JORNADA PRIMERA
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| (UN gran hayedo
centenario | | | | En una quebrada del Monte Araal, | | | | Cimero y roquero un Santuario | | | | Y un
sendero por entre breñal. [18] | | |
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| Bajo el gran hayedo sombrío, | | | | Una pastora con
dengue de grana, | | | | En una gracia de rocío | | | | Está hilando su copo de lana. | | |
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| El sol,
como un viejo tesoro | | | | Enciende el vellón de las ovejas, | | | | Y un abuelo de blancas
guedejas | | | | Labra el cuerno sonoro de un toro. | | |
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| El pecho y los hombros abarca | | | | Al
abuelo, la barba de armiño, | | | | Y parece un pastor patriarca | | | | Que en Belén hubiera
adorado al Niño. | | |
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| Como devota flor de piedra, | | | | Sobre el alba dorada del día | | | | Surge
en la clara lejanía | | | | Aquel Santuario vestido de yedra.) | | |
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[19] |
GINEBRA | ¡Siempre á
mirar y á querer cegar | | En aquel sol de los días distantes! | | Abuelo Tibaldo,
antes y con antes, | | No se hiló la lana sin la cardar, | | Ni se cogía trigo sin lo
sembrar, | | Ni nunca hubo pan sin moler la harina, | | Ni tasajo magro sin ahumar
cecina, | | Y como ogaño, | | Bien que mal, | | La res al nacer era lechal, | | Y cordera al
año, [20] | | Y cuando era oveja | | Ya iba para vieja. | |
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TIBALDO | ¡Trabajos pasados, | | Son
hijos criados, | | Y contento recordados! | | Si vuelves los ojos á tu alrededor, | |
Hallarás que todo lo formó el Señor | | En un día lejano. Sin luenga memoria | | No hay
reino, ni Historia, | | Ni claro linaje. | | A mi parescer | | Sólo á la mujer | | El tiempo
hace ultraje. | |
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GINEBRA | Abuelo Tibaldo, para dar consejo | | Mejor que home mozo
quisiera home viejo, | | Mas para marido, | | Mejor que home viejo un mozo garrido. | |
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TIBALDO | El más acabado, igual que el más fuerte, [21] | | Están á un paso de la
muerte. | | A un ermitaño de esta soledad, | | Oile decir una vez, | | Que no es la vejez
| | Ni la mocedad, | | Quien nos abre la eternidad, | | Sino el Supremo Juez. | |
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GINEBRA |
¡Abuelo Tibaldo, sabe que le digo! | | ¡El sol que se pone no madura el trigo!...
| | ¡Cierto que soy moza, más en el Enero | | No rompí zapatos del trillo al
granero!... | | ¡Ni en campo de rico segaron mis manos, | | Ni hicieron vendimia los
Inviernos canos!... | | ¡Ni los pies descalzos pisaran el mosto | | Si la uva granada
no fuera al Agosto!... | |
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TIBALDO | ¿Pero el vino, moza, lo querrás añejo? | | Y á las
barbas blancas pedirás consejo | | Si tienes oveja con alferecía | | O pierdes la senda
en la serranía. [22] | | Si buscas la yerba para la cuajada, | | O lugar seguro para la
tenada, | | O manera cierta de pasar los puertos, | | Si están, como agora, de nieve
cubiertos. | | ¡Y no hay sol de Agosto que pueda igualar | | Al fuego que un viejo
enciende en su hogar! | | Un tiempo fuí mozo, como tu eres moza, | | Pero siempre amé
la lumbre en mi choza, | | Y asar las castañas y migar pan tierno, | | Y el vino
caliente y el cuento de Invierno | | Y pasar la vela en ocupación | | Herrando un
cayado, tejiendo un zurrón, | | O á labrar el cuerno sonoro de guerra | | Que alce las
partidas en toda esta tierra. | |
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GINEBRA | ¡Ya pasó aquel tiempo de los partidarios!
