La muerte de Don Rufino J. Cuervo

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  en Biblioteca Virtual del Banco de la República

Registro bibliográfico

• Título: La muerte de Don Rufino J. Cuervo
• Autor: Anónimo
• Publicación original: Bogotá: El gráfico, 1911
• Descripción física: PDF
• Notas de reproducción original: Digitalización realizada por la Biblioteca Virtual del Banco de la República (Colombia)
• Notas:
  • Colombia
  • Resumen: Reseña sobre la muerte de Rufino José Cuervo, breve información sobre su vida y carta enviada Don Diego Mendoza, donde le agradece el envío de un libro sobre Caldas.
  • Resumen: \j\~ ba muerte de Don Rufino 3. C!ueruo Ha muerto en Paris don Rufino T. Cuel vo. gloria de nuestra patria y personaJe que se hizo ante el mundo un representativo de la sabiduria y de la bondad. FI fa ll ecimiento de Cuervo e~ motiv() de especial y hondisima pesadumbre para tac10s los pal"es de ha­bla castellana. Deja sus obras. '01110 un monumen to, expuestas ala admiracion d e los hombres . Conocedor y amante. acaso el . prime ro. de laestructur'lJ armo­n( a intinlas del Hitoma que es uno de ll)s Il as g ra n­des org ullos de nu es tra raza. dedico In mayor parte de su vida a es tucli a rlo y enalteeerio. Y>!nos y muy preciosos EOIl los libros del insig ne c()loml>iano,:per<> la mayor y m ~s a$Ombrosa de sus obms es el UlCCLO­nario de R eg fm enes de la L engua Ca'-teJia na. pli es ella rep resenta lin esfu e rzo g igantesc() de vobntad, de amor :i la raza y de labori , )~ id ad cientilica. Esa ohra se puede decir que absorh io la vida d~ c"' lIervo; dejarla conc luicl a era su ,nas cara ilu sio !\; desgr,l(" la­d~ m e nte no Ie flle d ado rcallzarla. Deja tambiell llna fortuna conside rable y ha ins­titufdo como su heredcro de el la al pals por cuyo bien lucho en los campos de la il\dust ria y de la ciencia. En el prologo que anrecede a ia [ 'irla de su padre. re firio Cuervo el origen de tal fo rtuna, y un dlano hogotano ha sido el primero en llamar hoy la. aten­cion hacia ese recue rdo. «Cavai>an DOll Rulino J. Cuervo y su herma no [Jo n .\ ngel en un <"uarto de la casa paterna para buscar un tesoro que alii debfa e~ta r enterrado, cuando de improviso se presento el pad re de ellos y les dijo con amable solemnidad: «hijos mios, este hoyo se va a cegar inmed iatamen te. 0 stedes no deben buscar mas tesoro que su propio trabajo.» Y anaden los hermano'; Cuervos q ue, obligados a luchar seriamente para buscar la vida. establecieron en la casa una fabrida de cervela cuyos a lm acenes vinieron a qlledar precisamente en el cuarto donde habian cavado aquel hoyo. Esa fabrica fue para ellos el origen de su fortun a. Cuervo ha muerto no solo como un sabio sino tam­bien como un fila ntroro. La lectura de su t e~ta m e n­to es para nosotros algo conmoved or. En no rnbre su­yo y en el de su querido hermano, e uyo rec uerdo no 10 abandono hasta la hora de su mue rt e . hace d ona­cion de sus hienes al Hospita l de Caridad. al H ospi- EI jardin de 3enny Cosas de ell os . _ . _ Mientras s,; vive pollticamen te e ncharcado, y ::\I arruecos es un fangal, unos pOdas y ueos art istas record a ron <lyer que era el a niversari() de la fiesta fl orida de (da obrera Jenny» y Clue haufa que ~epartir flores para q ue puedan las obreras poner tiestos en sus balcones. L1evaron una carreta de pell ­samientos, rosales y nl argar itas, y ya al empelar la distribucion se llenc'> rie aromas el barrio de Sain t- :'I[e­dard. L as obreras bajaban precipitadamente de SllS g uardardillas . recorr fan . saltando. el espacio (jlle la~ separaba de la carreta ftolld~. alarganclo los lHazo:, avidos de flore~, y en la prOXlIlla pnmavera habra guirn aldas en Ins antepcchos de las gllardillas. y ties­tos en las ventanas pobres. ·Donde no habra un ramo. que parezla sfmho~o de se~till1entalismo, en este pueblo? I-:n e~te tiempo. ex­cepcionalmente florido . hay ramitos e,l casi toclos los senDs \. en