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Ibérica por la libertad

Volumen 7, Nº 6, 15 de junio de 1959

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IBÉRICA es un boletín de información dedicado a los asuntos españoles y patrocinado por un grupo de americanos que creen que la lucha de España por la libertad es una parte de la lucha universal por la libertad, y que hay que combatir sin descanso en cada frente y contra cada forma que el totalitarismo presente.

IBÉRICA se consagra a la España del futuro, a la España liberal que será una amiga y una aliada de los Estados Unidos en el sentido espiritual y no sólo en sentido material.

IBÉRICA ofrece a todos los españoles que mantienen sus esperanzas en una España libre y democrática, la oportunidad de expresar sus opiniones al pueblo americano y a los países de Hispano-América. Para aquellos que no son españoles, pero que simpatizan con estas aspiraciones, quedan abiertas así mismo las páginas de IBÉRICA.

Directora:

  • VICTORIA KENT

Presidentes de Honor:

  • SALVADOR MADARIAGA
  • NORMAN THOMAS

Consejeros:

  • ROBERT J. ALEXANDER
  • ROGER BALDWIN
  • CLAUDE G. BOWERS1
  • FRANCES R. GRANT
  • JOHN A. MACKAY
  • VICTOR REUTHER

IBÉRICA is published on the fifteenth of every month, except July-August when bimonthly, in English and Spanish editions, by the Ibérica Publishing Co., 112 East 19th St., New York 3, N.Y. All material contained in this publication is the property of the Ibérica Publishing Co., and may be quoted, but not reproduced in entirety. Copyright 1959, by Ibérica Publishing Co.

Price: Single copy, 25c. Year's Subscription $ 3.

Second Class Mail Privileges Authorized at New York, N.Y. Second Class Postage Paid at U. S. Post Office, New York, N. Y.






ArribaAbajo Quien al cielo escupe

Salvador de Madariaga


Los lectores de IBÉRICA saben ya que el gobierno yugoespañol (o sea el que le tiene puesto el yugo a España) se ha hecho responsable de un libelo, que a libro no llega, aunque voluminoso, porque su intención aviesa y su nivel indigno le vedan aspirar a tal nombre, libelo, iba diciendo, mal hilvanado con páginas arrancadas y robadas a un libro mío, ESPAÑA. Ni mis editores ni yo tenemos la menor intención de perseguir a X por su infracción de la ley de propiedad literaria; por dos razones, una que diré ahora y otra que dejo para después... La primera es que el gobierno español, con una gallardía característica, esconde la mano. Solo da el nombre de CEDESA MADRID. Parece que CEDESA es una imprenta, sita por cierto en la Calle de la Coruña, quizá escogida como una delicada alusión a la ciudad natal del autor robado. Pero en las circunstancias actuales, siendo en Madrid el gobierno la única entidad capaz de imprimir nada sin censura ni permiso, no cabe la menor duda de que el engendro es oficial, y si alguna quedase, la más somera lectura del libelo la disiparía.

Su presentación delata la mano de un técnico de propaganda, extranjero, y casi seguramente americano. Quizá sea fuerte la tentación de sospechar algún asesoramiento en la compilación y presentación del libelo. A mi ver, procede rechazarla aun frente a un hecho como el por cierto notable de haber recibido mi colega Norman Thomas un ejemplar inglés del tal engendro en un sobre de la embajada norteamericana en Madrid, todo empedrado de sellos de bastante poco valor para que el sobre quedara cubierto de retratos del caudillo. Creo que, aun así, hay que rechazar toda sospecha de colaboración norteamericana, porque, aparte de que no hay embajada de este país que olvide a tal extremo los límites de la discreción diplomática, la maniobra del gobierno es demasiado inepta y contraproducente para atribuirla a nadie que no sea los genios de estupidez que hoy usurpan el poder en España.

Todo comenzó a fines del año pasado, cuando el gobierno yugoespañol metió en la cárcel a 150 socialistas, casi todos de las profesiones liberales, médicos, profesores, abogados, uno de ellos socio del consejero jurídico de la embajada norteamericana. Por temor, justificado por la experiencia, de que los presos fueran objeto de malos tratos y aun torturas, a que es muy aficionado el régimen, nosotros, los del Congreso para la Libertad de la Cultura, dimos al asunto la mayor publicidad posible. El Times de Londres publicó una carta que firmaban un lord inglés y los profesores de español de las universidades de Glasgow, Belfast, Sheffield y Cambridge.

Salvador de Madariaga

Estos profesores merecen el agradecimiento de todos los españoles por su valor cívico, y desinterés ya que el firmar una carta así no es humo de pajas, habida cuenta de sus obligaciones profesionales por un lado y por otro de la cicatería y mezquindad del estado yugoespañol para quien lo critica. La primera de las firmas que llevaba la carta de protesta al Times era la mía.

Esta circunstancia parece haberle inspirado una idea al gobierno de Yugoespaña: la de publicar una antología de las páginas de mi libro en las que fustigo, como lo hago sin rodeos, ciertas acciones y omisiones del partido socialista en el periodo que fue a dar la guerra civil, adornándolas con fotografías sensacionales de sucesos sangrientos de la época sin andarse en excesivos remilgos y reparos sobre su exactitud.

Los fines que la tal publicación se proponía, a la vista están:

1.- Meter una cuña entre los socialistas extranjeros y los españoles, presentando a los primeros como gentes moderadas y honradas, y a los nuestros como una partida de locos irresponsables. (No está clara la relación que pueda haber entre este contraste tan poco halagüeño para nuestros socialistas y los aspavientos de nacionalismo y patriotismo que a diario hace el régimen.)

2.- Justificar el encarcelamiento de los socialistas y la prohibición de toda actuación del partido en 1959 sobre la base de los errores del partido en 1936.

3.- Perpetuar el ambiente de guerra civil que explota adrede el caudillo para mantenerse en el poder.

Estos fines son tan memos como el método elegido para lograrlos. La verdadera causa por la que están prohibidos los partidos en España no estriba en que cometieron bastantes errores en 1936 para abrirle paso a Franco sino en que tendrían bastante éxito en 1959 para derribarlo. Y no es tan solo el socialista el prohibido, que también lo están los moderados liberales y republicanos, de los que para nada se acuerda el libelo del gobierno yugoespañol. De hecho, el único partido tolerado es el comunista que, aun oficialmente prohibido como los demás, prospera en una clandestinidad no vista con malos ojos por el régimen (hay que asustar a los americanos).

El método elegido no es menos memo que los fines. Mi libro, se lo saben de memoria los que en los Estados Unidos se ocupan de España, y cuya opinión pesa en la de este país cuando de España se trata; y por lo tanto, al leer la burda caricatura que han publicado los paletos del Pardo, se habrán sonreído. De todos modos, la caricatura ha estimulado la demanda del original; y esta es la segunda causa por la cual ni mi editor ni yo pensamos llevar a los tribunales a los cacos de mis textos. Si el gobierno yugoespañol desea contribuir a expensas de su presupuesto y de su prestigio en propagar la requisitoria contra su inepcia y crueldad que figura en la última parte del libro, allá él.

Por último, el gobierno yugoespañol se ha metido en un callejón sin salida al dar tamaña publicidad a un libro cuya circulación prohíbe en España. ¿A que no se atreve a permitir que lo ofrezcan al público las librerías? Que lo deje poner en los escaparates de los libreros y verá lo que es bueno. Un refrán se les olvidó a estos sabidores de gramática parda (femenino de pardo): El que al cielo escupe, en la cara le cae.

SALVADOR DE MADARIAGA




ArribaAbajoTres aspectos del drama español: el analfabetismo, la carencia de viviendas y la emigración

Juan de Bretaña


Al viejo slogan del siglo XIX «despensa y escuela» que reflejaba tan bien el problema nacional, es preciso añadirle un término más: vivienda. En efecto, todos los sociólogos contemporáneos coinciden en que la carencia de una vivienda decente para albergar a la familia es uno de los factores radicales de la criminalidad juvenil, del alcoholismo, del divorcio y de otros fenómenos no menos importantes. Está comprobado que por debajo de un número mínimo de metros cuadrados habitables, una familia no puede vivir en buena armonía, y que las perturbaciones que esto entraña en los hijos compromete gravemente su desarrollo psíquico y fisiológico.

No es menos evidente que el analfabetismo es una de las principales causas del retraso de las naciones. Mientras no ha resuelto esta lacra, un país con un elevado número de analfabetos no puede, aunque goce de créditos exteriores para su desarrollo económico, ponerse rápidamente a la par del mundo civilizado, porque nuestra época industrial requiere una mano de obra cada día más cualificada, y lo primero para que un hombre alcance una cualificación profesional es que sepa leer y escribir.

No es extraño, pues, que en un país donde gran número de ciudadanos carecen de vivienda para alojar a su familia y de escuelas donde educar a sus hijos, el fenómeno migratorio se acentúe de año en año. La emigración, recurso doloroso del que no tiene cabida en su patria, alcanza dimensiones de drama nacional cuando se produce en países no realmente superpoblados, sino insuficientemente desarrollados desde el punto de vista agrícola e industrial. En España, el proceso migratorio se ha ido acentuando en estos últimos años, a pesar del aumento real de las superficies cultivadas y de la incipiente expansión industrial que atraviesa.

Los datos que reproducimos a continuación darán una idea sobre la paradójica situación del país, al cabo de veinte años de triunfo franquista, en esos tres aspectos capitales de nuestro problema.

Miseria de la enseñanza primaria

La miseria de la enseñanza primaria en nuestro país ha llegado a extremos increíbles. Las propias autoridades del régimen reconocen implícitamente su fracaso. El estudio estadístico del Ministerio de Educación Nacional, realizado en diciembre de 1956, reconocía la necesidad de 25.000 nuevas escuelas para procurar asistencia real a toda la población escolar española comprendida entre los seis y los doce años de edad. El mismo estudio decía que de las 66.186 escuelas existentes, 17.000 estaban necesitadas de renovación. Suponiendo que se mantuviera el ritmo actual de construcción (en 1957 se inauguraron 3.000 escuelas) se necesitarían 14 años para resolver el problema (contando la reconstrucción de las 17.000 escuelas que se caen en ruinas y suponiendo que el crecimiento demográfico español fuera nulo). En el mejor de los casos, si el franquismo sobreviviera tan largo tiempo -cosa afortunadamente imposible- ¡habría necesitado 34 años para liquidar el analfabetismo en España! Por sí sola, esta cifra expresa lo que vale el régimen.