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TIBALDO | Aún en las barrancas blanquean los osarios, | | Y en los viejos cantos
resuena un redoble | | Marcial. Y retoña el tronco del roble | | Antiguo, que ofrece
sombra patriarcal | | A los regidores de la ley foral. [23] | |
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GINEBRA | ¡De los Reyes
viejos se acabó la raza! | |
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TIBALDO | ¡La sangre de Reyes no muere, rapaza! | | No hay
nadie que fije término á un reinado, | | El buen Rey, gobierna aun siendo
enterrado; | | Y en vano la muerte pasa su cuchilla, | | Pudriendo en la huesa se manda
en Castilla. | | Bajo nuestro roble, estando en conciertos, | | Se oyeron las voces de
los Reyes muertos. | |
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GINEBRA | ¡Del Rey Carlo Magno de barba florida, | | Del otro Rey
Carlos de barba bellida | | Se acabó la raza! |
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GINEBRA |
Tanto le persigue su negro destino | | Que vive en el monte como otro cabrero.
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TIBALDO | Pues es nuestro Rey con arreglo á fuero [24] | |
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GINEBRA | Yo le vi en la
altura de aquella montaña. | |
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TIBALDO | Yo le tengo dado lecho en mi cabaña. | |
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GINEBRA |
Como estaba lejos le reparé mal. | |
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TIBALDO | Yo pude besarle la mano real. | |
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GINEBRA |
Llevaba de galgos una gran jauría. | |
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TIBALDO | Con un gran ejército le verás un
día. [25] | |
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GINEBRA | Gritando á los canes descendió al
barranco. | |
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TIBALDO | Le has de ver un día en caballo blanco. | |
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GINEBRA | Era todo
negro sobre el sol poniente. | |
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TIBALDO | Le has de ver armado y resplandeciente.
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TIBALDO | Cuando esta bocina, labrada | | Por mi mano, se halle
pronta á ser sonada. | |
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GINEBRA | Se gastan los ojos en labor tan fina. | |
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TIBALDO | Para
el Rey Carlino labro mi bocina. | |
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GINEBRA | Por tejer las hondas para sus cabreros,
| | Hilo yo la lana que dan mis corderos. | |
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[26] |
| (SE oye confusa y agreste zalagarda
de pastores | | | | Que hace arcada y se agiganta por barrancos y quebrales. | | | | Los
mastines del ganado se sacuden avizores | | | | Fosco el pelo á la redonda del hierro
de los dogales; | | | | Se aprietan junto á las madres los corderos baladores; | | | | Van
pasando en un gran vuelo las palomas augurales; | | | | Y un pastor como David, da sus
gritos triunfadores | | | | Bello, volteando la honda erguido en los peñascales.) | | |
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OLIVEROS | ¡Es el lobo! ¡Es el lobo acosado | | Por los mastines del ganado! | | ¡Le
salté los ojos con dos tiros de piedra, certeros! | | ¡Abuelo Tibaldo, le salté los
ojos! | | ¡Le gotea la sangre en dos hilos rojos, | | En la piel del pecho tiene dos
regueros, | | Desatalentado va por los senderos! | | ¡Los pastores de
Campo Voltaña, rodando una peña, | | Tapial le tenían puesto en el cubil! | | ¡Buscó
amparo al acoso en la breña! | | ¡Le alzaron las guardas de nuestro redil! | |
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GINEBRA |
Pasando un herbero, la luna naciente, [27] | | Con otros pastores que guiaban los
hatos, | | Vimos á la loba con cinco lobatos, | | Que estaba bebiendo al pie de
una fuente. | |
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OLIVEROS | ¡Cegué al macho volteando la honda! | |
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TIBALDO | ¡Cómo se
revuelve de canes cercado! | | ¡Cómo por la jara del monte se enfonda! | | ¡Paga sus
entuertos! |
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TIBALDO | ¡Con cuánto coraje | | Forada la
jara y rompe el ramaje! | |
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OLIVEROS | ¡Y el tropel de canes que le mueve guerra | | Casi
abre una trocha | | Con lo que desmocha! | |
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GINEBRA | ¡Y hace como un río tanto lomo
blanco! | | Y si corre franco [28] | | El lobo, aparenta que bate la tierra | | Con el
fuelle agitado del flanco. | | ¡Como una centella baja á los batanes! | | ¡Echóse al
torrente! | |
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OLIVEROS | ¡Maldito el arredro que le entró á mis canes! | | ¡Ni uno es
atrevido para la corriente! | |
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GINEBRA | ¡Con qué dientes blancos ladran y jadean! | |
¡Con qué furia siguen por la orilla abajo! | |
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TIBALDO |
¡Fué mañero el lobo, y es muy alto el tajo! | |
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GINEBRA | ¡Un dogal le forman las
espumas frías, | | A la testa negra de cuencas vacías! | |
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OLIVEROS | ¡Mal haya mi honda | |
Que sobre los lobos reinó en la montaña! | | ¡Mal haya mi hazaña [29] | | Que el
cristal de los ojos le enfonda! | | ¡Mal hayan los perros | | Que no entran por él!
