Cuando hubiere necesidad de administrar en bebida el láudano, se dará como dosis máxima de cinco a seis gotas en un cortadillo de líquido (agua pura, manzanilla, tila, etc.). Al exterior se dará en fricciones, ya solo, bien asociado a la pomada de belladona, a fin de aumentar su acción calmante.
La pomada de belladona no tiene más uso que el de fricciones sobre la piel sana.
Los polvos de ipecacuana se administrarán en cantidad de un gramo en dos o tres dosis y en una taza de una infusión cualquiera, con intervalo de un cuarto de hora en los adultos, y en los niños en cantidad de cincuenta centígramos en dos dosis de la misma manera, repitiendo estas dosis hasta conseguir el vómito.
El tártaro emético se dará en una poción o disolución cualquiera en cantidad de 25 a 50 centigramos por 60 gramos de agua a los adultos, haciendo tomar una cucharada cada dos horas, con observación del vómito. A los niños se dará de 5 a 15 centigramos en la misma poción o disolución, sin más diferencia que la de ser una cucharada de las de café.
El sulfato de sosa se administrará, a los adultos en cantidad de 30 gramos por 200 de agua en una o dos dosis, con intervalo de media hora. A los niños, 20 gramos por 150 de agua en las mismas dosis e igual intervalo.
La magnesia en cantidad de 30 gramos y en una taza de manzanilla, por ejemplo.
El aceite de ricino en cantidad de una onza en una dosis, ya solo, bien asociado a una infusión cualquiera, y a falta de ésta en una taza de caldo.
La mixtura antiespasmódica se administrará en cucharadas de las de sopa a las personas mayores, y de café a los niños, con dos horas de intervalo de una a otra.
La esencia de anís, a gotas (de una a tres) en una taza de infusión de tila, manzanilla, etc.
El espíritu de Minderero (acetato de amoniaco líquido), a gotas (de cinco a seis) en una taza de infusión de flor de malvas, tila, manzanilla, etc.
El éter sulfúrico, se usará poniendo en un cortadillo de agua dos o tres gotas y haciendo tomar al enfermo de una vez esta cantidad.
El éter puede sustituir al amoniaco en los casos en que indicamos el empleo de este último medicamento.
Deseosa la librería y Casa editorial de Hernando (Madrid, Arenal, 11), de contribuir, bajo todos los aspectos que implica una completa educación, al mejoramiento de nuestras escuelas primarias, se esfuerza actualmente, y de ello da constantes pruebas, en procurar toda clase de material, en vista del que tienen a su disposición las mejores escuelas del extranjero A este intento, y concretándonos al punto de que tratamos, se ocupa en la confección de botiquines escolares, con arreglo al modelo y las indicaciones que preceden (que el autor de este libro ha formulado con la cooperación de facultativos respetables), y teniendo en cuenta las opiniones de algunos farmacéuticos, a fin de poderlos ofrecer a los maestros en condiciones económicas ventajosas, y lo mejor dispuesto, desde el punto de vista material, que sea posible. Oportunamente dará a conocer dicha Casa las condiciones de sus botiquines escolares, a los que acompañará la correspondiente Instrucción.
El aceite de hígado de bacalao, adicionado con pastillas de menta, y los polvos zootrópicos (preparados por la farmacia Erba, de Milán, según la fórmula del doctor Polli), han constituido alternativamente los principales agentes de la medicina preventiva aplicada en las escuelas de Bruselas.- El hierro, administrado de diferentes maneras, debiera figurar también entre estos medicamentos.
Ascendió este gasto en las escuelas de Bruselas, durante el año de 1878-79, a la suma de 1.295 francos 9 céntimos. En el mismo año fueron asistidos 1.118 escolares, de los que 140 curaron y 521 mejoraron, siendo el resultado nulo en 225, y desconocido en 232. La relación de los curados con los tratados fue, pues, de 12'5 por 100, y la de los que mejoraron de 46'6.- La higiene de los dientes se ha tenido también en cuenta por esta medicina preventiva, habiéndose comprobado a este respecto afecciones de diversa naturaleza, desde 1876 hasta el referido año, en 2885 escolares, para los que se puso en práctica la intervención del cirujano dentista.
