|
|
(Salen ALFONSO,
MANRIQUE, ÁLVAR FÁÑEZ y
acompañamiento.)
|
ALFONSO |
Aplíquese al desorden el
remedio, |
265 |
Álvar Fáñez,
si da lugar la ira |
|
al discurso. |
|
|
RAQUEL |
(De rodillas.)
|
Admitid, amado Alfonso,
|
|
un alma... |
|
|
ALFONSO |
(Apartándola.)
|
Raquel, calla; no prosigas;
|
|
no cuando el corazón en iras
arde |
|
ahogues las venganzas que
fulmina. |
270 |
Segunda Troya al fuego de mi
enojo |
|
ha de ser hoy Toledo.
¿Quién creería |
|
tan audaz desacato? ¿Se ha
olvidado |
|
Castilla de que Alfonso la
domina? |
|
¿Sabe que aquesta espada,
aqueste brazo |
275 |
es seguir de la Parca contra
vidas |
|
de traidores? y que... Pero,
¿qué dudo? |
|
Lugar no quede, puesto no se
omita |
|
sin examen: procúrese el
aleve |
|
autor de aquella voz tan
atrevida, |
280 |
tan indigna de pechos
Castellanos; |
|
los cómplices se busquen que
la animan: |
|
que a mi poder protesto, y a los
Cielos, |
|
que el grave desacato
escandaliza, |
|
que ha de ser mi venganza y su
castigo |
285 |
asombro de Toledo y de
Castilla. |
|
Parte tú, Garcerán;
los sediciosos |
|
asegura si puedes o averigua, |
|
que ha de ver hoy España y
todo el orbe |
|
si Alfonso Octavo de quién
es se olvida. |
290 |
|
|
MANRIQUE |
No quedará lugar que no se
inquiera |
|
en busca del traidor. |
(Vase.)
|
|
|
ÁLVAR FÁÑEZ |
Tan conmovida
|
|
está Toledo, que será
difícil |
|
poderla sosegar. |
|
|
ALFONSO |
Pues mientras rija
|
|
este brazo el acero
victorioso, |
295 |
rayo que intentos bárbaros
derriba, |
|
tiemble Castilla. España,
Europa, el Orbe |
|
de Alfonso la venganza. |
|
|
RAQUEL |
Sumergida
|
|
estoy en confusiones. |
|
|
ALFONSO |
Tú. Álvar
Fáñez,
|
|
sígueme. |
|
|
RAQUEL |
(Deteniéndole.)
|
¿Así, Alfonso, de mi
vista
|
300 |
sin oírme te apartas?
¿En qué culpa |
|
ha incurrido mi amor?
¿Tú te retiras |
|
de mí, grave y severo?
¿Qué mudanzas |
|
son aquestas, Señor? |
|
|
ALFONSO |
Nada me digas:
|
|
aquesto es ser Alfonso
desdichado. |
305 |
y Raquel la ocasión de sus
desdichas. |
|
|
|
|
(Vase con el acompañamiento.)
|
RAQUEL |
¡Ay de mí!,
¿qué he escuchado? Tú, Álvar
Fáñez, |
|
explícame este arcano. |
|
|
ÁLVAR FÁÑEZ |
Pues te avisan
|
|
que eres tú la
ocasión de tantos males, |
|
la respuesta te puedes dar
tú misma. |
310 |
|
|
RAQUEL |
(A RUBÉN.)
|
¿Estoy
despierta, o sueño por ventura? |
|
|
|
RUBÉN |
No sé,
Raquel: la misma duda agita |
|
mi discurso y razón,
imaginando |
|
que es cuanto he visto sueño
o fantasía. |
|
|
|
RAQUEL |
¿Qué especie de dolor tan
inhumano |
315 |
es éste, oh corazón,
que por primicias |
|
de los males y sustos que me
aguardan, |
|
me ofrece la tirana suerte
mía? |
|
¿Quién de tanto favor
se prometiera |
|
tan no esperada, tan mortal
caída? |
320 |
¿Y quién hecha,
fortuna, a tus halagos |
|
pudiera recelarse tal
desdicha? |
|
Alfonso me aborrece; sus
desvíos |
|
de mis temores la verdad
confirman; |
|
¿pues cómo
podrá ser ya venturosa |
325 |
la que se ve de Alfonso
aborrecida? |
|
¡Qué necio quien se
fía de la suerte, |
|
sin advertir que el tiempo y que
los días, |
|
que Ciudades destruyen y
edificios, |
|
favores y privanzas aniquilan! |
330 |
¿Qué causa puede
haber, amado Alfonso, |
|
para tanto desvío?
¿Mis caricias |
|
en qué te han ofendido, que
por premio |
|
sólo odio y desagrado se
concilian? |
|
Mas ¡ay de mí!, que en
vano me desvelo |
335 |
en buscar la ocasión de mis
fatigas; |
|
pues la suerte que empieza a
perseguirme, |
|
por doblarme el dolor,
querrá encubrirla. |
|
|
|
RUBÉN |
¿Así, Raquel, tu corazón
desmaya |
|
en tan fuerte ocasión, donde
es precisa |
340 |
la constancia mayor? En los
principios |
|
si un mal, aunque sea leve, se
descuida, |
|
fuerzas del abandono va
cobrando, |
|
que el remedio después
inutilizan. |
|
Reciente es este mal; aún se
está en tiempo |
345 |
de poderle acudir; quien
averigua |
|
la causa de un dolor, con
más acierto |
|
aplicarle podrá la
medicina. |
|
Inquiérase, Raquel, de esta
desgracia |
|
la ocasión; que
después de conocida, |
350 |
si no cede a remedios
ordinarios, |
|
buscará los extremos mi
malicia. |
|
|
|
RAQUEL |
Bien,
Rubén, me aconsejas: ¿en qué dudas? |
|
al yugo vuelva la cerviz
altiva |
|
segunda vez Alfonso: el fin se
logre, |
355 |
y el medio sea cualquiera, que
tú elijas. |
|
Lícito es cuanto sea
conveniente; |
|
propia moral de la venganza
mía. |
|
(Ruido dentro.)
|
Mas ¡ay de mí!
¿Qué estrépito confuso |
|
oírse deja? Al alma
pronostica |
360 |
el corazón, latiendo
apresurado, |
|
algún cercano mal. |
|
|
RUBÉN |
Ya más distintas
|
|
se perciben las voces: nunca
pruebas |
|
mayores dio de sí la
cobardía, |
|
que al escuchar rumor tan
temeroso. |
365 |
|
|
|
(Voz dentro.)
|
|
¡Muera Raquel, para que
Alfonso viva! |
|
|
|
RAQUEL |
No es delirio: verdad es la que
toco; |
|
¿y esto sufre mi enojo?,
¿esto mis iras? |
|
Espera, vulgo bárbaro,
atrevido, |
|
que si mi sangre a derramar
conspiras, |
370 |
verás que a costa de la tuya
sabe |
|
defender y guardar Raquel su
vida, |
|
Mas ¡ay de mí
infeliz!, ¿a dónde corro |
|
sin consejo, oh Rubén?
¿Ya se averiguan |
|
las causas del enojo y del
desvío |
375 |
de Alfonso? ¿Quién lo
duda? Hernán García |
|
el pueblo ha sublevado.
