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ArribaAbajo Libro III


321 El tercero libriello          habemos de decir,
de preciosos miraclos,          sabroso de oír;
si fuere vuestra gracia          que m' querades sofrir,
non quiero tan aína          de vos me espidir.

322 Fue por toda la tierra          aína retraído
que era el sant homne          d'esti sieglo transido,
que se era probado          por sancto muy complido,
que habié muy enfermo          deque morió guarido.

323 Habié en una villa          dos ciegos muy lazdrados,
vivién en grant miseria          de todo bien menguados;
odieron estas nuevas,          estos buenos mandados,
hobieron grant fëúza          de seer alumnados.

324 Ixieron de sues casas          ambos con sos guïones,
entraron en carrera          fincando sos bordones,
vinieron al sepulcro          lazdrados dos varones,
pero sedién alegres          entre sos corazones.

325 Metieron grandes voces,          ca tal es sue natura:
«Señor -dissieron-, valnos,          odi nuestra rencura,
entiendes nuestra mengua,          nuestra grave ventura,
como vevimos siempre          en tiniebra oscura.

326 »Señor, que tanto vales,          por qui face Dios tanto,
que de toda la tierra          eres salud e manto,
por estos pecadores          ruega al Padre Sancto,
que dene poner término          al nuestro luengo planto.

327 »Señor, si nos non sanas,          d'aquí nuncua iztremos,
por ir cuales veniemos,          aquí nos fincaremos;
padre, si tu quisieres,          firmemientre creemos
que de lo que pidimos          con recabdo iremos.»

328 Fue la voz de los ciegos          del Crïador oída,
fue la lumne en ellos          manamano venida;
fue por la vertud sancta          la tiniebra foída,
la forma destorpada          tornó toda complida.

329 Cuando la luz vidieron          que habién desusada,
prisieron adeshora          una grant espantada;
tovieron un grant día          la memoria turbada,
que entrar non podieron          en acuerdo por nada.

330 Cobraron sue memoria          un grant día pasado,
vidieron que so pleito          era bien recabdado;
rendieron a Dios gracias          et al varón honrado,
tornaron a sues casas          el guïón oblidado.

331 Ant el cuerpo precioso          que Dios mucho amaba
colgaba una lámpada          que siempre alumnaba,
nuncua días nin noches          sin olio non estaba,
fuera cuand el ministro          la mecha li cambiaba.

332 De cual guis que avino,          en una sonochada,
era de Sant Johán          vigilia señalada,
falleciolis el olio          a los de la posada,
non tenién que quemasen          nin una pugesada.

333 El sacristán teniese          ferament por errado,
com era malapriso          sedié fuert embargado,
haber no lo podié          a compra nin mudado,
pesábal' que el túmulo          non era alumnado.

334 El Reÿ de los Cielos,          de complida potencia,
que tenié a sos siervos          durable bienquerencia,
por sue misericordia          vío esta fallencia,
envïolis consejo          de grant magnificencia.

335 Cuando la noche veno,          la hora de folgar,
entró el sacristano          el sepulcro catar;
vío arder la lámpada          delante el altar,
plena de mejor olio          que non solié comprar.

336 Fézose el buen homne          mucho maravellado,
d'esta lumne tan clara,          olio tan exmerado;
entendió que non era          de buhones comprado,
mas que lo habié Dios          del Cielo envïado.

336 Tansieron las campanas,          tovieron grant clamor,
rendieron los calonges          laudes al Crïador;
ficieron reverencia          al sancto confesor,
que habié tal entrada          en Dios nuestro Señor.

338 Hobieron otro día          acuerdo mejorado,
pusieron otro olio,          fue aquello alzado;
com era sancta cosa,          fue tan bien adonado
que guareció por ello          much enfermo cuitado.

339 Cuantos que y venién,          de cualquier malatía,
estos eran cutiano          e muchos cada día,
untávanlos con ello,          e habién mejoría,
nuncua lis era huebos          buscar otra mengía.

340 Habié entre los otros          una mugier lazdrada,
que habié en su cuerpo          enfermedad doblada:
los piedes habié muertos,          la visïón turbada,
yacié la mezquiniella          muy mal encarcelada.

341 Untáronla del olio          do habié la dolor,
los ojos e los piedes          teniéndoli clamor;
fue luego bien guarida,          ¡grado al Crïador
e a la vertut sancta          del sancto confesor!

