31
Como propone A. Egido, Itinerario de la mente y del lenguaje en San Juan de la Cruz, en Voz y Letra 2 (1991) 96-97: «Si confrontamos la poesía de San Juan con los tratados amorosos de su tiempo, las semejanzas afloran a cada paso. No en vano les asiste una base filosófica común en la que no faltan ni el platonismo ni la teología mística... Bembo, León Hebreo o Giordano Bruno ofrecen evidentes semejanzas con la poesía y la prosa sanjuanistas, porque todos remiten a una filografía común plagada de platonismo y de teología mística... La muerte del amante en vuelo del alma hacia el amado, la filografía del juego, la ceguera, la preeminencia de los ojos, la docta ignorancia, la locura amorosa y, sobre todo, la propia filosofía del furor, muestran en Bruno un haz de relaciones con Hebreo, con el propio San Juan e incluso con Castiglione».
32
A. Egido, El águila de San Juan de la Cruz: mística y poesía en las coplas..., o. c., pp. 81 y 83.
33
Cfr. Ex 19, 4; Dt 28, 49; 32. 11; Job 9, 26; 39. 27; Prov 23, 5; Jer 4, 13; 48, 40; Ez 1, 10; 10. 14; Dan 7. 4; Ap 4, 7; El Fisiólogo, atribuido a San Epifanio, ed. S. Sebastián, Madrid, 1986, pp. 39-45; Alciato, Emblemas, ed. S. Sebastián-P. Pedraza. Madrid. 1985. pp. 7Sss.; A. Volgine. Le symbolisme de l'Aigle. París, 1960; J. M. Saslow, Ganimedes en el Renacimiento, Madrid, 1989.
34
Pseudo Dionisio Areopagita, Obras completas, ed. Teodoro H. Martín. Madrid, 1990. pp. 183-184.
35
Fray Luis de Granada, Introducción del símbolo de la fe, ed. José María Balcells. Barcelona, 1984, p. 144.
36
Ibid., p. 169.
37
Ibid.
38
Cfr. Santa Teresa de Jesús, Libro de la Vida, cap. 20, 3 donde habla del vuelo raudo del águila caudal, y un poco más adelante, en 20, 28 completa la imagen aludiendo a esa capacidad de mirar el sol fijamente, sin pestañear.
39
Francisco de Osuna, Cuarto Abecedario, cap. 1. fol. 10: cfr. Pseudo Dionisio Areopagita, Los nombres de Dios, en Obras completas, pp. 306ss.
40
A. Egido, El águila de San Juan de la Cruz: mística y poesía en las coplas..., o. c., p. 83.