¿Qué consejo |
|
me das, Rubén? |
|
|
RUBÉN |
Ceder a la desdicha.
|
|
(Vase.)
|
|
|
RAQUEL |
¿Tú también me
abandonas? |
|
|
|
(Sale MANRIQUE.)
|
MANRIQUE |
Si procuras
|
|
la vida conservar, que aquí
peligra, |
380 |
huye, Raquel; en la vecina
torre |
|
de este Alcázar te salva;
conmovida |
|
está toda Toledo en
daño tuyo; |
|
huye del riesgo, el mal presente
evita... |
|
|
|
RAQUEL |
¡Ay de mil,
¿que es posible lo que escucho? |
385 |
¿Que hicieses
mutación tan repentina, |
|
engañosa deidad, que la que
un tiempo |
|
tanto elevaste, así la
precipitas? |
|
Mas si es fuerza ceder a la
fortuna, |
|
huyamos ya, Raquel: de asilo
sirvan |
390 |
hoy a tus desventuras esas
torres |
|
que fueron el teatro de tus
dichas. |
|
(Vase.)2
|
|
|
|
(Sale RAQUEL.)
|
RAQUEL |
En tu presencia |
|
a Raquel tienes ya; del vulgo
airado |
650 |
entrégala al furor y la
venganza; |
|
redime tu peligro con su
daño. |
|
¿No me llamas para esto?
¿Esta fineza |
|
no es el premio que tienes
preparado |
|
a mi amor? ¿En qué
dudas? Raquel muera; |
655 |
muera, pues en amarte te hace
agravio. |
|
|
|
ALFONSO |
¡Cuanto,
hermosa Raquel, mi amor ofendas! |
|
No añadas al dolor que sufro
y paso, |
|
de tu insulto el rigor y
tiranía. |
|
¡Yo darte a ti la muerte!,
¡yo que te amo!, |
660 |
¡que sólo a influjo de
tus ojos vivo!, |
|
¡que apetezco la vida
sólo en cuanto |
|
ofrenda puede ser de tu
belleza! |
|
¿Tal presumes de mí?
¡O cuán contrario |
|
es mi intento, Raquel! Salvar tu
vida |
665 |
a costa de la mía, es lo que
trato. |
|
El pueblo (ya lo ves) que Raquel
muera |
|
o salga de Toledo está
clamando. |
|
¡Oh qué extremos,
Raquel, tan rigurosos! |
|
¿Quién el medio
hallará de conciliarios? |
670 |
Mi valor y poder no son
bastantes |
|
a refrenar su orgullo. Si
retardo |
|
cumplir su gusto, a su furor te
expongo; |
|
si de mi Alcázar, oh Raquel,
te aparto, |
|
cierta es mi muerte. Pues Alfonso
muera; |
675 |
muera yo si a Raquel la vida
salvo. |
|
Esto ha de ser, Raquel. |
|
|
RAQUEL |
¿Que, en fin dispones
|
|
apartarme de ti? |
|
|
ALFONSO |
El rigor del hado,
|
|
mi desgracia pronuncia esta
sentencia; |
|
el Pueblo te condena, no mi
labio. |
680 |
|
|
RAQUEL |
Tropas son de
traidores sediciosos. |
|
|
|
ALFONSO |
Sí; pero
prevenidos y arrestados. |
|
|
|
RAQUEL |
Pues castiga su
loco atrevimiento. |
|
|
|
ALFONSO |
Cuando fuera
posible ejecutarlo, |
|
temiera que la mina reventara, |
685 |
y causase en tu vida mil
estragos. |
|
|
|
RAQUEL |
Desecha ese
temor: arma tu diestra; |
|
y si acaso el horror te oprime
tanto, |
|
que tu antiguo valor
inhabilita, |
|
por ti este empeño
tomará mi brazo. |
690 |
Pues si enciendo la cólera
en mi pecho, |
|
si el hierro empuño, si el
arnés embrazo, |
|
Semíramis segunda hoy en
Toledo |
|
a tus pies postraré cuantos
osados, |
|
cuantos rebeldes, cuantos
alevosos, |
695 |
aliento dan al sedicioso
bando. |
|
|
|
ALFONSO |
Detén,
Raquel, la planta: no al peligro |
|
así te precipites sin
reparo. |
|
Que te ausentes es fuerza. |
|
|
|
ALFONSO |
Yo que te adoro,
yo, Raquel, lo mando. |
700 |
|
|
RAQUEL |
¿Tú, en fin, para que muera, me
destierras? |
|
|
|
ALFONSO |
Yo, porque pienso
que tu vida guardo, |
|
a morir de esta ausencia me
condeno. |
|
|
|
|
|
RAQUEL |
¿Y cuándo he de
partirme? |
|
|
ALFONSO |
Luego al punto:
|
705 |
pues cuanto más, Raquel, se
alargue el plazo, |
|
corres mayor peligro.
¡Cuántas ansias |
|
siente mi corazón al
pronunciarlo! |
|
Adiós, Raquel. |
|
|
RAQUEL |
(Deteniéndole.)
|
¿Que, en fin, así me
dejas?
|
|
¿El cariño,
Señor, de tantos años, |
710 |
de tanto amor las prendas no te
mueven? |
|
¿Mi desconsuelo, mi dolor,
mi llanto |
|
desatiendes así? |
|
|
ALFONSO |
¡Suerte enemiga,
|
|
a qué ocasión tan
fuerte me has guiado! |
|
|
|
|
ALFONSO |
Que partas luego.
|
715 |
Mas ¡ay de mí! que
aqueste duro fallo |
|
contiene la sentencia de mi
muerte. |
|
¿Pero en qué me
detengo?, ¿en qué reparo? |
|
Huya Raquel a conservar su
vida, |
|
mientras queda a morir Alfonso
Octavo. |
720 |
(Vase.)
|
|
|
RAQUEL |
Pues ya, Alfonso,
que ingrato me abandonas, |
|
desatento, cruel y temerario, |
|
si me has amado, si en tu aleve
pecho |
|
de aquel volcán amante queda
rastro, |
|
permita el Cielo que estas cosas
mira, |
725 |
y está tu ingratitud
considerando, |
|
pases por el dolor de verme
muerta |
|
al acero cruel de tus
vasallos; |
|
que queriendo vengar estas
ofensas, |
|
no logre tu rigor ejecutarlo; |
730 |
que mi sombra interrumpa tu
reposo, |
|
y que en pesar continuo y largo
llanto |
|
llores la desventura, ingrato
Alfonso, |
|
que Raquel, por amarte, está
esperando. |
|
|
|
|
|
(Sale un GUARDIA.)
|
GUARDIA |
Para hablaros, |
|
espera que la deis, Señor,
licencia |
|
Raquel. |
|
|
ALFONSO |
¿Qué es lo que
escucho? Fuerte lance
|
415 |
me preparas, fortuna; cruda
guerra |
|
vas a moverme, amor, en este
encuentro. |
|
¿Pero qué riesgo hay
ya, cuando no queda |
|
a la revocación arbitrio
alguno? |
|
¿Y no será crueldad
que cuando llega |
420 |
Raquel a suplicar a Alfonso
Octavo, |
|
ni aun admitirla a su presencia
quiera? |
|
¿Qué dudo, pues?
