- I
-
A cuatro hermanas
La villana avaricia, el insaciable | |||
amor del mando y del poder supremo | |||
las bajas tierras oprimido habían; | |||
abrumados gemían | |||
los hombres bajo el cetro intolerable, | 5 | ||
y del dolor en el violento extremo | |||
los dioses invocaban, | |||
que sordos a sus ruegos se mostraban. | |||
Amor, tú consolaste | |||
la humanidad; tú su deshecho llanto | 10 | ||
piadoso le enjugaste, | |||
trocando en alegría su quebranto. | |||
Tú las cuatro Beldades | |||
formaste a hermosear mi patrio suelo; | |||
la belleza les diste de deidades | 15 | ||
moradoras del Cielo. | |||
Por ellas ha tornado, | |||
por ellas el placer al mundo; humean | |||
por ellas los altares, | |||
do sacrifica el pueblo enamorado | 20 | ||
en el templo de Amor, y de cantares | |||
amantes la armonía | |||
hinche el templo de dulce melodía. | |||
¿El poder, la riqueza, | |||
qué valen comparados | 25 | ||
con el placer que ofrece la belleza? | |||
Que los mortales son más desdichados | |||
cuanto más de natura desviados. | |||
Apolo: si otro tiempo penetrante | |||
flecha de amor te hirió, si la inhumana | 30 | ||
Dafne adoraste en vano, si en pos de ella | |||
montes y valles recorriste amante, | |||
en vano reprehendiéndote Diana, | |||
templa para cantar ninfa más bella | |||
la cítara dorada, | 35 | ||
derrama en mis cantares tal dulzura, | |||
que la suprema gracia y la hermosura | |||
sea en ellos dignamente celebrada. | |||
Canta tú los sencillos | |||
juguetes, los placeres inocentes | 40 | ||
que a la bella Francisca la ocupaban | |||
en su primera edad. Mil amorcillos | |||
ya entonces preparaban | |||
el sonante carcaj y flecha ardiente. | |||
¡Oh tiempo! ¿Dónde por mi mal te has ido101? | 45 | ||
Dulce satisfacción de la inocencia, | |||
¡ay! cuán más deliciosa que el mentido | |||
placer del mundo y que la falsa ciencia! | |||
Canta de Madalena la belleza; | |||
las gracias de la hermosa Catalina, | 50 | ||
de Alcinda la viveza, | |||
el sabroso reír, la habla divina, | |||
y su mirar que el pecho de diamante | |||
torna de blanda cera en un instante. | |||
Diosa de los amores, | 55 | ||
¡oh Venus! si ser quieres festejada | |||
del bando de amadores, | |||
pon aquí tu morada, | |||
aquí do está aguzando eternamente | |||
Amor sangriento la saeta ardiente. | 60 | ||
Y yo desesperado | |||
de pintar tal belleza | |||
doy fin al tosco canto, | |||
que nunca fue a mi humilde Musa dado | |||
elevarse a la alteza | 65 | ||
que pide Apolo para empeño tanto. |
- I
-
Dase Dios por manjar a su escogido | |||
pueblo en la pascual cena misteriosa; | |||
Cristo es comida y mesa deliciosa | |||
del hombre de amor tanto confundido. | |||
Jesús asiste en gloria y prez ceñido | 5 | ||
eternamente con su amada Esposa; | |||
¡de amor omnipotente portentosa | |||
hazaña! En tierra mora, al Cielo es ido. | |||
Tú que por diosa adora el alma mía, | |||
bellísima Amarilis, a ti es dado | 10 | ||
hacer tan gran milagro nuevamente. | |||
Cristo se ha dado a sí en la Eucaristía: | |||
¡ay! tú date a mi pecho enamorado, | |||
y vivirás en él eternamente. |
- II
-
El sueño engañoso
Al tiempo que los hombres y animales | |||
en hondo sueño yacen sepultados, | |||
soñé ante mí los pueblos ver postrados103 | |||
alzarme104 rey de todos los mortales. | |||
Rendí el cetro a las plantas celestiales | 5 | ||
de Alcinda, y mis suspiros inflamados | |||
benignamente fueron escuchados; | |||
me envidiaron los dioses inmortales. | |||
Huyó lejos el sueño, mas no huyeron | |||
las memorias con él de mi ventura, | 10 | ||
la triste imagen de mi bien fingido. | |||
El mando y el poder desparecieron. | |||
¡Oh de un desventurado suerte dura! | |||
Amor quedó, mas lo demás es ido. |
- I
-
Mortal, débil mortal, tal es tu suerte; | |||
los placeres más dulces nos fastidian; | |||
Venus, la diosa Venus, que hermosea | |||
la tierra que vivimos, y las flores | |||
a manos llenas sobre el hombre esparce; | 5 | ||
Venus, sagrada diosa, sus delicias | |||
niega al mortal profano y corrompido, | |||
que en un serrallo obscuro impenetrable | |||
de eunucos y de esclavos rodeado | |||
del dulce amor ignora los delirios. | 10 | ||
¡Cuántas veces, amigo, cuántas veces | |||
de amor en los placeres anegado | |||
en ardientes suspiros el sensible, | |||
el inflamado corazón se exhala | |||
en brazos de mi Doris! ¡Cuántas veces | 15 | ||
sus lágrimas mis besos enjugaron! | |||
Y cuando Amor nos dio su dulce néctar... | |||
nuestros sentidos todos embriagados | |||
en deleites divinos, nuestra alma | |||
