Escena
I
|
|
El mar empieza a calmarse después de una tempestad,
y la noche va cerrando. PEDRO aparece bajando por los
peñascos a la playa, desde donde contempla el mar,
sentándose en una piedra.
|
PEDRO |
¡Esto va
malo, Perico! |
|
No es esta vida salvaje |
|
para quien ha estado siempre |
|
entre seres racionales. |
|
Ello es verdad que no
habiéndolos |
5 |
aquí, tampoco hay
percances |
|
de escribanos ni
alguaciles..., |
|
y esto ¡qué diablo!
algo vale. |
|
Aquí nadie me pregunta |
|
ni exige pruebas legales |
10 |
que acrediten que soy Pedro, |
|
Diego, Juan, Antonio o Jaime; |
|
mi oficio, mi
ocupación, |
|
qué casa vivo y qué
calle. |
|
Todo eso es verdad, sin duda, |
15 |
y una ventaja muy grande |
|
para hombres que, como yo, |
|
no gustan de que se hable |
|
mucho de ellos: mis asuntos, |
|
al cabo a nadie le
atañen. |
20 |
Pero ajustando las cuentas |
|
en limpio, y por otra parte |
|
viendo el negocio, es muy duro |
|
que un hombre la vida pase |
|
como un lobo entre las
peñas, |
25 |
los espinos y los
árboles, |
|
durmiendo en una caverna, |
|
de peces alimentándose, |
|
y esperando a que la mar |
|
le arroje algo que le cuadre, |
30 |
presa arrancada a otro pobre |
|
por traidores temporales. |
|
¡Oh, y el de hoy fue cosa
horrenda, |
|
hizo noche a media tarde! |
|
Esto va malo, Perico...; |
35 |
mas de la vista al alcance |
|
flota en el agua un objeto, |
|
dos, tres... ¡Bah! Dios te lo
pague, |
|
Levante amigo, que empujas |
|
hacia tierra el oleaje, |
40 |
Y es un barril... ¡Haga el
diablo |
|
que no sea de vinagre, |
|
que a fe que no necesito |
|
ácidos que abran el
hambre! |
|
¡Hola, hola, y cómo
pesa! |
45 |
y allí viene un cajón
grande |
|
y más allá veo un
fardo |
|
y otro barril: ¡oh, santo
ángel |
|
de mi guarda! y esto es vino, |
|
y esto pólvora. |
|
|
|
(VOZ en el
mar.)
|
VOZ |
¡Amparadme,
|
50 |
Santo Dios! |
|
|
|
|
PEDRO |
(Mirando.)
|
Del agua sale:
|
|
¡oh, sí, lo veo, es un
náufrago! |
|
(Haciendo seña con las
manos.)
|
¡Eh, buen hombre,
ánimo; nade |
|
un poco más, y está
en salvo! |
55 |
No me escucha... ¡Oh! se
desase |
|
del palo a que se agarraba; |
|
no puede más..., a
salvarle |
|
voy, si es que alcanza su vida |
|
hasta que llegue a esperarme. |
60 |
|
|
|
(Se arroja al mar, y queda un momento sola la
escena.)
|
Escena
II
|
|
PEDRO y
ELENA.
|
|
(PEDRO trae a
ELENA desmayada y la pone
sobre las piedras.)
|
PEDRO |
Dios quiera que
aun sea tiempo |
|
de salvarla... ¡Oh! Hubo un
instante |
|
en que temí por los
dos, |
|
del agua con los embates. |
|
¡Infeliz! Perdió el
sentido |
65 |
antes de que yo llegase, |
|
y ya, a merced de las olas, |
|
estaba próxima a
ahogarse. |
|
Si un sorbo de vino al menos |
|
pudiera hacer que tragase... |
70 |
¡Vamos a ver! |
|
|
|
(Toma una concha, vierte en ella unas gotas del licor que
contiene el barril, y se lo hace tragar.)
|
|
|
|
PEDRO |
En un paraje
|
|
seguro ya, aunque no ofrece |
|
sobradas comodidades. |
|
Ea, bebed, que ahora es fuerza |
75 |
reponerse y calentarse, |
|
porque el baño ha sido
largo |
|
y peliagudillo el lance. |
|
|
|
ELENA |
Y vos, hombre generoso, |
|
que sin duda por salvarme, |
80 |
vuestras ropas aun mojadas |
|
muestran que al mar os
echasteis, |
|
¿quien sois? ¿Que
país es éste? |
|
|
|
PEDRO |
Contestación no muy
fácil |
|
tienen esas dos preguntas, |
85 |
señora..., mas
escuchadme, |
|
aunque no den mis palabras |
|
gran consuelo a vuestros
males. |
|
La tierra en que estáis es
una |
|
de las islas Baleares. |
90 |
|
|
|
PEDRO |
La Cabrera.
|
|
Pero no hay más
habitantes |
|
que nosotros en su suelo, |
|
y no siendo útil a
nadie, |
|
rara vez aporta un buque |
95 |
a sus riberas salvajes. |
|
Ha tiempo había una
torre, |
|
de la cual eran guardianes |
|
diez soldados
españoles; |
|
mas dos o tres años
hace |
100 |
que un día los
degollaron |
|
unos piratas de Tánger. |
|
Por lo que toca al país |
|
os he dicho lo bastante; |
|
y en cuanto a mí, de mi
historia |
105 |
no habrá mucho que
relate. |
|
Soy mallorquín: mis
negocios |
|
me hicieron al mar lanzarme |
|
de un pescador en un bote, |
|
y el mar me echó a estos
lugares. |
110 |
Un mes ha que estoy en ellos, |
|
y puesto que a ellos
llegasteis, |
|
contándoos cómo
vivo |
|
no hay para que más os
canse. |
|
|
|
ELENA |
¡Ay de mí!