342 Habié dos homnes bonos          en la villa de Prado,
marido e mugier,          un convenient casado;
habién una fijuela          de lis habié Dios dado,
más amaban a ella          que cuant habién ganado.

343 En tres años andaba,          ya era peonciella,
tenienla los parientes          siempre bien vestidiella;
hobo a enfermar          muy fuert la mesquiniella,
tanto que li estaba          por exir la almiella.

344 Por esto los parientes          estaban desarrados,
por las sue muerte misma          non serién más cuitados;
andaban dando voces          como embellinados,
ca en ella tenién          los ojos exaltados.

345 Con cueta de la fija          entrambos sos parientes
hobieron a meter          en una cosa mientes;
levarla al sepulcro          de qui todas las yentes
se partién bien alegres          maguer vinién dolientes.

346 Aguisaron la niña,          entraron en carrera,
con ofrenda fermosa          de olio o de cera,
mas ante que compliesen          la jornada primera,
fue pasada la niña          por qui tod esto era.

347 Los parientes del duelo          andaban enloquidos,
tirando sos cabellos,          rompiendo sos vestidos;
los que eran con ellos          en compaña venidos
aderredor del cuerpo          sedién muy doloridos.

348 Con todo el desarro          que lis era venido,
hobieron a entrar          pero en so sentido;
asmaron un consejo,          de Dios fue proveído,
ca la fin lo demuestra          que fue bueno complido.

349 Asmaron de levarla,          maguer era pasada,
al sancto confesor          a qui fo comendada;
cuando viva non pudo          veer la su posada,
que fues cuand era muerta          cerca él soterrada.

350 Aguisaron el cuerpo          faciendo muy grant planto,
hobieron a levarlo          delant el cuerpo sancto;
pusiéronlo en tierra          cubierto con so manto,
ca cuando lo vedién          habién muy grant quebranto.

351 Los fradres de la casa,          homnes bien acordados,
vidieron estos homnes          ferament quebrantados;
asmaron entre sí          que eran mal yantados,
ca saben con tal duelo          amargos los bocados.

352 Rogáronlos que fuesen          un poco sopear,
por referir la cueta,          el lacerio temprar;
dejaron la defunta          delante el altar,
fueron al refitorio          la caridat tomar.

353 Mas como del lacerio          eran fuert quebrantados,
del andar e del planto          fieramientre cansados,
dormieron sendos pocos          cuando fueron cenados,
mas fueron con la rabia          aína levantados.

354 Mientre ellos folgavan,          el confesor precioso
rogó por la defunta          al Señor glorioso;
el Reÿ de los Cielos,          sancto e poderoso,
recibió la pregaria          como muy pïadoso.

355 Ixieron los llantores          dos ratiellos pasados,
dando a sus cabezas          con los puños cerrados;
el padre e la madre,          de todos delantados,
los que los corazones          tenién más fatilados.

356 Fueron a la eglesia          la defunta veer,
los unos en compaña,          los otros por plañer,
los otros por osequio          e vigilia tener,
mas quiso Dios la cosa          otra guisa poner.

357 Luego que asomaron          a ojo del altar,
vidieran la defunta          en sos piedes estar,
viva e bien guarida          reír e trebejar,
tan bien como si fuese          crïada del logar.

358 Dubdaron los parientes          cuando esto vidieron,
todas las otras yentes          grand espanto prisieron;
sobieron un grant día          que bien no lo credieron,
ca de veer tal cosa          sospecha no hobieron.

359 Pero fueron en cabo          certeros de la cosa,
que lis habié valido          la vertud glorïosa:
rendieron a Dios gracias,          cantaron una prosa,
el Te Deum Laudamus          que es laude fermosa.

360 Ploraban los parientes          de muy grand alegría,
placié al pueblo todo          e a la clerecía;
todos dicién que fuera          bendicto aquel día,
cuando tal homne nasco          de tal podestadía.

361 Tovieron su vigilia          con grandes estadales,
udieron los matines,          las misas matinales,
ficieron sus ofrendas          largas e generales,
con muy grand alegría          fueron a sus hostales.



ArribaDe como Sant Millán ganó los votos


362 Señores, la facienda          del confesor honrado
no la podrié contar          nin romanz nin dictado,
mas destajar la quiero,          ir a lo más granado,
cuando ganó los Votos          como hobo lidiado.

363 De seicientos e doice          corrié entonz la Era,
cuand murió Sant Millán,          esto es cosa vera,
mas aún vent e ocho          menos de los mil era,
cuando ganó el precio,          rico de grand manera.

