31
Esta manía de las competencias, es necesario reconocerlo, traía su origen de la misma España. Como un ejemplo baste recordar lo acontecido en Sevilla después de la muerte de Felipe II. Levantose un gran catafalco para las honras del rey; asistieron los inquisidores y los jueces de otro tribunal superior, y como éstos llegasen cuando el sacerdote celebraba y no se pudiesen avenir sobre la precedencia, dispusieron interrumpir la fiesta y llevar el caso a la resolución del nuevo monarca. Durante el mes que en la contienda se empleó, estuvieron yendo los habitantes de los alrededores a admirar el monumento, y entre otros aquel valiente andaluz a quien Cervantes, para ridiculizar la función, pintó en el soneto que principia:
¡Voto a Dios, que me espanta esta grandeza!
E. Chasles, Cervantes, pág. 480.
32
Domingo Arteaga Alemparte, Revista de Santiago, t. 2.º, pág. 826.
33
Sanfuentes, El campanario. Sobre la sociedad chilena en la colonia, recomendamos que se lea el muy interesante capítulo final de la Historia de Santiago del señor Vicuña Mackenna.
34
El mayor regocijo en Chile, etc.
35
Zerdán y Pontero, Oración.
36
Historia civil, pág. 70.
37
Historia civil, libro 4, capítulo II.
38
Miguel Lastarria, Discurso económico.
39
Herrera, Ensayo, pág. 83.
40
Vergara y Vergara, Literatura en Nueva Granada.