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ArribaAbajoActo II


Escena I

 

Salón del real alcázar de León.

 
 

La INFANTA, DON ARIAS.

 
INFANTA
Satisfacerme es error,
don Arias; dejadme aquí.
DON ARIAS
Señora, ¿en qué te ofendí,
para usar tanto rigor?
INFANTA
Arias, vuestra pretensión 5
pienso decir a mi hermano.
DON ARIAS
Será persuadir en vano
su justa satisfación.
INFANTA
No hará, si se prueba cuánto
llegasteis a pretender. 10
DON ARIAS
Pues ¿cómo lo ha de creer
de quien me aborrece tanto?
INFANTA
¿Quién os dio licencia a vos
de que a donde estoy entréis?
DON ARIAS
No el rey, pues vos no queréis, 15
sino amor; que amor es dios.
INFANTA
No es amor, sino intereses
del reino: bien lo entendí.
DON ARIAS
¿No estará mejor en mí
que en los nietos de Meneses? 20
INFANTA
¡Villano, desvergonzado!
Yo os haré cortar la lengua.
DON ARIAS
Amaros a vos no es mengua,
sino excelente cuidado.
INFANTA
Yo seré vuestra homicida. 25
Mandarélo, vive Dios.

 (Vase.) 

DON ARIAS
¿Para qué, si tenéis vos
en vuestras manos mi vida?


Escena II

 

El REY, DON ARIAS.

 
REY
Don Arias, ¿qué es aquesto? ¿De qué sale
mi hermana tan airada?
DON ARIAS

 (Aparte.) 

(No me vale
30
disculpa ni razón en este caso.)
Por vuestra alteza estas injurias paso;
sólo pretendo que viváis seguro;
que no hay tan fuerte muro,
que no derribe la ambición de un reino. 35
REY
Si justamente reino,
pacífico señor de León y Asturias,
¿por qué me han de inquietar vasallos locos,
muchos en arrogancia, en fuerza pocos?
DON ARIAS
Sufrir del vulgo bárbaras injurias 40
no es prudencia en un rey, porque el castigo
temor engendra, y el temor respeto.
No deja el rey discreto
criar atrevimiento en el vasallo;
por esta parte se perdió Rodrigo: 45
el freno es la obediencia del caballo.
A Tello de Meneses se aficionan
los malcontentos, y su intento abonan
con que sus hijos son los que os heredan;
y es porque la mudanza 50
a los caídos pone en esperanza
que levantarse puedan,
y que podrán caer los levantados,
trocándose de todos los estados;
porque un reino es sin duda 55
que, cuando muda rey, todo se muda.
REY
Yo he hecho diligencia
con los obispos de León y Oviedo
y con el arzobispo de Santiago,
para templar de Tello la insolencia 60
y librarme de algún atrevimiento,
sin hacer en su vida y tierra estrago,
para la nulidad del casamiento.
Responden que no puede dirimirse
ni en ley divina ni en derecho humano; 65
que envíe el pleito a Roma.
DON ARIAS
Pretenden eximirse
por amistad de Tello, pero en vano
si vuestra alteza toma,
como absoluto rey, el caso a pechos;
que bien sabrán, señor, los dos derechos 70
que se ha de disolver, siendo parientes
no dispensando el Papa.
REY
De esa suerte,
con menos deshonor e inconvenientes
se puede remediar dentro de España.


Escena III

 

Un CRIADO, dichos.

 
CRIADO
Aquí está Tello, que ha venido a verte 75
con Garci-Tello.
REY
¿Quién?
CRIADO
García, su nieto.
REY
¿Que Tello sale ya de la campaña?
Entre; pero será con poco efeto.
 

(Vase el CRIADO.)

 
DON ARIAS
Oye con gusto un labrador discreto.


Escena IV

 

TELLO EL VIEJO, GARCI-TELLO, MENDO, el REY, DON ARIAS.

