795
 

 (Habla ARTADA aparte a DON DUARDOS.) 

ARTADA
    Señor, mudad el pelejo,
id a vestir vuessos paños
       naturales:
ella haverá su consejo
que estes passos traen daños 1800
       immortales.
 

(Vase DON DUARDOS, y vanse ARTADA y FLÉRIDA hablando, y dice ARTADA:)

 
    Señora, ¿qué será aquí
si este hombre es cavallero
       y no ál?
¿Para qué es, triste de mí,1805
dar por la vaca el vaquero
       principal?
D'otra parte, ¿qué ha d'hazer,
salvo si es príncipe él
       de Normandía? 1810
FLÉRIDA
¿Y quién se havía de atrever
a mí, si no fuesse aquél
       o su valía?
ARTADA
    Paréceme mal, señora,
queremos hablar a escuras. 1815
FLÉRIDA
       Y a mí.
ARTADA
Yo duermo luego en la hora
que anochece, y sus dulçuras
       bien las vi.
FLÉRIDA
¿Qué remedio?, que yo me fino1820
por saber quién es este hombre.
       Soy perdida.
Ardo en fuego de contino
con ansias que no han nombre
       ni medida. 1825
 

(En cuanto pasaban todas esas cosas, mató CAMILOTE a DON ROBUSTO y a otros caballeros, por el reto de MAIMONDA contra FLÉRIDA. Y al saber esto DON DUARDOS, se armó, se fue al campo y mató a CAMILOTE. (La escena es ahora en la huerta de FLÉRIDA, donde está la princesa con ARTADA y las doncellas músicas) y entra AMANDRIA diciendo:)

 
AMANDRIA
    Camilote es muerto ya.
FLÉRIDA
¿De verdad?
AMANDRIA
Sí, por cierto.
FLÉRIDA
      ¿Quién lo mató?
AMANDRIA
Ninguno lo sabe allá.
Maimonda, que lo vio muerto, 1830
       luego ahuyó:
va tras de ella el cavallero.
FLÉRIDA
¿No es él de nuessa corte?
AMANDRIA
       ¡Para mayo!:
es un príncipe estrangero. 1835
Tan presto le dio la muerte
       como un rayo.
FLÉRIDA
    ¿De qué estatura será?
AMANDRIA
Del cuerpo de Julián,
       y ansí hermoso. 1840
Algunos dizen allá
que es el Cavallero del Can,
       el famoso.
FLÉRIDA
Assentaos y holguemos.
Cantad algo, mis doncellas, 1845
       todas vos,
que cedo al son de los remos
fenecerán las querellas
       de los dos.
 

(Cantan y tañen, y al acabar, dice ARTADA. Aparte a FLÉRIDA:)

 
ARTADA
    Acuérdeseos, s(e)ñora, que el Sol es partido 1850
de nuestros horizontes y es noche cerrada:
la Luna ahora es toda menguada.
y solas estrellas quedó 'n el partido.
Heis que parece la estrella Polas
con la Bozina, su Carro guiando.1855
FLÉRIDA
En esso estaba, Artada, pensando.

 (Se dirige a las damas.) 

Dexadnos vosotras rezar aquí solas.
 

(Vanse las doncellas y AMANDRIA, dejando solas a FLÉRIDA y a ARTADA.)

 
ARTADA
    ¿Qué caso sería y buena fortuna
matar Julián aquel fiero hombre?
FLÉRIDA
Que no es Julián, Artada, su nombre, 1860
y él no mató sin duda ninguna.
Y éste m'afirmo ser mor cavallero
de toda la Grecia y de todo el mundo.
Y cada vez más este caso es profundo,
que ahora le quiero más que de primero. 1865
 

(Viene DON DUARDOS, vestido de príncipe, con la guirnalda de MAIMONDA, y dice:)

 
DON DUARDOS
    ¡Oh, quán poquito servicio
es poner por vos la vida!
       ¡Quán pequeño!
Que no es gran beneficio
pagar la deuda de vida 1870
       a su dueño.
Por vos se deve morir,
a vos se deve el osar,
       alta infanta,
que sois diesa del bivir 1875
y señora del matar,
       siendo sancta.
    A vos, señora, son devidas
flores de más altas rosas
       y peligro, 1880
aunque éstas fueron cogidas
en las sierras más hermosas
       de este siglo.
Y aquel que las cogió
se puso en harta ventura 1885
       con serpientes;
él por Maimonda murió,
y yo por la hermosura
       de las gentes.
 

 (Habla FLÉRIDA aparte a ARTADA.) 

