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Voces de gesta. Tragedia pastoril1

Ramón del Valle-Inclán



RAMON DEL VALLE-INCLAN



VOCES DE GESTA

TRAGEDIA PASTORIL



[01]

IMPRENTA ALEMANA

MADRID

CALLE FUENCARRAL, 137

MDCDXII



[03]

VOCES DE GESTA

TRAGEDIA PASTORIL



[05]

RAMON DEL VALLE-INCLAN



VOCES DE GESTA

TRAGEDIA PASTORIL

[09]




BALADA LAVDATORIA *LAUDATORIA* QUE ENVÍA AL AVTOR *AUTOR* EL ALTO POETA RVBEN *RUBÉN*



DESDE EL PAIS DEL SVEÑO *SUEÑO* TINIEBLAS BRILLOS
Donde crecen plantas, flores extrañas,
Entre los escombros de los castillos,
Junto á las laderas de las montañas;
Donde los pastores en sus cabañas  5
Rezan, cuando al fuego dormita el can,
Y donde las sombras antiguas van
Por cuevas de lobos y de raposas,
Ha traído cosas muy misteriosas
Don Ramón María del Valle-Inclán. [10]  10

COSAS misteriosas, trágicas, raras
De cuentos obscuros de los antaños,
De amores terribles, crímenes, daños,
Como entre vapores de solfataras.
Caras sanguinarias, pálidas caras,  15
Gritos ululantes, pena y afán,
Infaustos hechizos, aves que van
Bajo la amenaza del gerifalte,
Dice en versos ricos de oro y esmalte
Don Ramón María del Valle-Inclán.  20

SUS aprobaciones diera el gran Will
Y sus alabanzas el gran Miguel
Á quien ya nos cuenta cuentos de Abril,
O poemas llenos de sangre y hiel.
Para él la palma con el laurel  25
Que en manos de España listos están,
Pues mil nobles lenguas diciendo van
Que han sido ganadas en buena lid
Por el otro Manco que hay en Madrid:
Don Ramón María del Valle-Inclán. [11]  30


ENVÍO

SEÑOR, que en Galicia tuviste cuna,
Mis dos manos estas flores te dan
Amadas de Apolo y de la Luna
Cuya sacra influencia siempre nos una,
Don Ramón María del Valle-Inclán.  35



[13]

DRAMATIS PERSONAE
 

 
EL REY CARLINO
GINEBRA PASTORA DE MONTE ARAAL
EL ABUELO TIBALDO
GARIN ZAGAL
OLIVEROS
GUNDIAN
OTROS PASTORES DE LA SERRANIA
UN CAPITAN
UNA LANZA LUNADA
UNA BISARMA
UNA PICA
UNA VIEJA DE UN CASAL DEL MONTE
UN VIEJO DE OTRO CASAL
ALADINA, PASTORA
UN PASTOR VERSOLARI
UN VIEJO CAVADOR
CORO DE MUJERES PLAÑIDERAS
 

EN TIERRAS DE CASTILLA - HACE MUCHOS AÑOS.

 

[15]




LA OFRENDA


BAJO EL ROBLE FORAL A VOSOTROS MI CANTO CONSACRO *CONSAGRO*
Corazones florecidos como las rosas de un milagro!...
¡Á los pastores que escuchan, temblando, las gestas de sus versolaris!
¡Á las dulces abuelas de manos ungidas y arrugadas
Que hilan al sol, en el campo de los pelotaris!
¡Á los patriarcas que acuerdan las guerras pasadas
Y en la lengua materna aún evocan la gloria de añejas jornadas,
Mirando á los nietos tejer el espata-danzaris
Con antigua *antiguas* y mohosas espadas!
¡Y á vosotras doncellas que espadáis el lino!
¡Y á vosotros augustos sembradores del agro
Qué aún rasgáis la tierra empuñando el arado latino!
¡Y á vosotros que en rojos lagares estrujáis el vino!
¡Á todos mi canto consagro!



[16]

A MARIA GUERRERO

[17]






JORNADA PRIMERA



(UN gran hayedo centenario
   En una quebrada del Monte Araal,
   Cimero y roquero un Santuario
   Y un sendero por entre breñal. [18]

Bajo el gran hayedo sombrío,
   Una pastora con dengue de grana,
   En una gracia de rocío
   Está hilando su copo de lana.