 
TELLO EL VIEJO
Dadme los pies, gran señor, 80
Y perdonad no humillarme;
que no podré levantarme
con el peso del dolor...
Iba a decir de la edad.
REY
Vengáis, Tello, en hora buena. 85
Sosegáos, hablad sin pena.
TELLO EL VIEJO
Vuestra grandeza y piedad
alientan mi flaco brío,
renuevan mi sangre fría.
Besa la mano, García, 90
al rey, mi señor, tu tío.
GARCI-TELLO
Aquí tenéis vuestra hechura.
Dadme la mano a besar.
REY
Que Tello os supo criar
se muestra en vuestra cordura. 95
Bien parecéis con espada.
GARCI-TELLO
Con ella nací, señor.
DON ARIAS
Bien parece en su valor
y en tu servicio empleada.
Y tiene muy buena madre. 100
TELLO EL VIEJO
Señor, pues podéis hacello,
dadle silla a Garci-Tello,
que es nieto de vuestro padre.
REY
Sentaos, Garci-Tello, aquí.
TELLO EL VIEJO
Yo también me sentaré, 105
si vos mandáis, porque en pie,
estará la edad por mí.
REY
Antes no es inconveniente.
Sentaos, porque gusto yo
que quien hijo me llamó, 110
como mi padre se siente.

 (Siéntanse los tres.) 

DON ARIAS

 (Aparte al REY.) 

¿No es injusto atrevimiento?
Muy bien, señor, lo sentís.
REY
Decid, Tello, ¿a qué venís?
TELLO EL VIEJO
Estadme, señor, atento. 115
Queriendo el rey Ordoño, que Dios haya,
casar a vuestra hermana doña Elvira
con el moro de Córdoba, Abenaya,
tan mal las paces afrentosas mira,
que al tiempo que la noche en la áurea raya 120
que deja el sol cuando al ocaso aspira,
ponía el pie, que de sus sombras viste,
dejó el palacio fugitiva y triste.
En fin, como mujer que a Dios temía,
y que del moro temerosa estaba, 125
que al verdadero Dios no conocía,
y en el profeta bárbaro adoraba;
ásperos montes, por inculta vía,
para oculta vivir solicitaba,
dejando fama en tanto desconcierto 130
que con sus propias manos se había muerto.
A mi casa llegó desconocida
en hábito de pobre labradora,
donde, sirviendo en. ella, fue servida
de Tello, que hoy la mereció y la adora. 135
El modo como ha sido conocida,
nadie, señor, presumo que lo ignora,
y que, con gusto suyo como nuestro,
se la dio por mujer el padre vuestro.
Los años que vivió, vos estuvistes 140
a Portugal, Alfonso, gobernando;
heredastes al fin, y a León venistes,
vuestra dichosa frente coronando:
el parabién os di, que recibistes
mis cartas y presentes despreciando; 145
porque siempre os causó desabrimiento
de la infanta el humilde casamiento.
Y no es mejor el conde de Castilla
que Tello de Meneses, ¡vive el cielo!,
ni cuantos ciñe de una y otra orilla 150
el mar de España ni el celeste velo.
Del godo, que fue rayo y maravilla,
y para el moro se engendró en el cielo
de esa montaña soy centella viva,
que de su misma sangre se deriva. 155
Si he vivido entre rudos labradores,
los paveses fidalgos ¿qué han perdido?;
que sus blasones, armas y labores
ni temen tiempo ni los cubre olvido.
Los abuelos de Dios fueron pastores; 160
y pues que se honra de que lo hayan sido,
y fue el oficio antiguo de más nombre,
lo que Dios estimó, bien puede el hombre.
Quitastes a la infanta su marido,
contra la ley de Dios; pero si efeto 165
de algún temor (aunque es injusto) ha sido,
dadme la infanta y os daré mi nieto;
criadle como fuéredes servido,
y tened de mi fe mejor conecto:
no todos somos reyes; pero todos 170
somos reliquias de los reyes godos.
Si las tortillas son blasones nuevos,
en mi casa se hicieron, antes dellas,
de cabezas de moros, no de huevos,
hasta que vino vuestra hermana a hacellas. 175
Mas disculpando yerros de mancebos,
tales tortillas guisan las estrellas;
que porque no haya diferencia alguna,
bate claras y yemas la fortuna.
No le quitéis por miedo o por consejo 180
a nadie su mujer; tratad de honrallos,
si vasallos queréis; que Tello el viejo
tiene dineros, armas y caballos.
Mirad que sois agora nuevo espejo
en que se han de mirar vuestros vasallos: 185
no le manchéis; que no es de reyes sabios
entrar en la corona haciendo agravios.
REY
Basta, Tello, no más; ya os tengo oído.
Si a vuestro hijo le quité mi hermana,
fue porque, el matrimonio dirimido, 190
pudiera ser condesa castellana.
Temiendo a Dios, la vuelvo a su marido,
hoy la llevad, vuestra justicia es llana;
mas con dos condiciones.
TELLO EL VIEJO
Habéis hecho
lo que esperé de tan heroico pecho. 195
REY
Conmigo ha de quedarse mi sobrino.
TELLO EL VIEJO
Eso es muy justo.
REY
Yo os enviaré luego
la otra condición.
TELLO EL VIEJO
Ya la imagino.
Yo os serviré si a la montaña llego.
Mendo, quédate aquí.
DON ARIAS

 (Aparte.) 