¿Conque en tal caso |
115 |
no hay medio de abandonarles? |
|
|
|
PEDRO |
Ninguno, como algún
buque |
|
no nos descubra, que pase, |
|
o algún águila
marina |
|
de los pelos no nos saque; |
120 |
lo cual, señora, ya
veis |
|
que sería extraño
viaje. |
|
|
|
|
PEDRO |
Nada; ponerse
|
|
en manos de Dios, estarse |
|
noche y día en atalaya, |
125 |
por si llegar vemos alguien |
|
que nos socorra, y vivir |
|
en soledad agradable, |
|
como allá en el
Paraíso |
|
nuestros primitivos padres. |
130 |
|
|
|
PEDRO |
No está de más
invocarle. |
|
Mas decidme (esto,
señora, |
|
si es que se puede y os place) |
|
cómo llegasteis
aquí. |
135 |
|
|
ELENA |
Un barco de catalanes, |
|
a cuyo bordo a Mallorca |
|
pasaba desde Alicante, |
|
naufragó, perdido el
rumbo |
|
con la borrasca, y salvarme |
140 |
logré, asida a ese
madero, |
|
luchando toda la tarde |
|
con la mar, desesperada |
|
de lograrlo a cada instante. |
|
Esta es mi historia, buen
hombre, |
145 |
|
|
PEDRO |
Ea, pues Dios nos depare |
|
buena suerte y buen auxilio. |
|
Entre aquestos
peñascales |
|
tengo una mala barraca; |
|
ocupadla, y que descanse |
150 |
dejad al cuerpo unas horas, |
|
mientras que pongo remate |
|
a la colección de
frutos |
|
que la marea nos trae. |
|
Y tiempo hay de discurrir |
155 |
lo que conviene. |
|
|
ELENA |
Ayudadme,
|
|
que estoy entumida toda. |
|
|
|
PEDRO |
Dadme el brazo y animarse, |
|
¡voto va el diablo! |
|
|
|
(Éntranse por la derecha, y vuelve luego
PEDRO solo.)
|
Escena
IV
|
|
PEDRO, y
ELENA dentro.
|
|
|
|
PEDRO |
¡Poder de Dios!
|
180 |
(Aparece a lo lejos un bergantín.)
|
Y es cierto; hagámosle
seña; |
|
ahí tenéis ese
jirón |
|
de mi manta... Mas
¿qué es esto? |
|
O veo visiones yo, |
|
o a las velas cogen rizos. |
185 |
¡Sí, sí, viran
a estribor, |
|
dirigen aquí su rumbo! |
|
|
|
ELENA |
(Desde las
peñas.)
|
¡Oh, mis ruegos
escuchó |
|
el cielo, y en ese barco |
|
nos envía
salvación! |
190 |
|
|
PEDRO |
Botan al agua una lancha; |
|
pero ¡válgame el
Señor, |
|
buen amparo nos envía! |
|
|
|
|
|
|
PEDRO |
¿No veis los arreos?
|
195 |
Piratas. |
|
|
ELENA |
¿Cielos, hay hoy
|
|
más desdichas que
apurar? |
|
|
|
PEDRO |
Pronto ocultaos, si no |
|
queréis que seamos
hechos |
|
cautivos ambos a dos. |
200 |
Meteos entre las peñas; |
|
puede que su expedición |
|
no sea más que hacer
agua; |
|
y con prudencia y valor |
|
puede que salgamos bien |
205 |
y que nos ayude Dios. |
|
|
|
|
PEDRO |
Ea, venid,
|
|
y dejadme que obre yo, |
|
que para perdernos ambos |
|
siempre ha de ser
ocasión. |
210 |
|
|
|
(Vanse por la derecha.)
|
ELENA |
¡Piratas! ¡Ay,
esperanza |
|
de sueño fascinador! |
|
|
|
Escena
VII
|
|
PEDRO aparece
sacando la cabeza con precaución por los peñascos;
TOMÁS le descubre
al punto y le encañona una pistola.
|
PEDRO |
No siento nada;
tal vez |
|
se internaron por la tierra. |
240 |
|
|
|
|
TOMÁS |
¡Eh! Buen hombre, sea quien
sea, |
|
échese al punto, o le
meto |
|
dos balas en la cabeza. |
|
Entregaos. |
|
|
|
|
|
TOMÁS |
Desierta
|
|
está hace tiempo esta
isla: |
|
¿cómo os
encontráis en ella? |
|
|
|
PEDRO |
Huyendo de enemistades |
|
y voluntades siniestras, |
250 |
echéme al mar en
Mallorca |
|
y el mar me echó a esta
ribera. |
|
|
|
TOMÁS |
¿Nadáis, pues, como
un salmón? |
|
|
|
PEDRO |
No nadé, que vine a
fuerza |
|
de remos, en una barca |
255 |
de un pescador. |
|
|
TOMÁS |
Cosa es esa
|
|
que se acerca a la verdad; |
|
mas ¿y el bote? |
(Mirando al
agua.)
|
|
|
PEDRO |
La marea
|
|
se lo tragó, y ya hace un
mes |
|
que habito aquí entre las
peñas |
260 |
como un animal salvaje. |
|
|
|
TOMÁS |
¿Y a Mallorca no
quisierais |
|
volver? |
|
|
|
TOMÁS |
Tenéis en aquella
tierra |
|
muchos amigos, sin duda, |
265 |
pues la hacéis tal
preferencia. |
|
|
|
PEDRO |
¡Qué queréis!
Cosas del mundo. |
|
|
|
TOMÁS |
Ya. (Si este hombre a mis
ideas |
|
contribuyese.) |
(Examinándole.)