| | ¡Así les arranquen la lengua con fierros! | | ¡Así les restañen la sangre con hiel! | |
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TIBALDO | Un raposo no sabe más tretas que un lobo con canas. | |
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GINEBRA | A tener las
cuencas de los ojos vanas | | Promesa os hacía, | | Por Santa María, | | Que con su artería
| | No me tomaría | | Del hato un lechazo. | |
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OLIVEROS | ¡Mas queda la hembra en la
serranía! | |
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TIBALDO | Deberíase hacer un humazo | | A la boca misma de la madriguera, | | Y
en paraje oculto quedar á la espera. | | Acaso asomare la loba que vió la rapaza.
[30] | |
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OLIVEROS | ¡Seguro era entonces podelle dar caza! | |
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TIBALDO | Yo lo hice una vez
y así sucedió: | | Cinco vueltas asomó, | | Otras tantas que se entró, | | Y cinco lobeznos
que sobre la yerba dejó. | |
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| (LLEGAN otros mancebos montañeses | | | | Rudos, fuertes, de
rostros encendidos | | | | Melados por el sol como las mieses, | | | | Con cayados al fuego
retorcidos, | | | | Con capuces del pelo de sus reses, | | | | Y zajones de cuero mal
curtidos.) | | |
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UN CABRERO | ¡Abuelo Tibaldo, de las blancas barbas de veneración, | | La
bocina que labras del cuerno del toro, no dará su son! | |
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TIBALDO | Pastor que en el
labio aún no tienes bozo | | ¿Por qué vas alzando tan triste pregón? | | ¡Enroscada
llevas en el pecho, mozo, [31] | | Sierpe de miedo ó de traición! | |
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UN CABRERO |
¡Abuelo de ojos color de esperanza, | | Que en las barbas blancas tienes azucenas,
| | Que en el pecho tienes miel de las colmenas | | No pienses, abuelo, que hice tan
torpe mudanza! | |
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TIBALDO | Para alzar los ecos de la tradición, | | Del asta del toro
labro esta bocina, | | Que mi padre ya labraba á la sombra de una encina. | |
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OTRO
CABRERO | ¡Abuelo, si hoy diere su son, [32] | | Acaso lo oyere en una prisión | | Aquel de la luenga guedeja, | | Aquel de la boca bermeja, | | De los ojos graves, de
las risas francas | | Y ramos azules en las manos blancas! | | ¡Aquel que era un gamo
saltando | | Y una tortolica si miraba blando, | | Y si enfurecido, un joven león! | |
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OTRO
CABRERO | ¡Por veredas escondidas mendigando, | | Rey Carlino va buscando | |
Salvación! | |
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GINEBRA | Si por vericuetos de la serranía | | Huye Rey Carlino; | | Si en
cueva de lobo se oculta de día | | Y á los senderos del monte le fía, | | Bajo la luna,
su destino; | | Si no tiene para guía | | Una mano en tal revés; | | Rey Carlino, sin
fortuna, | | Halla más amparo en la clara luna [33] | | Que en un pecho montañés.