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Ahora bien; además de la falta de escuelas se plantea la falta de maestros y la miseria increíble de los pocos que hay. Poco tiempo hace, al periódico PUEBLO del 21 de abril de 1959, puso el dedo sobre la llaga al declarar: «la insuficiencia económica en que viven los maestros españoles y sus familias es conocida y lamentada... Hoy, el maestro se encuentra, no sólo en el sentido social representativo, sino en el simplemente económico, en condiciones de inferioridad con respecto a otras profesiones o funciones de su mismo rango y de rango inferior. Es muy raro que un maestro nacional medio gane hoy más de tres mil pesetas al mes, o incluso, que llegue a ellas, sumadas al sueldo otras pequeñas remuneraciones. Hay maestros con veintidós años de servicio que ganan 1.600 pesetas al mes.» Menos, mucho menos, añadiremos nosotros, que una humilde sirvienta en Francia o en cualquier otro país europeo. De ahí que muchas chicas de nuestras clases medias prefieran, en vez de dedicarse a una función pública tan adecuada a la mujer como lo es la enseñanza, expatriarse para servir de criadas en los hogares extranjeros. Con razón decía hace algún tiempo un diplomático: las principales exportaciones de España son la naranja y las criadas.

Es harto comprensible que, con tal porvenir económico por delante, nadie quiera ser maestro en España. En el mismo artículo dice el periódico PUEBLO: «A todo esto, en Segovia, el gobernador civil invita a personas no tituladas, que tengan una cultura mínima, para que se hagan cargo de aquellas escuelas rurales de la provincia que permanecen cerradas por falta de maestro; en Tarragona, la misma autoridad provincial encarga a los Ayuntamientos que busquen hospedaje a los maestros, sin rebasar un precio tope, compatible con la economía de aquéllos, e invita a los mismos Ayuntamientos a abonar de las arcas municipales el exceso del precio del hospedaje sobre el tope fijado. En Toledo, el presidente de la Diputación Provincial ha adquirido un cierto número de motocicletas, que ha puesto a disposición de otros tantos maestros que sirven escuelas de pueblos de la provincia y viven en la capital, por imposibilidad material de poder vivir en esos pueblos con sus sueldos de maestros. El gobernador de otra provincia requiere a los alcaldes para que no se cobre a los maestros más del 70 por 100 de sus sueldos en los hospedajes, siendo el máximo tolerado de 900 pesetas al mes.» Con el 30 por ciento que le queda, ¿qué podrá comprar el maestro? ¡Mejor será no averiguarlo!

Al cabo de veinte años de dictadura, la situación de España se refleja con toda su gravedad, en la siguiente estadística cuyos datos hemos extraído del último Informe sobre la situación social en el mundo que acaban de publicar las Naciones Unidas:

Porcentaje de analfabetos en varios países
Estados Unidos2,5%
Canadá2%
Alemania1-2%
Francia3,7%
Inglaterra1-2%
Suecia1-2%
Suiza1-2%
ESPAÑA17,3%

Huelga todo comentario sobre estas cifras que muestran elocuentemente cómo está España y cómo vive el mundo civilizado.

La carencia de viviendas

En España hay un millón doscientas mil familias sin hogar, y esto no es una calumnia de «rojo exilado» contra la obra del generalísimo. No, esto lo ha declarado el propio ministro de la vivienda, Sr. Arrese, en Barcelona, y el lector puede comprobarlo en el ABC de Madrid de fecha 22 de noviembre de 1958. Suponiendo, de acuerdo con los especialistas en demografía, una cifra de cuatro personas por familia, resulta que en España, país de cerca de 30 millones de habitantes, casi la sexta parte de la población (es decir, 4.800.000 personas) se halla sin un hogar decente. Afortunadamente, nadie puede decir que esto es herencia de la República, porque todos saben que en aquella época había suficiente número de viviendas para alojar a toda la nación.

«Para conjugar este déficit, que cada año aumenta con la demografía creciente, con la vejez, también creciente, de los edificios actuales y, sobre todo, con el trasiego constante de la inmigración, el Estado dedica -ha declarado el ministro- a través del Ministerio de la Vivienda la cantidad de cinco mil millones al año, con los cuales debemos realizar las ciento cuarenta y cinco mil viviendas que entre los dos grupos de renta limitada, las de tipo social y los planes de urgencia, venimos obligados a construir. Con estos datos es fácil deducir que la cantidad media que podemos dedicar a cada vivienda es de 34.500 pesetas.»

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Fácil es hacer el cálculo que se deduce de estas cifras: 1.200.000 familias y 145.000 viviendas por año, o sea 9 años para resolver el problema. La hipótesis es buena, pero desgraciadamente no corresponde a la realidad, a menos que el ministro no sueñe en construir 1.200.000 jaulas para meter a sus pobres compatriotas dentro, según veremos con arreglo al coste actual de la construcción. La realidad española, durante el período 1945-1957, se refleja exactamente en la siguiente estadística que hemos compuesto con las cifras oficiales publicadas por el Instituto Nacional de Estadística2:

AñoNúmero de viviendas proyectadasCoste medio (miles de pesetas)Número de viviendas terminadas
194521.21251,79.624
194630.09871,41.0572
194730.40280,613.728
194822.43173,819.373
194930.02488,717.245
195042.23596,616.612
195121.06894,017.566
195222.74692,319.557
195325.31484,720.694
195447.268106,526.910
195569.585103,834.488
195645.382121,135.860
195746.512135,830.642

Como puede verse por esta estadística «del dicho al hecho hay mucho trecho». Pero, a fin de que no se diga que carecemos de «fair play» vamos a dar por supuesto que se cumplirá exactamente el plan del Sr. Arrese. Ahora bien, ¿qué significa ese plan? Después de haber tenido cientos de miles de españoles en las cárceles, el régimen pretende ahora enjaularlos, pues si cierto es que el coste medio por vivienda alcanzó la cifra de 135.800 pesetas en 1957, y si no es menos cierto -según las propias declaraciones del ministro- que las viviendas mínimas, de menos de cincuenta metros cuadrados, ascienden a cerca de 70.000 pesetas, todo incluido, incluso terreno, entonces ¿qué casas piensa construir con 34.500 pesetas? ¿Casas de 25 metros cuadrados? ¿O casas de cartón? ¿Es ése el plan de construcción de viviendas para el millón doscientas mil familias amontonadas en los realquilados o en barracas, o que viven a la intemperie, según lo confiesa el propio ministro?

Volvamos a la realidad. Suponiendo que se hicieran casas a 70.000 pesetas, el problema se resolvería en 18 años; admitiendo el costo medio de 1957, tardaríamos 36 años, salvo que se doblara o cuadruplicara el presupuesto previsto para estos fines. Y esto sin contar con el crecimiento demográfico y con la deterioración progresiva del patrimonio actual.

Al mirar las cifras reproducidas en la anterior estadística, cabe preguntarse: ¿qué ha hecho el Estado español durante veinte años? ¿Dónde está ese triunfo social tan sonado si al cabo de tanto tiempo resulta que la sexta parte de la población del país no tiene un alojamiento digno de seres humanos?

A todo esto, ¿qué hace la iniciativa privada? ¿Acaso los beneficios enormes que realizan los bancos y las clases pudientes del régimen, las que se levantaron en 1936 para instaurar la justicia en el país... se destinan a la construcción? Sí y no; sí, porque se construyen hoy en España casas espléndidas, a razón de un millón o millón y medio de pesetas por piso, para unas clases privilegiadas que viven tal vez mejor que nadie en Europa. No, porque a esa iniciativa privada le interesa sólo hacer negocios, pero negocios altamente productivos. El Sr. Arrese ha reconocido cínicamente que «la iniciativa privada no puede ser convocada a una labor eminentemente financiera en nombre de la caridad o simplemente del patriotismo. A la iniciativa privada, para que venga con alegría y perseverancia a colaborar en el negocio de la construcción, hay que ofrecerla lo que es: un negocio.» El Sr. Arrese no ha leído tal vez lo que decía el propio José Antonio Primo de Rivera sobre el capitalismo y la banca, o lo ha olvidado hace tiempo. Probablemente le parece más lógico que esta iniciativa privada coloque sus fondos en el extranjero, aun a costa de que se hunda la moneda española. Por lo visto, el patriotismo de la iniciativa privada se limita a los beneficios. ¡Para eso, no era necesaria la revolución nacional sindicalista!

En las frívolas democracias, que todavía no descubrieron la felicidad del caudillaje, se construye diez veces más que en España, con iniciativa privada y sin ella. Ahí está Francia con una cifra de cerca de 300.000 viviendas por año. Claro está que Francia no tiene un Valle de los Caídos. Pero, ¿no hubiera sido mejor, en vez de gastar tantos miles de millones en ese monumento de la vanidad franquista, dejar que los muertos entierren a los muertos y dedicar ese dinero al alojamiento de los vivos?

La emigración

En España, cuyo paro obrero oscila alrededor de una media mensual de 100.000 personas3, se da el caso paradójico de que en muchos sectores de la industria, e incluso de la agricultura, falta la mano de obra cualificada. Hemos dicho al principio de este artículo que la emigración alcanza dimensiones de drama nacional en los países no realmente superpoblados sino insuficientemente desarrollados. En efecto, para que un país pueda desarrollar su industria y su agricultura es preciso que cuente con una mano de obra cualificada. La situación es lamentable cuando no la tiene, pero cuando existe y se le va al extranjero, entonces el problema no tiene solución. Este es el drama de España, país en el que tradicionalmente la emigración se componía de mano de obra no cualificada. Por ejemplo, durante el período 1925-1935 salieron de España 71.057 obreros agrícolas, 71.330 obreros no cualificados y 8.172 obreros cualificados, contando incluso a los extranjeros, aunque representan una cifra mínima4.

En la estadística siguiente puede verse cómo ha cambiado la situación. Hoy es la mano de obra cualificada la que sale de España a raudales, y esto se produce en el momento preciso en que se inicia la industrialización de muchas zonas del país que hasta hoy no habían contado nunca con centros industriales importantes.