gustó la dicha y el placer supremo. | 20 |
- II
-
Así cuando el alcázar del Olimpo, | |||
el soberbio Mimante y los Titanes, | |||
hórridos hijos de la dura tierra, | |||
escalar intentaron, y de Atlante | |||
el grave Pelïón agobió el hombro; | 5 | ||
cuando cien lanzas blandeó Briareo, | |||
de Encélado la mano poderosa, | |||
arranca sierras y montañas lanza | |||
contra el sagrado cielo, y ni el tremendo | |||
rayo que Jove por los aires vibra | 10 | ||
no le amedrenta, ni el feroz bramido | |||
del Noto por Eolo desatado, | |||
ni las olas que heridas del tridente | |||
de Neptuno las tierras anegaban; | |||
no el reluciente casco de Mavorte, | 15 | ||
no le asustan de Apolo las saetas; | |||
de Apolo que a la sierpe en otro tiempo | |||
traspasó el cuerpo duro con mil flechas, | |||
y en angustia rabiosa exhaló el alma | |||
en negra podre y en veneno envuelta. | 20 | ||
Tres veces tiembla la morada augusta | |||
de las deidades: Venus y las Gracias | |||
a lo último del cielo huyen medrosas; | |||
las otras diosas siguen: los amores | |||
se acogen a sus brazos, o en sus senos | 25 | ||
se esconden, temerosos del peligro. |
La coronación se acerca | |||
y mi pobre Musa helada | |||
no pica de profetisa, | |||
ni al rey vaticina hazañas. | |||
En vano el frío Iriarte | 5 | ||
sus insulsas coplas grazna, | |||
y en lenguaje de Gaceta | |||
a Carlos y Luisa canta. | |||
¿Qué me importa que Forner | |||
alce su tremenda vara, | 10 | ||
y en duros y malos versos | |||
haga por elogios sátiras? | |||
¿Que el escritor cinco letras | |||
acatamiento le haga, | |||
qué a mí? ¿Fui yo por ventura | 15 | ||
el autor de la Riada? | |||
Por más que el necio106 Berilo | |||
las ninfas de Salamanca | |||
las atruene con sus cantos107 | |||
sin armonía ni gracia, | 20 | ||
mi Musa en profundo sueño | |||
y en vil ocio sepultada | |||
a Moratín y a Batilo | |||
no envidia lauro y guirnaldas. |
- I
-
Ayer en una fonda disputaban | |||
de la chusma que dramas escribía, | |||
cuál entre todos el peor sería; | |||
unos Moncín, Comella otros gritaban. | |||
El más malo de todos, uno dijo, | 5 | ||
es Volter traducido por Urquijo. |
- II
-
Sobre la crítica de esta
traducción por un italiano
¡Sagacidad de crítico estupenda! | |||
El que la impugnación de Urquijo lea | |||
de su obra formará cabal idea | |||
aunque una letra de español no entienda. | |||
Basta saber que escribe en castellano | 5 | ||
como su impugnador en italiano. |
- I
-
En la profesión de una monja
Desciende del alto Cielo, | |||
devoción alma; mi lengua | |||
mueve porque cante digna | |||
del muy alto la grandeza; | |||
del gran Dios que los espacios | 5 | ||
tenebrosos de la inmensa | |||
extensión sembró de soles, | |||
y del caos la noche eterna | |||
llenó de luciente día, | |||
y no del hombre desdeña | 10 | ||
la virtud, que al justo ofrece | |||
inefable recompensa; | |||
cuando de Dios en el seno, | |||
disipadas las tinieblas | |||
mortales, absorto admire | 15 | ||
de los seres la cadena; | |||
el orden, las inefables | |||
leyes, con que los planetas | |||
rechazados y atraídos | |||
corren órbitas inmensas. | 20 | ||
¡Oh cuán bienaventurada | |||
la que huyendo las riquezas, | |||
y deleites mundanales, | |||
que nunca el corazón llenan, | |||
Dios, el hombre y la natura | 25 | ||
lejos del mundo contempla, | |||
del fanatismo enemiga, | |||
y de la impía licencia! | |||
No víctima del capricho | |||
paternal llora en la celda | 30 | ||
su amarga soledad triste, | |||
su forzada continencia. | |||
Mas al Eterno elevando | |||
manos limpias de impureza, | |||
de sus loores el incienso | 35 | ||
grato al Altísimo llega. | |||
¿Por qué la tajante espada | |||
de Temis no se ensangrienta | |||
contra el padre, que tirano | |||
de sus hijas las condena | 40 | ||
a una reclusión forzada, | |||
do entre lamentos y penas | |||
inmortales le maldicen, | |||
y detestan la existencia? | |||
¿Y Tú, eterno Dios, tus rayos | 45 | ||
para cuándo los reservas, | |||
si tu religión sagrada | |||
es velo de la violencia? | |||
No así tú, que despreciando | |||
los halagos, la terneza | 50 | ||
materna, a Dios te consagras, | |||
en manos de Dios te entregas. | |||
Guarda atenta su ley santa; | |||
la superstición destierra, | |||
que torna en mezquina y baja | 55 | ||
de Dios la sublime idea. | |||
Ama a los hombres; el claustro | |||
no de esta ley te dispensa, | |||
la más antigua y más santa | |||
que dictó naturaleza; | 60 | ||
con paciencia los defectos | |||
de tus hermanas tolera; | |||
la intolerancia aborrece | |||