Tal desatino
200
¿se vio ni oyó jamás?
TELLO EL VIEJO
Al cielo ruego
prospere vuestra vida. Nieto mío,
adiós, adiós; servid a vuestro tío.
REY
Id, don Arias, con él; dadle a mi hermana.
DON ARIAS

 (Aparte.) 

Muriendo voy.
GARCI-TELLO
Encomendadme, abuelo,
205
a mi padre.
DON ARIAS

 (Aparte.) 

¡Oh esperanza loca y vana!
TELLO EL VIEJO
Vuelvo a decir, señor, que os guarde el cielo.

 (Vanse TELLO EL VIEJO y DON ARIAS.) 



Escena V

 

El REY, GARCI-TELLO, MENDO.

 
REY
¿Eres su deudo tú?
MENDO
De una villana
soy hijo, aunque mudé también el pelo
después que nos hicimos cortesanos. 210
REY
¿También entre vosotros hay villanos?
MENDO
En cuanto a labradores solamente:
que en lo demás revienta la hidalguía.
REY
¿De qué servís a Tello?
MENDO
Entre su gente
guardar ganado pródigo solía. 215
REY
¿Qué es pródigo ganado?
MENDO
Cortésmente
quise encubrir el nombre que tenía;
que por haberlo, el Pródigo guardado,
es el moreno pródigo ganado.
REY
Y ¿qué oficio te dieron?
MENDO
Gentilhombre.
220
REY
Y ¿a esa traza mudaron los criados?
MENDO
Los que tenían más ingenio y nombre.
REY
¡Que muden ya los hombres los estados!
Venid, García.
GARCI-TELLO
Aunque llegar me asombre
de su alteza, señor, a los estrados, 225
dadme licencia y besaré su mano.
REY
Venís de la montaña cortesano.

 (Vase.) 



Escena VI

 

GARCI-TELLO, MENDO.

 
GARCI-TELLO
Mendo, dile a mi padre lo que pasa.
MENDO
Que me muero por irme te confieso.
Por momentos topara en nuestra casa 230
el pan, el vino, la cecina, el queso...
Aquí debe de ser la gente escasa;
sólo topo alabardas: pierdo el seso.
GARCI-TELLO
¿De un hora estás quejoso?
MENDO
Un hora ¿es poco?
GARCI-TELLO
Por esto muere el mundo.
MENDO
El mundo es loco.
235

 (Vanse.) 



Escena VII

 

Sala en casa de los Tellos.

 
 

LAURA, TELLO.

 
LAURA
Aunque me lastima el verte,
no me pesa de vengarme.
TELLO
Es bajeza desearme
mayor dolor que la muerte.
LAURA
Que ha sido castigo, advierte, 240
de la palabra quebrada.
TELLO
Laura, ¿la ofensa olvidada
vuelves a tanto rigor?
LAURA
Tello, de ofensas de amor,
¿qué mujer se vio vengada? 245
TELLO
En diez años ¿no se olvida?
LAURA
¿Cómo se puede olvidar
lo que no puede dejar
de durar toda la vida?
Demás de estar yo ofendida, 250
fueron necios tus empleos
en blasones y trofeos
de altezas y majestades;
que nunca desigualdades
lograron bien sus deseos. 255
¿Nunca viste enamorado
el gigante tornasol
crecer por llegar al sol,
y quedar del sol burlado?
Abre el círculo dorado 260
que forma corona altiva,
y cuando más alta y viva
sus rayos de oro extendió,
el mismo sol que la abrió,
ese mismo la derriba. 265
¿Nunca has visto trepadora
planta que un olmo reviste,
y ella de flores se viste
a la risa de la aurora,
y que cuando el sol la dora, 270
triste y marchita se ve.
Así tu esperanza fue:
salió el aurora de Elvira;
pero cuando el sol la mira,
no puede tenerse en pie. 275
De mil flores se previno
el necio almendro temprano,
que presumió que el verano
estaba ya de camino;
con espeso torbellino 280
esparció por su elemento
su vana hermosura el viento:
así, vestido de flores,
viento de fuerzas mayores
derribó tu pensamiento. 285
Soñaste la majestad
del sol de Elvira, en razón
que en el signo de León
daba entonces claridad:
llegaste a su voluntad; 290
pero a tales pensamientos
faltaron merecimientos;
que los edificios altos
no duran, si suben faltos
de primeros fundamentos. 295
TELLO
Presto me verás morir,
y tendrás mayor venganza.
LAURA
Mi paciencia y mi esperanza
hasta hoy pudieron vivir.
TELLO
¿Qué tienes ya que pedir, 300
injustamente agraviada?
Envaina, Laura, la espada
de tan injusto rigor.
LAURA
Tello, de ofensas de amor
¿qué mujer se vio vengada? 305