| |
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OLIVEROS | ¡Un rey de otra tierra | | A Rey Carlino mueve guerra! | |
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UN CABRERO |
¡Incendió la troje, tomó los rebaños, degolló los perros! | |
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OTRO CABRERO | ¡A los
pastores que hace cautivos, marca con hierros! | |
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OTRO CABRERO | ¡Todo el campo
ordena talar! | |
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OTRO CABRERO | ¡Y en la mesa del yantar | | Hace que pongan avena al
overo! | |
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OTRO CABRERO | ¡Y por befa cuelga en hombros de un menino, | | Que lleva sayo
cascabelero, | | La piel de oso que vestía Rey Carlino. | |
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TIBALDO | ¡Mozos montañeses,
[34] | | Si un Rey de otra tierra | | A Rey Carlino mueve guerra, | | E incendia las mieses
| | Y cobra las reses, | | Mozos montañeses, de malas venturas voceros, | | Sofrenad la
lengua | | Que de vuestra mengua | | Sois los pregoneros! | |
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GINEBRA | ¡Si cansado de tantas
jornadas | | Pasó peregrino | | Por vuestras majadas, | | Si para calmalle sedes del camino
| | Hicisteis la ordeña | | De oveja lechera, | | Si habéis visto su sombra que sueña,
| | Vestida de oro ante vuestra hoguera, | | Montañeses de Monte Araal, | | Cómo no
seguísteis la sombra real? | | ¡Al saltar en la noche la quiebra de algún peñascal, | |
No os llamó la onda de su cabellera | | Flotando á su espalda como una bandera,
[35] | | Y el negro tropel | | De los galgos, que en un vuelo iba tras él? | |
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UN
CABRERO | No vimos su sombra en trasluz de ocaso | | Ni en claro de luna, la noche
mediada; | | Ni oímos su paso | | Rondar la majada. | |
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OTRO CABRERO | Ni en yerbas de
herbero, | | Ni en sendero, | | Topamos huella | | De Rey Carlino. | |
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OTRO CABRERO | Ni vieron
los ojos en ningún camino, | | Temblar el claror de la estrella | | De su destino.
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TIBALDO | Mi bocina bajo el roble de los fueros, | | Montañeses de Monte Araal, | | Hará
junta de pastores y cabreros. | |
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GINEBRA | ¡Abuelo Tibaldo, á lo lejos iba la sombra
real! [36] | |
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TIBALDO | En los ojos tienes á temblar, zagala, visionaria lumbre.
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GINEBRA | Abuelo Tibaldo, por algún camino llega el Rey sin trono. | | Sus galgos ha
poco que estaban rastreando la cumbre. | |
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TIBALDO | ¡Bajo el roble de los fueros va
á llorar en su abandono! | |
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| (CON el viejo Tibaldo se parten los cabreros. | | | | Quedan
bajo el hayal Ginebra y Oliveros. | | | | La pastora hila el copo, rodeada de corderos,
| | | | El copo para hacer hondas á los honderos.) | | |
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OLIVEROS |
Espero por hablar contigo. | |
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GINEBRA | No hemos de casar ni tigo ni migo. | |
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OLIVEROS | De
cintas bermejas picado cairel, | | Que en Voltaña, feria de Santa María, | | Para tus
cabellos mercado lo había. | |
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GINEBRA | ¡Hoy supe que amor se obliga en ferial!
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OLIVEROS | Pagas con
desvíos voluntades tiernas, | | Y los mis gobiernos todos desgobiernas. | |
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GINEBRA | ¡No
es bien que concierten amor los zagales | | Cuando peregrinan sandalias reales!