Dios más que nada en la tierra. | |||
¡Oh Dios de misericordia!109 | 65 | ||
Derramadla a manos llenas | |||
sobre la que se consagra | |||
por virgen y esposa vuestra. |
- II
-
El amor desdichado
Del Océano irritado | |||
en las arenosas playas | |||
que con Bayona confinan | |||
un infeliz paseaba. | |||
Desatados Euro y Noto | 5 | ||
hasta los cielos levantan | |||
las olas del mar airado, | |||
y la deshecha borrasca | |||
al mísero marinero | |||
naufragio y muerte amenaza. | 10 | ||
Lejos el llanto se escucha | |||
de una hermosa que, abrazada | |||
de su amante, al sordo cielo | |||
¡ay! en balde piedad clama. | |||
Luchando van con los vientos | 15 | ||
en una delgada tabla, | |||
cuando un fiero torbellino | |||
los sepulta entre las aguas. | |||
El Aquilón poderoso | |||
los altos fresnos arranca; | 20 | ||
uno y otro polo truena, | |||
y las vecinas montañas | |||
por las lóbregas cavernas | |||
el eco horrendo dilatan. | |||
Un corderillo azorado | 25 | ||
dolientes balidos lanza; | |||
por hallar su madre anhela, | |||
y un lobo hambriento le asalta. | |||
Horror y duelos respira | |||
Naturaleza enlutada; | 30 | ||
el pastor en ayes tristes | |||
así sus penas lloraba: | |||
«Desdenes, amor y celos | |||
mi corazón despedazan; | |||
mi llanto mueve las fieras | 35 | ||
¡y tu pecho no apïada! | |||
¡Oh! plega al Amor un día | |||
que tu condición tirana | |||
rendida a un joven altivo | |||
ruegue sin ser escuchada. | 40 | ||
Sumido en amargo lloro | |||
la Aurora ¡ay triste! me halla; | |||
tiende su manto la noche, | |||
y mi dolor no se calma. | |||
Anoche en ajenos brazos | 45 | ||
vi tu imagen adorada | |||
en sueños. ¡Cielos! la muerte | |||
antes que tan crudas ansias. | |||
¿Por qué hicisteis mi enemiga | |||
tan bella y tan inhumana? | 50 | ||
Róbale, Amor, su hermosura, | |||
o su crudo pecho ablanda. | |||
Divino Amor, si mi vida | |||
en su aurora consagrada | |||
fue a ti, si mis dulces versos | 55 | ||
tal vez en lágrimas bañan | |||
los sensibles corazones; | |||
¡ay! amansa de una ingrata | |||
la empedernida crueza, | |||
y mi dolor crudo aplaca». | 60 | ||
De la insensible Dorisa | |||
así un pastor se quejaba, | |||
y las compasivas Ninfas | |||
lamentan sus tristes ansias; | |||
mas de la ingrata pastora | 65 | ||
jamás el desdén se ablanda. |
Primeras
A una dama
- I
-
Enone a Paris
(Traducción de Ovidio)
¡Ah! si tu nuevo dueño te consiente | |||
las cláusulas leer de ajena mano, | |||
lee las querellas de mi amor ardiente. | |||
Tus mortales ofensas, inhumano, | |||
Enone en estas selvas celebrada, | 5 | ||
tuya, si tú lo sufres, llora en vano. | |||
¿Qué deidad con nosotros enojada | |||
se opone a nuestro amor? Para perderte | |||
¿en qué, mísera, pude ser culpada? | |||
¡Ay! culpada sufrir mi cruda suerte | 10 | ||
mejor supiera; un pecho delincuente | |||
firme resiste a su dolor y fuerte. | |||
Tu nombre, ilustre agora y eminente, | |||
escuro fue cuando te dio la mano | |||
Enone, hija del claro Simoente. | 15 | ||
Paris, agora príncipe troyano, | |||
esclavo era; yo ninfa; a hacer mi esposo | |||
de un siervo me forzó el amor tirano. | |||
Al abrigo de un álamo frondoso, | |||
tendidos sobre el muelle y verde lecho, | 20 | ||
el ganado nos vio tomar reposo. | |||
Tal vez cubiertos del pajizo techo, | |||
de la inclemente nieve defendidos, | |||
yacimos juntos ¡ay! en lazo estrecho. | |||
¿Quién te indicó las peñas do escondidos | 25 | ||
sus cachorros dejar suele la fiera, | |||
do se acogen los corzos perseguidos? | |||
De tus afanes grata compañera, | |||
yo las redes manchadas ya tendía, | |||
los perros ya animaba en la carrera. | 30 | ||
El plátano frondoso, la haya umbría | |||
muestran en sus cortezas estampado | |||
mi nombre, que tu amor grabara un día. | |||
Y crece con el árbol levantado | |||
el celebrado nombre; el amor mío | 35 | ||
¡oh! con él sea a las nubes elevado. | |||
Está plantado un álamo sombrío, | |||
a do escribieras tú tu ardor amante, | |||
a las frescas orillas de este río. | |||
¡Oh! vive eterno tú, do el inconstante | 40 | ||
grabó este verso en tu corteza dura, | |||
jurando por los dioses ser constante. | |||
«Antes corriendo contra su natura | |||
de Xanto la onda tornará a sus fuentes, | |||
que vivir pueda yo sin tu hermosura». | 45 | ||
Tornad donde nacisteis, ¡oh corrientes | |||
de Xanto! presurosas; apagados | |||
yacen fuegos un tiempo tan ardientes. | |||
Infaustos a mi amor ¡ay! son los hados: | |||
desde el aciago día que la diosa | 50 | ||
Juno y Palas guerrera, desechados | |||