Decid que Raquel llegue. |
|
|
|
|
(Vase la GUARDIA.)
|
MANRIQUE |
Ya con
Rubén, Señor, aquí se acerca. |
|
(Vase.)
|
|
|
|
(Salen RAQUEL,
RUBÉN y
acompañamiento de Judías.)
|
RAQUEL |
(De rodillas.)
|
Si presumís, Señor,
que a vuestras plantas |
425 |
segunda vez me trae aquel
designio |
|
de que anuléis el
rígido decreto |
|
de mi ausencia, o mi muerte, que es
lo mismo... |
|
|
|
ALFONSO |
(Alzando a RAQUEL.)
|
¡Ay de
mí! Alzad del suelo (¡Raquel llora! |
|
Mucho de ti recelo, valor
mío). |
430 |
Proseguid, pues, ¿Qué
es esto, duros astros? |
|
¿Qué os
detenéis? |
|
|
RAQUEL |
Oíd, que ya prosigo.
|
|
Si presumís, Alfonso, que
este llanto, |
|
si pensáis que estos
débiles suspiros, |
|
prendas en otro tiempo
inestimables, |
435 |
cuando suerte mejor y el cielo
quiso, |
|
vienen acaso a ser
intercesores |
|
entre vuestro rigor y mi
delito |
|
(si haber correspondido a vuestro
afecto |
|
merecer puede nombre tan
indigno), |
440 |
no lo temáis. Mi llanto y
mis sollozos |
|
sólo son expresión de
mi martirio, |
|
vapores que a los ojos ha
exhalado |
|
la amante llama que en mi pecho
abrigo. |
|
Con muy contrario intento a vuestra
vista |
445 |
vuelvo, Señor; pues si antes
he pedido |
|
suspendierais el orden de mi
ausencia |
|
llevada de mi amante
desvarío, |
|
ya con mejor acuerdo sólo
trato |
|
de cumplir vuestro gusto, y
sólo aspiro |
450 |
a dar la última prueba en mi
obediencia |
|
del amor con que siempre os he
servido. |
|
Bien sé que obedecer vuestro
mandato |
|
la vida ha de costarme, cuando
miro |
|
que no pueden cortarse a menos
riesgo |
455 |
lazos que tanto amor y tiempo ha
unido. |
|
Mas si en esto, Señor, de mi
fineza |
|
los subidos quilates acredito, |
|
dulces serán los
últimos tormentos, |
|
si han de manifestar cuánto
os estimo. |
460 |
Males no habrá de cuantos me
propone |
|
la triste idea del destierro
mío, |
|
que no les dé accidentes de
deleite |
|
al ser por vuestra causa
padecidos. |
|
La dura soledad que me amenaza |
465 |
en la mortal ausencia que
medito, |
|
serán recreación del
pensamiento |
|
al contemplar sois vos quien la ha
querido. |
|
El cansancio, Señor, la
grave angustia |
|
de mi espíritu vago y
peregrino, |
470 |
trocará las congojas en
descanso |
|
y hará de la fatiga misma
alivio; |
|
y los insultos a que quedo
expuesta |
|
del feroz vulgo, adularán mi
oído, |
|
viendo que aborrecerme así
les mueve |
475 |
de su Rey el afecto y el
cariño. |
|
Esto supuesto, y que es
inexcusable |
|
ausentarme de vos, pues mi
peligro, |
|
la voz del pueblo, su quietud, los
cielos |
|
lo tienen decretado y
convenido; |
480 |
si algún mérito
tiene, amado Alfonso, |
|
tan constante pasión, amor
tan fino, |
|
de tantos años la
correspondencia, |
|
la noble emulación con que
habéis visto |
|
mi ternura y la vuestra
competirse, |
485 |
votos con tal desgracia
repetidos, |
|
tantas promesas por mi mal
frustradas, |
|
con que no pienso ya
reconveniros, |
|
pues me tiene tomados mi
desdicha |
|
de cualquiera esperanza los
caminos; |
490 |
en recompensa sólo una
fineza |
|
me atrevo a suplicaros y
pediros. |
|
cuyo derecho no podrá
usurparme |
|
el rigor de esta ausencia o
exterminio. |
|
Ésta es, Alfonso, que, pues
no es posible |
495 |
apagar esta llama que respiro, |
|
de mi pecho arrancar vuestro
retrato, |
|
ni de mi pensamiento este
delirio, |
|
os deba esta infeliz, que
así os adora, |
|
un recuerdo tal vez, que fuisteis
mío, |
500 |
que en los años dichosos que
me amasteis |
|
y yo fui vuestra, pudo el amor
mismo |
|
ternezas aprender de mis
afectos, |
|
que siempre el mío fue
vuestro albedrío, |
|
y finalmente que por adoraros, |
505 |
ausente, triste y desterrada
vivo. |
|
Esto, Señor, mis
lágrimas pretenden: |
|
éste el intento es que me ha
traído |
|
a causaros molestias con mi
vista, |
|
y esto lo que por último os
suplico. |
510 |
Esto hará mis tormentos
menos graves, |
|
mis males menos duros y
prolijos, |
|
y aborrecible menos ese
aliento, |
|
mientras la Parca tuerza el vital
hilo. |
|
Y pues instan, Señor,
inconvenientes, |
515 |
temores, sobresaltos y
peligros |
|
a que me ausente, ¡ay, Dios,
cuántos ahogos |
|
el espíritu siente al
proferirlo!, |
|
dadme, Señor, licencia: y
este llanto, |
|
(Arrodíllase.)
|
última ofrenda que a mi amor
dedico, |
520 |
os quede por seguro que ni el
tiempo, |
|
destierro, ausencia, penas ni
martirios, |
|
recelos, amenazas ni
desastres, |
|
ni de la muerte el riguroso
filo, |
|
serán bastantes a borrar del
pecho, |
525 |
de tanta fe depósito y
archivo, |
|
la imagen vuestra que por tantos
años |
|
labró el amor, el trato y el
destino. |
|
|
|
ALFONSO |
¿Qué es esto, sacros cielos?
¿Qué centella, |
|
qué extraordinario ardor no
conocido |
530 |
a mi pecho ha inspirado, Raquel
mía, |
|
tu llanto y tu dolor?