Emigración intercontinental española5
(1946-1954)
obreros de la industria
AÑOTotalObreros agrícolascualificadosno cualificados
19465.575802334149
194713.5322.6061.126345
194819.1564.1152.200631
194941.9109.1166.4901.604
195055.31410.65510.2891.613
195156.90711.38310.8391.176
195256.64810.47912.086733
195344.5728.170407446
195452.4188.92312.521463

Así pues, durante un período de igual extensión que el anteriormente referido, salieron de España 7.160 obreros no cualificados, 56.292 obreros cualificados y 66.249 obreros agrícolas, teniendo en cuenta que estas cifras sólo reflejan la emigración intercontinental. Si se conocieran las cifras totales, incluida la emigración clandestina hacia Francia y otros países europeos, la situación resultaría todavía más pavorosa. En un país donde la mano de obra calificada ha sido siempre escasa, estas cifras representan una hipoteca sobre el futuro que difícilmente podrá salvarse, pues mal se concibe que pueda proseguirse el desarrollo industrial del país sin hombres suficientes para llevarlo a cabo. Y si tratáramos aquí de otros ámbitos de la vida nacional-el universitario, por ejemplo-veríamos que también el único deseo de muchos jóvenes de valía es irse a trabajar al extranjero.

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¿Por qué se van? ¿Por qué huyen del paraíso que con tanto empeño les ha construido el caudillo? ¿Acaso porque los sueldos son demasiado elevados, o porque se respira en España un ambiente de libertad y de prosperidad inigualables? No; se van porque no pueden más, sencillamente porque están hartos.

Hemos citado estos tres aspectos del drama español -analfabetismo, carencia de viviendas y emigración-, porque son reveladores del fracaso de la dictadura. Nadie podrá decir que nuestras cifras son falsas ni que las declaraciones que reproducimos son apócrifas. Diga lo que quiera el caudillo, la realidad es así. La brindamos al estudio de los observadores extranjeros para que vean en qué responsabilidad incurren las democracias al sostener a Franco en el poder. España es un barco que hace agua. No olviden los que asisten impasibles a su naufragio que también a ellos podría salpicarles la tempestad.

JUAN DE BRETAÑA




ArribaAbajo El cardenal Tisserant en Montserrat

Jorge de Tamarit


Desde varios meses atrás se sabía que el nuevo altar, cara al pueblo, de la basílica benedictina de Santa María de Montserrat, sería consagrado solemnemente por el Excmo. Sr. Cardenal Eugenio Tisserant, Decano del Sacro Colegio Cardenalicio. Sin embargo, los manejos de la diplomacia franquista casi consiguieron anular la visita del purpurado. Resentidos porque el Papa se negó a mandar un cardenal legado al acto de Cuelgamuros, los agentes de la «Cruzada» en el Vaticano usaron todas sus armas con el fin de evitar el bochorno que hubiera significado la presencia de un Cardenal, representando a Juan XXIII, en Montserrat, siendo ya tan conocida la actitud anti-Régimen de su Abad mitrado.

Después de enorme forcejeo el Vaticano cedió en parte, ante el disgusto de los católicos españoles que hubieran preferido una actitud más intransigente, reñida quizá con las reglas de la diplomacia. Y así, Tisserant fue primero a Madrid, le recibió el providencial y glorioso hombre del Pardo y después lo llevaron al Valle de los Caídos donde dijo privadamente su misa de todos los días y oró por todos los muertos. La prensa de Arias Salgado cantó victoria y tergiversó las palabras y las acciones del Cardenal. En un editorial de La Vanguardia Española -donde ni se nombraba a Montserrat, objetivo primero del viaje- Galinsoga o uno de sus aventajados discípulos reafirmaban la gran catolicidad y perfección del Régimen al que, según ellos, Tisserant con su presencia había dado el espaldarazo. Pero el Cardenal -según nos informó «Sempronio» en el Diario de Barcelona- afirmó explícitamente que él sólo fue allí para rezar por todos los muertos y sus familiares. La prensa, con su habitual desvergüenza, había escrito que el Cardenal dijo una misa por las «intenciones del Jefe del Estado». En el mismo artículo «Sempronio» contaba que el Padre Albareda, Prefecto de la Biblioteca Vaticana, informó al Cardenal Tisserant, una hora antes de su partida de Roma, que «había habido variaciones en su viaje».

Jornada del 23 de abril para sacerdotes

Dom Aureli María Escarré, Abad del Monasterio, dispuso, para evitar mezcolanzas molestas e inoportunas, las conmemoraciones de la consagración del altar en tres etapas: el 23 de abril para los sacerdotes, el 26 para el pueblo y el 27 para las «autoridades». El día de San Jorge, Patrón del Principado de Cataluña, se concentraron, pues, en Montserrat más de mil sacerdotes de las ocho diócesis catalanas. El Cardenal Tisserant quedó muy impresionado por la disciplina, piedad y hermandad de los clérigos, los cuales le despidieron con el «Cant dels adéus» (Canto del adiós). Se comentó muchísimo la ausencia -a pesar de que habían sido invitados- de los obispos de Tarragona, Tortosa, Seo de Urgel, Gerona, Lérida y Solsona. Este último dio una excusa válida: el día anterior fue llamado a Madrid.

El Dr. Tarancón, Obispo de Solsona, es Secretario del Obispado Español y se le sitúa en una posición anti-Régimen moderada. No sabemos si este viaje a Madrid fue suscitado por el Cardenal Pla y Deniel o por algún ministro franquista. En resumen que sólo hicieron acto de presencia el Dr. Masnou, Obispo de Vich, y el Dr. Modrego, Obispo de Barcelona, que llegó por la tarde. Cuando contaron al Cardenal Tisserant que el Dr. Del Pino, Obispo de Lérida, organizó el mismo día un retiro sacerdotal para evitar que sus sacerdotes fuesen a Montserrat, el purpurado comentó: «Quelle délicatesse». El Obispo de Vich fue aclamado por los sacerdotes y tuvo grandes dificultades para llegar hasta su coche. Estas ausencias o presencias de Obispos de Cataluña demostraron la división en dos campos de la Iglesia Catalana: la independiente y no conformista con los métodos del franquismo, y la conformista y entregada -con diversos matices según cada caso particular- al Régimen por las razones que sean: comodidad, fe en el «providencial» Caudillo, mentalidad más o menos inquisitorial, etc.

Jornada del día 26, para el pueblo

Tal como estaba previsto, el domingo 26 de abril unas seis mil personas se congregaron en el monasterio de Montserrat. Ante esa magna concentración de las fuerzas vivas catalanas, el Gobernador Acedo Colunga adoptó precauciones extraordinarias, síntoma del terror que invade a los jerarcas del franquismo cada vez más solos y con un pueblo hostil y combativo. Más de cien policías de la secreta (algunos, para disimular, con sus esposas, otros disfrazados de excursionistas o con máquinas de fotografiar) y sesenta guardia civiles vigilaban el Monasterio, sus alrededores y la carretera. Ya durante todo el día 25 una guardia especial custodiaba los picos de la montaña para evitar que, por la noche, se colocaran banderas y otros símbolos, como había ocurrido en 1947 delante de Martín Artajo. Sin embargo, en la carretera general y en la directa a Montserrat aparecieron pintados en el suelo, con alquitrán, letreros que decían «Catalunya», y otros sólo exhibían una gran P, símbolo ya muy popular aquí.

Ofició el Abad mitrado y presidió Tisserant. Al salir del oficio los peregrinos se congregaron en la explanada extramuros de la basílica. La efervescencia era general. Los jóvenes se divertían descubriendo a los policías de la secreta -muchos, a pesar de que el día estaba nublado, con lentes de sol- y señalándolos con el dedo. Asistían también -por otras razones y según costumbre de otros años en este día- unos 1.500 requetés de la facción llamada «del gobernador», es decir, los tolerados por Acedo que venden, libremente, en las Ramblas una hoja que proclama como futuro rey de España al Príncipe Javier de Borbón-Parma, súbdito francés y sobrino de Carlos VII, el último rey carlista. Con formaciones, bandas de música y boinas rojas pretendieron, sin conseguirlo, ganarse el ambiente.

Desde el balcón que se abre a la explanada el Cardenal Tisserant dio la bendición papal. Le acompañaban Dom Aureli M. Escarré y el Padre Albareda, Abad Benedictino de Poblet. En honor del ilustre visitante el «Orfeó Català» interpretó diversas composiciones y fue interrumpido por la multitud que pedía enardecidamente «El cant de la senyera» (El canto de la bandera), alusivo a la bandera catalana cuyo uso y exhibición en público ha sido prohibido por el gobierno franquista desde 1939. Presionado por el público y después que un monje dio su beneplácito por el micrófono, el «Orfeó» lo interpretó y fue acompañado a coro por la multitud. Acto seguido los fieles demostraron su adhesión sincera y ruidosa al Padre Abad de Montserrat con los gritos unánimes de «Pare Abat, Pare Abat» a los que el interesado respondía levantando los brazos y sonriendo con una sonrisa benigna y cómplice. Requerido por la multitud habló al final para dar las gracias y acabó con su significativo: «No us puc dir res més» (No puedo deciros nada más). También se escucharon gritos de «Makarios», «Catalunya» y «Llibertat» y uno, muy fuerte, de «Mori la dictadura» (Muera la dictadura) que fue jaleado estentóreamente por el público. En el momento culminante miles de octavillas en ciclostil fueron lanzadas desde el centro de la plaza. Las octavillas estaban redactadas en catalán, llevaban por título «Piedra de escándalo». He aquí su texto:

«El pueblo fiel que acoge con gran júbilo la presencia del Cardenal Tisserant en Montserrat, se lamenta de su visita al Valle de los Caídos, símbolo de la perpetuación de la guerra civil. Insistimos en que cese el confusionismo creado por la supeditación del poder espiritual al temporal. ¡Catalanes: Pedimos Paz y Libertad!»



Poco después llovieron más octavillas desde una de las ventanas de la hospedería del convento exigiendo la amnistía para los presos y exilados políticos.

La policía, muy irritada y cohibida por la presencia del Cardenal Tisserant, al fin intervino. Se mezcló aun más entre la multitud y practicó once detenciones (todos jóvenes). Intervino Dom Agustí Vilabadal, mayordomo del monasterio y Dom Oleguer Porcel, subprior. El jefe superior de Policía prometió que, -si al día siguiente se presentaban en Jefatura, quedarían en libertad en el acto. Y así lo prometieron ellos.

Por la tarde los requetés agredieron con porras a un grupo de sardanistas que obstaculizaba el paso de las dos princesas de Borbón-Parma. El lamentable incidente costó dos heridos entre los que bailaban la sardana. Por la mañana los carlistas hicieron en un lugar cercano al Monasterio un míting proclamándose también regionalistas y pidiendo el poder. Naturalmente se escucharon gritos antifranquistas.