los decentes arreos, y la hermosa | |||
Venus desnuda su árbitro te hicieron, | |||
a calmar comenzó tu ansia amorosa. | |||
Mis miembros de temor se entorpecieron, | 55 | ||
y corrió por mis huesos un frío hielo, | |||
cuando tales prodigios se dijeron. | |||
Los ancianos peritos en el vuelo | |||
de las aves consulto amedrentada; | |||
todos me anuncian enojado el cielo. | 60 | ||
Por el hacha tajante derribada | |||
cae la haya en tierra y sesga con ligeras110 | |||
velas la mar, en nave transformada111. | |||
Antes que «A Dios te queda» me dijeras112 | |||
lloraste: ¡ay! ¡cuánto fue tu llanto honroso, | 65 | ||
si este nuevo amor torpe consideras!113 | |||
Lloraste, y lloré yo, y el abundoso | |||
llanto por nuestros rostros confundido, | |||
de ambos los pechos anegó copioso. | |||
Cual olmo a la amorosa vid asido | 70 | ||
abrazada la tiene estrechamente, | |||
tal a tus brazos fue mi cuello unido. | |||
Tus excusas burló toda tu gente | |||
viendo acusar de tu tardanza al viento, | |||
cuando soplaba más propiciamente. | 75 | ||
¡Ah! ¡con cuán doloroso y triste acento | |||
«Queda a Dios» me dijiste, y amoroso | |||
en mi boca exhalaste tu lamento! | |||
Corren las naves por el mar undoso, | |||
hienden los remos114 las espumas canas, | 80 | ||
las velas hinche el Euro poderoso. | |||
A las olas se mezclan ¡ay! mis vanas | |||
lágrimas, y del mar en las llanuras | |||
miro correr las naos ya lejanas. | |||
Entonces con fervientes preces puras | 85 | ||
tu pronta vuelta a las Nereidas ruego; | |||
tu vuelta, causa de mis penas duras115. | |||
¡Mis votos te trajeron, y otro fuego | |||
te inflama, ingrato! ¡Por tu nueva esposa | |||
fatigó ¡ay! los altares mi amor ciego! | 90 | ||
Ya se avista la armada en la anchurosa | |||
mar, que cual la montaña levantada, | |||
tal resiste a su furia procelosa. | |||
No bien tu nave veo, desalada, | |||
a lanzarme en tus brazos anhelando, | 95 | ||
correr intento por la onda salada. | |||
En esto, desdichada, veo temblando | |||
purpurados arreos, de ti ajenos, | |||
en lo alto de la proa tremolando. | |||
Ya surcados del mar los vastos senos | 100 | ||
ancla en tierra la nave: absorta miro | |||
otra mujer; ¡ay! ¿qué esperaba menos? | |||
Ni basta a mi dolor; ¡ay! no respiro | |||
de saña, cuando veo que amoroso | |||
en su boca exhalabas un suspiro. | 105 | ||
Despedazando entonces el rabioso | |||
pecho, furiosa mis cabellos meso, | |||
y tiño en sangre el rostro doloroso. | |||
Mis penas, triste, de llorar no ceso; | |||
Ida escuchó mil veces mi querella, | 110 | ||
que de mis males ¡ay! no alivia el peso. | |||
Así el penar que causa esa tu bella | |||
sienta un día de su amante abandonada | |||
y acuse en balde su fatal estrella. | |||
Ora, ingrato, te sigue la robada | 115 | ||
amiga al casto lecho de su esposo, | |||
sin temer riesgos de la mar airada. | |||
Mas ¡ay! cuando pastor menesteroso | |||
de tu señor guardabas el ganado, | |||
sólo a Enone el ser tuya fue glorioso. | 120 | ||
No admiro tu opulencia, no el dorado | |||
alcázar, ni de Príamo ser la nuera | |||
anhelo; sólo a ser tuya he aspirado. | |||
No porque de una ninfa a Príamo fuera, | |||
aunque rey, la alianza ignominiosa, | 125 | ||
y Héctor gloriarse de ella no pudiera. | |||
Si aspiro a ser de un príncipe la esposa, | |||
bien sienta una diadema en mi cabeza, | |||
ni indigna soy de suerte tan gloriosa. | |||
Del tálamo dorado la riqueza | 130 | ||
mejor me está que del humilde lecho | |||
de secas hojas de haya la pobreza. | |||
No amenazan mil riesgos a tu pecho | |||
por mi amor, ni las naos de Mycena | |||
vengarán el insulto a su rey hecho. | 135 | ||
Esta dote consigo trae Helena; | |||
la guerra enciende, Menelao furioso | |||
tu adúltera reclama a Troya ajena. | |||
Si de restituirla estás dudoso, | |||
consulta al invencible Héctor tu hermano, | 140 | ||
o pregunta a Deífobo juicioso; | |||
al sabio Anténor y a tu padre anciano, | |||
que la edad enseñara a ser prudente, | |||
que los dos te darán consejo sano. | |||
Mal la carrera empiezas, torpemente | 145 | ||
tu patria a tu pasión sacrificando; | |||
Grecia es justa; tu amor es impudente. | |||
¡Necio! en Helena vives, confiando | |||
que con tal veleidad de ti prendada | |||
constante sea su nuevo amante amando. | 150 | ||
Cual llora Menelao la violada | |||
fe del conyugal lecho, y su pureza | |||
por extranjera huella amancillada, | |||
así tú llorarás; que la limpieza | |||
del pudor ¡ay! se mancha una vez sola, | 155 | ||
ni lava arte ninguna la impureza. | |||