¿Cuándo se ha visto |
|
sino en mi daño tan
extraño exemplo?, |
|
¿fenómeno tan raro y
peregrino? |
|
Alza, Raquel, del suelo; de tu
llanto |
535 |
suspende los raudales: no
abatido |
|
tengas el cielo, de quien eres
copia. |
|
No desperdicies los tesoros
ricos |
|
de tus preciosas lágrimas;
recoge |
|
al lastimado pecho los
suspiros. |
540 |
Deja el llanto y dolor, deja la
pena |
|
a este infeliz, a quien el hado
impío |
|
maltrata con rigor tan
importuno. |
|
A mí, a quien el perderte es
ya preciso, |
|
y muriendo vivir en esta
ausencia, |
545 |
corresponde, Raquel, este
ejercicio. |
|
Segura partir puedes de que en
cuanto |
|
este espíritu rija el
condolido |
|
cuerpo, que tantos males
debilitan, |
|
su alimento será y manjar
continuo |
550 |
llanto y dolor, pesar y
sentimiento. |
|
¡Mas ay de mí,
infeliz! ¿Qué he proferido? |
|
¿Yo, que Raquel se ausente
pensar puedo? |
|
¿Yo puedo proponerlo y
consentirlo? |
|
¿Yo, que aliento al influjo
de su vista? |
555 |
¿Yo, que en fe de que me ama
sólo animo? |
|
No es posible, ni el cielo lo
consienta. |
|
Raquel, no has de partir; antes el
hilo |
|
se corte de mi vida. |
|
|
RAQUEL |
¿Qué he
escuchado?
|
|
¿Qué
pronunciáis, Señor? ¿No sois vos mismo |
560 |
quien ha determinado mi
destierro? |
|
|
|
ALFONSO |
Fue atentado, fue
error, fue desvarío. |
|
|
|
RAQUEL |
¿Pues vos
no me intimasteis la sentencia? |
|
|
|
ALFONSO |
No lo puedo
negar; temor lo hizo. |
|
|
|
RAQUEL |
¿No os
mostrasteis de piedra a mis razones? |
565 |
|
|
ALFONSO |
O no era yo, o
estaba sin sentido. |
|
|
|
RAQUEL |
¿No sois
vos mismo quien me aconsejaba? |
|
¿No sois aquel que
astutamente fino |
|
me pintaba los riesgos? |
|
|
ALFONSO |
Verdad dices:
|
|
tenlo por sueño, tenlo por
delirio. |
570 |
|
|
RAQUEL |
¿No
despreciasteis mis reconvenciones? |
|
¿No os vi sordo a mis
llantos y gemidos? |
|
¿Por fin de mí no
huisteis? |
|
|
ALFONSO |
¿Qué más
quieres,
|
|
Raquel, si te confieso mi
delito? |
|
Sírvame este rubor, esta
vergüenza |
575 |
que paso al confesarlo, de
castigo. |
|
Errores son que debes
disculparlos, |
|
pues tuvieron de amarte su
principio, |
|
Yo te amaba, Raquel; yo te
apartaba |
|
de mis ojos; contempla mi
martirio. |
580 |
|
|
RAQUEL |
¡Con
qué facilidad un pecho amante, |
|
si está tan empeñado
como el mío, |
|
admite las disculpas que
desea, |
|
y aun tal vez disimula su
artificio! |
|
Mas cuando yo os conceda que
forzado |
585 |
obrasteis, y que sólo mi
peligro |
|
os turbó la razón,
¿es por ventura |
|
menor el riesgo ya?, ¿los
conmovidos |
|
corazones están más
aquietados?, |
|
¿se han disipado ya mis
enemigos? |
590 |
¿clama menos el pueblo?,
¿la nobleza |
|
pondrá a sus quejas
término? ¿Vos mismo, |
|
a quien ya los temores vencer
saben, |
|
me dais seguridad de
reprimirlos? |
|
¿Queréis que expuesta
quede a una violencia?, |
595 |
¿del vulgo fiero al
bárbaro capricho?, |
|
¿de un soberbio al insulto?
Quien me ama |
|
¿podrá esto tolerar?
¿Qué poderío, |
|
qué autoridad, qué
auxilio me asegura |
|
de tantos riesgos? Si es que os he
debido |
600 |
algún amor, Alfonso, no mi
vida |
|
expongáis de esta suerte; y
pues preciso |
|
es que me ausente, adiós,
amado Alfonso, |
|
(Llorando y en ademán de
irse.)
|
adiós, y el cielo... |
|
|
ALFONSO |
(Deteniéndola.)
|
El cielo que ha querido
|
|
a tan graves desdichas
conducirme, |
605 |
y es de mi puro amor y fe
testigo, |
|
no permita que Alfonso sin ti
viva. |
|
Raquel amada, hermoso dueño
mío, |
|
¿así a Alfonso
abandonas? |
|
|
RAQUEL |
Las estrellas,
|
|
el cielo así lo manda, y mi
destino. |
610 |
|
|
ALFONSO |
¿Que en
fin estás resuelta a abandonarme? |
|
|
|
RAQUEL |
Cuánto me
pesa en este llanto explico. |
|
|
|
ALFONSO |
Pues si mi
desventura es tan notoria, |
|
esta vida, este espíritu
mezquino |
|
como inútiles prendas
considero; |
615 |
(Sacando la
espada.)
|
acero noble, rayo que esgrimo |
|
de mi diestra, blasones
duplicasteis |
|
a Marte poderoso, ya os dedico |
|
a mejor ministerio: sed
piadoso |
|
instrumento de amantes
sacrificios. |
620 |
Y tú, Raquel, si quieres
testimonios |
|
de mi constante amor ciertos y
fijos, |
|
pues no oyes mi razón, estas
alfombras |
|
te los ofrezcan con mi sangre
escritos. |
|
(En ademán de echarse sobre
la espada.)
|
|
|
RAQUEL |
(Conteniéndole.)
|
Deteneos;
¿qué hacéis? ¿Qué furia es
ésta? |
625 |
Mirad que de la espada el duro
filo, |
|
cuando amenaza estragos a ese
pecho, |
|
los obra y ejecuta ya en el
mío. |
|
¿No advertís que ese
golpe riguroso |
|
será fin de mi vida?
¿Quién ha dicho |
630 |
que muerto Alfonso Octavo
Raquel |
|
puede vivir un solo punto?
¿Habéis creído |
|
que a vuestra costa pueden
redimirse |
|
mis desdichas? Vivid, Alfonso
mío, |
|
vivid, que Raquel sólo para
amaros |
635 |
la vida quiere. Ya, Señor,
me rindo |
|
a cuanto dispusiereis; ya
Toledo |
|
será otra vez mi centro; no
hay peligro |
|
que a trueque de agradaros me
dé asombro, |
|
que me dé susto a trueque de
serviros. |
640 |
|
|
ALFONSO |
¡O portento
de amor! Sea la eterna |
|
gratitud que te ofrezco y
sacrifico, |
|
paga a tanto favor. |
|
|
RAQUEL |
¿Y los Hebreos
|
|
que no tienen, Señor, otro
delito |
|
que depender de mí?... |
|
|
ALFONSO |
Ya los indulto.
|
645 |
y porque tu temor desvanecido |
|
del todo quede; porque no
receles |
|
de un vulgo osado los infieles
tiros, |
|
desde hoy de mi Cetro y mi
Corona |
|
serás dueño absoluto.