364 Secund esta noticia          que habemos contado,
trecientos e sesenta          años habié pasado
que Sant Millán muriera          e que fue soterrado,
cuando ganó los Votos,          un don grand e honrado.

365 Pero bien me semeja          razón e aguisado
descobrir la razón          como fue levantado,
ca cuando entendiéredes          sobre qué fue mandado,
dizredes qui l' retiene          que face grand pecado.

366 Por culpa de cristianos          que eran pecadores,
eran unos a otros          malos e malfechores,
non querién mejorarse          de sus malos errores,
recibieron grand tiempo          muchos malos sabores.

367 Desamparolos Dios,          ca éralis irado,
hobieron a caer          en poder del Pecado;
contendién cada día          en fer desaguisado,
como pueblo que era          de Dios desemparado.

368 Porque habié en ellos          nemiga sobejana,
dio grand podestadía          Dios a la gent pagana;
metiéronlos en premia          tan grant e tan lozana,
tal que nin por oídas          nuncua hobo hermana.

369 El reÿ Abderramán,          señor de los paganos,
un mortal enemigo          de todos los cristianos,
habié pavor echado          por cuestas e por planos,
non habién nul consejo          por exir de sus manos.

370 Mandó a los cristianos          el que mal sieglo prenda,
que li diesen cadaño          tres vent dueñas en renda,
las medias de lignaje,          las medias chus sorrenda;
¡mal sieglo haya preste          que prende tal ofrenda!

371 Yacié toda España          en esta servidumne,
daba esti tributo          cadaño por costumne;
facié aniversarios          de muy grant suciedumne,
mas por quitarse ende          non habié firmedumne.

372 Todos estos quebrantos,          esta mortal manciella,
era más afincada          en León e en Castiella;
mas todo cristianismo          sedié man a masiella,
ca pora todos era          una mala postiella.

373 Nuncua fue en cristianos          tan fuert quebrantamiento,
por meter sus cristianas          en tal enconamiento;
una serié grant cosa          dejar tan grant conviento,
nuncua fue sosacado          tan mal sosacamiento.

374 Mucha dueña d'alfaya,          de lignaje derecho,
andaban afontadas          sufriendo much despecho,
era muy leal exiemplo,          mucho peor el fecho,
dar cristianos a moros          sues dueñas por tal pecho.

375 La cuita e el planto,          el duelo general,
tan fiera perdición,          pecado tan mortal,
dolió de corazón          al Reÿ celestial,
Él que, cuando Él quiere,          rehez vieda el mal.

376 Mostrolis fuertes signos          que lis era irado,
que de sue mantenencia          era muy despagado,
por qui el pueblo todo          era mal espantado,
ca cuidó sines dubda          que serié astragado.

377 Pero razón semeja,          maguera que tardemos,
de contarvos los signos          secundo los leemos,
ca cuando los sopiéredes,          firmemientre creemos
que vos espantaredes          de lo que vos dizremos.

378 Luego de las primeras,          en el julio mediado,
diz e cuatro dies ante          de agosto entrado,
perdió el sol la lumne,          estido embargado,
de todo so oficio          afita despojado.

379 Viernes era el día          que esto conteció,
de prima fasta tercia          el sol non pareció;
plus pavoroso día          nuncua amaneció,
sinon el Viernes Sancto          cuando Cristo murió.

380 Desend en el setiembre,          luego en la entrada,
miércores a meidía          murió otra vegada;
tornó plus amariello          que la cera colada,
ante que revisclase          fue grant hora pasada.

381 Fueron todos los pueblos          durament espantados,
como si fuesen ciertos          de seer astragados;
andaban los mesquinos          tristes e desarrados,
plorando de los ojos,          reptando sos pecados.

382 End a poco de tiempo,          con una noch oscura,
sediendo cristianismo          en esta amargura,
apareció en cielo          una grant abertura,
ixién por ellas flamas          grandes sobre mesura.

383 Mientre sedién las yentes          esti signo vediendo,
fuéronse las estrellas          por el cielo moviendo,
volaban por el air,          entre sí se feriendo,
como homnes que lidian          tornando e fuyendo.

384 De media noch ayuso,          hasta que fue de día,
duró esta revuelta,          esta controversía;
cuant grand fue el espanto          decir no lo podría,
ca lo al apos esto          todo fue joglería.