Arde en tu amante llama agora; viola | |||
Menelao un tiempo de su amor perdida; | |||
ora la fe de esposa infiel viola. | |||
¡Andrómaca feliz, que a Héctor unida | 160 | ||
goza de casto amor suaves contentos! | |||
Tan dulce debió, ingrato, ser mi vida. | |||
Ligero, cual las hojas de los vientos | |||
juguete, que a las nubes van alzadas, | |||
volando en torbellinos turbulentos; | 165 | ||
y como las aristas abrasadas | |||
en el Agosto por el sol ardiente | |||
que por los aires corren exhaladas. | |||
¡Ay! del estro profético la mente | |||
Casandra llena, me predijo un día | 170 | ||
los crudos males que ora mi alma siente. | |||
«¿Qué haces, mísera Enone?» me decía, | |||
«Necia, que de la mar aras la orilla, | |||
y siembras ¡ay! en vano la ola fría. | |||
»Viene novilla griega (¡oh vil mancilla!) | 175 | ||
a ti, a la regia estirpe, y el troyano | |||
suelo viene a perder griega novilla. | |||
»Sumid ¡oh dioses! en el mar insano | |||
la torpe nave; en sangre va teñido | |||
por esta nave el Helesponto cano». | 180 | ||
Del fatídico ardor el pecho herido | |||
así habló; los cabellos en mi frente | |||
se erizan, el fatal anuncio oído. | |||
¡Mísera! mis desdichas ciertamente | |||
predijiste; novilla más dichosa | 185 | ||
pace en mis pastos ¡ay! tranquilamente. | |||
Cierto adúltera ha sido, aunque es hermosa; | |||
prendada del amor de un extranjero, | |||
abandonar sus dioses patrios osa. | |||
Ni fuiste tú su robador primero; | 190 | ||
ya un Teseo de su patria la arrancara, | |||
si fue Teseo su nombre verdadero. | |||
¿Crees que a su padre intacta la tornara | |||
joven y amante? Si quién me dijera | |||
esto ignoras, Amor me lo enseñara. | 195 | ||
Di, si quieres: violencia fue extranjera, | |||
y cela así la culpa cometida; | |||
si fue robada, al rapto causa diera. | |||
Enone la fe guarda prometida, | |||
y no sigue el ejemplo que le has dado, | 200 | ||
infiel, aunque por ti tan ofendida. | |||
Los Sátiros lascivos me han amado, | |||
yo en los espesos bosques me escondía, | |||
y en vano por hallarme han anhelado. | |||
Y al Fauno que los cuernos se ceñía | 205 | ||
del verde pino que en el Ida crece | |||
en amor inflamó la beldad mía. | |||
Y el fundador de Troya, el que merece | |||
la palma de la cítara y del canto, | |||
con las primicias mías se ensoberbece. | 210 | ||
Ni sin violencia las llevara tanto | |||
Dios, que en reñida lucha le arrancara | |||
el cabello, anegada en triste llanto. | |||
Y no el metal precioso, ni la rara | |||
esmeralda me dio, que torpemente | 215 | ||
el oro compra la beldad avara. | |||
El dios el arte médica eminente | |||
me enseñó y sus secretos misteriosos | |||
que los males alivian del doliente; | |||
las hierbas saludables, los preciosos | 220 | ||
aromas que produce la natura, | |||
y sanan los dolores más penosos. | |||
¡Mísera! que de amor la llaga dura | |||
ni la remedian hierbas saludables, | |||
ni toda mi arte médica la cura. | 225 | ||
Herido de sus flechas penetrables | |||
su autor pació de Admeto la vacada | |||
y sintió los tormentos incurables. | |||
La salud que tornarme no fue dada | |||
a planta alguna, ¡oh numen poderoso, | 230 | ||
tú sólo puedes darme malhadada! | |||
Ten, ingrato, piedad de un amoroso | |||
pecho, que no tiñeran, no, mis manos | |||
en frigia sangre el Xanto caudaloso. | |||
Tuya, crudo, en los años más lozanos | 235 | ||
de su primera edad Enone ha sido, | |||
y si mis blandos ruegos no son vanos | |||
siempre conmigo vivirás, conmigo. |
- II
-
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- III
-
¡Oh vida, oh vanidad, oh error, oh nada! | |||
¿Qué me quieres, bellísima Heloísa? | |||
¿Por qué tu voz se escucha en esta tumba, | |||
morada eterna de pavor y muerte? | |||
De un Dios celoso los preceptos duros | 5 | ||
tan sólo aquí se siguen, de natura | |||
las suavísimas leyes olvidando; | |||
amar es un delito. Sí, Heloísa; | |||
Dios veda que te adore a tu Abaelardo | |||
y sople el fuego que en tu amor le inflama; | 10 | ||
el fuego que discurre por mis venas, | |||
y que mi triste corazón abrasa. | |||
¡Terrible suerte! mis verdugos crudos | |||
mis órganos helaron, y la ardiente | |||
llama que el alma mísera devora | 15 | ||
no encuentra desahogo. Me consumo | |||
en rabiosos esfuerzos impotentes, | |||
los cielos y la tierra detestando. | |||
Eterno Ser, cuyos milagros canta | |||
el vulgo ciego ante el altar postrado, | 20 | ||
del engaño riendo el sacerdote, | |||
¿quieres verme rendido ante tus aras? | |||
Vuélveme el sexo, y canto tus grandezas. | |||