El sol, como un viejo tesoro
   Enciende el vellón de las ovejas,
   Y un abuelo de blancas guedejas
   Labra el cuerno sonoro de un toro.

El pecho y los hombros abarca
   Al abuelo, la barba de armiño,
   Y parece un pastor patriarca
   Que en Belén hubiera adorado al Niño.

Como devota flor de piedra,
   Sobre el alba dorada del día
   Surge en la clara lejanía
   Aquel Santuario vestido de yedra.)

[19]

GINEBRA
¡Siempre á mirar y á querer cegar
En aquel sol de los días distantes!
Abuelo Tibaldo, antes y con antes,
No se hiló la lana sin la cardar,
Ni se cogía trigo sin lo sembrar,
Ni nunca hubo pan sin moler la harina,
Ni tasajo magro sin ahumar cecina,
Y como ogaño,
Bien que mal,
La res al nacer era lechal,
Y cordera al año, [20]
Y cuando era oveja
Ya iba para vieja.
TIBALDO
¡Trabajos pasados,
Son hijos criados,
Y contento recordados!
Si vuelves los ojos á tu alrededor,
Hallarás que todo lo formó el Señor
En un día lejano. Sin luenga memoria
No hay reino, ni Historia,
Ni claro linaje.
A mi parescer
Sólo á la mujer
El tiempo hace ultraje.
GINEBRA
Abuelo Tibaldo, para dar consejo
Mejor que home mozo quisiera home viejo,
Mas para marido,
Mejor que home viejo un mozo garrido.
TIBALDO
El más acabado, igual que el más fuerte, [21]
Están á un paso de la muerte.
A un ermitaño de esta soledad,
Oile decir una vez,
Que no es la vejez
Ni la mocedad,
Quien nos abre la eternidad,
Sino el Supremo Juez.
GINEBRA
¡Abuelo Tibaldo, sabe que le digo!
¡El sol que se pone no madura el trigo!...
¡Cierto que soy moza, más en el Enero
No rompí zapatos del trillo al granero!...
¡Ni en campo de rico segaron mis manos,
Ni hicieron vendimia los Inviernos canos!...
¡Ni los pies descalzos pisaran el mosto
Si la uva granada no fuera al Agosto!...
TIBALDO
¿Pero el vino, moza, lo querrás añejo?
Y á las barbas blancas pedirás consejo
Si tienes oveja con alferecía
O pierdes la senda en la serranía. [22]
Si buscas la yerba para la cuajada,
O lugar seguro para la tenada,
O manera cierta de pasar los puertos,
Si están, como agora, de nieve cubiertos.
¡Y no hay sol de Agosto que pueda igualar
Al fuego que un viejo enciende en su hogar!
Un tiempo fuí mozo, como tu eres moza,
Pero siempre amé la lumbre en mi choza,
Y asar las castañas y migar pan tierno,
Y el vino caliente y el cuento de Invierno
Y pasar la vela en ocupación
Herrando un cayado, tejiendo un zurrón,
O á labrar el cuerno sonoro de guerra
Que alce las partidas en toda esta tierra.
GINEBRA
¡Ya pasó aquel tiempo de los partidarios!
TIBALDO
Aún en las barrancas blanquean los osarios,
Y en los viejos cantos resuena un redoble
Marcial. Y retoña el tronco del roble
Antiguo, que ofrece sombra patriarcal
A los regidores de la ley foral. [23]
GINEBRA
¡De los Reyes viejos se acabó la raza!
TIBALDO
¡La sangre de Reyes no muere, rapaza!
No hay nadie que fije término á un reinado,
El buen Rey, gobierna aun siendo enterrado;
Y en vano la muerte pasa su cuchilla,
Pudriendo en la huesa se manda en Castilla.
Bajo nuestro roble, estando en conciertos,
Se oyeron las voces de los Reyes muertos.
GINEBRA
¡Del Rey Carlo Magno de barba florida,
Del otro Rey Carlos de barba bellida
Se acabó la raza!
TIBALDO
¿Pues el Rey Carlino?
GINEBRA
Tanto le persigue su negro destino
Que vive en el monte como otro cabrero.
TIBALDO
Pues es nuestro Rey con arreglo á fuero [24]
GINEBRA
Yo le vi en la altura de aquella montaña.
TIBALDO
Yo le tengo dado lecho en mi cabaña.
GINEBRA
Como estaba lejos le reparé mal.
TIBALDO
Yo pude besarle la mano real.
GINEBRA
Llevaba de galgos una gran jauría.
TIBALDO
Con un gran ejército le verás un día. [25]
GINEBRA
Gritando á los canes descendió al barranco.
TIBALDO
Le has de ver un día en caballo blanco.
GINEBRA
Era todo negro sobre el sol poniente.
TIBALDO
Le has de ver armado y resplandeciente.
GINEBRA
¿Cuándo?
TIBALDO
Cuando esta bocina, labrada
Por mi mano, se halle pronta á ser sonada.
GINEBRA
Se gastan los ojos en labor tan fina.
TIBALDO
Para el Rey Carlino labro mi bocina.
GINEBRA
Por tejer las hondas para sus cabreros,
Hilo yo la lana que dan mis corderos.