A la Institución Libre de Enseñanza se debe entre nosotros, la iniciativa en esta reforma pedagógica, que tan excelentes resultados ha dado y da en dicho centro, y que con tan buen sentido introdujo en nuestra legislación el ministro de Fomento Sr. Albareda, prescribiendo las excursiones escolares para las alumnas de la Escuela Normal Central de Maestras, y de su escuela práctica, en el Reglamento dado en 27 de Agosto de 1882, como ejecución de la reforma de dicha Escuela, decretada en 13 de Agosto del mismo año; reforma derogada por el Sr. Pidal Por decreto de 3 de Setiembre de 1884, a consecuencia del cual se reformó dicho Reglamento en 9 del mismo mes, siendo una de las innovaciones en él introducidas, la de suprimir las mencionadas excursiones, no obstante que las verificadas en los dos precedentes años académicos por las normalistas y las alumnas del Curso especial para Maestras de párvulos a Toledo, Alcalá de Henares, Guadalajara, Escorial, Robledo y Ávila, así como a algunos establecimientos y monumentos de Madrid, dieron excelentes resultados, según muestra, entre otros hechos, el interés que porque las hicieran tenían las familias de las excursionistas. A pesar de esto, algunos, aunque pocos maestros, siguen verificando excursiones con sus discípulos, si bien circunscritas al radio de la localidad respectiva. Desde hace dos o tres cursos, las llevan a cabo los alumnos de la Escuela Normal de Maestros de Segovia, merced a la iniciativa de su ilustrado director D. Gregorio Herrainz, que recientemente ha dirigido una a la Granja, cuya interesante descripción, hecha por uno de los alumnos excursionistas, es digna de ser leída.
Memoria leída en el Congreso Internacional de la Enseñanza celebrado en Bruselas en 1880. Véase el volumen que contiene los Rapports préliminaires, primera sección, pág. 297. M. PAROZ es uno de los más notables pedagogos contemporáneos, autor de algunos manuales y de una Historia universal de la Pedagogía.
Sobre el sentido y objetos de las excursiones escolares, puede consultarse:
B. SUBERCAZE, Promenades et excursions scolaires (Paris, 1881);
JULIEN HAYEN, Quelques reformes dans les écoles primaires (París, 1882);
TORRES CAMPOS, Conferencia sobre viajes escolares (dada en la Sociedad Geográfica de Madrid, y publicada en un folleto, 1882);
DURIER, Informe sobre las excursiones escolares en Francia, presentado al Club Alpino francés (véase el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza correspondiente al 31 de Agosto de 1883).
Circular dirigida a las padres y encargados de los alumnos de esta Institución (Boletín de la misma, correspondiente al 16 de Junio de 1881).
Alude aquí sin duda, M. PAROZ al libro de R. TœPFFER: Voyages en zigzag, ou excursions d'un pensionat en vacances dans les cantons suisses et sur le revers italien des Alpes, del que tenemos a la vista la edición ilustrada hecha en París en 1844.
Colonies scolaires de vacances, première année (1883); rapport de M. EDMOND COTTINET, administrateur délégué de la caisse des écoles et du comité des colonies du neuvième arrondissement. París, 1881; un folleto.- Análogos resultados ofrecieron las colonias organizadas con escolares de Francfort sobre el Mein (1878 y 1879), y de Berlín y Colonia (1880), como puede verse consultando el trabajo que referentemente a ellas aparece en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, núm. 138, correspondiente al 15 de Noviembre de 1882.- Acerca del mismo asunto, debe consultarse también la conferencia que, con el título de Les caravanes scolaires, dio en la Sorbona, el 30 de Marzo de 1883, ante los miembros del Congreso pedagógico, M. DURIER, vicepresidente del Club Alpino francés, asociación que trabaja con gran entusiasmo por generalizar las excursiones escolares.
Tratando en dicha conferencia de las caravanas escolares con relación a la cultura física, y al influjo de ésta en el espíritu, dice M. DURIER: «Una caravana, un viaje, es ante todo una partida de placer; preciso es proclamarlo francamente. No pretendemos hacer una continuación de la clase, una usurpación de la estación de los estudios a costa de las vacaciones. En primer lugar, paseamos a nuestros jóvenes para divertirles, para distraerles. Que su salud física se encuentra bien con ello, nadie lo duda. Pero por esto mismo su inteligencia experimentará felices efectos, y también ganará en fuerzas. Hay, señores, en nuestro lenguaje escolar una palabra admirable, una palabra de una significación profunda, mediante la cual se designan los intervalos de distracción que se dejan a los niños entre las horas de estudios: «la recreación». ¿Es que esta palabra, tomada en su sentido etimológico, aluda a la manera cómo ocupan los niños esos ratos desocupados, en sus juegos, en su alegría ruidosa? Nada de esto. Se desatiende el hecho visible para expresar la operación lenta y misteriosa que se realiza en su cerebro. Durante ese descanso que se le da, la pureza intelectual se renueva, la capacidad de aplicación se restablece, se reconstituye, se recrea: he aquí lo que expresa la palabra recreación. Así, en esas correrías de vacaciones, el espíritu de vuestros alumnos recuperará fuerzas, y éstos volverán mejor dispuestos para el estudio, con facultades más puras».
Los que deseen más pormenores acerca de las caravanas y las excursiones escolares, pueden consultar la sección tercera del tomo V de nuestra Teoría y práctica de la educación y la enseñanza, en donde con otras noticias de interés, exponemos la historia de ambas instituciones.