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OLIVEROS | Amor que hace aguardo, no es amor, Ginebra. | | Yo le pongo cárcel, y él
los fierros quiebra, [38] | | Es señor que busca su libertinaje | | Y solo á quien ama
rinde vasallaje. | | Azor que no puede soportar capuz, | | Ni reviene al puño y ciega
en la luz. | |
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GINEBRA | ¡Cuando mendigando va el hijo de Reyes, | | Y cuando sus manos,
que escriben las leyes, | | Llaman á las puertas por alzar soldados | | Y á las madres
piden sus hijos criados, | | Cuando á guerrear el monte se apresta, | | De bodas y
tornas mal haya la fiesta. | | ¡Pastor que me hablas, afila la hoz, [39] | | Y de Rey
Carlino espera la voz! | | ¡Mal haya la fiesta de bodas torneras, | | Cuando Rey
Carlino mueve sus banderas! | |
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OLIVEROS | No cruzó mi aldea la sombra real. | |
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GINEBRA |
Vuelve atrás, que acaso descansa en tu umbral, | | La frente en las manos, que
dicen martirios, | | Manos que se juntan como haces de lirios, | | Azulados ramos en
claro de luna, | | Manos que una Reina besaba en la cuna. | |
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OLIVEROS | ¡Manos que esta
boca besará! |
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GINEBRA | Mancebo, | | Primero á la hoz saca filo nuevo. | |
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OLIVEROS | Tal
filo le saque que ciegues de vella, | | Y más que otro haga he de hacer con ella.
| | Segará gargantas como segó el trigo. [40] | |
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GINEBRA | Si cumplieres bueno, casara
contigo. | |
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OLIVEROS | Cumpliré tan bueno que, en vez de casar, | | Lazadas de luto por
mí has de llevar. | | ¡Ya el perro lo anuncia! |
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GINEBRA | Será que recela, | | Y de
alguien que pasa da la centinela. | |
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|
| (UN hombre asoma á lo lejos por la cresta de
la foz, | | | | Y en el eco del torrente rueda el eco de su voz. | | | | Se perfila sobre el
cielo y le cercan en tropel | | | | Corredores y saltantes, galgos que vienen con él.) | | |
|
EL REY | ¡Dame, Señor, la cueva de un lobo donde acabar, | | O en la orilla de un
camino un muladar!... | | ¡Dame, Señor, de un lobo hambriento la madriguera, | | Y
enciende en mi alma, acongojada, un cirio de cera!... | | ¡Y no arrastres por
tantos caminos mi crin de león, | | O dale un escudo de bronce á mi corazón!...
| | ¡Cubre, Señor, de gusanos mi manto! [41] | | ¡Cubre, Señor, mis noches de espanto!
| | ¡Cubre, Señor, mis ojos de llanto!... | | ¡Dame todo el humano dolor! | | El oprobio,
la lepra, el hedor! | | ¡Pero salva mi alma, Señor! | | ¡Y convierte en flor | | El cardo
heridor! | | ¡Señor, á esta ciega que duda, | | Guarda tu ayuda, | | Y hazla ser, cuando
agoniza | | En su lecho de ceniza, | | Como una espada desnuda! | |
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|
| (BAJO el ramaje de las
hayas viejas | | | | La voz del Rey, guerrera y ululante, | | | | Parece un eco de lejanas
quejas, | | | | El alma toda de una tribu errante.) | | |
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GINEBRA |
¡Con qué querella plañe su mal! [42] | |
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|
OLIVEROS | ¡Sólo un
Rey puede llorar asina! | |
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|
GINEBRA | ¡Parece que llora todo el hayal! | |
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|
EL REY |
¡Zagala, han hilado la cuerda tus manos? | | ¿Escondes el hierro á la espalda,
zagal? | |
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|
GINEBRA | Por lavarte los pies soberanos, | | Rey Carlino, hilé un cendal.