385 Asmaba la gent toda          e seyé bien creída,
que la fin postremera          podié seer venida;
non podién a la cuita          poner nula medida,
serié, si más durase,          de grant miedo perdida.

386 La mala sobrevienta          de la fuert espantada,
tenié la gent primida,          maguer era pasada;
mas ante que hobiesen          esa bien oblidada,
sobrevínolis otra          más fuert e más pesada.

387 Levantose el ábrigo,          un viento escaldado,
avueltas d'él un fuego          rabioso e irado;
movió de occident          por mueda del Pecado,
fizo grandes nemigas          ante que fues quedado.

388 Por las Estremaduras          fizo daños mortales,
encendiendo las villas,          quemando los rabales,
socarraba los burgos          e las villas cabdales,
por yermos e poblados          faciendo grandes males.

389 Plegó a Sant Fagunt,          quemó una partida,
fue cerca de la media          de Carrïón ardida;
por poco fuera toda          Frómesta consumida,
Castro entre las otras          non remanso sencida.

390 Forniellos del Camino          fincó mal socarrada,
Oterdajos que yace          en una renconada;
acorrioli a Burgos          que yacié derramada,
ca non era estonz          en un logar poblada.

391 Quemó en Monesterio          cuanto delante priso,
en Pancorbo diez casas          ca parcir no li quiso;
muchos otros logares,          que en carta non miso
el que primeramientre          esta gesta escriso
en qui fizo el fuego          escarnio e grand riso.

392 Fue cristianismo todo          en desarro caído,
non habién nul esfuerzo          ca lo habién perdido;
entendien que lis era          el Crïador fallido,
que los habié encara          luengo tiempo sofrido.

393 Conocién sue fallencia,          que eran desvïados,
vedién que por sue culpa          eran tan porfazados;
dicién: «¡Aÿ mezquinos,          pueblos desamparados,
si nos veremos nuncua          d'esti mal terminados!»

394 El Reÿ de los Cielos,          de cumplida bondat,
en qui nuncua se seca          la fuent de pïadat,
non quiso poner mientes          en la su malveztat,
quiso tornar en ellos,          facerlis caridat.

395 Diolis en este comedio          un señor venturado,
el duc Ferrán Gonzálvez,          conde muy valïado,
ca fallieron los reys,          tan grand fue el pecado,
el regno de Castiella          tornara en condado.

396 Del regno de Castiella          esti era guïón,
el reÿ don Ramiro          era sobre León;
ambos eran católicos          como diz la lectión,
debiemos fer cutiano          por ellos oración.

397 Vidieron esta cosa          que era sin razón,
que lis vinié por eso          esta tribulación;
asmaron de alzarse,          meter toda misión,
más valdrié seer muertos          que dar tal furcïón.

398 Envïaron mesajes          a la gent renegada
que nunca más viniesen          pedir esta soldada,
ca era contra ellos          la tierra acordada,
si ál quisiesen fer          prendrién grand sorrostrada.

399 Pero con tod el pleito          fuéronse aguisando,
bastiendo los castiellos,          las villas encerrando,
ca eran pocos ellos,          los otros muy grand bando;
tenién que non podrién          atenderlos un campo.

400 El reÿ Abderramán          e los otros paganos,
sopieron estas nuevas          que dicién los cristianos;
por poco con despecho          non se comién las manos,
diciendo grandes befas,          dichos muy sobejanos.

401 Dixiéronli los viejos          que eran sabidores,
los que de la cort eran          consejeros mayores:
«Oídnos, si quisiéredes,          amigos e señores,
dizremos nuestro seso,          maguer somos menores.

402 »Por vero lo dicimos,          e a toda cordura,
si entender sopiésedes          vuestra buena ventura,
rendriedes a Dios gracias,          a la sue grand mesura,
que quiere dar España          a la vuestra natura.

403 »Sabet certeramientre,          en esto non dubdedes,
que todos estos signos          que vos visto habedes
son todos por mal d'ellos,          aún lo probaredes,
sólo que vos querades,          en mano los tenedes.

404 »Udiémoslo decir          a los más ancianos
que la luna es nuestra,          el sol de los cristianos;
cuando ella se turba          nos non fincamos sanos,
cuand el sol muere, ellos          alegran los milanos.

405 »El fuego e los vientos          que nos espavecieron,
todos los signos otros          contra ellos corrieron;
sepades que los fados          escusarvos quisieron,
mas en que los dejaron,          grant amor nos ficieron.