FLÉRIDA
    Artada, ¿qué le diré? 1890
ARTADA
Que viene muy gentil hombre
FLÉRIDA
¡Oh, quién supiesse su nombre!
¡Oh Dios! ¿Por qué no lo sé?
DON DUARDOS
Pero quiso vuessa alteza
que deva besar la mano, 1895
       de mi seda,
y no de vuessa grandeza,
pues, si yo me soy villano.
       ahí se queda.
    Yo a vos amo, y no más.1900
Por princesa, por ventura,
       no, ¡cuitado!;
que mucho queda detrás
de vuessa gran hermosura
       vuesso estado. 1905
¡Por mí, por mí (que yo por vos,
y no por serdes tan alta,
       soy cativo),
dadme la vida, mi Dios!
que el hombre adó no hay falta, 1910
       bueno es bivo.
FLÉRIDA
    Sea de qué suerte sea,
allegada es vuessa tema
       al engaño.
Queréis vencer mi pelea, 1915
y no queréis que me tema
       de mi daño.
Queréis que pierda ell amor
a mi padre y a mi señora
       y al sossiego, 1920
y a mi fama y a mi loor
y a mi bondad, que se desdora
       en este fuego.
DON DUARDOS
    No devéis considerar,
que el lugar y las estrellas 1925
       y el modo,
el amor y el callar,
mis dolores, mis querellas
       vencen todo.
FLÉRIDA
En todo quanto desseo, 1930
en todo os hallo duro
       hasta aquí.
Todo siento, todo veo,
y todo se haze escuro
       para mí. 1935
DON DUARDOS
    Si al menor rincón llegáis
de mi ardente coraçón,
       encenderéis
candela con que veáis
que os pido galardón1940
       que me devéis.
FLÉRIDA
¿Qué será de mí, Artada,
pues que amar y resistir
       es mi passión?
ARTADA
Señora, estoy espantada;1945
y cantando quiero dezir
      la conclusión:

 (Canta ARTADA.) Cantiga. 

«Al amor y a la Fortuna
no hay defensión ninguna».
FLÉRIDA
    Aunque nunca se halló 1950
al Amor y a la Fortuna
       defensión,
deviera haver, triste yo,
para mí siquiera alguna,
       de razón. 1955
¡Oh ventura, diesa mía,
refugio de los humanos
       soberano!:
tú sola tomo por guía,
y entrégome en tus manos 1960
       por mi mano.
 

(Viene un PATRÓN de galeras.)

 
PATRÓN
    Señor, es ya plenamar
y son horas naturales
       de partir,
porque puedan bien nadar 1965
las diez galeras reales
       y salir.
Y las otras medianas
y las fustas y galeras
       y las naves 1970
están y vienen loçanas,
espalmadas y ligeras
       como aves.
    Parta vuessa señoría,
pues la noche haze escura 1975
       y es hora.
DON DUARDOS
¿Qué dezís, señora mía?
FLÉRIDA
Ya me di a la ventura,
       mi señora.
Y pues sabe este pumar 1980
y la huerta mi dolor
       tan profundo,
quiero que sepa la mar
que el amor es el señor
       de este mundo. 1985
ARTADA
    Por memoria de tal trance
y tan terrible partida
      venturosa,
cantemos nuevo romance
a la nueva despedida 1990
       peligrosa.
 

Romance para final del Auto

 
    En el mes era de abril,
de mayo antes un día,
cuando lirios y rosas
muestran más su alegría,1995
en la noche más serena
que el cielo hazer podía,
quando la hermosa infanta
Flérida ya se partía,
en la huerta de su padre 2000
a los árboles dezía:
FLÉRIDA
Quedaos adiós, mis flores.
mi gloria que ser solía:
voyme a tierras estrangeras,
pues ventura allá me guía. 2005
Si mi padre me buscare,
que grande bien me querría,
digan que amor me lleva,
que no fue la culpa mía:
tal tema tomó comigo 2010
que me venció su profía.
¡Triste, no se adó vo,
ni nadie me lo dezía!
ARTADA
Allí habla don Duardos:
DON DUARDOS
No lloréis, mi alegría, 2015
que en los reinos de Inglaterra
más claras aguas havía
y más hermosos jardines,
y vuessos, señora mía.
Ternéis trezientas donzellas 2020
de alta genelosía;
de plata son los palacios
para vuessa señoría,
de esmeraldas y jacintos,
d'oro fino de Turquía,2025
con letreros esmaltados
que cuentan la vida mía,
cuentan los bivos dolores
que me distes aquel día,
quando con Primaleón 2030
fuertemente combatía.
¡Señora, vos me matastes,
que yo a él no lo temía!
ARTADA
Sus lágrimas consolava
Flérida, que esto oía. 2035
Fuéronse a las galeras
que don Duardos tenía:
cincuenta eran por cuenta;
todas van en compañía.
Al son de sus dulces remos 2040
la princesa se adormía
en braços de don Duardos
que bien le pertenecía.
Sepan quantos son nacidos
aquesta sentencia mía:2045
que contra la muerte y amor
nadie no tiene valía.
PATRÓN
Lo mismo iremos cantando
por essa mar adelante,
a las serenas rogando 2050
y vuestra alteza mandando
que en la mar siempre se cante.
 

Este romance se dice representado & después tornado a cantar por despedida.

 


 
 
FINIS
 
 


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