Escena VIII

 

INÉS, dichos.

 
INÉS
Albricias, y con razón
las pido. Dichoso Tello,
Laura, albricias.
TELLO
En desdichas
ni las doy ni las prometo;
que de no volverme a Elvira, 310
¿qué bien sin la muerte espero?
INÉS
Ella y Tello, mi señor,
vienen.
TELLO
¡Oh piadosos cielos!
Si viene la infanta, Inés,
quisiera que hasta los hierros 315
de esos cofres fueran de oro.
INÉS
Yo me contento con menos.
Y tú ¿no me das albricias?
LAURA
No sé; después nos veremos.


Escena IX

 

TELLO EL VIEJO, la INFANTA; VILLANOS, cantando y bailando; dichos.

 
VILLANOS

 (Cantando.) 

    Sea bien venida 320
    la hermosa Elvira,
    sea bien llegada
    la hermosa infanta.
TELLO
Déjame echar a los pies
de mi buen padre, primero 325
que te dé, Elvira, los brazos.
TELLO EL VIEJO
Habla con tu esposa, Tello;
que si por ella te manda
Dios, por divino precepto,
que dejes tu padre y madre, 330
acertarás en hacerlo.
INFANTA
Con justa razón me dejas,
Tello, por quien hoy tenemos
honra, vida y libertad.
TELLO
Señora, por él merezco 335
verte en mis brazos; mas ya
que alegre en ellos te tengo,
habla a Laura, que llorando
por tu ausencia, se ha deshecho.
INFANTA
¡Laura!
LAURA
¡Infanta, mi señora!...
340
INFANTA
¡Gracias a Dios, que te veo!
¡Inés!
INÉS
¡Señora del alma!
TELLO
¿Mi hijo, padre, y tu nieto?
TELLO EL VIEJO
Quedó con el rey.
TELLO
Pues ¿cómo?
INFANTA
Yo, Tello, se lo agradezco. 345
Allí se criará mejor;
porque los señores, pienso
que sólo en casa del rey
pueden aprender a serlo.
TELLO
Tu cordura, Elvira, en fin, 350
a mí me enseña a ser cuerdo.
Ea, bajen de esos montes
labradores y vaqueros,
celébrese tanta dicha;
que hoy quisiera ser Orfeo, 355
para que fieras y plantas,
peñas, robles, hayas, tejos,
se movieran a mi voz.
TELLO EL VIEJO
Tello, suspende el contento
hasta ver lo que me escribe, 360
el rey; que allá quedó Mendo
para traerlo.
TELLO
Señor,
pediros quiere dineros.
TELLO EL VIEJO
Claro está que no se habían
con este acontecimiento 365
de escapar del rey las doblas.


Escena X

 

MENDO, con un papel; dichos.

 
MENDO
Cansado y rendido vengo.
TELLO EL VIEJO
Pues, Mendo, ¿traes el papel?
MENDO
Y me pesa de traerlo,
porque has de sentir las costas 370
del mal formado proceso.
TELLO EL VIEJO
Lee, Tello, para todos.
TELLO
Aquí dice lo primero:

 (Lee.) 