| |
|
|
OLIVEROS | Rey Carlino, Señor el Rey, | | Guardamos ganados de aquellas bordas que te
siguen ley. | |
|
|
GINEBRA | Rey de estos casales, deja á tus villanos, | | Pues tenemos
boca, besarte las manos. | | Manos que se juntan llorando martirios, | | Y tiemblan,
unidas, como haces de lirios. | | ¡Azulados ramos en claro de luna, | | Manos que una
Reina besaba en la cuna! [43] | |
|
|
EL REY | Mis manos te diera, mas no en señoría, | | Que
van mendigando por la serranía. | |
|
|
GINEBRA | ¡Tu peregrinaje más mi amor agranda! | |
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|
EL
REY | El dártelas fuera para hacer demanda... | | Con la sed y el hambre de un largo
camino, | | A este hayal del monte llegué... |
|
|
GINEBRA | Rey Carlino, | | Merienda que
tengo de queso y de entena, | | Por ser tan humilde para tí no es buena. | |
|
|
EL REY |
Zagala de ovejas, divino es tu don, | | Si con la merienda das el corazón. | |
|
|
GINEBRA |
Porque te refresques he de hacer ordeña, | | Porque te reposes fogata de leña.
| |
|
|
OLIVEROS | Señor, te reposa debajo del haya, [44] | | Que sobre el camino yo haré la
atalaya. | |
|
|
EL REY | Si quieres servirme ven por mi sendero, | | Y apresta la honda para
ser mi hondero, | | Y entre los jarales rasga tu vestido, | | Que nunca hace holgada el
león perseguido. | |
|
|
OLIVEROS | Adonde tu fueres iré en tu compaña. | |
|
|
EL REY | Por alzar
soldados corro la montaña. | |
|
|
OLIVEROS | Polvo del camino llevas en los pies, | | Llevas
en los hombros manto montañés | | Pero entre sus pliegues llevas un lucero | | Que
temblor de gloria deja en el sendero. | |
|
|
| (SE oye un atambor. ¡Mi Dios que sería! | | | |
Se mueven pendones en la lejanía. | | | | El rostro del Rey cambiado se había.) | | |
|
GINEBRA |
¡Muchos hombres vienen, las picas en haz! [45] | |
|
|
|
EL
REY | Si sabes, rapaz, | | Senda de cabreros, sácame por ella. | |
|
|
OLIVEROS | Por donde te
guiare, no dan con tu huella. | |
|
|
GINEBRA | ¡Un serafín blanco te salga al camino! | |
Rey peregrinante, el buen Rey Carlino, | | Para la jornada lleva mi zurrón. | | ¡Con la
mi merienda va mi corazón! | |
|
|
EL REY | ¿Por qué me lo ofreces, honesta doncella? | |
Velarios de luto velaron mi estrella, | | Y esos atambores dicen mi pregón, | | Que me
hacen acoso igual que á un león. | |
|
|
OLIVEROS | ¡Las lanzas lunadas! ¡Las negras
bisarmas! | | ¡Ya se oyen las voces de los hombres de armas! [46] | |
|
|
EL REY | ¡Señor,
que cegaste mis ojos de llanto, | | Que hiciste de mi alma hostal de leones; | | Señor,
que mis sueños cubriste de espanto, | | Cúbreme de lepra y no me abandones! | | ¡Señor,
compadece tanta desventura, | | Por tales caminos no arrastres mi crin, | | Enciende
los cirios en mi noche oscura | | Y dame una cueva donde tenga fin! | |
|
|
| (SE parte el
Rey. Delante va Oliveros | | | | Mostrando el paso de escondida senda, | | | | Y la ingenua
pastora de leyenda | | | | Reza de hinojos entre sus corderos.) | | |
|
GINEBRA | ¡La Madre
Bendita lo saque con bien, | | Y el Glorioso Infante que nació en Belén! | | ¡Y el
Señor San Jorge, que fué paladino | | De estoque y espuela! | | ¡Y el Señor Santiago,
que fué peregrino | | Y está en Compostela! | | ¡Y el Señor San Pau, que antes de ser
Santo [47] | | Fué perseguidor! | | ¡Y aquel eremita que bajo su manto | | Salvó á un
pecador! | | ¡Y Santa Ginebra, que confundió infieles! | | ¡Y los que yantaron con
Nuestro Señor | | El pan de la misa á manteles! | |
|
|
| (ENTRAN por el hayedo hombres de
ojos feroces, | | | | De manos dominantes y finas como garras, | | | | De levantado gesto y
levantadas voces, | | | | Y de corvo perfil como sus cimitarras. | | |
|
| El yelmo bien entrado
á la frente morena, | | | | Sonrisa de mastines con un fulgor de espuma, | | | | Y temblante en
los hombros la rizada melena | | | | Al viento montañero como una negra bruma. | | |
|
|
Cornamentas de bronce decoran sobre el casco | | | | Y en la oreja negruzca, un arete
maltés; | | | | Y á par de la bocina va el puñal de Damasco | | | | En el cinto ataujado,
metido de través.) | | |
|
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|
UNA LANZA LUNADA | ¿El hombre que estuvo reposando acá, | | Por cuál senda tomó?