406 »Habedes razón buena          en qui mejor estades,
ellos buscan la guerra,          ca vos no la buscades,
ellos se vos alzaron          con vuestras fïaldades,
tolliéronvos las parias          que vos mucho preciades.

407 »Si a vos semejase,          nuestro seso tal era,
ir sobre leoneses          luego de la primera,
quebrantar a Remiro,          tollerlo de carrera,
desend los otros pueblos          non valdrién una pera.»

408 La gent de mala guisa          e de mala natura
toviéronlo por seso          e que decién cordura;
guiáronse por ellos          por sue mala ventura,
si los non escuchasen          non ficieran locura.

409 Credieron estos dichos          e estas profecías,
andidieron las cartas          e las mesajerías;
fueron con estas nuevas          ante de pocos días
aplegados los pueblos          e las caballerías.

410 Cuando plegadas fueron          las yentes renegadas,
podrién seer aduro          cuantas eran contadas;
tenién una grand tierra          cuand eran albergadas,
del un cabo al otro          tenién leguas dobladas.

411 De la primera muebda,          como fueron fablados,
al regno de León          movieron los fonsados;
maguer son leoneses          firmes e esforzados,
fueron con estas nuevas          ferament espantados.

412 El reÿ don Remiro,          un noble caballero,
que no l' venzrién de esfuerzo          Roldán nin Olivero,
cuand sopo estas nuevas,          el mesaje certero,
sovo mal espantado          en el día primero.

413 Vedié muy grand embargo,          poderes sobejanos,
vedié muchos de moros          e pocos de cristianos;
envïó sue facienda          decir a castellanos,
respondiéronli ellos          que metrién y las manos.

414 Envïó eso misme          decir a alaveses,
al reÿ don García,          señor de pomploneses;
recudiéronli ellos,          a guis de muy corteses,
que serién con él todos          a cabo de dos meses.

415 Los moros en comedio          non se dieron vagar,
hobieron por el regno          las huestes a entrar,
astragaban la tierra,          cuanto podién trobar,
ca non habién consejo          por se li amparar.

416 El cuend Ferrán Gonzálvez,          que Castiella mandaba,
no lo puso por plazo          ca de cuer li pesaba;
plegó los castellanos          que él mucho preciaba,
teniese por fallido          qui más tarde uviaba.

417 Fueron todos pagados          con esta pletesía,
querién ir de buen grado          en esta romería.
Acordáronse todos,          fueron luego sue vía,
entablar la batalla          con esa muzlemía.

418 El reÿ don Remiro,          maguer fue espantado,
el so corazón firme          fue aína tornado;
asembló sos poderes          de todo so regnado,
ca sedié todas horas          en Dios bien esforzado.

419 Los unos e los otros          cerca eran del plazo,
ca ya era venida          la hora del porfazo,
cual de ambas las partes          caerié en el lazo,
cual podrié a la otra          sobar el espinazo.

420 El reÿ don Remiro,          de la buena ventura,
asmó un buen consejo          de pro e de cordura,
pagar a Santïago          por alguna mesura,
tornarlo de sue part          en esta lit tan dura.

421 Fabló con sos varones          e con los ordenados,
con bispos e abades          que y eran juntados;
«Oídme -dijo- todos,          legos e coronados,
hanos dado mal salto          nuestros graves pecados.

422 »Pero en una cosa          era yo acordado,
si a vos semejase          consejo aguisado,
prometer al apóstolo          un voto mesurado,
al que yaz en Galicia,          de España primado.

423 »Si a todos ploguiese,          yo esto comedía,
de darli cada casa          tres meajas valía,
por siempre e cada uno,          en destajado día;
si nos esto ficiésemos,          veriemos alegría.

424 »Podriemos adebdarlo          pora todas sazones,
siempre nos serié presto          en las tribulaciones;
Dios nos darié consejo          por las sus oraciones,
guardarién lo ál todo          estos tres pipïones.»

425 Tovieron leoneses          que dicié aguisado,
tovieron bien que era          buen consejo probado;
de legos e de clérigos          fue luego otorgado,
con buenos privilegios          fue luego confirmado.

426 El cuen Ferrán Gonzálvez,          con todos sos fonsados,
vinién a la batalla          todos bien aguisados;
udieron estas nuevas,          estos pleitos parados;
tovieron que ficieron          como bien acordados.

