51
Lope de Vega, Las pobrezas de Reinaldos, en Obras de Lope de Vega, XXIX, Comedias novelescas, ed. de Marcelino Menéndez Pelayo, Madrid, Atlas, 1970, p. 81.
52
Miguel de Cervantes, La casa de los celos y selvas de Ardenia, en Teatro completo, ed. de Florencio Sevilla Arroyo y Antonio Rey Hazas, Barcelona, Planeta, 1987, p. 109.
53
Morley y Bruerton, ob. cit., p. 50.
54
Lope de Vega, Angélica en el Catay, en Obras de Lope de Vega cit., p. 321. Estamos realizando una edición crítica de esta comedia (Parte VIII) para el grupo de investigación PROLOPE de la Universidad Autónoma de Barcelona, dirigido por Alberto Blecua.
55
Es notorio que
Cervantes aprecia la línea interpretativa moralizante de
Barahona de Soto, la cual procede de Aretino, Brusantini y otros.
Cfr. José Lara Garrido, «Introducción»,
ed. de Las lágrimas de Angélica, Madrid,
Cátedra, 1981, pp. 48-50. Recordemos que en el
capítulo VI de la I Parte del Quijote, el
cura salva de la hoguera el poema de Barahona comentando: «Lloráralas yo [...] si tal libro hubiera
mandado quemar, porque su autor fue uno de los famosos poetas del
mundo, no solo de España, y fue felicísimo en la
traducción de algunas fábulas de Ovidio»
(Don Quijote de la Mancha, ed. de Francisco Rico,
Barcelona, Instituto Cervantes, Crítica, 1998, I, VI, p.
87).
56
Cfr. María
Pilar González Velasco, «El teatro de Moreto y
Cervantes», en Teatro del Siglo de Oro. Homenaje a
Alberto Navarro González, ed. de Víctor
García de la Concha, Jean Canavaggio, Theo Bercham y
María Luisa Lobato, Kassel, Ed. Reichenberger, 1990, p. 250:
«En varias obras [...] de forma
más o menos explícita aparece el reconocimiento de la
libertad de la mujer para elegir esposo»
; a
propósito de El laberinto de amor García
Martín, ob. cit., p. 233, comenta que «Cervantes conjuga [...] el tema de la dama
inocente con el de su decidida defensa de la libertad en la
elección de los matrimonios»
,
57
Cervantes,
Quijote, ed. cit., II, I, p. 638: «El gran cantor de su belleza, el famoso
Ariosto, por no atreverse o por no querer cantar lo que a esta
señora le sucedió después de su ruin entrego,
que no debieron ser cosas demasiadamente honestas, la dejó
donde dijo: "Y cómo del Catay recibió el cetro /
quizá otro cantará con mejor plectro"»
.
58
Ibidem.
59
Es Reinaldos quien
cierra la comedia diciendo a Roldan: «¡Por mía cuento esta diosa! /
Cuando con victorias vuelvas, / crecerá tu gusto y fama, /
que por aora nos llama / fin suspenso a nuestras selvas»
(p. 186).
60
Cfr. Antonio
Vilanova, Las fuentes y los temas del Polifemo de
Góngora, Madrid, C.S.I.C., Revista de Filología
Española [anejo LXVI], 1957, p. 523: «Pese a la precedencia de Barahona de Soto, fue
Lope de Vega el gran divulgador del tema en la poesía
española del siglo XVI, en múltiples y exuberantes
versiones que demuestran la predilección que sentía
por el bodegón frutal»
.