Melancólico libro, que dictado | |||
fuiste sin duda por un alma triste; | 25 | ||
Biblia, que haces de Dios un cruel tirano; | |||
tú serás mi lectura eternamente. | |||
¡Oh, cómo me complaces cuando pintas | |||
los hombres y animales fluctuantes | |||
en el abismo inmenso de las aguas | 30 | ||
clamar en balde por favor al Cielo, | |||
y la vida exhalar en mortal ansia! | |||
Todo el linaje humano, reprobado | |||
por el leve delito de uno solo, | |||
me muestras arrastrando sus cadenas, | 35 | ||
y condenado a enfermedad y muerte. | |||
Mi gozo es retratarme estas ideas. | |||
La desesperación fundó los claustros; | |||
ella aquí me ha arrojado. Yo detesto | |||
de los hombres, de Dios, y de mí mismo; | 40 | ||
de Heloísa también, sí, de Heloísa. | |||
Yo fragüé tus cadenas, yo tus votos | |||
te forcé a pronunciar, yo te he arrancado | |||
del mundo que adornaba tu hermosura. | |||
Odio también este execrable monstruo, | 45 | ||
que marchitó la más lozana rosa, | |||
y en capullo cortó la flor más bella. | |||
La desesperación ante mi lecho | |||
hace la ronda, y en mi pecho anida | |||
la mortal rabia; a mis cansados ojos | 50 | ||
jamás se asoma el llanto. Di, Heloísa, | |||
¿si reconoces tu infeliz amante | |||
en tan fatal estado? Fueron tiempos | |||
en que enjugaba compasivo el lloro | |||
del triste que aliviaba en sus desdichas. | 55 | ||
¡Cuántas veces mis lágrimas regaron | |||
tus mejillas, la suerte lamentando | |||
de el que la desventura perseguía! | |||
La dulce compasión ya no se alberga | |||
en este corazón, más que la roca | 60 | ||
por el sumo dolor empedernido, | |||
y hasta el consuelo de llorar me quita | |||
la bárbara y crüel naturaleza. | |||
Los celos y la envidia macilenta | |||
son las pasiones que mi pecho ocupan, | 65 | ||
y hasta del Dios que sirves tengo celos. | |||
Cuando imagino que en el templo augusto | |||
a Dios das un amor que a mí me debes, | |||
execrando sus leyes sacrosantas, | |||
el rival me declaro del Eterno. | 70 | ||
El mundo todo contra mí conspira, | |||
y todo me aborrece mortalmente; | |||
yo vuelvo mal por mal, guerra por guerra. | |||
Los monjes que sujeta a mis preceptos | |||
la vil superstición y el fanatismo | 75 | ||
son con cetro de hierro gobernados; | |||
todos ven en su abad un enemigo. | |||
La penitencia austera, amargo fruto | |||
de desesperación que el pueblo mira | |||
cual dádiva de Dios, y que los Cielos | 80 | ||
airados en su cólera reparten, | |||
en mi semblante mustio se retrata. | |||
Ceñido de cilicios, soy yo propio | |||
el más crudo enemigo de mí mismo, | |||
y sufro mil tormentos que me impongo. | 85 | ||
Debajo de mis plantas miro abierto | |||
un abismo de penas y de horrores, | |||
y la muerte afilando su guadaña | |||
amenazarme su tremendo golpe. | |||
Hiere; y descenderé tranquilamente | 90 | ||
a la mansión eterna del espanto. | |||
¿Del tirano que rige a los mortales | |||
la rabia omnipotente puede acaso | |||
castigarme con penas más horribles? | |||
Allí yo te veré, veré a Heloísa, | 95 | ||
y aumentará tu vista mi tormento, | |||
tu vista que otro tiempo fue mi gloria. | |||
Mi corazón se oprime; no me es dado | |||
contemplar a mi amada en la desdicha. | |||
Iehováh, que de contino en balde imploro, | 100 | ||
si víctima tu saña necesita, | |||
descarga sobre mí: ve aquí mi cuello. | |||
Tú, amada, vuelve al mundo que dejaste; | |||
ve, torna a las pasadas alegrías, | |||
de un esqueleto olvida las memorias, | 105 | ||
vil juguete de Dios y de los hombres. | |||
Si quieres ser feliz huye del claustro; | |||
renuncia de los votos imprudentes | |||
que no pudiste hacer; rompe tus grillos. | |||
El hombre jamás pierde sus derechos; | 110 | ||
cobrar la libertad es siempre justo. | |||
Dios eterno, perdona mis delirios. | |||
Tú me has hecho apurar hasta las heces | |||
el cáliz del dolor y la ignominia; | |||
¿Y quieres que mi grito no resuene | 115 | ||
y que sufra en silencio el crudo azote? | |||
¡Oh, [...] es Dios en sus venganzas, | |||
si no permite al infeliz ni el llanto! | |||
¡Oh tú, que en otros tiempos animaste | |||
este cadáver que ante mí contino | 120 | ||
retrata los horrores de la muerte, | |||
espíritu que habitas las regiones | |||
por siempre impenetrables a los vivos, | |||
ilumina a un mortal extraviado | |||
que confusión y escuridad rodea! | 125 | ||
¿Qué orden nuevo de cosas nos aguarda | |||
en el reino espantoso de los muertos? | |||
¿La miseria, el dolor, persiguen siempre | |||
a los humanos tristes, y se ceban | |||