|
|
|
PEDRO |
(¿Qué diablos
|
|
me examina con tal flema?) |
270 |
|
|
TOMÁS |
(Veamos.) Buen hombre,
hablemos |
|
ambos a dos con franqueza. |
|
Yo necesito de vos, |
|
y vos de quien os proteja. |
|
Si me servís, yo os
prometo |
275 |
que sois libre, y las entenas |
|
de aquel bergantín
pirata |
|
no han de saber lo que pesa |
|
el cuerpo de un
mallorquín |
|
suspendido en una verga. |
280 |
|
|
PEDRO |
¡Oh! Sí; sea la que
fuere, |
|
acepto vuestra propuesta. |
|
|
|
TOMÁS |
Decidme, pues: para ser |
|
hombre de bien en la tierra, |
|
¿qué os hace
falta? |
|
|
|
TOMÁS |
Bien; dinero es una de ellas. |
|
|
|
|
|
PEDRO |
Otro nombre y otras
señas |
|
en mi individuo. |
|
|
TOMÁS |
¿Queréis
|
|
cambiar conmigo las vuestras? |
290 |
|
|
|
TOMÁS |
Nada os dé cuidado;
|
|
caí, volviendo de
América, |
|
en las manos de esa gente, |
|
y aunque hay razones secretas |
|
que abandonarla me impiden, |
295 |
no hay hombre alguno que pueda |
|
reconocerme en mi patria, |
|
pues años ha salí de
ella. |
|
|
|
PEDRO |
Si no hay peligro en
mostraros... |
|
|
|
|
|
TOMÁS |
Pues tomad. Todos los
años |
|
volveréis por esta
época |
|
a esta isla, y
hallaréis |
|
una cantidad como ésa |
|
donde queráis
enterrada. |
305 |
|
|
PEDRO |
Pero ¿qué hay que
hacer por ella? |
|
|
|
TOMÁS |
Oíd. Con esos papeles |
|
que contiene esa cartera |
|
acreditaréis que sois |
|
Tomás Ruiz de
Villanueva. |
310 |
|
|
|
TOMÁS |
Seguramente.
|
|
Escrita en una hoja de esas |
|
veréis mi historia, que es
breve; |
|
usadla como os convenga. |
|
|
|
|
TOMÁS |
Y siendo Tomás Ruiz
|
315 |
arribaréis a Marbella, |
|
a Alicante, a cualquier punto |
|
de España, donde os
parezca. |
|
Iréis luego a
Andalucía, |
|
y en el Valle de Purchena |
320 |
hallaréis un lugarcillo |
|
de seis casucas de tierra. |
|
Preguntaréis por vos
mismo, |
|
tomaréis todas las
señas |
|
y noticias que allí os
den |
325 |
de vuestra mujer. |
|
|
|
TOMÁS |
Por supuesto. Allí
hallaréis, |
|
si por ventura no es muerta, |
|
una hija que Dios me dio: |
|
amparadla, protegedla, |
330 |
decidla que sois su padre: |
|
no le digáis la manera |
|
con que vivo, y sed vos bueno, |
|
sed indulgente con ella. |
|
Si yo no parezco más, |
335 |
lo que es fácil que
suceda, |
|
os doy todos mis derechos: |
|
persona fiel y secreta |
|
os llevará la noticia |
|
de mi muerte, y suma inmensa |
340 |
os entregará en mi
nombre; |
|
mas si el mensaje no llega, |
|
seguid haciendo mis veces |
|
y esperad a que yo vuelva. |
|
¿Aceptáis? |
|
|
|
TOMÁS |
Ahora,
|
345 |
tomo sobre mi conciencia |
|
todo el mal que hayáis vos
hecho. |
|
A esta isla una galera |
|
llegará que nos da
caza, |
|
y sabe que en estas
peñas |
350 |
hay una fuente, que usamos; |
|
podéis acogeros a ella, |
|
y pues sois ya Tomás
Ruiz, |
|
empezad vuestra comedia. |
|
|
|
|
TOMÁS |
Pues ocultaos;
|
355 |
y no os paséis en la
cuenta, |
|
que aunque me fío de
vos |
|
de tan extraña manera, |
|
no faltará quien me
vengue |
|
si olvidáis vuestras
promesas. |
360 |
|
|
PEDRO |
De todas mis fechorías, |
|
sería esa la más
necia, |
|
cuando me reporta a mí |
|
más que a nadie
conveniencia. |
|
|
|
TOMÁS |
Contad, pues, con un amigo, |
365 |
y andad, que alguno se acerca. |
|
|
|
Escena
VIII
|
|
TOMÁS y
RODULFO.
|
TOMÁS |
¡Quién sabe! Acaso el destino. |
|
me depara un hombre fiel |
|
para que encuentre por
él |
|
de mi ventura el camino. |
370 |
¡Ah! Sin el fatal
secreto |
|
que a esos inicuos me ata |
|
fuera yo por el pirata |
|
antes muerto que sujeto. |
|
Mas Rodulfo,
¡desdichado! |
375 |
destino tal no merece, |
|
y su destino, parece |
|
en acosarle empeñado. |
|
|
|
|
|
RODULFO |
No pases, buen viejo,
afán: |
380 |
lejos está el
capitán |
|
y en tranquilidad la gente. |
|
Y pues un momento aquí |
|
nos hallamos en sosiego, |
|
aconséjame te ruego. |
385 |
|
|
|
|
|
RODULFO |
Tomás, hasta aquí
llegó. |
|
aquí mi padre me mata |
|
primero que del pirata |
|
al barco me vuelva yo. |
390 |
No volveré a ver izar |
|
en combinación
extraña, |
|
de la Inglaterra y la
España |
|
las banderas a la par. |
|
No quiero ver que en un viaje |
395 |
si topamos tres bajeles, |
|
entramos como de infieles |
|
en los tres al abordaje. |
|
Bajo un pabellón
lidiar, |
|
sea el que sea, eso es valor. |
400 |
¿No lo es a todos
traidor |
|
correr con todos la mar? |
|
Y en fin, es cosa segura, |
|
pese al capitán o no, |
|
en esta isla tendré yo |
405 |
libertad o sepultura. |
|
|
|
|
RODULFO |
Sí, Tomás;
|
|
y pues tú mi solo amigo |
|
fuiste siempre, tú
conmigo |
|
libre o muerto
quedarás. |
410 |
|
|
TOMÁS |
¡Ah! El capitán, pobre
niño, |
|
tal vez te dé esa
licencia, |
|
porque, en Dios y en mi
conciencia, |
|
te tiene mucho cariño. |
|
Pero a mí..., nunca lo
esperes. |
415 |
|
|
RODULFO |
¿Y por qué?