427 Ficieron so consejo          todos los castellanos,
con so señor el cuende,          unas donosas manos:
«Oídme -diz el cuende-,          amigos e hermanos,
ficieron leoneses          como bonos cristianos.

428 »Prisieron buen consejo          los membrados varones,
dejaron buen exiemplo          a sus generaciones;
non trobarién en sieglo          tan ricas guarnizones,
contat que son vencidos          sin falla los tazmones.

429 »Pero abrirvos quiero          todo mi corazón,
querría que ficiésemos          otra promisïón:
mandar a Sant Millán          nos atal furcïón
cual manda al apóstol          el reÿ de León.

430 »Confesor es precioso,          de Dios mucho amado,
en vida e en muerte          siempre fue adonado;
qui mercet li pidió          nuncua fue repoyado,
en est pleit en que somos          serié buen advocado.

431 »Frontero es del regno,          cuerpo envergonzado,
padrón de españoles,          el apóstol sacado;
ourrémoslo varones,          ¡démosli esti dado!»
Respondiéronli todos:          «Señor, de muy buen grado!»

432 Dijo estonz el cuende:          «Esto sea parado,
si Dios nos ayudare,          fuere nuestro pagado,
la batalla pasada,          sea bien afirmado,
metudo en escripto          e privilegïado.»

433 Moviéronse las huestes,          tovieron sue carrera
por acorrer al rey,          ca en porfazo era;
mas cuando aplegó          la punta delantera,
ya pisaban los reys          el suelo de la era.

434 Ya eran en el campo          entrambas las partidas,
habién ambos los reys          mezcladas las feridas;
las haces de los moros          ya eran envaídas,
ca la ira de Cristo          las habié confondidas.

435 Señores e amigos,          cuantos aquí seedes,
si escuchar quisiéredes,          entenderlo podedes,
cual acorro lis trajo          el voto que sabedes,
e Dios como lis fizo          por ello sues mercedes.

436 Cuand estaban en campo          los reys haces paradas,
mezclaban las feridas          las lanzas abajadas,
teniénse los cristianos          de las otras mesnadas,
ca eran ellos pocos          e ellas muy granadas.

437 Mientre en esta dubda          sedién las buenas yentes,
asuso contra'l cielo          fueron parando mientes;
vidieron dues personas          fermosas e lucientes
mucho eran más blancas          que las nieves recientes.

438 Vinién en dos caballos          plus blancos que cristal,
armas cuales non vío          nunca homne mortal;
el uno tenié croza          mitra pontifical,
el otro una cruz,          homne non vío tal.

439 Habién caras angélicas,          celestïal figura,
descendién por el áer          a una grand presura,
catando a los moros          con turva catadura,
espadas sobre mano,          un signo de pavura.

440 Los cristianos con esto          foron más esforzados,
fincaron los hinojos          en tierra apeados;
firién todos los pechos          con los puños cerrados,
prometiendo emienda          a Dios de sus pecados.

441 Cuando cerca de tierra          fueron los caballeros,
dieron entre los moros          dando colpes certeros;
ficieron tal domage          en los más delanteros
que plegó el espanto          a los más postremeros.

442 Avuelta d'estos ambos          que del cielo vinieron,
aforzaron cristianos,          al ferir se metieron;
juraban los moriellos          por leÿ que prisieron,
que nunca en sos días          tal priesa non hobieron.

443 Cayén a muy grand priesa          los moros descreídos,
los unos desmembrados,          los otros desmedridos;
repisos eran mucho          que y eran venidos,
ca entendién del pleito          que serién mal exidos.

444 Cuntiolis otra cosa          que ellos non soñaban,
esas saetas mismas          que los moros tiraban,
tornaban contra ellos,          en ellos se fincaban;
la fonta que ficieron          carament la compraban.

445 Ya quitarién las dueñas          que solién demandar,
tornarién las levadas          si lis diesen vagar;
Dios que tal cosa sabe          complir e aguisar,
atal Señor es bueno          de servir e rogar.

446 Los pueblos e los príncipes,          todos lo entendieron,
que los dos caballeros          que del cielo vinieron,
los dos varones fueron          a qui los votos dieron,
que ante los vengaron          que no los recibieron.

447 El que tenié la mitra          e la croza en mano,
esi fue el apóstol          de San Juan hermano;
el qui la cruz tenié          e el capiello plano,
esi fue Sant Millán          el varón cogollano.

448 Non quisieron en baldi          la soldada levar,
primero la quisieron          merecer e sudar;
tales señores son          de servir e honrar,
que saben a la cuita          tan aína uviar.

