281
Weder ratzen nock meís, p. 30, ed. 1889. Eso de los gatos era cosa de la versión castellana. Gatos pudieron llevar, pero serían pocos. Ratas no faltarían en los navíos. A los caballos los salvaban por razones que se imponen, y porque no era la superioridad que tanto padecía, al decir de Villalta. Ver Pról. cap. VIII §§ 20 y 21. Villalta § 10. (N. del T.)
282
Villalta confirma todo esto, §§ 6.º y 7.º, y agrega que tenían los muertos en sus casas días para lograr la ración. Se ha criticado la noticia ésta como exageración de Schmídel; tal vez valga más la palabra de Villalta, su compañero. (N. del T.)
283
Hechos bien comprobados. Véase Pról. cap. VIII, §§ 20 y 21. (N. del T.)
284
Nuestro «ordeno y mando», «ordinirt und manndirt». Pról. cap. XII § 75. ed. 1889, p. 31. (N. del T.)
285
Las demás ediciones alemanas dicen George Lanchstein, y Luchsam, el Jorge Luján de las otras ediciones. Es probable que sea Diego y no Jorge Luján. Ver ed. 1889, p. 31 en la Nota. (N. del T.)
286
Villalta dice 200 más o menos. (N. del T.)
287
Ver la nota anterior. Villalta dice que fue un deudo de Mendoza, pero sin nombrarlo. (Ver § 6.º). Esto desvirtúa la suposición que fue uno de tantos alemanes. La madre de Mendoza era una Luján. (N. del T.)
288
Villalta la confirma, § 6. (N. del T.)
289
Aquí más o menos entra el primer viaje de Juan de Ayolas a descubrir y poblar el asiento de Buena Esperanza. (N. del T.)
290
«Querandíes, bartenes, charrúas y timbúes» dice la versión castellana derivada de la latina. «Carendies, zechurias, zechuas y diembus», la alemana de 1567. Ver Pról. cap. XI § 36. (N. del T.)