en las cenizas yertas del difunto? | 130 | ||
¿O es la huesa el camino de la dicha? | |||
¿O más bien todo con la vida acaba? | |||
Perseguido de ideas funerales, | |||
la muerte miro como un trance horrible | |||
que me ha de conducir a nuevas penas. | 135 | ||
A veces en mis sueños me figuro | |||
que, conducido por un caos inmenso, | |||
soy presentado al trono del Muy Alto, | |||
y el resplandor que en torno le rodea | |||
me hace caer a tierra deslumbrado; | 140 | ||
que me levanta el rayo fulminante, | |||
y que el ángel tremendo de la muerte | |||
la senda del Averno me señala, | |||
y en la región del luto soy sumido, | |||
condenado a tormentos sempiternos, | 145 | ||
do son perpetuamente los humanos | |||
víctima de las iras implacables | |||
de un tirano crüel y omnipotente. | |||
Despavorido me despierto, al Cielo, | |||
a ese Cielo de bronce, alzando en balde | 150 | ||
mis ayes doloridos y profundos. | |||
¡Jesús, santo Jesús!, Tú que quisiste | |||
morir crucificado entre ladrones; | |||
mártir de la virtud, que el vulgo adora | |||
como deidad, y que venera el sabio | 155 | ||
como el más santo y justo de los hombres; | |||
que contemplando el orden de los seres | |||
admiras el gran todo, y las flaquezas | |||
del humano linaje compadeces, | |||
que evitó siempre tu virtud severa; | 160 | ||
si las preces del justo pueden algo | |||
con ese Dios que tú anunciaste al mundo, | |||
suplícale que alivie mis quebrantos; | |||
la desesperación que despedaza | |||
mi corazón, que desvanezca luego | 165 | ||
un rayo de su gracia poderosa. | |||
¿En qué pudo ofenderle un desdichado | |||
que amaba la virtud, que así le priva | |||
de gozar por jamás algún contento? | |||
Aparta ya, gran Dios, de mí tu soplo, | 170 | ||
súmeme de una vez en el sepulcro, | |||
y corta el hilo de tan triste vida. | |||
Vosotros, monjes, que he mortificado | |||
hasta haceros la vida detestable, | |||
¿no tomáis la venganza? ¿Qué os detiene? | 175 | ||
¿O queréis que respire en mi despecho? | |||
Vosotros, que el silencio de las celdas, | |||
la soledad medrosa de los claustros | |||
y el lúgubre pavor del cementerio | |||
excita a los proyectos más atroces; | 180 | ||
espíritus crüeles que endurece | |||
contra la humanidad la penitencia; | |||
vosotros encendisteis las hogueras | |||
del fanatismo; y el puñal agudo | |||
clavasteis en el pecho del hereje; | 185 | ||
que [...] a Dios a sangre y fuego, | |||
[...] contra mí vuestros horrores. | |||
¿Qué pena da a los monjes un delito? | |||
¿Son éstos, Heloísa, de tu amante | |||
Los suaves coloquios. ¿Dó se fueron | 190 | ||
las deliciosas noches ¡ay! pasadas | |||
en brazos del placer, cuando Heloísa | |||
templaba con sus besos amorosos | |||
el ardor de mi llama? ¡Suerte horrible! | |||
Del deleite supremo el dulce cáliz | 195 | ||
me dio a gustar natura, porque sienta | |||
el valor infinito de la dicha | |||
y el peso del dolor intolerable, | |||
que para siempre morará conmigo. | |||
Ya no invoco la muerte, que huye lejos | 200 | ||
del mísero que vive en los ultrajes. | |||
Ni el cuchillo crüel de mis verdugos, | |||
ni mis suplicios, ni mi austera vida, | |||
ni mi ayuno continuo, ni mis duelos, | |||
nada basta a arrojarme en la fría tumba. | 205 | ||
Las sombras pavorosas de los muertos | |||
rondan en derredor de mí contino, | |||
y a habitar me convidan sus mansiones; | |||
en balde; que el destino aborrecido | |||
me tiene fijo a la enemiga tierra, | 210 | ||
y huye la muerte cuando yo la toco. | |||
¡Oh Señor!, ¿para cuándo señalaste | |||
el término a mis días tan ansiado? | |||
¿Me has de dejar sufrir eternamente? | |||
¿O quieres que publique tus loores | 215 | ||
de la horrible desgracia perseguido? | |||
Quebranta las cadenas que sujetan | |||
mi cuello a la pasión; libre me hiciste, | |||
tórname en libertad, tu don conserva. | |||
Amada, oyó mis votos el Eterno. | 220 | ||
La dulce calma vuelve a mis sentidos. | |||
Ya va a herirme la muerte, y ya el descanso | |||
de mis fatigas acercarse miro. | |||
En el seno de un Dios, de un padre amante | |||
de sus criaturas, las delicias todas | 225 | ||
me aguardan de consuno; que en tus brazos | |||
solamente gusté su vana sombra. | |||
Aquí de los humanos los delirios | |||
desparecen por siempre; un Dios piadoso | |||
perdona a los errores invencibles | 230 | ||
que graba la crianza en nuestras almas. | |||
Felicidad y dicha inalterable | |||
habitan las regiones fortunadas, | |||
que de monstruos horrendos puebla el hombre. | |||
Aquí nos hallaremos, Heloísa, | 235 | ||