¿No sabe acaso |
|
que sin ti no ha dado un paso |
|
desde que nací? ¿Que
me quieres |
|
como a un hijo? ¡Oh! Yo me
atrevo |
|
a asegurar que consiente |
420 |
en que dejemos su gente. |
|
|
|
TOMÁS |
Y yo consentir no debo |
|
que en mi nombre le supliques, |
|
porque a la primer sospecha, |
|
Rodulfo, a la mar nos echa... |
425 |
|
|
RODULFO |
Por Dios, Tomás, que te
expliques. |
|
|
|
TOMÁS |
Mira, Rodulfo: yo fui |
|
quien los primeros abrazos |
|
te dio, y en mis propios
brazos |
|
al nacer te recogí. |
430 |
Desde aquel día fatal |
|
no me he separado un punto |
|
de ti, y pensaba difunto |
|
dejar compañía
tal. |
|
Tú, que no puedes
memoria |
435 |
conservar de tu niñez, |
|
ni aun te imaginas tal vez |
|
tu desventurada historia. |
|
Mas yo, que la tengo escrita, |
|
Rodulfo, en mi corazón, |
440 |
medito tu salvación, |
|
y hasta el descanso me quita. |
|
No, no; con razón
ninguna |
|
podemos ni tú ni yo |
|
vivir con quien nos
juntó |
445 |
nuestra maldita fortuna. |
|
Pero sigue mi consejo: |
|
si tú te quieres
salvar, |
|
a mí no me has de
nombrar, |
|
que los conozco y soy viejo. |
450 |
|
|
RODULFO |
No sé, Tomás,
qué adivino |
|
de siniestro en tus palabras. |
|
|
|
TOMÁS |
Sigue mi consejo, y labras |
|
tu destino y mi destino. |
|
|
|
RODULFO |
Y ¿qué, me tengo de
hacer |
455 |
sin tus consejos en tierra, |
|
si en el llano o en la sierra |
|
no sé los peligros ver? |
|
Los que en la mar nos pasamos |
|
nuestra vida, ¿qué
valemos |
460 |
en tierra si no tenemos |
|
uno tras de quien vayamos? |
|
Seré... infeliz o
dichoso; |
|
pero ¿piensas que sin
ti |
|
pueda olvidar que hoy
aquí |
465 |
dejo un hombre generoso? |
|
Ya me depare mi suerte |
|
una opulenta fortuna, |
|
ya obscura como mi cuna |
|
ruede mi vida a mi muerte, |
470 |
Tomás, tú en mi
corazón |
|
vivirás siempre
conmigo, |
|
en mis placeres amigo, |
|
y consuelo en mi
aflicción. |
|
Sí; pediré al
capitán |
475 |
nuestra licencia; los dos |
|
juntos, que juntos por Dios |
|
nuestros destinos
están. |
|
|
|
TOMÁS |
¡Hijo mío, así
te quiero, |
|
noble y generoso, así! |
480 |
(Con
entusiasmo.)
|
¡Bien veo, Rodulfo, en
ti |
|
tu valor de caballero! |
|
|
|
RODULFO |
¿Qué dices,
Tomás? Mi padre... |
|
|
|
TOMÁS |
Calla, ¡por Cristo,
imprudente! |
|
|
|
|
TOMÁS |
A pesar de esa gente,
|
485 |
vive en ti tu noble madre. |
|
|
|
RODULFO |
(Con tristeza.)
|
¡Mi madre! |
|
|
TOMÁS |
¿Qué te
entristece?
|
|
¿Te pesa de asemejarte |
|
a tu madre? |
|
|
RODULFO |
A confesarte
|
|
la verdad, no me parece |
490 |
bastante esa semejanza. |
|
De mi padre la quisiera, |
|
porque con ella creciera |
|
más hidalga mi
esperanza. |
|
|
|
TOMÁS |
Pues, en fin, al tiempo
aguarda, |
495 |
que quien tuvo buena madre, |
|
bien puede tener buen padre. |
|
|
|
RODULFO |
O ella una pasión
bastarda. |
|
Porque mi padre, lo ves, |
|
es ya de rapiña un ave |
500 |
que sólo hacer presa
sabe |
|
con las alas y los pies. |
|
Tomás, ¡Dios me lo
perdone! |
|
pero siento a mi pesar |
|
que jamás le podré
amar |
505 |
aunque el ser padre le abone. |
|
Y si no es por el amor |
|
que tú siempre me has
mostrado, |
|
al mar me hubiera arrojado |
|
mil veces en mi furor. |
510 |
|
|
TOMÁS |
¡Ay, Rodulfo, ya lo
sé! |
|
Yo, que a tu lado he dormido |
|
tantos años, conocido |
|
tu corazón tengo a fe. |
|
¡Cuántas veces
escuchándote |
515 |
bajo pesadilla horrible |
|
luchar, a la lid terrible |
|
puse yo fin
despertándote! |
|
¡Cuántas veces al
salir |
|
ese fatal pensamiento |
520 |
de tu boca, ahogué tu
aliento |
|
por si él lo podía
oír! |
|
Rodulfo, tienes razón: |
|
ya acompañarnos no
debes, |
|
y si a dejarnos te atreves, |
525 |
no pierdas esta
ocasión. |
|
|
|
|
TOMÁS |
De rodillas te lo pido: |
|
no me nombres, o perdido |
|
tu porvenir todo está. |
530 |
|
|
RODULFO |
No alcanzo por qué
misterio... |
|
|
|
TOMÁS |
No le intentes comprender, |
|
porque es forzoso ceder |
|
a su poderoso imperio; |
|
y te lo digo otra vez, |
535 |
aunque te canse mi
afán... |
|
Mas viene allí el
capitán, |
|
ten en cuenta su altivez. |
|
|
|
RODULFO |
Mi puesto voy a ocupar, |
|
Tomás; y antes de
partir |
540 |
mi padre, aquí me ha de
oír, |
|
o aquí me habrá de
matar. |
|
(Sube.)
|
|
|
TOMÁS |
¡Oh bizarro
corazón, |
|
cómo tu sangre conoces, |
|
y cómo te dice a voces |
545 |
tu origen, tu
inclinación! |
|
|
|
Escena
X
|
|
CAÍN.
Después PEDRO.
|
CAÍN |
Nada penetran
los ojos |
555 |
por esas tinieblas
lóbregas; |
|
mas ¿quién sabe lo
que ocultan |
|
en su obscuridad
recóndita? |
|
¿Adónde está
ese muchacho? |
|
(Al subir por las rocas, como
buscando a RODULFO ve la
entrada de la cueva donde se oculta PEDRO.)
|
Pero ¿qué tenemos?