Mis dominios |
650 |
a tu arbitrio se rijan y
gobiernen; |
|
de todos mis vasallos los
destinos |
|
de ti dependerán
públicamente, |
|
porque todos así te
estén sumisos. |
|
¡Ah de mi guardia! |
|
|
|
(Ocupando el solio.)
|
|
(Salen MANRIQUE,
la GUARDIA y
acompañamiento de CASTELLANOS.)
|
|
ALFONSO |
Atentos
|
655 |
escuchad lo que mando y
determino. |
|
¿Soy vuestro Rey? |
|
|
|
|
MANRIQUE |
Este distintivo
|
|
nos honra. |
|
|
ALFONSO |
Y lo que yo sobre mi Trono
|
|
mandare y dispusiere, ¿no es
preciso |
660 |
que todos lo obedezcan? |
|
|
MANRIQUE |
¿Quién lo
duda?,
|
|
nadie debe excusarse de
serviros. |
|
|
|
ALFONSO |
Está bien;
y el vasallo que se opone |
|
al gusto de su Rey, ¿no es,
decid, digno |
|
de la pena mayor, y por
rebelde |
665 |
no se hace reo del mayor
delito? |
|
|
|
|
ALFONSO |
Pues supuesto que no hay
duda,
|
|
y supuesto también que es
gusto mío, |
|
sabed que hoy en mi Trono
substituyo |
|
a Raquel; mi poder y mi
dominio |
670 |
la transfiero, y yo mismo la
coloco |
|
en mi Solio Real; esto
entendido, |
|
pues confesáis debéis
obedecerme, |
|
(Colocándola en el
Trono.)
|
sabed que ya Raquel reina
conmigo. |
|
|
|
|
MANRIQUE |
Si es vuestro gusto,
|
675 |
ya os obedezco y el primero
rindo |
|
a Raquel mi respeto. |
|
|
|
(Van los demás besando la mano a RAQUEL como MANRIQUE.)
|
RUBÉN |
Bien se logra
|
|
el fin de mis astucias y
designios. |
|
Ya de nuevo respiro. |
|
|
RAQUEL |
¡Qué gustoso
|
|
es el mando aun en medio de
peligros! |
680 |
|
|
ALFONSO |
Ya estás.
Raquel, en el lugar sagrado, |
|
donde nunca alcanzar podrán
los tiros |
|
de tus contrarios; ya mi imperio
todo |
|
está en tu mano: ya de tu
albedrío |
|
dependen los que quieran
ofenderte. |
685 |
Los doce mil Soldados que
destino |
|
para asediar a Cuenca, ya en
Toledo |
|
entrando van; fiada en tal
presidio, |
|
tu gusto ley de mis Vasallos
sea. |
|
|
|
RAQUEL |
Por testimonio de
tu amor lo estimo. |
690 |
|
|
ALFONSO |
Y porque mi presencia no
embarace |
|
que obres con libertad, yo me
retiro. |
|
Adiós, bella Raquel. |
|
(Vase con la GUARDIA.)4
|
|
|
|
RAQUEL |
El cielo os guarde. |
|
¡Cuánto, ay de
mí, que os ausentéis me pesa! |
|
¿Qué es esto,
congojado pecho mío? |
|
¿Corazón, qué
temor te desalienta? |
|
¿Qué sustos te
atribulan? ¿Ya Castilla |
290 |
a mi arbitrio no rinde la
obediencia? |
|
Pues, corazón,
¿qué graves sobresaltos |
|
son los que te combaten y te
aquejan? |
|
Sin duda debe ser que como el
cielo |
|
no te crió para tan alta
esfera, |
295 |
como es el Solio regio, mal se
halla |
|
tu natural humilde en su
grandeza. |
|
Tomen ejemplo en mí los
ambiciosos, |
|
y en mis temores el soberbio
advierta |
|
que quien se eleva sobre su
fortuna, |
300 |
por su desdicha y por su mal se
eleva. |
|
¿Mas cómo así
me agravio neciamente? |
|
¿Mi valor, mi hermosura, las
estrellas, |
|
el cielo mismo, que dotó mi
alma |
|
de tan noble ambición, y la
fomenta, |
305 |
no confirman mi mérito?
¿Pues cómo |
|
me puedo persuadir que exceso
sea |
|
de la suerte el supremo, el alto
grado. |
|
en que está colocada mi
belleza? |
|
El frívolo accidente del
origen, |
310 |
que tan injustamente
diferencia |
|
al noble del plebeyo, ¿no es
un vano |
|
pretexto, que la mísera
caterva |
|
de espíritus mezquinos valer
hace |
|
contra las almas grandes, que en
las prendas |
315 |
con que las ilustró
pródigamente |
|
el cielo, las distingue y
privilegia? |
|
No hay calidad sino el
merecimiento: |
|
la virtud solamente es la
nobleza. |
|
(Sentándose.)
|
Esto supuesto,
¿habéis, Rubén, mandado |
320 |
disponer mis Decretos? |
|
|
RUBÉN |
Ya la Hebrea
|
|
Nación por mí las
gracias te tributa |
|
por lo mucho, Raquel, que te
interesas |
|
en su alivio. Los pechos que
pagaba, |
|
los servicios, las cargas y
gabelas |
325 |
están ya suspendidas, y
dispuesto |
|
el reintegro también de
todas ellas |
|
a costa del Erario, como
mandas; |
|
y porque éste tampoco
así padezca, |
|
al Pueblo Castellano se
duplican |
330 |
los impuestos. |
|
|
RAQUEL |
¿Razón acaso
fuera
|
|
que cuando de este Reino los
Vasallos |
|
en riquezas abundan y en
haciendas, |
|
repartiesen con pobres
extranjeros, |
|
cuya industria y trabajo son sus
rentas, |
335 |
las cargas del Estado? Fuera
injusta |
|
política. |
|
|
RUBÉN |
También, según
ordenas,
|
|
el bando se ha dispuesto que
prohíbe |
|
que dentro de Toledo nadie
pueda |
|
armas traer sin el real
permiso; |
340 |
y aunque con la noticia
descontenta |
|
está la gente ardiente y
belicosa |
|
el mandato a su tiempo, no lo
dudes. |
|
|
|
RAQUEL |
Así se
humillará tanta soberbia. |
|
|
|
RUBÉN |
Las cabezas del
público alboroto |
345 |
se buscan, pues se sabe con
certeza |
|
que no le fomentó
Fernán García, |
|
para que se haga un escarmiento en
ellas. |
|
|
|
RAQUEL |
Está bien;
mas de Hernando las audacias |
|
se deben castigar. |
|
|
|
MANRIQUE |
Y yo, Raquel, que
le he notificado |
|
el orden, soy testigo de la
fiera |
|
altivez con que a ti y a tus
decretos |
|
vilipendió. |
|
|
|
RAQUEL |
(Levantándose.)
|
Pues luego se le
prenda; |
355 |
como a reo de Estado se le
trate, |
|
y probada su torpe
inobediencia, |
|
hoy le vea Toledo en un
cadalso, |
|
donde a un verdugo rinda la
cabeza. |
|
|
|
RUBÉN |
Corto castigo a
tanta demasía. |
360 |
Apuesto si, Raquel: todo
perezca |
|
cuanto a tu elevación
contradijere, |
|
cuanto pueda oponerse a tu
grandeza. |
|
Haz que Castilla sienta tus
rigores; |
|
de sangre criminal las calles
riega; |
365 |
no quede Castellano sospechoso |
|
que no adore tu planta o que no
muera. |
|
|
|
RAQUEL |
¡Cómo adulan mi
oído esas palabras! |
|
¡Cómo,
Rubén...! |
|
|
CASTELLANOS |
(Dentro.)
|
Sin nota de vileza
|
|
ya sufrir más la lealtad no
puede. |
370 |
|
|
RAQUEL |
Rubén,
¿qué nueva confusión es ésta? |
|
|
|
GARCÍA |
(Dentro.)
|
Reportaos,
Castellanos: no desdore |
|
vuestra fama y renombre
acción tan fea. |
|
|
|
CASTELLANOS |
(Dentro.)
|
Es
tiranía, ya sufrir no puede |
|
la lealtad sin nota de vileza. |
375 |
|
|
MANRIQUE |
Voces del Pueblo
son alborotado. |
|
|
|
RAQUEL |
¿Del Pueblo?