[26]


(SE oye confusa y agreste zalagarda de pastores
   Que hace arcada y se agiganta por barrancos y quebrales.
   Los mastines del ganado se sacuden avizores
   Fosco el pelo á la redonda del hierro de los dogales;
   Se aprietan junto á las madres los corderos baladores;
   Van pasando en un gran vuelo las palomas augurales;
   Y un pastor como David, da sus gritos triunfadores
   Bello, volteando la honda erguido en los peñascales.)

OLIVEROS
¡Es el lobo! ¡Es el lobo acosado
Por los mastines del ganado!
¡Le salté los ojos con dos tiros de piedra, certeros!
¡Abuelo Tibaldo, le salté los ojos!
¡Le gotea la sangre en dos hilos rojos,
En la piel del pecho tiene dos regueros,
Desatalentado va por los senderos!
¡Los pastores de Campo Voltaña, rodando una peña,
Tapial le tenían puesto en el cubil!
¡Buscó amparo al acoso en la breña!
¡Le alzaron las guardas de nuestro redil!
GINEBRA
Pasando un herbero, la luna naciente, [27]
Con otros pastores que guiaban los hatos,
Vimos á la loba con cinco lobatos,
Que estaba bebiendo al pie de una fuente.
OLIVEROS
¡Cegué al macho volteando la honda!
TIBALDO
¡Cómo se revuelve de canes cercado!
¡Cómo por la jara del monte se enfonda!
¡Paga sus entuertos!
GINEBRA
¡Sea arrenegado!
TIBALDO
¡Con cuánto coraje
Forada la jara y rompe el ramaje!
OLIVEROS
¡Y el tropel de canes que le mueve guerra
Casi abre una trocha
Con lo que desmocha!
GINEBRA
¡Y hace como un río tanto lomo blanco!
Y si corre franco [28]
El lobo, aparenta que bate la tierra
Con el fuelle agitado del flanco.
¡Como una centella baja á los batanes!
¡Echóse al torrente!
OLIVEROS
¡Maldito el arredro que le entró á mis canes!
¡Ni uno es atrevido para la corriente!
GINEBRA
¡Con qué dientes blancos ladran y jadean!
¡Con qué furia siguen por la orilla abajo!
OLIVEROS
¡Abrasados sean!
TIBALDO
¡Fué mañero el lobo, y es muy alto el tajo!
GINEBRA
¡Un dogal le forman las espumas frías,
A la testa negra de cuencas vacías!
OLIVEROS
¡Mal haya mi honda
Que sobre los lobos reinó en la montaña!
¡Mal haya mi hazaña [29]
Que el cristal de los ojos le enfonda!
¡Mal hayan los perros
Que no entran por él!
¡Así les arranquen la lengua con fierros!
¡Así les restañen la sangre con hiel!
TIBALDO
Un raposo no sabe más tretas que un lobo con canas.
GINEBRA
A tener las cuencas de los ojos vanas
Promesa os hacía,
Por Santa María,
Que con su artería
No me tomaría
Del hato un lechazo.
OLIVEROS
¡Mas queda la hembra en la serranía!
TIBALDO
Deberíase hacer un humazo
A la boca misma de la madriguera,
Y en paraje oculto quedar á la espera.
Acaso asomare la loba que vió la rapaza. [30]
OLIVEROS
¡Seguro era entonces podelle dar caza!
TIBALDO
Yo lo hice una vez y así sucedió:
Cinco vueltas asomó,
Otras tantas que se entró,
Y cinco lobeznos que sobre la yerba dejó.