¡Hola! |
560 |
No conozco esta abertura, |
|
y allá arriba hay una
choza |
|
metida entre los
peñascos: |
|
¿quién este desierto
mora? |
|
Ese rumor... Aquí hay
gente |
565 |
guarecida... Una pistola |
|
meto dentro... ¡Eh! En esa
gruta |
|
quienquiera que esté
responda, |
|
o muero como un gazapo. |
|
|
|
|
CAÍN |
¡Hola!
|
570 |
¿Quién eres
tú? |
|
|
PEDRO |
¿Yo? Un perdido
|
|
a quien echaron las ondas |
|
a estas riberas desiertas. |
|
|
|
|
|
|
|
CAÍN |
Pues qué, ¿el mar se
tragó toda |
|
la tripulación del
barco |
|
que montabas? |
|
|
PEDRO |
Más persona
|
|
no había dentro que yo. |
|
|
|
CAÍN |
Explícate, y sea con
pocas |
580 |
palabras si amas tu vida |
|
y conservarla te importa. |
|
|
|
PEDRO |
Pues bien; yo hice en, mi
país |
|
unas cuantas de esas cosas |
|
en que, contra gusto de uno, |
585 |
cartas la justicia toma, |
|
y no gustándome mucho |
|
que de cerca me conozca, |
|
así un bote a un
pescador |
|
y echéme a la mar
traidora. |
590 |
|
|
CAÍN |
Y poco, diestro, sin duda... |
|
|
|
PEDRO |
En eso acaba mi historia. |
|
|
|
CAÍN |
¡Oh! Parece que eres
hombre |
|
capaz... |
|
|
|
CAÍN |
Y ahora, ¿qué piensas
hacerte? |
595 |
|
|
PEDRO |
Aguardar la suerte loca: |
|
nada tengo que perder; |
|
cuanto logre, pues, me sobra. |
|
|
|
|
PEDRO |
No mucha, que es veleidosa |
600 |
el agua, y se muda inquieta |
|
según el viento que
sopla. |
|
|
|
CAÍN |
Y si te vieras en tierra, |
|
¿fueras hombre cuya
boca |
|
guardar supiera un secreto |
605 |
y mandar una maniobra? |
|
|
|
|
CAÍN |
¿Serías hombre
|
|
para acudir a la costa |
|
en un día convenido |
|
con una respuesta pronta? |
610 |
|
|
PEDRO |
¿Qué inconveniente
tendría? |
|
Nadie me sujeta ahora, |
|
y al servicio de cualquiera |
|
puedo entrar, si me acomoda. |
|
|
|
CAÍN |
¿Tienes talento y
constancia |
615 |
para armar una tramoya |
|
y enredar una novela? |
|
|
|
PEDRO |
No habrá juglar que se
ponga |
|
tanto disfraz como yo |
|
si usar de muchos importa. |
620 |
|
|
CAÍN |
Y si te ponen a prueba, |
|
¿cantarás la
palinodia? |
|
|
|
PEDRO |
Lo que está en mi
corazón, |
|
allí se pudre y se
ahoga. |
|
|
|
CAÍN |
¿Y si con arpones de
oro |
625 |
te lo pescan? |
|
|
PEDRO |
Si en mi bolsa
|
|
hay una sola moneda, |
|
en vano han de echarlos. |
|
|
CAÍN |
Toma;
|
|
para dos meses hay harto: |
|
al fin de ellos, a la costa |
630 |
te acercarás de
Marbella, |
|
sabiendo cuántas
personas, |
|
cuántos bienes,
cuántas rentas, |
|
en fin, cuanto corresponda |
|
a la familia de un conde |
635 |
que a una expedición
remota |
|
salió de España. |
|
|
|
CAÍN |
Cuanto a este negocio toca, |
|
de mi bergantín a bordo |
|
sabrás: te daré las
notas |
640 |
y documentos precisos |
|
para cambiar tu persona |
|
en la de otro hombre, que a
bien |
|
que no saldrá de las
ondas |
|
a desmentirte, y te
haré |
645 |
tomar tierra en cierta costa |
|
adonde no ha de alcanzarte |
|
la justicia de Mallorca. |
|
¿Te acomoda? |
|
|
|
CAÍN |
Está bien:
|
|
y si mis planes se logran, |
650 |
tendrás tierras e
hidalguía, |
|
y aun puede que esclavos y
honra. |
|
|
|
|
(Hace CAÍN
una señal con un pito que lleva colgado al cuello, y
mientras aparece a esta señal TOMÁS, dice PEDRO:)
|
PEDRO |
Fortuna te dé Dios,
hijo, |
|
dice el refrán, y te
sobra |
|
lo demás. Esta
mañana |
655 |
mi esperanza era tan corta, |
|
que no ocupaba extendida |
|
el espacio de una ostra; |
|
me estorbaba hasta mi nombre; |
|
y al cabo de pocas horas, |
660 |
tierra y mar tengo por
mío, |
|
represento tres personas, |
|
dirijo grandes negocios |
|
y espero hidalguía y
honra. |
|
¡Bah! Tiene razón
quien dice |
665 |
que este mundo es una bola, |
|
y que la empuja el demonio |
|
del lado que se le antoja. |
|
|
|
Escena
XIII
|
|
ELENA y
CAÍN.
|
ELENA |
No tan pronto
será, que no te lance |
|
tu ingratitud al rostro. |
|
|
|
ELENA |
Ni tan pronto será, que no
te alcance |
|
su suplicante voz. |
|
|
CAÍN |
¡Que sueño
creo!
|
720 |
¡Oh! ¿Y es en realidad
la misma Elena, |
|
o es ilusión que
engaña mis sentidos? |
|
|
|
ELENA |
No, no; de amor y de esperanza
llena, |
|
Elena es la que habla a tus
oídos. |
|
|
|
CAÍN |
¿Quién te trajo a
esta playa? |
|
|
ELENA |
El aire incierto,
|
725 |
la tempestad, el mar, tu mala
estrella. |
|
|
|
CAÍN |
La tuya sí que te
ofreció mal puerto, |
|
pues que te trajo a dar conmigo en
ella. |
|
|
|
ELENA |
¡Oh! No tan malo si a
encontrarte acierto, |
|
que largo tiempo rastreé tu
huella; |
730 |
y navegué, segura de
encontrarte, |
|
sin más rumbo ni afán
que el de buscarte. |
|
|
|
CAÍN |
(Con frialdad.)
|
Pues bien; heme aquí ya, di,
¿qué me quieres? |
|
|
|
ELENA |
¿Eso preguntas tú que
me conoces? |
|
¿No tienes corazón?