¿Qué pretende? |
|
|
RUBÉN |
Acaso intenta
|
|
demostrar con su pública
alegría |
|
que en tus elevaciones se
interesa. |
|
(¡Cuánta fuerza me
hago al pronunciarlo! |
380 |
Mucho temes, Rubén, mucho
recelas). |
|
|
|
RAQUEL |
¡Ah de la
Guardia! ¿Pero qué es aquesto? |
|
¿Nadie me oye? ¡Ay de
mí! ¿Todos me dejan? |
|
Examina la causa de este exceso,
Manrique. |
|
|
|
MANRIQUE |
Al Rey con la
mayor presteza |
385 |
buscaré; que sabiendo tanto
insulto |
|
volará a remediarle. |
(Vase.)
|
|
|
RAQUEL |
Ya más cerca
|
|
el rumor se oye. |
|
|
CASTELLANOS |
(Dentro.)
|
Ya sufrir no puede
|
|
la lealtad sin nota de vileza. |
|
|
|
RUBÉN |
¡Ay de
mí!, ¿qué es aquesto? El pueblo todo |
390 |
segunda vez se arma en nuestra
ofensa. |
|
¿Dónde me
esconderé que el riesgo evite? |
|
|
|
RAQUEL |
¡Ay de
mí triste! ¿qué desdicha es ésta? |
|
¿Qué es aquesto,
Rubén? ¿No has escuchado? |
|
|
|
RUBÉN |
Éstas son
las funestas consecuencias, |
395 |
que por más que esforzaba el
artificio, |
|
temí de mi ambición y
tu soberbia. |
|
Del extremo peligro en que nos
vemos, |
|
ella ha sido la causa;
considera |
|
el triste fin que las maldades
tienen, |
400 |
y huye de tanto riesgo como
puedas. |
|
No pongas más en mí
la confianza; |
|
que no valen ya astucias ni
cautelas. |
|
(Vase.)
|
|
|
RAQUEL |
¡Oh caduco
traidor! ¡Qué tarde llego |
|
a conocerte! Tus inicuas
reglas, |
405 |
tus consejos mi mal han
producido. |
|
¿Y ahora de mí huyes
y me dejas? |
|
Mas ¡ay de mil ¡Oh
Alfonso descuidado, |
|
con cuan justa razón
lloré tu ausencia! |
|
¿Qué haré?
Dame remedio, ingenio mío. |
410 |
Mas ¡ay! que la atrevida voz
sangrienta |
|
entre quejas me intima mi
desgracia, |
|
diciendo que el sufrir es ya
vileza. |
|
Ya el tirano cuchillo, que el
airado |
|
brazo contra mí esgrime, me
amedrenta; |
415 |
y ya parece que en copiosas
fuentes |
|
el humor se desata de mis
venas. |
|
¡Que horrorosa es la imagen
de la Parca |
|
a un alma enamorada! ¡Oh,
quién pudiera |
|
revocar con el aire de un
suspiro |
420 |
a Alfonso! Pero ya que se
decreta |
|
mi muerte, el contemplar que es por
amarle, |
|
menor hace el dolor, menor la
pena. |
|
Y vosotros, ministros
injuriosos |
|
de la ferocidad y la
inclemencia, |
425 |
llegad apresurados.
¿Qué os detiene? |
|
Dad la muerte a Raquel, que ya la
espera. |
|
|
|
|
(Sale GARCÍA.)
|
GARCÍA |
La vida vengo a
darte, no la muerte; |
|
aunque no fuera extraño lo
temieras, |
|
cuando ofendes mi honor con tanto
ultraje. |
430 |
El Pueblo (ya lo escuchas) la
sentencia |
|
fulmina contra ti, y en mil
espadas |
|
te amenaza la muerte; su
fiereza |
|
ni atiende mi valor ni mi
respeto. |
|
La misma guarnición, que en
tu defensa |
435 |
ha llegado, común hace la
causa. |
|
Tomadas están ya todas las
puertas |
|
para lograr su intento. Yo que a
Alfonso |
|
venero con la fe más
verdadera, |
|
que cuido del honor de su
corona |
440 |
y sólo su servicio me
desvela, |
|
cuando todos tu muerte
solicitan, |
|
guardo tu vida; mi lealtad
atenta, |
|
al salir a la caza, le
esperaba |
|
para avisarle de la torpe y
fiera |
445 |
resolución del pueblo; mas
él, ciego, |
|
por adular tu indignación
proterva, |
|
no sólo no me oyó,
pero ni quiso |
|
admitirme siquiera a su
presencia. |
|
Y aunque pudo el desaire
retraerme |
450 |
de mi designio válgate el
ser prenda |
|
de mi Rey y Señor, el ser yo
noble, |
|
el ser leal Vasallo: mis
querellas |
|
personales pospongo a su
decoro; |
|
que esto manda el honor y la
nobleza. |
455 |
|
|
|
GARCÍA |
Raquel, no es tiempo
|
|
ni de satisfacciones ni de
quejas. |
|
Yo soy leal; jamás tu muerte
quise, |
|
y si lo quieres ver, tienes la
prueba. |
|
Resuélvete. Raquel: a esos
jardines |
460 |
de la Torre vecina da una
puerta |
|
que el no uso tiene ya casi
olvidada. |
|
Criados y caballos que me
esperan, |
|
prevenidos están; el
inminente |
|
riesgo salvemos; demos así
treguas |
465 |
a que volviendo Alfonso, se
remedie |
|
tan grave mal. |
|
|
RAQUEL |
Ya alcanzo tus cautelas.
|
|
¿Quieres valerte tú
de ese artificio |
|
para hacer tu venganza más
secreta? |
|
|
|
GARCÍA |
Mira, Raquel,
que el tiempo se malogra. |
470 |
|
|
RAQUEL |
Muera yo, como
nada a ti te deba. |
|
|
|
GARCÍA |
Advierte que tu
muerte es ya precisa. |
|
|
|
RAQUEL |
Si te creyese,
más precisa fuera. |
|
|
|
GARCÍA |
¿Que, en fin, quieres
perderte? |
|
|
|
|
|
|
RAQUEL |
¿Y si te sigo,
|
|
será acaso mi muerte menos
cierta? |
|
|
|
GARCÍA |
Pues si hubiera
artificio en mis palabras, |
|
y aspirara a vengarme, no lo
hiciera |
|
impunemente por ajena mano |
480 |
en tanta confusión? |
|
|
RAQUEL |
En vano empleas
|
|
razones que no pueden
persuadirme; |
|
si falsas, porque es bien guardarme
de ellas; |
|
y si son verdaderas, porque el
hecho |
|
me llena de rubor y de
vergüenza. |
485 |
(Vase.)
|
|
|
GARCÍA |
¡Válgame Dios, cómo permite
el cielo |
|
que los malos se cieguen, cuando
intenta |
|
castigar sus delitos y
maldades! |
|
¿Pero qué
podré hacer? Ya la violencia |
|
penetra hasta este sitio. |
490 |
|
|
|
|
(Salen ÁLVAR
FÁÑEZ y CASTELLANOS, con las espadas
desnudas.)6
|
|
RAQUEL |
Traidores... Mas ¿qué
digo? Castellanos, |
580 |
Nobleza de este Reino,
¿asila diestra |
|
armáis con tanto oprobio de
la fama |
|
contra mi vida? ¿Tan cobarde
empresa |
|
no os da rubor y empacho?