|
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|
UNA BISARMA |
¿No pasó por acá un caminante? | |
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GINEBRA | ¡Muchos han pasado! ¿Cuál buscáis,
amante? | | ¿Es un mozo que iba con los requesones? | | ¿Es uno lisiado de los
zaratones | | Que á Calatraveño hace romería? | | ¿Es tal preguntar por la Señoría | | Que
pasó de caza al clarear el día?... | | Pasó á la jineta. ¡Baladro que hacía | | Sonando
el su cuerno de la montería! [49] | |
|
|
UNA BISARMA | El que yo te digo, | | Y que en esta
senda platicó contigo, | | No iba caballero, | | Recuérdalo bien. | |
|
|
GINEBRA | Bien que lo
recuerdo. ¡Un santo palmero | | De Jerusalén! | |
|
|
UNA BISARMA | ¡Rapaza de ovejas, no ví
más taimada! [50] | | ¡Si con él hablaste | | Y por el sendero tú lo encaminaste! | |
|
|
GINEBRA |
¿De cierto, galán? ¿Y fué esta vegada? | | ¿Será aquel pastor, | | Viejo si los
hay, | | Que lleva en las mangas de su capusay | | El diezmo de quesos al Padre Prior? | |
¿Decime, el doncel, | | Cuál porte era el suyo? | | Por ver si concluyo | | De hacer
mientes de él. | |
|
|
EL CAPITÁN | ¡Para mofas hay harto! ¡Pastora, | | Mi lanza lunada | | Ha
de entrar por tu vista traidora | | Si persistes negando! |
|
|
UNA PICA | ¡Cuitada!
| | ¡Cuitada de tí! | |
|
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GINEBRA | ¡Si por quien preguntas, yo nunca lo ví! [51] | | ¿Qué
respuesta quiere tu lanza de mí? | |
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EL CAPITÁN | Llevadla al real. Cuando sea
tornado | | En mi escudo habemos de jugarla al dado. | |
|
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GINEBRA | ¡Acá en la mi tierra
la pica y la lanza | | A pecho de hembra no hacen malandanza, | | Señor Capitán! Acá en
la mi tierra | | La lanza y la pica son para la guerra. | | ¡Lobos que yo vide sobre
los alcores, | | Salidme al camino por me devorar! | | ¡Mejor os quería que á tales
traidores, | | Que al dado villano me van á jugar! | | ¡Lobos que yo vide rondar mi
rebaño, | | No me dejéis viva para tanto daño! | | ¡Saciad vuestras sedes sobre mi
garganta, | | No me dejéis viva para afrenta tanta! | | ¡Comedme los ojos, la boca, las
manos, | | Y no me dejéis entre estos villanos! | | ¡Lobos, dientes blancos, salid de
los tobos! | | ¡Lobos, bocas negras, lobos, lobos, lobos! [52] | |
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| (AL extinguirse el
eco de su pena, | | | | Bajo la sombra antigua del hayal | | | | Se oyó el vuelo feliz de una
colmena, | | | | Y la flauta de cañas de un zagal.) | | |
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