(LLEGAN otros mancebos montañeses
   Rudos, fuertes, de rostros encendidos
   Melados por el sol como las mieses,
   Con cayados al fuego retorcidos,
   Con capuces del pelo de sus reses,
   Y zajones de cuero mal curtidos.)

UN CABRERO
¡Abuelo Tibaldo, de las blancas barbas de veneración,
La bocina que labras del cuerno del toro, no dará su son!
TIBALDO
Pastor que en el labio aún no tienes bozo
¿Por qué vas alzando tan triste pregón?
¡Enroscada llevas en el pecho, mozo, [31]
Sierpe de miedo ó de traición!
UN CABRERO
¡Abuelo de ojos color de esperanza,
Que en las barbas blancas tienes azucenas,
Que en el pecho tienes miel de las colmenas
No pienses, abuelo, que hice tan torpe mudanza!
TIBALDO
Para alzar los ecos de la tradición,
Del asta del toro labro esta bocina,
Que mi padre ya labraba á la sombra de una encina.
OTRO CABRERO
¡Abuelo, si hoy diere su son, [32]
Acaso lo oyere en una prisión
Aquel de la luenga guedeja,
Aquel de la boca bermeja,
De los ojos graves, de las risas francas
Y ramos azules en las manos blancas!
¡Aquel que era un gamo saltando
Y una tortolica si miraba blando,
Y si enfurecido, un joven león!
OTRO CABRERO
¡Por veredas escondidas mendigando,
Rey Carlino va buscando
Salvación!
GINEBRA
Si por vericuetos de la serranía
Huye Rey Carlino;
Si en cueva de lobo se oculta de día
Y á los senderos del monte le fía,
Bajo la luna, su destino;
Si no tiene para guía
Una mano en tal revés;
Rey Carlino, sin fortuna,
Halla más amparo en la clara luna [33]
Que en un pecho montañés.
OLIVEROS
¡Un rey de otra tierra
A Rey Carlino mueve guerra!
UN CABRERO
¡Incendió la troje, tomó los rebaños, degolló los perros!
OTRO CABRERO
¡A los pastores que hace cautivos, marca con hierros!
OTRO CABRERO
¡Todo el campo ordena talar!
OTRO CABRERO
¡Y en la mesa del yantar
Hace que pongan avena al overo!
OTRO CABRERO
¡Y por befa cuelga en hombros de un menino,
Que lleva sayo cascabelero,
La piel de oso que vestía Rey Carlino.
TIBALDO
¡Mozos montañeses, [34]
Si un Rey de otra tierra
A Rey Carlino mueve guerra,
E incendia las mieses
Y cobra las reses,
Mozos montañeses, de malas venturas voceros,
Sofrenad la lengua
Que de vuestra mengua
Sois los pregoneros!
GINEBRA
¡Si cansado de tantas jornadas
Pasó peregrino
Por vuestras majadas,
Si para calmalle sedes del camino
Hicisteis la ordeña
De oveja lechera,
Si habéis visto su sombra que sueña,
Vestida de oro ante vuestra hoguera,
Montañeses de Monte Araal,
Cómo no seguísteis la sombra real?
¡Al saltar en la noche la quiebra de algún peñascal,
No os llamó la onda de su cabellera
Flotando á su espalda como una bandera, [35]
Y el negro tropel
De los galgos, que en un vuelo iba tras él?
UN CABRERO
No vimos su sombra en trasluz de ocaso
Ni en claro de luna, la noche mediada;
Ni oímos su paso
Rondar la majada.
OTRO CABRERO
Ni en yerbas de herbero,
Ni en sendero,
Topamos huella
De Rey Carlino.
OTRO CABRERO
Ni vieron los ojos en ningún camino,
Temblar el claror de la estrella
De su destino.
TIBALDO
Mi bocina bajo el roble de los fueros,
Montañeses de Monte Araal,
Hará junta de pastores y cabreros.
GINEBRA
¡Abuelo Tibaldo, á lo lejos iba la sombra real! [36]
TIBALDO
En los ojos tienes á temblar, zagala, visionaria lumbre.
GINEBRA
Abuelo Tibaldo, por algún camino llega el Rey sin trono.
Sus galgos ha poco que estaban rastreando la cumbre.
TIBALDO
¡Bajo el roble de los fueros va á llorar en su abandono!