«Condiciones...».
TELLO EL VIEJO
¿Condiciones?
TELLO
«Que han de guardar los dos Tellos. 375
Primeramente, a mi hermana
ni en público ni en secreto
la habéis de llamar infanta...».
TELLO EL VIEJO
¡Riguroso mandamiento!
TELLO
«Sino Elvira de Meneses». 380
MENDO
Baile, señora, te han hecho.
Sólo «echad acá mis nueces»
faltaba en ese decreto.
INFANTA
Mal lo entendió el rey mi hermano;
que por más honor lo tengo 385
que el título de León.
LAURA
    ¡Bien haya tu entendimiento!
TELLO
Dice más.

 (Lee.) 

«Que vuelvan todos
a sus vestidos primeros,
como proprios labradores, 390
los criados y los dueños,
sin exceptuar ninguno».
TELLO EL VIEJO
Cumpliéronse mis deseos;
que ¡vive Dios! que me daban
pesadumbre por momentos 395
estos follados o fuelles,
con que pienso que parezco
al conde don Julián
cuando salió de Marruecos.
Pues ¡la capita y la gorra! 400
Milagro ha sido del cielo
no haber caído en palacio
los pajes del rey en ello.
MENDO
Bien sé yo que el alegría
no tiene ese fundamento, 405
sino el no haberte pedido
el rey algunos dineros.
Ahora bien: ¿qué hemos de hacer,
que está mi señor suspenso?
TELLO EL VIEJO
Elvira, Inés, Tello y Laura, 410
Mendo y los demás, no es tiempo
de pensar en sinrazones.
INFANTA
Todos éstos son consejos
de mi enemigo don Arias.
TELLO EL VIEJO
El rey lo manda; no quiero 415
examinar atrevido
si es bien hecho o si es mal hecho:
eso es justo que el rey manda.
TELLO
Digo, señor, que obedezco;
pero no puedo negarte 420
el debido sentimiento
por mi esposa.
INFANTA
Pues ¿por qué?
Ya te he dicho que no tengo
más honra yo que ser tuya.
TELLO EL VIEJO
Hijo, desnudaos de presto; 425
volvamos a nuestra paz
y a nuestro antiguo sosiego;
que algún poderoso envidia
la que en el campo tenemos.
¿No habéis visto en las comedias 430
que el villano es caballero,
y el caballero villano?
Pues lo mismo represento.
Desnudaos: que puede ser
que antes del acto postrero 435
volvamos a ser señores.
TELLO
No me sirven de consuelo
mudanzas de la fortuna.
INFANTA
A mí sí; que las padezco
por tu amor y por el mío. 440
 

(Vanse todos, menos INÉS y MENDO.)

 


Escena XI

 

INÉS, MENDO.

 
MENDO
Pues, Inés, ¿qué dices desto?
INÉS
Que me vuelvo al delantal,
a la sarta y al sayuelo
de mala gana, pues ya
de chapines altos vengo 445
a chinelas con listones.
MENDO
¡Mal año para mis celos
si no me alegro de ver
que humilles los pensamientos!
Que estábades insufrible. 450
Dejad los ámbares necios,
volved a oler a tomillo;
que una labradora en pelo
es flor de espino en el soto,
y en las viñas flor de almendro. 455
Voyme a vestir mi sayal;
que andaba en estos grigüescos
como después de los grillos
no acierta pasos el preso.
INÉS
Aunque el viejo disimula, 460
yo sé que no va contento.
MENDO
Tú ¿querrásme a lo villano?
INÉS
No sé: después nos veremos.
Haz lo que te manda el rey.
MENDO
Los reyes son como el tiempo 465
hacen y deshacen hombres.
Caro nos cuesta el ejemplo.

 (Vanse.) 



Escena XII

 

Salón del real alcázar.

 
 

El REY, DON ARIAS; después, GARCI-TELLO.

 
DON ARIAS
Hay mil razones contrarias.
REY
La razón hace la ley.
 

(Sale GARCÍA acechando.)

 
GARCI-TELLO

 (Aparte, al paño.) 

Escuchando voy al rey 470
lo que habla con don Arias.
DON ARIAS
Para asegurar tu vida,
¿qué importan dos montañeses?
REY
La sangre de los Meneses
es por lealtad conocida 475
desde el tiempo de Pelayo.
Yo no tengo qué temer.
DON ARIAS
Sin trueno suele caer
de pequeña nube el rayo.
GARCI-TELLO

 (Aparte.) 