La jornada del día 27 para las «autoridades»

El día 27 fue escogido por el Régimen para desvirtuar el acto popular del día 26. Se concentraron en Montserrat cuarenta y siete gobernadores y dos ministros. Durante la comida llegó la noticia de que los once jóvenes habían ido a la Jefatura y, después de interrogados, fueron detenidos. El Padre Porcel, indignado, discutió con el Jefe Superior de Policía y el Padre Abad exigió la libertad de los jóvenes. Alonso Vega, hombre primitivo y sentimental, que se había emocionado -según cuentan- con el ambiente de Montserrat, concedió la libertad de los detenidos. El Abad habló brevemente y sin comprometerse, agradeciendo la presencia de las autoridades, las cuales, dijo, «deberían gobernar con justicia».

El Cardenal Tisserant marchó muy impresionado del acto del día 26 y recibió además centenares de cartas y varios informes sobre la situación social, política y religiosa de nuestro país. También se llevó el dossier completo de las octavillas que, durante la mañana, se repartieron.

JORGE DE TAMARIT

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ArribaAbajo Voto particular presentado al Consejo del Banco de España

D. Alejandro Fernández Araoz, con ocasión de la consulta formulada por el Ministro de Hacienda, ha presentado al Banco un voto particular del que reproducimos los párrafos más salientes por no poder insertarlo en su integridad, dada su extensión.

Estudia el Sr. Fernández Araoz en ese informe «el procedimiento de alinear nuestra moneda con las demás». Con esa finalidad abarca su informe los siguientes temas: Los precios, La Balanza comercial y su nivelación, la situación actual de la peseta, El progreso económico, y La convertibilidad e integración económica europea. Finalmente hace una propuesta en 10 puntos.

Extractamos de cada enunciado los párrafos más importantes del estudio.

Los precios

Sería inútil pretender probar con datos estadísticos la elevación sufrida por la línea media del nivel medio de los precios durante estos últimos cinco años. Los hechos son tan patentes que no han menester de mayores pruebas. Pueden, claro está, disminuir los precios por aumento de producción o por perfeccionamientos técnicos. Pero ninguna de estas dos posibilidades debe ser objeto de consideración, porque no se dispone de los elementos precisos para que la producción aumente ni para que la modernización de las instalaciones industriales sea llevada a cabo.

Pero los precios no pueden bajar por decisiones del Poder público. La fijación de un precio de venta que no corresponda a una verdadera relación con su costo, lleva irremediablemente a los precios de los mercados paralelos. Los precios bajan incluso a menos de su costo en los casos de competencia, y en España está prácticamente suprimida. «Es la competencia la única que señala el precio justo de las cosas». La industria y el comercio españoles están sometidos a la Ley del expediente, que cohíbe e imposibilita la verdadera actuación del Empresario. En nuestro país no se puede instalar una insignificante y rudimentaria industria sin solicitar una autorización en cuyos trámites se consume la energía, la paciencia y el dinero. No se puede tampoco importar un producto carente apenas de valor sin acudir a dilatados expedientes, que muchos procuran evitar, introduciéndolo por otras vías. Se ha vivido hasta ahora en un régimen económico de extrema protección en el interior y de ausencia para las cosas exteriores.

Los precios exteriores han de ser reducidos y para ello no hay más procedimiento que la devaluación.

Balanza comercial y su nivelación

La carestía de los productos dificulta su exportación. Nuestra importación normalmente aumenta, porque a medida que mejora el proceso de industrialización de España han de ser introducidos bienes de capital en los equipos de producción necesarios. Si a la postre se importa más que se exporta el saldo ha de ser satisfecho con reserva de oro o de divisas, si las hay, o con créditos para liquidar las deudas. Aumentar los créditos en el exterior sin una contrapartida de bienes que los representen acarrea la tensión en el cambio exterior que se traduce en exportación clandestina de capitales a la vista de una segura disminución del valor de nuestra moneda.

En lo que va de siglo tan solo ha habido diez años de saldo favorable de nuestra balanza, si hemos de creer en las estadísticas oficiales. El déficit de nuestra balanza en los cuatro últimos años es, aproximadamente de 1.500 millones de dólares, algo menos de 400 millones dólares anuales, y se ha saldado liquidando todas las existencias de oro que tenía el Instituto de la Moneda y con la ayuda americana que, por diversos conceptos, ha llegado a los mil millones de dólares.

La situación de nuestras reservas metálicas cuya finalidad principal, aunque no única, es liquidar los déficits de nuestra balanza de pagos, se nos muestra desgraciadamente no con el pesimismo de su inexistencia, sino con el más grave aun del déficit.

Situación actual de la peseta

«Si calculamos el dólar a 60 pesetas, siendo el valor de la peseta oro de 0,327, una peseta oro vale hoy 18,62 pesetas papel, o dicho de otro modo, una peseta papel vale poco más de cinco céntimos oro. La peseta de hoy equivale, pues, a aquella moneda de cobre de 1918 que se le conoce con el nombre de una «perra chica».

Esta es la situación de hecho de la peseta a la que solo el aire le sirve de respaldo. Agotadas nuestras reservas de oro, no se adivina por qué caminos puede venir la garantía de su convertibilidad a no ser por los préstamos exteriores.

A esta situación nos ha llevado primeramente nuestro déficit de la balanza de pagos: hemos comprado más de lo que hemos vendido. En segundo lugar, nuestra política económica: hemos gastado más de lo que hemos ganado. Y en tercer término, nuestra falta de previsión: hemos invertido y comprometido más de lo que hemos ahorrado.

Antes de empezar la guerra civil, esto es, en 1935, la circulación fiduciaria era menos de cinco mil millones de pesetas. Terminada la guerra civil la circulación estaba en 13.500 millones. Actualmente pasa de los 70.000 millones.

Progreso económico

«Lo que anteriormente hemos expuesto ha sucedido porque se ha considerado ventajoso impulsar el progreso económico de España con un ritmo superior al de sus posibilidades. Y ese esfuerzo en lo económico como en lo físico, no se hace sin el agotamiento de las energías normales. Se progresa con velocidad superior a la normal cuando el empresario puede producir más sin exigir más, cuando el asalariado trabaja más sin cobrar más, cuando el Estado recauda más sin agravar la imposición.

Nuestros gastos han aumentado de un modo excepcional, pero ninguno de nuestros ingresos ha seguido el mismo ritmo. Aparte de los saltos de agua o los nuevos regadíos, apenas ninguna otra clase de auténtica riqueza ha sido creada en España.

La confianza como hecho económico

No es en el sentido estrictamente económico al que nos referimos al emplear la palabra confianza que sería sinónima de crédito. Queremos aludir a la creencia que el país tiene de que las personas rectoras de la vida económica nacional pueden siempre evitar que los verdaderos problemas se traten de resolver por cauces distintos de los que demanda la auténtica situación económica del país.

Pero esta confianza exige una veracidad a prueba de dificultades en las manifestaciones o declaraciones hechas a la opinión pública. Se ha llegado a afirmar que la subida de salarios que se llevó a cabo en 1957, no produciría una elevación de los precios. Últimamente se ha dicho que la peseta no sería devaluada. La opinión pública no da bastante crédito a esas manifestaciones, y cuando el Parlamento y la prensa están sometidos a régimen de excepción, es indispensable atenerse estrictamente a la verdad para evitar que esa opinión desconfiada no acoja, por reacción, como verdades las cosas más disparatadas y absurdas».

Convertibilidad e integración económica europea

Bajo este epígrafe estudia el informe las reglas de la convertibilidad. Señala que España no está en condiciones para ingresar en el Mercado Común Europeo y que sin embargo se hace necesario llegar a un acuerdo con las otras naciones que contribuyen a la integración económica europea.

Termina dicho informe con unas propuestas de las que copiamos las cinco primeras:

1- Es indispensable reducir nuestros precios exteriores para lo cual no parece que exista hoy más procedimiento que el de la devaluación de nuestra moneda.

2- La reducción eficaz de los precios interiores no puede conseguirse más que con la competencia. Deberán, por tanto, derogarse las disposiciones que prohíben o dificultan las instalaciones de nuevas industrias.

3- No creo que pueda alcanzarse el progreso industrial de España más que con el auxilio técnico y económico del capital exterior.

4- Como norma general, la iniciativa privada es la única que ha de promover las empresas industriales». (Sigue el informe señalando las condiciones que algunas industrias pudieran llevarse a cabo por organismos dependientes del Estado.)

5- La nivelación del Presupuesto es indispensable para conseguir una Hacienda saneada. Esta nivelación deberá hacerse con una reducción de los gastos.

(Las cinco Conclusiones restantes son de carácter esencialmente técnico)



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LECTURAS

Un importante libro sobre España

Emilio González-López6, Historia de la Civilización Española, 1959, Las Américas Publishing Company, 249 West 13 Street, New York; N. Y. $ 10.00.

Lo ha publicado Las Américas en Nueva York, está bien editado y tiene numerosas ilustraciones. Su autor, Emilio González-López, ilustre catedrático de la universidad española y activo político, enseña en Nueva York, adonde llegó como exilado al terminarse la guerra civil. Colaborador asiduo de la Revista Hispánica Moderna de la Columbia University, la labor de su cátedra de Hunter College y de la Escuela Española de Middlebury College ya nos era conocida por su s numerosas publicaciones, pero ninguna mejor que esta Historia de la Civilización Española para mostrar su amor por la enseñanza. La Historia no es solamente el libro de una persona culta, bien informada e inteligente, sino de un hombre ecuánime y sereno. ¡Y hacía falta ecuanimidad!, pues su estudio abarca desde la Prehistoria hasta el mes de abril de 1958.

La Historia está bien organizada y es muy completa; los datos son dignos de confianza. Materia tan amplia ha sabido manejarla con claridad e incluso su bibliografía es abundante sin ser abrumadora.

González-López no se limita a resumir o repetir lo que han dicho otros; naturalmente, tiene que apoyarse en las autoridades, pero es personal en sus juicios y en la disposición de los materiales. Uno de los problemas en obras de esta clase es precisamente saber elegir los hechos y hombres principales sin que queden oscurecidos los secundarios. González-López ha acertado siempre, incluso en la actualidad, excepto al tratar de Don Julián Besteiro, cuya figura moral no aparece con todo el relieve que tiene. Quizás se hubiera debido subrayar el significado del Partido Socialista, el único verdaderamente representativo durante la monarquía de Alfonso XIII.