¿De mármol eres? |
735 |
¿No te lo dice tu conciencia
a voces? |
|
Me amaste y te adoré;
partí contigo |
|
el placer y el dolor; en la
montaña, |
|
a los tuyos y a ti franqueé
un abrigo... |
|
¿Hallarme, si esto sabes,
qué te extraña? |
740 |
|
|
CAÍN |
Y bien, ¿qué se te
antoja? ¿Qué apeteces? |
|
¿Oro? Rica serás. La
tierra es tuya; |
|
libre como las aves y los
peces, |
|
busca mansión, mas
húyeme. |
|
|
ELENA |
¡Que huya,
|
|
hombre sin corazón!
¿Con tierra y oro |
745 |
pagarás el amor que hay en
el mío? |
|
¡Quieres pagar con brezos un
tesoro! |
|
Mas tiembla. |
|
|
CAÍN |
(Con
desprecio.)
|
¡Eh! De esa cólera me
río.
|
|
|
|
ELENA |
¿Te olvidas de que
fuí tu compañera? |
|
¿Que sé, desde el
momento en que naciste, |
750 |
tu historia toda entera? |
|
¿Te olvidas que mi amor y mi
esperanza |
|
pueden tornarse en bárbara
venganza, |
|
tus crímenes contando por
doquiera? |
|
|
|
CAÍN |
Cuéntalos en buen hora.
¿Qué hay en ellos |
755 |
que no tenga su origen |
|
en esas leyes que a los pueblos
rigen, |
|
y que dan a sus súbditos los
reyes |
|
sin preguntar si necesitan
leyes? |
|
Yo buscaba en Sicilia |
760 |
mi pobre vida; en mi batel
pasaba |
|
una y otra vigilia, |
|
y un pedazo de pan a mi
familia |
|
con mi sudor compraba. |
|
Te amé, y viví feliz
entre peligros |
765 |
que siempre despreció; pero
¿qué hicieron |
|
las leyes con nosotros?
Remolcaron: |
|
nuestro barquillo y en la mar lo
hundieron |
|
después, defraudadores nos
llamaron, |
|
por las peñas después
nos persiguieron, |
770 |
y al pobre que cogieron, |
|
en los robles del monte la
colgaron. |
|
¿Qué pudimos hacer?
Como nosotros, |
|
nuestros padres también
vivido habían; |
|
no nos dejaron otros |
775 |
oficios ni caudales, ni
podían. |
|
Cual fieras acosados, |
|
de nuestro hogar lanzados, |
|
sin amparo en la tierra, |
|
la sociedad nos arrojó en su
encono; |
780 |
y salimos al mar a hacerla
guerra, |
|
y en él buscamos libertad y
trono: |
|
y desde entonces, sí, la
tierra toda |
|
nuestra enemiga fue, y la tierra
ingrata |
|
pagó tributo al vencedor
pirata. |
785 |
Tal es mi historia, y de lo que
haya en ella |
|
a la razón contrario, |
|
no me culpen a mí, sino a mi
estrella. |
|
|
|
ELENA |
Mas cuando al mar
salías |
|
por la primera vez, y a las
bravías |
790 |
olas del mar tu porvenir
fiabas, |
|
el solo ser de quien fiar
podías, |
|
en la ribera sin piedad
dejabas. |
|
|
|
CAÍN |
(Con amargura.)
|
Y allí dejé
también padres y hermanos; |
|
cuanto pude querer quedó en
Sicilia. |
795 |
La sangre en que a teñir iba
mis manos, |
|
¿alcanzara a mi amor, a mi
familia? |
|
No: ¿cómo fuera el
tigre carnicero |
|
camarada del tímido
cordero? |
|
|
|
ELENA |
La falta de poder, amor la
abona: |
800 |
sí, la mujer que osaba en la
montaña |
|
contra la ley abrirte su
cabaña, |
|
hubiera sido junto a ti leona. |
|
|
|
CAÍN |
Tú deliras, mujer. Sobre mi
nave |
|
sería tu presencia |
805 |
de la muerte de entrambos la
sentencia. |
|
|
|
ELENA |
Tu salvación,
¿quién sabe? |
|
|
|
CAÍN |
Ea, no hablemos más; he
renunciado |
|
a todo cuanto he sido, |
|
ignoro mi pasado |
810 |
y de mi porvenir tampoco
cuido. |
|
Mujer, no hablemos más, se
me ha olvidado |
|
si en tiempo más feliz te he
conocido. |
|
|
|
ELENA |
¿Conque quiere decir que
así inhumano... |
|
|
|
CAÍN |
Quiere decir que sé tu
desventura, |
815 |
mas no tendré la
estúpida locura |
|
de tenderte una mano. |
|
Tu suerte en esta isla te dio
puerto, |
|
y no saldrás por mí
de este desierto. |
|
|
|
ELENA |
Pues bien; sea en buen hora, |
820 |
abandóname y huye, porque
acaso |
|
antes que raye la vecina
aurora, |
|
una nave velera |
|
que a la tuya da caza, |
|
en esa roca alcanzará una
hoguera. |
825 |
|
|
CAÍN |
¡Ira de Dios! Y
entonces... |
|
|
|
ELENA |
Entonces..., lo que en ella aun no
se sabe, |
|
se sabrá..., sí, las
señas, patria, nombre, |
|
y la historia, por último,
del hombre |
|
que va en aquella nave. |
830 |
|
|
CAÍN |
Pues tú también la
montarás conmigo, |
|
pero el mar te abrirá tumba
escondida. |
|
|
|
ELENA |
Yo no temo la mar; es mi
destino |
|
que respete mi vida |
|
para abrir contra ti siempre el
camino: |
835 |
dos veces me tragó y me dio
salida. |
|
|
|
CAÍN |
No me tientes, mujer. Calla, y no
cierres |
|
la suya a tu existencia, |
|
a prueba tal poniendo mi
paciencia. |
|
|
|
ELENA |
No hay medio, no; o amigo, o
enemigo: |
840 |
si aceptas la amistad, pronto
partamos; |
|
si enemistad, veamos; |
|
el cielo y la razón
están conmigo. |
|
|
|
CAÍN |
Pues bien; tu cielo y tu
razón, si pueden, |
|
contra mi fiera voluntad te
ayuden. |
845 |
|
|
|
(Pone mano a una pistola del cinto. ELENA huye subiendo por los
peñascos. El pirata espera a que llegue a lo alto, y
apuntándola seguramente, hace fuego. ELENA da un grito y cae del otro lado
de las peñas, fuera de la vista del
público.)