(CON el viejo Tibaldo se parten los cabreros.
   Quedan bajo el hayal Ginebra y Oliveros.
   La pastora hila el copo, rodeada de corderos,
   El copo para hacer hondas á los honderos.)

GINEBRA
¿Qué esperas?
OLIVEROS
Espero por hablar contigo.
GINEBRA
No hemos de casar ni tigo ni migo.
OLIVEROS
Regalo te traigo. [37]
GINEBRA
Tórnate con él.
OLIVEROS
De cintas bermejas picado cairel,
Que en Voltaña, feria de Santa María,
Para tus cabellos mercado lo había.
GINEBRA
¡Hoy supe que amor se obliga en ferial!
OLIVEROS
¿Por qué mal me quieres?
GINEBRA
No te quiero mal.
OLIVEROS
Pagas con desvíos voluntades tiernas,
Y los mis gobiernos todos desgobiernas.
GINEBRA
¡No es bien que concierten amor los zagales
Cuando peregrinan sandalias reales!
OLIVEROS
Amor que hace aguardo, no es amor, Ginebra.
Yo le pongo cárcel, y él los fierros quiebra, [38]
Es señor que busca su libertinaje
Y solo á quien ama rinde vasallaje.
Azor que no puede soportar capuz,
Ni reviene al puño y ciega en la luz.
GINEBRA
¡Cuando mendigando va el hijo de Reyes,
Y cuando sus manos, que escriben las leyes,
Llaman á las puertas por alzar soldados
Y á las madres piden sus hijos criados,
Cuando á guerrear el monte se apresta,
De bodas y tornas mal haya la fiesta.
¡Pastor que me hablas, afila la hoz, [39]
Y de Rey Carlino espera la voz!
¡Mal haya la fiesta de bodas torneras,
Cuando Rey Carlino mueve sus banderas!
OLIVEROS
No cruzó mi aldea la sombra real.
GINEBRA
Vuelve atrás, que acaso descansa en tu umbral,
La frente en las manos, que dicen martirios,
Manos que se juntan como haces de lirios,
Azulados ramos en claro de luna,
Manos que una Reina besaba en la cuna.
OLIVEROS
¡Manos que esta boca besará!
GINEBRA
Mancebo,
Primero á la hoz saca filo nuevo.
OLIVEROS
Tal filo le saque que ciegues de vella,
Y más que otro haga he de hacer con ella.
Segará gargantas como segó el trigo. [40]
GINEBRA
Si cumplieres bueno, casara contigo.
OLIVEROS
Cumpliré tan bueno que, en vez de casar,
Lazadas de luto por mí has de llevar.
¡Ya el perro lo anuncia!
GINEBRA
Será que recela,
Y de alguien que pasa da la centinela.

(UN hombre asoma á lo lejos por la cresta de la foz,
   Y en el eco del torrente rueda el eco de su voz.
   Se perfila sobre el cielo y le cercan en tropel
   Corredores y saltantes, galgos que vienen con él.)

EL REY
¡Dame, Señor, la cueva de un lobo donde acabar,
O en la orilla de un camino un muladar!...
¡Dame, Señor, de un lobo hambriento la madriguera,
Y enciende en mi alma, acongojada, un cirio de cera!...
¡Y no arrastres por tantos caminos mi crin de león,
O dale un escudo de bronce á mi corazón!...
¡Cubre, Señor, de gusanos mi manto! [41]
¡Cubre, Señor, mis noches de espanto!
¡Cubre, Señor, mis ojos de llanto!...
¡Dame todo el humano dolor!
El oprobio, la lepra, el hedor!
¡Pero salva mi alma, Señor!
¡Y convierte en flor
El cardo heridor!
¡Señor, á esta ciega que duda,
Guarda tu ayuda,
Y hazla ser, cuando agoniza
En su lecho de ceniza,
Como una espada desnuda!