No hay reparos que poner a este libro a la vez voluminoso y breve. Es un compendio muy útil. Acaso llame la atención cuando el autor habla del «Neoclasicismo renacentista», este término lo creo innecesariamente desorientador.

Esta Historia será un libro obligado en las bibliotecas públicas y también en las privadas de toda persona culta, por eso el autor seguramente cuidará las próximas reediciones. A pesar de que el libro ya tiene 739 páginas, como habla no sólo de la literatura sino también de las bellas artes, creo que sería conveniente añadir en cada época algo relativo a la música y al baile y así mismo dar alguna noticia acerca de las costumbres, trajes, comidas, fiestas, enfermedades, etc. en cada siglo.

En esa edición aumentada, como es un estudio escrupulosamente hecho, se podrían corregir algunos detalles; por ejemplo, Don Manuel Bartolomé Cossío no era profesor de Estética sino de Pedagogía (p. 592). No es exacto decir que Primo de Rivera tuviera todo el ejército de su parte (617); lo de Primo fue una improvisación que acaso contó con más que el beneplácito de Alfonso XIII, aunque éste, claro, hubiera hecho una borbonada si Primo fracasa. No creo que sea muy claro afirmar que Unamuno fue desterrado «por un artículo publicado en un periódico argentino» (620). El origen del conflicto entre Primo y los artilleros, como siempre con Primo, es más bien esperpéntico, lo que no se adivina leyendo a González-López (623). Alfonso XIII al salir de España no se marchó a Italia sino a Francia (627).

El esfuerzo que representa esta Historia de González-López es digno de todo encomio -léanse los capítulos sobre Edad Media o la exposición del Descubrimiento o la caracterización concisa, clara y penetrante de la Inquisición española o tantos otros-; el libro merece que se vaya teniendo al día.

JOAQUÍN CASALDUERO7


«Así cayeron los dados»

En París se acaba de publicar un libro rico en realismo y emoción, Así cayeron los dados, de V. Botella Pastor. Es el segundo de una trilogía cuyo primer volumen Porque callaron las campanas, relata en ella sin acritud vivos episodios de la guerra civil española.

En este segundo volumen presenta la huida de medio millón de españoles por el Pirineo, los campos de internamiento y la vida de los refugiados en los Pirineos Orientales. Ambos libros son documentos desapasionados y vivos.




ArribaAbajoSin permiso de la censura

Información de nuestro corresponsal en España


Prisiones, libertades y pobreza

Respondiendo a preguntas del Sr. Romero, director de Pueblo, el Caudillo ha creído oportuno el momento de responder a lo que él mismo ha calificado «campaña sistemática que los medios de Moscú y los centros de propaganda roja en el extranjero difunden y que determinada prensa sectaria recoge» sobre los presos políticos en España. Da la casualidad que esa campaña alcanza su mayor intensidad en Gran Bretaña y países Escandinavos, que es mucho más fuerte en el mundo Occidental que en el Oriental y, sobre todo, que la primera autoridad del Estado se hallaba particularmente afectada por la condenación de su sistema de encarcelamientos políticos hecha desde la radio francesa por un personaje cuya fidelidad al general De Gaulle es de sobra conocida: el senador y jurisconsulto Sr. Henri Torres.

Pero vamos al grano. El Caudillo estima que, con 14.899 reclusos España se clasifica entre los países de menor población penal. Su argumento nos prueba que el jefe del Estado no ignora la Sofística. Porque no se trata ni de la delincuencia ni de la población penal en general. Afortunadamente, los hombres y mujeres de España dan un índice de criminalidad bastante bajo. Se trata de los presos políticos y más concretamente de dos fenómenos: 1.º los hombres y mujeres que llevan quince, diecisiete y algunos veinte años, en prisión por sentencias basadas en sus actividades políticas; 2.º, las detenciones y procesos que continúan, casi todos basados en «propaganda clandestina» o en «participación en organizaciones políticas o sindicales consideradas ilegales», y otros en «atentado a la seguridad interior del Estado» que, como todo el mundo sabe, es un eufemismo para definir las actividades en contra del régimen.

La triste actualidad nos releva de todo esfuerzo discursivo. Ahí están los hechos acaecidos a partir del 19 de Mayo. La brigada social ha detenido en Madrid a los estudiantes César Cimadevilla, Tomás Llorens y Agustín García del León. Al parecer son acusados de «propaganda ilegal», acusación relacionada con el manifiesto del Comité de Coordinación Universitaria de Madrid, que ha sido profusamente distribuido en los medios estudiantiles durante las pasadas semanas. Como es sabido dicho comité reúne estudiantes de las diversas tendencias de la oposición. Tres días después ha sido detenido D. Mariano Rubio y otras personas cuyos nombres ignoro. El Sr. Rubio, asesor del Consejo Económico Sindical de la Central Nacional-Sindicalista, es un joven economista (27 años) que también profesa como Ayudante en la Facultad de Ciencias Económicas. En 1956 ya había sido inquietado por la policía.

La cosa no para ahí. Casi al mismo tiempo han sido detenidos en Valencia la Srta. Isabel Muñoz y cuatro estudiantes más. «Delito»: se les achaca pertenecer a la Agrupación Socialista Universitaria.

Las últimas noticias se refieren a la detención en Barcelona de cinco estudiantes más.

Esto por lo que se refiere a los universitarios. Pero parece que no bastaba. En San Sebastián, el Doctor Luis Martín Santos, que hace poco había sido puesto en libertad provisional (recordarán nuestros lectores que fue detenido en Noviembre de 1958 con muchos más intelectuales y obreros acusados de pertenecer al Partido Socialista) ha vuelto a ser encarcelado. Le acompaña esta vez un profesor de Matemáticas, el Sr. Antón, a quien según se dice se le acusa también de análogo «delito».

El trato al abad Escarré

Después de todo esto se podrá seguir diciendo que en España no hay presos políticos. O que «reina la libertad pero no el libertinaje». Por lo visto el Abad mitrado de Montserrat, Padre Escarré, debe ser partidario del «libertinaje» a juzgar por el trato que recibe. Los medios oficiales están furiosos por la movilización popular del pasado 26 de abril, en torno al Abad y al Cardenal Tisserant. Como venganza han maquinado la prohibición del Retiro de Estudio que con el tema «La paz cristiana» debía celebrarse en Montserrat del 26 al 29 de Mayo, con participación de católicos y no católicos (se había invitado a pastores protestantes de varios países). Al obrar así, el Abad no hacía sino interpretar, al parecer bastante fielmente, las más recientes orientaciones de S. S. Juan XXIII. Pero el Papa importa poco a los que son más «papistas» que él. Y para algo hay en Roma integristas dispuestos a favorecer los designios del Caudillo, de su poncio Acedo, y del «Opus». El caso es que el obispo-arzobispo de Barcelona, Dr. Modrego, comunicó al Abad la prohibición del «Retiro de Estudios». Modrego no hacía sino cumplimentar instrucciones venidas de Roma: el cardenal Ottaviani, que preside la Congregación del Santo Oficio dictaba la prohibición. Sabido es que dicho Cardenal, lo mismo que el de Sicilia, Ruffini, es de los más tenaces defensores del franquismo en los medios vaticanos. Y no iba a negarle este favor a su buen amigo Castiella. La prensa española ha sido obligada a publicar la noticia de la prohibición en términos que no dejan de ser hirientes para el Abad Escarré. Enana venganza la de los Acedo, Porcioles y compañía; este nuevo ejemplo de «la libertad» que se goza en España no ha hecho sino acrecentar el afecto que por el Abad siente toda la juventud católica de Cataluña.

«El fin de la censura»

Y como de «libertades» se trata, tal vez el lector haya leído algunos despachos de las agencias de prensa, fabricados con el beneplácito de los Srs. Arias Salgado y Muñoz Alonso, anunciando el próximo fin de la censura en España. Claro, quien conozca siquiera una parte de la realidad española no cae en la celada. ¿De qué se trata, en suma? Pues de «La Ley de Bases de la Información», anunciada por Arias Salgado en su discurso ante los periodistas en Salamanca, que ha sido un ataque en regla contra los males acarreados por la libertad de prensa y contra «la subversión ideológica del liberalismo». Está claro, que la ley que prepara Arias Salgado no hace sino codificar las inconexas disposiciones para controlar la prensa, las ediciones, etc. Puede que la arbitrariedad sea menor, al tipificarse ciertos «delitos de prensa», pero el principio especioso de que «no hay libertad para el error» está lejos de perder su vigencia.

El equívoco ha podido producirse porque la jerarquía eclesiástica ha aprovechado la ocasión para insistir en su posición de que la prensa católica no debe estar sometida a la previa censura, lo cual no es lo mismo que la libertad de emisión del pensamiento por escrito para cada hijo de vecino. Verdad es que el número de Ecclesia de la semana pasada ha ido bastante lejos: su editorial se eleva contra el totalitarismo, afirma que «los gobernantes no son infalibles ni perfectos» y «que se sirve al bien común no solamente cuando la opinión aprueba sino cuando critica los actos del gobierno.» Ecclesia pide un cambio efectivo y serio en el régimen de prensa, y en eso va por delante de las gestiones que, según tenemos entendido, ha hecho la Jerarquía en las esferas gubernamentales. El editorial en cuestión muy bien pudiera responder al deseo de canalizar las tendencias demócrata-cristianas netamente liberales que se van fortificando, como lo prueba la constitución orgánica en el plano nacional (clandestina, claro es) de la democracia cristiana llamada de izquierda. Sin embargo, resulta paradójico suponer siquiera que se va a abolir la censura de prensa cuando hasta libros de tirada limitada o ediciones de poesía de mil ejemplares siguen siendo objeto de los rigores de Doña Anastasia.

La crónica miseria

La ausencia crónica de libertades corre pareja con la no menos crónica miseria material. No pasa día sin que se agraven las condiciones de vida de los españoles. Hace poco fueron las tarifas postales y telegráficas y ahora, desde el 1.º de Junio, es el «Metro» de Madrid, cuyos viajes pasan de 60 a 80 céntimos. Los Servicios de Estadística de los Sindicatos Falangistas de Barcelona acaban de declarar que el coste de vida para una familia obrera es (en el mes de marzo) de 135,66 con relación a agosto de 1956 tomando como base 100.