449 El reÿ Abderramán,          que los moros mandaba,
cuand vío que el pleito          tan mal se li paraba,
desamparó el juego,          el pleit en que estaba,
ca la otra partida          grandes embites daba.

450 Desamparó el campo          todo so vasallaje,
mucho homne de precio,          de mucho buen lignaje;
a malas dineradas          pagó el hostalaje,
non quiso envïar          otro con el mesaje.

451 Luego que l' entendieron          que era él movido,
el su mucho grand pueblo          fue luego descosido;
perdieron tod esfuerzo          e todo so sentido,
cadieron en desarro          como pueblo vencido.

452 Cadieron en desarro,          la memoria turbada,
nin se trevién foír,          ni podién fer tornada;
mal grado a las befas          de la gent moriscada,
fue con Dios e los sanctos          la facienda rancada.

453 Pero los que quisieron          so derecho complir
hobieron en el campo          lidiando a morir;
los otros que cuidaron          estorcer e foír,
muy pocos foron d' ellos          que podiesen guarir.

454 Del Reÿ non sabemos          si estorció o non,
mas todos sos poderes          fueron a perdición;
nuncua más non vinieron          pedir la furcïón,
ixieron los cristianos          de grand tribulación.

455 Perdieron dos señales          moros en la rancada,
por qui sue genración          fue siempre fatilada;
perdieron su obispo,          persona muy honrada,
el libro en que era          sue leÿ debujada.

456 Qui saberlo quisiere,          esto bien lo entienda,
ca así lo leemos          e dizlo la leyenda,
en el Campo de Toro          cuntió esta facienda,
y prisieron cristianos          de moros tal emienda.

458 La facienda rancada,          los moros encalzados,
tornaron a sues tiendas          los varones honrados;
ixieron de las armas          ca eran muy cansados,
folgaron a sue guisa          alegres e pagados.

459 Otro día mañana,          las horas acabadas,
ficieron sos concejos          las reales mesnadas;
partieron las ganancias          que eran muy granadas,
hobieron ración buena          las eglesias sagradas.

460 Adieso que hobieron          las ganancias partidas,
a Dios e a los sanctos          las gracias ofrecidas,
confirmaron las parias          que fueron prometidas
a los dos que ficieron          las primeras feridas.

461 El reÿ don Remiro,          que haya Paraíso,
heredó al apóstol          como gelo promiso;
confirmoli los Votos          como homne anviso,
non dejó en el regno          casa que y non miso.

462 El cuend Ferrán Gonzálvez          con todos sos varones,
con bispos e abades,          alcaldes e sayones,
pusieron e juraron          siempre todas razones
a Sant Millán la casa          de dar tres pipïones.

463 Como taja el río          que corre por Palencia,
Carrïón es so nomne          secundo mi creencia,
fasta 'l río de Arga          yaz en esta sentencia
de render cada casa          esta reconocencia.

464 Pasa Estremadura,          las sierras de Sogovia,
hasta la otra sierra          que dicen Araboya,
dende hasta la mar          que es allend Vitoria,
todos se subjudgaron          en dar esta memoria.

465 Y metieron las villas          menudas e granadas,
las que por poblar eran          tan bien com las pobladas;
fueron del apostóligo          de Roma confirmadas,
que las que no lo diesen          fuesen descomulgadas.

466 Pusieron en la cosa          asaz buen tempramiento,
por escusar enojo          e grand aficamiento;
pusieron que rendiesen          ál en apreciamiento,
de lo que en la tierra          habié mas complimiento.

467 Unas tierras dan vino,          en otras dan dineros,
en algunas cebera          en alguantas carneros,
fierro traen de Álava          e cuños de aceros,
quesos dan en ofrenda          por todos los Camberos.

468 Cada tierra que debe          secund que fue mandado
dizlo el privilegio          ond esto fue sacado,
mas non sé por cual guisa,          ca todo es cambiado,
por quequiera que sea          es mucho grand pecado.

469 Frómesta del Camino,          cerca es de Fitero,
Ferrera con sus villas,          Avia, la del otero,
debién ocho casados          envïar mi carnero,
asín lo envïaban          en el tiempo primero.

470 Amaya con sue tierra,          Ibía otro tal,
debién dar cada casa          un cobdo de sayal;
tierra de Valdevielso,          el un e el otro val,
deben, cada casado,          de lienzo un cobdal.