y nuestras almas con amor más tierno | |||
se estrecharán en lazo indisoluble. | |||
Vive feliz, y piensa en tu Abaelardo; | |||
tu amor causó sus glorias y sus penas, | |||
y ni en la postrer hora te ha olvidado. | 240 |
- V
-
Traducción de Tibulo
Llena el vaso otra vez; mis fatigados | |||
ojos por tu potencia irresistible | |||
¡oh Baco! en sueño yazgan sepultados. | |||
Espira sueño ¡oh Baco! Tú insensible, | |||
Tú sólo, hacerme puedes a mi suerte; | 5 | ||
¡oh suerte con mi amor cruda, inflexible! | |||
Cerrada está con un candado fuerte | |||
la puerta de mi amada, y su celosa | |||
guarda todos sus pasos ¡ay! advierte. | |||
Puerta dura, ¡ojalá la procelosa | 10 | ||
lluvia te embata, y te consuma el trueno | |||
que Jove lanza en mano poderosa! | |||
Puerta, ábrete a mis ruegos; de mi seno | |||
los sollozos te ablanden; sin rüido | |||
cedan tus quicios, de sentido ajeno. | 15 | ||
Si contra ti furioso he prorrumpido, | |||
en mi cabeza caigan maldiciones | |||
que en tu daño sin seso he proferido. | |||
No te olvides ¡oh puerta! de mis dones, | |||
la guirnalda de flores que te ornara, | 20 | ||
mis preces, mis dulcísimas razones. | |||
Mas tú nada receles, Delia cara; | |||
osa frustrar tu guardia vigilante; | |||
Venus dio su favor a quien osara. | |||
Venus la senda enseña al mozo amante | 25 | ||
que ignorara, y adiestra la doncella | |||
a abrir la puerta muda y palpitante. | |||
También muestra de amor la diosa bella | |||
el lecho abandonar furtivamente | |||
y sin ruido estampar la blanca huella; | 30 | ||
y delante el marido impertinente | |||
hablar con expresivas ojeadas, | |||
que el amador comprende solamente. | |||
Ni a todos estas artes les son dadas; | |||
mas a quien diligente deja el lecho, | 35 | ||
ni las tinieblas de la noche heladas | |||
le asustan. Citerea de su pecho | |||
propicia aparta el aguzado acero, | |||
y en vano el salteador vela en su acecho; | |||
que es seguro y sagrado aquel sendero | 40 | ||
por do va el amador de un dios guardado | |||
contra los lazos del mortal artero. | |||
No de las noches del Diciembre helado | |||
la escarcha me dañara, o la furiosa | |||
lluvia del cielo; en aguas desatado. | 45 | ||
Nunca tendré mi pena por gravosa | |||
si a abrir mi Delia viene al fin su puerta, | |||
y por señas me llama silenciosa. | |||
Hombre o mujer, si alguno hallarme acierta, | |||
lejos tenga la luz; que el dios Cupido | 50 | ||
veda que sea mi gloria descubierta. | |||
No de vuestras pisadas el rüido | |||
me asuste, ni mi nombre preguntando | |||
acerquéis el fanal aborrecido. | |||
Quien sin pensar me viere, que jurando | 55 | ||
por los dioses sagrados lo desmienta; | |||
tal es de Venus poderoso el bando. | |||
Si alguno hablar osare, el furor sienta | |||
de la diosa implacable que engendrada | |||
fue de sangre y espuma turbulenta; | 60 | ||
mas ni entonces tu esposa creerá nada. | |||
Tal me dijo una maga verdadera, | |||
cuya arte en mi favor está empleada. | |||
Una noche serena yo la viera | |||
que la luna a su voz huyó medrosa | 65 | ||
y que el rayo torcía su carrera. | |||
Su canto abre la tierra119 y la espantosa | |||
tumba dejan los manes al conjuro | |||
do la yerta ceniza en paz reposa. | |||
Agora llama con imperio duro | 70 | ||
el Infierno, o con leche rociados | |||
sus espíritus torna al reino escuro. | |||
A su arbitrio disipa los nublados, | |||
a su arbitrio los días más serenos | |||
en pardas nubes van encapotados. | 75 | ||
Ella sola conoce los venenos | |||
de Colcos; de los perros infernales | |||
sola ella calma los rabiosos senos. | |||
Ella misma compuso estos fatales | |||
cantos; dilos tres veces, Delia mía, | 80 | ||
y cántalos en tres tiempos iguales. | |||
El envidioso en vano le diría | |||
a tu esposo mi amor; aun si nos viera | |||
yacer juntos, sus ojos no creería. | |||
Mas tú huye de otro amor, que su ceguera | 85 | ||
será en mi favor sólo, y otro amante | |||
esconderse a su vista no pudiera. | |||
¿Qué no creeré de maga que es bastante, | |||
según dijo, a romper del amor mío | |||
las firmes ataduras de diamante? | 90 | ||
Cuando la noche tiende el manto frío, | |||
inmolará por mí negros corderos | |||
a las deidades del Averno umbrío. | |||
No que yo no te amara, mas que fueras | |||
blanda a mi amor pedía, Delia hermosa, | 95 | ||
que eternamente tú en mi amor ardieras, | |||
que la vida sin ti me fuese odiosa. |
- XII
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Traducción de Horacio
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