¿Los ardores |
|
a domar enseñados la
soberbia |
585 |
de bárbaras escuadras de
Africanos, |
|
contra un aliento femenil se
emplean? |
|
¿Presumís hallar
gloria en un delito, |
|
y delito de tal naturaleza |
|
que complica las torpes
circunstancias |
590 |
de audacia, de impiedad y de
infidencia? |
|
¿A una mujer
acometéis armados? |
|
¿El hecho, la
ocasión, no os avergüenza? |
|
¿Será blasón,
cuando el Alarbe ocupa |
|
con descrédito vuestro las
fronteras, |
595 |
convertir los aceros a la
muerte |
|
de una flaca mujer, que vive
apenas? |
|
¿Qué causa a tal
maldad os precipita? |
|
¿Qué crueldad,
qué rigor, qué furia es ésta? |
|
|
|
ÁLVAR FÁÑEZ |
El hábito,
Raquel, de hacer tu gusto, |
600 |
y tu misma maldad hacen no
veas |
|
las causas, los principios de este
enojo; |
|
bien lo sabes, Raquel; bien lo
penetras, |
|
y bien tu disimulo nos
confirma |
|
la justicia y razón que nos
alienta. |
605 |
|
|
RAQUEL |
¿Pues mi
delito es más que ser amada |
|
de Alfonso?, ¿que pagar yo
su fineza? |
|
¿En cuál de estas dos
cosas os ofendo? |
|
¿Está en mi arbitrio
hacer que no me quiera? |
|
Si el cielo, si la fuerza de los
astros |
610 |
le inclinan a mi amor, ¿en
su influencia |
|
debo culpada ser? ¿Puede el
humano |
|
albedrío mandar en las
estrellas? |
|
Mas ya sé que diréis
que mi delito |
|
es el corresponderle. Cuando
intenta |
615 |
la malicia triunfar, ¡oh,
cómo abulta |
|
frívolas causas, vanas
apariencias! |
|
¿Pude dejar de amarle siendo
amada? |
|
Si un Rey con sólo su
precepto fuerza, |
|
a su imperio juntando las
caricias, |
620 |
su amor, su halago, las heroicas
prendas |
|
que le hacen adorable,
¿bastará |
|
algún esfuerzo a hacerle
resistencia? |
|
Juzgad con más acuerdo, oh,
Castellanos; |
|
ved que el enojo la razón os
ciega; |
625 |
remitid esta causa a más
examen; |
|
atended... |
|
|
ÁLVAR FÁÑEZ |
Ya está dada la
sentencia.
|
|
|
|
RAQUEL |
Mirad que es la
pasión quien la fulmina. |
|
|
|
ÁLVAR FÁÑEZ |
No, tirana: tu
culpa te condena. |
|
|
|
RAQUEL |
¿Qué en fin he de
morir? Aqueste llanto... |
630 |
|
|
ÁLVAR FÁÑEZ |
No nos mueve,
Raquel; no tiene fuerza. |
|
|
|
RAQUEL |
¿Lo negro
de la acción no os horroriza? |
|
|
|
ÁLVAR FÁÑEZ |
Si de la Patria
el bien se cifra en ella, |
|
timbre la juzgarán, y si de
Alfonso |
|
el honor restauramos, es
proeza. |
635 |
|
|
RAQUEL |
¿Y su honor
restauráis, cuando atrevidos |
|
muerte le dais?
¿Sabéis que se aposenta |
|
su alma con la mía?,
¿que es mi pecho |
|
de su imagen altar?, ¿que de
las fieras |
|
puntas que penetraren mis
entrañas, |
640 |
es fuerza que el dolor las suyas
sientan? |
|
¿No veis que él
morirá si yo muriere? |
|
|
|
ÁLVAR FÁÑEZ |
El rayo del furor
la torpe hiedra |
|
abrasará, sin que padezca el
tronco |
|
que ella aprisiona con lascivas
vueltas. |
645 |
|
|
|
ÁLVAR FÁÑEZ |
Amor te mata;
|
|
si él te ofende, Raquel, de
amor te queja. |
|
|
|
RAQUEL |
No, traidores;
no, aleves; no, cobardes; |
|
y si porque amo a Alfonso me
sentencia |
|
vuestra barbaridad, no me
arrepiento; |
650 |
nada vuestros rigores me
amedrentan. |
|
Yo amo a Alfonso, y primero que le
olvide, |
|
primero que en mi pecho
descaezca |
|
aquel intenso amor con que le
quise, |
|
no digo yo una vida, mil
quisiera |
655 |
tener, para poder
sacrificarlas |
|
a mi amor. ¿Qué
dudáis? Mi sangre vierta |
|
vuestro rigor. Al pecho, que os
ofrezco |
|
tan voluntariamente, abrid mil
puertas; |
|
que no cabrá por menos tanta
llama, |
660 |
tanto ardor, tanto fuego, tanta
hoguera. |
|
|
|
RUBÉN |
(Sacando el
puñal.)
|
A lo menos Rubén sin
defenderse |
|
no ha de morir. |
|
|
ÁLVAR FÁÑEZ |
Matadlos. Mas no sea
|
|
nuestro acero infamado con su
sangre. |
|
Este Hebreo que el cielo
aquí presenta, |
665 |
ha de ser, Castellanos, su
verdugo. |
|
Tú, Rubén, si salvar
la vida intentas, |
|
pues consejero fuiste de sus
culpas, |
|
ahora ejecutor sé de su
pena. |
|
|
|
RAQUEL |
¡Oh, cielos, qué
linaje de tormento |
670 |
tan atroz! |
|
|
|
ÁLVAR FÁÑEZ |
Rubén, no te
detengas,
|
|
(Poniéndole la espada al
pecho.)
|
si pretendes vivir. |
|
|
RUBÉN |
Pues si no hay medio,
|
|
conserve yo mi vida, y Raquel
muera. |
|
(Hiérela.)
|
|
|
|
ÁLVAR FÁÑEZ |
Pues está ya herida,
huyamos
|
|
|
|
|
(Vanse ÁLVAR
FÁÑEZ y CASTELLANOS.)
|
RAQUEL |
¿Tú
me hieres, Rubén? ¿Tú? ¿Satisfecha |
675 |
no estaba tu maldad con haber
sido |
|
la causa de perderme -¡dura
pena!- |
|
sino que eres, infame, el
instrumento |
|
de mi muerte también? Mas no
es tu diestra, |
|
Hebreo vil, la que da la
herida: |
680 |
amor me da la muerte.
¡Qué torpeza |
|
mis miembros liga! ¿Amado
Alfonso mío, |
|
dónde estás?