471 Oubirna, río d' Úrbel,          con todo so confinio,
Castro con Villadíago          e con todo Triviño,
deben ocho casados          por judgo del concilio
envïar un carnero          en est sancto servicio.

472 Ambas a dues las villas          que han nomne Fitero,
tercera Fenojosa,          cuarta Villagodrero,
Villadíago quinta,          secund que fue primero,
un cobdo de sayal          debe cada pechero.

473 Melgar e Astudiello          puesto fue e jurado
que un pozal de vino          diese cada casado;
debe Sancta María          que dicen del Pelayo
cada casa un cobdo          de sayal en el año.

474 Valdesalz, Valdolmiellos,          Rinoso con Quintana,
con Villa Laïnvistia,          avueltas Torquemada,
de Tariego asuso,          do es la derrunada,
Monzón e Baltanás,          deben cada posada
con todas sus alfoces          arienzos en soldada.

475 Civico de la Torre          e Civico Naperos,
tres tres meajas deben          en cera los pecheros;
Valbuena, Palenzuela,          Agosín, Escuderos,
Muñón que es bien rica          de viñas e de eros,
deben sece casados          envïar dos carneros.

476 Los nomnes son revueltos,          graves de acordar,
no los podemos todos          en rimas acoplar;
más vos quiero la cosa          planamientre contar
que prender grand trabajo          e el corso dañar.

477 Maguer que nos habemos          muchas villas contadas,
otras muchas habemos          por las tierras dejadas,
ca fueron en comedio          las unas oblidadas,
las otras que non eran          esi tiempo pobladas.

478 Granadas e menudas,          por poblar e pobladas,
fueron en dar en esto          todas pronuncïadas;
las que non dan est voto          bien sean seguradas,
crean bien sines dubda          que fincan perjuradas.

479 Muchas veces udiemos          decir e retraer
que los que esti voto          quisieron retener
hobiéronse por ello          en cueta a veer,
tanto que lo hobieron          doblado a render.

480 Si estos votos fuesen          lealment envïados,
estos sanctos preciosos          serién nuestros pagados,
habriemos pan e vino,          temporales temprados,
non seriemos com somos          de tristicia menguados.

481 Amigos e señores,          entenderlo podedes
que a estos dos sanctos          en debda lis yacedes;
d'esto seet seguros,          que bien vos fallaredes
si bien lis envïáredes          esto que lis debedes.

482 Ricament lo ganaron          e bien lo merecieron,
ca grand era la cuita          a la cual acorrieron;
Dios nos dé la sue gracia,          ca en buena nacieron,
bien ficieron en vida,          mejor deque murieron.

483 En Sant Millán vos quiero          la materia tornar,
siguir nuestra historia,          nuestro corso guardar,
con unas pocas coplas          nuestra obra cerrar,
decir Tu Autem Domine,          la lección acabar.

484 El Reÿ de los Cielos          al so siervo leal,
dioli grand privilegio,          un dono specïal;
cuando face grand seca,          tuerce el temporal,
todos por ganar pluya          vienen al su portal.

485 Cuando devotamientre          van al su oradero,
e lievan el so cuerpo          do yogo de primero,
esto vid' por mis ojos          e so ende certero,
luego don a Dios pluya          e sabroso tempero.

486 Dues campaniellas pienden          sobre el so altar,
de la soga que suele          la corona colgar;
pueden como dos huevos          non mayores estar,
si homne bien non cata          no las podrié asmar.

487 Haben una vertud          grand e maravillosa,
cuando de venir habe          alguna brava cosa,
o muerte de grand homne          o tacha periglosa,
táñense por sí mismas          por suerte miraclosa.

488 Así pueda la Gloria          del Crïador veer,
como por mis orejas          las oí yo tañer;
muchos testes podría          pora esto haber,
personas coronadas          que son bien de creer.

489 Muchas otras noblezas,          de precio muy mayor,
cuntecen en la casa          del sancto confesor;
Dios por sue sancta gracia          nos dé la sue amor,
el libro es complido,          gracias al Crïador.

490 Gonzalvo fue so nomne          qui fizo est tractado,
en Sant Millán de Suso          fue de niñez crïado,
natural de Berceo,          ond Sant Millán fue nado,
Dios guarde la su alma          del poder del Pecado.

 
 
Amén, Amén, Amén.
 
 






Hic liber est scriptus, qui scripsit sit benedictus;
finito libro, redatur. Gratias Christo.



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