Y el Consejo nacional de Cámaras de Comercio señala el índice de coste de vida 1.366,8 tomando como base 100 el período 1922-1926. ¿Hace falta añadir que los salarios, tomando la misma base no pasan del índice 900? La carestía alcanza de tal manera a las clases medias y acomodadas que los síntomas de descontento se multiplican. Uno de ellos, muy significativo, es una carta del Presidente de la Audiencia Territorial de Valladolid, dirigida a un magistrado del Supremo y de la que han recibido copia todos los jueces haciéndose los comentarios que es de suponer. He aquí algunos de sus párrafos:

La miseria se cierne sobre los hogares, las mujeres se vuelven locas para estirar lo que de tanto dar de sí se rompe; hay familias que no tienen sirvienta (se refiere claro está a los miembros de la carrera judicial), que no ven la carne o el pescado, que tuvieron que suprimir colegios y matrículas de los hijos, que estos se alimentan deficientemente y que obligan al padre a buscar lo que la Justicia no les da, ya con excedencias y con abandono de la función para lograr asesorías, agencias, academias y otras correctas o que infringen incompatibilidades lo que no perciben por su carrera y precisan en forma apremiante...»



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Después de rechazar las «limosnas» de 1.000 o 2.000 pesetas mensuales de aumento, la carta termina insistiendo en que refleja el criterio de todos los magistrados y jueces y añade:

«Si algo gordo ocurre y la Ley Orgánica falla, de ellos será la culpa. Mi conciencia queda tranquila puesto que lo dije al Subsecretario y lo digo a todos cuantos quieran oírme.» Lo significativo de esta carta es que responde a un estado de ánimo de sectores profesionales que hasta hace poco vivieron relativamente bien y que nunca sintieron veleidades de pasar a la oposición.

Llamamientos a la opinión

Aunque diferente, guarda relación este fenómeno con la integración en la oposición activa de sectores católicos cada vez más importantes, no ya solo de las Hermandades Obreras sino de clases medias. El hecho de que el Frente de Liberación Popular, la Acción Democrática y Social y los Grupos Demócratas-Cristianos lancen unidos llamamientos a la opinión, llamamientos antifranquistas en un tono nada demagógico confirma esa impresión.

Será vano -dice el más extenso de sus llamamientos- que el Gobierno intente contrarrestar este ambiente de malestar alegando las consabidas maniobras internacionales y tratando de asustarnos a todos con la significación de determinadas exhortaciones políticas. Nadie es indiferente a ese malestar. Nadie podrá decir que la clase media tenga menos razones que la misma clase obrera para irritarse y protestar.»



La agitación entre los estudiantes que están probando la vitalidad de sus formas de organización antifranquista, el apoyo de otros Colegios de Abogados a la sugerencia de los de Madrid y Barcelona de celebrar un congreso nacional, los citados contactos de diversas organizaciones de la oposición y de las ya indicadas con el vigoroso movimiento de Democracia Cristiana de Cataluña (netamente antifranquista e izquierdista), el plante que hubo hace poco en un depósito de máquinas de la RENFE y el escándalo producido por los obreros que fueron a protestar a la lujosa Casa de los Sindicatos del Paseo del Prado, no son sino manifestaciones diversas de una misma situación. Entre los medios obreros se precisa el «slogan» del salario mínimo de 100 pts. con escala móvil.

Las verdaderas preocupaciones del gobierno

Sin embargo, las preocupaciones del Gobierno van por otro camino, y sería pueril afirmar que son estos síntomas de malestar lo que quita el sueño a los gobernantes. No. Esto creen todavía que se arregla con Guardia Civil. Tremendo error del que se darán cuenta demasiado tarde provocando, si no hay fuerzas con serenidad e influencia para impedirlo, desbordamientos de la cólera popular ajenos al deseo de la mayor parte de la oposición. No. El Gobierno se preocupa, como un padre de familia a fines de mes, de poner parches a su menguada Hacienda. El Informe del Banco de España ha sido implacable. En él se demuestra que el sector público se lleva el 23 por 100 de la renta nacional. Porque el truco está en que no basta con mirar el Presupuesto del Estado, ni tampoco los organismos autónomos, sino las Haciendas locales y provinciales que multiplican su presión tributaria. El citado Informe demuestra que la afirmación gubernamental de que la presión tributaria actual es menor que la de otras épocas es una mentira difícil de tragarse ni por los técnicos de la banca oficial.

He aquí los datos de los recursos nacionales que fueron a parar por los distintos procedimientos tributarios al sector público, durante 1957 y 1958.

19571958
1. Administración Central58.63656.294
2. Organismos autónomos14.07323.165
3. Org. oficiales de crédito4.2466.691
4. Administración provincial y municipal10.90913.737
____________
87.86499.887
(las cifras en miles de millones de pts.)

Se comprende que el Sr. Waugh, director del Export-Import haya dicho en Madrid que «su Banco estaría dispuesto a conceder más empréstitos a España, si ésta logra estabilizar su economía y mejorar su posición en el mercado internacional». A buen entendedor... Por cierto que también hizo alusión el Sr. Waugh a la conveniencia de que España participase en poner de acuerdo a los países del Mercado Común y los restantes de la OECE. Y tan bien lo han querido hacer los diplomáticos españoles que han estado a punto de indisponerse a la vez con Francia y con Inglaterra por excederse un poquito en aquello que llamaríamos «celestineo» económico.

Pero en los medios oficiales creen que todo se arreglará. Ahí está el ejemplo de Marruecos. Renace la cordialidad, cediendo un poco unos y otros. Ahora bien, esa cordialidad se fue al cuerno hace pocos días, cuando el Rey de Marruecos visitó el sur del país y llegó a la zona fronteriza de Ifni acompañado por todo el cuerpo diplomático. El embajador español «se puso enfermo» repentinamente y desapareció. ¡Y ya nos habían dicho que lo de Ifni estaba arreglado!

¿Todo se arreglará? Cuando las detenciones de universitarios se convierten en método habitual de gobernar, el Gobierno podrá tener policía, ejército y, hasta si se quiere, oro en sus arcas -que no es el caso-; pero el Porvenir ya no es suyo.

TELMO LORENZO

Madrid, 28 de Mayo de 1959.






ArribaAbajoEditorial

Crítica peligrosa


De algún tiempo a esta parte llegan a nosotros libros, folletos y artículos en los que se fustiga de una u otra manera, con guante blanco o mano dura la conducta, la actuación de la emigración -nos referimos a la emigración española, claro está-.

Lo que sorprende de ese movimiento, surgido hace poco, es que sale de las propias filas de los exilados. Que los recalcitrantes partidarios del régimen actual de España señalaran carencias no nos sorprendería, pero no es eso. Lejos de ser criticada la emigración en el interior, los grupos liberales de nueva formación la contemplan con ese respeto que nace frente a una experiencia madura, frente a un sufrimiento prolongado, frente a una conducta perseverante en la fidelidad de ideales sostenidos por doquier a través del tiempo y de las vicisitudes, y de allá llegan voces fraternas en demanda de labor conjunta en el futuro de España. Nosotros hemos oído decir a un grupo de jóvenes del interior: «No tenemos guías, el régimen ha abierto un abismo de silencio histórico y de oprobios resonantes. La emigración será nuestra levadura en la obra de la reconstrucción de España».

Eso por lo que respecta a grupos activos de jóvenes del interior. Por parte de los elementos gubernamentales del régimen actual de España, conocemos muy bien la serie de gestiones llevadas a cabo con todos los gobiernos de Francia -desde que España salió de su aislamiento con ayuda de las democracias- para obtener la expulsión de su territorio de todas las organizaciones y personalidades más destacadas de la emigración española. La emigración, esa masa humana que representa todavía más de trescientos mil hombres, es una de las constantes preocupaciones del régimen español, eso es sabido de todos.

Pues bien, del seno de los emigrados salen voces formulando reproches a la emigración: la carencia de estudios sobre los problemas españoles y su fracaso político.

Para tratar los problemas de España, para tratar un solo problema, hay que extraer sus raíces, en toda su profundidad. Los problemas de un país hay que conocerlos viviéndolos, observar sus causas y estudiar soluciones frente a ellos mismos.

¿Puede una emigración desterrada durante 20 años de su suelo conocer los problemas allá surgidos? ¿Pueden los exilados españoles dar soluciones a los problemas planteados en España en el transcurso de dos décadas? Quienes tales reproches hacen cierran voluntariamente los ojos a las circunstancias que rodean toda emigración, y más a una emigración de veinte años.

Es característica de las emigraciones conservar sus grupos, como salieron; conservar sus ideologías, como las profesaban, opuestas o coincidentes y conservar también sus antagonismos políticos. Así se han producido todas las emigraciones que entran en el concepto de tales. En Inglaterra las emigraciones radicadas allí a causa de la segunda guerra mundial, la francesa y la polaca, que fueron las que constituyeron el mayor grupo, continuaron sosteniendo sus posiciones, sus ideologías y sus pequeños antagonismos. La emigración rusa, consecuencia de aquella revolución, no puede contar por las condiciones en que fue barrido el régimen zarista y por las características del naciente; los rusos emigrados no acusaron el menor indicio de inquietud política ni de aglutinación, se limitaron a resolver su vida individualmente y fueron absorbidos por el país protector.

Pero la emigración española ha sido y sigue siendo un ejemplo de dignidad, de tenacidad, de laboriosidad y de tesón. A los veinte años de expatriación conserva sus grupos y éstos siguen fieles a sus ideologías. Su característica es ésta: la pasión política.

Soluciones nuevas no saldrán y no deben salir sino frente a problemas vivos y los problemas vivos están allí, en España. Hoy los planes de reforma de un país no pueden surgir en la sombra, sino frente a las necesidades reales, cotidianas. La emigración acierta al no formular soluciones a priori, sin ver, sin oír a esa realidad de 30 millones de españoles, de la que le separan 20 años de vida divergente.

Sobre el segundo de los reproches que hemos señalado, el fracaso político, queremos subrayar lo que hemos apuntado ya como característica de esta emigración: la pasión política. Esa pasión política, alimentada año tras año, es la que sostiene intactos a los distintos grupos, a los que no se les puede pedir sino cohesión, fidelidad al sentimiento patrio. Acaso es un exceso de pasión política lo que conduce a esos exilados a la crítica, a adoptar esa actitud contra esto y aquello, pero esas actuaciones no hacen sino despertar disidencias y recelos, y quizá alentar al adversario.