(BAJO el ramaje de las hayas viejas
   La voz del Rey, guerrera y ululante,
   Parece un eco de lejanas quejas,
   El alma toda de una tribu errante.)

OLIVEROS
¡Rey Carlino llega aina!
GINEBRA
¡Con qué querella plañe su mal! [42]
OLIVEROS
¡Sólo un Rey puede llorar asina!
GINEBRA
¡Parece que llora todo el hayal!
EL REY
¡Zagala, han hilado la cuerda tus manos?
¿Escondes el hierro á la espalda, zagal?
GINEBRA
Por lavarte los pies soberanos,
Rey Carlino, hilé un cendal.
OLIVEROS
Rey Carlino, Señor el Rey,
Guardamos ganados de aquellas bordas que te siguen ley.
GINEBRA
Rey de estos casales, deja á tus villanos,
Pues tenemos boca, besarte las manos.
Manos que se juntan llorando martirios,
Y tiemblan, unidas, como haces de lirios.
¡Azulados ramos en claro de luna,
Manos que una Reina besaba en la cuna! [43]
EL REY
Mis manos te diera, mas no en señoría,
Que van mendigando por la serranía.
GINEBRA
¡Tu peregrinaje más mi amor agranda!
EL REY
El dártelas fuera para hacer demanda...
Con la sed y el hambre de un largo camino,
A este hayal del monte llegué...
GINEBRA
Rey Carlino,
Merienda que tengo de queso y de entena,
Por ser tan humilde para tí no es buena.
EL REY
Zagala de ovejas, divino es tu don,
Si con la merienda das el corazón.
GINEBRA
Porque te refresques he de hacer ordeña,
Porque te reposes fogata de leña.
OLIVEROS
Señor, te reposa debajo del haya, [44]
Que sobre el camino yo haré la atalaya.
EL REY
Si quieres servirme ven por mi sendero,
Y apresta la honda para ser mi hondero,
Y entre los jarales rasga tu vestido,
Que nunca hace holgada el león perseguido.
OLIVEROS
Adonde tu fueres iré en tu compaña.
EL REY
Por alzar soldados corro la montaña.
OLIVEROS
Polvo del camino llevas en los pies,
Llevas en los hombros manto montañés
Pero entre sus pliegues llevas un lucero
Que temblor de gloria deja en el sendero.

(SE oye un atambor. ¡Mi Dios que sería!
    Se mueven pendones en la lejanía.
   El rostro del Rey cambiado se había.)

GINEBRA
¡Muchos hombres vienen, las picas en haz! [45]
OLIVEROS
¡Torvos gavilanes!
EL REY
Si sabes, rapaz,
Senda de cabreros, sácame por ella.
OLIVEROS
Por donde te guiare, no dan con tu huella.
GINEBRA
¡Un serafín blanco te salga al camino!
Rey peregrinante, el buen Rey Carlino,
Para la jornada lleva mi zurrón.
¡Con la mi merienda va mi corazón!
EL REY
¿Por qué me lo ofreces, honesta doncella?
Velarios de luto velaron mi estrella,
Y esos atambores dicen mi pregón,
Que me hacen acoso igual que á un león.
OLIVEROS
¡Las lanzas lunadas! ¡Las negras bisarmas!
¡Ya se oyen las voces de los hombres de armas! [46]
EL REY
¡Señor, que cegaste mis ojos de llanto,
Que hiciste de mi alma hostal de leones;
Señor, que mis sueños cubriste de espanto,
Cúbreme de lepra y no me abandones!
¡Señor, compadece tanta desventura,
Por tales caminos no arrastres mi crin,
Enciende los cirios en mi noche oscura
Y dame una cueva donde tenga fin!

(SE parte el Rey. Delante va Oliveros
   Mostrando el paso de escondida senda,
   Y la ingenua pastora de leyenda
   Reza de hinojos entre sus corderos.)