Caiga, traidor, sobre ti. 480
REY
Porque obispos y letrados
dicen que están bien casados,
a su mujer le volví.
También tenemos los reyes
juez, y tan poderoso, 485
que es Dios; y es justo y forzoso
temerle y guardar sus leyes.
Si digo que por Dios reino,
mirémoslo bien los dos;
que rey que no teme a Dios, 490
poco gozará del reino.
Basta mandarle volver
al primer traje que tuvo,
si acaso arrogante estuvo
de verse con tal mujer; 495
que puesto en tanta bajeza,
jamás tendrá atrevimiento,
conociendo en su elemento
su misma naturaleza.
DON ARIAS
Si vuestra alteza, señor, 500
se consuela de tener
su propria hermana mujer
de un villano labrador
que ayer iba tras los bueyes,
aunque haya ejemplos tan llanos 505
de griegos y de romanos
que hubo labradores reyes,
León no ha de permitir
que salgan de una montaña
para gobernar a España. 510
GARCI-TELLO

 (Aparte.) 

Ya no lo puedo sufrir.
DON ARIAS
Si temo lo que imagino,
es por vos; que no por mí.

  (Adelántase GARCI-TELLO.)  

REY
Hablad bajo; que está aquí
Garci-Tello, mi sobrino. 515
GARCI-TELLO
Ya la prevención es tarde,
y hame pesado, señor,
que manchen vuestro valor
los consejos de un cobarde.
Mi padre nunca ha tenido 520
pensamientos de ser más
de lo que hoy es; que jamás
será más de lo que ha sido;
porque quien ha sido tanto,
ni ha de ser más ni ser menos: 525
aconsejaos con los buenos,
y reinaréis como un santo.
No temáis los montañeses,
pues ninguno fue traidor.
Mas ya alabasteis, señor, 530
la lealtad de los Meneses.
Decid que han sido villanos
mi abuelo y padre es mentira;
y que lo sufráis me admira,
teniendo poder y manos. 535
Pero, pues que yo lo oí,
y es razón tan mal hablada,
me obliga a sacar la espada,
y por vos la saco así.
Dadle licencia al villano 540
que saque la suya.
REY
Quedo,
sobrino.
GARCI-TELLO
Tendráme miedo
viéndome el rayo en la mano.
REY
Sois niño, que no sabéis
el respeto de los reyes. 545
GARCI-TELLO
Antes le debo a las leyes
de Dios.
REY
¿Cómo lo entendéis?
GARCI-TELLO
¿No me manda honrar mi padre?
REY
Es verdad.
GARCI-TELLO
Pues mirad vos
si hacer lo que manda Dios 550
es honrar mi padre y madre.
Pero, pues respeto os debo
como a mi rey y señor,
salga a ese campo el traidor;
verá que solo le espero. 555
DON ARIAS
No, no, seamos amigos;
que no lo entendisteis bien.
GARCI-TELLO
Desto quiero que me den
testimonio con testigos;
por lo demás, yo me postro 560
al rey con toda humildad.
DON ARIAS
El cetro os dará la edad,
y el tiempo la barba al rostro;
para entonces yo recibo
el desafío, antes no. 565
GARCI-TELLO
Cuando tenga barbas yo
¿habíades de estar vivo

 (Vase.) 



Escena XIII

 

El REY, DON ARIAS.

 
DON ARIAS
¿Parécele a vuestra alteza
que se va echando de ver
lo que en éstos ha de hacer 570
su fiera naturaleza?
Si esto hace en esta edad,
¿qué espera en otra mayor?
REY
Mas que parece valor,
ha sido temeridad. 575
Confieso que me ha pesado
de ver que, airado y resuelto,
por Tello, su padre, ha vuelto.
DON ARIAS
No viene mal enseñado.
¡Ah señor! Vendrá algún día 580
en que os acordéis que fui
quien este consejo os di.
REY
¿Qué he de hacer, si es sangre mía?
DON ARIAS
Tello ¿es vuestra sangre?
REY
No.
DON ARIAS
Pues quitad la vida a Tello. 585
REY
Eso ¿cómo puedo hacello,
sin que mal parezca, yo?
DON ARIAS
Las montañas de Castilla
que llaman de Guadarrama
pasó Almanzor de Toledo; 590
y aunque sus condes levantan
gente y las armas previenen,
a Zamora y Salamanca
dicen que ha llegado el moro:
mandad a Tello que vaya 595
por general de mil hombres,
y que a su costa los haga.
El viejo dará el dinero;
el mozo con arrogancia
querrá mostrar que le dieron 600
sangre los godos de España.
Sin experiencia y sin gente,
en la primera batalla
vos quedaréis sin sospecha,
y con luto vuestra hermana. 605
REY
¿Quién enviaremos a Tello?
DON ARIAS
Yo mismo iré.
REY
Pues, don Arias,
muera Tello desta suerte,
y quede libre la infanta;
que no he de andar cada día 610
recelando que me matan
hijos y nietos de Tello,
que saben sacar la espada
a mis ojos, sin tener
aún manos para tomarla, 615

 (Vanse.) 