La pasión política sostiene una emigración, le impide disolverse y ella puede convertirse, llegado el día del retorno a la Patria, en sentido político frente a la realidad dura y exigente. El hombre que continúa su labor en un laboratorio, el profesor que sigue cada día exponiendo temas españoles a sus alumnos, el ingeniero que pone en marcha nuevas industrias en países libres y progresivos, el campesino que labra tierras ajenas, todos están en mejores condiciones de resolver los problemas de su país el día del retorno, que aquellos otros que pretenden formular en el vacío teorías políticas.

La crítica es buena cuando es creadora, arremetiendo contra instituciones y grupos para juegos políticos más puede dañar que beneficiar la propia causa.




ArribaResumen de noticias

Nuevas detenciones

En nuestro comunicado de prensa del 25 de mayo dimos cuenta de la nueva ola de detenciones en España en los medios universitarios. Ampliando aquellas informaciones señalamos:

Las detenciones se han realizado en las ciudades de Madrid, Barcelona, San Sebastián, Valencia y Salamanca. Se conocen los nombres de las personas detenidas más destacadas, entre ellas D. Mariano Rubio Jiménez, auxiliar de la Facultad de Ciencias económicas de Madrid, economista destacado y miembro del Consejo Económico Nacional de Sindicatos, su padre es coronel de la Policía Armada; se le acusa de mantener contactos con la oposición clandestina socialista.

D. Tomás Llorens, otro de los detenidos en Madrid, es estudiante de filosofía; César Cimadevilla, estudiante de Ingeniería; Agustín García del León, cursa sus estudios para el Cuerpo de Aduanas; Jacobo Cana y Emilio Sanz, ambos estudiantes de la Universidad de Madrid.

En Valencia han sido detenidos -según las noticias recibidas- ocho estudiantes, entre ellos la señorita Isabel Muñoz. En San Sebastián fueron detenidos el Dr. Luis Martín Santos, director del Sanatorio Psiquiátrico Provincial y D. Santiago Antón, profesor de Matemáticas. En Barcelona fueron detenidos un grupo de estudiantes -12 según una información, 10 según otra- algunos de los cuales están en libertad provisional.

Parece que el gobierno toma medidas de precaución ante la insistencia de los rumores de una huelga general pacífica y los distintos documentos, pasquines y octavillas que circulan por el país dando instrucciones para ese movimiento.


Más sobre las detenciones

BARCELONA, Ibérica: -La policía ha practicado numerosas detenciones entre obreros industriales de la provincia de Barcelona. Por otra parte sabemos que ha habido un plante de los obreros de la fábrica «Siemens» de Cornellá (de esta provincia de Barcelona) pidiendo aumento de salarios. Estos obreros cobran 280 pts. a la semana. La dirección de la empresa ha respondido suprimiendo las horas extraordinarias. La situación es tensa.

Sesenta obreros encarcelados

BARCELONA, 8 de junio, Ibérica: -Aquí las detenciones son más numerosas. Se habla de unos sesenta obreros detenidos en la Provincia de Barcelona y en la cuenca minera de Figols y Berga. En Barcelona capital, las detenciones han provocado una extraordinaria tensión política; entre los nombres de los detenidos que conocemos figuran: María Luisa Borrás, estudiante de filosofía; Elías Lozano, estudiante de Técnicos Industriales.

Helios Baliano, también estudiante, ha sido detenido y torturado delante de su propia madre. Los otros estudiantes han sido apaleados en los locales de la jefatura de Policía.

Protestas contra torturas

Varios sacerdotes han intercedido para que cesen las torturas, y, según noticias fidedignas, el propio Obispo-Arzobispo, Dr. Modrego, ha hecho una gestión en ese mismo sentido.

El teniente-alcalde D. Agustín de Semir y varios abogados más se han querellado contra la policía de Barcelona por los malos tratos infringidos a los estudiantes detenidos.


Llamamiento a la huelga

MADRID, Ibérica: -Continúan circulando hojas y pasquines sobre un llamamiento a la huelga general, que no se precisa. Hasta ahora se han atribuido esos documentos a grupos influenciados por los comunistas de manera directa. Sin embargo, el manifiesto del Comité de Coordinación Universitaria y los firmados por Acción Social y Democrática y por el partido Demócrata-Cristiano de Izquierda y Frente de Liberación Popular, hacen pensar que este intento tiene diversas fuentes de origen.

Estos dos últimos grupos dicen en otro manifiesto: «Pedimos a todos los españoles que dediquen un día completo -cuya fecha será fijada en breve- a manifestarse en una protesta civil y pacífica mediante los siguientes actos: abandono del trabajo en fábricas y oficinas; abandono del uso de transportes urbanos; cierre de los establecimientos; abstención de compras en los mercados; abstención de adquirir la prensa; solidaridad económica de resistencia de los patronos en favor de los obreros; concentración de los que son creyentes en sus parroquias para orar por la libertad y la paz de los españoles.

Con todo esto protestamos contra el mal gobierno y diremos al poder que exigimos la elevación del nivel de vida de las clases peor remuneradas, el adecentamiento de la administración, la amnistía general política, la devolución de las libertades y la participación popular en el gobierno de la nación».


Pasquines y octavillas

MADRID, 17 de mayo, Ibérica: -En los barrios populares de Madrid y en las proximidades de las fábricas aparecen pasquines y octavillas reclamando el salario mínimo vital de cien pesetas. Uno de ellos dice:

En todas las asambleas, plenos y reuniones sindicales, hemos demostrado con datos estadísticos oficiales, que el salario indispensable para poder vivir debe ser de 100 a 110 pesetas. ¿Por qué no ha discutido esta necesidad vital el Consejo Social en vez de hablar de «principios y de filosofía sindicalista»?




Otro manifiesto

BARCELONA, Ibérica: -El «Moviment Socialista de Catalunya» y la U.G.T., han publicado en Barcelona un manifiesto conjunto en el que explican el alcance de la huelga general de 24 horas y desmienten rotundamente que se trate de una maniobra comunista, como pretende el Gobierno.


Documentos de los estudiantes

MADRID, Ibérica: -El Comité de Coordinación Universitaria de Madrid, que agrupa a representantes de todas las tendencias de la oposición en el campo estudiantil, ha difundido profusamente un documento del que extraemos estos párrafos esenciales:

No es difícil advertir que estamos viviendo actualmente la desintegración de la Dictadura. Las contradicciones se agudizan y aceleran el proceso. Ni el silencio de la prensa oficial, ni los métodos represivos pueden ocultar la necesidad de un cambio político. El régimen se encuentra incapaz de resolver los grandes problemas que tiene planteados.

La situación económica es catastrófica. El Gobierno busca desesperadamente créditos en el extranjero para evitar la crisis. Sin embargo, los repetidos viajes de Ministros en busca de ayuda exterior han sido un completo fracaso. Amargamente se lamentaba el periódico Ya en su editorial del 16 de abril, de que nadie quiera concedernos créditos. El nivel de vida de nuestro país ha sufrido en estos veinte años un claro descenso. Mientras que el aumento de los salarios, en relación con el año 1936, ha sido de 4 a 5 veces, el de los precios ha sido de 12 a 16.

La Universidad refleja fielmente lo que sucede en el país. El encarecimiento de libros y matrículas y el número ridículo de becas impiden el acceso a la inmensa mayoría de la juventud. La falta de libertades que tanto pesa sobre la vida española tiene aquí una especial repercusión. Los estudiantes carecemos de organizaciones legales auténticamente representativas. Nuestra cultura se ha anquilosado. La ciencia no tiene posibilidades de desarrollo. Lo ocurrido con Duperier, prestigioso especialista de la radiación, es una triste muestra.



El documento termina afirmando la coincidencia de los universitarios con la idea de realizar una huelga en el plano nacional, y solicitando de todos los partidos y grupos de la oposición que lleguen a un entendimiento lo más pronto posible.


Otras publicaciones clandestinas

MADRID, Ibérica: -Entre las hojas clandestinas que circulan por aquí una de ellas está dedicada a la Guardia Civil, institución secular en España que se distingue por su fidelidad a los gobiernos constituidos en todo tiempo. En esa hoja leemos: «En vuestros hogares reina también la escasez y estáis obligados, como los obreros, a trabajar numerosas horas suplementarias para poder alimentar a vuestra familia. No os opongáis al pueblo!»

Otras hojas van dirigidas a las madres de familia exhortándolas a secundar la huelga que será fijada para un día.

Al parecer los medios gubernamentales tratan de contrarrestar esa ola de propaganda de invitación a la huelga. Una prueba de ello la encontramos en las declaraciones del Vice-presidente de Falange Sr. Jiménez Millas hechas el domingo 31 de mayo: «En España no puede haber ni rojos ni azules, sino simplemente españoles». Afirmó también que «la victoria del 1 de abril de 1939 había significado justamente la verdadera reconciliación nacional».


Publicación clandestina de abogados

Entresacamos los siguientes párrafos de una publicación clandestina de abogados:

Se ha hablado por varios grupos políticos de constituir un gobierno provisional, formado por representantes de todas las fuerzas de la oposición, para restablecer las libertades públicas y consultar al pueblo dentro de un plazo señalado al efecto. Algunos grupos han señalado como necesario dar un signo institucional definido -monárquico- a ese gobierno y exigir de las demás fuerzas políticas el compromiso de apoyar la forma de gobierno por ellos patrocinada»... Pero para que todos los grupos políticos tengan garantizada en el futuro su libertad de acción, es preciso que el gobierno provisional no implique sentimiento a cualquiera de esos grupos.

Por imperativo lógico llegamos a la conclusión de que dicho Gobierno no deberá tener signo institucional definido ni implicar más compromiso que el de respetar en su día la voluntad del país.




Se pide una inspección internacional en las cárceles franquistas

ROMA, Ibérica: -El periódico La Giustizia que aparece en esta capital, publica un extenso comunicado de la Asociación Italiana por la Libertad de la Cultura en el que dice: que «siente el deber de hacerse intérprete de la profunda emoción que la opinión pública italiana ha sentido en estos últimos tiempos ante el recrudecimiento de los métodos más odiosos de represión policiaca por parte del régimen dictatorial del general Franco».