¿Qué descuido así te aleja? |
|
¿Así morir
conscientes a quien amas? |
|
¿En tanto mal a quien te
adora dejas? |
685 |
Vuela, Alfonso, ¡ay de
mí! ¡Oh amor! ¡Oh muerte! |
|
(Apoyándose en la
silla.)
|
Y tú, oh Trono, que causas
mi tragedia, |
|
ayuda a sostener el cuerpo
débil, |
|
que el alma desampara; Alfonso,
vuela, |
|
y recibe este aliento, que el
postrero |
690 |
es de mi vida. ¡Ay Dios!
¡Qué mal se esfuerza |
|
el corazón! Alfonso... amado
Alfonso... |
|
¿Qué te detiene?
¿Cómo a ver no llegas...? |
|
(Cayendo al pie de la
silla.)
|
|
|
|
(Salen ALFONSO y
MANRIQUE,
escuchando.)
|
ALFONSO |
Cierta es ya mi
desdicha. Mas ¿qué veo? |
|
(Precipitado hacia RAQUEL.)
|
¡Raquel! ¡Ay infeliz!
¡Raquel! ¿Tú muerta? |
695 |
|
|
RAQUEL |
Sí; yo
muero; tu amor es mi delito; |
|
la plebe, quien le juzga y le
condena. |
|
Sólo Hernando es leal;
Rubén, ¡qué ansia!, |
|
me mata. Y yo por ti muero
contenta. |
|
|
|
ALFONSO |
¡Ay infeliz
de mí! ¡Oh amor! ¡Oh golpe |
700 |
duro y mortal! ¡Oh mano
infame y fiera! |
|
Raquel mía, mi bien,
¿quién de esta suerte |
|
de púrpura
tiñó las azucenas? |
|
¿Cuál fue el aleve,
cuál el fiero brazo |
|
que la flor arrancó de tu
belleza? |
705 |
¿Qué tempestad
furiosa descompuso |
|
tu lozanía?
¿Qué envidiosa niebla |
|
abrasó los verdores de tu
vida? |
|
¿Qué venenoso
aliento, qué grosera |
|
planta infame ultrajó tus
perfecciones? |
710 |
¿Quién el cobarde fue
que en tu inocencia |
|
ensangrentó el acero?
Dueño amado, |
|
mi Raquel, ¿no me oyes?
¿Tú te niegas |
|
a Alfonso? Dadme muerte, penas
mías, |
|
Contigo glorias los pesares
eran, |
715 |
y sin ti ya, ¿qué
puedo prometerme |
|
que no sea dolor, pesar no
sea? |
|
¿Mas muerta tú yo
vivo y no te vengo? |
|
¿Qué es aquesto,
dolor? ¿Qué es esto, ofensas? |
|
¿Pero no dices tú:
Rubén me mata? |
720 |
¿Cuál el motivo fue?
Pero qué necias |
|
mis dudas son, Raquel.
¿Tú no le acusas? |
|
Pues muera este traidor y con
él mueran |
|
cuantos... Mas, ¡cielos... Oh
cruel! ¿Alarde |
|
(Reparando en RUBÉN.)
|
haciendo estás de tu
delito? |
|
|
RUBÉN |
Templa
|
725 |
el furor un momento, mientras
digo, |
|
Alfonso, mi disculpa. |
|
|
ALFONSO |
¿Puede haberla,
|
|
traidor, para una acción tan
horrorosa? |
|
|
|
RUBÉN |
De tus mismos
Vasallos la violencia, |
|
el temor de la muerte y su
amenaza |
730 |
me han obligado a hacerlo. |
|
|
ALFONSO |
¡Oh vil empresa!
|
|
(Tómale el
puñal.)
|
¿Y ésa es disculpa?
Amado dueño mío, |
|
en venganza recibe de tu
ofensa |
|
(Hiérele.)
|
La vida de este aleve por
primicias |
|
de otras muchas. Las
lóbregas tinieblas |
735 |
del infierno sepultan sus
maldades. |
|
|
|
RUBÉN |
(Cayendo.)
|
Quien con ellas
vivió, muera por ellas. |
|
|
|
|
(Sale GARCÍA.)
|
GARCÍA |
Alfonso...
¿Pero qué es lo que estoy viendo? |
|
|
|
ALFONSO |
La más
infame hazaña, la más fea, |
|
la maldad más obscura y
detestable. |
740 |
Muerta ves a Raquel a la
violenta |
|
furia de mis vasallos. |
|
|
GARCÍA |
¡Qué desdicha!
|
|
Yo, Alfonso... |
|
|
ALFONSO |
Tu lealtad y tu nobleza
|
|
sé ya, Hernando: Raquel la
ha publicado. |
|
|
|
MANRIQUE |
Sí,
García: muriendo la confiesa. |
745 |
|
|
ALFONSO |
Mas al cielo
protesto, que es testigo |
|
de acción tan inhumana y tan
sangrienta, |
|
a los hombres, que el hecho
escandaliza, |
|
al mundo, que le culpa y le
detesta, |
|
a la fidelidad de los leales, |
750 |
a mí mismo, a este Trono,
cuyas regias |
|
prerrogativas se hallan
ultrajadas, |
|
y a ti, oh Raquel, que con tu
sangre riegas |
|
de este lugar el trágico
distrito, |
|
la más atroz venganza,
porque vean |
755 |
los que tengan noticia de la
injuria, |
|
que si hubo quien osase
cometerla, |
|
también hubo quien supo
castigarla. |
|
Venganza, amor: quien te ha
ofendido muera. |
|
|
|
|
(Salen ÁLVAR
FÁÑEZ y CASTELLANOS.)
|
ÁLVAR FÁÑEZ |
(De rodillas.)
|
Dices, Alfonso,
bien; y si pretendes |
760 |
satisfacción tomar de esta
que ofensa |
|
acaso juzgarás y por
servicio |
|
reputamos nosotros, las
cabezas |
|
a tus pies ofrecemos, que no
importa |
|
morir cuando tu honor vengado
queda. |
765 |
|
|
ALFONSO |
(Poniendo mano a la
espada.)
|
¿Cómo, traidores?
¿Cómo, desleales...? |
|
|
|
GARCÍA |
(Deteniéndole.)
|
Señor, si
con vos tiene alguna fuerza |
|
mi ruego, reprimid vuestros
enojos; |
|
a la justicia remitid la
queja. |
|
Mirad. Señor, que el celo
los disculpa. |
770 |
|
|
ALFONSO |
Tienes
razón, que el santo cielo ordena, |
|
por más atroz que sea su
delito, |
|
que quien le cometió,
disculpa tenga, |
|
Yo tu muerte he causado, Raquel
mía; |
|
mi ceguedad te mata; y pues es
ella |
775 |
la culpada, con lágrimas de
sangre |
|
lloraré yo mi culpa y tu
tragedia. |
|
Yo os perdono, Vasallos, el
agravio: |
|
alzad del suelo, alzad.
Sírvaos de pena |
|
contemplar lo horroroso de la
hazaña |
780 |
que emprendisteis en esta beldad
muerta. |
|
|
|
TODOS |
Confusión
y dolor causa su vista. |
|
|
|
GARCÍA |
Escarmiente en su ejemplo la
soberbia: |
|
pues cuando el cielo quiere
castigarla, |
|
no hay fueros, no hay poder que la
defiendan. |
785 |
|
|