casi todos los talles. en salones y en to­cadores. eOn el arroyo. en los cementerios, sobre todo. En esta estaci6n no hay viaje ra que baje del tren cio de Bogota, a la. Biblioteca Nacion~l para 1:: cua destina sus manuscntos, hbros, etc., y ala Mumclpa­lidad de Bogota con el encargo de que anualmente destine d prod u cid~ a~1ual de ese leg~do para fa 0- recer en cada ocaslOn a un obrero tlpografo q ue ha­ya nacido en esta ciudad, se distinga por Sll honradez profes io nal, sea pobre y observe cO~lducta eJemplar como n lbeza dp familla. Este cannoso rasgo del extinto pa ra con aquellos modes tos, c olab?rariores en las ta reas de la palabra escnl a. sera 1110lvldabl e. Sabese que a manera de pausa para descansar de l trahaj() a que cO ~1sagraba . su v!cla, Don Rufino Cuero vo leia con e l mas VIVO l11teres cuanto se r elaclOna­ra con su pillS; Y s iempre te nia una frase de cordlal parabien. una ex presion efu siva para lllal1lfes tarse agra d ecidn con aq uellos trab aJadores ll1tel:ctl1ales q lle se daban a esc rlbir a lgo sobre hl stona 0 htera­tura en nu estra li e rra. Casualmente haHamos a mana y por e~o ia publ icamo:" ur a ca rta que en 19';9 rliri­ain Cuervo al doctor Diego Mendoza. Dlce as! : ~Sei10 r llll , Y a migo 11luy es timado: Al volver a es ta su Cnsa de listed desiJues de algunas seman as de a u. encia, e ncontre la a ll1 a ble Carta de usted y poco desp ues me llego el libro que tuvo usted la tineza de en viarme. Aunque co ntraje achaq ues que no lleva­b a y he quedad() b ien quebrantado, no bien recibf aque!. Ie abrf a nsiosamente , y 10 he recorndo todo. Jeyenclo la may or parte, . asi del texto d.e listed C0 l110 de los escritos de iut ls y de nuestro In comparable Caldas. Osted ha prestado a nuestras let ras y nues ­t ra hi storia eminen tlsimo sen ·ic io. que en caJ.idad de colombiano y de amante de es tos e<; tudios agradezco a ll stecl cordi alm en te. En realidad no he hecho si no a brir el apetito para leer la obra con el detenimiento que debo; pues sa­bra usted que e n mi casa el culto de Caldas ha raya­d o en ad oracio n· en mi bi bJioteca tengo el retrato que de e l hizo litografiar mi padre en 1834 0 J835, con lin b re\·e elogio. retrato que es exactamente ig ual al del libro,salvo la posici6n inve: sa. Estc:. pues, es nuevo vinculo Itterano que afian z~ la benevola a mistad con ql1e usted me fa vorece, ya la cua l me sera siem pre gratfsimo corresponder con las mas sinceras prendas de seguro servirlor y paisa­no afectisimo. R . J. Cuer vo.» ;;in entrar un ramito en Paris. La red de puentes del Sen a esta c ru zada por multitud de carros llenos de flores; y apri sionadas en macetereros y ramos osten ­tan sus colo res y esparcen sus perfumes. En las calles contiguas a las estac iones ferroviarias se ven innume­rabIes «bouqu e ts,» alineados simetricamellte, y el rIO arrastra hojas, c1esprendidas de plantas, al serpentear cl por los al rededores parisienses, que son b osques y folJajes. Cierto. Venccia tiene sus palomas; Londres, sus c<lfdos ra nJ ajes de Rich mond; Sevilla. claveles en las cabezas femenin as, por 10 que pudo esrribir Barres - ; y 10 han copiado tantos :- que Sevilla huele a las cabel~era~ de sus mujeres . Pero Paris es otra cosa . ___ P a rfs es otra poesla. __ Su culto a la~ fl ores no tiene igual en el mundo, como tamp'lco 10 tiene su tanura en ofrendar el primero y el ltllimo ramito. , . . EI (j ue se ofrece , entre besos. ala pnmera novla; el que se lJeva, entre lagrimas, a la postrera ilu sion muerta . Luis J3ona/oux Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
  • Resumen: Homenaje postumo; Reseñas; Crítica e interpretación
  • Dominio público
• Forma/género: texto
• Idioma: español
• Institución origen: Biblioteca Virtual del Banco de la República
• Encabezamiento de materia:
  • Generalidades; Generalidades / Colecciones generales; Literatura y retórica; Literatura y retórica / Literaturas española y portuguesa