|
CAÍN |
Veremos el favor que te
conceden, |
|
y en tu favor los cielos
cómo acuden. |
|
|
|
Escena
XIV
|
|
CAÍN,
TOMÁS, RODULFO y PEDRO.
|
|
|
|
CAÍN |
Contad si de vosotros falta
alguno. |
|
|
|
RODULFO |
Al revés; según veo,
sobra uno. |
850 |
|
|
CAÍN |
Entonces, ¡vive Dios!
sólo fue ruido. |
|
Ya sabéis que aun en medio
de las olas |
|
no erró el plomo
jamás de mis pistolas. |
|
¿Y nuestra gente? |
|
|
TOMÁS |
Ya espera
|
|
en el bote con la carga. |
855 |
|
|
CAÍN |
Al agua, pues, que no es larga |
|
la noche, como quisiera. |
|
|
|
RODULFO |
Antes, padre, de partir, |
|
quisiera hablaros a solas. |
|
|
|
CAÍN |
Mi gente es sorda, y las olas |
860 |
tus palabras no han de
oír; |
|
me lo dirás en el mar. |
|
|
|
RODULFO |
En el imposible toca; |
|
lo que salga de mi boca, |
|
en tierra se ha de quedar. |
865 |
|
|
CAÍN |
Rodulfo, el tiempo nos falta; |
|
déjalo para
después. |
|
|
|
|
CAÍN |
Pues en la verga más
alta |
|
sobre una cuerda, y...
¡cuidado |
870 |
con ocuparla! |
|
|
RODULFO |
Ese extremo
|
|
de vuestra crueldad no temo, |
|
que estoy bien determinado. |
|
Acordaos de una tarde |
|
en que debisteis la vida |
875 |
a que recibí esta
herida, |
|
(La muestra.)
|
que os destinaba un cobarde. |
|
Entonces me concedisteis |
|
lo primero que os pidiera, |
|
y ésta es la ocasión
primera; |
880 |
cumplid lo que prometisteis. |
|
En tierra os tengo de hablar, |
|
o mirad lo que
escogéis; |
|
prefiero que me matéis |
|
a volver con vos al mar. |
885 |
|
|
CAÍN |
(A TOMÁS.)
|
Tomás, si llego a
entender |
|
que fue tu lengua atrevida, |
|
puedes rezar por tu vida. |
|
|
|
TOMÁS |
Lo haré así, si es
menester. |
|
|
|
CAÍN |
Pues ve a esperar tu
sentencia. |
890 |
|
|
Escena
XV
|
|
CAÍN y
RODULFO.
|
CAÍN |
(A RODULFO.)
|
Empieza
tú, que ya escucho, |
|
pero no te alargues mucho, |
|
que tengo poca paciencia. |
|
|
|
RODULFO |
Lo que tengo que deciros |
|
no os causará largo
afán; |
895 |
se reduce, capitán, |
|
a que no quiero seguiros. |
|
|
|
CAÍN |
Qué, ¿tienes miedo a
los peces, |
|
o es que la gente que tengo |
|
no te acomoda? Convengo |
900 |
en que algo ruda es a veces. |
|
Mas ¿qué lo quieres
hacer? |
|
No se puede un bando echar |
|
para que vengan al mar |
|
piratas donde escoger. |
905 |
Y a más, no encuentro
motivo, |
|
porque siendo mi hijo
tú, |
|
quien te ofenda
¡Belcebú |
|
me lleve si queda vivo! |
|
|
|
RODULFO |
Padre, os lo dije, no quiero |
910 |
vivir más en una nave |
|
cuyo capitán no sabe |
|
cuál bandera usar
primero. |
|
|
|
CAÍN |
Y ¿no es fortuna, en
verdad, |
|
por entre el mundo enemigo |
915 |
poder arrastrar consigo |
|
su mundo y su libertad? |
|
¿Qué califa te da
leyes? |
|
¿Quién puso a mi
barco nombre? |
|
¿Quién dijo: mandan a
ese hombre |
920 |
esos o los otros reyes? |
|
Todos los mares visito, |
|
y siempre por mi valor, |
|
en todos, como señor, |
|
tomo lo que necesito. |
925 |
Y si hay razón para dar |
|
a un hombre un reino en la
tierra, |
|
¿por qué no ha de
hacerse guerra |
|
por el imperio del mar? |
|
|
|
RODULFO |
Es otro mi pensamiento, |
930 |
padre. |
|
|
CAÍN |
Y ¿adónde has de
ir
|
|
que no tengas que decir |
|
tu nombre y tu nacimiento? |
|
¿Piensas que ha de darte
plata |
|
y fortuna tu conciencia? |
935 |
|
|
RODULFO |
Y qué, ¿no hay otra
existencia |
|
que valga la del pirata? |
|
Vos, ceñidas las
pistolas |
|
para dormir y velar, |
|
no hacéis más que
cavilar |
940 |
vuestros secretos a solas. |
|
No lleváis jamás con
vos |
|
ni otro hermano, ni otro
amigo; |
|
el mar es vuestro testigo, |
|
y la suerte vuestro Dios. |
945 |
La fuerza es la única
ley |
|
que en el barco se respeta; |
|
y si esa ley os sujeta, |
|
¿de qué os vale ser
el rey? |
|
República del más
fuerte, |
950 |
porque otro no os avasalle, |
|
no hay más medio que
aplicalle |
|
una sentencia de muerte. |
|
Una queja suelta apenas |
|
de los labios, basta a veces |
955 |
para llamar a los peces |
|
colgado de las entenas. |
|
¿Eso es vida? ¿Eso es
fortuna? |
|
¿Qué vale tanto
botín, |
|
si para gastarlo al fin |
960 |
no llega ocasión
alguna? |
|
Y por último,