GINEBRA
¡La Madre Bendita lo saque con bien,
Y el Glorioso Infante que nació en Belén!
¡Y el Señor San Jorge, que fué paladino
De estoque y espuela!
¡Y el Señor Santiago, que fué peregrino
Y está en Compostela!
¡Y el Señor San Pau, que antes de ser Santo [47]
Fué perseguidor!
¡Y aquel eremita que bajo su manto
Salvó á un pecador!
¡Y Santa Ginebra, que confundió infieles!
¡Y los que yantaron con Nuestro Señor
El pan de la misa á manteles!


(ENTRAN por el hayedo hombres de ojos feroces,
   De manos dominantes y finas como garras,
   De levantado gesto y levantadas voces,
   Y de corvo perfil como sus cimitarras.

El yelmo bien entrado á la frente morena,
   Sonrisa de mastines con un fulgor de espuma,
   Y temblante en los hombros la rizada melena
   Al viento montañero como una negra bruma.

Cornamentas de bronce decoran sobre el casco
   Y en la oreja negruzca, un arete maltés;
   Y á par de la bocina va el puñal de Damasco
   En el cinto ataujado, metido de través.)

UNA LANZA LUNADA
¡Eh, tú, la zagala!
GINEBRA
¿Quién va? [48]
UNA LANZA LUNADA
¿El hombre que estuvo reposando acá,
Por cuál senda tomó?
GINEBRA
¡No lo vi!
UNA BISARMA
¡Eh, tú, la zagala!
GINEBRA
¿Decí?
UNA BISARMA
¿No pasó por acá un caminante?
GINEBRA
¡Muchos han pasado! ¿Cuál buscáis, amante?
¿Es un mozo que iba con los requesones?
¿Es uno lisiado de los zaratones
Que á Calatraveño hace romería?
¿Es tal preguntar por la Señoría
Que pasó de caza al clarear el día?...
Pasó á la jineta. ¡Baladro que hacía
Sonando el su cuerno de la montería! [49]
UNA BISARMA
El que yo te digo,
Y que en esta senda platicó contigo,
No iba caballero,
Recuérdalo bien.
GINEBRA
Bien que lo recuerdo. ¡Un santo palmero
De Jerusalén!
UNA BISARMA
¡Rapaza de ovejas, no ví más taimada! [50]
¡Si con él hablaste
Y por el sendero tú lo encaminaste!
GINEBRA
¿De cierto, galán? ¿Y fué esta vegada?
¿Será aquel pastor,
Viejo si los hay,
Que lleva en las mangas de su capusay
El diezmo de quesos al Padre Prior?
¿Decime, el doncel,
Cuál porte era el suyo?
Por ver si concluyo
De hacer mientes de él.
EL CAPITÁN
¡Para mofas hay harto! ¡Pastora,
Mi lanza lunada
Ha de entrar por tu vista traidora
Si persistes negando!
UNA PICA
¡Cuitada!
¡Cuitada de tí!
GINEBRA
¡Si por quien preguntas, yo nunca lo ví! [51]
¿Qué respuesta quiere tu lanza de mí?
EL CAPITÁN
Llevadla al real. Cuando sea tornado
En mi escudo habemos de jugarla al dado.
GINEBRA
¡Acá en la mi tierra la pica y la lanza
A pecho de hembra no hacen malandanza,
Señor Capitán! Acá en la mi tierra
La lanza y la pica son para la guerra.
¡Lobos que yo vide sobre los alcores,
Salidme al camino por me devorar!
¡Mejor os quería que á tales traidores,
Que al dado villano me van á jugar!
¡Lobos que yo vide rondar mi rebaño,
No me dejéis viva para tanto daño!
¡Saciad vuestras sedes sobre mi garganta,
No me dejéis viva para afrenta tanta!
¡Comedme los ojos, la boca, las manos,
Y no me dejéis entre estos villanos!
¡Lobos, dientes blancos, salid de los tobos!
¡Lobos, bocas negras, lobos, lobos, lobos! [52]

(AL extinguirse el eco de su pena,
   Bajo la sombra antigua del hayal
   Se oyó el vuelo feliz de una colmena,
   Y la flauta de cañas de un zagal.)

[53]


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