Escena XIV

 

Vista exterior de la casa de los Tellos.

 
 

TELLO, de labrador, solo.

 
TELLO
Castigado y corrido
os vengo a ver montañas,
en el hábito rústico primero.
¿Podrá nunca ofendido,
ni son dignas hazañas 620
tratar tan mal un hombre caballero?
Pero si considero
que en estas soledades
me ha de dejar la envidia,
¿para qué me fastidia 625
que desconozca el rey tantas lealtades,
y me trate de suerte
que fuera menos mal darme la muerte?


Escena XV

 

La INFANTA, de labradora; TELLO.

 
INFANTA
Tello...
TELLO
Señora mía...
¡Vos por mi labradora! 630
INFANTA
Pues ¿puedo yo tener mayor ventura?
TELLO
Hoy parece que el día
con disfrazada aurora
las sombras a las selvas asegura.
Tal suele rosa pura 635
amanecer helada
y encubrir la corona;
mas, como perficiona
su esmalte rojo la del sol dorada,
los rústicos despojos 640
diamantes son al sol de vuestros ojos.
INFANTA
Tello, afrentas mayores,
si aquestas son afrentas,
padeciera mi amor, por ti contento.
Entre aquestos rigores, 645
que son iras violentas,
de nuestro hijo solamente siento
la ausencia, si el intento
del rey pasa adelante
en tan necia sospecha. 650
TELLO
Para cosa mal hecha
no hayas miedo que el ánimo levante.
antes es dicha mía;
que al rey le sobra amor, si el rey le cría.


Escena XVI

 

TELLO EL VIEJO, LAURA, INÉS y MENDO, de labradores; dichos.

 
MENDO
Aunque reciba disgusto, 655
tenemos de andar así.
¿Qué te parezco?
TELLO EL VIEJO
Ahora sí
que vienes, Mendo, a mi gusto.
MENDO
¿Hablaré en la lengua antigua
que solíamos hablar? 660
TELLO EL VIEJO
Podíante castigar
si el delito se averigua.
Habla como labrador,
pues ya no eres caballero.
MENDO
Este lenguaje grosero, 665
si es el proprio, es el mejor.
Un hombre que ausente estaba
vino, y hallando otros trajes
y diferentes lenguajes,
les preguntó quién reinaba. 670


Escena XVII

 

DON ARIAS, de camino; dichos.

 
DON ARIAS
Yo llego a buena ocasión,
pues juntos os hallo a entrambos.
TELLO EL VIEJO
¡Señor don Arias!...
TELLO
¡Señor!...
DON ARIAS
Bien podéis darme los brazos.
INFANTA

 (Aparte a LAURA.)  

¡Ay Laura, que el corazón 675
me ha dado en el pecho saltos!
¿A qué vendrá mi enemigo?
DON ARIAS
Perdonad si no he llegado,
gran señora, a vuestros pies.
INFANTA
Advertid que estáis hablando 680
con Elvira de Meneses;
que así lo manda mi hermano.
DON ARIAS
Vos sois quien sois: con el sol
y con las estrellas hablo,
hablo con el mismo cielo, 685
o a lo menos su retrato.
Vengo a daros buenas nuevas;
que, sabiendo que ha pasado
con gran ejército el moro
de las márgenes del Tajo 690
a los montes de Castilla,
para atajarle los pasos
nombra general a Tello,
y quiere que forme un campo
de mil hombres, en afrenta 695
de los condes castellanos,
que le han dejado llegar
al Tormes, con tanto estrago
de los pueblos convecinos
y sus campos, como cuando 700
rompe las puentes soberbio,
temblando los montes altos
de ver que el agua revuelve
los robles y los peñascos.
Ea, ¿no merezco albricias? 705
TELLO EL VIEJO
Yo, por mi parte, que tanto
debo al rey en este honor,
las que señaléis os mando.
DON ARIAS
De la raza de los vuestros
no quiero más que un caballo. 710
MENDO

 (Aparte.) 