señor, |
|
o en tierra me
abandonáis, |
|
o lo que de amor no
hagáis, |
|
yo lo he de hacer de furor. |
965 |
A la mar me arrojaré. |
|
|
|
CAÍN |
Hola, y el mozo está
lleno |
|
de bríos, y de algo
bueno |
|
será capaz. |
|
|
RODULFO |
Sí seré,
|
|
y así, capitán, lo
espero; |
970 |
mas pues cada cual se fragua |
|
su suerte, cual vos en agua, |
|
en tierra la mía
quiero. |
|
|
|
CAÍN |
Y desde hoy te quiero
más, |
|
que mozo con tanto
brío, |
975 |
que hacer dará al lado
mío |
|
aun al mismo Satanás. |
|
Conque vaya, echa adelante, |
|
que en la primera
ocasión, |
|
dónde gastar un
doblón |
980 |
no ha de faltar a un tunante. |
|
|
|
RODULFO |
Padre, un paso no daré, |
|
ya os lo dije. Y que no ha
habido |
|
nadie que os haya pedido |
|
lo que yo, también lo
sé. |
985 |
Pero en vano me
acosáis; |
|
con vuestra gente no puedo, |
|
y en esta isla me quedo, |
|
o en esta isla me
matáis. |
|
|
|
CAÍN |
¡Ira de Dios! Cosas
tales |
990 |
están pasando por
mí, |
|
que estoy por saciar en ti |
|
todo el furor de mis males. |
|
|
|
RODULFO |
Hacedlo si se os antoja, |
|
y acabad los míos hoy, |
995 |
porque vuestra sangre soy, |
|
y os juro que me sonroja. |
|
Tener padre, y padre tal |
|
sin patria y sin
religión, |
|
está con mi
corazón |
1000 |
aviniéndose muy mal. |
|
|
|
CAÍN |
¡Víbora de sangre
ingrata, |
|
¿así pagas
¡pese a mí! |
|
la existencia que te di? |
|
|
|
RODULFO |
(Con
desprecio.)
|
¡Con el nombre de un
pirata! |
1005 |
|
|
CAÍN |
(Con
brío.)
|
Con su nombre y su poder, |
|
con su oro y su libertad. |
|
|
|
RODULFO |
Y una horca en la ciudad |
|
donde irlo todo a perder. |
|
|
|
CAÍN |
¡Voto a...! Mas dejemos
eso, |
1010 |
porque siento que si dura, |
|
me va a faltar la cordura..., |
|
y el amor que te profeso |
|
no ha de poderme tener: |
|
y pues tan claro me anuncias |
1015 |
que a mis favores renuncias, |
|
tú solo lo has de
perder. |
|
Acércate acá,
rapaz, |
|
y escucha lo que te digo, |
|
que soy tu padre, y tu amigo |
1020 |
aunque eres algo tenaz. |
|
Lléveme el diablo si
atino |
|
qué afán tienes en
largarte |
|
a tierra, mas por mi parte, |
|
busca en ella tu destino. |
1025 |
Mas oye: si otro que tú |
|
tal intento me propone, |
|
hoy mismo en marcha se pone |
|
a cenar con Belcebú. |
|
Te haré parte en el
botín: |
1030 |
vive, y en ninguna parte |
|
vuelvas, Rodulfo, a acordarte |
|
de tu capitán
Caín. |
|
¡Aquí la gente... |
|
|
RODULFO |
Señor,
|
|
pues parto, y largo
quizás... |
1035 |
|
|
CAÍN |
Muchacho, no hables ya
más, |
|
que no eres predicador. |
|
|
|
Escena
XVIII
|
|
Los piratas y PEDRO entran en el bote y desaparecen.
A poco el bergantín pirata tiende velas y sigue su rumbo.
RODULFO queda en la playa
viéndolo partir.
|
RODULFO |
Heme aquí
solo, ¡ay de mí! |
|
pero estar solo más
vale |
|
que en la odiosa
compañía |
|
de esos corsarios infames. |
1065 |
Mas no pensemos en ello; |
|
Dios, que los secretos sabe |
|
del corazón de los
hombres, |
|
no querrá desampararme. |
|
Aquí hay pólvora, y
un arma; |
1070 |
en aquestos peñascales |
|
voy a encender una hoguera |
|
por si algún buque al
alcance |
|
pasa de esta isla, que
entienda |
|
que implora su auxilio
alguien. |
1075 |
(Mete unas hojas en la cazoleta de
una pistola, y al fogonazo las enciende, levantando a poco llama
que alimenta con brezos, etc.)
|
Y aquí me siento a
espiar |
|
la inmensidad de los mares, |
|
y a esperar a que sus ondas |
|
me den camino o me traguen. |
|
Llama en que arde mi
esperanza, |
1080 |
dura, dura, y no te apagues, |
|
y cual te doy yo alimento, |
|
fuerza y esperanza dame. |
|
|
|
|
RODULFO |
¡Qué voz! De ese
desierto,
|
|
¿quién puede ser
habitante? |
1085 |
Ilusión mía, sin
duda: |
|
no, entre aquellos matorrales |
|
oigo rumor, algo veo |
|
que se agita en su ramaje. |
|
¿Quién va
allá? |
|
|
ELENA |
(Dentro.)
|
Quienquier que seas,
|
1090 |
por el cielo santo
ampárame. |
|
|
|
|
ELENA |
Estoy acaso
|
|
de la vida en los umbrales, |
|
|
|
RODULFO |
Aguarda a ese precipicio |
|
que busque por dónde
baje. |
1095 |
(Desaparece por detrás de
las peñas, y vuelve con ELENA.)
|
|
|