Después de recordar el apoyo prestado a Franco por el fascismo italiano -«que ninguno de nosotros puede ni debe olvidar»- y de afirmar que «la dictadura española se ha revelado incapaz de asegurar la paz y el bienestar del noble pueblo español, privado de las libertades más elementales», el periódico hace historia de las detenciones efectuadas en estos últimos tiempos que -dice- «afecta a todas las regiones, a todas las clases sociales, a todas las corrientes políticas, a católicos como a protestantes» y recuerda que «contrariamente a las negativas de las autoridades franquistas, permanecen todavía en las prisiones españolas muchísimos detenidos políticos de la época de la guerra civil y de los años inmediatamente posteriores, aunque el carácter político de su condena está disimulado con vulgares trucos políticos».

El comunicado de La Giustizia termina con esta petición: «Las respuestas mentirosas de las autoridades franquistas a las protestas que se elevan de todos los países civilizados contra sus métodos inquisitoriales no nos engañan; nosotros pedimos una inspección internacional de las cárceles españolas y la más amplia amnistía para todos los condenados por su aversión a la dictadura».


Nuevo partido

MADRID, 17 de mayo, Ibérica: -Se acaba de constituir el Partido Demócrata-Cristiano de Izquierda, con representantes de la mayoría de las provincias españolas. El partido se propone orientar un movimiento cristiano, pero sin el menor equívoco de «colaboracionismo» y sin ninguna idea preconcebida sobre la forma de gobierno. Además, y según nuestras noticias, está dispuesto a establecer relaciones con otros grupos democráticos de la oposición. Es también finalidad del nuevo partido presentar ante la Santa Sede la significación de las corrientes católicas democráticas de España frente a las que sólo piensan en colaborar con los poderosos para disfrutar de todo lo terrenal con el pretexto de la religión.

Se dice que el nuevo partido tiene por jefe al Sr. Giménez Fernández, catedrático de Derecho Canónico de la Universidad de Sevilla.


Más sobre Montserrat

BARCELONA, 1 de junio, Ibérica: -Lo del Retiro de Estudios de Montserrat ha traído cola. En realidad fue el Arzobispo-Obispo Dr. Modrego quien lo prohibió. Ottaviani se limitó a recordar las normas anacrónicas y antiliberales que la Congregación del Santo Oficio dictó en 1949 para el trato con no católicos. Todos estaban combinados. Para comprometer al Abad de Montserrat hicieron decir a la prensa que era él quien había organizado el «Retiro», lo que no era cierto. Pero el Abad Escarré no se ha dejado ganar la partida; como tenía cartas del Nuncio aprobando toda su actuación ha amenazado con que las cosas irían más lejos si la agencia oficial Efe, autora de las afirmaciones calumniosas, no rectificaba. La citada agencia ha tenido que publicar la nota del P. Escarré donde por dos veces se califica de falsas las afirmaciones de la oficiosa agencia. La nota dice, además, que han ocasionado «desorientación y escándalo entre los fieles».


Maestros que no pueden vivir

En una reunión de las Cortes el representante Sr. Romojaro ha declarado que los sueldos de los maestros son miserables, pues algunos de ellos cobran menos de 35 ptas. diarias, dándose el caso de que los pueblos a los que están afectos no pueden alojarlos por ese precio. Por esta razón gran número de ellos abandonan las escuelas, de tal manera que en un año han pasado de 3.000 los maestros que han pedido la excedencia.

El Sr. Romojaro recogió la información publicada por la prensa denunciando que sólo en la provincia de Guadalajara hay 70 escuelas que están cerradas por falta de maestros. A esas escuelas corresponde una población de 3.000 niños.


Petición de amnistía general

Reproducimos esta petición de amnistía general para todos los delitos políticos en España que nos llega al instante.

Intelectuales de Francia, Inglaterra, Bélgica, Suecia, Argentina y Venezuela han sido invitados a sumarse a esta petición.

Con esta misma finalidad se inician gestiones en este país.

Excmo. Sr. Ministro de Justicia:

Los abajo firmantes nos dirigimos a V.E. para exponer nuestro parecer acerca de una cuestión que consideramos trascendental.

Los españoles tenemos planteado aún el problema de nuestra convivencia. Todavía no están firmemente establecidas las bases que permitan la participación de todos en la vida española. Quedan -como señalaba Ecclesia en su editorial del 4 de Abril- grietas del alma nacional aún por cicatrizar. Una de las más profundas es la que constituyen esos miles de compatriotas que, por encontrarse en las cárceles o en el exilio, se hallan imposibilitados de colaborar con nosotros en las tareas que exige la vida de nuestro país.

Sin embargo, creemos que nada justifica ya este hecho doloroso. Ha llegado el tiempo de que las últimas heridas sean restañadas. Los obstáculos que impiden la reconciliación de los españoles deben ser eliminados. Nosotros pensamos que un paso muy necesario y eficaz en este camino sería la amnistía general para todos los presos políticos y exilados.

Por ello pedimos a V.E. tenga a bien transmitir nuestra aspiración al Consejo de Ministros a fin de obtener una amnistía que permita la plena incorporación a la vida nacional de todos los españoles.

No dudamos que V.E. sabrá comprender los sentimientos que nos animan y que nuestra aspiración será atendida.

Firmas al pie del primer pliego:

  • Ramón Menéndez Pidal
  • Alfonso de la Peña
  • Vicente Aleixandre
  • Julio Casares
  • Padre Félix García
  • Valentín Andrés Álvarez
  • Padre Federico Sopeña
  • Ramón Pérez de Ayala
  • Edgar Neville
  • Pedro Laín Entralgo
  • Rodrigo Uría
  • Camilo José Cela
  • Gabriel Celaya
  • Gregorio Marañón
  • Dámaso Alonso
  • Teófilo Hernando
  • Vicente García de Diego
  • Santiago Montero Díaz
  • José Luis Cano
  • Joaquín Calvo Sotelo
  • Sebastián Miranda
  • José Luis Aranguren
  • Gonzalo R. Lafora
  • Plácido Duarte
  • Luis Felipe Vivanco
  • Dionisio Ridruejo

Siguen otras firmas en pliegos sucesivos.


Informe de la cámara de comercio americana

La Cámara de Comercio Americana en España ha publicado un informe en el que se estudia la evolución del sistema monetario español y las posibilidades de la vuelta de la convertibilidad de la peseta. Seis puntos establece el informe con esta finalidad:

1 -Necesidad absoluta de establecer la peseta al nivel de los precios y al nivel monetario real.

2 -Constituir una reserva de divisas asegurando primeramente 50% del producto de las exportaciones para llegar progresivamente a la totalidad.

3 -Una vez logrados estos objetivos, aumento de la producción y del comercio exterior con una mayor libertad comercial y supresión de los controles.

4 -Constituir una reserva de 300 a 500 millones de dólares a fin de garantizar el saldo negativo que pudiera resultar de la balanza de pagos exteriores.

5 -La ayuda de los Estados Unidos debiera continuar durante algunos años hasta llegar al equilibrio.

6 -España debería entrar en el Acuerdo Monetario Europeo y adherirse a las organizaciones europeas a fin de beneficiar de la reducción de las tarifas aduaneras y de la compensación de las balanzas comerciales.


De paso por los E.U.

Dos personalidades republicanas han pasado por New York, D. Félix Cordón Ordás, presidente del Gobierno Republicano español en el exilio, y el general D. Emilio Herrera, autoridad internacional en estudios termonucleares y ministro en el gabinete del Sr. Gordón Ordás.

Ambas personalidades han sido objeto de entusiasta recibimiento en todos los países de Hispanoamérica que han visitado y de cordial acogida por parte de destacadas personalidades de los Estados Unidos. El barómetro internacional, sensible a los movimientos de las dictaduras, registra cambios en ciertas zonas atmosféricas.


Información de Portugal

Lo que la princesa no verá

Reproducimos de la revista inglesa New Statesman, del 6 de este mes, la siguiente información de Lisboa:

Un corresponsal nos escribe: El dictador Salazar está explotando al máximo las posibilidades de propaganda de la actual Feria del Comercio Británico en Lisboa, la que lleva en su programa una visita de la princesa Margaret y una revista militar de las fuerzas británicas.

Un contingente de 410 oficiales británicos llegó el 27 de mayo y al día siguiente llegaron portaaviones, tres destroyers y una fragata y varias unidades de la RAF (Fuerzas Reales Aéreas). El mismo día 20.000 soldados del ejército d e Salazar -equipados con tanques Patton de 70 toneladas, suministrados por la NATO- atravesaron la ciudad mientras que se oían salvas de fusilería, todo ello para celebrar el 33 aniversario de la «Revolución Nacional» fascista. El miércoles próximo los aviones de RAF harán una demostración aérea, mientras que los militares del partido de Salazar saldrán en cabalgata en todas las ciudades más importantes de Portugal.

La prensa del régimen ha llamado la atención sobre estas «coincidencias» que muestran, según ellos, la confianza británica en Portugal. En los círculos oficiales reina gran júbilo ante la perspectiva de que la princesa Margaret aparecerá en público al lado de los altos mandos fascistas. Pero, en el fondo, el dictador está irritado. A pesar de una campaña diplomática que ha durado tres meses, y de gastar bastante dinero, no ha conseguido convencer a ninguna de las repúblicas de América del Sur para que le entreguen sus adversarios políticos que se habían refugiado en sus embajadas.

Delgado está seguro en el Brasil, el capitán Galvao ha obtenido un salvoconducto para la Argentina, el comandante Calafate para Venezuela y el Dr. Abreu para Cuba. En Lisboa estos incidentes se han considerado como fracasos diplomáticos del régimen y una indicación de que la oposición puede contar ahora con un creciente apoyo material de América Latina en el caso de un golpe.

Salazar es consciente de los peligros de su posición. El 23 de mayo ha dicho en una reunión de jefes de los distintos partidos -muy nervioso por cierto-: «¡Calma, calma! ¡La tempestad pasará!» prometiendo a los reunidos que convencería a la oposición de la esterilidad de la agitación política y de los peligros que ella envuelve. Hasta cierto punto ya ha cumplido su amenaza. En marzo y abril los detenidos eran cerca de 150, incluyendo 8 oficiales, 16 economistas, 7 sacerdotes, el presidente de la Juventud Católica Obrera, 15 oficiales de la National Shipping Co., 8 empleados de un almacén importante de Lisboa y muchos obreros industriales y agrícolas.

Las principales cárceles políticas, como Peniche, Caxias, Penitenciaria de Lisboa, Aljubes, Oporto y Limoeiro, están rebosantes, a pesar de que muchos presos han sido puestos en libertad después de ser bárbaramente castigados, apaleados y torturados.

(Sigue una relación detallada de las torturas y castigos inflingidos)



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