Mejor tomara la yegua
el conde, si no me engaño.
TELLO EL VIEJO
A mí sólo por Elvira
me pesa; en lo demás no hallo
dificultad en volver 715
a caballero y soldado
desde villano, quien pudo
de caballero a villano.
En fin, al rey se obedezca.
Aposentadle en el cuarto 720
que estaba, cuando el bautismo,
para el rey aderezado.
LAURA
Venid, señor.
DON ARIAS

  (A TELLO el mozo.) 

No viniera,
si no presumiera daros
gusto, honor, y últimamente 725
la gracia del rey; que tanto
sentimiento y tal silencio
da a entender que os ha pesado.
TELLO
No, señor; pero quien ama
teme la ausencia y el daño 730
que suele traer la guerra;
pero estimo y siento cuánto
me favorece su alteza
con aqueste ilustre cargo.
Contento y agradecido 735
iré a besarle la mano.
DON ARIAS
Aquí se ha de hacer la gente;
que quiere el rey obligaros
con que a vuestra costa sea.
TELLO EL VIEJO
¡Mil hombres! No hay para cuatro 740
en toda nuestra hacendilla.
DON ARIAS
Vos lo miraréis de espacio

 (Vanse DON ARIAS y LAURA.)  



Escena XVIII

 

Los TELLOS, la INFANTA, INÉS, MENDO.

 
INFANTA
Bien pudierais responder...
TELLO
¿Qué quieres que respondamos?
Por ventura ¿piensa el rey, 745
o por deudo o por cuñado,
que nos favorece en esto?
TELLO EL VIEJO
Hijo, el que es noble fidalgo
con vida y hacienda sirve
al rey de quien es vasallo. 750
Paciencia, y tomar las armas.
Quitaos el capote pardo;
pero guardadle también
donde le halléis, por si acaso
el rey os manda otro día, 755
que volváis a ser villano.
TELLO
Mendo, pues has de ir conmigo,
espadas y armas te encargo.
Haz que estén todas a punto.
MENDO
En fin, ¿a la guerra vamos? 760

 (Vanse.) 



Escena XIX

 

GARCI-TELLO, dichos.

 
GARCI-TELLO

 (Dentro.) 

Este caballo tened.
INFANTA
¡Ay, Tello! O ha sido engaño
del amor, o es Garci-Tello.
 

(Sale GARCI-TELLO.)

 
GARCI-TELLO
Dadme, oh mis padres, los brazos.
TELLO EL VIEJO
¿Qué es esto, García?
GARCI-TELLO
Señor,
765
mi venida quiere espacio.
Delante del rey mi tío
tuve con cierto fidalgo
palabras: saqué la espada
con ánimo de matarlo. 770
Enojóse desto el rey;
salí de palacio al campo,
esperéle y no salió;
di de espuelas al caballo,
y he venido, como ves, 775
por no volver a palacio.
TELLO EL VIEJO
Cuando os vi la espada, nieto,
os dije, pronosticando
para más tarde el suceso,
no para tan tiernas manos, 780
que la habríais menester.
GARCI-TELLO
Si él sale cuando le aguardo
abuelo, aquesta es la hora
que tocan por el fidalgo.
TELLO EL VIEJO
¡Vive el cielo, que lo creo! 785
Ya nos tenéis con cuidado;
decidnos quién es.
GARCI-TELLO
Señor,
perdonad, porque hasta tanto
que dél esté satisfecho,
juré la vida de entrambos 790
que no he de decir su nombre.
TELLO EL VIEJO
Nieto, vos sois muy honrado,
y lo habéis hecho muy bien.
Hoy, por veros tan gallardo,
añado a los alimentos 795
otros quinientos ducados.
Descanse, Elvira, mi nieto.
INFANTA
Piedad fue del cielo santo
para la ausencia de Tello.
MENDO
Oye, Inés.
INÉS
Oigo, soldado.
800
MENDO
¿Quieres casarte conmigo?
INÉS
Ya estoy casada con Sancho.
MENDO
¿Qué falta has hallado en mí?
Este tallejón ¿es barro?
INÉS
¿Parécete poca falta 805
ser celoso?
MENDO
¡Malos años!
¿Marido buscas sin celos?
Él lleva gentil despacho.



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